Sirius Black se encontraba en Grimauld Place, por ordenes de Albus.Maldito vejete pensó el hombre en su obstinación. El siempre era un hombre de acción, se obstinaba de estar encerrado. Pero como había dicho Albus no convenía que le volvieran a echar el guante los memos del ministerio.
De fumar y dormir,
Empiezo a sentirme encerrado,
No se si pueda despegarme del televisor
Meterme en el ascensor
Me sienta un poco mejor
Por medio de una lechuza logro avisarle a una antigua amante. La chica por la cual el había cometido locuras en su pasado. Verónica era perfecta, blanca, alta de pelo y ojos negros, una figura envidiable. James había sentenciado el día de su boda, que ella lo llevaría al altar.
Ojo loco había consentido que ella fuera hasta la casa. El sabia que Sirius no se podría estar tranquilo por mucho tiempo y en común acuerdo con Albus, pensaron que era el remedio para aquietarlo. Remus no podía estar todo el tiempo, ya que debía seguir la pista de Greyback.
El escucho el timbre de la mansión. Fue y abrió la puerta. Ella estaba ahí, increíble con un sencillo traje blanco, y un bolso de piel marrón. Su cabellera suelta y sus grandes ojos negros, hizo que los ojos del hombre volvieran a vivir. Hasta su nariz llego el perfume suave y sensual de la chica. La hizo pasar.
Ya te lo he demostrado
A si es que comienza tu interrogación
Ella lo veía pero le recriminaba el pasado. El día que él la dejo para ir a vengarse de Colagusano. La forma en que la dejo plantada la noche en que seria su compromiso.
-Sirius, me dolió la forma en que me dejaste. Nunca supe adonde fuiste esa noche y sobre todo al ver en las noticias que serias encerrado en Azkaban por asesinato. ¿Te detuviste a pensar un momento que seria de mí? ¿No te preocupaste ni un poquito? ¿Es que nuestra relación solo era cama y besos? Creo que me merecía aunque sea una nota, una carta, un mensaje... pero nada de eso me distes.-
Sirius solo escuchaba en silencio.
Mucho más que sexo
Por eso te pido perdón
-Se que fui un animal. -respondió Sirius. -He debido considerarte. He debido dejarte una nota, lo sé. Se que no merezco que estés aquí. No tengo excusa. Le di muchas largas a nuestro compromiso. Pero me enloqueció la muerte de mi hermano y su esposa, mi ahijado acababa de quedar huérfano.-
-Si lo sé. Yo también quería a James y a Lily, ¿sabes? Pero podías detenerte un momento y enviarme una nota.-
-Bien sabes que uno no piensa en esos momentos.-
-Y menos tu ¿Cierto?-
Sirius bajo la mirada. Como siempre ella tenía razón, por algo James le decía que era como una copia de Lily.
Bien podemos esperar un día más
Pierdo si al pasado haz esperado demasiado
Y me sorprendo al darme cuenta que aun estas
Ella se levantó y en dos pasos se puso frente a él que continuaba sentado. Se agachó y le levantó la cara con la mano. Lo vio profundamente a los ojos.
-Te amo. Te amo como jamás amé a nadie. Te amo como nunca volveré a amar a nadie. Fuiste el primero en mi vida, y aun lo sigues siendo. Se que mañana me maldeciré por esto. Me lo recriminare a mi misma, pero te lloré porque habías muerto para el mundo. Jamás me permitieron verte, ni ir a Azkaban a visitarte. Se que eres así, impulsivo, salvaje, por eso es que me gustaste, y es por eso que te amo y no pretendo cambiarte. Pero cambio mi vida, mi maldita existencia entera por un momento contigo. Ahora y los días que sigan, hasta que tengas que irte de mi lado otra vez. No pretendo amarrarte de alguna forma, pero quiero que me ames y que te dejes amar por mí. Se mío una noche mas.-
Y diciendo esto lo beso, tiernamente en los labios y él se dejo llevar...
