Hermione y los merodeadores, nuevas amenazas - Potterfics, tu versión de la historia

 

 

 

Hermione y Sirius antes de empezar quinto año tienen una relación, incluso el hombre le pide matrimonio y se casaran cuando la chica termine Hogwarts.
Pero cuando los chicos van al ministerio a rescatar a Sirius después de que Harry tenga el sueño donde Voldemort lo ha secuestrado, Bella mata a su primo y Hermione rota de dolor por la perdida de su amado se tira al velo.
Dentro del velo, Sirius le dice que se perderá en el tiempo y le pide que si va hacia al pasado que intente impedir todo lo que les ha pasado, la muerte de los Potter, que todos supieran que Remus es un licantropo, y que el mismo terminara en Azkaban.
Con su nueva misión en la mente, Hermione llega a Hogwarts a finales del quinto año de los merodeadores y siendo aceptada por ellos desde un primer momento no solo les ayudara contra Tom Riddle sino también en sus problemas del día a día.
Y como paso en el futuro, Hermione y Sirius se enamoran y cuando están a punto de terminar la escuela le pide que se case con el, y ella acepta.
Al terminar Hogwarts y antes de casarse con el hombre al que ama, cree que es mejor contar toda la verdad y reuniendo a su nueva familia, se lo explica, que viene del futuro y todo lo malo que pasara a partir de ahora.
Charlus entendiendo todo se hace con el control de la situación y con la ayuda de su familia y con ayuda de nuevos amigos trabajaran duro para que el futuro del que viene Hermione.
Ya se que hace poco la termine, pero como es una segunda parte me gusta poner lo que paso en la primera parte.

 

En King Cross, el matrimonioBlack esperaba la llegada de su hijo mayor, Orión.

Hermione mirabadivertida a su marido que no se podía estar quieto y de vez en cuando lanzabamiradas furtivas a las otras mujeres, que miraban descaradamente a Sirius sinimportantes que ella estuviera delante o aun peor que sus maridos estuvierancon ellas.

Pero que se podíaesperar, aunque Sirius era un auror, era el patriarca de los Black, una familiapoderosa y muy rica, y era un hombre muy atractivo, aunque la bruja de susuegra había dejado todo a Regulus en su testamento al morir, el chico quequería ser profesor le paso la mitad de la fortuna y el titulo del jefe de lafamilia a su hermano mayor, así que los hermanos habían dejado todo en mano desus abogados y ellos solo disfrutaban del dinero y lo pesado que era llevar lasempresas y el control de sus bienes lo dejaron para otros bajo la supervisiónde Charlus, todo iba bien.

−Cariño quédate quieto,me estas mareando. −La leona le cogió de la mano para que se parara. −Vimos aOrión en navidades y también en pascua así que no entiendo porque estas tannervioso.

El hombre la miro. −Noes que este nervioso, es que ya lo quiero ver.

−Lo sé, pero ya notardara mucho en llegar. −Y de pronto se anuncio la llegada del tren. −Lo vesya está aquí.

−Pues vamos. −Ycogiéndole de la mano, se acercaron a las vías.

Cinco minutos después,el tren hacía su entrada, no mucho tiempo después se paraba, las puertas seabrieron y los alumnos empezaron a bajar.

Sirius mirando a todoslos niños, no tardo mucho en ver a su hijo, lo llamo. −Orión.

El niño moreno y deunos hermosos ojos grises iguales que los de su padre lo miro y sonriendo seacerco corriendo y lo abrazo. −Papa.

−Que bien que ya estásaquí.

 

−Sí, ya os echaba demenos. −Y soltando a su padre abrazo a su madre. −Mama.

−Cariño. −Hermione abrazándolole dio un beso en la cabeza. −Espero que todo haya ido bien.

−Muy bien.

−Estupendo, pues ahoraa casa. −Y miro a su marido. −¿Recoges sus cosas?

−Sí. −Y acercándose alvagón de equipaje busco las cosas de su hijo y reduciéndolo se lo metió en elbolsillo y volvió con su mujer y su hijo. −Ahora a casa.

−Estoy cansado.

−Pues vamos. −Y cogiéndolode la mano se aparecieron para ir a la mansión de los Potter.

En la mansión Potter,la familia estaba esperando a Hermione, Sirius y Orión cuando estos entraronpor la puerta hacia el salón.

−Abuelos. −Orión seacerco corriendo a sus abuelos y los abrazo. −Os he echado mucho de menos.

Charlus le sonrió. −Nosotrostambién, ¿Qué tal tu final de curso?

−Los gryffindor noshemos llevado la copa de las casas, pero han sido los ravenclaw quienes se hanllevado la copa de quidditch.

−Bueno el año queviene tu ya podrás jugar.

−Sí.

Dorea le sonrío. −¿Tieneshambre?

−Mucha.

−Pues ves a lavartelas manos y cenaremos, esta noche os quedáis aquí.

−Genial. −Y se fue.

Hermione viendo como desapareciapor la puerta, miro a su hija mayor. −¿Casi que tal el ultimo día de clases?

La niña que eraidéntica a su padre y a su hermano la miro con los ojos brillantes por laemoción. −Me han dado muchos caramelos.

−Siento no haberpodido estar.

−No te preocupes, seque estabas muy ocupada, además sí que fuiste ayer para la obra de teatro.

−Sabes que no me lahubiera perdido. −Y miro a su hija pequeña, Altea Jane, ella era castaña con losojos castaños, un montón de pecas esparcidas por su nariz y sus mejillas y teníael carácter del padre, mientras que Casi era idéntica a ella, con tan solo seisaños era un terremoto. −¿Altea que tal todo?

−Muy bien mami. −Yponiéndose de rodillas en el sofá la abrazo por el cuello y le dio un beso enla mejilla. −Tengo hambre.

Al escuchar eso se rioy miro a su marido. −Es como tú, se pasa todo el tiempo con hambre.

−Claro a alguien se teníaque parecer. −Y miro a su hija pequeña. −Ahora comeremos.

−Si papi.

Sirius miro a su tía. −¿Quétal se han portado?

−Muy bien. −Dorea le sonrió.−Después de clases, me las he llevado al cine y a comer una hamburguesa.

−Eso está muy bien. −Ymiro a las niñas. −Iros a lavar las manos, que ya no tardaremos en ponernos acenar, se nos ha hecho tarde.

Las niñas haciendocaso a su padre se fueron por la puerta abierta.

−Yo voy a dejar lascosas de Orión en su habitación y a dejar a la lechuza suelta, no creo que lehaya hecho mucha gracia que la encogiera. −Y levantándose se fue por donde sushijos habían desaparecido.

Mientras elloscenaban, en casa de los Potter, James llegaba después de un día de trabajo y loprimero que hizo fue ir a saludar a su mujer, que a esa hora estaba preparandola cena.

−Lils ya he llegado.

Lily lo miro. −Sí quellegas tarde, ya me estaba preocupando, ¿ha ido todo bien?

El león acercándose labeso y le sonrió. −Todo ha ido bien, estaba terminando unos papeles para asímañana poder cogerme el día libre.

La pelirroja asintió. −Yacasi la cena está preparada, ¿te bañas antes?

 

−Sí, estoy todosudado, pero antes iré a ver a los niños. ¿Dónde están?

−Charlus está jugandoa la maquina, parece ser que no le sale un nivel, Harry está leyendo el ultimocomic que le regalaste y Dorea está terminando de hacer un oso de ganchillo.

−No tardo.

−Te esperamos. −Ybesándolo de nuevo volvió con la cena.

James acercándose alsalón vio que Harry estaba sentado a lo largo en el sofá leyendo un comic comoLily le había dicho y luego se fijo en sus hijos menores, Dorea que tenía 9años y era pelirroja con los ojos marrones, estaba en uno de los silloneshaciendo un muñeco de ganchillo, a su hija le encantaba hacerlos, y no perdíaoportunidad de regalarlos a todos, en casa de los Black ya tenían cuatro y encasa de los Lupin otros tantos, y por último el pequeño de la familia Charlusde ocho años moreno con los ojos marrones, era una copia suya pero sin gafas yparecía que se estaba peleando con la maquina.

−Buenas noches chicos.

Los niños dejando loque estaban haciendo lo miraron y sonrieron. −Buenas noches, papa. −Y volvierona prestar atención a los que estaban haciendo.

−¿Charlus que no tesale?

El niño al ver a supadre puso pause y lo miro. −No, y ya se han comido cinco vidas setas.

−¿Quieres que lointente?

−Si gracias. −Ydejándole espacio le paso el mando.

James sentándose allado de su hijo cogió el mando y mientras intentaba el nivel, prestaba atencióna los consejos de su hijo.

−Cuidado con la barrade madera no llega hasta el borde y te puedes caer y tienes que tener cuidadocon las bolas de fuego que no dejan de subir y bajar.

−Lo tendré en cuenta. −Ysiguiendo las instrucciones de Charlus fue pasándolo poco a poco y lo pudopasar.

−Harry lo ha pasado. −Elchico mayor dejo su comic y miro a su hermano sonriendo. −Eso esta genial. −Ymiro a su padre. −Yo lo he intentado pero también me han matado.

−Es que era difícil. −Ylevantándose se acerco a su hija. −¿Qué tal tu oso?

La niña se lo enseño. −¿Quéte parece?

James cogiéndolo lomiro bien. −Me gusta. −Y devolviéndoselo la miro. −¿Para quién es?

−Es para la abuela,para llevárselo mañana, por eso lo quiero terminar ahora antes de cenar.

−¿Te falta mucho?

−Solo terminar dejuntar las diferentes partes.

−Te dará mas quetiempo, aun me tengo que bañar. −Y viendo como su hija volvía a prestaratención a su oso, miro a su hijo mayor. ¿Harry que tal el comic?

El niño lo miro. −Estámuy bien, luego te lo prestare para que lo leas.

−Ya lo leeré. −Yviendo que sus hijos estaban bien, subió escaleras arriba hacia su cuarto, casiun cuarto de hora después, el auror con ropa cómoda bajaba a la planta de abajoy miro a los niños. −Ahora vamos a cenar, ya luego continuáis.

−Papa ya falta poco. −ProtestoDorea.

James le sonrió. −Luego,mientras vemos la tele.

−Está bien. −Ydejándolo guardado en su cesta para que no se perdiera se levanto y se fue a lacocina, y los niños hacían lo mismo.

Cuando estuvieronsentados alrededor de la mesa, James cogiendo un tenedor grande empezó a servirlos bistec rellenos que Lily había preparado y su mujer les ponía salsa, cuandotodos tuvieron los bistec en sus platos fue el momento de las patatas fritas,James repartió una gran cantidad a cada uno.

 

Lily viendo que yatodos tenían sus platos llenos, un trozo de pan y sus vasos llenos de agua ylimonada dijo: −Ya podemos empezar.

−Sí. −Y se pusieron acenar.

−Papa. −Charlus lomiro. −¿Me puedes comprar un juego nuevo para la game boy?

−¿Cuál quieres?

−Uno que se llamaCastelvania.

−¿De qué es?

−Vampiros.

James miro a su mujer.−¿Tu qué dices se lo compramos?

−Esperaremos a vercomo se porta mañana en casa de mis padres.

−Yo me porto bien. −Charlusla miro. −Solo que no me gustan los Dursley, siempre nos miran con muecas.

−Lo sé hijo, pero nolos vamos a ver a ellos sino a tus abuelos.

−Y los abuelos megustan, por eso no digo nada cuando ellos están presentes.

−Y es lo que tienesque hacer, si todo sale bien, mañana te compraremos ese juego.

−Gracias. −Y miro a supadre. −Necesito pilas.

−¿Otra vez?

−Si.

James miro a su mujer.−Eso de las pilas es un mal invento.

−Y que lo jures, seterminan enseguida.

−Mañana antes de ir acasa de tus abuelos comparemos las pilas. −Y miro a su hijo mayor que cenabamuy a gusto. −¿Tu quieres algo?

−El final fantasy IV.

−¿Cuántos juegos hayde esos? −Le pregunto James a su hijo. −¿No te compre uno el año pasado? y creoque tu compraste dos en la tienda que está al lado del restaurante de tusabuelos.

Harry le sonrió. −Quete puedo decir tienen muchas ideas y no quieren cambiarle el nombre, el primerosalió en el 87 y el otro en el 88, y los gráficos cada vez son mejores ¿me lo compraras?

−Te digo lo mismo quetu hermano, si te portas bien te lo comprare.

Harry asintió y siguiócenando.

Y por ultimo quedabala princesa de la familia, Dorea estaba comiendo sin prestar atención a la conversación.−¿Dorea quieres que te compre algo?

La niña al escucharque le preguntaban dejo su cena y lo miro. −No, aunque me puedes comprar máslana.

−¿No quieres algunamuñeca o algún juego?

Dorea negó. −No papi,ahora no se me ocurre nada.

−Pues cuando lo sepasme lo dices.

−Sí.

James miro a su mujer.−¿Tu quieres algo?

−Que lleguen yanuestras vacaciones.

El hombre le sonrió.−Yo también quiero que ya lleguen, y queda poco.

−Sí. −Y sonriendosiguió cenando, durante una semana no tenía que pensar en sus hijos ni en nada,James y ella cogían las maletas y se perdían por el mundo, y ya tenía quellegara ese día.

Al día siguiente lafamilia se despertó pronto y después de desayunar, se fueron a un centrocomercial a comprar los presentes para los Evans, también a comprar las pilaspara la máquina de Charlus, mientras Lily y Dorea entraban en una pasteleríaJames y los niños se quedaban en una tienda de juegos que no estaba muy lejos.

−Papa mira ese es eljuego. −Dijo Charlus señalándole la vitrina donde ella caja del Castelvania sepodía ver. −También está el juego que quiere Harry. −Y señalo otro juego.

−Esta noche si todosale bien, lo compraremos en la tienda que hay al lado del restaurante de losabuelos.

−Sí.

−Ya estamos. −Lily yDorea se acercaron con dos bolsas y una caja. −Aparte de los bombones y el pastelhemos comprado un regalo a los Lupin por invitarnos a su restaurante.

 

−Bien. −James cogiendolas bolsas que llevaba su mujer miro a sus hijos. −Ahora a casa de los abuelos.

−Sí. −Y todosvolvieron al buscar el coche que lo habían dejado en el aparcamiento.

Casi una hora despuésllegaban, y antes de bajarse del coche, James los miro. −Recordar no sigáis loscomentarios de los Dursley.

−No lo haremos.

−Eso espero. −Y miro aHarry. −Eres el mayor así que da ejemplo.

El chico le sonrió. −Aunqueme pinche mil veces no les diré nada.

−Bien. −Y sin decirnada mas, bajo del coche, y cuando su familia estuvo abajo y hubieron cogidolas cosas lo cerró bien.

Aunque era un mago desangre pura, Lily le había enseñado a amar los coches y haber el lado positivosi gastaba mucha gasolina tenía que tener seguro y muchas otras cosas, pero conél podía ir a buscar a la escuela a buscar a sus hijos e ir de paseo sin tenerque ir andando, en taxi o en bus, así que siempre que podía cogía el coche.

La familia acercándosea la puerta picó y esperaron a que le abrieran, y como siempre no tardaronmucho en abrirles.

−Abuela. −Los tresniños se tiraron a sus brazos nada más verla.

−Niños que alegríaveros. Y miro a su hija y a su yerno. −Hola.

−Hola. −Lily le dio unbeso en la mejilla y miro a sus hijos. −Vamos.

−Sí. −Y entraron en lacasa, donde ya estaban los Dursley que como siempre pasaba nada más verlospusieron caras de desagrado, pero ellos ignorándolos les saludaron y seacercaron a su abuelo que los miraba sonriendo.

−¿Niños que tal todo?

−Muy bien.

−Hola papa. −Lilyacercándose a su padre lo abrazo. −¿Qué tal todo?

−Estupendo. −Y miro aJames. −Hola.

−Hola. −Y miro a suhija. −¿No tenias algo para tu abuela?

−Es verdad. −Doreacogió su mochila y saco un oso y se lo dio a su abuela. −Para ti.

La mujer cogiéndolo lomiro bien y sonrió a su nieta. −Gracias, me gusta mucho.

−De nada. −Y laabrazo.

Lily sonriendo miro asu madre. −Hemos traído un pastel de chocolate y unos bombones.

−Gracias, vamos aponerlos en la nevera, y de paso me ayudas a terminar a preparar la comida, yacasi es la hora de comer.

−Sí. −Y madre e hijase fueron a la cocina mientras Henry miraba a sus nietos. −Yo también tengoalgo para vosotros. −Y miro a su yerno. −¿Puedo?

−Claro se han portadomuy bien.

−Me extraña teniéndotea ti como padre. −Y se rio. −Aun recuerdo todas las bromas que hacías en la escuela.

Al escuchar eso Jamesse rio.

−Abuelo aun las hace. −DijoHarry mirando a su abuelo. −Mama le castiga más que a nosotros.

−Harry. −ProtestoJames mirándolo. −Eso no hacía falta que lo dijeras.

−Es la verdad. −Dijoriéndose.

Henry riéndose seacerco a un armario y saco una bolsa, de vez en cuando les hacia regalos, nosiempre pues no quería que fueran a verlos solo por regalos pero si de vez encuando.

Cargado con una bolsase acerco y le entrego uno a su nieto mayor, Durdley, el niño dándole las gracias,aunque nunca las daba aunque su hija mayor y su yerno se pasaban todo el tiempohablando mal de Lily y James, aunque sus hijos tenían más educación que elúnico hijo de los Dursley.

Harry por ser amablele pregunto. −¿Que te ha regalado?

El niño se lo enseño. −Unvideojuego de peleas.

 

−Esta guay, en laescuela todos hablan de él.

−Harry esto es parati. −Henry le entrego un paquete muy fino.

El niño cogiéndolo sequedo a cuadros. −Gracias abuelo. −Y lo abrazo.

−De nada, se que lohas estado buscando por todos lados. −Dijo sonriéndole.

−¿Qué te ha regalado? −Lepregunto James.

Harry levantándose selo enseño. −Papa son las partituras que no encontrábamos por ningún lado.

−Eso está muy bien. −Ymiro a su suegro. −¿Dónde las has encontrado? Fui como a diez tiendas de músicay nadie las tenía.

Henry le sonriómisteriosamente. −Tengo mis contactos.

James se rio. −Pues yame dirás donde encontrarlos, porque tu nieto siempre me pide partituras muydifíciles de encontrar.

−Ya te lo diré. −Ymiro a Harry que miraba feliz sus partituras, al niño le encantaba tocar suguitarra. −El dependiente me dijo que son bastante difíciles, pero seguro quepoco a poco las iras cogiendo.

−Si abuelo.

−Charlus. −Henry ledio un paquete. −Esto es para ti.

El niño cogiéndolo loabrió y como su hermano se quedo a cuadros y se lo enseño a su padre. −Papa esel juego que yo quería, el Castelvania.

−Eso está muy bien,una cosa menos que comprar.

−Sí. −Y abrazo a suabuelo. −Gracias abuelo, ayer se lo pedí a mi padre. −Y lo miro. −¿Lees mentes?

−Algo así. −Y riéndosele entrego el último paquete a su única nieta, la pequeña Dorea. −Para ticariño.

−Gracias abuelo. −Laniña cogiéndolo lo abrió y al verlo sonrió. −Gracias abuelo. −Y se lo enseño asu padre. −Papi mira, lápices de colores y un bloc nuevo.

−Se cuanto te gustadibujar, así que es un buen regalo.

−Si papa. −Ylevantándose abrazo a su abuelo. −Gracias.

−De nada hermosa. −Ymiro a su yerno. −En un principio pensé en regalarle lanas para sus muñequitospero me di cuenta de que ya la ultima vez se las regale y seguro que aun tiene.

−A la velocidad a laque hace los muñecos creo que ya no le queda ninguna.

−No es verdad. −ProtestoDorea, y miro a su abuelo. −Abuelo me gusta mucho tu regalo, en el callejóndiagon no hay tantos colores y mucho menos lápices de colores.

−Ahora podrás dibujartodo lo que quieras.

−Sí. −Y sentándose aun lado se puso a colorear, aparte de sus muñecos a la única hija de los Potterle encantaba dibujar.

Charlus miro a suabuelo. −¿Quieres jugar conmigo? He traído mi game boy y papa me ha compradopilas nuevas.

−¿Has traído el Mario?Me gusta mucho.

−Sí que lo he traído. −Ymiro a su hermana. −¿La has guardado en la bolsa cuando te ha le dado?

−Sí, la puedes cogertu.

El niño haciendo casoa su hermana mayor abrió la bolsa y cogiendo su máquina y las pilas las puso yse puso a jugar con su abuelo.

−Abuelo. −Harry queseguía mirando sus nuevas partituras lo dejo un momento y lo miro. −¿Quieres irconmigo el próximo sábado al mercadillo?

Henry le sonrió. −Sí. −Ymiro a Charlus. −¿Quieres venir? Pasearemos y luego iremos a comer a algúnlado.

−Si abuelo.

Henry miro a Dudley. −¿Quieresvenir?

Aunque al niño no legustaba estar con sus primos los raros, su madre le había dicho que tenía queser amable con su abuelo así que dijo que sí.

 

−Pues entonces nosiremos al mercadillo y luego comeremos. −Y miro a Dorea. −¿Cariño quieresvenir?

La niña dejando depintar lo miro. −Sí, ¿podremos mirar lanas?

−Claro en elmercadillo hay muchas paradas. −Y miro a su yerno. −Ya tienes el sábado libre.

James se lo agradeció.−Gracias, con tanto trabajo apenas veo a Lily, estoy deseando que lleguen yanuestras vacaciones.

−¿Hay problemas? −PreguntoHenry lo que menos quería es que les pasara algo a su hija o a sus nietos.

−No, solo que como haymuchos de vacaciones y los que nos quedamos tenemos trabajo doble.

−Eso siempre. −Ysonriendo presto atención a su nieto.

Desde donde estabasentado, James miraba sonriendo a sus hijos, aunque tenían poderes e irían aHogwarts como era tradición en la familia Potter, Lily le había enseñado quehabía más cosas de la magia así que sus hijos iban a una escuela de primariamuggle y tenían aficiones muggles, como los videojuegos, la natación y otrascosas que no se podían encontrar en el mundo de la magia.

Y él no era el único,Remus y Sirius hacían lo mismo, y sus hijos estaban creciendo conociendo losdos mundos, y era un buen sistema, así no se perdían nada.

Mientras los Potterestaban en casa de sus abuelos maternos, en san mungo, Remus terminaba sujornada laboral, se había pasado las últimas cuatro horas rellenandohistoriales clínicos, y antes de que lo llamaran para alguna consulta cogió suscosas y despidiéndose de las recepcionistas se desapareció para aparecersedelante de su casa.

Nada más entrar escuchola música que provenía del violín de su hijo, Lyall se pasaba horas y horasdelante de sus partituras ensayando, dejando las cosas en el armario de laentrada se acerco a la cocina donde Alex estaba preparando la comida.

La mujer al ver a sumarido le sonrió. −Ya estás aquí.

−Sí. −Y acercándose labeso. −¿Por qué hay tanto silencio?

−Como puedes escucharLyall está ensayando y Aaron y Mary Rose están en el jardín jugando con Moony.

−Los voy a ver, la últimavez que no los controlamos el pobre Moony termino siendo verde.

Alex se rio recordandoque con un colorante verde el perro termino siendo verde en vez de blanco queera su color.

−Me he asegurado deque no tengan más colorante.

−Mejor. −Y besándolade nuevo, se fue al salón donde Lyall estaba con su violín, su hijo tocabahermoso, sin querer molestarlo en medio de la pieza que estaba tocando se apoyoen la pared y cerró los ojos.

No paso ni cincominutos cuando se escucho una risa, al abrir los ojos vio a su hijo mayorriéndose. −Te vas a quedar dormido.

Remus le sonrió. −Estabaescuchando como tocabas, ¿es tu nueva composición?

−Sí, aunque aún notiene nombre.

−Seguro que leencuentras un buen nombre, sigue tocando que yo iré a ver a tus hermanos.

−Espero que Moony nosea verde de nuevo.

−Yo también lo espero.−Y saliendo al jardín vio a sus hijos jugando con el perro que les habíaregalado Sirius y Hermione.

Moony era el hijo deSnow el perro de los Black, y hacía un par de años había tenido una camada y lehabían regalado uno, a los Potter otro, y así hasta encontrar familia paracuatro de los cinco cachorros de la nueva familia.

Remus miro a sus hijosestaban jugando tranquilamente en el jardín, eso nunca era bueno seguro que seles ocurría algo.

 

−¿Niños que hacéis?

Los niños al escucharla voz de su padre dejaron lo que estaban haciendo y lo miraron.

−Nada. −Dijo Aaron, eltenia ocho años y era castaño con los ojos castaños como los suyos, el era unamezcla entre James y Sirius se pasaba todo el día haciendo bromas incluso suprofesora le había llamado varias veces para contarle las cosas que hacía en laescuela.

−Es verdad papi noestamos haciendo nada malo. −Dijo Mary Rose de siete años que era idéntica a sumadre rubia con los ojos verdes, como tenía dos abuelas y ya no querían tener máshijos en vez de ponerle el nombre de las abuelas le pusieron el nombre de dosde sus bisabuelas, y era un buen nombre, le gustaba mucho, y la niña erabastante tranquila menos cuando se juntaba con su hermano, entonces era cuandose tenían que preparar.

−Bueno dejar a Moonyque ya es hora de comer, ir a lavaros las manos, que esta tarde nos iremos alrestaurante de los abuelos.

−Sí. −Y levantándosese fueron.

Cuando sus hijosentraron en la casa, Remus se agacho y toco la cabeza de Moony. −Esta tarde estarássolo, los monstruitos se irán.

El perro como si leentendiera le lamio la cara.

−Lo sé, tú los quierespero a veces quieres estar solo, esta tarde podrás descansar. −Y levantándoseentro en la casa.

Después de comer,Remus los miro. −Quiero descansar un rato, así que poneros a ver la tele ycuando me despierte nos iremos al restaurante.

−Si papa.

−Gracias. −Y miro a sumujer. −Dormiré un par de horas.

Alex le sonrió. −Duermelo que necesites se que has estado trabajando mucho últimamente.

−Sí. −Y llevando suplato al fregadero se fue a su cuarto, donde se puso unos pantalones cortos yse metió en la cama a dormir, le gustaba su trabajo, pero a veces era muycansado como ahora, así que cerrando los ojos se relajo para descansar.

En la plantaprincipal, los niños ayudaron a recoger los platos y luego se sentaron en lossofás para ver la tele un rato.

Mientras miraban latele, Alex miro a sus hijos, sus pequeños tesoros los amaba muchísimo, Remus lehabía dado el mejor regalo de todos, y gracias a las pociones de Chi, ningunode los tres tenia la licantropía de su marido, aunque a ella no le importaríapero sabía que a su marido sí, no quería que ellos pasaran por lo mismo que elpaso.

Y sus padres cuando seenteraron del secreto de Remus, pues decidieron contárselo y no tener secretosse enfadaron mucho, incluso creo que se plantearon quitarles a los niños, peroal final con mucha paciencia y hablándolo lo pudieron arreglar y con el tiempo,la relación volvió a ser igual.

−Mama. −Lyall la mirodivertido. −Los marmotas ya se han dormido. −Y señalo a sus hermanos.

Alex miro a su hija yvio que se había dormido ocupando todo el sofá y Aaron igual, ocupaba el otrosofá.

La mujer miro a suhijo mayor. −Son pequeños y se han pasado toda la mañana jugando así que esnormal que se queden dormidos.

−Sí, ¿podre comprarmeunas partituras?

Ales lo miro. −¿Perola semana pasada no te compraste otra?

−Sí, pero me gusta,por fa. −Y la abrazo.

Alex riéndose loabrazo. −Claro que si cariño, pero ahora vamos a seguir viendo la tele.

−Tengo sueño. −Dijobostezando.

−Duerme. −Y le dio unbeso en la frente. −Cuando tu padre se despierte nos iremos.

 

−Sí. −Y apoyándose enlas piernas de su madre cerró los ojos.

Mientras miraba latele, acariciaba el cabello de su hijo, era rubio dorado muy suave.

Aunque en esa casanunca había tanto silencio, pues sus hijos eran niños y tenían que jugar, devez en cuando habían silencios como ese sobre todo cuando Remus trabajaba másde diez horas seguidas en el hospital.

Su marido no solohabía podido mantener su secreto oculto sino que era un hombre de éxito, era eljefe de planta en san mungo y también trabajaba a tiempo parcial en un hospitalmuggle, y su bóveda en gringotts tenía mucho dinero, siempre estaba haciendoinversiones siguiendo los consejos de su padre y de Charlus, sus hijos notenían privaciones y tenían un estilo de vida alto, los niños Lupin iban a unaescuela privada en Londres junto a los Black y los Potter y nunca se habíantenido que preocupar del dinero, todo gracias a que Remus trabajaba duro por sufamilia.

Ella misma trabajaba,pero no tantas horas como su marido, pues preferían que sus hijos se criarancon ellos en vez de con niñeras y desconocidos.

Alex que estaba viendola tele no se dio cuenta de que poco a poco se fue quedando dormida, hasta queRemus la despertó sonriendo. −Buenos días dormilona, veo que no soy el únicoque se ha dormido. −Y miro a sus hijos, los tres estaban durmiendo.

La mujer le sonrió. −Estabaviendo la tele, pero la película debía de ser muy aburrida porque ni me he dadocuenta de que me quedaba dormida.

−No te preocupes,cuando me he despertado he bajado y como os he visto durmiendo, he vuelto asubir y me he bañado, voy a sacar a Moony para que pueda aguantar hasta cuandovolvamos mientras tú despiertas a los niños.

−Lo hare.

El hombre besándola sefue a buscar al perro y atándole la correa se fueron.

Alex despertando a losniños les dijo que se fueron a lavar la cara y a prepararse que no tardarían ensalir, mientras ella se lavaba la cara y luego le cambiaba el agua a Moony y leponía unas galletas en su cuenco para que no se pasara todo el tiempo queestuvieran fuera sin comer, ya cuando volvieran le daría la cena.

Aunque el pienso locompraban en una clínica veterinaria, las galletas las hacían ellos, no soloera divertido sino que también así estaban seguros de lo que comía su queridoMoony, la mascota de la familia.

−Mama ya estamos. −Ledijo Lyall entrando en la cocina.

−Yo también estoy, voyun momento a peinarme y ya nos podremos ir.

−Sí.

Y dándole un beso enla cabeza, subió a su cuarto.

Media hora después, elcoche de los Lupin salía del garaje, como vivían en un barrio donde habíanotros mestizos no tenían problemas con tener coche y otras cosas muggles.

−Papa. −Lyall que ibaen la parte de atrás lo miro. −Mama me ha dicho que me puedo comprar una nuevapartitura.

Remus que ibaconduciendo y se tuvo que parar en un semáforo en rojo lo miro. −Pues si te loha dicho, te lo puedes comprar, pero solo una que te conozco, que si medespisto te compras tres o cuatro.

−Pero papa, es que laspartituras que me compro son muy finas y pronto las aprendo.

−Cuando estemos en latienda, decidiremos.

−Sí. −Y feliz de quele dejaran comprar más partituras se puso a mirar por la ventana.

Cuando llegaron alpaseo donde se encontraba el restaurante de los abuelos Lupin, dejaron el cochebien aparcado y se fueron a verlos.

 

Como siempre pasaba,la terraza del restaurante estaba a reventar de clientes, no cabía nadie, ydentro pasaba lo mismo, el restaurante tenía mucho éxito y para las cenas se teníaque reservar mesa y eso que era un local familiar, pero era normal que tuvieratanto éxito el ambiente era muy bueno y se podía comer muy bien, y en estosdiez años que llevaban abiertos habían recibido varios premios y la prensahabía hablado varias veces de ellos.

Remus estaba muycontento con sus padres, habían conseguido que su restaurante familiar fueraconocido por toda la ciudad, incluso les habían hecho ofertas para comprarlopero ellos siempre se negaban a vender.

−Abuela. −Mary Rose seacerco corriendo a su abuela que estaba hablando con unos clientes y la abrazo.

−Hola cariño. −Ydándole un beso en la cabeza miro a los demás.

−Mama. −Remus le dioun beso en la cabeza. −Como siempre esto está lleno.

Hope dándole un beso aAlex sonrió a su único hijo. −Que te puedo decir, les gusta la comida de tupadre, además esta mañana ha venido el dueño de un restaurante nuevo y le hahecho una oferta de trabajo.

−¿No paso lo mismo lasemana pasada?

−Sí.

−Sabes que a papa nole interesa trabajar en otro lado.

−Lo sé. −Y miro a losniños. −¿Queréis algo?

−No gracias, hemoscomido hace dos horas. −Dijo Alex sonriendo a su suegra. −Nos iremos un rato alparque hasta que lleguen los demás.

−Cuando tenga una mesalibre os llamo.

−Sí, gracias. −Y miroa los niños. −¿Vamos al parque?

−Yo quiero ir acomprar las partituras.

−Vamos a por ellas. −Remusmiro a su madre. −Sirius y James ya no tardaran mucho en llegar, ¿les dirás queestamos en la tienda?

−Lo haré, yo tengo quevolver al trabajo.

−Sí.

Antes de irse con sushijos a la tienda de música, Remus le dio otro beso a su madre y la miro. −Mealegro mucho de que tu restaurante vaya tan bien.

Hope le sonrió. −Lo sécariño. −Y le dio un beso en la mejilla. −Ahora ves que tus monstruitos ya seestán impacientando.

−Eso siempre. −Ydiciéndole que pronto estarían de regreso, se fueron a la tienda, aunque Aaronera mas de deportes que de música, también se lo llevo para que Mary Roseestuviera tranquila un rato.

Nada más llegar a latienda, Lyall se fue a buscar nuevas partituras, mientras Remus llevaba a Aarona que tocara un poco la batería que allí había, Nick el dueño de la tienda latenia puesta para que todo el que quisiera tocar lo hiciera libremente.

Aaron sentándose en eltaburete y cogiendo las baquetas empezó su concierto.

Cinco minutos después,a Remus le iba a explotar la cabeza, así que le dijo a su hijo que lo dejara,ahora recordaba porque no le compraban ninguna.

El niño dejando lasbaquetas se levanto y lo miro.

−Cuando termine tuhermano, iremos a la tienda de videojuegos y te compraremos un juego, ¿Qué teparece?

−Lo quiero.

−Eso está bien, es unpremio por haberte portado tan bien las últimas semanas.

−No quiero que mevuelvan a castigar, no me gusto.

−Lo sé. −Le dijo Remus.−Pero sabes qué hiciste mal, y por eso te tuvimos que castigar, tienes queentender que algunas bromas no se hacen, y la que tú hiciste fue de mal gusto.

 

−No lo volveré ahacer. −Y lo abrazo.

−Lo sé. −Hacia casidos meses Aaron había accionado la palanca anti incendios de la escuela, y nosolo evacuaron a todos los alumnos sino que también vinieron los bomberos.

Cuando se enteraron deque todo fue broma de un niño se enfadaron mucho, tanto que estuvo una semanaexpulsado y en casa, le quitaron la tele, el postre y estuvo dos semanas sindinero, y cuando volvió ayudo a su profesora después de clases, y desdeentonces Aaron estaba más tranquilo.

Como bien dijo suprofesora, Aaron no era un niño malo, solo que aun no entendía que algunasbromas no se hacían.

Remus poniéndole lamano en la cabeza le sonrió. −Vamos al mostrador haber si tu hermano termina.

−Sí. −Y los dos seacercaron donde Nick estaba terminando de atender a un cliente, cuando terminomiro al niño. −Eres un gran percusionista, tendrías que ser baterista.

−No gracias. −Remus lomiro con horror. −Solo me faltaría eso, que se pasara todo el día tocando labatería, mis vecinos llamarían a la policía y yo terminaría en una habitaciónacolchada.

−Que exagerado. −Dijoriéndose y miro de nuevo a Aaron, al que conocía desde que era un bebe. −¿No teinteresa la música?

El niño poniendo lasmanos en el mostrador y mirándolo negó. −A mí me gusta la natación.

−Es muy bueno. −DijoRemus mirando orgulloso a su hijo, Aaron se pasaba horas y horas en la piscinaque habían construido en el jardín de su casa, para que sus hijos tuvieran unlugar para bañarse y no tuvieran que ir siempre a la piscina pública quesiempre estaba llena de gente, y miro a Nick. −Este año Aaron empezara en elclub de natación de la escuela, y será un gran nadador.

El niño miro a supadre. −¿Podre entrar en el club?

El licántropo le sonrió.−Claro que si, seguro que te lo pasas bien, además es importante que hagasejercicio físico, no es buena estar siempre delante de una televisión

−Sí.

−Padrino. −Orión seacerco corriendo. −¿Y Lyall?

−En las partituras. −Yseñalo a su hijo.

−Ahora voy. −Y seacerco corriendo.

Sirius que iba con susgafas de sol, se acerco más tranquilo, y sonrió a Aaron. −Hola pequeñajo, −¿Quétal te has portado?

−Bien. Y señalo a lasmujeres que se detenían y miraban descaradamente a Sirius. −Tío te miran.

El hombre quitándoselas gafas lo miro. −Eso siempre, soy irresistible.

−Huy sí. −Dijo Remus,pero su amigo tenía razón, allí por donde Sirius pasaba todas se le quedabanmirando, incluso lo miraban mucho más que a James, pero a él no le interesabaninguna, no desde que conoció a Hermione, desde entonces solo tenía ojos paraella. −¿Dónde están Hermione y las niñas?

Sirius lo miro. −¿Nolo adivinas?

−En la tienda delanas.

−Sí, y se han llevadoa Alex y a Mary Rose.

−A Mary solo leinteresa que se le regalen los muñecos.

−Lo sé, nada más ver aCasi, tu hija le ha preguntado si ya tenía uno nuevo. −Y miro a Nick. −¿Tieneslas partituras que te pedí?

−Sí, ya las tengo.

−Estupendo, pónmelasque me las llevo. −Y miro a Orión. −Ori ya tienen las partituras que querías.

El niño dejando dehablar con su primo, miro a su padre. −Que bien, me comprare una más.

−Solo una más, que yatienes muchas nuevas.

 

−Sí. −Y volvió con laspartituras y Lyall.

Remus miro a su amigo.−¿Cuántas has pedido?

−Cuatro, dos son paraOrión y dos para Draco, como está de vacaciones no podía venir a buscarlas y meha pedido que se las comprara.

−¿Como sigue Lyra?

−Bien, según mi prima,ya está de pie y juega con la arena de la playa y pronto podrá entrar en elagua.

−Eso está muy bien.

−Todo es gracias a ti.−Le dijo Sirius.

−Sabes que no hicenada.

−Te diste cuenta y notodos lo hubieran hecho.

Después de navidades,Lucius había tenido que hacer un viaje de negocios al extranjero y al volver nosupo que volvía con la cepa de la viruela del dragón, como él estaba fuerte ysano pues el virus no creció, pero Lyra estaba constipada así que cuando elvirus entro en el cuerpo de la niña de 8 años la enfermedad se descontrolo, losMalfoy preocupados por la salud de su pequeña, se fueron corriendo a san mungodonde ese día Remus estaba trabajando y se hizo con el control de la situación.

Gracias a que el medimago fue tan rápido Lyra se recupero aunque le llevo alrededor de seis meses,lo hizo y para estar seguros de que no tenía la enfermedad en el cuerpo, sefueron a Italia de vacaciones donde el buen tiempo mediterráneo y el sol hacíandel país el mejor lugar para que la niña terminara de coger fuerzas.

Y cuanto al otroministro, Malfoy y los Black le echaron en cara que no avisaran de que teníanuna enfermedad tan peligrosa por sus calles, y Remus como jefe de planta y eldirector de san mungo, como medi magos cerraron las chimeneas hasta que laviruela del dragón fuera erradicada, ellos ya la habían pasado y no querían quesu gente volviera a tenerla.

−Es mi trabajo. −Y vioacercarse a Harry y Charlus corriendo. −Hola chicos.

−Hola, ¿y Orión yLyall?

Sirius los señalo. −Allí.

−Voy. −Y Harry se fuecorriendo.

James que iba másdespacio les sonrió. −¿Qué tal?

−Eso te lo tendríamosque preguntar nosotros, sabemos que has estado con tus cuñados.

−Bueno ha sidointeresante. −Y miro a su hijo. −Puedes salir a la calle, pero quédate pordonde yo te pueda ver.

−Sí. −Y miro a Aaron. −¿Vienes?

Remus lo miro. −Puedesir, pero no te alejes.

−No. −Y así los dosniños salieron de la tienda y se fueron a sentar delante de la tienda al ladode una columna donde los adultos los podían ver.

−¿Que ha sido eso deinteresante? −Pregunto Sirius.

James lo miro. −Noquería que Charlus lo escuchara, con mis suegros ha ido bien como siempre, perocon mis cuñados, los tendríais que ver son penosos, y luego dicen de nosotros. −Ymiro a su hijo. −Harry solo una, que ya tu abuelo te ha regalado otras.

−Si papa. −Y con susprimos siguió buscando partituras nuevas.

Y James volvió a mirara sus amigos. −Mi cuñado esta gordo como un elefante y con lo blanco que escuando se pone rojo parece un elefante rosa.

Al escuchar eso, losdos hombres con Nick se pusieron a reír.

−Vaya cuñado te hatocado. −Le dijo Sirius. −Si a mí me tratara como te trata a ti no me quedaría callado.

−Y muchas veces hequerido hacerlo, pero luego pienso que mis suegros no tienen la culpa así queno digo nada.

−Estas teniendo mucha paciencia.−Dijo Remus.

 

−Lo sé, pero ni los Evansni Lily se merecen pasar un mal rato por culpa de esos tres, porque el niño es igualque sus padres.

−Ya estamos. −Los tresniños volvieron y pusieron sus compras en el mostrador.

Orión le enseño dos asu padre. −Una es para Casi me ha pedido esta partitura.

−Si es para Casi nodigo nada. −El pasatiempo de su hija era coser, pero también le gustaba tocarel piano de tanto en tanto y era bueno que aprendiera nuevas piezas. −Nick lasseis partituras. −Y miro a su hijo. −¿Tienes partituras en blanco?

−El otro día, mama me comprodos cuadernos y un paquete de partituras en blanco.

−Estupendo. −Y volvióa prestar atención al dependiente. −¿Cuánto es?

Cuando los padresterminaron de pagar las partituras de sus hijos salieron a la calle y Remusmiro a los niños. −Ahora vamos a la tienda de video juegos.

−Sí. −Y así la familiafue a la tienda que no estaba muy lejos, y al llegar los niños se fueron entodas direcciones.

Harry que ya sabía loque quería, no tardo mucho en volver con su juego y se lo enseño a su padre. −Eseste.

James cogiéndolo lomiro, para él todos esos juegos eran iguales, así que miro a su hijo. −¿Seguroque es este?

−Si papa.

−Pues ya estamos.

Antes de que Jamesempezara a pagar, Charlus volvió con una caja. −¿Papa me lo compras?

El castaño miro a suhijo. −Hemos dicho un juego y el abuelo ya te lo ha comprado.

−Lo sé, pero loquiero. −Y se lo enseño a su hermano. −Mira.

Harry cogiéndolo mirola caja. -Metroid II. −Y miro a su Charlus. −¿De qué es?

−De extraterrestres. −Ymiro a su padre. −Porfis.

James los miro. −Haremosesto, os lo comprare pero cuando llegamos a casa tendréis que darme lo quecuesta el juego de vuestra paga.

Los hermanos semiraron y asintiendo miraron a su padre. −Por mi está bien. −Dijo Harry y le sonrió.−Pronto será mi cumpleaños así que no tengo que comprar nada porque tendrémuchos regalos.

−Que listillo. −Y miroa Sirius que se estaba riendo. −No se lo habrás enseñado tú, ¿verdad?

−¿Yo? Que va, losniños cuando quieren algo no dudan en pedirlo. −Y mientras James pagaba, vioque Orión llegaba cargado. −¿Ori porque vas tan cargado?

El niño lo miro. −Mamame dio ayer mi paga y como había estado en la escuela no lo había podido gastary es mucho, así que me quiero comprar todo esto.

−Primero lo quierover. −Sirius cogió las cajas y vio que eran tres juegos y un muñeco raro. −¿Quées esto? −Pregunto enseñándoselo.

−Es un troll. −DijoHarry mirando a su padrino. −En la escuela todas las niñas menores les gusta,así que le he dicho que se lo comprara a Altea.

Sirius lo miro bien. −Esfeo. −Y se lo enseño a sus amigos. −¿Qué os parece?

−Que es feo, y vadesnudo pero no da miedo y no muestra nada, así que se lo puedes comprar.

−Sí, es lo que voy a hacer.−Y miro a su hijo. −Yo pagare un juego y el muñeco de tu hermana. ¿Qué teparece?

Orión asintiendosonriendo.

−Ori. −Remus miro a suahijado. −¿Me puedes traer un muñeco de esos? −Es para tu prima.

−Claro. −Y le entregosu monedero a su padre para que fuera pagando.

−Faltan Lyall y Aaron.−Y mirando por toda la tienda, no tardo mucho en encontrar las cabezas rubiasde sus hijos, así que se acerco. −¿Habéis terminado?

 

Los niños lo miraron. −Esque queremos tres juegos pero solo somos dos, así que no sabemos cual dejar.

Remus los miro. −Haremosesto, os comprare los tres, pero cuando lleguemos a casa, me tenéis que pagarel tercero con vuestra paga.

−Vale. −Aaron miro asu hermano mayor. −¿Lo hacemos?

−Sí. −Y le dio losjuegos a su padre. −Son estos.

−Pues a pagar, que losdemás ya están. −Y volviendo al mostrador cogió el muñeco que le daba suahijado y pagaba.

Cuanto lo tuvierontodo, se fueron al restaurante de los Lupin, donde ya había tres mesascolocadas una junta a la otra y las mujeres y las niñas estaban sentadas.

−Mama. −Orión seacerco y le enseño lo que se había comprado. −Me he comprado dos juegos y papame ha comprado otro.

−Eso está muy bien.−Hermione le sonrió. −Tenias mucho dinero ahorrado.

−Por eso me los hecomprado, también he comprado un muñeco para Altea, aunque lo ha pagado papa. −Ysacándolo se lo enseño. −¿Qué te parece?

−Yo conozco esos muñecos.−Y se lo dio a su hija. −¿Qué te parece?

−Me gusta.

Sirius miro a sumujer. −Es feo.

−No es feo. −Le regañoHerms y miro a su hija. −No hagas caso a tu padre, que no entiende de muñecos.

−No mami, ¿me loguardas? Quiero ir a jugar.

−Claro. −Y guardándoseloen el bolso vio como Altea se iba al parque a jugar con los columpios, ymientras los niños jugaban a las videoconsolas o en los juegos del parque, losadultos disfrutaban de unos refrescos y unos bocadillos.

Unas semanas después,en casa de los Potter todos estaban desayunando cuando una lechuza se acercovolando y se paro donde Harry.

El niño miro a supadre. −¿Crees que sea mi carta de Hogwarts?

James le sonrió. −Buenosi no lo coges no lo sabrás.

−Sí. −Y cogiendo lacarta la abrió y vio que tenía el sello de hogwarts. −Es mi carta. −Ylevantándose se la enseño a sus padres.

−Cariño eso esestupendo. −Lily le sonrió. −Ahora tienes que enviar tu respuesta y llamaremosa tus tíos para preguntarles si Lyall y Casi ya han recibido las suyas.

−Sí. −Harry contentode haber recibido ya su carta, escribió la contestación y dándosela a lalechuza vio como se iba volando.

−Ahora tienes queterminar de desayunar. −Le dijo James.

−Sí. −Y haciendo casoa su padre siguió comiéndose sus cereales.

Una semana después, yalos tres niños tenían sus cartas así que en familia se fueron al callejóndiagon a comprarse las cosas.

Primero fueron acomprarse las túnicas, luego los libros los útiles escolares y cuando lotuvieron todo, se pararon delante del emporio de las lechuzas.

Hermione miro a suhija. −¿Quieres una lechuza o prefieres un gato?

Casi la miro. −Unalechuza, para enviarte cartas.

−Pues una lechuza paraCasi. −Y las dos entraron en la tienda.

Remus también se lopregunto a su hijo.

−Las lechuzas son mas guays.-Le dijo Lyall.

−Pues una lechuza paraque seas guay. −Dijo Remus riéndose y entraron en la tienda.

Y por ultimo faltabaHarry.

−¿Tu qué quieres?

−Esa. −Dijo el niñoseñalando una hermosa lechuza blanca.

James le sonrió. −Vamosa comprarla.

−Sí. −Y mientras padree hijo compraban la lechuza, McGonagall se acerco con una familia.

 

Lily, Sirius y Alex alver a la familia, supieron quienes eran, la familia Granger.

−Buenos días profesoraMcGonagall. −Le saludo Lily con una sonrisa. −¿Ha venido de compras?

−Bueno días Lily. −Laprofesora le sonrió. −Estoy acompañando a los Granger para ayudarles en suscompras, es el primer año de Hermione.

La pelirroja miro a laniña. −Me llamo Lily Potter, yo también soy hija de muggles, y la profesoratambién me ayudo en mi primer año, estaba realmente nerviosa y no sabía lo queme tenía que comprar.

−Encantada deconocerla.

−Gracias.

−Ya estamos aquí. −Oriónsalió con una lechuza blanca y se la enseño a su padre. −¿Qué te parece?

−Está muy bien. −Ymiro a su mujer. −Herms tenemos compañía. −Y miro a los Granger. −Mi mujertambién se llama Hermione.

Los Granger sequedaron parados al ver a Hermione, la mujer mayor les sonrió. −Un placerconocerles soy Hermione Black.

−Se parecen mucho. −Dijola señora Granger mirando a su hija y a la mujer que acababa de conocer, nuncahabía conocido a dos personas tan parecidas entre si.

−Sí, que nosparecemos.

−Abuelo. −Altea seacerco corriendo a Charlus que venía andando tranquilamente y al ver a su nietale sonrió.

−Hola hermosa. −Ycogiéndola en brazos se acerco al grupo y le dio un beso a su hija.

−Papa te presento alos Granger. −Y miro a la familia. −El es mi padre Charlus Potter.

−Un placer. −Y sonrió ala niña. −Hola.

−Hola señor.

−Abuelo. −Harry saliódel emporio con la jaula de su lechuza en la mano. −¿Qué te parece mi lechuza?

−Es muy bonita. −Ymiro a James. −Hola.

−Papa. −Y miro a losGranger. −Buenas tardes.

−Buenas tardes.

−El es mi hermano. −Lesdijo Hermione. −James Potter.

−Un placer. −Y miro asu padre. −Nosotros ya hemos terminado de comprar todo, llevamos muchas horasaquí y ya estamos cansados.

−Es mejor que os vayáisa casa ya.

−No quiero. −Alteaabrazo fuerte a su abuelo. −Yo me quiero quedar contigo.

Charlus miro a susobrino. −¿Os importa? Luego la llevo a casa.

−Claro que no nosimporta, esperaremos Remus y nos vamos.

−Sí.

−Ya estoy. −Remussalió con una jaula en la mano y con su hijo a un lado. −¿Dónde vamos ahora?

−A casa, ya lo tenemostodo.

−Mejor ya estoycansado.

−Profesora ha sido unplacer volver a verla. −Dijo Hermione sonriéndole, y miro a los Granger. −Nosvemos en septiembre, mi hija también empieza este año.

−Nos vemos. −Y poco apoco todos se fueron marchando, menos Altea que se quedo con su abuelo.

−Minerva nosotrostambién nos vamos. −Y miro a los Granger. −Si tienen alguna duda no duden enenviarme un mensaje, al departamento de aurores, allí siempre me encontraran omi gente me hará llegar su carta.

−Gracias.

−De nada. −Y miro a sunieta. −¿Vamos a por libros?

−Abuelo quierocaramelos.

−Unos cuantos queluego no cenas. −Y despidiéndose de la profesora y la familia Granger, se lallevo.

En casa de los Black,nada más llegar Sirius miro a su mujer. −Se que les echas de menos, pero ahoraaunque no les puedas decir que son tus padres, podrás cuidar de ellos.

Hermione lo miro. −Ellosno son mis padres, son los padres de esta Hermione, los míos se perdieron en eltiempo.

 

Sirius la abrazo. −Aunqueestéis en diferentes realidades, ellos son tus padres, como también lo son losPotter. −Y la beso. −Así que nunca pienses que estés sola, porque no lo estas.

La mujer lo abrazo. −Nuncame dejes.

−Nunca, siempreestaremos juntos. −Y la abrazo fuerte.

Unas horas después,cuando la profesora termino de ayudar a los Granger con sus compras, se fue aHogwarts, al llegar allí se fue directa a ver al profesor Dumbledore.

En el despacho deldirector, Minerva le explico que había conocido a una niña idéntica a Hermione.

El profesor la mirodesde su mesa. −Minerva hay muchas personas que se parecen entre sí.

−Lo sé, pero ellas sonidénticas, además tienen el mismo nombre, Hermione Jane Granger.

Eso sí que lesorprendió. −Cuando la nueva alumna venga comprobare lo que me has dicho, peroigual hay que tener cuidado no creo que Charlus deje que molestemos a su hija,puede que no sea su padre biológico, pero él la adopto le dio su apellido y nosolo eso, Sirius es el patriarca de los Black un hombre muy poderoso.

−Pero usted tiene elapoyo del ministro.

−No te equivoquesMiverva, el ministro no tiene nada que hacer contra Sirius y mucho menos siCharlus se une, los Black podrían derrocar al ministro si quisieran sin despeinarse,y no lo hacen porque no les interesa, solo por eso, ahora esperaremos a quevenga el uno de septiembre.

En casa de los Black,Charlus acababa de dejar a la pequeña Altea después de estar unas horas juntos,el hombre antes de irse a su casa con su mujer, pasó a ver a su hija, sabía quedespués de ver a los Granger estaría preocupada y ausente.

Al verla supo que nose había equivocado, así que sentándose a su lado la miro. −Herms, se que losechas de menos, es normal son tus padres, pero recuerda que ellos nunca tedejan del todo, siempre estarán en tu corazón.

Hermione lo abrazo yse puso a llorar, los echaba mucho de menos, Charlus abrazándola le consoló lomejor que pudo.

Un rato después, Hermsya se había tranquilizado y lo miro. −Gracias.

−De nada hermosa,ahora lo que tienes que hacer es prepararte, porque estoy seguro que Minerva yale habrá ido con el cuento a Albus y cuando vea a la pequeña Herms en laescuela vendrá a verte.

−Que pesado que es, yapodría meterse en sus asuntos.

−Ya, pero no cambiasiempre quiere enterarse de todo aunque no sea de su incumbencia. −Ylevantándose le dio un beso en la cabeza. −Me tengo que ir que tu madre me esperaa cenar, nos vemos pronto.

Hermione le sonrió.−Gracias.

−De nada. −Ydespidiéndose de su sobrino y los niños se fue.

Cuando se quedaron asolas, Sirius la miro: −¿Mejor?

La leona le abrazo.−Mientras tú estés conmigo, no me tengo que preocupar de nada.

−Claro que no. −Y lesonrió. −¿Preparamos la cena juntos?

−Sí, me gusta cocinarcontigo. −Y así el matrimonio Black se fue a la cocina a preparar la cena.

El verano termino ypronto estaba todos recogiendo los baúles para ir a King Cross, como eranmuchos niños solo se llevaron a los que irían a hogwarts, los demás los dejaroncon los abuelos.

En la estación, Oriónque se había encontrado con unos amigos se despidió de sus padres y se metió enel tren.

 

Casi que estaba muynerviosa miro a su padre. −Papa yo quiero estar en ravenclaw.

Sirius le sonrió. −Y estarásen ravenclaw porque tienes el cerebro de tu madre.

−¿No te importa que noesté en gryffindor?

−No, no me importa. −Ymiro a los demás. −Tenéis que subir en el tren sino os dejaran.

−No. −Y al escuchareso, se pusieron más nerviosos y ya no supieron que hacer.

−Tranquilizaos todos. −Lilymiro a su cuñado. −Sirius no digas eso ¿que no ves que los preocupas más? −Y sonrióa los niños. −Ir subiendo.

−Si mama. −Y todosfueron entrando en el tren.

Hermione miro a suhija. −Cariño.

−Mami. −Casi la miro. −¿Pasaalgo?

−Me gustaría quefueras amiga de la niña que encontramos en el callejón diagon.

−¿Esa que tiene elmismo nombre que tú?

−Sí.

Su hija le sonrió. −Claroque si, seguro que le gustan los libros tanto como a mí.

−Seguro que sí.

−Te quiero.

−Yo también te quiero.−Y abrazándola subió al tren y este no tardo mucho en irse.

En el tren Casi,buscaba a dos personas la primera a la chica que su madre le había pedido quese acercara y la segunda a su mejor amigo.

A la primera no tardomucho en localizarla, estaba sola en un asiento leyendo un libro.

−Hola.

Hermione levantando lacabeza la miro. −Hola.

−¿Qué haces aquí tansola?

−Leyendo.

−¿Es interesante?

−Mucho.

Casi le sonrió. −SoyCasiopea Black, un placer. −Y extendió la mano.

−Hermione Granger. −Yle agarro la mano. −¿Te gusta leer?

−Mucho, después de mimadre yo soy la que leo mas en mi casa, ¿me puedo sentar?

−Sí. −Y quitando sumochila la dejo sentarse. −En mi otra escuela no tenía amigos, creían que erarara porque me pasaba todo el tiempo con un libro.

Casi la miro. −En miescuela pasaba más o menos lo mismo, pero mis primos siempre estaban conmigo,los viste en el callejón llevaban sus lechuzas. −Y le sonrió. −¿En qué casaquieres estar?

−Me he leído el librode la historia de hogwarts pero no sé.

−Mucha gente te diráque en slytherin solo han ido los magos que han terminado siendo malvados, perono es cierto, mi abuela, mi tío y los padres de mi mejor amigo estuvieron enslytherin y aunque tienen mucho carácter son buenas personas, en huppelpuffestuvieron un tío mío y mi prima, ella es súper divertida, es una metamorfaga,en gryffindor estuvieron mis padres, mis tíos. −Y le sonrió. −Allí han estadocasi todos, y mi hermano mayor también esta, y luego por ultimo ravenclaw mitía estuvo allí, yo quiero estar allí, en esa casa casi siempre están los másinteligentes, aunque a veces se hacen excepciones como cuando mi madre y mi tíaestuvieron, que fueron las más inteligentes de la escuela, sin olvidarme de mitio Remus.

Hermione la miro. −¿Creesque encajare en ravenclaw?

−Claro que sí. −Y nopudo decir nada más porque la puerta se abrió y apareció un niño rubio.

−Casi llevo todo eltiempo buscándote.

La niña se levanto y abrazándolole dio un beso en la mejilla. −Draco. −Y miro a su nueva amiga. −El es mi mejoramigo y mi primo Draco Malfoy. −Y miro a su primo. −Ella es Hermione Granger eira conmigo a ravenclaw.

−Hola. −Dijo Hermione tímida.

−Hola. −Y miro a suprima. −Tiene el nombre de tu madre.

 

−Lo sé. −Casi le sonrió.−Por eso es tan interesante.

−¿Draco no nos presentas?−Pregunto una voz a sus espaldas.

Casi sin soltar a suprimo vio que habían otros niños a su lado y miro a su primo. −¿Quiénes son?

−Unos amigos. −Yempezó a hacer las presentaciones. −Son Blaise Zabini, PansyParkinson, Theo Nott, Daphne Greengass, Clabbe y Goyle. −Y miro a sus amigos. −Ella es miprima Casiopea Black.

−Así que eres unaBlack. −Dijo Daphne.

La morena la miro. −Nouna cualquiera, mi padre es Sirius Black, no me junto con secundones. −Y sonrióa Draco. −¿Verdad?

El rubio le sonrío. −Claroque sí. −Y miro a Hermione. −Veo que te gusta leer.

−Sí.

Casi miro a su primo.−Espero que seas amable con ella, y que tus matones no la molesten.

Draco la miro. −Ellosharán lo que yo diga. −Y miro a sus amigos. −Espero que tratéis bien a miprima, porque ella no solo es mi mejor amiga, sino que tiene todo mi respeto.

−Claro que si, tuprima es una chica muy interesante. −Le dijo Blaise. −Y muy guapa.

−Como siempre llamandola atención de todos. −Dijo una voz.

−Lyall. −Casi miro asu primo. −Te quiero presentar a una amiga que le gusta leer tanto como anosotros.

El rubio le sonrío ypaso al lado de los amigos de Draco. −Algunos no tienen cerebro. −Dijo mirandoal primo de Casi.

Draco lo miro. −Que tepuedo decir, no todos tienen un coeficiente como el tuyo. −Y miro a sus amigos. −El es Lyall LupinRichardson, un genio de la música.

−Que interesante. −Theolo miro. −Este primer año en hogwarts va a ser interesante.

−Mucho.

Lyall entrando en elcompartimento se sentó en frente de Hermione y le sonrío. −Un placer Hermione,ya nos vimos en el callejón diagon.

La niña que nuncahabía conocido a tanta gente de golpe estaba bastante nerviosa.

−No te preocupes. −Casile sonrío. −Lyall puede ser muy inteligente, pero es igual que todos los niñosde nuestra edad.

Lyall sonrío a suprima y miro a Hermione. −¿Te gusta el chocolate?

−Me gusta.

−Ten. −Y abriendo sumochila le dio unas bolitas de chocolate. −En casa nunca falta chocolate, a mipadre le encanta.

−Vaya asco. −Se escucho la voz de alguien y vieron a Harry acercándose con Neville y al ver a todos allí el niño sonrío a su primo. −Draco.

−Harry, ¿Qué te ha pasado?

−Ronald no solo tenía la nariz sucia sino que comía como un cerdito, no tiene modales.

−Lo que a mí me sorprende es que aun esperes modales de un tipo como él. −Dijo Casi mirando a su primo.

Harry le sonrío. −Lo sé. −Y entrando en el compartimento se sentó al lado de Lyall y miro a la castaña. −Soy Harry Potter. −Y presento a su mejor amigo. −Y el es Neville Longbottom.

−Hermione Granger.

Harry le sonrío. −Un placer.

Casi miro a Hermione. −Mi madre y el padre de Harry son hermanos, así que el también es mi primo y también es el primo de Draco.

−Sois mucha familia.

−Mucha, pero como te he dicho antes no nos juntamos con segundones.

−Ni loco. −Draco puso cara de asco. −Ya tengo suficiente con verlos en la fiesta anual de la familia Black, para tener que verlo en otro momento.

−Bueno olvidémonos de eso. −Casi le dio otro beso a su primo y se sentó con su nueva amiga. −Ahora voy a leer un rato. −Y cogiendo un libro de su mochila empezó a leer.

 

−Eso quiere decir que ya se ha terminado la conversación. −Dijo Draco mirando a sus amigos. −Volvamos a nuestro compartimento.

−Vamos. −Y así los slytherin se fueron y en ese compartimento solo se quedaron Harry, Casi, Hermione, Neville y Lyall.

Unas horas después el tren llegaba a Hogsmeade y Hagrid recogía a los de primero para llevarlos a coger las barcas.

Una vez en el castillo el guardabosques los dejo en manos de la profesora y después de unos minutos les pidió que la acompañaran y en fila la siguieron y los llevo delante de la mesa de los profesores.

−Ahora empezare a decir nombres, cuando os llame acercaros y os pondré el sombrero seleccionador.

Casi miro a Hermione. −Mi madre me ha dicho que ese sombrero habla mucho pero que te deja escoger la casa donde quieres ir, yo le pediré estar en ravenclaw.

−Espero que te haga caso.

−Ya verás como si.

−Casiopea Black. −Le llamo la profesora McGonagall.

−Suerte. −Susurro Hermione.

La niña le sonrió. −No necesito suerte, soy una Black, te espero en la mesa de las águilas.

−Sí.

Casi pasando hacia adelante se sentó en el taburete y espero a que la profesora le pusiera el sombrero.

−Otra Black. −Dijo el sombrero y no tardo mucho en decir. −Ravenclaw.

La mesa de las águilas empezó a aplaudir y no solo ellos, Orión y los niños de primero que conocían a la niña también lo hicieron.

−Draco Malfoy.

El niño rubio se fue a sentar en el taburete y el sombrero no tardo mucho en enviarlo a slytherin.

−Allí van todos los magos malvados. −Dijo Ron mirando a dos de sus compañeros.

Harry al escuchar eso lo fulmino con la mirada. −Ronald tú te callas, te recuerdo que tu abuela fue una Black y estuvo en slytherin así que tenle más respeto pero que se puede decir de alguien que tiene los modales de un cerdo y el cerebro de un guisante.

Al escuchar muchos de sus compañeros se pusieron a reír y Ronald rojo.

−Harry Potter.

El niño miro a Neville. −Te espero en gryffindor.

Neville le sonrió. −No tardare mucho en ir.

−Sí. −Y también miro a su primo. −Se que podrías estar en ravenclaw pero yo quiero que vengas conmigo, seremos los nuevos merodeadores.

Lyall le sonrió. −Claro que sí, ya le he dicho a mi madre que prefiero la casa de los leones y ella está de acuerdo conmigo.

−Estupendo. −Y sin hablar más se acerco al taburete y el sombrero no supo donde enviarlo. −Gryffindor. −Le dijo Harry.

−¿Estás seguro? En slytherin también podrías hacer muchas cosas.

−Lo sé, pero yo quiero ir a gryffindor.

−Está bien, gryffindor.

Harry contento de que le hubieran enviado a la casa de sus padres se sentó contento al lado de los gemelos Weasley, al joven Potter le caían bien sus primos gemelos, ellos eran todo lo que su hermano pequeño no era.

−Hermione Granger.

Al escuchar ese nombre, muchos de los profesores se la quedaron mirando, algunos seguían siendo profesores desde que la otra Hermione Granger paso y la recordaban.

La castañita sin prestar atención a su alrededor se sentó en el taburete y el sombrero seleccionador como paso con Harry tenía dudas en que casa la enviaría.

 

−Ravenclaw. −Hermione quería estar en la casa de su primera amiga, Casi, sabía que con ella no tendría problemas para hablar de libros y otras cosas.

−Ravenclaw. −Dijo el sombrero, y la nueva águila contenta se fue corriendo al lado de Casi y la abrazo.

La niña Black le sonrió. −Estas aquí.

−Sí, estoy muy contenta. −Y las dos se pusieron a mirar como continuaba la selección de casas.

Un rato después ya todos los de primero habían sido seleccionados, los amigos de Draco habían ido a slytherin, y Lyall, Neville y Ron habían ido a gryffindor.

−Antes de empezar a cenar tengo que decir unas palabras. −El profesor Dumbledore levantándose los miro. −Para todos el tercer piso esa prohibido y el bosque también, si tenéis alguna duda no dudéis en acercaros a vuestros prefectos o a vuestros jefes de casa, y sin decir nada mas, que empiece la cena. −Y las mesas se llenaron de platos y los alumnos no tardaron mucho en empezar a cenar.

Después de cenar, Casi se despidió de su hermano y sus primos y con Hermione se fueron siguiendo al prefecto de ravenclaw que los llevo a una de las torres.

Nada más llegar, el prefecto les dijo donde estaban sus habitaciones y las niñas subieron y nada más verlo les gusto, todo tenia tonos azules y plateados.

Casi miro a Hermione. −¿Qué te parece?

−Me gusta mucho. −Dijo la chica mirando a su alrededor. −Será un buen lugar para dormir.

−Lo será, ahora a dormir estoy cansada. −Y acercándose a su baúl que estaba abierto cogió su pijama y se lo puso.

Cuando las chicas estuvieron cambiadas y metidas en sus camas se dieron las buenas noches y se durmieron en seguida, ese día había estado lleno de emociones.

Pero no todos dormían, en el despacho de Dumbledore, Minerva y el director hablaban de la nueva alumna.

En otro lado Severus hacia lo mismo, no sabía que pasaba, pero presentía que los Potter le ocultaban algo y él lo quería saber, así que envió una carta a Lucius diciéndole sobre la nueva alumna y que el sábado quedaban para ir a hablar con Charlus.

Al día siguiente, Hermione se despertaba en su cama y miraba a su marido que estaba durmiendo.

−Despierta dormilón, que tienes que trabajar.

−No quiero. −Y escondió la cabeza debajo de su almohada. −Es muy temprano.

La mujer le quito la almohada y le dio un beso. -Anoche le dijiste a Altea que hoy la llevarías a la escuela, ¿lo recuerdas?

−Lo sé, pero es pronto.

−No es pronto, te da tiempo a vestirte, desayunar y llevar a nuestra hija, sino llegara tarde.

El auror abrió un ojo y la miro. −No me vas a dejar dormir, ¿verdad?

−Nop. −Y levantándose se metió en el cuarto de baño.

−Eres una mandona. −Dijo Sirius lo suficientemente alto para que su mujer lo escuchara.

Hermione sacando la cabeza del cuarto del baño lo miro. −Lo sé. −Y lanzándole un beso volvió a meterse en el cuarto, para seguir preparándose para ese día.

Un rato después, Sirius y Altea se despedían de Hermione que tenía que irse a trabajar al hospital.

En su despacho Charlus estaba trabajando, cuando tocaron a la puerta.

−Adelante. −Dijo sin levantar la cabeza de sus documentos.

−Buenos días Charlus.

−Buenos días Albus, si vienes por la niña que se parece a mi hija, ya puedes volver por dónde has venido. −Y levantando la vista lo miro. −Tú, no tienes nada que hacer en este asunto, si hace muchos años en nuestra vida apareció Hermione, pero ella ahora es mi hija Hermione Black Potter, así que olvídate de buscar fantasmas en donde no los hay. −Y sacando unos papeles se los entrego. −No lo tendría que hacer pero lo hago, allí tienes la partida de nacimiento de mi hija, como ves está fechada en 1960 en Australia, y en 1980 mi mujer y yo la adoptamos, ella ya era mayor de edad, pero lo quisimos hacer para que supiera que tiene una familia que la quiere, y sobre que se parece a la niña que ha empezado Hogwarts, bueno somos magos así que como digo no le des más vueltas, sino la amenaza que te lanzo mi mujer hace muchos años tendrá que volver, ahora vete que si tú no tienes trabajo yo sí. −Y sin decir nada mas, volvió a su trabajo.

 

Albus que no estaba contento con esa respuesta le iba a decir algo, cuando tocaron a la puerta.

−Hoy es el día de las visitas, y así no puedo trabajar, adelante.

Seymour entro en el despacho y miro un momento a Albus y luego a su jefe. −Charlus no sabía que tenias visita, vuelto luego.

−No, Albus ya se iba, que tiene trabajo del que ocuparse. −Y lo miro. −Recuerda lo que te he dicho, ahora por favor sal de mi despacho que tengo cosas que hacer.

Y el director de hogwarts se tuvo que ir, sin tener respuestas que había ido a buscar.

Mientras Albus sededicaba a sus visitas, en hogwarts los niños empezaban su primer día deescuela, mientras que Hermione y Casiopea tenían pociones con el profesorQuirrell, los gryffindor junto con los slytherin tenían transformaciones.

Harry que se habíasentado al lado de Neville estaban haciendo los ejercicios que la profesoraMcGonagall les había mandando, cuando se abrió la puerta de golpe, y aparecióRon.

Al ver eso, losgryffindor lo miraron, y la profesora McGonagall que se había transformado engato, volvía a ser humana, miraba a su alumno.

−Señor Weasley llegatarde.

−Lo siento profesora,me he dormido y luego no encontraba la clase.

−10 puntos menos paragryffindor y la próxima vez despiértese antes, váyase a su sitio.

−Si profesora. −Y sefue a sentar en su puesto.

Neville miro a Harry. −Siseguimos así todos los puntos que ha conseguido Lyall al responder laspreguntas serán quitados por Ron.

El joven Potter lomiro. −Lo sé, ahora vamos a seguir con los ejercicios y luego ya hablaremos conél.

−Sí. −Y así los dosgryffindor volvieron con sus ejercicios.

Mientras los alumnosestaban en sus clases, en san mungo, llevaban una mañana tranquila cuandoempezaron a entrar aurores heridos, Hermione al ver a tantos, se preocupo y fuebuscando a su marido o a su hermano entre los heridos al no verlos setranquilizo un poco y se puso a hacer su trabajo.

Casi una hora después,la leona se tomaba un momento para respirar, había atendido a cinco personas ypor suerte ninguna se le había muerto, eso era lo peor de su trabajo.

Estaba en recepcióncuando vio a Albus, la mujer sabiendo para que había ido a verlo lo quisoignorar, pero el director la llamo.

−Buenos días profesor.−Hermione se le acerco. −Ahora mismo no le puedo atender, estoy realmentecansada y me voy a tomar un descanso antes de volver al trabajo.

 

−Quería hablarcontigo.

Antes de que la medimaga pudiera decir nada, Charlus se acerco y miro furioso a Albus. −Te hedejado bien claro esta mañana que no permitiría que molestaras a mi familia, y muchomenos venir a molestar a Hermione a su puesto de trabajo, donde le pueden reñirpor no hacer su trabajo.− Y miro a su hija. −Ves a hacer tus cosas.