Y hazme sentir la alegría de volverte a amar
Dormido entre las sabanas halle tu aroma,
Tu presencia que se asoma un momento nada más
Yo se que las canciones se las lleva el viento
Es lo único que tengo que mas puedo dar
Acuérdate Verónica después de todo
Debe existir algún modo en que yo te pueda pagar
Ella lo bañó, peinó sus cabellos, afeitó su barba. Mientras lo bañaba, besó cada una de sus cicatrices. Sirius solo lloraba en silencio. No tenia nada en el mundo que ofrecerle, ni siquiera su vida... Lo había perdido todo y su única familia era Harry y Lupin. Ni siquiera tenia casa, jamás considero la mansión Black de él. Ella lo veía con ternura. No podía negarlo, ella lo amaba, lo amaba desde la primera vez que lo vio en el expreso rumbo a Howarts, cunado era una niña apenas y se divertía con Lily y sus amigas. Lo recordaba bien, sus manos grandes y fuertes, su aspecto distinguido y su porte atlético y su risa franca. A su mente llegó la loca idea de volverlo como era antes de todo, alegre extrovertido, aunque en el fondo sabia que ello ya no era posible. Veía al hombre que había sufrido en carne propia una vida injusta, una guerra, el horror de sus perdidas, y que sin embargo la había enfrentado. Ella tuvo la seguridad al ver sus lagrimas que el aun la amaba.
Bien podemos esperar un día más
Pierdo si al pasado haz esperado demasiado
Y me sorprendo al darme cuenta que aun estas
Lo secó con cuidado y lo perfumó, le puso una bata y lo llevó a su cuarto. Aquel cuarto que fue testigo mudo de su primera vez, tanto para ella como para él. Y ahí parados, ella se abrazo a él. Colocó su cabeza contra su pecho y escuchó el dulce redoble de su corazón. Él le acaricio el cabello y la besó en la cabeza. Aun sus lágrimas no dejaban de manar. Él sabía que su vida tenía un precio y que pronto la abandonaría para siempre. Eso ya estaba escrito. Pero deseó amarla una vez más. Lentamente sus rostros se encontraron. Las miradas brillaron y torpemente como su primera vez, se besaron. El sintió el temor como su primera vez, ella temblaba al desnudarse, un poco con pena, como fue en el pasado. Él la tomó con delicadeza por el talle y cantó con su vos cargada de emoción una antigua tonada. La llevó danzando hacia la cama como la primera vez. Y esa noche, como dos fénix volvieron a renacer de las cenizas dolorosas de su pasado.
Y hazme sentir la alegría de volverte a amar
Dormido entre las sabanas halle tu aroma,
Tu presencia que se asoma un momento nada más
Yo se que las canciones se las lleva el viento
Es lo único que tengo que mas puedo dar
Acuérdate Verónica después de todo
Debe existir algún modo en que yo te pueda pagar
Amanecía en Grimauld Place. Verónica abrió los ojos y colocando su cabeza sobre su mano se dedico a observar el rostro de su amante. Le pareció que había rejuvenecido y que toda la vida había estado junto a él. Él dormía placidamente, aunque de vez en cuando un estremecimiento cruzaba su rostro. Eran los fantasmas de su pasado que venían a rondarlo. Ella suavemente con su índice delineo su rostro. Él se revolvió un poco y abrió sus ojos grises. Su sonrisa encantadora afloró en su rostro y ella se sintió desfallecer de nuevo. La atrajo hacia él y la beso, primero en la frente y luego en los labios. Él quiso decir algo, pera ella coloco su dedo índice en su boca, para que el callara.
Monto su torso sobre el pecho del hombre para poderlo ver mejor, y así tiernamente le dijo:
-No me debes nada. Tengo tu mirada y tus besos, ellos son mi paga. Y si tuviera que morir ahora, moriría feliz. Mi sol ha salido de nuevo.-
Y abrazándolo nuevamente se durmieron abrazados como si el tiempo jamás los hubiese alcanzado.
Y hazme sentir la alegría de volverte a amar
Dormido entre las sabanas halle tu aroma,
Tu presencia que se asoma un momento nada más
Yo se que las canciones se las lleva el viento
Es lo único que tengo que mas puedo dar
Acuérdate verónica después de todo
Debe existir algún modo en que yo te pueda pagar
El renacer de un amor. - Fanfics de Harry Potter
Sirius Black se encontraba en Grimauld Place, por ordenes de Albus.Maldito vejete pensó el hombre en su obstinación. El siempre era un hombre de acción, se
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2023-02-27
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