−Sí. −Y miro aldirector. −La próxima vez que venga a molestarme, pondré una queja al consejoescolar y seguro que me escucharan al saber quién es mi marido. −Y miro a supadre. −Nos vemos luego. −Y dándole un beso se fue.

En cuando Hermione sefue, Charlus volvió a mirar a Albus. −Ahora mismo voy a hablar con el consejoescolar haber que le parece que su director este dando vueltas en vez de estaren la escuela ocupándose de que sus profesores den clase y estar pendientes desus alumnos. −Y miro a Seymour. −Quédate aquí, comprobando que los nuestrosestén bien, yo espero no tardar mucho.

−No te preocupes, tomatetodo el tiempo que necesites. −Y viendo como su jefe se iba, se fue ignorandoal director.

De vuelta en hogwarts,la primera clase de transformaciones había terminado, cuando la profesoraMcGonagall termino de dar clases y se fue, Harry se acerco a Ron.

−Espero que sea la últimavez que llegas tarde, por tu culpa nos han quitado 10 puntos de los que Lyallhabía conseguido respondiendo las preguntas de la profesora.

−Lo siento. −Dijo Ron.

−Lo siento. −ImitoHarry. −Despierta de una vez que ya estamos en la escuela, y aquí no están tuspadres para salvarte todo el rato.

−Os ha tocado uncazurro. −Dijo Draco acercándose a su primo.

Harry dejo de mirar aRon y miro a su primo. −Tú tienes dos.

−Sí, pero por lo menosno llegan tarde.

−Basta los dos. −Dosleones se acercaron y se pusieron en medio. −No vamos a permitir que lo tratéismal, solo porque ha llegado tarde.

−Lo hacen porque sonsangres limpias. −Dijo otro.

Al escuchar eso, Harryse rio y los miro. −Estáis muy equivocados.

−Es verdad. −Nevillelos miro. −Harry no es un sangre limpia, es un mestizo.

−¿Entonces porquetrata tan mal a Ron?

−Porque es un idiotaintegral. −Les dijo Harry. −Pero tienes razón, he sido demasiado duro. −Y miroa los leones. −¿Quiénes sois?

−Somos Seamus Finnigany Dean Thomas.

Harry les sonrio. −HarryPotter, y siento haber sido tan duro, pero en casa se toman muy en serio misnotas, sobre todo mi madre que fue la primera en su promoción aquí en Hogwarts.−Y miro a Ron. −No diré nada, pero si en cuanto termine el trimestre te hanquitado más de 200 puntos entonces hablaremos de nuevo. −Y miro a los leones. −¿Deacuerdo?

−De acuerdo. −Y miro aRon. −Mañana te despertaremos, tendríamos que haberlo echo.

−O que tuviera undespertador, pero siendo un sangre limpia no sabe lo que es. −Dijo Lyallmirando a sus compañeros de habitación. −Soy Lyall Lupin y no me gustan loscazurros, mi padre junto a la madre de Harry fue el primero de su promoción.

Harry se rio y lomiro. −Primo a ti no te gusta nadie que no saque un 10 en sus notas.

El joven Lupin lomiro. −Me gustas tú y solo sacas un siete. −Y volvió a prestar atención a losdemás. −No diremos nada, pero no voy a estar ganando puntos para nuestra casa,para que luego nos lo quiten, eso sí que no lo voy a aceptar.

 

−¿Aun aquí? −El profesorSnape entro en el aula y miro a sus alumnos. −Iros a clase, que ya debe deestar por empezar.

−Si profesor. −Y losalumnos de primero tuvieron que dejar la conversación a medias para irsecorriendo a su siguiente clase.

Unas horas después,las clases por ese día habían terminado, y Casiopea y Hermione se acercaban algrupo de leones y serpientes que salían de su clase, habían tenido todo ese díaclases juntos.

−Draco. −Casi seacerco corriendo y lo abrazo. −¿Qué te parece mi uniforme?

El niño separándose lamiro. −Te queda muy bien. −Y miro a Hermione. −A ti también.

−Gracias.

−De nada. −Y miro denuevo a su prima. −¿Qué tal el primer día de clases?

−Muy bien, no meequivocaba con Hermione ha conseguido más de 100 puntos el día de hoy, es muyinteligente.

Harry le sonrió. −Felicidadespor los puntos.

−Gracias.

−Íbamos a ponernos a merendar¿queréis venir?

−Si gracias.

−Pues vamos. −Y así todosse fueron a merendar.

Por la noche, en casa delos Black, Hermione le explicaba a su marido lo que le había pasado con elprofesor Dumbledore.

−Es un pesado. −Siriusla miro. −Si te vuelve a molestar me lo dices que a mí sí que me escucharan.

−Espero que no mevuelva a molestar, quiero tener una vida tranquila.

−Lo sé, ves a bañar aAltea que yo empezare a preparar la cena. ¿Qué habías pensado?

−Hay pollo en lanevera, había pensado en pollo rebozado.

−Pues pollo rebozado. −Ybesándola vio como se iba mientras él se ponía a hacer la cena.

En hogwarts, en la habitaciónde los leones de primero, Harry estaba leyendo un libro, cuando Seamus y Dean sesentaron en su cama. −¿Quién es esa chica tan guapa?

Harry dejando de leer losmiro. −¿De quien habláis?

La niña de ravenclaw morenacon los ojos grises.

Harry le sonrió. −Mi primaCasiopea Black y también es la prima de Ron, de Lyall y de Draco Malfoy.

−¿Cuántos primos sois?

−Draco, Ron, Casi y yosomos primos porque somos Black, pero Lyall es mi primo porque nuestros padres sonmejores amigos.

−Así es. −Lyall que habíaestado en el baño los escucho y se acerco. −Mi padre, junto al señor Potter y elseñor Black, son los mejores amigos desde primer año en hogwarts, siempre han estadojuntos.

−Es muy guapa Casiopea.

Harry asintió. −Lo es,pero yo no me acercaría mucho, tiene el carácter endemoniado de las mujeres Black,así que mejor solo ser su amigo.

−Solo tenemos 11 años.

−¿Y? Ya os habéis fijadoen mi prima la edad no importa con eso, ahora quiero terminar de leer el capituloque estaba leyendo.

−Gracias por la aclaración.

−De nada. −Y sonriéndolesvolvió a su libro.

El viernes por latarde, Orión miraba como chicos y chicas de diferentes edades rodeaban aalguien, ese solo podía ser William el hijo mayor de Seymour Astaroth el mejorauror de su abuelo.

William era un chicomuy guapo, rubio con el pelo largo y unos ojos de infarto, hasta su madre queamaba profundamente a su padre y ya tenía 30 años, se sonrojaba cuando el chicoestaba delante, pero era normal era como su padre, tenía un gran iman queatraía a todas las chicas de la edad que fueran y no solo mujeres sino tambiénhombres.

 

Como tenía que hablarcon él, se fue haciendo espacio empujándolos, muchos al ser empujados le iban adecir algo, hasta que veían que era él, el único hijo varón de Sirius elheredero de los Black.

−Will, siempre igual. −ProtestoOrión cuando llego al centro, donde lo vio rodeado de sus amigos. −Para poderhablar contigo, tengo que empujar a todos como cuando mi madre se va de rebajas.

El chico lo miro. −Lo sé,algunas veces es realmente cansino, ¿querías algo?

−Sí, ¿Cuándo serán laspruebas para entrar en el equipo de quidditch?

−Este sábado no, elpróximo sábado, ¿vas a intentar entrar?

Orión asintió. −Sí,quiero ser cazador como mi padre, y mi tío James.

Will lo miro. −¿Qué teparece ser buscador este año? No tengo ninguno bueno, y sé que tu eres muyrápido cogiendo las bolas cuando jugamos en alguna ocasión.

El niño lo miro. −Nome importa, serlo este año, pero el año que viene seré cazador.

−El año que vieneserás cazador, te doy mi palabra, pero este año te pongo como buscador.

−Está bien, haré laspruebas para buscador, ahora voy a escribir una carta a mi padre pidiéndole unaescoba, no he traído ninguna.

−Ves, que te comprenuna buena, que tienes que ser rápido.

Orión lo miro como lomiraba Sirius algunas veces. −Soy un Black, tendré lo mejor del mercado. −Ysonriéndole se fue.

El sábado por lamañana, la familia había ido a ver a los Potter y llevaban un rato allí cuandotocaron a la puerta.

−¿Quién puede serahora?

−Ni idea. −Justocuando James decía eso, un elfo entro y miro a su amo. −El señor Malfoy, elseñor Snape y el señor Black, están aquí, desean hablar con usted.

Charlus miro a sufamilia. −Ha llegado el momento.

−Lo sé. −James miro alelfo. −Hazlos pasar.

−Si amo. −Y se fue atraerlos.

No mucho tiempodespués, el elfo volvía seguido de los otros tres hombres.

−Sentaros ya sabemospor qué estáis aquí. −Charlus miro al elfo. −Trae te y algo para comer.

−Si amo. −Y haciendoun plump se fue.

−Lo explicare yo. −Hermionemiro a su padre. −Al fin y al cabo es por mí que han venido. −Y miro a loshombres. −Sentaros, hay mucho que explicar.

Los hombres sentándosela miraron.

−Esa niña que habéisconocido Hermione Jane Granger, soy yo pero de otro lugar, una realidadparecida a esta pero no idéntica, os lo iré explicando poco a poco para que noos perdáis, me llamo Hermione Jane Granger, naci en 1979 aquí en Londres, mispadres Jane y George Granger eran muggles sin poderes, cuando cumplí los 11años recibí una carta para ir a hogwarts, en el primer día conocí a tres niños,Harry James Potter el niño que vivió, el 31 de octubre de 1981 se quedohuérfano por culpa de Lord Voldemort que asesino a sus padres y se crio con sustíos maternos que odiaban la magia, luego conocí a Ronald Billius Weasley elhijo menor varón del matrimonio Weasley, y a Draco Lucius Malfoy Black, el hijode dos familias importantes, al día siguiente conocí a mi nuevo profesor depociones. −Y miro a Severus. −Severus Snape un hombre amargado que no ocultabasu odio hacia los leones y sobre todo a Harry Potter, pues siempre estabadiciendo que era un niño que no dejaba de hacer las mismas cosas que su padre.

Durante ese primer añonos ocurrieron muchas cosas, pero la que más nos impacto fue que en unprincipio pensamos que el profesor Snape era el hombre que quería ver muerto aHarry, pero él nos estaba ayudando en verdad el que quería ver muerto a miamigo era el profesor Quirrel que era un seguidor del señor tenebroso tanto asíque compartían cuerpo, el se ocultaba detrás del turbante del profesor dedefensa contra las artes oscuras, por suerte al final Harry pudo deshacerse deel gracias a una protección especial que su madre al morir le dio.

Al escuchar eso, lostres hombres miraron a Charlus. −Por eso nos dijiste que Regulus dejara ese añode dar de clases, para que ese hombre diera clases en hogwarts.

−Exactamente. −Antesde terminar el anterior año escolar, Charlus le pidió a Regulus que era elprofesor de pociones que dejara de dar clases con alguna excusa, pues Quirrellal saber que Harry entraba ese año no dudaría en presentarse para el puesto deprofesor y estar más cerca del niño.

Y como lo dijo Charluspaso, ahora el nuevo profesor de pociones era Quirrell, pues Severus que amabatanto su puesto no quería dejarlo.

Antes de que Hermionepudiera seguir explicando lo que había vivido, el elfo trajo una bandeja llenade comida, Charlus despidiéndole empezó a servir el mismo las tazas de te, y ledijo a su hija que continuara.

−En mi segundo año. −Hermionelos miro. −Antes de entrar en hogwarts, un elfo domestico llamado Dobby se presentóante Harry en casa de sus tíos diciéndole que no fuera ese año a hogwarts, quecosas horribles le ocurrirían, y en el callejón diagon conocimos a LuciusMalfoy que había llevado a su hijo a comprar los libros para el segundo año.

Durante ese año enhogwarts los hijos de muggles fueron petrificados, en un principio pensaron queera cosa de Harry pues hablaba parsel pero no fue el, era un diario que leperteneció a Tom Riddle o mejor conocido como Lord Voldemort cuando estuvo enla escuela, ese diario fue entregado por Lucius Malfoy a Ginny Weasley el díaque nos encontramos en el callejón diagon y era la que atacaba a los hijos demuggles pues estaba controlada por el diario.

Al final Harry se tuvoque enfrentar a un basilisco en la cámara de los secretos de slytherin y porcasi muere por suerte todo término bien, y Dobby que era el elfo de los Malfoyfue liberado por Harry.

−En tercero, descubrimosque un asesino peligroso se había escapado de Azkaban, Sirius Black había sidocondenado a cadena perpetua por asesinato y traición, su crimen, matar ytraicionar a los Potter.

−Vaya mentira. −EscupióRegulus. −Mi hermano nunca traicionaría a los Potter. −Al escuchar eso, Siriuslo miro agradecido.

−Lo sé, pero es lo quetodo el mundo creyó, al final del tercer año, supimos que fue Peter Petigrewquien vendió a los Potter por suerte Sirius se pudo escapar y no volver aAzkaban.

−En cuanto año fue eltorneo de los tres magos, allí Voldemort recupero su cuerpo y murió un chico deescuela Cedric Diggory, Harry descubrió la identidad de los muchos mortifagosque se escondían tras su máscara. −Y miro a Lucius. −Tú, eras uno de ellos.

−En quinto año,pensaban que Harry y Dumbledore que eran los únicos que decían que Voldemorthabía regresado, que estaban locos, y cuando fuimos a rescatar a Sirius de lasmanos del señor tenebroso en el ministerio descubrimos que era una mentira, queese hombre quería una premonición que hablaba de Harry. −Y miro de nuevo aLucius. −Tú estabas allí de nuevo con tus cuñados, y Bella mato a Sirius y asíes como termine aquí, pues caí por un velo, y esa es toda la historia.

 

−Así que vienes deotra realidad.

−En un principio fue delfuturo, pero al haber tantos cambios, paso a ser otra realidad, una que ya no existe.

Regulus la miro. −¿Quépasa conmigo? No me has nombrado en ningún momento.

Hermione lo miro. −Tumoriste en la cueva de los inferís, solo y sin haber hecho las paces con tuhermano. −Y miro a Lucius. −Tú nunca tuviste a Lyra, solo a Draco, y eras unferviente seguidor del señor tenebroso. −Y miro a Severus. −Y tú eras unamargado profesor de pociones que no tenías a tu familia contigo.

−Ahora que ya sabemosla verdad, ¿Qué pensáis hacer? −Pregunto Lucius mirando al tío de su mujer. −Porquepor lo que explica Hermione, esa otra realidad es una mierda.

−Lo es, y ya estoytrabajando en ello para que no se cumpla.

Severus miro aHermione. −Has dicho que Voldemort no tiene cuerpo, ¿Qué piensa hacer pararecuperarlo?

−Quiere robar lapiedra filosofal que el profesor Dumbledore escondió en el tercer piso dehogwarts antes de que el curso escolar empezara, eso y matar a Harry.

−No me gusta que algotan peligroso este guardada en la escuela.

−A nadie. −Charlus losmiro. −Pero si decimos algo, se sabrá que sabemos la verdad, y entonces lascosas cambiaran de cómo las conoce Hermione y Voldemort se irá, nuestro plan esesperar hasta que Quirrell encuentre la manera de entrar en el tercer piso ysortear las diferentes protecciones que hay.

−¿Qué proteccioneshay?

−Fluffy, el perro detres cabezas, que solo se tranquiliza cuando escucha música, un lazo del diabloque solo muere cuando el sol le da, llaves encantadas voladoras que protegen ala llave que abre la cerradura y solo se puede coger si vuelas en escoba, unajedrez mágico de tamaño real, y un espejo Oesed. −Dijo Hermione mirándolos. −Perotambién hay un troll de las montañas que liberaran para halloween.

Al escuchar todo eso,los hombres la miraron preocupados.

−Algo me dice que tuviviste todo eso. −Le dijo Regulus.

Hermione le sonrió. −Claro,Harry, Ronald Weasley y yo, siempre nos metíamos en líos, cada año teníamos unaaventura diferente, al final fue hasta divertido, en el tren que nos llevaba ahogwarts nos preguntábamos que nos pasaría ese año. −Entonces la sonrisa se lefue. −Hasta que mataron a Cedric y nadie pudo hacer nada para protegerlo.

Sirius la abrazo. −Estavez no ocurrirá así. −Y miro a su tío. −Espero que ya tengas todo preparado.

−Claro que sí. −Ylevantándose los miro. −Chi y yo llevamos desde el año pasado preparando todolo que necesitaremos este año, ahora me tengo que ir, que aunque es sábado loscriminales no descansan. −Y besando a su mujer se fue.

Un rato después, losBlack ya estaban de nuevo en su casa estaban viendo la televisión, cuandorecibieron una lechuza, Sirius levantándose abrió la ventana y dejándola pasar cogióla carta que llevaba en la pata, y vio que era de Orión.

−Hay carta de Orión. −Dijoel hombre a su mujer.

−¿Qué cuenta? −PreguntoHermione que dejo de ver la tele y miro a su marido.

−Quiere una escobanueva, quiere entrar en el equipo de quidditch, parece ser que Will le haaconsejado que este año sea el buscador pues gryffindor no tiene ninguno.

 

−En mí tiempo fueOliver Wood el capitán.

−Porque Will noestaba, según lo que me han dicho, el es mucho mejor que ese Oliver.

−Seguro que si, yHarry estará seguro con los pies en el suelo.

Sirius se rio. −Veoque siguen sin gustarte las escobas.

Hermione lo miro conhorror. −Nunca, nunca me gustaran.

−Que exagerada, si esmuy divertido, ¿quieres que vayamos esta tarde a comprarla?

−Sí y de pasopasearemos. −Y lo miro. −Me alegro, de que esta mañana todo haya salido bien.

Sirius la abrazo.−Claro que ha ido bien, no tendría que haber ido mal, los tres son hombresinteligentes y saben que lo que tú has hecho es por el bien de todos, y aquítienen cosas que en la otra realidad no tienen, sin contar que mi hermano estávivo.

−Sí.

−Bueno ahora, vamos adejar de hablar de eso, que seguro que Altea tiene hambre.

Hermione lo miro.−Nuestra hija no es la única que tiene hambre. −Y besándolo se fue a la cocinaa empezar a preparar la comida.

En Londres todoshacían su vida normal, sin saber que Dumbledore había ido hasta Australia parasaber si Hermione tenía su ficha de nacimiento o era cosa de Charlus y suscontactos.

En el registro civil, Dumbledorepidió al trabajador por la ficha de Hermione Jane Granger.

−Un momento por favor,ahora se la busco. −Dijo el trabajador y metiéndose entre estanterías busco laficha de las niñas nacidas en 1960, casi diez minutos después el hombre salíacon la ficha y se la entregaba. −Hermione Jane Granger, hija de muggles y notenia ficha en nuestro registro, pero el matrimonio Potter, el señor CharlusPotter y la señora Dorea Black Potter cuando la adoptaron la trajeron, para queestuvieran en nuestro registro.

−¿Cuándo fue eso? −Preguntomirando la ficha.

−En verano de 1978. −Eltrabajador le enseño la firma de Hermione. −Como ve, la señorita Hermione diosu consentimiento para ser adoptada por el matrimonio Potter, pues ya era mayorde edad.

−Gracias. −Dijo eldirector entregándole la ficha.

−De nada, espero quele haya servido de algo.

−Sí. −Y despidiéndosevolvió a Hogwarts.

El director estabarealmente enfadado, parecía ser que Charlus siempre iba un paso por delante, yahora no sabía dónde buscar más.

En la sala deregistros, el trabajador envió un mensaje a Charlus, le había pedido que sialguien preguntaba por el registro de su hija fuera avisado, y como jefe deaurores de Londres y patriarca de una de las familias más importantes del mundomágico era mejor tenerlo contento, además no le costaba nada enviarle elmensaje pues solo serían cinco minutos.

El lunes por lamañana, Charlus estaba en su despacho cuando tocaron a la puerta.

−Adelante.

−Charlus tienes unmensaje desde Australia. −Dijo su secretaria dándole una carta.

El auror le sonrió. −GraciasAstrid. −Y cogió la carta. −¿Me puedes traer un te?

−Ahora mismo, y esperoque no sean malas noticias desde Australia.

−Yo también lo espero.

−No tardo mucho con élte. −Y se fue.

Charlus apoyándose ensu silla, abrió la carta y vio que era del registro de Australia.

Buenosdías señor Potter, como me pidió en su momento le informo de que el director deHogwarts el señor Albus Dumbledore ha pedido la ficha de la señorita Hermione.

 

El auror furiosorompió la carta y la quemo para que no quedaran restos de la misiva, no podíarelajarse en ningún momento, aunque había amenazado a Albus de que lo echaría ala calle si no dejaba de molestar, no le había hecho ningún caso, tenía que sermás contundente así que le envió un mensaje a Lucius que necesitaba hablar con él.

Cuando supo queHermione era del futuro, pidió a un amigo que le falsificara los papeles denacimientos muggles de Australia y solo los tuvo que llevar al registro mugglecuando estaba cerrado y dejarlos en los nacimientos de 1960.

Luego todo fue muysencillo, Charlus y Dorea se presentaron un par de semanas después en elregistro para pedirlos con la excusa que Hermione se iba a casar en Londres ylos necesitaba, y que ella no podía ir porque estaba muy ocupada.

La mujer del registrohabía buscado los papeles en el registro y después de comprobar que todos lossellos y otras cosas fueran correctos les hizo una copia y los originalesfueron guardados de nuevo, por suerte aun no lo habían informatizado así quetodo estaba en papel.

Con la copia muggle sefueron al registro mágico y le dieron la copia de la adopción y del nacimientomuggle y ya todo estuvo atado para que nadie pudiera decir nada del nacimientode Hermione, pero ahora venia Albus y molestaba de nuevo.

La puerta se abrió yapareció Astrid con su te. −Aquí tienes.

−Gracias. −El auror lesonrió. −Siempre tan eficiente, he quedado con Lucius Malfoy si viene déjalepasar.

−Lo hare, disfruta detu te.

−Gracias.

−De nada. −Y saliendodel despacho de su jefe volvió a su mesa para seguir trabajando.

Casi una hora después,Lucius entraba en el despacho del tío de su mujer.

−Charlus, me sorprendeque me hayas enviado un mensaje, nunca lo haces.

El auror lo miro. −Cierrala puerta y siéntate, tengo que hablar contigo.

−Claro. −El hombresentándose lo miro. −Pareces preocupado.

−Mas que preocupado estoymolesto, Dumbledore no deja de investigar sobre el pasado de Hermione.

−Me dijiste que todoestaba bien.

−Y lo está, aunque laficha del nacimiento de Hermione fue falsa, cuando la pedimos en el registro locomprobaron y no hubo problemas, así que ahora es verdadera y el registromágico también tiene una copia sin olvidarnos del acta de adopción, todo estábien así que como te digo no me preocupa, lo que yo estoy es molesto, ya me hequejado al consejo escolar pero parece ser que no me ha hecho caso, ¿puedeshacer algo?

−Soy del consejoescolar y puedo hablar con sus miembros, algunos no ven con buenos ojos quealguien como Dumbledore sea el director, pues creen como nosotros que se ocupade otras cosas que de su trabajo.

Charlus lo miro. −¿Meharás el favor?

−Claro que sí, meocupo de todo. −Y levantándose lo miro. −Habla con el ministro aunque siguesiendo un incompetente no le gustara que su héroe este descontento.

−Gracias lo hare.

−De nada, me voy y asíhablo con ellos.

−Sí, dale besos aCissy y a Lyra.

−Lo hare. −Ydespidiéndose se fue.

Charlus se termino sute y dejando la taza se fue a ver al ministro.

El hombre al ver alauror se preocupo, no es que viera a Charlus todo los días, solo lo veía enalguna fiesta, y si se presentaba en su despacho es que habían problemas, y esoa él no le gustaba nada.

 

−Buenos días Charlus,¿espero que todo vaya bien?

El auror lo miro. −Laverdad es que no, todo va mal.

−Siéntate y me loexplicas. −Dijo el ministro.

Charlus sentándose lomiro. −Conoces a mi hija, ¿verdad?

−¿A Hermione? Siclaro, una mujer muy simpática y amable, siempre que voy a san mungo tu hija metrata muy bien, ¿le ha pasado algo?

−No, pero este año haaparecido otra niña muy parecida a ella que tiene el mismo nombre, Hermione yel profesor Dumbledore ya piensa que estamos conspirando cuando no es verdad,le pedí dos veces que dejara este asunto y no me hizo caso, incluso ha idohasta Australia para ver si la ficha de nacimiento de mi hija es cierta, no voya aceptar este tipo de acoso hacia un miembro de mi familia y mucho menos haciaHermione que siempre ha tenido un expediente limpio, ni siquiera le han tenidoque repetir las cosas dos veces para que las hiciera.

Antes de que elministro pudiera decir algo, la puerta se abrió de golpe y aparecieron loshermanos Black.

Al ver eso, si elministro ya estaba atemorizado ahora mucho más, los hermanos Black nuncaaparecían en su despacho y mucho menos los dos juntos.

−Buenos días tío. −DijoRegulus.

−Buenos días, chicos.

Sirius furioso seacerco a la mesa del ministro y lo miro. −Quiero que el profesor Dumbledoredeje de acosar a mi mujer, me he encontrado a Lucius Malfoy y me ha dicho queiba a ver al consejo de estudiantes pues mi tío le había pedido que dieran untoque al director, que no deja de acosar a mi Hermione, no voy a aceptar esetipo de acoso hacia mi mujer.

El ministro con unnudo en la garganta asintió, pero no supo que decir ese hombre le daba muchomiedo aunque no estaba en el poder, todos sabían que solo Sirius ya controlabala mitad del ministerio y su familia controlaba otro 15%, el contra ellos no teníanada que hacer.

−Sirius tranquilo. −Charluslevantándose le puso la mano en el brazo y lo miro. −Yo he venido por lo mismo.−Y miro al ministro. −Mis sobrinos han venido, yo también espero que notengamos que venir otra vez para que este acoso hacia mi hija termine. −Y mirode nuevo a sus sobrinos. −Vámonos.

−Si tío. −Reguluscogiendo el brazo de su hermano mayor lo saco del despacho mientras Sirius lelanzaba miradas asesinas a ese incompetente de ministro que tenian.

Cuando estuvieronfuera, Regulus que aun sujetaba a su hermano se puso a reír y miro a su tío. −Esehombre se asusta con nada.

Charlus lo miro. −Laverdad es que si, le tendré que pedir a Chi que le prepare una poción para elcorazón. −Y miro a Sirius. −¿Cómo es que estáis juntos?

El hombre se soltó desu hermano y le paso un brazo por los hombros y miro a su tío. −Íbamos aalmorzar juntos, sabes que aunque siempre estamos muy ocupados nos gustareunirnos una vez por semana para ponernos al día, ¿quieres venir?

−Sí, todo este asuntome ha abierto el apetito.

−Pues vamos. −Y asílos tres se fueron a comer a un restaurante muggle que no estaba muy lejos delministerio.

Mientras ellos comíanel ministro se fue a ver Dumbledore que lo encontró en su despacho.

−Buenos díasCornelius.

−Nada de buenos días,hoy no solo se ha presentado Charlus en mi despacho sino también los hermanosBlack. −Y lo fulmino con la mirada. −Han lanzado una queja formal hacia ti,deja ya de acosar a Hermione Black.

 

−Ella esconde muchascosas.

−¿Y a ti que teimporta? Eres el director de una escuela y no el jefe de aurores, si no dejasde acosarla yo mismo te echare, y prepárate Lucius Malfoy está hablando con elconsejo escolar, pronto tendrás otra queja, ya son dos y sabes que pasara sitienes otra, con tres terminaras en la calle sin trabajo y nadie contratara aun acosador, no te lo volveré a repetir más veces, deja en paz a Hermione Blacksino seré yo quien te eche aunque no tengas ninguna otra queja. −Y sin decirnada más se fue.

Cuando el ministro sefue, el director supo que tenía razón, de momento dejaría de buscar respuestassobre Hermione y se ocuparía de hacer su trabajo, y más adelante volvería enbusca de respuestas.

Por la noche, Siriusmiraba a su mujer. −Ya he hablado con el ministro, cuando me ha visto creía quese pondría a llorar, Dumbledore te dejara tranquila y no volverá a molestarte.

Hermione lo beso. −Graciasamor, espero que te haga caso, lo que menos quiero es que se presente en todoslados a los que voy, como la escuela de Altea.

−No llegara a talesextremos, sino yo mismo lo echare de la escuela. −Y le sonrió. −Hablando decosas más agradables, mañana nuestro hijo recibirá su escoba. ¿Crees que legustara?

La leona sentándose enlas piernas de su marido le sonrió. −Claro que sí, es una nimbus 2000 la másrápida del mercado.

Sirius la miro. −Quieroque nuestros hijos tengan la infancia que yo no tuve.

Hermione apartándoleel cabello de la cara lo beso. −Y la tienen, ellos te miran con amor y si nomira a Altea, que siempre quiere estar contigo, eres un buen padre.

−¿En serio?

−Es serio. −Y lo besode nuevo. −Como hoy he salido antes de trabajar he preparado pizza, y heguardado dos en el congelador, ¿te apetece?

Sirius le sonrió. −Meapetece, ¿Qué le vas a poner?

−Queso, atún,champiñones, olivas y jamón, y el sábado para comer te hare la que a ti tegusta, la de pimientos y cebolla.

−Estupendo, ya tengoganas de cenar.

−Pronto estará,mientras ves a ver a tu hija, está muy silenciosa y eso nunca es bueno.

−Ahora voy. −Ybesándola se levanto y fue a ver a Altea, al verla sonrió, no se tendrían quehaber preocupado estaba jugando con sus muñecos. −Cariño ya pronto cenaremos.

La niña dejo de jugary lo miro. −¿Papi que hay para cenar?

−Pizza, ¿Qué teparece?

−Me gusta.

−A mí también megusta, ahora tienes que bañarte y ponerte el pijama.

−Papi ahora estoyjugando.

−Luego juegas. −Ycogiéndola en brazos la llevo al cuarto de baño para empezar a bañarla,mientras Hermione preparaba la cena.

Al día siguiente, enhogwarts los alumnos estaban comiendo cuando una lechuza que traía un paquetese acerco a Orión.

−¿Orión, de quien es? −PreguntoHarry.

−De mi padre, le pedíque me enviara una escoba. −Cogiendo la escoba la dejo en el suelo y siguiócomiendo.

−¿No quieres saber cuáles? −Pregunto un compañero de curso.

−No necesito saber cuáles, es una nimbus 2000.

−¿Cómo estás tanseguro?

Orión lo miro. −Porquemi padre nunca me compraría nada inferior a una nimbus, y ahora quiero seguircomiendo que tenemos clase por la tarde. −Y así ignorando a los demás siguiócomiendo.

 

El resto de la semanapaso muy rápida y pronto estaban en sábado, cuando las pruebas de quidditch degryffindor se celebrarían.

Mientras en el campo,Will daba instrucciones a los interesados en entrar en el equipo, en una de lasbancas, un grupo de chicas no dejaban de gritar el nombre del capitán.

−Que cansinas que son.−Dijo Casiopea mirándolas. −No se dan cuenta de que Will jamás se fijaría enellas, son demasiado vulgares.

−Muy vulgares. −DijoLyall que aunque había ido a ver cómo iba la selección de los nuevos jugadores,estaba leyendo.

−Sea como sea ya sepodrían callar un poco, vamos a terminar sordos por su culpa.

−Ignorémoslas, hemosvenido a ver como lo hace Ori. −Y así ignorando a las locas se pusieron a verla selección.

No mucho tiempodespués se acercaban Draco y sus amigos.

−¿Cómo va laselección? −Pregunto Draco.

Casi lo miro. −Vabien, Will ha pedido a los buscadores que encuentren la snitch, quien laconsiga ganara.

−Espero que sea Ori,los demás no valen la pena. −Dijo Draco sentándose al lado de su prima.

La niña se apoyo en suhombro y agarrándole del brazo siguieron mirando la selección.

Una hora despuésgryffindor ya tenía nuevo equipo de quidditch, Ori era el nuevo buscador y losgemelos Weasley los bateadores.

Casi levantándose seacerco al campo y corriendo se acerco a su hermano. −Ori felicidades.

El niño que estabahablando con los Weasley al ver a su hermana, la miro. −Gracias, la verdad esque no ha sido muy difícil.

−Porque eres muybueno, ¿vas a escribir a casa?

−Sí, pero después debañarme y luego iré con mi violín un rato, hace días que no lo cojo.

−Te acompaño. −DijoLyall que se había acercado más tranquilamente.− Tengo una nueva composiciónhaber que te parece.

−Pues vamos. −Y asílos dos chicos se alejaron.

Los slytherin mirarona Draco. −¿Una nueva composición? Pero si no ha cogido el violín en estos díasque llevamos, se ha pasado todo el tiempo con un libro en la mano.

Draco los miro. −Ya oslo dije, Lyall es un genio y puede componer sin tener que estar ensayando todoel tiempo. −Y miro a Harry. −¿Cuántas composiciones lleva en la última semana?

−Creo que cuatro, peromi tío le envió hace poco un libro muy interesante así que ha dejado la músicaaparcada de momento.

El slytherin asintiendovolvió a mirar a sus amigos. −Como os digo pocas personas de cualquier edad sepueden comparar a Lyall cuando se trata de música, el único que puedecomparársele un poco es Orión.

−¿Draco has venido aespiar? −Pregunto Will acercándose.

El slytherin lo miro.−Que va, de sobra se nota que ganareis al cazurro del capitán de slytherin, esesolo sabe ganar haciendo trampas.

El chico se rio. −Esetipo no tiene ni cerebro para sumar 2+2. −Y miro a los demás. −Ya hemosterminado, así que ya podéis regresar al castillo.

−Lo haremos. −Y asílos de primero regresaron al castillo.

El sábado por lamañana después de desayunar, Will reunió a su equipo y se fueron a cambiar,cuando terminaron y antes de salir al campo, el capitán miro a su equipo.−Tenemos que ganar jugamos contra los descerebrados de Slytherin, cuidado conlas faltas, que esos saben bien como hacerlas. −Y miro a Orión. −Quiero quesolo te ocupes de buscar la snitch si alguno del equipo necesitara ayuda, yalos demás nos ocupamos, ¿entendido?

 

−Si.

−Estupendo, pues vamosque ya nos están esperando. -El equipo se subió a sus escobas y salieron alcampo.

En la grada de losprofesores, todos habían ido a ver el primer partido de Orión, había tantosfamiliares de Orión que los profesores casi no cabían.

Hermione miro a sumarido. −Se nota que estás muy emocionado.

Sirius que hasta sehabía puesto una bufanda de gryffindor la miro. −Claro que sí, es el primerpartido de nuestro hijo. −Y sin decirle nada mas volvió a prestar atención alcampo.

En el campo Oriónestaba un poco nervioso, era su primer partido y toda la casa esperaba mucho deél, sin contar que su familia había ido a verle.

−Orión tranquilízate. −Ledijo Will cuando paso por su lado. −Solo tienes que hacerlo como lo has hechoen los entrenamientos, piensa que estas tocando tu violín delante de toda tufamilia.

El niño lo miro. −Esoes muy sencillo, lo puedo hacer con los ojos cerrados.

El chico le sonrió. −Puesatrapar la snitch es lo mismo, pero hazlo con los ojos abiertos que la tienesque atrapar.

Orión le sonrió. −Graciascapitán.

−De nada. −Volviendo asu puesto vio que su buscador ya estaba tranquilo.

−¿Qué le habrá dicho? −PreguntoHermione mirando como Will se alejaba de su hijo.

−Que se tranquilizara.−Le dijo Sirius. −Orión está muy nervioso.

−Es normal, es suprimer partido.

−Lo sé, pero si no setranquiliza no podrá ver dónde está la snitch, esa bola es muy rápida y hay quetener los cinco sentidos puestos en su búsqueda.

Hermione asintiendo volvióa prestar atención al partido.

Casi media horadespués con dos gryffindor fuera de juego, gracias a Flint y su equipo desalvajes, Orión atrapaba su primera snitch y los gryffindor ganaban el partido,Sirius que quería felicitar a su hijo, bajo corriendo y se acerco al campodonde Orión era felicitado por el resto del equipo.

−Orión felicidades.

El niño al escuchar asu padre se acerco y lo miro. −¿Qué te ha parecido?

Sirius le sonrió. −Lohas hecho genial, te felicito por atrapar tu primera snitch.

−Gracias.

−Orión. −Hermioneacercándose le sonrió. −Felicidades lo has hecho muy bien.

−Gracias mama.

−Felicidades Ori. −DijoJames que se acerco con el resto de la familia.

−Gracias.

−Ori, Ori,felicidades. −Casiopea se acerco corriendo y lo abrazo. −Lo has hecho genial.

−Gracias.

−Casi estás muy guapacon tu uniforme de ravenclaw. −Le dijo su madre.

−Mami. −La niñaseparándose de su hermano le enseño su uniforme. −¿En serio me queda bien?

−Estas hermosa. −DijoSirius sonriéndole, y miro a Hermione, le era extraño ver a la niña con loscolores azules y plateados cuando su mujer había sido una leona, pero tambiénle quedaba bien. −Hermione a ti también te queda muy bien.

−Gracias señor Black.

−De nada. −Y miro a sumujer. −Ya nos tenemos que ir, hemos visto el partido de Ori y lo hemos vistoganar, así que nos vamos.

−Sí. −Hermionedespidiéndose de sus hijos y los demás niños se fue con su marido.

−Nosotros también nosvamos. −Le dijo James a su sobrino. −Felicidades por tu primera victoria.

 

−De nada tío.

James miro a su hijo. −Nosvemos para navidades.

−Sí.

Y así los adultosdespidiéndose de los niños se fueron marchando, hasta que solo quedaron alumnos.

−Hay fiesta en latorre de gryffindor celebraremos nuestra victoria y que Orión a atrapado suprimera snitch. −Dijo Will mirando al equipo. −Así que ir a cambiaros. −Y miroa Casi y Hermione. −Vosotras estáis invitadas.

−Gracias.

−De nada. −Y vio aHarry. −Harry acompaña a Casi y a Hermione a nuestra torre.

−Ahora mismo. −DijoHarry y miro a su prima. −Vamos.

−Sí. −Y se fueron conel joven Potter.

Mientras los leonesdisfrutaban de su primera victoria, las serpientes no estaban muy contentos.

−Hemos perdido. −ProtestoCrabble.

−¿Y qué esperabas? Siel equipo está lleno de idiotas sin cerebro. −Dijo Draco.

−Malfoy te hemosescuchado. −Dijo Flint. −Si tanto te importa que hayan ganado esos paletos degryffindor, vete con ellos.

Draco lo encaro. −Flintcon los ojos cerrados me iría a gryffindor, al contrario que a otros slytherina mi no me importa estar en esa casa, y no me importa admitirlo.

−¿Qué pasa aquí? −PreguntoSeverus acercándose.

Los alumnos habíanestado tan pendientes de la conversación de Draco y Marcus que no se habíandado cuenta de que el jefe de su casa había entrado.

−Nada profesor Snape,que Flint está llorando como una niña, porque he dicho que si no usamos elcerebro no solo gryffindor terminaran ganándonos sino también los otrosequipos. −Y lo miro. −Tengo deberes de los que ocuparme y al contrario queotros yo sí que los hago. −Y despidiéndose de su padrino se fue.

Cuando Draco y susamigos se hubieron ido, Severus miro a Marcus. −Si quieres ganar entrena ydejar de hacer tantas faltas, hoy has dejado fuera de juego a dos gryffindor,la próxima vez te sacare del equipo, no voy a permitir que los otros profesoresme digan que solo sabemos jugar lesionando a los otros jugadores.

−Pero profesor

−Pero nada. −Leinterrumpió Severus. −No te lo voy a repetir de nuevo, no vuelvas a hacerfaltas. −Y lanzando una mirada a los otros jugadores se fue.

Sin más problemas porparte de los slytherin, pronto estuvieron en halloween, esa mañana Hermione nopodía quedarse quieta, tanto que despertó a Sirius que dormía a su lado.

Sirius apoyándose ensu brazo la miro. −Herms, se que estas preocupada, que esta noche un troll sepaseara por hogwarts, pero ya Severus esta avisado, además no tiene que hacernada, solo impedir que ningún alumno se acerque hasta que el profesorDumbledore y los demás se lo lleven.

−Igual no puedo dejarde preocuparme. −Y lo miro. −Es un troll, y en hogwarts hay más de 300 alumnos.

−Lo sé, peroponiéndonos histéricos no conseguimos nada.

Hermione que sabía quesu marido tenía razón, lo beso y levantándose se metió en el cuarto de baño aprepararse para ese día.

Unas horas después, enhogwarts todos estaban celebrando la noche de los fantasmas y las brujas,cuando la puerta se abrió y apareció Quirell gritando que un troll de lasmontañas había entrado en hogwarts.

Al escuchar eso, todoslos alumnos se pusieron a gritar y el profesor Dumbledore tuvo que poner orden.

 

−Que los prefectoslleven a los alumnos a sus casas. −Dijo el director.

Orión antes de irsecon su casa, se acerco a su hermana. −Ves directamente a tu torre, no tesepares de los demás.

Casi lo miro. −Tengoque hablar con Draco.

−Rápido.

−Sí. −Y se acerco a suprimo. −Draco no te separes de los demás.

El niño la miro. −Nome separare de mis compañeros, ahora vete.

−Sí. −Y dándole unbeso cogió a Hermione de la mano y se fueron con sus compañeros.

Por suerte el trollpudo ser atrapado y ningún alumno sufrió ningún daño, el único que sufrió unaherida en la pierna fue Snape y como no quería que nadie supiera que habíaintentado parar al troll lo oculto.

Al día siguiente, bientemprano Charlus y Hermione se pasaron por hogwarts, antes de irse a ver alprofesor Dumbledore el auror miro a su hija. −Ves a ver a Severus para curarleesa herida, pero que nadie te vea.

Hermione le sonrió. −Papasoy buena escondiéndome por estos pasillos.

Al escuchar esoCharlus se rio. −A veces me olvido con quien estas casada, ahora ves. −Ydándole un beso en la frente se fue.

La medimaga sin servista por nadie, se fue al cuarto de su amigo, aunque en hogwarts ni en la otrarealidad fueron amigos, gracias a Regulus eso había cambiado, sin contar queSeverus estaba casado con una buena amiga suya Marlene.

Al llegar al cuartodel Severus, lo vio acostado en el sofá y se notaba que tenía fuertes dolores.

−He venido a ayudarte.−Dijo Hermione y haciendo grande su maletín empezó a sacar cosas para curarlo.

−¿Cómo lo has sabido?

La medimaga lo miro.−Porque en el pasado paso lo mismo, terminaste herido intentando parar al trolly aunque ahora las cosas son un poco diferentes, es igual, creo que hay cosasque no se pueden cambiar. −Y terminando de coger las cosas que necesitaría delmaletín se sentó a un lado y empezó a trabajar.

Mientras la leonacuraba al mejor amigo de su cuñado, en el despacho de Dumbledore, Charlusentraba y mirándolo le dijo: −¿Cómo es que tenias un troll de las montañas enla escuela?

El director lo miro. −¿Cómote has enterado?

−Te recuerdo que tengocinco familiares en esta escuela, sin contar que soy el jefe de los aurores.¿Me vas a responder o qué?

−Estoy guardando unacosa a un amigo que necesita protecciones

−¿Y porque no lo llevaa gringotts? −Pregunto sentándose.

−Porque gringotts noes seguro. Seguro que te enteraste que entraron a robar.

Charlus lo miro. −Nome hace ninguna gracia que haya algo tan peligroso por aquí cuando hay tantosalumnos indefensos. −Y se levanto. −Espero que me hagas caso, no me gustaríavolvértelo a repetir.

Albus lo miro. −¿Cuándonos hemos distanciado tanto?

−Cuando teobsesionaste por mi familia, primero que querías saber que oculto, no ocultonada ves demasiados fantasmas, ahora mi hija, Hermione es una hermosa mujer quesolo trabaja en san mungo y cuida de su familia, su marido y sus hijos, nooculta nada, pero tu eso no lo sabes ver, cuando dejes esta obsesión entonceshablaremos de nuevo, ahora me tengo que ir, tengo trabajo del que ocuparme. −Ydespidiéndose se fue.

Charlus una vez fueradel despacho del director se fue al despacho de Severus, y vio a su hija queestaba terminando de curarle la herida.

−¿Cómo la tiene?

 

−El troll le hizo unabuena herida, por suerte no es nada grave y se la he podido curar bien. −Cuandotérmino de curar la pierna se levanto y acercándose a su maletín saco dospociones y se las entrego. −Son para el dolor y por si tuvieras algunainfección por dentro, con la poción se te ira.

−Gracias. −Dijocogiéndolas y llevándoselas a la boca.

−De nada, te dejootras dos pociones, dentro de 24 horas tómatelas y te dejo otra por si tuvierasmucho dolor, es instantánea así que en cuanto te la tomes se irá el dolor. −Despuésde sacar las pociones cerró su maletín y miro a su padre. Ya nos podemos ir.

−Sí que tenemostrabajo del que ocuparnos. −Y miro a Severus. −Ya le he dicho a Dumbledore que tieneque sacar lo que tiene oculto del castillo, ¿comprobaras que haga caso?

−Lo hare, pero noconfía en mí, sabe que estoy contigo.

−No te preocupes poreso, tu solo comprueba que todo vaya bien, y si ves algo raro no dudes enavisarme.

−Lo hare.

−Gracias, ahora nosvamos. −Y despidiéndose del profesor Charlus y Hermione se fueron.

Por la noche Severusllegaba a su casa y vio a Marlene con los niños, habían tenido dos hijos Derekde 8 años y Elizabeth de 6 años, los dos morenos como él, y el profesor losadoraba nunca creyó que podría querer a nadie tanto como quería a sus hijos,por ellos habían mejorado como persona, para que sus hijos estuvieran orgullosode él.

Marlene al ver a sumarido le sonrió. -Hermione, ya me ha escrito esta mañana, diciéndome que ya tehabía curado la pierna y te había dado pociones fuertes para que pudieras estartodo el día sin dolor.

El hombre sentándosele enseño la pierna. −¿Cómo la ves?

La mujer mirándolabien lo miro. −La veo bien, la tienes mucho mejor que esta mañana, se nota queun buen medi mago te ha curado. −Y pasó los dedos por la herida con cuidado. −¿Teduele?

−No. −Y saco laspociones que Hermione le había dado. −Por la tarde me ha empezado a doler perome he tomado la poción y al poco rato se ha ido el dolor, así que he seguidodando clases, mañana por la mañana me tengo que tomar estas dos, igual elsábado me pasare un momento por casa de Remus para que me la termine de revisar.

−Si te duele, vesantes a verlo.

−Iré pero ahora estábien. −Y miro a sus hijos. −¿Qué hacéis?

Los niños lo miraron. −Estamospintando.

Marlene le sonrió. −Atus hijos les gusta mucho dibujar. −Y levantándose le dijo: −Voy a empezar apreparar la cena, para que te vayas pronto a dormir, así tu pierna se terminaraantes de curar.

−Gracias.

−De nada. −Y se fue ala cocina, mientras Severus miraba como sus hijos pintaban.

Sin más problemas, eltiempo fue pasando hasta que solo faltaban dos semanas para las vacaciones denavidades.

Como cada año, en la mansiónPotter se celebraba la fiesta de navidad donde Charlus y Dorea invitaban amucha gente.

Ese año habíandecidido no invitar al profesor Dumbledore, las cosas no iban muy bien entre eldirector de la escuela y los anfitriones de la fiesta y no querían que nada laestropeara.

Ese sábado los alumnosestaban desayunando en el gran comedor, cuando empezaron a llegar las lechuzas,como cada semana una se acerco a Harry y el niño cogiendo sus catas, miro haberquien le habían escrito.

−¿Quién te ha escrito?−Pregunto Lyall mirándolo. −Veo que tienes más cartas que otros días.

 

Harry que estabaleyendo los remitentes, dejo de hacerlo y lo miro. -Aparte de mis padres, meescribe el abuelo Charlus.

−¿Y qué te dice?

−Ahora lo sabré. −Yabriendo el sobre se puso a leer la carta y sonrió. −Me habla sobre la fiestanavideña que celebra cada año y quiere saber si quiero invitar a algún amigo. −Ymiro a Seamus y Dean. −¿Queréis venir a la fiesta de navidad de mis abuelos?

Los niños lo miraron. −¿Podemosir?

Harry les sonrió. −Claropor eso os lo pregunto, hay música, comida y es muy divertido, mi abuelo mepregunta si quiero invitar a alguien así yo se lo digo y el os envía lasinvitaciones, podéis traer a vuestros padres.

−Mi padre es muggle. −DijoSeamus.

El niño lo miro. −Noimporta, mis abuelos muggles también vendrán y también la abuela Hope que esmuggle, es la madre de mi tío Remus, el padre de Lyall, como digo será muydivertida.

−Entonces sí queiremos.

−Estupendo, termino dedesayunar y voy a responder la carta, no quiero que las invitaciones lleguentarde. −Y miro a su primo. −¿Lyall vas a invitar a alguien?

−No, además estaremosa reventar. −Y miro a Will que como siempre estaba rodeado de chicas.

Harry miro a Will. −Will.

El chico dejo de hablarcon su amigo y lo miro. −¿Si?

−El abuelo dice quesolo puedes invitar a dos amigos, que no queremos que ocurra lo del año pasado,que el salón se lleno de gente y tuvieron que venir los bomberos a sacarnos. −Yriéndose se levanto y se fue.

−Que gracioso. −Y miroa Lyall. −Eso no paso.

El joven Lupin lomiro. −Yo no sé nada. −Y riéndose siguió desayunando.

−¿Es verdad? −PreguntoSeamus a su amigo.

Lyall lo miro. −No,pero sí que mucha gente quiso entrar en la fiesta y el abuelo Charlus tuvo queponer orden, a la fiesta solo se entra con invitación, por eso Harry os lo hapreguntado. −Y levantándose cogió sus cartas y los miro. −No os preocupéis losPotter son dos personas muy amables, me voy que tengo cosas que hacer. −Ydespidiéndose se fue.

En la mesa de laságuilas, Casi miro a Hermione. −¿Quieres venir a la fiesta de navidad de misabuelos?

La joven águila lamiro. −¿Qué fiesta?

−Una fiesta de navidadque preparan mis abuelos todos los años en su casa.

−¿Yo puedo ir?

Casi le sonrió. −Claroque si, por eso te pregunto, pero tengo que enviarle la carta a mi abuelo conla gente que quiero invitar para que os envíen la invitación.

−Sí que quiero ir.

−Genial, pues ahorales escribo. −Y terminando de desayunar se levanto y se fue a su cuarto aescribir su carta.

En la mesa de lasserpientes, Draco tenía un pequeño problema, quería invitar a sus amigos a lafiesta, pero no sabía si su tío aceptaría a tantos amigos.

−¿Draco te ocurrealgo? −Pregunto Theo que se había dado cuenta de que su amigo no estabadesayunando.

Malfoy lo miro. −Mi tíome pregunta a quien quiero invitar a la fiesta que celebra todos los años en sucasa.

−¿Qué tío? Tienesmuchos.

−Mi tío Charlus Potter,el abuelo de Harry, como digo celebra una fiesta de navidad en su mansión, y osquiero invitar a todos, pero no sé si me dejaran.

−Yo no necesitoinvitación. −Le dijo Daphne mirándolo. −Mis padres me acaban de escribirdiciéndome que ya han recibido la invitación, así que escribiré al señor Potterhaber si me deja invitar a Pansy y así tu puedes invitar a Blaise y Theo ysolucionado.

 

Draco le sonrió. −Gracias.

−De nada. −La mayor delas Greengrass miro a sus amigos.− Aparte de pasarlo bien, va mucha genteimportante, desde el ministro hasta los jefes del ministerio y muchos delwizarmon.

−Seguro que esdivertido.

−Lo es. −Dracoterminando de desayunar se levanto y los miro. −Voy a enviar la carta cuantoantes, para que empiecen a enviar las invitaciones.

−Gracias.

−De nada. −Ydespidiéndose se fue.

Ese día, la lechuceríase lleno de alumnos que querían enviar sus cartas cuanto antes a Charlus yDorea para que les enviaran las invitaciones a sus amigos y que pudieran ir ala fiesta de navidad.

Unas semanas después,en la fiesta de navidad en la mansión Potter, Charlus y Dorea daban labienvenida a sus invitados.

Casi una hora después,ya todos los invitados habían llegado.

−Buenas noches atodos, estamos aquí un año más para celebrar la fiesta de navidad de la familiaPotter, hay mucha comida y buena música, espero que disfrutéis de la velada. −DijoCharlus y dio permiso a la orquesta para que empezara a tocar sus instrumentos.

Charlus diciéndole asu mujer que iba a hablar con algunos de sus invitados, le dio un beso en lamejilla y le dijo que se reunirían de nuevo un poco más tarde.

El hombre se acerco aAbraxas que estaba en un lado poniendo mala cara.

−Amigo, si sigues conesa cara, se te quedara así, y perderás todo tu atractivo. −Dijo Charlusacercándose con dos copas del mejor licor que se podía encontrar en el mundomágico. −Coge una.

Abraxas cogiendo unacopa y miro al hombre que consideraba su mejor amigo, aunque tenían susdiferencias cuando se trataba de mestizos y sangres limpia, no había nadiemejor que él. −Aun sigo sin entender porque los has invitados.

−Cada año me preguntaslo mismo.

−Es que nunca merespondes, ¿alguna vez lo harás?

Charlus lo miro. −Seque no te gustan los Weasley, pero ellos son parte de la familia Black, y sonprimos de tus nietos.

−No compares a Draco yLyra, con ese Ronald que tiene los modales de un cerdo, mi nieto me ha escritolargas cartas quejándose de ese niño, no solo es un negado para los estudios,sino que en la mesa no tiene modales.

−Cada uno cría a sushijos como quiere.

−Lo sé, se que Fabiany Gideon le dan una gran mensualidad de 10.000 galeones a su hermana paraayudarla con los gastos de la casa, que el pobretón de Arthur Weasley trabajadesde siempre en el departamento de artefactos muggles, cuando su madre era unaBlack, aunque la expulsaron, ese tipo no tiene orgullo.

Charlus en eso tuvoque darle la razón. −Tienes razón, yo tampoco lo entiendo, como que Arthursiendo hijo de una Black y estando emparentando con los Longbottom que tienentanto dinero no les pide un mejor trabajo.

−Hasta tú me das larazón, he escuchado que solo le pagan 3.000 galeones al mes, ¿Quién vive contan poco?

−Ni idea, yo por miparte no permitiría que ni mis hijos ni mis nietos les faltara nada.

−Tus hijos soninteligentes. −Le dijo Abraxas. −James y tu nuera, tienen sus trabajos más losahorros que consiguieron antes de que Harry naciera, y Hermione tiene los suyosmas su trabajo, sin contar que Sirius apenas usa la fortuna que le dejo supadre y la que Regulus le dio cuando su madre murió.

 

−Ni James ni Siriusson idiotas, son dos hombres hechos y derechos que ponen la estabilidad de sufamilia ante todo.

−Sí. −Y vio que Dracose acercaba con dos chicos que no conocía. -Buenas noches Draco.

El niño lo miro. −Buenasnoches abuelo. −Y miro a Charlus. −Buenas noches.

El auror le sonrió. −Buenasnoches Draco. −Y miro a su amigo. −Tu nieto es muy educado.

Abraxas al escuchareso se lleno de orgullo, sus nietos nunca lo habían puesto en una situaciónvergonzosa, Lucius y Narcissa habían hecho un buen trabajo educándolos. −Nocomo otros. -Refiriéndose a la conversación anterior.

−Sí. −Y volvió aprestar atención a su sobrino. −¿Quiénes son tus amigos?

Draco hizo laspresentaciones. −Son Theodor Nott y Blaise Zabini van a slytherin conmigo. −Ymiro a sus amigos. −El es mi abuelo Abraxas Malfoy y mi tío abuelo CharlusPotter.

Los niños lo miraron. −SeñorPotter gracias por la invitación de esta noche, cuando mi madre recibió lacarta se alegro mucho, hace poco que se ha mudado desde Italia y apenas conocea gente, solo a los señores Malfoy.

Charlus le sonrió. −Esun placer invitar a los amigos de los niños de la familia.

−Gracias.

−De nada. −Y vio queHarry se acercaba con Neville. −Harry, Neville buenas noches.

−Buenas noches abuelo.−Y miro a Abraxas. −Buenas noches señor Malfoy.

El hombre lo miro unmomento y luego miro a su amigo. −Como tu nieto.

−Eso es cosa de Lily másque de James. −Y sonrió a su nieto. −¿Has probado la comida?

Harry asintió. −Muybuena como siempre, abuelo te quería dar las gracias por invitar a mis amigos,ahora están con tío Sirius que se ha puesto a contar su batallita del dragón.

−Sabes que no meimporta, al contrario me alegra de que hayas hecho amigos nuevos. −Y miro aAbraxas. −¿Me acompañas? Quiero saludar a los demás.

−Claro vamos. −Y antesde irse miro a su nieto. −Draco nos vemos luego.

−Si abuelo. −Y losniños vieron como los dos hombres se iban.

−¿Qué ha querido decirmi abuelo con eso de que es cosa de mi madre? −Pregunto Harry mirando a suprimo.

−Antes de que nos acercáramos,estaban hablando de la educación de Ronald Weasley.

Harry frunció el ceño.−¿Qué educación? Ese tipo no tiene ninguna, si hubiera sido por mí no lohubiera invitado.

−Nadie, tu abuela sololo ha hecho por educación.

−Sí, la abuela Doreatiene mucha educación, no como otras, ¿queréis que nos acerquemos a la mesa delbuffet?

−Si vamos, tengohambre. −Y así los niños se fueron a llenarse los platos de comida y cenar.

Mientras los niñoscenaban en una mesa, no muy lejos de allí Molly Weasley los miraba.

−¿Qué miras tanto? −PreguntoLucius acercándose y mirándola. −Si crees que podrás usar alguno de esos niñospara tus planes estas muy equivocada, nadie te dejara.

La mujer lo miro. −Noestoy planeando nada.

−¿A no? Todo el mundosabe que estas en la miseria que solo sobrevives con lo que tus hermanos te danal mes, que nunca has movido un dedo para buscar trabajo que prefieres vivir acosta de Fabian y Gideon y que Arthur sigue en es asqueroso trabajo, donde nole pagan más de 3000 galeones al mes.

 

Molly levantándose lomiro ofendida. −Es de mi marido de quien estás hablando, respétalo.

−¿Cómo voy a respetara un hombre que ni siquiera se respeta a sí mismo?

Y antes de que lamujer pudiera decir nada, Dorea se les acerco. −¿Qué pasa aquí? Todos os estánmirando, recordar que estáis en mi casa, no quiero escándalos.

−Díselo a el, que hainsultado a mi marido.

−Solo le he dicho queempiece a buscar trabajo, que ya es mayor para seguir siendo una mantenida.

−Me da igual, de loque habéis hablado, si no os controláis os echare a los dos. −Y miro a Lucius. −Aunquetu padre sea el mejor marido de mi marido. −Y miro a Molly. −Si no quieres quete digan lo que te han dicho, haz algo para solucionarlo, hay cientos demujeres que trabajan y no se les rompe ningún hueso.

−Tú no trabajas y note dicen nada.

Dorea la miro. −Porquemi marido es el jefe de aurores y le pagan más de 20.000 galeones al mes yapenas usamos lo de nuestras herencias, solo te digo que haz entrar en razón aArthur y si no busca un trabajo, ¿o quieres ser una mantenida de tus hermanostoda tu vida? Que ya tienes más de 40 años, piensa un poco. -Y miro a Lucius. −Vámonos.

−Si. −Y dejando sola aMolly que estaba roja de vergüenza se fueron a hablar con otros invitados.

Después de que losniños comieran, se acercaron a la terraza y aunque hacía frio, se estaba bien,además todos estaban abrigados.

En la terraza vieron aRon, y se acercaron.

−Weasley-pis estássolo como siempre. −Le dijo Draco mirándolo. −Nadie quiere ser tu amigo, porquesaben que les robaras la comida.

Al escuchar eso, losdemás se rieron.

Antes de que nadiepudiera decir nada, se acerco Orión. −¿Qué hacéis?

−Pasar el rato.

El niño los miro. −Dejara Ron en paz, con este comportamiento solo estáis demostrando que no tenéiseducación.

−Yo tengo educación.

−Pues no lo parece. −Ymiro a Ron. −Discúlpalos, a veces pueden ser muy molestos. −Y miro a susprimos. −Fuera de aquí.

Los niños miraron malal pelirrojo antes de irse.

−¿Por qué no le hasdicho nada? −Pregunto Blaise a Draco.

El rubio lo miro. −¿Estásloco? Orión es el hijo de mi tío Sirius, y algún día será el cabeza de familia,eso quiere decir que todos le tenemos que hacer caso cuando nos dice algo.

−¿Y si te pide unahamburguesa también le tienes que hacer caso?

Draco lo miro. −Vayapregunta más tonta, por supuesto que no, pero si cuando nos pide que dejemos demolestar a alguien y más cuando se trata de otro miembro de la familia Black,aunque sea del idiota de Ronald.

En la terraza, cuandose quedaron solos Orión miro a Ron.

−Siento que te hayantratado tan mal, a veces se olvidan de que esta no es su casa, y tienen que sereducados.

Ron lo miro. −No meimporta, siempre están igual.

−Si quieres encajar ensu grupo tu también tienes que hacer un esfuerzo, no esperar a que todo se tede hecho, porque la vida no es así.

−Orión. −Siriussaliendo a la terraza miro a su hijo mayor. −Te tienes que preparar, para laactuación de esta noche.

−Ahora voy. −Yacercándose a su padre miro a su primo. −Recuerda lo que te he dicho.

Sirius miro a su hijo.−¿Qué le has dicho?

Orión le sonrió. −Nadaimportante, vamos que no quiero hacer esperar a los invitados de los abuelos.

 

Y así padre e hijoentraron en el salón del baile y se fueron a buscar el violín.

Diez minutos después,en la tarima donde estaba tocando la orquesta, Charlus pedía silencio a susinvitados. −Esta noche tenemos una actuación muy especial, mis nietos y missobrinos han preparado un concierto para todos vosotros, habrán violines ytambién unas cantantes hermosas. −Y miro a la puerta. −Pasar.

Los niños empezaron apasar, Draco, Orión, Harry que aunque él prefería la guitarra también sabiatocar el violín, Lyall y Sirius el hijo de Regulus y Dorcas y cantando estaríantodas Mary Rose, Altea, Casiopea, Dorea, Lyra, Elizabeth la hija de Severus yCygnus la hija de Regulus de 7 años, todas estaban allí.

Subiéndose en latarima se pusieron a un lado y las chicas en el centro, y cuando Charlus bajoempezaron su pequeño concierto.

James que estabasentado en una silla, vio a Charlus y sentándolo en sus rodillas se pusieron aver el mini concierto.

Remus que tenia aAaron sentado en sus piernas lo miro. −¿Te gusta?

−Tocan bonito.

−Mucho.

−Me gustaría tocarcomo lo hacen ellos.

−Tú tienes tus propiasvirtudes, como nadar y lo haces muy bien, tu entrenador me lo ha dicho que eresel más rápido del equipo y superas a tus compañeros mayores, eso es un granmerito. −Y le sonrió. −Además la música esta bonita pero no puede participar encampeonatos nacionales e internaciones, o incluso ir a los juegos olímpicos.

Aaron lo miro. −¿Creesque podre ir algún día a los juegos olímpicos?

−Claro que si, solotienes que seguir entrando y seguir mejorando ahora vamos a seguir viendo elconcierto.

−Sí. −Y apoyándose enel pecho de su padre, siguieron viendo el concierto.

Unas horas después lafiesta se terminaba, mientras Charlus y Dorea se despedían de sus invitados,James buscaba a su hijo, hacía rato que no se lo encontraba y se preguntabadonde podía estar, cuando se encontró a Harry.

−¿Papa a quien buscas?

−A tu hermano, ¿lo hasvisto?

−Debe de estar en laotra sala, hace rato lo he visto bostezando.

James se lo agradeció.−Gracias.

−De nada, yo voy adespedirme de Draco y los demás.

−Sí. −Y James se fue abuscar a Charlus, y como le dijo Harry, estaba dormido acostado en el sofá,cogiéndolo en brazos sin despertarlo se fue a buscar a su mujer que estaba consus padres.

En el vestíbulo de lamansión, Lily al ver a su marido con su hijo en brazos se acerco. −¿Está bien?

−No ha aguantado todala fiesta, me lo he encontrado dormido en la sala que hay al lado del salón, melo llevo a su habitación para que pueda dormir bien.

La mujer le dio unbeso y miro de nuevo a su marido. −Yo ya no tardare mucho en irme a dormir,estoy cansada.

−Es normal han sidomuchas horas. −Y besándola subió a Charlus a su habitación, y poniéndole elpijama lo metió en la cama bien tapado.

En casa de los Weasleynada más llegar Molly se puso a llorar, al ver eso todos la miraronpreocupados.

−¿Molly qué ha pasado?−Pregunto Arthur acercándose.

−Mi tía y Lucius, mehan reprochado que acepte el dinero de mis hermanos y no haga nada, y tambiénque Arthur no tenga un buen trabajo.

−Mama. −Bill que habíaido a pasar las navidades con ellos, se le acerco y le levanto la cabeza paraque la mirara. −Ellos en parte tienen razón, cuando éramos pequeños era normalque aceptaras el dinero de mis tíos pues tu no podías trabajar, pero ahora laúnica que está aquí es Ginny y ya el año que viene estará en Hogwarts, podríasbuscar un trabajo o poner una tienda en el callejón diagon, en gringottsofrecen créditos a sus trabajadores, yo puedo pedir uno y así podrás compraruna tienda y poner un puesto de pasteles, tus pasteles están buenísimos, y asíno solo estarás entretenida haciendo lo que más te gusta que es cocinar, sinoque también traerás dinero a casa y nadie te podrá decir que sigues aceptandoel dinero de mis tíos, y sobre papa, el no tiene la culpa de nada, es verdadque no tiene un gran sueldo pero lo importante es que trabaja y trae dinero acasa, el resto son minucias sin importancia

 

Molly sabía que suhijo mayor tenía razón. −Nunca he trabajado, no sé ni por dónde empezar.

Arthur se acerco y lecogió de la mano. −Yo te ayudare, y los niños también.

La mujer asintió ylimpiándose las lagrimas, miro a sus hijos menores. −¿Qué decís vosotros?

Los gemelos lamiraron. −Mama es tu decisión, nosotros estamos contentos de que pongas tupuesto, además una tienda de pasteles es un buen negocio, navidad, halloween,pascua, san Valentin, cumpleaños, tenemos muchísimas fiestas y nunca bajara laventa de pasteles.

−Los chicos tienenrazón. −Le dijo Bill mirándola. −Los pasteles se compran para cualquiercelebración incluso cuando no hay que celebrar nada, y no solo tienes que ponerpasteles sino también tartaletas y otras cosas, a buen precio seguro que sevenden en seguida.

−Lo haré. −Y miro aRon. −¿Qué dices tú?

El niño la mirosonriendo. −Voy a poder comer muchos pasteles gratis.

Al escuchar eso, lamujer le sonrió. −Gracias.

−De nada.

Ginny se acerco a sumadre y la abrazo. −Yo te ayudare hasta que me vaya a hogwarts.

−Y nosotros en verano.−Dijeron los gemelos.

Molly mucho másanimada después de haber pasado la peor noche de su vida, empezó a hacer unalista de las cosas que necesitaba para empezar.

−Mañana a primera horairé a Gringotts y pediré un credito, entonces podremos empezar.

−No hace falta quepidas un préstamo. −Arthur lo miro. −¿Sabes lo que son las expediciones?

Bill lo miro. −No,nunca había escuchado hablar de ellas.

−Una expedición es unviaje para recolectar ingredientes en algún lugar del mundo, vas a ver a Tim eljefe del departamento de pociones y le dices que quieres hacer una expedición,el te dará una lista de un país, y durante diez días recolectas losingredientes que hay en la lista, Sirius, James y Remus fueron algunas veces, yconsiguieron más de 100.000 galeones, creo que en el primer viaje consiguieron másde 30.000 galeones, si vas una vez puedes conseguir unos 25.000 galeones oincluso más.

−Lo haré, así luegosolo tenemos que mirar cuanto nos faltaría o si ya lo tenemos todo, mañanamismo iré. −Y levantándose miro a su madre. −En quince días tendrás el dinero,ahora me voy a dormir que estoy cansado. −Y dándoles las buenas noches se fue asu habitación.

Quince días después,Bill y Molly firmaban el contrato de compra de una pequeña tienda en elcallejón diagon, el hijo mayor de los Weasley había conseguido más de 45.000galeones en su viaje, y aunque había ido solo no había tenido problemas, Tim leenvió a Nueva Zelanda que ahora estaba en verano, y el chico había traídograndes cantidades de ingredientes.

 

El pocionistacontentísimo de que le trajera tanto, le había dicho que las puertas de sudepartamento estaban abiertas para cuando quisiera volver a ir, Bill se loagradeció pero él le dijo que era banquero y eso había sido una excepción.

Cuando Molly tuvo yalas llaves de su nueva tienda, se fue con Ginny y entre las dos decidieron comola adornarían.

Mientras ellasilusionadas por su nueva experiencia trabajaban, en hogwarts después de clasesun grupo de primero rodearon a Ron.

−Ya nos hemos enteradode que la foca de tu madre ha abierto un puesto de pasteles, es una Black, ¿Quéno tiene dignidad?

Ron iba a defender asu madre, cuando se escucho pasos acercándose y vio a Harry junto a su grupo.

−¿Qué pasa aquí? −PreguntoDraco.

−Que su madre haabierto una pastelería y es una vergüenza para la familia Black.

Harry miro al niño quehabía hablado. −¿Y tú que sabes lo que es una vergüenza para la familia Black? −Ymiro a Draco. −No sabía que habían idiotas en la familia.

−Yo tampoco. −Elslytherin los miro. −Vosotros aquí no tenéis nada que hacer, esto es cosa de lafamilia Black, y que yo sepa ninguno de vosotros es miembro.

−Pero

−Pero nada. −Harryacercándose a Ron le dijo: −Ya era hora de que tu madre abriera los ojos ydecidiera no seguir siendo una mantenida, estoy contento de que Molly hayaabierto una pastelería, ya Casi y Lyall están preparando un gran pedido depasteles para que tu madre se los envié el sábado y están haciendo un bocetopara un pastel de cumpleaños para Orión. −Y miro a los que habían insultado aRon. −No lo volveré a repetir, nadie que no sea de la familia Black tienederecho a hablar sobre mi familia. −Y miro a sus amigos. −Tanto hablar depasteles me ha hecho tener hambre, creo que enviare una lechuza a la pasteleríapara que me envíen muchos pasteles.

Draco lo miro. −Eso elsábado, no creo que el profesor Dumbledore acepte que empiecen a entrarlechuzas con cientos de pasteles todos los días.

−Nos tendremos queconformar con te y pastas. -Y sin decir nada más se fueron al gran comedor amerendar.

Lo que ellos no sabíanes que Dumbledore súper feliz, se estaba comiendo una gran tarta de piña quehabía pedido a la pastelería de su antigua alumna.

Unos días después,Molly estaba en su tienda trabajando como siempre, la verdad es que el poneresa tienda le había alegrado y mucho, no solo había dejado de recibir el dinerode sus hermanos sino que ella tenía el suyo propio y podía decir orgullosa quelo había conseguido trabajando.

Además la tienda habíasido muy bien recibido cada día entraba mucha gente y siempre se quedaba sinexistencias, es como si la gente no pudiera vivir sin pasteles.

Molly estabaatendiendo a unos clientes, cuando la puerta se abrió y apareció Lucius, lamujer al verlo ya le puso mala cara e ignorándolo siguió atendiendo.

−Gracias por habervenido, disfrutad de vuestro pastel.

La mujer le sonrió. −Mollytus pasteles están realmente ricos, mi marido me pide uno cada semana.

−Es un placer hacerlosy que disfrutéis en familia de él.

 

−Volveré pronto, nosvemos.

−Hasta pronto. −Cuandola clienta se fue Molly miro a Lucius. −¿A qué has venido?

−¿No es evidente? Acomprar un pastel, Lyra me ha pedido uno. −Y acercándose a la vitrina vio quehabía muchos de diferentes sabores, nunca había visto tantos, así que miro a laprima de su mujer. −¿Cuál me recomiendas?

Molly lo miro unmomento mal, pero luego se le paso, aunque le caía realmente mal era un clientemas y ella siempre respetaba a la gente que entraba en su tienda.

−¿Qué le gusta?

−De todo, la crema, elcaramelo, el chocolate

−Tengo de vainilla,tres chocolates, nata con fresas,

−Me llevare uno detres chocolates y otro de nata con fresas, pero que no tengan bizcocho.

−Tengo sin bizcocho. −Yse puso a preparar el pedido cuando la puerta se abrió y apareció Dorea.

−Buenas Molly.

La mujer dejo unmomento lo que estaba haciendo y sonrió a su tía, Molly ya había perdonado aDorea, la señora Potter fue a pedirle disculpas diciéndole que no tendría quehaberle dicho lo que le dijo en la fiesta de navidad, que cada uno era dueño desu propia vida.

Molly le dijo que eraverdad todo lo que le había dicho y que necesitaba que alguien le abriera losojos incluso le había ayudado a buscar un bonito diseño para sus cajas y sustarjetas de visita.

−Ahora te atiendo.

−No te preocupes, yomirare. −Y acercándose miro a Lucius. −¿Has venido a por pasteles?

El hombre la miro. −Lyrame ha pedido uno así que se lo llevare para merendar, ¿Cómo está Charlus?

−Trabajando comosiempre, y los niños están en la escuela así que me aburro todo el tiempo solaen casa. −Y miro a Molly. −Te envidio tienes una hermosa tienda y haces unospasteles buenísimos.

La mujer le sonrió. −Puedesvenir cuando quieras a ayudarme.

−Oh no que horror, mispasteles siempre terminan hundiéndose lo he intentado de mil maneras diferentespero no me salen. −Y entonces tuvo una idea. −¿Por qué no das clases depastelería? Yo me apuntaría encantada.

Molly la miroolvidándose completamente del pastel que estaba preparando.

−Dorea tiene razón. −Luciusla miro. −Si pusieras una clase podrías cobrar 20 galeones por clase o 50 almes, y seguro que más de uno se apuntaría como la mujer de antes.

−Nunca he dado clase.

−Y nunca habíastrabajado y la tienda siempre está llena, solo tendrías que buscar un lugarpara hacerlas.

−Arriba hay espacio.

−Pues ya tienesespacio, solo lo tendrías que acondicionar. −Dorea le sonrió. −Si haces dosclases a la semana, podrías tener unas 20 alumnas o alumnos, y serían 400galeones a la semana o más de 1000 al mes, y con lo que ganas en la tienda seríauna buena suma, podrías empezar a ahorrar.

−Mama hazlo. −Le dijoGinny que había salido del almacén.

Molly la miro. −¿Túcrees?

La niña le sonrió. −Seque lo que más te gusta es hacer pasteles, y ya has cumplido tu sueño pero haypersonas como tía Dorea que no se le dan bien hacerlos y así les podríasenseñar, serías una buena profesora.

−−Ginny tiene razón.

−Está bien, me habéisconvencido, ¿pero a quien pongo para que atienda? No quiero cerrar y tampoco mepuedo permitir contratar a una ayudante no cuando acabo de empezar.

−La familia es muygrande, así que seguro que encontramos a alguien. −Le dijo Dorea.

 

−Sí, gracias por tu idea.−Y siguió preparando el pedido de Lucius.

Por la noche, Molly yGinny le explicaban a Arthur lo de sus clases de pastelería, el hombre le sonrió.−Es una magnífica idea, mucha gente en el ministerio me pregunta tus secretospara hacerlos.

−Ahora tengo quebuscar un ayudante para los días que yo de clases.

−Seguro que loencuentras. −Le dijo Arthur orgulloso.

En casa de los Black,Hermione miraba emocionada a su marido. −Sabes, sabes.

Sirius la mirosonriendo. −No, ¿Qué?

−Molly va a dar clasesde pastelería en su tienda, y me voy a apuntar.

−Eso está muy bien.

−Mucho, y me llevare aAltea para hacerlos entre las dos.

−Es una buena idea, ¿ycuando empiezan las clases?

−Pues no lo sé, aun noha decidido nada, me lo ha dicho mama esta tarde.

−Yo también tengo algopara ti. −Y le dio un sobre.

−¿Qué es? −Preguntocogiéndolo.

−Ábrelo y lo sabrás.

Hermione abriéndolovio que era unas fotos y pasándolas vio una que hizo que las lagrimas empezarana salir, en esa foto estaba con los Granger, durante la fiesta de navidad delos Potter había hablado con ellos, pero no sabía que le habían hecho ningúnfoto. −¿Cómo?

−Mi tío pidió a uno delos fotógrafos que contrato que estuviera pendiente de ti y si te veía conellos que no perdieran la oportunidad y te hicieran la foto.

−Me encanta, es elmejor regalo de todos. −Y lo miro. −Gracias.

−De nada hermosa,tengo algo más. −Y le dio otro paquete.

La mujer abriéndolovio que era un portarretratos. −Has pensado en todo.

−Claro que sí. −Yabriendo el portarretratos puso la foto y enseñándosela se levanto y la puso allado de las otras familiares. −Así los podrás ver todos los días.

Hermione levantándoselo abrazo por la cintura y apoyándose en su pecho se puso a verla. −Me encanta.

−Lo sé. −Y besándolase quedaron viendo la foto, hasta que el pequeño terremoto de la familia entro corriendocon Polar el cachorro de perro que la familia tenía.

−Tenemos hambre. −Protesto.

La mujer separándosede su marido miro a su hija. −Ves con papa a bañarte yo me pondré con la cena.

−¿Mami que vamos acenar?

−Estofado que hacemucho frío. −Y miro a su marido. −Sécale bien el cabello, con este frio noquiero que se constipe, últimamente san mungo está lleno de enfermos.

−La secare bien. −Ycogiendo a su hija en brazos se fueron escaleras arriba, mientras Hermionemiraba una última vez la foto de sus padres y se iba a la cocina a preparar lacena.

Antes de ponerse acocinar miro por la ventana y vio que los arboles no dejaban de moverse porculpa del aire, hacia mucho frio ni loca salía a la calle, por suerte ya notendría que salir Sirius ya había sacado a los perros a pasear y podíandisfrutar de el calor del hogar, y olvidándose del frio que hacía fuera se pusoa preparar la cena.

El tiempo fue pasandoy pronto el frio invierno dejo paso a la primavera, aunque en Londres no sepodía apreciar bien, pues era como si aun estuvieran en invierno, el sol sedejaba ver a ciertas horas del día.

Termino de pasarenero, febrero y marzo para llegar a abril, Hermione recordaba que en esasfechas, Quirell se había acercado a Hagrid para descubrir el secreto de Fluffy.

 

Ese día le dijo aRemus que salía un poco antes de su ronda y se fue a ver a su padre que comosiempre estaba en su despacho.

Al llegar alministerio saludo a varias personas a las que conocía y se fue al despacho desu padre, después de saludar a la secretaria, pico a la puerta y cuando ledieron permiso entro.

Charlus que estabasentado detrás de su escritorio al verla dejo de hacer lo que estaba haciendo ylevantándose la fue a abrazar.

−No te esperaba, ¿todobien?

−Si papa, solo queríasaber cómo vas con lo del dragón.

−He enviado a misaurores para que controlen el caldero chorreando por la noche, pero de momentono han encontrado a nadie, y estamos vigilando a Hagrid.

−Igual Quirell sabecomo esconderse, y puede dar esquinazo a tu gente.

−Lo sé, pero lo quenosotros queremos es pillarlo delante del espejo, así que tampoco queremosimpedirle que se reúna con Hagrid.

−Ese hombre me caebien, pero es bastante simple cuando se trata de animales mágicos y criaturaspoco comunes, y habla demasiado sin darse cuenta.

−La verdad es que si.−Y le sonrió. −No te preocupes esta todo preparado.

−Lo sé. −Ylevantándose le dio un beso y le sonrió. −Tengo que ir a buscar a la monstruitade tu nieta a la escuela.

−¿Qué tal esta?

−Muy bien pero desdeque fuimos a las clases de cocina de Molly siempre me quiere ayudar incluso meha pedido un delantal.

Charlus le sonrió.−Eso está bien, así tienes un pinche de cocina.

−Mi pinche se cometodo lo dulce que ve, la tengo que ir controlando.

−Es como su padre.

−Y que lo jures, mevoy nos vemos pronto. −Y dándole otro beso en la mejilla se fue.

Una semana después,Charlus estaba en su despacho, cuando tocaron a la puerta.

−Adelante. −Dijo sinlevantar la cabeza de sus documentos.

La puerta se abrió y entroun auror. −Señor hemos visto al guardabosques Hagrid con un hombre sospechoso,iba completamente oculto en una capa.

−¿Lo parasteis?

−No señor, como nosordeno solo observamos y no intervenimos.

−Estupendo. −Y dejandosus documentos se levanto y lo miro. −Gracias, ya puedes volver a tu trabajo,yo mismo me ocupare de esto.

−Sí señor. −Y se fue.

Charlus salió de sudespacho y hablando un momento con su secretaria se fue a buscar a James ySirius y se los encontró en la sala que tenían los aurores para pasar el rato.

−Sirius, James vamos. −Lesdijo.

−¿Dónde?

−A hogwarts.

−Genial así podre vera Harry.

Y así los tres auroresse fueron a hogwarts, al llegar se fueron directos a ver al profesor Dumbledoreque estaba en su despacho.

−Buenos días Albus.

El director que estabadetrás de su escritorio miro a su antiguo amigo. −Buenos días Charlus. ¿Vienespor motivos oficiales?

−Así es, he escuchadoque Hagrid se reunió con un hombre misterioso en el caldero chorreante, y megustaría hablar con él.

−Hagrid es un buenhombre, el no ha hecho nada.

Charlus asintió. −Lo séAlbus, pero tenemos que hablar con él, sabes mejor que nadie que Voldemortpuede volver en cualquier momento y no quiero que nos pille desprevenidos.

−Está bien, pero yo estarépresente.

−Como quieras. −Ysaliendo del despacho se fueron a la cabaña de Hagrid.

 

Picando a la puertaesperaron a que le abrieran, el guardabosques no tardo mucho en abrirles lapuerta, pero solo un resquicio como si no quisiera que vieran lo que habíadentro. −Buenos días profesor Dumbledore.

−Buenos días Hagrid,tengo que hablar contigo.

−Ahora no es un buenmomento profesor.

−No vengo solo. −Yabriendo bien la puerta, el semigigante pudo ver a los aurores. −Tienen quehablar contigo.

−No he hecho nada. −Sedefendió Hagrid.

Charlus lo miro. −Hablaremosdentro. −Y sin esperar a que el hombre le diera permiso entro seguido por Jamesy Sirius.

James se puso a mirarlas cosas que el semigigante tenia cuando vio que la chimenea estaba encendiday había un caldero en el fuego, acercándose saco la tapa y vio un huevo.

−¿Hagrid qué es eso? −Preguntoel auror mirando al semigigante. −¿Qué tienes en el fuego?

−Solo es un regalo.

Sirius acercándose vioque era un huevo de dragón. −Es un huevo de dragón. −Y miro a Hagrid. −Tener unhuevo de dragón o un dragón es ilegal. −Y lo saco del fuego.

−No, lo puedes quitaraun se está incubando, si lo sacas antes del fuego lo mataras.

−Hagrid deja que se lolleven, lo que has hecho está mal. −Le dijo Albus.

−Pero profesor solo esun huevo.

Charlus paro esaconversación, porque sino nunca terminarían, mirando a Hagrid le dijo: −Siriusse va a llevar el huevo y no se hable más. −Y miro a su sobrino. −Llévatelo.

−Sí. −Y sin decir nadamás se lo llevo.

−Ahora que el tema deldragón se ha terminado, quiero saber quién te lo dio.

Hagrid que estabamirando la puerta por donde Sirius se había llevado a su querido huevo dedragón, dejo de hacerlo y miro al auror. −No lo sé, llevaba una capa y no lepude ver bien la cara.

−¿Te pregunto algo?

El semigigante miro alprofesor Dumbledore.

−Hagrid no es Albusquien te está haciendo las preguntas sino yo, así que no le mires y dímelo. −Ymiro a su hijo. −James, llévate al director fuera.

−No, yo te he dejadohablar con Hagrid con la condición de que yo estuviera delante.

Charlus lo miro. −Noes una pregunta, es una orden, como jefe de los aurores tengo todo el derecho,¿o quieres que vuelva con una orden de algún juez y que Hagrid se pase un parde semanas en Azkaban?

El guardabosques volvióa mirar al director.

−No tengo todo el día.−Les dijo Charlus, pero viendo que nadie le hacía caso, miro a su hijo. −James,ahora.

−Si papa. −Y cogiendodel brazo al director abrió la puerta y lo saco al patio.

Cuando el jefe de losaurores se quedo a solas con Hagrid lo miro una vez más. −Ahora mismo mecontaras que es eso tan oculto que estas guardándote que necesitas el permisodel profesor Dumbledore para poder hablar, o terminaras en Azkaban no dossemanas sino entre un mes y dos meses.

El semi gigante que sehabía asustado mucho con lo que Charlus le dijo lo miro, el no quería terminaren Azkaban. −El desconocido me pregunto si ocultábamos algo en el castillo.

−¿Y tú que le dijiste?

−Que sí. −Y agacho lacabeza. −Había bebido mucho y se me escaparon algunas cosas.

−No te preocupes no estu culpa, ¿Qué le dijiste más?

−Que Fluffy el perrode tres cabezas solo se tranquiliza con música y que protege la piedra filosofal.

 

−¿Le dijiste algo más?

−No señor.

Charlus lo miro. −Sientosi te he asustado, pero necesitaba saber lo que me ocultabas, no te preocupesno vas a ir a Azkaban. −Y dándole una palmadita en el brazo, salió al patio ymiro furioso a Albus. −Te deje bien claro que no quería esa piedra en estaescuela y me has ignorado completamente, ahora no puedo hacer nada porqueestamos a medio curso, pero en junio cuando termine el año escolar, recibirásuna orden formal de que te tienes que presentar a una orden disciplinaria, sipiensas que me puedes tomar el pelo como quieras, estas muy equivocado. −Y miroa su hijo. −Vamos a ver a Harry y a los niños y volvemos a casa.

−Sí. −Y los Potter sefueron al castillo, en busca de los niños para saludarles.

Una vez en el castillolos alumnos que se encontraban con los aurores se quedaban mirándolos, pocoshabían visto a aurores en persona, y mucho menos al jefe de ellos, el uniformede Charlus era igual que el resto de los aurores pero de diferente color,mientras los aurores normales lo llevaban de color marrón, el de Charlus eranegro además siempre salía en la prensa cuando atrapaban a criminalespeligrosos.

Charlus no solo sededicaba a dar órdenes a sus aurores, sino que también hablaba con la prensacuando lo tenía que hacer y cuidar de que sus aurores estuvieran bien.

−Papa abuelo. −Harryse acerco corriendo y abrazo a su padre. −¿Qué hacéis aquí? ¿Habéis venido aatrapar a algún alumno que ha copiado?

Charlus lo miro.− Esote pasara a ti si descubro que has copiado en algún momento.

−No abuelo. −Le dijoel niño. Y−o nunca copio.

−Eso espero, porque losPotter no hacemos trampa.

−Nunca. −Y miro a susamigos y luego a su abuelo. −Abuelo, ellos son Seamus Finnigan y Dean Thomas,los que te pedí que invitaras a la fiesta.

−Los recuerdo. −Charlusmiro a los jóvenes leones que los miraban con miedo, y sonriendo les dijo. −Nohe venido a detener a ningún copión.

−Eso espero Charlus,porque ya todos te miran con terror. −Dijo Severus que se acercaba y miro a susalumnos. −El jefe de los aurores no va a llevar a nadie a Azkaban, pero paraque no os lleven tendréis que estudiar mucho así que ahora todos a vuestrassalas comunes a estudiar.

Y tras decir eso, losalumnos se fueron corriendo.

−Que efectividad. −Severusmiro a Charlus. −Creo que a partir de ahora te pediré que vengas una vez porsemana por lo menos.

El auror se rio. −Nome importa hacerlo, ¿podemos hablar?

−Claro que sí. −Y asílos dos hombres se fueron a un lado mientras James miraba a los niños.

−Ya solo queda unasemana para las vacaciones de pascua, ¿estáis contentos?

−Sí, pero antestenemos que aprobar los exámenes.

−Seguro que lo haréisbien.

−Eso esperamos.

−James ya nos podemosir. −Le dijo su padre que ya había terminado de hablar con Severus. −Tenemosque volver a Londres.

−Sí. −Y antes de irsemiro a Harry. Nos vemos la semana que viene en King Cross.

−Si papa, dale un besoa mama de mi parte.

−Claro que sí. −Ydespidiéndose de todos los aurores se fueron.

Dean y Seamus mirarona Harry. −Tu abuelo mola un montón.

Harry asintió. −Es queel que más mola de todos, incluso más que mi padre, es el héroe de toda lafamilia.

−No solo para lafamilia, sino para mucha otra gente también. −Les dijo Severus. −Ahora ir avuestra sala común que tienes que estudiar para los exámenes.

 

−Ahora mismo profesor.−Y así los leones se fueron a la torre gryffindor a estudiar.

Unas semanas despuésSeverus estaba en el gran comedor, cenando con todos los demás, cuando vio queDumbledore no se presentaba, después de cenar el profesor se acerco a Minerva.

−¿Dónde está elprofesor?

−Ha tenido que ausentarseunos días, volverá pronto. −La profesora lo miro. −¿Lo necesitabas para algo?

−No, es que me haextrañado no verlo.

−Esta misma mañana meha avisado de que tenía que irse, pero como te he dicho volverá pronto.

−Gracias.

−De nada. −Minerva aunse asombraba sobre el comportamiento de Severus, cuando era estudiante habíasido bastante borde incluso con los profesores, pero ahora no es que sonrieratodo el tiempo pero había cambiado mucho, debía de ser por su mujer, Marleneque era un sol de mujer.

Dandole las buenasnoches, Severus se fue a su casa, cuando llego, vio que sus hijos ya estabandormidos, de vez en cuando se quedaba a cenar en la escuela pues así se enterabade todos los cotilleos que rondaban por allí.

Saludando a Marlene seacerco a su lechuza y escribiendo una carta la ato a la pata del animal ypronto este estuvo volando y desapareció.

−¿A quién le hasenviado un mensaje tan tarde?

−A Charlus, me pidió quecuando el profesor Dumbledore desapareciera, se lo dijera.

−Aun no me creo quenuestra Hermione venga de otra realidad.

Severus la miro. −Puesviene, sabe muchísimas cosas que ni te imaginarias, ella ha ayudado a muchagente.

−Sí, ¿nos vamos adormir?

−Sí, ya se estáhaciendo tarde y mañana hay que madrugar para trabajar. −Y cerrando todo sefueron a su habitación.

Mientras los Snape seiban a dormir, Charlus no tardo mucho en recibir la carta de Severus, y dejandoa su mujer ya durmiendo, se fue a buscar a su gente de confianza a Seymour, aJames, Chi, Sirius y Remus.

Cuando los cincoestuvieron reunidos, se fueron a la escuela al tercer piso donde tanto Hermionecomo Hagrid les había dicho donde podían encontrar a Fluffy.

Al llegar a lahabitación vieron que el perro ya estaba dormido y la trampilla estaba abierta.

−Cuando vea aDumbledore yo mismo lo matare. −Dijo Seymour. −Como tiene un bicho así en laescuela llena de niños.

−Luego hablamos deeso, ahora tenemos que ocuparnos de esto que es importante. −Y haciendo unnuevo hechizo al arpa para que no dejara de sonar, bajaron por la trampilla.

Una vez abajo,lanzaron el lumos solem y el lazo del diablo gruñendo los dejo pasar.

En la siguiente salafue el turno de James de usar sus técnicas de vuelo y no tardo mucho en atrapara la llave mágica y pudieron seguir a la siguiente sala, donde se encontraba elajedrez gigante.

−Remus te toca. −Charlusmiro al medi mago. −Haz tu magia.

−No tardare mucho. −Ymirando las piezas que se habían destruido y los movimientos que podía hacer,en menos de diez movimientos era jaque mate y podían pasar.

−Esta es la últimasala. −Charlus los miro. −Os quiero muy atentos. −Y miro a Remus. −A ti tequiero aquí para que luego nos puedas ayudar si lo necesitáramos.

−Me quedare aquí, peroir con cuidado.

 

−Lo tendremos. −Ycolocándose los amuletos anti avada kedabra siguieron a la siguiente sala.

Al llegar vieron queQuirrell estaba delante del espejo.

−Quirrell. −Charlus lellamo. −¿Qué haces aquí?

El profesor alescuchar al jefe de los aurores se giro y lo miro. −Tú, tu sabes como mi amopuede conseguir lo que busca, ¿verdad?

−No sé de qué me estáshablando, solo he venido porque me han avisado de que el profesor Dumbledore noestaba en la escuela y nadie sabía de ti hacia tiempo.

−No me mientas. −Grito.−Odio que me mientan.

−¿Y porque te tendríaque mentir?

−Porque sabes quiénsoy. −Se notaba que el profesor estaba cada vez más nervioso, primero porque noconseguía la maldita piedra y luego porque allí habían cuatro aurores muypoderosos y Chi que por lo que había leído era un pocionista y mago quetrabajaba con magia negra muy poderoso y el solo era uno, bueno dos pero suseñor no podía hacer nada.

Déjamehablar con ellos.

−¿Mi señor estáseguro?

Si.

Quirrell haciendo casoa su amo, se quito el turbante y girándose Voldemort los miro. −Mira lo que mehas obligado a hacer maldito Potter, sobrevivir así.

−Veo que ya te dejasver, Tom Riddle. −Le dijo Charlus mirándolo. −Hace semanas incluso meses quesabemos de que estas en la escuela, desde que soltaste al troll.

−Es mentira. −Grito.

−¿Y yo porque tendríaque mentir? Eso solo lo haces tú, mentir a profesores insignificantes que notienen confianza en sí mismos, como Quirrell, aun no sé como matarte parasiempre, pero esta noche no te llevaras la piedra. −Y miro a Chi. −Destruye elespejo.

−Ahora mismo. −Ycogiendo su varita lanzo varios hechizos de su propia cosecha antes de queQuirrell pudiera moverse, cuando el espejo estuvo roto, el mago chino miro aVoldemort. −La piedra ha sido destruida para siempre, ¿Qué harás ahora?

−Ahora moriréis. −Yfurioso los intento atacar, pero ellos eran mas y mucho más poderosos y fueronlos aurores quienes ganaron.

Unas horas más tarde,los aurores se encontraban en la enfermería cuando Albus entro.

Charlus levantándosese acerco al director. −¿Dónde estabas? Tu trabajo es ocuparte de tus alumnos yni siquiera sabes hacer bien eso, ahora cuando termine el año escolar recibirásla notificación que te dije. −Y miro a su gente. −Nos vamos, aquí ya hemosterminado. −Y volvió a mirar al profesor. −La piedra filosofal o lo que sea hasido destruida, también me he ocupado de que mi gente se lleve al perro de trescabezas bien lejos de la escuela. −Y sin decir nada más se fue con su gente.

Una semana después,era la audiencia de la orden disciplinaria de Dumbledore y mucha gente habíaido a verla, nadie quería perderse ese espectáculo, como había mucha gente queaceptaba al director, había mucha otra gente que no y querían verlo hundido.

−Hoy nos encontramosaquí, porque el señor Charlus Potter jefe de aurores de Inglaterra ha levantadovarias acusaciones graves contra el señor Albus Dumbledore director dehogwarts.

La primera queja esque se puso a investigar sobre la vida de Hermione Black Potter, cuando lamujer solo es una medi maga madre de familia, dedicada a su trabajo y a sufamilia sin ningún expediente abierto, y aunque lo hubiera él es el director dela escuela no un auror.

 

La segunda quejatambién la puso el jefe de los aurores, al saber que un troll de las montañas seencontraba en hogwarts, un lugar lleno de niños, el troll fue llevado por elprofesor Dumbledore para que protegiera la piedra filosofal del señor NicolasFlamel que tampoco tenía que estar allí, esas cosas se tienen que guardar engringotts no en una escuela llena de niños.

Y por último latercera queja, que como las dos anteriores, también la ha puesto CharlusPotter, por no hacerle caso y seguir guardando la piedra en el castillo, en unade las ausencias del director que aun no ha explicado porque de la ausenciacuando tenía que quedarse en el colegio por si algún alumno o algún profesor lonecesitaba, el profesor Quirinus Quirrell, se quiso hacer con la piedra ytermino muerto.

Con tres quejasformales, el señor Dumbledore sería despedido de su trabajo, pero losprofesores del hogwarts y otra gente, nos han escrito una carta pidiéndonos queno lo hagamos que Dumbledore lleva muchos años en la escuela. −Uno de losjueces miro a Charlus. −¿Auror Potter que dice ante la carta?

−No me importa si seva o se queda, pero quiero que se dedique a cuidar de sus alumnos que para esoes el director de hogwarts y que no meta criaturas peligrosas en la escuela,mis nietos y mis sobrinos estudian en ese centro, y temo que un día vengan aavisarnos de que alguno ha sufrido daños o algo peor que han muerto.

Al escuchar eso,muchos padres que habían ido asintieron, lo que mas temían es que en un lugarcomo hogwarts que era una escuela y sus alumnos tenían que estar seguros yprotegidos hubieran heridos o asesinatos.

−Está bien. −El juezmiro a Albus. −Profesor Dumbledore, de momento está a prueba, si este próximoaño no recibe ninguna queja podrá quedarse en la escuela, si recibe algunaqueja de algún padre, será expulsado inmediatamente de la escuela, y no podrávolver a acercarse a hogwarts nunca más.

−Antes de que termine.−Charlus miro al juez. −Quiero que se deje en paz a mi familia, sobre todo a mihija Hermione, no quiero una caza de brujas hacia ella, porque una niña queacaba de empezar en la escuela tiene el mismo nombre y se parecen.

−No se preocupe señorPotter, eso también será aclarado ahora mismo. −El juez miro un momento al públicoy luego a Albus. −Ya se han hecho las pruebas necesarias sobre la señoraHermione Black, y la niña Hermione Granger, y aunque se parecen no tienen nadaque ver una con la otra, no comparten el Adn, así que no son ni familiaresdirectos ni indirectos así que esta cuestión se termina aquí, si alguien seacerca alguna de las dos, se considerara acoso y se detendrá y se hará unjuicio contra su persona, y con todo esto terminamos. −Y cogiendo su martillopico y se fue.

Cuando los jueces sefueron, la familia miro un momento a Albus y se fueron.

Al llegar a su casa,los adultos se acercaron un momento a ver a los niños que estaban disfrutandode un día de verano en el jardín y comprobando que todo estuviera bien, sefueron a sentar al salón.

−¿Creéis que nosdejara en paz?

−Sí que lo hará. −Charluslos miro. −Ahora Albus está considerado no solo un acosador sino un hombre queno le importa la seguridad de sus alumnos, y ya todo el mundo sabe que esta essu última oportunidad si vuelve a recibir una nueva queja será expulsado, y lopeor que puede haber es que te expulsen de un trabajo.

 

−Esperemos que nosdeje en paz. −Hermione miro a su padre. -Hablando de otra cosa, papa este añoes lo de la cámara de los secretos, aunque Lucius no le dé el diario a Ginny,creo que igual alguien lo recibirá y la cámara será abierta.

Al escuchar eso, todosmiraron preocupados a Charlus.

−¿Qué hacemos? −PreguntoLily a su suegro.

−De momento no podemoshacer nada, tenemos que esperar a ver si efectivamente empiezan laspetrificaciones si ocurrieran entonces actuaríamos. −Y los miro. −Ahora noquiero que os empecéis a preocupar, aun quedan muchos meses, y no solotendremos a Severus en la escuela sino también a Regulus, que ya ha recuperadosu puesto de pociones.

Hermione miro a sucuñado. −¿Qué tal este año sabático?

El hombre le sonrió. −Muybien, me ha ido muy bien para estudiar con Chi, me ha enseñado cosas realmenteinteresantes y ya tengo ganas de enseñárselas a mis estudiantes.

−Eso está muy bien,¿el profesor Dumbledore no te ha dicho nada?

−Nada, piensa que mehe tomado el descanso para mejorar mis conocimientos con Chi, y como él esconsiderado un gran maestro no se ha extrañado.

−Mejor, ya tenemossuficientes cosas sin tener que meter más.

−Ahora nostranquilizaremos y disfrutaremos del verano que acaba de empezar. −Les dijoDorea.

−Es lo que haremos,disfrutar bien del verano. −James levantándose los miro. −No se vosotros pero amí me apetece bañarme en la piscina así que me voy a cambiar. −Y se fue a suhabitación a cambiarse de ropa.

Los otros también sefueron a cambiar para disfrutar de un día en la piscina y olvidarse un poco delas cosas que pasarían el año próximo.

Las vacaciones deverano se fueron tan pronto como llegaron, y un año más estaban despidiéndosede los niños en King cross.

Durante las primerassemanas del curso todo fue bien, Dumbledore estaba centrado en su trabajo y losprofesores en sus alumnos.

Harry y Dracoconsiguieron entrar en el equipo de quidditch de sus casas, y esta vez Draco notuvo que comprar al equipo con las nimbus 2001.

Todo iba bien hastaque una noche se encontraron a la gata de Filch petrificada, algunos alumnosque estaban de paso miraron con miedo a la gata que no se movía.

Dumbledore los miro. −Alumnosvolver a vuestras salas comunes, los profesores nos ocuparemos de esto.

−De esto se tiene queocupar los aurores. −Les dijo Will que también se había acercado, y miro aldirector. −Tiene que llamar a los aurores, sino lo hace usted lo haré yo, mipadre me dijo que si veía algo raro no dudara en avisarle, que puede que ustedno lo hiciera.

−Will tranquilo. −Regulusse acerco y lo miro. −Yo mismo avisare a mi tío, ahora lleva a los pequeños ala sala de gryffindor.

El chico asintió. −Ahoralos llevo. −Y lanzándole una mirada a Dumbledore se llevo a sus compañeros.

Cuando los profesoresse quedaron solos, Regulus miro al director. −No es culpa de los niños que yano confíen en usted, es usted mismo quien lo ha hecho, tendrá que esforzarsemucho en ganarse de nuevo esa confianza. −Y miro a su mejor amigo. −Vamos aavisar a mi tío.

−Sí, porque esto es sutrabajo. −Y así Severus y Regulus se fueron a avisar a Charlus y a sus aurores.

No mucho tiempodespués los aurores ya habían llegado y Charlus mandaba a su gente a quecomprobaran todas las salas de la escuela.

 

−No quiero a ningúnalumno fuera de su sala común, quiero que por lo menos dos aurores vayan a lassalas y se queden vigilando que nadie salga.

−Sí señor. −Y enparejas se fueron a hacer el trabajo que su jefe les había ordenado.

Charlus se acerco a Dumbledorey lo miro. −Tranquilo Albus no es tu culpa, sea de quien sea no es la tuya. −Ymiro a Severus y Regulus. −Habéis hecho bien en llamarme, lo que tenemos aquíes algo serio. −Y miro a Albus. −Nunca encontramos la cámara de slytherin puespensábamos que era una leyenda, pero puede que no lo sea, hace cincuenta añosMyrtle murió de manera sospechosa y ahora pasa lo mismo, ¿no lo encontráis unpoco extraño?

−Hace cincuenta añosya buscamos la cámara por todos lados y no encontramos nada.

−Es verdad, hacecincuenta años no encontramos nada, pero este año tenemos a alguien que hacecincuenta años no teníamos a Myrtle, ya ha pasado mucho tiempo así que seguroque ya recuerda como murió.

Algunos fantasmascuando morían no recordaban como habían muerto, pero con el tiempo eso sesolucionaba.

−Myrtle se pasa todoel tiempo en los baños. −Le dijo Regulus.

−Pues iremos a losbaños. −Charlus miro a Albus. −¿Quieres venir con nosotros?

El director lo miro deuna manera que hizo que el auror se riera. −Albus no pongas esa cara, no estoytramando nada. −Y lo miro seriamente. −Yo solo quería que dejaras en paz a mifamilia y que te ocuparas de tu trabajo, lo estás haciendo así que no hayproblema con que nos acompañes.

−Está bien, irécontigo.

−Estupendo. −Y miro alos profesores más jóvenes. −Regulus y Severus vosotros ya os podéis ir avuestras casas, seguro que Dorcas y Marlene están preocupadas.

−Sí que nos iremos, sisabéis cualquier cosa avisarnos.

−Lo haremos. −Y viendocomo se iban miro a James, Sirius y Saymour. −Vosotros vendréis con nosotros.

−Sí. −Y así los cincose fueron al baño donde se encontraron a Myrtle que como siempre estabalamentándose. Todo sobre Golf

−Hola Myrtle. −Lesaludo Sirius.

La fantasmairguiéndose se acerco volando y lo miro. −¿Has venido a verme?

Sirius le sonrió. −Claroque sí.

Entonces Myrtle sepuso colorada, que alguien como Sirius le dijera esas palabras hacia que sumundo se volviera rosa.

−Sirius deja de ligar.−Susurro James. −Hemos venido por algo importante.

El hombre lo miro. −Losé, pero es mejor así, dejármelo a mí. −Y miro a la fantasma. −Oye Myrtle ¿tehas enterado de lo que ha pasado?

La fantasma lo miro. −¿Lode la gata?

−Sí.

−Qué pena aunque esagata es muy molesta no deja nunca de molestar.

−La verdad es que esbastante molesta, persiguiendo siempre a los alumnos que quieren pasar un rato,¿me preguntaba si últimamente has visto cosas extrañas o has escuchado algoraro?

−¿Algo raro?

−Si, como lo que temato hace cincuenta años.

La fantasma lo miro. −Nohe visto nada raro.

−¿Recuerdas comomoriste?

−Sí.

−¿Me lo puedes contar?

−Ese horrible de Olive Hornby se burlo de mis gafas, así que me vine allorar aquí y empecé a escuchar unos ruidos, cuando abrí la puerta para que medejara en paz, lo vi, unos horribles ojos amarillos y puf me morí.

−¿Unos ojos amarillos? −Pregunto Sirius a su tío aunque sabíaperfectamente de que se trataba, tenía que hacer un poco de teatro delante deAlbus.

−Un basilisco. −Y miro a Albus. −Eso quiere decir que Hagrid no tuvonada que ver con el ataque, y su expulsión fue un error.

−Siempre lo he sabido, pero nadie me ha querido escuchar. −El directorlo miro. −En esa época Tom Riddle ya estudiaba en la escuela.

−No es tu culpa, cuando terminemos con el basilisco nos ocuparemos debuscar justicia para Hagrid.

Dumbledore lo miro. −¿Teescucharan?

−A mi sí. −DijoSirius. −Pero ahora no hay tiempo para hablar de esto, tenemos cosas de las queocuparnos. −Y miro a Dumbledore. −Que tu no me escuches, no quiere decir quelos demás no lo hagan, pero como he dicho no hay tiempo para eso ahora mismo. −Ymiro a su tío. −Tenemos que encontrar la entrada.

−Empecemos que notenemos todo el día. −Y separándose se fueron a buscar alguna señal de que allíhabía una puerta que les llevara a la cámara secreta.

James acercándose alos grifos que era donde Hermione le había dicho que estaban las serpientes sepuso a tocarlos hasta que los encontró.

−Papa creo que heencontrado algo.

Charlus acercándosemiro los grifos y vio unas serpientes. −Es aquí. −Y miro a Sirius. −Es unaserpiente tienes que hablar parsel.

−No me gusta, perobueno esta vez le daré las gracias a la loca de mi madre por haberme enseñadoese idioma endemoniado.

−Sí.

Y hablando parsel, lepidió al grifo que se abriera, y como si los lavamanos tuvieran oídos seabrieron para dejar una escalera.

−Tener cuidado. −Charlusmiro a los hombres. −Si escucháis cualquier sonido cerrar bien los ojos ymantenerlos cerrados hasta que os digamos. −Y con su varita bien levantadaempezó a bajar y los demás lo siguieron.

Por suerte pudieron irbien por los corredores pues no se encontraron ningún basilisco, hasta quellegaron a la puerta de las serpientes que estaba cerrada, al acercarse lacerradura serpiente empezó a moverse y la puerta no tardo mucho en abrirse.

Cuando la puertaestuvo completamente abierta, vieron una gran estancia con una cabeza al finaly un montón de serpientes a los lados.

−La cámara deslytherin. −Dijo Dumbledore mirando a su alrededor.

−Sí, ahora quédateatrás a partir de aquí es nuestro trabajo. −Le dijo Charlus y miro a losaurores. −Ir con cuidado.

−Sí. −Y con lasvaritas levantadas se fueron acercando a la cabeza.

Charlus vio queDumbledore no le había hecho ningún caso y los había seguido. −Joder Albus ¿Quéno entiendes cuando la gente te dice que te quedes atrás? Por Merlín eres desesperante,cuando terminemos con esto y si alguno sobrevive tendremos una charla muylarga, ahora ponte a un lado y no molestes.

Cuando Dumbledore sepuso a un lado, Charlus miro a Sirius. −Dile que salga, esperemos que este allídentro, sino todos terminaremos muertos. −Hermione le había dicho que elbasilisco estaba allí dentro así que no tenía que preocuparse además, Chi lehabía dado unas pociones mucho más fuertes que las lágrimas del fénix, así queconfiaba tanto en su hija como en su amigo que nunca le habían fallado.

−No olvidéis laspociones. −Dijo James y metiéndose la mano en su bolsillo saco dos.

−¿Qué son? −PreguntoDumbledore.

−Corta el rollo. −Seymourlo miro. −¿Crees que es el momento de preguntar de que son las pociones?, abrelos ojos nos vamos a enfrentar a un basilisco. −Y miro a Charlus. −Lo tendríasque haber dejado que se quedara arriba.

 

−Ahora mismo pienso lomismo. −Y miro a Dumbledore. −Cállate de una vez, el basilisco no se va a ponera esperarnos cuando empiece a salir. −Y miro a su sobrino.− Sirius empieza ya.

−Sí. −Y hablando enparsel le pidió a la serpiente que saliera.

La boca no tardo muchoen abrirse y una gran cabeza empezó a salir, los aurores nada más ver el morrodel basilisco les tiraron las pociones y el bicho empezó a perder la piel comosi estuviera quemándose.

Charlus haciendo señasles dijo que cerraran los ojos y contaran cinco para tirarles las primeras yluego 10 para tirarles las últimas.

Los aurores haciéndolecaso cerraron los ojos y contando cinco y otros diez volvieron a tirar laspociones, y se escucho el silbido furioso de la serpiente y no mucho tiempodespués fue un silbido agonico y poco a poco el silbido se fue apagando, hastaque ya no se escucho nada más.

Los aurores abrieronlos ojos y vieron que la serpiente había perdido mucha piel y en muchas partessolo se podía ver el hueso.

−Seymour y Siriusocuparos de los ojos, dejarlo ciego. −Les dijo Charlus.

−Sí. −Y subiéndose ala parte de atrás de la cabeza que seguía entera le lanzaron varios hechizos. −Yaestamos. −Seymour miro a Charlus. −¿Nos llevamos los colmillos?

−Sí. −Charlus hizoaparecer una espada y con cuidado de no tocar directamente los colmillos loscorto y quitándose la capa los envolvió. −Ya estamos, salgamos de aquí, auntenemos mucho trabajo del que ocuparnos. −Y saliendo de la cámara, Charlus lacerro y puso varias barreras mágicas y miro a Dumbledore. −Por si se te habíaocurrido venir a investigar. −Y alejándose un poco hizo que el techo se desplomarapara que nadie pudiera seguir avanzando.

Una vez de vuelta a lasuperficie Charlus le dio los colmillos a James. −Llévalos con Chi, dile lo queson, a ver si puede hacer algo con ellos, los demás nos iremos a descansar ymañana por la mañana regresaremos hay que encontrar a la persona que hapreparado todo esto.

−Nos vemos mañana. −Ycogiendo la capa de su padre con cuidado se fue.

Los auroresdespidiéndose se fueron a sus casas, había sido una noche bastante larga sefueron a sus casas a descansar.

Al día siguiente, losalumnos se despertaron sin saber que ese día sería bastante movido, al entraren el comedor y sentarse en sus mesas para desayunar, empezaron a entrar losaurores, encabezados por Charlus.

Mientras su padre seocupaba de su trabajo, James se fue a sentar al lado de su hijo y Sirius lomismo.

−Buenos días a todos. −Charlusmiro a los alumnos. −Hoy de momento no habla clases, nos quedaremos aquí hastaque el colegio sea revisado completamente. −Y miro a sus aurores. −Seymour tequiero en la sala común de slytherin, quiero que lo revises todo, no te dejesnada.

−Sí. −Y llevándose asu equipo se fueron.

Charlus miro a su hijoy su sobrino suspiro porque sabía que ellos no se moverían de allí así que miroa Frank que lo miraba sonriendo. −Ves a la torre de gryffindor, no dejes nadapor revisar.

−Si.− Y con otroequipo se fue.

Para las salas dehupplepuff y ravenclaw envió dos equipos más, y más de 30 aurores se pusieron arevisar todo el castillo.

 

Mientras ellostrabajan, nosotros nos quedaremos aquí pasando el tiempo.

−No puede hacer eso. −Gritoun alumno poniéndose de pie.

Charlus lo miro y vioque era un slytherin. −¿Cómo te llamas?

−Tío Charlus es MarcusFlint. −Le dijo Draco desde su sitio.

−Gracias Draco. −Elauror miro al chico. −Flint sí que puedo revisar la escuela, no solo porque soyel líder de los aurores, sino porque tengo el permiso del ministro y delwizarmon, así que como ves nadie me puede impedir que lo haga, así que siéntatey sigue desayunando.

El chico gruñendo hizolo que Charlus le dijo.

El auror viendo quehabía sido obedecido, se acerco a Hagrid.

−Buenos días.

El semi gigante lomiro. −Buenos días.

−Ya he hablado con elministro y otra gente, hace cincuenta años se cometió una injusticia contigo,no se te investigo y todos dieron por hecho que tu mataste a Myrtle pero ahorahemos sabido que tu no podías haberla matado, porque lo que la mato fue unbasilisco y tú no sabes parsel, así que dentro de poco recibirás un comunicado oficialdel wizarmon para que te presentes en el ministerio y te permitirán de nuevohacer magia. −Y miro a Albus. −¿Qué te parece?

−Gracias.

−De nada. −Y se fue asentar con su familia.

−Abuelo. −Casiopea seacerco a Charlus y lo abrazo.

El hombre le sonrió. −¿Quétal tus clases?

−Abuelo es muysencillo, puedo hacer los deberes con los ojos cerrados.

−Eso es porque hasheredado el cerebro de tu madre. −Y miro a Hermione. −Buenos días.

−Buenos días señorPotter.

−Sentaros y desayunar.−Les dijo Sirius que había cogido un pequeño bollo y se lo estaba comiendo. −Vaa ser una mañana muy larga, hasta que no terminen de revisar todo el castillo,nadie podrá salir.

−No importa. −Y sepusieron a desayunar.

Casi cinco horasdespués, el castillo había sido revisado completamente desde las mazmorrashasta la punta de la torre más alta.

Una vez terminara larevisión, Charlus miro a sus jefes de equipo. −¿Habéis encontrado algo?

−Frank y los demásdijeron que no.

−Yo sí. −Seymour leentrego un diario.

El auror mirándolobien, vio que en un lado había un nombre en pequeño. −Tom Morvolo Riddle. −Ymiro a Albus. −Es esto.

−Sí. −Y miro aSeymour. −¿Quién de mis alumnos lo tenía?

Os tengo que confesar que no tengo ni idea de que slytherin poner como el servidor del diario así que me iría bien una pequeña ayuda, solo os pido que sea alguno de slytherin, gracias, espero vuestros nombres.

−Una alumna desegundo. −Y miro a la mesa de los slytherin. -Millicent Bulstrode. −Y miro asus aurores. −Llevarla al ministerio se le interrogara. −Mientras los auroresdetenían a la chico, el auror miro a Charlus. −¿Qué hacemos con el diario?

−Llévalo con Chi.

−Ahora mismo, peroantes ten. −Y le dio dos botellas de whisky de fuego.

−¿Dónde has encontradoesto?

−En el baúl de un talMarcus Flint. −Y se fue.

Charlus acercándose aMarcus le enseño las botellas de whisky. −Es ilegal tener botellas de alcoholen la escuela, solo se permite cerveza de mantequilla por su bajo contenido enalcohol. −Y miro a Dumbledore. −Ahora sabes porque no quería que revisáramoslas cosas.

 

−Gracias.

−De nada, prontotendrás de nuevo a tu alumna de regreso a la escuela. −Y miro a Sirius y James.−Vámonos.

−Sí. −Y levantándosemiraron a sus hijos. −Nos vemos pronto. −Y se marcharon con Charlus y los demásaurores.

Cuando la escuelaestuvo vacía de aurores, Dumbledore los miro a todos. −Hoy ya no se puede hacernada, así que quiero que todos volváis a vuestras salas comunes a estudiar o loque queráis. −Y miro a Severus. −Espero que le pongas un buen castigo a Marcuscomo jefe de la casa, el alcohol es ilegal en la escuela.

−Lo sé. −Y miro aMarcus. −Estas fuera del equipo de quidditch.

−Profesor no lo puedehacer. −Grito Marcus.

−Lo puedo hacer y lohago, como bien dice Dumbledore el alcohol es ilegal, estas fuera del equipo.−Y miro a los demás. −El profesor ha dicho que os fuerais a vuestra sala común.

−Si profesor. −Ylevantándose se fueron a sus salas comunes.

Unas horas después,Seymour pedía a uno de sus aurores que llevara a Millicent de nuevo a hogwarts,y él se fue a ver a Charlus que seguro que ya estaría en su casa.

Al llegar vio queefectivamente ya estaba allí, y que no estaba solo, como siempre estaba rodeadode su gente de confianza, sus familiares y amigos.

−Buenas tardes.

−Buenas tardes. −Charlusque estaba sentado cómodamente en el sofá, le pidió que se sentara en otro delos sofás. −¿Qué has podido descubrir?

−En verano pocassemanas antes de que Millicent empezara la escuela, un hombre gordo ydesaliñado llego a su casa y le dio el diario, no le dijo de quien era solo lepidió que lo llevara a hogwarts, y su padre se lo ordeno.

−Así que la hanutilizado.

−Sí, pero es normalsolo tiene 12 años, apenas es una niña.

−¿Te ha dicho como erael hombre? Aparte de ser gordo y estar desaliñado.

−Dijo, que tenía losdientes como un ratón, con el pelo castaño y olía muy mal como si hubieraestado en una alcantarilla.

−Peter Petigrew. −DijoJames que se levanto y se puso a caminar por la sala. −Ese hombre no se cansanunca de molestar.

−Sí, pero hacía añosque no sabíamos nada de él, en casa de los Weasley no ha estado, ellos nuncahan tenido ninguna rata.

−Sea donde sea, havuelto a parecer ahora.

−Sí, pero seguro quese habrá vuelto a esconder, ese hombre es un cobarde, aun no entiendo como términoen gryffindor.

−Bueno dejar eso,porque no es lo importante. −Charlus miro a Chi. −¿Cómo destruimos el diario?

−He descubierto que esun horrocrux.

Al escuchar eso todosmiraron a Charlus, algunos nunca habían escuchado hablar de eso. −¿Qué es unhorrocrux?

−Un horrocrux es unobjeto que posee parte del alma de una persona. −Les dijo Regulus que levantándosenervioso empezó a caminar.

Sirius que hacíatiempo que no veía a su hermano tan nervioso se levanto y lo paro. −¿Reg quépasa? ¿has visto algún otro horrocrux en tu vida?

−Si, en la cueva delos inferís. −Y miro a Charlus. −Creo que he estado guardando todo estos añosun horrocrux sin saberlo.

El auror miro a susobrino. −¿Dónde tienes el horrocrux?

−Lo tengo un lugarsecreto para que nadie se pusiera a toquetearlo y mucho menos los niños.

−¿Lo puedes traer?

−Sí, no tardo.

Sirius miro a suhermano. −Voy contigo.

 

−Pues vamos. −Y asílos dos hermanos Black se fueron.

Charlus miro a Chi. −¿Cómodestruimos los horrocrux?

−Con el veneno delbasilisco, desde que ayer James me los llevo he estado trabajando en variaspociones muy venenosas, solo con probar una gota terminaras muerto.

−Demasiado peligrosopara tenerlo por casa.

−Mucho, pero lo tengobien guardado. −Y miro a Hermione. −¿Tú sabías algo de esto?

La mujer negó. −Lo únicoque se, es que Harry destruyo el diario con uno de los colmillos del basiliscoy eso hizo que el alma de Tom que vivía allí dentro desapareciera.

−Eso es el horrocrux,¿viste alguno más?

−Ningún mas, primeraño piedra filosofal, segundo año diario, tercer año Sirius Black, cuarto añomuerte de Cedric Diggori y quinto año premonición, como ves solo fue en segundoaño.

−Pues entoncestendremos que ponernos a investigar que otros objetos pueden ser horrocrux.

−Eso será difícil,pueden ser cualquier cosa.

−Sí, mañana mismoempezaremos con la investigación.

−Sí.

−Ya estamos aquí. −Loshermanos Black entraron con una caja de madera y la pusieron encima de la mesadel té y abriéndola enseñaron a todos lo que había en su interior. −Esto es elhorrocrux. −Y vieron que era un guardapelo.

Charlus miro a susobrino. −No te preocupes, a mi tampoco se me ocurrió preguntarte nunca que hacíasallí ese día, lo importante es que lo has guardado bien y nadie ha sufridoningún daño. −Y miro a Chi. −Destrúyelo.

−Sí. −Y cogiendo unpequeño frasco lo abrió y con mucho cuidado vertió unas pequeñas gotas en cadaobjeto.

Nada más recibir lasgotas, los objetos se volvieron negros y de allí salieron unas almas negrasgritando.

−¿Qué ha sido eso? −PreguntoHermione.

−El alma de Tom, queha desaparecido, sin esas almas es más débil ahora. −Y miro a los demás. −Tenemoshasta cuarto año para conseguir el resto de los horrocrux, algo me dice queintentara conseguir su cuerpo ese año.

−¿Y cómo lo hará? −Jamesmiro a su padre. −Lily y yo estamos vivos, y Harry no tiene ninguna protecciónmágica.

−Creo que irá a buscara Harry. −Dijo Chi.

−¿A Harry porque?

−Porque aparte de quees el niño de la premonición, es el heredero directo de Charlus, comparte susangre, y ni loco se acercaría a Charlus, es un auror muy poderoso y sabe queno se puede acercar ni a diez metros antes de terminar muerto, así que ira trasHarry.

−Orión también lo es.

−Pero él es diferente.−Chi miro a Sirius. −El también es un Potter, pero su sangre Black lo descartainmediatamente, al ser tu primogénito es el heredero de los Black, y no tienela sangre Potter tan fuerte como Harry.

−Mi hijo.

James abrazo a sumujer. −Lils tranquila, nadie dejara que lastimen a Harry. −Y miro a su padre. −Tenemosque empezar a buscar los horrocrux, ahora que sabemos cómo matarlodefinitivamente no podemos desperdiciar esta oportunidad.

−Y no la vamos adesperdiciar, mañana mismo iré al registro a buscar alguna constancia sobre elnacimiento de Riddle.

−Yo buscareinformación en los hospitales muggles. −Les dijo Remus. −Pero eso será mañanaahora ya me voy, ya se está haciendo tarde y Alex esta sola con los niños.

Charlus lo miro. −Encuanto sepas algo avísame.

 

−Claro. −Y despidiéndosede sus amigos se fue a su casa.

−Nosotros también nosvamos. −Dijo Sirius que se levanto y cogió la mano de su mujer. −Nos vemospronto. −Y despidiéndose se fueron.

Al día siguiente,después de desayunar Charlus se fue al registro.

−Buenos días Phil.

−Buenos días Charlus,¿necesitas algo?

−Sí, me gustaría sabersi tienes alguna información de Tom Sorvolo Riddle o algo así, no se me bien elnombre.

−¿Es un nuevocriminal? −Pregunto el hombre.

−Sí, nos está costandoencontrarlo así que queremos buscar desde sus inicios.

−Como siempre es unplacer que vengas a preguntarme, no tardare en traerte la información.

−Gracias. −Y viendocomo se metía entre los cientos miles de archivos que allí había Charlus sepuso a jugar con su anillo de casado.

Como jefe de losaurores, muchas veces iba al registro a buscar información, cuando el presenteno le ayudaba el pasado lo podía hacer.

−Charlus, ya estoy. -Nomucho tiempo después, Phil regreso con una carpeta y se la entrego.

El auror cogiéndola laabrió y empezó a revisarla. −Tom Sorvolo Riddle se crio en un orfelinatomuggle. −Y miro a Phil. −Si se crio en un orfelinato, ¿Cómo es que tenéis lainformación?

−No lo sé, el antiguotrabajador murió hace tiempo, pero puede que al entrar en hogwarts uno de susprofesores lo trajera.

−Puede ser. −Y volvióa prestar atención a la carpeta. −Vaya que interesante.

−¿Qué es lointeresante?

Charlus le sonrió. −Quefue Dumbledore quien lo fue a buscar al orfelinato y lo trajo a nuestro mundo.¿Me puedo llevar la carpeta? Le pediré a Astrid que haga una copia y que te ladevuelva.

−Sabes que no hayproblemas, mientras la devuelvas.

−No te preocupes estatarde lo hare.

−La espero.

−Gracias. −Y con lacarpeta bajo el brazo se fue a su despacho donde se encontró a su secretaria. −Astrid.

−Charlus.

−Haz una copia de estacarpeta. −Y le dio la carpeta que le habían dado en el registro. −Cuando latengas devuélvesela a Phil.

−Lo hare, el señorBulstrode ha venido hace un rato a quejarse por como habían tratado a su hija,Seymour se ha ocupado de él.

−¿Ha dicho algo?

−Nada, que no sabíaque ese diario fuera a ser tan peligroso, que solo se lo dio a su hija porquesu amigo se lo pidió.

−Ahora le escribiréuna carta formal al señor Bulstrode donde le pido disculpas por haber asustadoa su hija.

−Es normal apenastiene 12 años.

−Sí, no tiene la culpade nada. −Y le sonrió. −¿Te ocupas de hacer la copia?

−Sí, no tardo. −Ysaliendo del despacho se fue a su mesa donde empezó a hacer la copia de lacarpeta, mientras Charlus escribía una carta formal a la familia Burstrode.

Gracias a todos por vuestros nombres al final escogí a Millicent

Mientras Charlus escribíala carta de disculpas para los Bullstrode, Remus se encontraba en su despachoen el hospital muggle donde trabajaba a media jornada.

Cogiendo su teléfonollamo al registro, donde no tardaron mucho en responderle.

−Buenos días Olivia.

−Buenos días Remus.

−Necesito que me miresuna ficha.

−Te la miro, ¿de cuándoes? ¿Y cómo se llama?

−Es bastante antiguade los años 40 o así y se llama Tom Sorvolo Riddle.

 

−Un nombre bastanteextraño y la fecha muy antigua, ¿no tienes algo de este siglo?

Al escuchar eso, Remusse rio. −Es lo único que tengo, le diré a mi madre que te haga espacio paracenar en su restaurante.

−¿En serio? Porque elrestaurante de tus padres parece que ha ganado 50 estrellas Michelin para poderencontrar mesa para cenar, tengo que pedir mesa con tres meses de antelación.

−¿Tanto?

−Si, así que si meconsigues la mesa seré muy feliz, quiero llevar a mi maridin.

−Ahora mismo la llamoy le pido una mesa.

−Gracias, en cuantotenga lo tuyo te llamo.

−Es importante notardes.

−No tardare. −Ydespidiéndose colgó.

Remus antes de ponersea trabajar, llamo a su madre.

−Buenos días mama.

−Buenos días, cariño,¿todo bien?

−Sí, una compañera me estáhaciendo un favor, ¿puedes buscarle una mesa para este milenio? Ya me heenterado de que tienes colas de tres meses.

−Y algunos días de másmeses, por eso hemos decidido comprar el edificio que hay al lado y hacer unaampliación.

−Ese que lleva más decinco meses en venta.

−Sí, ¿Qué te parece?

−Es una buena idea, y tenéisvuestros ahorros.

−Sí, pero paracomprarlo como vamos a hipotecarlo nos piden un aval, y eso que nuestro restaurantesolo tiene ganancias.

−Deja eso de lahipoteca, yo os daré el dinero.

−¿En serio?

−Claro que si, estatarde me pasó y así lo hablamos.

−Sí, y la mesa para tuamiga la tendré para este viernes.

−Estupendo, hablamosesta tarde, te quiero besos.

Besos. Y colgó.

Remus cogiendo una terceravez el teléfono volvió a llamar a Olivia.

−Remus, que rápido.

−Ya tengo tu mesa, espara este viernes.

−Gracias, llamare alrestaurante para confirmarlo.

−Sí, no te olvides delo mío.

−No ya estoy con ello.

−Gracias.

−De nada. −Y despidiéndosecolgó.

Remus dejando elteléfono, se puso a trabajar.

Mientras los adultostrabajaban, en hogwarts después de desayunar, Marcus Flint se acercaba aWilliam que como siempre estaba rodeado de sus fans, y le apunto con la varita.

−Todo es tu culpamaldita sea, tu padre no se podía callar que le tuvo que decir al director lode mis botellas.

Will lo miro. −Flintno es mi culpa, si eres un idiota y te guardas las botellas de whisky en tu baúl,¿Quién en su sano juicio guarda unas botellas que están prohibidas en su baúl?Nadie solo alguien que no tiene cerebro o sea tu, y será mejor que bajes esavarita, soy mucho mejor que tu, además mi padre no tiene la culpa de hacer biensu trabajo.

−Maldito sea. −Y le ibaa lanzar un hechizo, cuando la profesor McGonagall, se acerco.

−¿Qué pasa aquí? −Ymiro a Marcus que apuntaba a Will con su varita. −Señor Flint baje esa varita.

El slytherin miro mala su profesora pero le hizo caso.

−Señor Flint sabe que estáprohibido apuntar a sus compañeros con su varita, así que 10 puntos menos aslytherin. −Y miro a los demás. −Tenéis clases, así que ir a vuestras aulas.

−Si profesora. −Willpasando por al lado de Marcus le susurro. −La próxima vez usa mas el cerebro,que para eso lo tienes. −Y lanzándole una mirada de desprecio se fue con susamigos y sus fans.

El slytherin se quedoallí maldiciendo y jurando que ese asqueroso león se la pagaría, no sabíacuándo pero lo haría.

 

De vuelta en elministerio, Charlus ya había terminado la carta pidiéndole disculpas a losBulstrode y con la carpeta que le dio su secretaria empezó a revisar todo bien.

En la primera hojavenia los datos de nacimiento de Tom.

Cogiendo una hoja, sepuso apuntar los nombres que allí había escritos Merope Gaunt, Sorvolo Gaunt yMurfin Gaunt, con esa lista de nombres se levanto y se fue a ver a susecretaria.

−Astrid.

La mujer lo miro. −¿Si?

−Búscame informaciónde estos nombres. −Dijo el auror y le dio la lista que había hecho.

Astrid cogiéndola sepuso a mirarla. −Gaunt. ¿Hermanos, marido y mujer?

−No lo sé la verdad,por eso necesito que lo investigues, aunque yo creo que es la primera opciónque eran hermana y hermano.

−Tardare un tiempo,son tres nombres.

−No te preocupes, peroque no salga de aquí, no quiero que haya gente metiendo las narices.

La secretaria lo miro.−¿Lo dices por el señor Dumbledore?

−Sí.

La mujer le sonrió. −Note preocupes, sabes que de mis labios no saldrá nada. −Y se levanto. −Voy a verqué encuentro.

−Sí. −Y viendo como seiba volvio a su despacho.

Ahora que ya se habíandesecho del basilisco, tendrían un año tranquilo para revisar bien la nuevainformación que iban consiguiendo.

Y sobre Peter, elauror había hablado con algunos de los jueces del wizarmon y habían decididoponer una recompensa por su captura, 50.000 galeones y aunque no era unacantidad muy grande, dinero era dinero y ya habían recibido información dealgunos interesados.

Aunque sabía quemuchas pistas no les llevarían a ningún lado, tenía a sus aurores comprobandotodo bien, sabía que ahora Peter estaría en algún lugar escondido,preguntándose como es que habían descubierto el diario de su amo.

Pero a Charlus no leimportaba lo que Peter tenía en la cabeza, su trabajo era encontrarle vivo omuerto e impedir que los Voldemort volviera a la vida.

Después de comer,Charlus volvió a su mesa cuando se encontró a Astrid que ya había regresado.

−Ya tengo lo que me haspedido, y te tengo que decir que es muy interesante.

−¿Qué es lointeresante?

−Que esos Gaunt sondescendientes de Salazar Slytherin. −Y le paso una carpeta. −Dentro encontrarasun completo árbol genealógico de la familia, y ese Tom Riddle es el últimomiembro de la familia, pero es un mestizo cuando los demás fueron sangreslimpias.

−Gracias por encontrarla información, como siempre súper eficiente.

Astrid le sonrió. −Paraeso estoy aquí, espero que consigas atrapar a ese hombre.

−Yo también lo espero.−Y se volvió a su despacho y empezó a revisar la carpeta.

Unas horas después, sehabía leído los dos informes y había descubierto muchas cosas, al día siguientese reuniría con Seymour para que empezara a trabajar.

Hacía años había jubiladoa Alastor, ese hombre era un gran auror, pero llego un momento que su obsesiónpor atrapar a asesinos y sobre todo mortifagos lo llevo a convertirse en unhombre muy peligroso, veía a malvados por todos lados, incluso uno de losaurores de su grupo estuvo a punto de morir por esa obsesión.

Desde entonces nosabía nada de él, solo que estaba bastante resentido con él y que hacia largosviajes.

 

Mejor así, cuando lonecesitara porque sabía que lo necesitaría pronto ya lo llamaría, mientras que descansara,viajara y sobre todo que despejara su mente.

Al día siguiente, nadamás llegar al trabajo, Charlus se reunió con Seymour y su equipo.

−Hoy tengo un trabajonuevo para vosotros. −Les dijo su jefe y les dio una carpeta. −Tenéis queencontrar información sobre esta gente.

Seymour cogiendo lacarpeta que su jefe le daba, la abrió y empezó a mirar dentro.

−Merope Gaunt, SorvoloGaunt y Murfin Gaunt y has puesto que son descendientes de Slytherin.

−Sí.

−Y también que Murfin estáen Azkaban.

−Sí, fue encarceladoen Azkaban por el asesinato de una familia muggle.

−Me ocupare de ir. −Ymiro a su equipo. −Vosotros iréis a pequeño Hangleton y comprobareis todo.

−Tened cuidado. −Charlusmiro al equipo de Seymour. −Allí puede que encontréis mortifagos.

−Iremos con cuidado.

−Jefe tranquilo. −Unauror le tranquilizo. −Siempre tenemos los ojos bien abiertos, para que no noscojan con la guardia baja.

−Lo sé, sois el mejorequipo de todos. −Y miro a Seymour. −Nos vemos.

−Sí. −Y despidiéndosey dándole las últimas órdenes a su equipo se fueron.

Mientras ellos seocupaban de ese trabajo, James y Sirius estaban en el callejón knockturnCharlus les había ordenado que fueran a ver a Borgin y Burkes que podían tenerinformación de Tom Riddle.

Así que se fueron ahablar con ellos

Cuando llegaron, lospocos clientes que había allí se fueron.

−Bueno días Borgis. −DijoJames entrando. −Como siempre tienes clientes poco recomendables. −Dijo elauror viendo como unos hombres se iban corriendo.

−No he hecho nada. −Dijoel hombre. −El mes pasado ya vinisteis y me confiscasteis 10 piezas.

−Si fueron confiscadases porque eran peligrosas. −Dijo Sirius acercándose y mirándolo. −Pero hoy noestamos aquí por eso.

−¿A no?

−No, ¿conoces a TomRiddle?

El hombre los miro. −Haceaños que no escuchaba ese nombre, estuvo trabajando una temporada aquí, pero deeso hace más de 30 años.

−Se que ha pasadomucho tiempo, ¿pero tienes alguna copia de la gente a la que visito?

−Lo tengo, sé quemuchos de mis clientes no les gusta dejar constancia de sus nombres, perosiempre va bien tener una lista de nombres.

−Para extorsionarlos,¿Verdad? −Pregunto Sirius.

−Al contrario, jovenBlack, lo hago para tener un seguro de vida, muchos de mis clientes sonpeligrosos y algunos asesinos, con esto nadie me viene a molestar. −Yacercándose a un lado de la tienda, abrió un archivador que estaba lleno depolvo y saco una carpeta que les entrego. −Aquí tenéis todos los clientes queRiddle visito mientras trabajo aquí.

James cogiéndola miroa Borgis. −Gracias, le diré a mi padre que nos has ayudado.

−Díselo y que me dejeen paz un tiempo, algunos tenemos que trabajar para poder comer.

−Para la próxima vez,pon un negocio más legal entonces te dejaremos en paz. −Y mirándolo fríamentese fue con Sirius.

Una vez en la calle sedesaparecieron para irse al ministerio.

Allí después desaludar a Astrid entraron en el despacho de Charlus.

El auror los miro. −¿Quétal todo?

−Muy bien. −Y ledieron la carpeta que le habían dado. −Aquí tienes la ficha de Riddle de Borgisy Burke.

 

−Gracias, yo larevisare, mientras vosotros vais a lavaros. −Charlus levantándose cogió unapequeña telaraña de la cabeza de su hijo.

−Qué asco, por eso nome gusta ir a esa tienda, ese hombre no sabe limpiar. −Y levantándose miro a suprimo. −¿Vienes?

−Sí, yo también mequiero bañar. −Y despidiéndose de Charlus se fueron.

El auror se puso arevisar la carpeta y no mucho tiempo después entraba Astrid.

−¿Por qué James seestaba quejando?

Charlus dejo de mirarla carpeta y la miro. −Tenía una telaraña en la cabeza.

La mujer puso cara deasco. −Creo que tendríamos que cerrar Borgis y Burke por marranos.

El hombre se rio. −Situviéramos que cerrar todas las tiendas que están sucias, el callejón diagon sequedaría casi vacío.

−Sí, pero estaría máslimpio.

−La verdad es que si.

−Me vuelvo a trabajar.

−Sí, yo revisare loque me han traído los chicos.

−Sí. −Y saliendo deldespacho de su jefe, volvió a su trabajo, mientras Charlus revisaba bien lalista de nombres que le habían llevado los chicos.

En Hogwarts, Hermioneestaba leyendo un libro muy interesante cuando se le acerco Draco que se sentóa su lado.

−Hola. −El slytherinle sonrió. −¿Qué lees?

−Un libro que me haprestado Casi. −Le dijo la águila y se lo enseño.

Draco lo miro. −Historiasde fantasmas. −Y miro a la chica. −No sabía que fueras de fantasmas.

−Me gustan, soninteresantes. −Y vio que llevaba un paquete. −¿Qué llevas allí?

El chico se lo enseñoy vio que eran chocolates. −Mi madre me los ha enviado, ¿quieres?

−Si gracias. −Ycogiendo uno se lo llevo a la boca.

−¿Están buenos?

Hermione asintió. −Mucho.

−Coge otro.

−Pero te los hanenviado a ti.

−No te preocupes. −Yle dio dos más. −¿Y mi prima?

−Con Blaise, me handicho algo de volar o algo así, a mi no me gustan las escobas, así que les hedicho que se fueran solos.

−Es muy divertido.

−No, paso. −Y le sonrió.−No me gustan mucho las alturas.

−¿Has subido algunavez a la torre de astronomía?

−¿La torre? Voy allípara clases.

−No has subido a laparte interesante. −Y levantándose la miro. −Ven te la voy a enseñar, lasmejores vistas de todas. −Y agachándose le cogió de la mano. −Vamos.

−Ya voy. −Y sinsoltarle de la mano se levanto y siguió a Draco que la llevo por unas escalerasque los llevo al mirador de la torre de astronomía.

−¿Qué te parece?

−Es increíble. −Y mirohacia abajo. −Está un poco alto.

−Tonta tienes quemirar hacia el fondo, no hacia abajo. −Y cogiéndole la cabeza le hizo mirar alfondo donde se podía ver montañas y el lago. −Son las mejores vistas de todo elcolegio.

−¿Cómo lo descubriste?−Pregunto mientras se alejaba de la barandilla y se sentaba en uno de losescalones.

−Un día que estabainvestigando. −Le dijo Draco sentándose a su lado. −No se lo digas a nadie.

Hermione lo miro. −Seguroque hay mucha gente que ya lo sabe.

−Seguramente, pero seránuestro secreto. −Le dijo el slytherin.

−Sí, nuestro secreto. −Ylos dos se quedaron allí mirando las hermosas vistas, que desde donde estabansentados también se podían ver.

 

Unos días después,Draco estaba en la mesa de slytherin haciendo sus deberes junto a sus amigoscuando se acerco Hermione corriendo.

−Draco ven.

El chico la miro. −¿Dónde?

−No preguntes tanto yvente. −Y cogiéndole de la mano le hizo levantarse y sin soltarle le hizo subirescaleras hasta que llegaron delante de una pared vacía.

−¿Qué hay aquí?

Hermione le sonrió. −Unsecreto. −Y dando tres vueltas, apareció una puerta.

Draco que no seesperaba la puerta miro a la chica. −¿Qué es?

−La sala de losmenesteres, o la sala multipropósito. −Y abriendo la puerta le enseño lo quehabía allí dentro que no era mucho, solo había un sofá. −Según lo que he leído,puedes hacer aparecer lo que quieres y para cada persona sale de una maneradiferente.

Draco la miro. −¿Alguienmás lo sabe?

−No lo sé, pero te loquería decir a ti primero, como tú me dijiste lo de la torre.

−Será nuestro secreto.

−Sí. −Y cerrando lapuerta volvieron al comedor. −Gracias por venir.

−De nada. −Draco semetió la mano en el bolsillo de su túnica y sacándola le dio un chocolate. −Parati.

−Gracias. −Y dándoleun beso en la mejilla se fue a sentar al lado de Casi que la miraba sonriendo.

−Uhhh parejita.

Hermione la miro. −Tepareces a tu padre cuando dices eso. −No conocía mucho a Sirius pero las vecesque lo había visto, no dejaba de reírse y hacer bromas.

Casi la miro. −A vecesmi madre también lo dice, pero yo me parezco mas a ella, ¿Dónde te has llevadoa mi primo?

−A pasear y me ha dadoun chocolate.

−Los chocolates que leenvía mi tía están muy buenos.

−Sí, ahora tenemos queestudiar.

−Sí, que tenemosmuchos deberes. −Y olvidándose de paseos y chocolates se pusieron a hacerdeberes.

Mientras Hermione yDraco se conocían mejor y guardaban lugares secretos, en Londres Remus ya habíaconseguido la información que le había pedido a su compañera, no sabía siserviría de algo, pero era importante no dejarse nada por investigar.

Ese día después detrabajar, se fue al despacho de Charlus y abriendo su maletín le dio lacarpeta. −Esto es lo que he podido encontrar de la parte no mágica de Riddle.

El auror que estabasentado detrás de su escritorio cogió la carpeta y se lo agradeció. −Gracias.

−De nada. −Ysentándose espero a que lo leyera.

−¿Y qué tal tutrabajo? −Pregunto Charlus mientras leía la información que Remus le acaba dellevar.

−Mucho más tranquiloque en san mungo, cuando voy al hospital solo tengo que ocuparme de operarapendicitis, y otras cosas nada que ver con lo que hago en san mungo.

−Es normal, ¿y qué taltus padres?

−Ya han comprado elnuevo edificio así que pronto empezaran con las obras.

−¿Y van a cerrar?

−De momento no, comoaun tienen que reformar el otro local no quieren cerrar su restaurante hastaque sea obligatorio. ¿Has encontrado algo?

−Algunas cosas que nosabíamos, según esto, la madre de Riddle murió poco tiempo después de que Tomnaciera, y en su acta de nacimiento esta el nombre del padre Tom Riddle, aunquenunca se ocupo de él.

−Puede que por esoodie tanto a los muggles, ¿tu gente ha descubierto algo?

−Están revisando todoel pueblo de pequeño Hangleton, pero de momento no han encontrado nadainteresante.

 

−¿Habéis ido aAzkaban?

−Sí, Seymour fue haceun par de días, encontramos al Murfin allí, parece ser que está acusado delasesinato de su cuñado y de los padres de este, pero él me dijo que está seguroque Gaunt no hizo nada, y yo le creo.

−Así que Riddle mato asu padre e hizo que todos creyeran que fue cosa de su tío.

−Sí, ya he empezado amover algunos hilos para que liberen a Gaunt, hace mas de 40 años que estáencerrado por un crimen que no cometió, y aunque se tendrá que pasar una buenatemporada en san mungo, no es lo mismo que estar rodeado de dementores. −Ydejando la carpeta lo miro. −Mañana bien temprano iré a revisar personalmentela casa de los Gaunt, parece ser que es una pequeña cabaña medio derruida.

−Sí que han terminadomal los descendientes de Slytherin.

−Ya lo ves, ¿quieresvenir con nosotros? Siempre va bien tener un medimago.

−Sí que iré, algo medice que encontraremos cosas interesantes. −Y levantándose lo miro. −Te puedesquedar la carpeta es una copia, tengo que irme ya, he quedado con Alex querecogería a Aaron de su entrenamiento de natación.

−¿Cómo le va?

−Bastante bien, desdeque entrena se ha olvidado un poco de sus travesuras, está bastante tranquilo.

−Es normal, sabe quesi se porta mal, puede que le echen del equipo.

−Sí, nos vemos mañana.

−Sí, te esperare a las8 de la mañana.

−Por mí no hayproblema, pero no creo que piensen lo mismo Sirius y James.

−Me tocaradespertarlos personalmente.

−Seguramente, nosvemos. −Y despidiéndose se fue.

A la mañana siguiente,los aurores con Remus se juntaron en el ministerio y se fueron al pueblo de losRiddle.

Nada más llegar,Charlus los miro. −Ya sé que algunos lo han revisado, pero empezaremos denuevo, no quiero a nadie solo, quiero grupos de dos y no toquéis nada con lasmanos descubiertas, usar vuestros guantes protectores.

−Sí. −Y poniéndose losguantes se separaron en grupos y se fueron a revisar todo.

Casi dos horasdespués, un par de aurores se acercaban a su jefe con una caja. −Señor hemosencontrado algo. −Y le dieron la caja.

Charlus abriendo lacaja vio que era un anillo y que apestaba a magia negra. −Lo habéis echo bien. −Ymiro a sus aurores. −¿Lo habéis tocado con las manos descubiertas?

−No señor, nadie se haquitado sus guantes en ningún momento.

−Bien. −Y en esemomento vieron una señal de emergencia la marca de los aurores. −Vamos. −Y sefueron corriendo hasta que llegaron a una mansión antigua y vieron a un par deaurores en el suelo. −Remus ocúpate de ellos.

−Sí, vosotros ir concuidado.

−Sí. −Y se metieron enla mansión, con las varitas levantadas, no sabían que se encontrarían allí, asíque irían con mucho cuidado.

−Charlus. −Seymour notardo en acercárseles con su equipo. −¿Qué ha pasado?

−No lo sabremos, asíque ves con cuidado, no quiero que nos pillen por sorpresa.

−Sí. −Y siguió a sujefe.

−Señor acabo de veruna rata. −Dijo un auror no mucho tiempo después.

−Vaya, vaya queinteresante, hemos encontrado ratones cobardes. −Dijo James y miro a su padre. −Deél me ocupo yo.

−No te emociones,puede que solo sea una rata común y corriente, en este lugar deben de habercientos de madrigueras.

 

−Puede, y puede queno.

−Está bien, pero vescon cuidado.

−Sí. −Y entrando en elcomedor llamo a su antiguo amigo. −Peter sal, se que estas aquí no te ocultesmas, no podrás salir de esta casa, somos más de 30 aurores, y tu solo eres unosolo.

−Veo que sigue siendoel mismo cobarde de siempre. −Dijo Sirius mirando a su mejor amigo.

−Sí. −Y miro a supadre. −¿Qué hacemos para que salga? No tengo todo el día.

−Impaciente como tumadre. −Y abriendo su bolsa saco unos potes y se los fue entregando a susaurores. −Ir vaciando la botella en todas las superficies lisas, es unantimagia, Petigrew es un animago cuando alguna parte de su cuerpo toque esapoción, la magia inmediatamente desaparecerá.

−Sí señor. −Y abriendolas botellas empezaron a tirar el contenido encima de mesas, sillas, el suelo yen los armarios.

−Señor ya estamos.

−Bien, ahora haremosque ese cobarde salga de su escondrijo. −Y empezó a hacer agujeros en la pared.

No mucho tiempodespués se vio a una rata intentando escapar y sorteando los pequeños charcosde poción, los aurores al verla no tardaron mucho en lanzarle hechizos así quepronto la rata se transformo en un hombre gordo que apestaba a alcantarillas.

Al oler ese olor,todos se taparon la nariz con sus túnicas.

−Qué asco. −ProtestoJames y miro a su antiguo amigo. −Peter me das pena en lo que te has convertidoal seguir a Voldemort, y aun muerto sigues siguiéndolo, nadie se merece tantafidelidad y mucho menos por alguien que te mataría en cinco minutos.

−El nunca me matara. −Legrito. −Y se que pronto aparecerá y matara a todos los asquerosos sangressucias. −Y lo miro. −Y empezara por tu asquerosa mujer y tus hijos. −Y miro aSirius. −Y luego irá a por tu familia.

Al escuchar eso, losdos aurores tuvieron que ser sujetados por sus compañeros pues se le iban atirar para darle una paliza.

−¡Basta! −Charlus pusoorden y miro a James y Sirius. −Que no veis que está asustado y solo quiere quelo matéis, ahora lo que le viene da demasiado miedo. −Y haciendo aparecer unasesposas mágicas esposo a Peter. −Peter Petigrew quedas detenido por criminescontra el ministerio inglés y sus ciudadanos. −Y miro a sus aurores. −Llevarloa las celdas se le interrogara antes de que pase a disposición judicial.

−Sí señor. −Y cogiendoal animago por los brazos se los llevaron.

Cuando los aurores sequedaron solos, Charlus miro a su hijo y a Sirius. −Sé lo que sentís, que odiáisa ese hombre, yo también lo odio, pero ahora estáis trabajando así quecomportaros sino os encerrare en el cuartel y no os dejare salir, ¿entendido?

−Sí.

Charlus miro a Sirius.−¿Entendido?

−Si tío.

−Haber si es verdad. −Ymiro a Seymour. −Esta debe de ser la mansión Riddle, comprueba todo bien, y sihay que destruir hazlo tú, no dejes a nadie más que lo haga, no sé qué tipo demagia hay aquí.

−Me ocupare de todo.¿Qué harás tú?

Charlus saco una cajay se la enseño. −Creo que es otra parte del rompecabezas así que iré con Chipara que lo destruya.

−Entonces nos vemos enunas horas.

−Sí. −Y miro a loschicos. −¿Os quedáis aquí?

−Sí.

−Pues entonces hacercaso a Seymour. −Y miro a su hombre de confianza. −Contrólalos.

 

−No creo que seanecesario. −El auror rubio miro a Sirius y James. −¿Verdad?

−Sí, ahora que esetipo no está por aquí, te haremos caso.

−Estupendo. −Y volvióa prestar atención a su jefe. −Tú ves a ocuparte de esa caja que nosotros nosocuparemos de esto.

−Sí. −Y despidiéndosese fue.

Charlus se fue alministerio y mientras iba hacia el departamento de pociones saludo a variaspersonas conocidas, cuando llego al departamento vio a Chi trabajando comosiempre.

Aunque el pocionistachino podía abrir su propio laboratorio, él prefería trabajar para elministerio, hacía casi 14 años que lo conocía y se había convertido en unhermano mas, como Abraxas o Seymour ellos eran sus amigos de confianza y sabíaque podía contar con los tres en cualquier momento.

−Buenos días Charlus. −Jimse le acerco y al verlo frunció el ceño. −¿Por qué estas tan sucio?

−Porque acabo determinar una misión.

−¿Estas herido?

El auror le sonrió. −Estoybien, gracias por tu preocupación, he venido a ver a Chi.

−Ya sabes donde esta,pero no me lo distraigas mucho que me ha dicho que tenía algunas pociones queprobar.

−Solo serán cincominutos.

−Estupendo. −Y volvióa su trabajo.

Charlus se acerco aChi y lo saludo. −Buenos días.

El pocionista dejo loque estaba haciendo y lo miro. -Buenos días. ¿Qué tal la misión has encontradoalgo?

−Un ratón muy grande,y esto. −Y le dio la caja. −No lo toques con las manos descubiertas.

Chi cogiendo unosguantes que usaba en algunas pociones se los puso y abrió la caja y vio elanillo. −No es una piedra normal. −Le dijo, sus años de experiencia le habíanenseñado muchas cosas sobre todo que ese anillo no era normal.

El auror lo miro. −¿Quéquieres decir?

−Aun no lo sé, perocreo que tiene algún tipo de poder, y es muy poderoso.

−¿Puedes investigar?

−Lo puedo hacer, pero serádespués. −Chi cogiendo la caja se la guardo. −A la hora de comer destruiré estehorrocrux y en casa investigare la piedra.

−Sí, no hay prisa,acabamos de atrapar a Peter eso quiere decir que de momento no hay nadie quevaya a buscar a Voldemort, y algo me dice que cada vez esta mas débil.

Chi lo miro. −Mealegro que por fin lo hayas atrapado, ¿y qué vas a hacer con él?

−Voy a usar todos miscontactos para que le den inmediatamente el beso del dementor.

−Te harán caso, eressu héroe.

−Espero que tengasrazón, nos vemos en otro momento, avísame cuando lo hayas destruido.

−Sí, y tú avísamecualquier cosa que descubras sobre los otros horrocrux.

−Lo hare. −Ydespidiéndose se fue a hablar con sus amigos jueces.

De vuelta en lamansión Riddle, Seymour hacia grupos para que cada uno fuera a un lugardiferente de la mansión.

−Ir con cuidado, nosabemos lo que nos podemos encontrar, hemos encontrado a Petigrew, puede queotros mortifagos se escondan.

−Sí señor. −Y losaurores separándose por grupos se fueron a seguir comprobando que la mansiónestuviera vacía.

Unas horas después,Charlus salía contento de su reunión con los jueces, había conseguido que ledieran el beso del dementor a Peter después de que sus aurores lo interrogaran.

Estaba por irse a sudespacho cuando se encontró con Remus.

 

−Ahora te iba a ir aver, después de terminar unas ultimas cosas, ¿Cómo esta mi gente?

−Bien, por suertetodos se recuperaran, no ha habido ningún muerto.

Al escuchar eso, elauror pudo respirar tranquilo y así se lo dijo: −Me das una estupenda noticia, temíaque alguno hubiera muerto.

−Pues no, aunquealgunos tardaran algunas semanas en estar completamente curados. ¿Cómo ha idotodo?

−Muy bien, ya tenemosa Petigrew, en un par de días le darán el beso del dementor.

−Es la mejor noticiaque me dan en mucho tiempo.

−Tengo que seguir conel papeleo mientras los chicos están terminando de revisar el pueblo, hemosencontrado también un horrocrux.

−Es el día de lasnoticias, yo ya me voy a casa, ya se está haciendo bastante tarde.

−Sí, yo terminare estoy también me voy a casa, hablamos pronto.

−Sí. −Y despidiéndosecada uno se fue por un lado diferente.

Hermione estaba en sucasa haciendo la cena, cuando vio el reloj ya casi eran las nueve de la noche yno sabía nada de Sirius, cada vez estaba más preocupada estaba por enviarle unpatronum, cuando se escucho que abrían la puerta.

−Ya estoy en casa. −DijoSiirus entrando en la cocina.

La leona frunció elceño al ver que su marido estaba muy sucio. −¿Dónde has estado? ¿Y porquevienes tan sucio?

−En una misión, yahemos atrapado a Peter mi tío me ha dicho que pasado mañana le darán el besodel dementor.

Al escuchar eso,Hermione olvidándose de que su marido estaba sucio y lleno de polvo se acerco ylo abrazo. −Mi amor esa es la mejor noticia de todas.

−Si cariño, poco apoco las cosas se van arreglando, además hemos encontrado un nuevo horrocrux,no sé cuantos quedan pero seguro que ya no faltan muchos para terminar con estapesadilla de una vez por todas.

−Sí. −Y lo beso. −Porqueno te vas a bañar, mientras yo seguiré con la cena.

−Sí. −Y le sonrió. −Notardo. −Y dándole otro beso salió de la cocina y se fue a su cuarto.

Hermione contenta volviócon la cena, poco a poco las amenazas iban desapareciendo, ahora se tenían queocupar de la premonición, aunque aún quedaban casi tres años, ella no iba apermitir que mataran de nuevo a Sirius delante de ella, así que cuandoterminaran con Peter hablaría con su padre.

Con las ideas claras,se olvido un rato de los peligros y siguió preparando la cena para su marido ysu hija.

Dos días después, enun juicio a puerta cerrada donde no se permitía ni público ni mucho menosperiodistas, un juez miraba a Peter que estaba atado con esposas anti magia yrodeado de aurores.

−Peter Petigrew, hassido acusado de pertenecer al bando de Voldemort, también de meter un diariomaligno a Hogwarts, donde una niña sufrió daños, por ello se te condena arecibir el beso del dementor, tus crímenes son demasiado graves para ir aAzkaban. −Y miro a Charlus. −Que empiece.

−Sí señor. −Y el jefede aurores llamo a un dementor y este no tardo mucho en acercarse a Peter y absorberleel alma hasta que el alma de Petigrew salía de su cuerpo.

Cuando el cuerpo sinvida de Peter toco el suelo, Charlus miro a dos aurores. −Llevarlo a que loincineren.

−Sí señor.− Y cogiendoel cuerpo sin vida del antiguo merodeador salieron de la sala.

Charlus saliendo de lasala se reunió con los periodistas que allí esperaban.

 

−Buenos días a todos,en el día de hoy, Peter Petigrew ha sido sentenciado al beso del dementor porlos crímenes que ha cometido.

Un periodista lo miro.−Señor es cierto los rumores que corren, ¿Qué creen que el señor tenebrososigue vivo y que puede aparecer en cualquier momento?

Al escuchar esoCharlus lo miro. −¿Dónde ha escuchado eso? Es la primera noticia que recibo.

−Bueno es normal quecorran esos rumores, acaba de atrapar a Petigrew que es por todos conocidos porser un gran seguidor del señor tenebroso.

−Escuchar. −Charlusmiro a todos los periodistas. −Lord Voldemort no está por aquí, ni está vivo, estámuerto, y si hemos atrapado a Peter Petigrew es por los crímenes que cometióhace 11 años, hasta ahora lo hemos estado buscando, como bien sabéis yo mededico a buscar a todos, no importa si son mortifagos o asesinos de ahora,cuando recibo una buena pista la sigo hasta el final, así que no quiero que temáis,el señor tenebroso no ha vuelto. −Y miro al periodista que le había hecho lapregunta. −Espero que mañana no encuentre ningún titular con esta falsanoticia, no quiero que vuelva a haber el mismo terror que ocurrió hace tantosaños atrás. −Y miro de nuevo a los periodistas. −Repito, no hay mortifagos enInglaterra ni tampoco el señor tenebroso ha regresado, solo hago mi trabajo deatrapar criminales, ya hemos terminado. −Y se fue a su despacho donde cerrandola puerta se encerró.

La puerta se abrió yapareció Astrid con un té. −Tómatelo, ese periodista te ha molestado.

−Mucho, no sé porqueme hacen ese tipo de preguntas, cada vez que atrapo a un mortifago hay unidiota que me pregunta si Voldemort ha regresado y luego somos nosotros quetenemos que tranquilizar a los ciudadanos. −Y cogiendo su te, se lo tomo,esperaba que eso lo tranquilizara un poco.

−Hay gente sincerebro, no te preocupes.

−Sí. −Y la miro. -Graciaspor tu te, siempre me va bien.

−De nada, porque nosales y te distraes un poco.

−Ya me gustaría, peroaun tengo que ocuparme de muchas cosas.

−Mañana esosdocumentos seguirán aquí, y te lo mereces.

−Tienes razón, voy apasear por el callejón diagon haber si me distraigo.

−Sí.

El auror terminándosesu te, le devolvió la taza y despidiéndose salió de su despacho, se iba a lasalida cuando se encontró con Chi.

−Buenas.

−Buenas, ¿Dónde vas?

−A pasear, necesito unpoco de aire.

−¿Te importa si teacompaño?

−Claro que no, voy alcallejón diagon.

−Pues vamos. −Ydesapareciendo se aparecieron en la entrada del callejón mágico.

−¿Y bien de quequerías hablar conmigo? −Pregunto Charlus cuando empezaron con su paseo.

−Ya el horrocrux hasido destruido.

El auror lo miro. −Creíque hacía días que lo habías destruido.

−Sí, pero no habíapodido decírtelo.

−Gracias, ¿y qué talla piedra?

−Aun sigo con miinvestigación.

−Cuando sepas algo dímelo.

−Sí.

−¿Vas a volver con laspociones?

−No, apenas me hepodido tomar un tiempo para mí.

−Últimamente estamosmuy ocupados. −Y paseando llegaron a la pastelería de Molly. −¿Quieres unpastel?

−Claro. −Y entrandosaludaron a Molly. −Buenos días.

−Buenos días. −Lamujer miro a su Charlus. −Tío felicidades por lo de Peter.

 

−Gracias, hemos venidoa comprar unos pasteles.

−Tengo algo nuevo,haber que os parece. −Y cogiendo dos mini pasteles se los dio.

Charlus cogiendo elpequeño pastel se lo llevo a la boca, y al sentir lo bueno que estaba sonrió,con Chi lo mismo, era un rico pastel de musse de chocolate y crema.

−Por vuestras sonrisasveo que os gusta.

Los hombres asintieron.

−Dame una caja deellos, me los llevare para que Dorea los pruebe.

−Ahora mismo. −Ycontenta de que hubieran gustado cogió una caja y empezó a llenarla depasteles. −¿Te pongo algo más?

−Sí, muchospastelitos, quiero que prepares la parte dulce de la fiesta navideña. −Charlusla miro. −Creo que tendrías que empezar con los catering, Lily me ha hablado deellos, en el mundo muggle los catering son muy importantes en las fiestas, lagente que no quiere cocinar va a estos sitios piden un montón de cosas y solotienen que pagar y la empresa lo lleva donde los piden.

Molly lo miro. −¿Túcrees?

Charlus le sonrió. −Claroque si, hace un año empezaste con esto de los pasteles, cuando mucha gentepensaba que no estabas hecha para hacerlos. −El hombre entonces recordó lacarta que su nieto le envió diciéndole lo que sus compañeros de escuela dijeronsobre que Molly que era miembro de la familia Black trabajara en algo tansimple como una pastelería. −También has empezado tus clases, y sé que estánllenas.

−Hasta mi hija haempezado con tus clases y eso que no le interesan mucho los pasteles. −Le dijoChi.

−Sí.

−Pues eso, empieza conel cáterin y puedes empezar en la fiesta de navidad de mi casa, prepara un granpastel navideño y muchos pasteles más pequeños y otros minis pasteles, y paraque no tengas problemas para comprar todos los ingredientes te pagare la mitadahora y la otra mitad el día de la fiesta.

−Tengo que hacer elpresupuesto.

−Aun queda más de unmes, así que tómatelo con calma.

−Si tío, y gracias.

Charlus le sonrió. −Nogracias a ti, por abrir esta maravillosa tienda aquí.

Molly contenta siguiópreparando el pedido de su tío.

Unas horas más tarde,por la noche Molly le explicaba a su marido lo de su catering.

−¿Qué te parece?

Arthur le sonrió. −Esuna buena noticia, y Charlus tiene razón, tu tienda nunca ha tenido pérdidas,desde que la abriste cada vez tienes más clientes y tus clases están llenas,así que es hora de que empieces con ese catering.

−Es lo que voy ahacer, pero será después de navidades cuando se terminen las fiestas.

−Mejor porque ahoravas a estar muy ocupada con la navidad.

−Sí, ahora voy a hacerla cena. −Y contenta de que su negocio fuera tan bien se fue a preparar lacena.

Unos días más tarde enhogwarts, Hermione y Cassy iban hablando tranquilamente cuando vieron a unaschicas mayores metiéndose con una chica rubia.

−Dejarla en paz. −Hermionese acerco a la chica y la miro. −¿Estás bien?

−Sangre sucia no temetas. −Dijo una de las chicas y miro a la rubia. −Lovegood no tendrías queestar en ravenclaw ni siquiera estar en hogwarts, tendrías que estar en unloquero y tu padre igual.

−¡Basta ya! −Cassy lasmiro. −No volváis a llamar a Hermione sangre sucia, sino os la veréis conmigo.

Las chicas la miraron.−Tú también eres una sangre sucia, no nos impresiona que tu padre seas SiriusBlack.

 

−Vaya, vaya que espectáculo.

Las chicas se girarony vieron a los slytherin. −Puede que mi prima no os impresione aunque sea lahija de Sirius, pero no pensareis lo mismo de mí.

−Malfoy.

−Ese es mi apellido nome lo gastes, y en vez de estar molestando a unas niñas tendríais que estarusando mas el cerebro.

−¿Qué pasa aquí? −PreguntoWilliam que llegaba con el equipo de quidditch de gryffindor.

Cassy se acercocorriendo y abrazo a su hermano mayor. −Ori me han llamado sangre sucia.

El chico de tercero alescuchar eso abrazo a su hermana y miro a las chicas. −Es verdad somosmestizos, pero nunca olvides quien soy, mi padre es Sirius Black, y si se lopido os echara a todas de esta escuela.

−¿Qué me tienes quepedir? −Pregunto una voz.

Al girarse vieron aJames, Sirius y Remus que se acercaban.

−Papa. −Cassy se soltóde su hermano y se fue a abrazar a su padre.

Sirius que nuncaacostumbraba a ver a su hija así se arrodillo y la miro. −¿Qué te ha pasado?

−Esas chicas me hanllamado sangre sucia, solo porque Herms y yo hemos ayudado a Lovegood.

Al escuchar que habíanllamado a su preciosa niña sangre sucia, los ojos de Sirius cambiaron a ser fríoscomo el tempano. −No se quienes sois ni me importa, pero que sea la última vezque escucho ese insulto en esta escuela, sino como ha dicho mi hijo os echare atodas.

Al escuchar eso, laschicas que solo se habían metido con Luna para divertirse un rato, nuncaimaginaron que esto podría pasar.

−Sirius tranquilízate.−Severus acercándose miro a su alumna de primero. −¿Lovegood estas bien?

−Si profesor.

El profesor miro aHermione. −Granger llévala a la enfermería.

−Si profesor. −Y lachica ayudándola a levantarse se la llevo a la enfermería.

Cuando las niñas sefueron Severus miro a las chicas mayores. −Venir conmigo os diré vuestrocastigo. −Y miro a sus amigos. −¿A que habeis venido?

−Teníamos que hablarcontigo, pero ya lo dejaremos para otro momento, creo que esto es másimportante ahora mismo.

−Esperarme esto notardara mucho tiempo. −Y se iba a ir cuando vio un libro en el suelo,cogiéndolo vio miro haber si tenía nombre y vio que era de la chica Lovegood. −Casiopeadale el libro a tu compañera, es suyo.

La chica separándosede su padre cogió el libro. −Yo se lo devolveré.

−Hazlo. −Y miro a lasalumnas. −Venir conmigo.

−Sí. −Y se fueron conel profesor.

−Veo que ese horribleinsulto sigue aquí. −Dijo Remus mirando a sus amigos.

−Sí, eso es culpa degente como Voldemort aunque esta muerto desde hace muchos años la gente notermina de olvidar. −Les dijo James y agachándose miro a su sobrina. −Cassy note preocupes por ese insulto, solo lo hacen para dañarte da igual si eres unsangre pura, mestizo o hijos de muggles, cuando salgas de esta escuela lo queimportara es tu cerebro y lo que has hecho con tu vida no quien tiene mássangre mágica en su interior.

−Gracias padrino. −Ylo abrazo fuerte.

−De nada mi niña. −Yla abrazo.

−Tío. −Ron se acercocorriendo a James. −¿Es verdad?

El hombre separándosede su ahijada miro a Ron sin entender. −¿El qué?

−Que tío Charlus hapedido a mi madre que prepare un gran pastel de navidad, he recibido su cartahoy.

 

−Me ha comentado algo,pero últimamente andamos muy ocupados, pero creo que si no solo le ha pedido elmejor pastel de navidad del mundo, sino también otros pasteles más pequeños ypastelitos.

−Pastel. −Harry miro asu padre. Quiero ya la navidad, seguro que los pasteles de tía Molly son los másbuenos del mundo.

James se rio. −TranquiloHarry que aún queda casi un mes para los pasteles. −Y miro a Sirius. −Es como tú,solo sabe pensar en pasteles.

−Que te puedo decir,los dos tenemos el mismo estomago, se nota que es mi ahijado. −Y miro a Harry. −Perotienes razón, los pasteles de Molly son los más buenos del mundo.

−Papa.

Sirius miro a su hija.−¿Cassy?

−¿Qué son lasreliquias de la muerte? −Pregunto la chica enseñándole el libro de sucompañera.

El hombre cogiéndolole echo un vistazo por encima. −Hace muchos años tres hermanos se encontraroncon la muerte, y esta les dio tres objetos, la capa de tu primo es unareliquia, también hay otras dos una varita de sauco y una piedra. −Y miro a susamigos. −Hemos sido unos idiotas.

−Y que lo jures,tenemos que irnos rápido.

Si. −Siriusdevolviendo el libro miro a Will. −Dile a Snape que nos hemos ido al ministerioa hablar con Charlus, que lo esperamos en la mansión Potter esta noche que nofalte.

−Se lo diré.

−Gracias. −Los adultosse despidieron de los niños y se fueron.

Draco que hasta elmomento había estado callado miro a su prima. −¿Qué ha sido eso?

−Ni idea, pero desdehace semanas están trabajando en algo muy importante, todos trabajan en lomismo. −Y miro el libro. −Creo que tiene algo que ver con esto.

−Sí, ¿estás bien?

La chica miro a suprimo. −Sí, mi padrino tiene razón, no importa si tienes mucha sangre mágica ono, porque cuando estemos en la calle eso no importara.

−Claro que no, ademástu eres mucho más inteligente que esas.

−Sí, me tengo que ir,tengo que darle el libro a Lovegood y ver si están bien. −Y dándole un beso asu hermano se fue corriendo.

Cuando la pequeñaáguila se hubo ido, Will miro a sus compañeros. −Iros a cambiar, elentrenamiento se ha terminado por hoy.

−Pero Will apenashemos entrenado. −Protesto Oliver. −¿Así como quieres que ganemos?

El capitán lo miro. −Undía entenderás que hay cosas más importantes que el quiddicht. −Y sin decirnada más se fue a clase de su profesor, al llegar vio que aun estaba riñendo alas chicas así que espero, cuando termino y las chicas se hubieron ido, el chicoentro en el despacho. −Profesor Snape, Sirius y James me han dicho que te digaque te esperan esta noche en la mansión Potter que es muy importante, así queno llegues tarde.

−Gracias William,ahora ves a cambiarte.

−Si profesor. −Ydespidiéndose se fue.

Cassy llego a laenfermería y al entrar vio que Hermione estaba allí mientras la señora Pomfreyle curaba las heridas a su compañera.

−¿Cómo estás? −Lepregunto.

−Bien gracias. −Y dejoque le siguieran curando las heridas, cuando la enfermera termino les dijo queya se podían ir.

Las niñas dándole lasgracias se fueron a su torre, al llegar Cassy le dio su libro. −Aquí tienes.

−Gracias Black.

−Me puedes llamarCassy, eso de Black suena demasiado formal, y apenas tenemos 13 años. −Y le sonrió.−Ella es Hermione.

 

La pequeña las miro. −Yosoy Luna Lovegood, gracias por ayudarme antes.

−De nada, nos tenemosque ayudar entre nosotras.

−Sí.

−Buenas tardes chicas.−Un prefecto acercándose miro a Luna. −¿Qué te ha pasado?

−Nada.

−Luna no digas eso, sino hacemos algo seguirán molestándonos. −Cassy miro a su prefecto. −Han sidounas chicas mayores, que se aburrían.

−¿De qué casa eran?

−De esta.

Al escuchar eso, al prefectono le hizo ninguna gracia, los ravenclaw eran conocidos por sus buenas notas nopor ser unos matones.

−No os preocupéis, yome ocupare de todo. −Y miro a Luna. −Si tienes algún problema más, avísame quepara eso estoy aquí, ahora si me disculpáis tengo cosas de las que ocuparme. −Yse fue.

Cassy miro a Luna. −Eltiene razón, no podemos dejar que unas chicas mayores nos traten como si fuéramossus sacos de boxeo.

−¿Boxeo?

−Es un deporte mugglebastante violento, se ponen unos guantes y se golpean unos a otros. −Le dijoHermione.

−Sip. −Cassy le sonrió.−Ahora que ya hemos arreglado esto, ¿queréis que vayamos a estudiar juntas?

−Sí.

−Pues vamos. −Y asílas tres chicas se fueron a estudiar qué era lo que más les gustaba.

Unas horas después, enla mansión Potter todos se reunían y sentados cómodamente en los sofás y conpastelitos y té hablaban de lo que era realmente importante.

−Sirius, James y Remusya me han dicho que la piedra que tanto nos está costando descubrir puede serla piedra de la resurrección. −Charlus miro a Chi. −Con esta idea, ¿podrástrabajar mejor?

−Sí, aunque nunca hevisto antes una piedra con ese tipo de poder, y no sé que hace exactamente.

−No tenemos ningunaprisa así que tomate tú tiempo. −Y miro a Severus. −Ellos han ido antes a verteporque ahora con Chi ocupándose de la piedra, me gustaría que tú y Regulustrabajarais en las nuevas pociones.

−Sin problemas, meocupare de ellas, en mi casa tengo instalado un buen laboratorio así que puedohacer todas las pociones que necesitéis, ¿pero vais a seguir con esto? Digo esverdad que Voldemort está en algún lugar del mundo preparándose para volver,pero creo que de momento lo importante es seguir buscando los horrocrux yseguir las pistas de los informes tanto los muggles como los mágicos y yacuando vuelva Voldemort si es que lo hace ya nos ocuparemos.

−Tienes razón. −Charlusmiro a los demás. −Lo que ha dicho Severus es cierto, es verdad que Voldemortes nuestro enemigo número uno, pero sin perseguirlo por todos lados lo estamoshaciendo bastante bien, hemos destruido tres horrocrux, y hemos capturado aPetigrew que según lo que dijo Hermione él fue quien lo trajo de vuelta, asíque seguiremos en Londres con nuestras vidas, y con nuestros trabajos sin dejarde trabajar en la búsqueda de los horrocrux que faltan.

Queda un mes paranavidad, tenemos muchas pociones que usaríamos en caso de problemas, mientrassolo Chi trabajara en la piedra, los demás nos tomaremos un respiro y noscentraremos en nuestros trabajos y en nuestras familias.

Los demás de acuerdoasintieron, era verdad que Voldemort era peligroso y no sabían dónde podíaencontrarse pero lo llevaban haciendo bien así como lo hacían y no lo iban acambiar.

−Ahora que ya hemospuesto nuestras prioridades en una lista, tenemos que empezar a preparar lafiesta navideña.

 

James miro a su padre.−Ya Harry y los demás se han enterado de que será Molly quien hará las tartas.

−Sí. −Dorea miro a suhijo. −Sera una tarta enorme aun no hemos decidido de que será ni cuantos pisostendrás pero será la mejor de todas.

−Aun nos tocaraesperar un mes.

−Sí, nosotros nosvamos. −Sirius cogiendo la mano de su mujer miro a su tío. −Hemos dejado aAltea con nuestros vecinos, ya se está haciendo tarde, nos vemos.

−Sí, ir con cuidado.

−Siempre. Y despidiéndosede todos se fueron.

El día de la fiesta denavidad no tardo mucho en llegar, y pronto todos estaban reunidos alrededor deun pastel de siete pisos enorme, la tarta era blanca y en cada piso habíanpuesto un motivo diferente.

En el primer piso,Molly lo había llenado de árboles de navidad, verdes con sus hojas llenas denieve.

El segundo estaballeno de regalos y de calcetines llenos de cositas.

El tercero eranbastones de caramelos navideños y hojas navideñas.

El cuarto había unosrenos tirando del trineo de papa Noel.

El quinto habíamuñecos de jengibre.

En el sexto muñecos denieve.

Y en el ultimo un granpapa Noel con un árbol navideño al lado.

−Molly te has superadoa ti misma. −Dijo Dorea cuando dejo de mirar la hermosa tarta navideña. −Nosolo es hermosa sino que seguro que esta buenísima.

La mujer le sonrió. −Graciastía, como me pidió mi tío, aparte de esta tarta hay otras más pequeñas y luegomini-pastelitos y cook cakes que Hermione me dijo que eran muy populares.

−Gracias. −Y abrazándolamiro a sus invitados. −Este hermoso pastel lo ha hecho Molly así que vamos adarle un gran aplauso.− Y todos se pusieron a aplaudirle, y la mujer se pusocolorada no siempre le agradecían de esta manera.

−Ahora vamos a empezara cortarla. −Y miro a los camareros. −Ir cortando las tartas y que losinvitados cojan un trozo de la tarta grande y otro de las más pequeñas o lo quequieran.

−Si señora. −Y loscamareros con los cuchillos empezaron a cortar las tartas para repartirlos.

En un lado de la salaCharlus miraba sonriendo como su mujer ponía orden entre todos no solo losniños sino también los adultos que tenían ganas de probar la tarta.

−Papa. −Hermione seacerco. −¿Qué haces aquí tan solo?

El auror le sonrió. −Viendocomo tu madre intenta poner un poco de orden.

−¿Y porque no vas aayudarla?

−Porque ahora eselugar es como un pantano lleno de cocodrilos.

−Se que estamos en lafiesta de navidad y no quiero hablar de trabajo, pero quiero que destruyas lapremonición.

Charlus la miro. −Tepreocupa, ¿verdad?

−Si, por eso quieroque la hagas desaparecer.

−No te preocupes,después de año nuevo iré al departamento de premoniciones y yo mismo laromperé.

−Gracias.

−No me las tienes quedar.

−Hey vosotros dos. −Jamesse acerco con un plato lleno de pastel. −Sino vais os quedareis sin pastel,creo que un niño me ha mordido cuando he cogido mi plato.

Al escuchar eso losdos se rieron. −¿En serio?

−Si mira. −Y le enseñosu mano a su hermana para que se la mirara. −Creo que me va a pegar algo.

−Te recuerdo que losniños no tienen la rabia. −Dijo Hermione y miro la mano de su hermano. −Solo esun pequeño mordisco ni siquiera se ven las marcas así que no te quejes mas ysigue comiendo el pastel, yo voy a buscar un trozo que no quiero quedarme sin él,nos vemos luego. −Y se fue.

 

Cuando Hermione sefue, James miro a su padre. −¿De qué hablabais?

−De la premonición, atu hermana le da miedo de que alguien la puede coger, por eso después de añonuevo me ocupare de ella.

−Creo que Herms tienerazón, esa cosa solo hace daño, y hace mucho tiempo que tendría que haberdesaparecido.

−Lo sé por eso en añonuevo lo haremos, tampoco quiero que la gente empiece a sospechar.

−Cuando vayas, quieroir contigo.

−Iras, y ahora ves acomerte ese pastel.

−Sí. −Y diciéndole queluego lo vería se fue a una mesa donde empezó a comerse feliz los pasteles quehabía cogido.

Unas horas después lafiesta se terminaba y muchos invitados hicieron cola para llevarse los dulcesque habían sobrado.

Mientras los camarerosrepartían los pasteles, Dorea se acerco a Molly.

−Gracias, han tenidomuchísimo éxito tus pasteles.

La mujer le sonrió. −Graciastía por esta oportunidad.

−De nada, nadie mejorque tu para el pastel. −Y la abrazo. −Feliz navidad. −Y separándose se fue consu marido que estaba sentado cómodamente en una de las sillas.

Cuando los Weasley sequedaron solos Arthur miro a su mujer. −Seguro que mañana tendrás cientos denuevos pedidos.

−Eso espero. −Y miro asus hijos que también estaban en la cola esperando a que les dieran su trozo. −Ron,Ginny no hace falta que os pongáis en la cola, os puedo hacer todos los quequeráis.

Ginny la miro. −Nosolo están repartiendo pasteles, sino también dulces y otras cosas que hansobrado, y me han gustado mucho los canapés salados.

−Ya le pediré lareceta a Hermione. −Molly miro a su marido. −Los ha traído ella, ¿verdad?

−Sí.

Justo en ese momentopasaba Hermione y los Weasley la pararon. −¿Dónde has comprado los canapés? Alos niños les ha gustado mucho.

La castaña les sonrió.−Aunque mi madre no quería que trajera nada, pues los elfos ya lo tenían todopreparado, cuando los vi me gustaron, y los he comprado en una pasteleríamuggle, pero son sencillos de hacer, en las tiendas muggles de comidas puedesencontrar todos los ingredientes y luego solo tienes que juntarlos.

−¿Me llevaras?

Hermione asintió.−Claro pero después de año nuevo, que ahora con los niños apenas tengo tiempopara mí.

−No hay prisa. −Yvieron que los hermanos Weasley traían una caja cada uno. −¿Qué traéis?

Ron ha cogido miscanapés, y yo traigo pasteles y otros dulces, ya nos podemos ir.

−Sí, que ya se estáhaciendo tarde. −Y despidiéndose de la familia se fueron.

Unos días después deque año nuevo terminara, Charlus se fue a buscar a su hijo, para destruir unapremonición no necesitaba a nadie más, así que se fueron a ver al ministro.

−Buenos días y felizaño nuevo. −Les saludo Cornelius.

−Feliz año nuevo señorministro, hemos venido a verle porque nos gustaría que la premonición que hablasobre mi nieto fuera destruida, Harry solo tiene 12 años y no queremos quetodos lo sigan para que la cumpla.

−Por mí no hayproblema pero es algo que tienen que decir los padres del menor. −Y miro aJames. −¿Tu qué dices?

 

−Que mi padre tienerazón, es hora de que esa cosa sea destruida.

−Necesitare que mefirmes un papel para que todo quede en constancia.

−Ningún problema.

−No tardo. −Y levantándosese fue a hablar con su secretaria para que le buscara el papel que necesitaba, yvolvió a su asiento. −Ya no tardara mucho en traerlo.

−Bien quiero terminarcon esto cuanto antes.

−Ya pronto no tendrásninguna premonición por aquí.

−Eso espero.

No mucho tiempodespués, una mujer entraba y le daba al ministro unos papeles.

−James firma aquí. −Ledijo Cornelius enseñándole un espacio libre.

El hombre cogiendo unapluma estampo su firma.

−Con esto ya podemosir a buscar la premonición. −Y levantándose se fueron a buscarla.

Una vez llegaron aldepartamento, Cornelius los llevo delante de la premonición, James cogiéndolamiro a su padre. −Todo es culpa de esto.

−Destrúyela.

−Sí. −Y aunque era unapremonición estaba hecha de cristal así que tirándola al suelo se rompió en milpedazos. −Ya no, nos tendremos que preocupar de esto nunca más.

−No. −Y miro alministro. −Gracias.

−De nada.

−Nosotros ya nos vamostenemos que trabajar. −Y despidiéndose de Cornelius se fueron.

Una vez en eldepartamento de aurores, Charlus miro a su hijo. −Voy a ir a ver a Hermione ydecirle que ya la hemos destruido.

−Sí, yo me iré conSirius hacer mi ronda.

−Entonces nos vemosluego. −Y despidiéndose el jefe de los aurores se fue a san mungo.

Al llegar Charlus sefue al despacho de su hija y la vio trabajando. −Buenos días, Herms. −Lasaludo.

Hermione dejando loque estaba haciendo se levanto y lo abrazo. -Buenos días. ¿Qué haces aquí? ¿Hayalguien herido?

−No, te venía a decirque la premonición de Harry ya no existe.

La mujer al escucharque esa premonición que tanto mal había hecho ya no existía le sonrió. −Mealegro mucho y Sirius también está contento.

Aunque ya habíanpasado casi 20 años desde que Hermione llegara a esa realidad, el fantasma deSirius aun seguía en el anillo, le había dicho que se quedaría allí hasta que ellamuriera y así los dos podrían desaparecer juntos.

−Es normal que estécontento el murió por culpa de eso, así que ahora ya no hay de qué preocuparse,y ya me voy tengo cosas de las que ocuparme.

−¿Aun sigues buscandolos objetos que pueden ser los horrocrux?

−Sí pero también meocupo de otros casos, este año ya hemos avanzado mucho y tampoco quiero que seconvierta en una obsesión, las cosas llegan cuando tienen que llegar.

−Sí.

−Bueno te dejo, notrabajes mucho. −Y dándole un beso en la mejilla se fue y Hermione volvió a sutrabajo.

Unas semanas despuésya casi era san Valentín y hogwarts se había llenado de corazones y ángeles conflechas.

Las pequeñas águilasque solo tenían 12 y 11 años no les interesaba mucho esa fiesta, eso de comerchocolate era divertido solo regalarían a sus amigos y familiares.

Estaban saliendo undía de clase y juntándose con Luna se iban a ir al gran comedor cuando vieron aunos chicos mayores.

−La dama gris se havuelto a esconder en su habitación, siempre es lo mismo cuando llega San Valentín,se esconde y no se deja ver.

−Algunos dicen que unalumno la engaño y desde entonces odia San Valentín.

 

−¿Cómo un alumno pudoengañarla? Lleva casi mil años muerta.

−Ya pero es lo quedicen, además también dicen que la mato un hombre que no acepto que lorechazara.

−Eso es más normal, ladama gris es muy hermosa, es normal que viva tuviera muchos admiradores. −Y vioque las niñas los miraban. −¿Os interesa la historia?

Cassy asintió. −Sentimoshaberos escuchado.

−No te preocupes, ysobre la dama gris en la biblioteca esta su historia.

−Gracias, después decomer la buscaremos.

−No os costara muchoel libro se llama la historia de los fundadores es diferente al de la historiade hogwarts.

−Gracias. −Ydespidiéndose se fueron a su mesa para comer.

Después de llenarselos platos de comida Cassy miro a sus amigas. −Luego iremos a investigar unpoco, ¿Qué os parece?

−¿Quieres saber porquela dama gris odia san Valentín?

−Si, además seguro quellegamos muy lejos, y será divertido.

−Me parece bien. −Hermionemiro a Luna, estos últimos meses se habían hecho grandes amigas. −¿Quieresinvestigar?

−Será divertido.

−Luego lo haremos. −Yse pusieron a comer mientras pensaban en que cosas se encontrarían.

El sábado por lamañana Hermione estaba haciendo el desayuno cuando escucho unos ruiditos, almirar a su alrededor vio que la lechuza de su hija estaba allí, acercándoseabrió la ventana para que pasara y vio que llevaba un sobre azul.

Nada más empezar laescuela y saber que Cassy estaba en ravenclaw, su madre le había regalado unset de carta y papel personalizado, azul con su nombre y con los escudosfamiliares el Black y el Potter y el escudo de su casa y para que la carta nose perdiera unas pegatinas.

Todos los niños de lafamilia tenían unos incluso su hija le había regalado a Hermione el suyo propiopara que cuando escribiera a sus padres no tuviera que escribir en un papelblanco y esas navidades se lo habían regalado a Luna, la verdad es que estaban triunfando.

−¿Quién te escribe tantemprano? −Pregunto Sirius entrando en la cocina y besándola.

−Tu hija.

−¿Qué dice? −Preguntoel hombre sirviéndose una taza de café.

−Pues no lo sé, ahorate lo digo. −Y abriendo el sobre por la pegatina saco la carta y se puso aleerla, al terminar se rio y miro a su marido. −Cassy es toda una investigadoraparece ser que ahora que viene San Valentín la dama gris se ha escondido en sucuarto y no quiere salir y las niñas quieren saber porque, así que me pidevarios libros para poder avanzar en su investigación.

−Sera divertido, no sepueden pasar todo el tiempo estudiando, hay que pensar en otras cosas. −Siriusla miro. −Este fin de semana no trabajo, que te parece si después de ir alcallejón diagon a comprar los libros, dejamos a Altea con tus padres y nosescapamos unas horas hasta mañana por la tarde.

Hermione le sonrió. −Claro,pero para eso tendrás que despertar a la princesa y vestirla.

−No tardare, mientrastu prepara una bolsa. −Y besándola dejo la taza en el fregadero y se fue adespertar a Altea.

Hermione guardando elsobre con los demás se fue a preparar la bolsa.

Unas horas después enhogwarts, las niñas estaban desayunando cuando una lechuza se acerco y dejo unpaquete al lado de Cassy.

−Deben de ser loslibros que le he pedido a mi madre. −Y cogiendo su cuchillo corto las cuerdas ydesenvolviendo el paquete vio tres libros. −Fantasmas de hogwarts. −Y dejándoloa un lado cogió otro libro. −Los fundadores de hogwarts, ese ya lo tenemos enla escuela pero es mejor tenerlo así no lo tendremos que pedir todo el tiempo.

 

−Sí. ¿Cuál es el últimolibro?

Cassy se lo enseño. −Habitantesde hogwarts.

−¿Y de que va?

−Ahora te lo digo. −Ycogiéndolo lo abrió por la primera pagina.

Aunque este libro separece mucho al de los fantasmas de hogwarts, tiene la diferencia de que sehabla más de las vidas pasadas de todos y cada uno de los habitantes delcastillo desde los fantasmas hasta la de los cuadros.

−Parece muyinteresante. −Hermione la miro. −¿Me lo prestas?

−Claro. −Y dándoselovio que había un sobre cogiéndolo vio que era la escritura de su madre. −Mimadre me escribe. −Y abriéndolo empezó a leer.

Cassy,Herms y Luna me alegro mucho de que hagáis otra cosa que estudiar, estudiaresta bien pero también hay que saber cuándo dejar de lado los estudios.

Cassyse que solo me habías pedido dos libros pero el dependiente me dijo que en ellibro de los habitantes de hogwarts hay muchas cosas que en el libro de losfantasmas no sale así que espero que os ayude.

Tupadre dice que cuando tengas tu investigación terminada se la envíes la quiereleer y yo también, besos espero que os ayuden mucho estos libros.

Cassy guardándose lacarta miro a sus amigas. −Ya tenemos nuestros libros, así que ahora podremosempezar y no tendremos que ir todo el tiempo a la biblioteca a pedirlos.

−Mejor, porque contantos estudiantes los libros más interesantes los cogen rápido.

−Sí, ahora tenemos queterminar de comer y así podremos empezar.

−Sí. −Y así dejandolos libros a un lado siguieron comiendo.

Unos días después, yaera san Valentín, Cassy le había pedido a su hermano que le comprara muchoschocolates en Hogsmeade, su madre le había enviado unas galletas y su abuelamas chocolates pero estos de la tienda de su tía, así que la niña iba cargada.

Al entrar al grancomedor se acerco a la mesa de los leones y con cuidado de que no se le cayeranada le dio una bolsa a su hermano.

−Ori feliz san Valentín.

−Gracias. -El chicotambién le dio una bolsa. −Para ti.

La chica sonriendo lo cogióy le dio una bolsa a Harry. −Feliz san Valentin.

El chico también ledio otra.

−Lyall para ti. −Y ledio una tercera bolsa.

Y la chica tambiénrecibió otra de él.

Aunque nunca le habíaregalado nada a Ron, ese año si que se acerco y le regalo una bolsa. −Para ti,feliz San Valentín.

El chico la miro. −Yono tengo nada.

Cassy le sonrió. −Note preocupes ya me los darás, no sabías que yo te daría, así que es normal queno tengas.

−Cuando termine dedesayunar le enviare una carta a mi madre para que me envié unos chocolates,esta tarde te los dare.

−Los espero. −Y fuedando más bolsas, a Ginny, a sus primos gemelos, incluso le dio una bolsa aPercy aunque no le caía bien, su primo mayor era muy aburrido solo sabía hablarde lo que hacía el ministro todo el tiempo, también le dio una bolsa a Nevilley cuando termino con ellos se fue a ver a Will que ese día sus fans lo tenían másrodeado.

 

−Buenos días pequeñaCassy.

La chica le sonrió. −Buenosdías príncipe Will, te he traído unos chocolates. −Y le dio una bolsa.

El chico levantándosele dio un beso en la mejilla. −Gracias, yo también tengo algo para ti. −Y ledio una bolsa de color roja con un hermoso lazo. −Espero que te guste.

−Sí. −Y despidiéndosese fue a su mesa donde dejo los chocolates que le habían regalado y le dio dosbolsas a sus amigas. −Para vosotras feliz san Valentín.

−Gracias. −Herms yLuna también le dieron los suyos.

−Ahora vengo tengo queir a darle los chocolates a mi primo y a los demás. −Y miro a Herms. −¿Le hasregalado chocolates a Draco?

La niña asintió todaroja. −El me ha dado también una bolsa. −Y le enseño un bonito conejo decristal con una rosas rojas.

−Gracias Cassy, yotambién tengo algo para ti. Y le dio una bolsa pero esta verde.

−Gracias. −Y cogió unabolsa y se la dio a Blaise. −Para ti.

−Gracias. −El chicotambién le dio una bolsa.

Cassy también le diounos chocolates a Theo, a Daphne y a Pansy.

−Oye Cassy. −Pansy lallamo después de darle las gracias.

La chica la miro. −Dime.

−¿Tú crees que tuhermano aceptara si le doy unos chocolates?

Cassy le sonrió. −Síque los aceptara, se que él no tiene novia, así que se los puede regalar.

−Gracias.

−De nada, tengo quedar dos chocolates más y luego desayunar, así que nos vemos luego. −Ydespidiéndose se acerco su mesa en la parte de los mayores y le dio dos bolsasde chocolates a los chicos que les habían hablado de la dama gris. −Paravosotros gracias por contarme la historia de la dama gris.

Los chicos le sonrieron.−De nada, y gracias por los chocolates, seguro que están muy buenos.

−Eso seguro, son de latienda de mi tía Molly, de Honeydukes y unas galletas que ha preparado mi madre.

−Gracias.

−De nada. −Ydespidiéndose se fue a su mesa y sentándose empezó a abrir las bolsas que lehabían dado, los leones le habían regalado chocolates y galletas, abrió elregalo de Will y sonrió, ese chico no cambiaba, le había regalado una pulseracon una bonita flor roja.

−Qué bonito. −Le dijoLuna.

−Lo es, me la haregalado Will, el solo hace estos regalos a la gente que realmente aprecia, loquiero como a un hermano mayor, lo conozco desde que tengo recuerdo.

−Entonces es normalque te lo regale.

−Sí, ¿me la pones?

−Claro. −Y limpiándoselas manos cogió la pulsera y se la puso.

Cuando la tuvo puesta,abrió los regalos de los slytherin, Theo y las chicas le habían regaladogalletas y chocolates, Draco le había regalado un bonito oso de cristal quecogía unas rosas rojas.

−Cuidado que no serompa. −Le dijo Herms.

−Sí. −Y con cuidado lodejo en su paquete. −Solo falta el regalo de Blaise. −Y abriéndolo vio una bolade nieve con una hermosa rosa roja en su interior, girándola vio que la nieveeran minúsculos pétalos de color blanco, era hermoso.

Guardando todo concuidado lo dejo a un lado y se puso a desayunar, le habían gustado mucho losregalos y ahora tenía chocolates, dulces y galletas para una semana o más.

Por la tarde Cassysalía de la biblioteca cuando se encontró con Ron que llegaba corriendo y ledio una caja. −Para ti, mi madre me los acaba de enviar espero que te gusten.

 

La chica abriendo lacaja vio que no solo habían cupcakes sino también bombones y galletas. −Muchasgracias.

−De nada, nos vemos. −Yse fue corriendo.

Cassy contenta de queRon hubiera cumplido su promesa y le hubiera regalado tantos chocolates se fuea su sala común.

Unas semanas despuésCharlus tenía ya preparado un par de nuevas misiones había estado leyendo losinformes y se había enterado de muchas cosas, como que cuando Riddle trabajabapara Borgin y Burkes habían desaparecido varios objetos después de que unamujer apareciera misteriosamente asesinada.

Investigando a esamujer, descubrió que se llamaba Hepzibah Smith yque su elfo había sido acusado de matarla, algo le decía que no había sido él,el causante, así que se acerco al departamento de asesinatos, un lugar donde seguardaban todos los informes de los asesinatos que habían ocurrido en losúltimos 100 años y pregunto por el encargado.

Notardo mucho en aparecer un hombre. −Buenas Charlus.

−BuenasHanz, estoy investigando el asesinato de Hepzibah Smith, ¿tienes algo de ella?

−Déjameque te lo mire. −Y se metió entre los ficheros. −Oye Charlus. −Le grito.

−Dime.

−Lepuedes pedir a tu sobrina que me prepare el pastel de bodas de mi hija.

−Vesa verla tu y se lo pides, no come a nadie.

Elhombre lo miro. −¿Hace para los demás también?

−Claro,¿Qué pensabas?

−Quesolo fue un pedido especial.

−No,puedes ir bien y pedírselo, dile que vas de mi parte.

−Gracias.−Y volvió a meterse entre los ficheros.

−Denada, ¿has encontrado algo?

−Sí. −Ysacando una carpeta se acerco y se la mostro. −Aquí tienes.

−Gracias.−Y abriéndola vio el informe que habían hecho al encontrar su cadáver.

−¿Porqué investigas esa muerte?, murió en el 45.

−Lo sé,pero tiene que ver con los mortifagos que estoy investigando ahora y algo medice que ese elfo no la mato. −Y mirando las hojas vio que había un árbol genealógico.¿Por qué sale su familia aquí? −Pregunto enseñándole el documento.

−Niidea. −Y cogiéndolo se puso a leerlo hasta que llego al principio. −Porque esla descendiente de Helga Huffelpuff.

−¿DeHuffelpuff dices?

−Sí. −Yle enseño el nombre en el documento.

−Esperaun momento. −Y cogiendo el informe se puso a leerlo. −Aquí dice que cuandoencontraron el cadáver descubrieron que faltaban varias cosas, un medallón yuna copa, y según esto la copa fue de Huffelpuff.

−Puedeque la mataran para robarle los objetos, hay mucho ratero suelto.

Alescuchar eso, el auror lo miro. −Dile a mi sobrina que te regalo el pastel, meacabas de allanar mi investigación. −Y cogiendo el árbol genealógico sedespidió y se fue corriendo a ver a Chi.

En eldepartamento de pociones el auror miro a su amigo. −Necesito una poción de lastuyas.

−¿Hasencontrado algo nuevo?

−Creohaber encontrado un nuevo horrocrux?

−¿Cuál?

−Lacopa de Helga Hufflepuff, mataron a su descendiente y en la misma nochedesaparecieron dos objetos un medallón que creo que es el que nosotros tenemosy su copa.

−Veoque vas progresando. −Y acercándose a una bolsa cogió una poción y se la dio. −Tencuidado tiene veneno de basilisco.

−Lotendré, cuando tenga noticias te diré algo.

 

−¿Dóndevas a empezar a buscarla? El mundo es muy grande.

−Lo sé,y no sé por dónde empezar pero lo haré. −Y despidiéndose se fue.

Elauror se acerco a ver al ministro y lo encontró justo cuando iba a entrar en sudespacho. −Buenos días Cornelius.

−Buenosdías, Charlus.

−Necesitoque me des un poder para mirar las propiedades de los mortifagos que están enAzkaban.

−¿Buscasalgo en especial.

−Sí,pero no sé donde esta, ¿me lo daras?

−Claroque si, los prisioneros de Azkaban perdieron sus derechos cuando fuerondetenidos y acusados de asesinato. −Y miro a su secretaria. −Dale el permisoque quiere.

−Síseñor. −Y miro al auror. −Deme un par de minutos que se lo preparo.

−Sí,también necesitare una lista de los prisioneros que son mortifagos.

−Ahoramismo. −Y se puso a trabajar.

−Yotengo cosas que hacer, si necesitas cualquier cosa avísame.

−Gracias.

−Denada. −Y se metió en su despacho.

Diezminutos después, Charlus se despedía de la secretaria del ministro, la mujer lehabía dado las dos cosas que le había pedido y con ello empezaría a trabajar.

Acercándosea su despacho vio a Seymour. −Justo a quien buscaba. −Le dijo.

Elauror lo miro. −¿Me necesitas para algo?

−Sí, creohaber encontrado un nuevo horrocrux pero no se por dónde empezar.

−¿Quées?

−Lacopa de Huffelpuff.

−Enla mansión Riddle no encontramos nada y en la casa de los Gaunt tampoco.

−Esoquiere decir que lo puede tener un mortifago.

−Puedeser. −Y vio que su jefe tenía varios papeles en la mano. −¿Qué llevas allí?

−Unalista de mortifagos y una orden de registro para los propiedades de losmortifagos reconocidos.

−¿Situ quisieras esconder algo donde lo esconderías?

−Enmi casa.

−Esuna buena opción, pero sabiendo que eres un mortifago y que te pueden descubrirsi lo encuentran pasarías más años en Azkaban.

−Puesen gringotts o en almacenes.

−Enlos almacenes sino pagas subastan las cosas y una vez en Azkaban pierdes partede tus propiedades y los aurores no van a estar pagando tu almacén, así quesolo nos queda gringotts.

−Puesvayamos a gringotts. −Y miro a su secretaria. −Astrid llama a 20 aurores, vamosa registrar las bóvedas de los mortifagos que están en Azkaban, necesitamos amucha gente.

−Ahoralos llamo.

−Dilesque les esperamos en gringotts que no tarden.

−No. −Ymientras la secretaria empezaba a avisar a los aurores, Charlus y Seymour seiban a gringotts.

Unavez en gringotts, los aurores empezaron a buscar en las bóvedas de todos y cadauno de los mortifagos que tenían registrados.

Unpar de semanas después, gringotts había sido totalmente revisado, mientrasbuscaban la copa habían encontradomuchos objetos ilegales que habían ido colocando en una sala.

Esedía Seymour estaba revisando todos los objetos para haber si encontraba la copacuando encontró varios objetos muy peligrosos de magia negra llamando a suayudante le pregunto a quienes pertenecían.

Elauror cogió la carpeta y se puso a buscar los nombres.

−Señor,esos objetos pertenecen a Antonin Dolohov. −Le dijo.

−¿Quépertenece a quien? −Pregunto Charlus entrando en la sala.

−Unosobjetos muy peligrosos. −Seymour se los enseño. −Pertenecen a Dolohov.

 

Elauror miro al ayudante de Seymour. −Un papel y una pluma.

−Síseñor. −Y se lo dio.

−¿Quévas a hacer? -Le pregunto Seymour.

−Poresos objetos ya te caen entre 20 y 30 años en Azkaban, como Dolohov está condenadoa cadena perpetua por ser mortifago y matar a muggles les estoy pidiendo aljuez Adrián que lo condene al beso del dementor.

−Creoque es lo mejor.

−Sí. −Lepuso su sello como jefe de los aurores y miro al otro auror. −Otro papel.

−Síseñor. −Y le dio otro.

−¿Quéescribes ahora?

−AChi, para que venga y traiga sus pociones, destruiremos estos objetos ahoramismo. −Poniendo su sello se lo dio al ayudante para que los entregara. −Notardes, y que el juez te su contestación.

−Síseñor. −Y cogiendo los papeles y dándoles la carpeta se fue.

−Mientrasesperamos a que el llegue, empezaremos a separar los objetos, y haber siencontramos la copa.

−Sí. −Yasí los dos aurores se pusieron a mover los sitios de un sitio a otro hasta queencontraron una copa que desprendía un fuerte poder maligno.

−Yalo hemos encontrado. −Dijo Charlus, y sacando la poción que un día dos semanasatrás le dio Chi la abrió y la vertió en la copa, de esta no tardo mucho ensalir el alma envenenada de Voldemort.

−Unacosa menos, ahora seguiremos separando los ojos objetos.

−Sí.−Y así los dos aurores siguieron con lo suyo.

Casidiez minutos después, Chi llegaba con el ayudante y Charlus miro al auror. −Esperafuera ahora saldrá mucha energía maligna y puede ser peligroso.

−¿Y quépasa con ustedes?

−Estaremosbien. −Seymour lo miro. −Ves fuera, no tardaremos mucho.

−Síseñor. −Y saliendo cerró la puerta.

Casiuna hora después los aurores con Chi salían de la sala y en el interior soloquedaban trozos de lo que antes fueron muebles, joyas y libros.

−SeñorCharlus, el juez me ha dado una nota para usted. −El auror que había estadoesperando fuera a que terminaran le entrego una nota.

−Graciaspor esperarnos. −Y cogiendo la nota se puso a leerla, cuando termino miro aSaymour. −Tenemos que ir a ver al juez Adrian ha tomado una decisión y miro aChi. −Gracias por todo, nos vemos en otro momento.

−Cuandoquieras. −Y despidiéndose se fue.

Seymourmiro a su ayudante.− Lo de esa sala que lo incineren, no quiero que quede nada,igual ya no queda nada solo trozos que no puede usar nadie.

−Meocupare de que lo incineren.

−Hazlo.−Y despidiéndose se fueron.

En eldespacho del juez Adrian al llegar vieron que no solo estaba él, sino quehabían otros muchos jueces.

−Buenastardes.

−Buenastardes, sentaros.

Losaurores sentándose los miraron. −¿Todo bien?

−Despuésde la nota que me has enviado hace unas horas, me he dado cuenta de que haymuchos objetos peligrosos escondidos en hogwarts, así que se revisara el bancode arriba abajo. −Y le paso un documento. −Estos serán los castigos querecibirán los que tengan objetos de magia negra en sus bóvedas, de momento nosolo Dolohov recibirá el beso del dementor por los objetos que tenía en supoder y los crímenes causados sino también muchos otros, como Bellatrix Lestrange,ella tendría que haber recibido el beso hace muchos años solo se le respeto lavida por el apellido que tiene, pero ahora ya no se puede seguir respetando, losciudadanos tienen que entender que no importa el apellido que tengas todostenemos que seguir las reglas.

 

−Meparece bien, pero antes de hacer ningún comunicado déjame que hable con missobrinas.

−Adelante.

−Gracias.−Y levantándose miro a Seymour. −Ocúpate de que empiecen con las revisiones.

−Yome ocupare de todo. −Y levantándose cogió la carpeta que su jefe le ofrecía ydespidiéndose de los jueces se fueron.

Unasemana después Andrómeda y Narcisa estaban delante de la tumba de su hermanaBella, la mortifaga no se había arrepentido en ningún momento de todo el malque había causado ni tampoco de seguir a alguien como Voldemort.

Lashermanas habían decidido enterrar a Bella bajo el nombre de soltera, que lospocos Lestrange que quedaban se ocuparan de Rodolphus y de su hermano, ellas noquerían saber nada de ellos, ya tenían suficiente con llevar a cuestas lascosas horribles que había hecho Bella.

Unavez enterrada la mujer los pocos presentes se fueron dispersando y soloquedaron ellas dos.

−Vámonos.−Andrómeda miro a su hermana. −Espero que ahora que Bella ya no esté entrenosotras pueda tener un descanso tranquilo.

−Yotambién lo espero y que se arrepienta un poco de todo lo malo que hizo.

−Esosolo ella lo puede saber. −Y así las dos hermanas se fueron dejando a Belladescansando al lado de sus padres.

Mientrasla familia salía del cementerio, gringotts seguía siendo revisado, los auroreshabían encontrado muchos objetos oscuros y según las nuevas ordenanzas de losjueces muchos estaban siendo acusados y llevados a Azkaban.

Aunquelas fiestas de pascua pronto llegaron, en Londres mágico los aurores no dejabande trabajar, Bella y los Lestrange no habían sido los únicos en recibir el besodel dementor, sino muchos otros, que aunque llevaban muchos años en Azkabannunca se habían arrepentido de hacer las cosas horribles que hicieron, con esaacción muchos entendieron que aunque tuvieran mucho dinero y su posición buenasi eran culpables irían a Azkaban a cumplir su castigo.

Esedía Sirius y los demás habían ido a la estación para buscar a sus hijos en laestación, aunque solo tenían una semana de vacaciones las aprovecharían almáximo.

Cuandolos niños llegaron y se fueron con sus padres, James vio a alguien que hacíamuchos años que no veía y pidiendo a su familia que se esperaran se acerco.

−Thomas.

Elhombre que estaba hablando con su hijo se giro y lo miro. −El pequeño James,veo que has crecido.

Alescuchar eso, Sirius y Remus que lo habían seguido se rieron y James se pusocolorado.

−Papa.−Harry miro a su padre. −¿Conoces al señor Thomas?

Jamesle sonrió. −El estuvo en gryffindor, es unos años mayor que nosotros. −Y miroal hombre. −No sabía que estuvieras en Londres, creí que vivías fuera.

−Enun principio pensé en irme, después de lo que paso, pero quería que Dean fueraa hogwarts. −Y miro a su hijo que estaba con Seamus. −Los aurores me salvaronla vida cuando los mortifagos me quisieron matar porque no me quise unir a susfilas. −Y miro a James y a los demás. −Cuando tu padre me salvo la vida, volvíjunto a mi familia y les dije la verdad, que era un mago y que solo me habíaido para protegerlos.

−Mealegro de que volvieras, nadie se merece estar lejos de su familia. −Y miro aDean que lo miraba. −Dean tu padre es un hombre muy valiente, prefirió morirantes de que ser un mortifago asesino sin escrúpulos. −Y miro a Harry. −Nostenemos que ir, hemos quedado con tus abuelos para cenar. −Y despidiéndose deThomas y de su hijo se fueron.

 

Harrymiro a su padre. −¿Por qué nunca me lo dijiste?

−Porquehay cosas que es mejor no decir, y esa época no fue feliz para nadie, muriómucha gente y mucha otra gente desapareció, algunos aun no han sidoencontrados, ahora vámonos. −Y volviéndose a reunir con su familia cada uno sefue a su casa.

Encasa de los Black, Hermione miraba a su hija. −¿Me vas a enseñar tuinvestigación?

−Esque no se si está bien, hemos hablado con mucha gente profesores, hasta con losfantasmas.

−Cuandola lea entonces te podré decir si está bien o mal, pero cariño es tu primera investigaciónasí que no te preocupes.

−¿Mequieres quitar mi trabajo? −Pregunto Sirius que entro en el salón reciénbañado.

Lachica lo miro. −Claro que no papa, solo fue que nos aburríamos y lo quisimoshacer.

−Tupadre te está tomando el pelo. −Hermione miro a su marido. −No le digas esascosas que le asustas.

Siriusriéndose las miro. −Las dos arrugáis el ceño de la misma manera cuando algo noos gusta, es muy divertido, ¿queréis un zumo?

−Siporfis. −Le dijo Cassy y miro a su madre. −Ahora te la traigo. −Y levantándosese fue a buscar su investigación para que sus padres la leyeran.

Unpar de días después, Cassy estaba en casa de su abuela mirando un álbum defotos, a la chica le encantaba ver los antiguos álbumes de todos de susabuelos, su abuela Dorea siempre había sido muy elegante y hermosa y siempreiba a bailes muy elegantes.

Cassyestaba viendo un álbum cuando su abuelo se le acerco.

−¿Mirandode nuevo los álbumes de la abuela?

Laniña lo miro. −Abuelo es que la abuela siempre iba a bailes muy elegantes,nosotros nos tenemos nada igual, solo el de navidad y el que preparara papapara la familia Black pero nada más.

−Elde navidad, hace muchos años que lo celebramos empezó con mi abuelo, y es unatradición que me gusta hacer, y el de la familia Black es más una fiesta que unbaile.

−Poreso abuelo, me gustaría tener mi propio baile.

−Puesse hace.

Laniña lo miro. −¿En serio?

Charlusle sonrió. −Claro que sí, no olvides que tú eres una Potter y una Black y si tuquieres tu baile lo haremos, ahora tienes que decidir cuándo lo quieres,verano, invierno, otoño o primavera.

−Enverano.

−Yatenemos la estación y tienes que ponerle un nombre.

Cassylo miro. −¿Qué te parece el baile de las flores?

−Megusta, pero las flores salen más en primavera. −Charlus la miro. −¿Qué teparece el baile de la luna?

Laniña lo abrazo. −Me encanta.

−Yatenemos otra cosa decidida, lo más importante es decidir cuándo lo quiereshacer, ¿por la tarde o por la noche?

−Porla noche abuelo. −Y lo miro. −Y de mascaras, que cada uno lleve una máscaracomo las del carnaval de Venecia.

Charlusle sonrió. −Me gusta mucho tu idea, tu invitaras a tus amigos de la escuela, yyo a los adultos, así será para todos.

−Siabuelo. −Y lo abrazo de nuevo. −Será el mejor baile de todos.

 

−Elmejor de todos.

−Cassy,papa. −Hermione y Sirius entraron. −Os vemos muy animados, ¿de qué habláis?

Laniña los miro. −Vamos a celebrar un baile de mascaras en verano que se llamarael baile de la luna.

Hermionele sonrió. −Es una idea estupenda, ¿y donde lo celebrareis?

Alescuchar esa pregunta, Cassy miro a su abuelo. −Eso no lo habíamos pensado.

−Note preocupes, la celebraremos aquí, es una mansión muy grande.

Laniña miro a su madre. −Ya tenemos un lugar.

−Ahorafalta la comida que servirás, el color de las invitaciones y la música.

−Lepediré ayuda a la abuela, ella sabe mucho de estas fiestas.

−¿Quéme tenéis que pedir? −Pregunto Dorea entrando.

Cassyla miro. −Abuela vamos a celebrar una fiesta, ¿me ayudas?

−Claroque si, ¿Qué tema es? −Pregunto sentándose al lado de su marido.

−Demascaras como las de Venecia.

−Unbuen tema, ¿y cuándo será?

−Enverano por la noche, se llamara el baile de la luna.

−Unbuen nombre.

−Loha pensado el abuelo.

Doreasonrió a su marido y luego miro a su nieta. −Tu abuelo tiene grandes ideas,mientras tú vas a la escuela, yo me ocupare de buscar la comida, las flores, lamúsica y el color de las invitaciones.

−Elnegro y el plateado es un buen color para la invitación. −Les dijo Sirius. −Nosolo es elegante, sino que también le da un toque mágico.

Cassyle sonrió a su padre. −Si papi. −Y miro a su abuela. −¿Se puede?

−Claroque si, pondremos una bonita mascara arriba y en el sobre pondremos otra máspequeña a un lado, y como serán mágicas cuando tu le entregues la invitación aquien quiera ya saldrá el nombre.

−Cassy.−Herms la llamo. −Cariño recuerda que hay mucha familia, así que a los Weasleyno le entregues una a cada uno sino pronto te quedaras sin invitaciones y nopodrás invitar a los demás.

−Unapor familia.

−Sí.

Charlusmiro a su hija. −¿Veníais por algo?

−Sibueno queríamos llevar a Cassy a pasear, pero por lo que veo está muy ocupadacon su baile, así que nos iremos a pasear nosotros. −Y miro a su marido. −¿Quieres?

−Claro.−Y miro a sus tíos. −Vendremos en unas horas a buscarla.

−Notengáis prisa.

−Ninguna.−Y despidiéndose de sus tíos y de Cassy, el matrimonio Black se fue, mientraslos demás seguían preparando la fiesta.

Unasemana después, los niños volvían a la escuela, después de dejar a sus hijos enel tren que los llevaría a hogwarts, Sirius estaba en la cafetería del ministerioleyendo la investigación de su hija.

Suniña lo había hecho bastante bien, había puesto la vida de la dama gris alprincipio y luego había puesto las cosas que habían ido encontrando.

−¿Quélees tan concentrado? −Pregunto James sentándose a su lado.

−Lainvestigación de mi princesa.

−YaHerms me comento algo, ¿es interesante?

−Mucho,¿sabes que un estudiante la engaño para robarle la diadema?

−¿Quédiadema?

−Unaque hace a los estudiantes más inteligentes, perteneció a su madre.

−¿Dicesque un estudiante le robo una diadema que hacía más inteligente al portador queperteneció a Ravenclaw?

Siriusdejando de leer el informe lo miro. −Solo hay una persona que sería tanmezquina para engañar a una pobre mujer y robarle una diadema de hace más de 10siglos.

 

−Si,Riddle.

−Exactamente.

−¿Dicedonde la escondió?

Siriuslo miro. −¿Alguna vez mis preciosos niños hacen algo sin terminar?

−Alcontrario que tu, no. −Y se rio.

−Porhaberme dicho eso, ya no te diré donde se esconde, te tocara buscarla. −Yterminándose su café se levanto y después de pagar se fue corriendo.

−Oye espérame.−Grito James y levantándose se fue detrás de su primo.

Losdos hombres iban corriendo por el ministerio como si de niños se tratarancuando vieron a Charlus y a Abraxas.

−Chicosque ya no sois niños. −Les regaño Abraxas.

−Losentimos. −Sirius se disculpo y miro a su tío. −Mi Cassy ya me ha dicho dondeesta un nuevo horrocrux.

Charluslo miro sin entender bien. −¿De qué hablas?

−Ensan Valentín, Cassy y sus amigas escucharon a unos chicos mayores hablando delporque la dama gris el fantasma de Ravenclaw se escondía para esas fechas, asíque le pidieron a Herms unos libros sobre hogwarts, después de semanas de durainvestigación ya la han terminado. −Y le paso el cuaderno. −Aquí está el porquéla dama gris se esconde en san Valentín, parece ser que Riddle le engaño pararobarle la diadema de Ravenclaw es una diadema que hace a su poseedor másinteligente, pero él no la quería para ser más inteligente sino paraconvertirlo en un horrocrux por supuesto Cassy no sabe nada de eso, solo que ladiadema se encuentra en la escuela en la sala de los menesteres.

−Yatenemos un nuevo trabajo. −Y miro a Abraxas. −Nos vemos en otro momento. −Y miroa Sirius. −¿Me prestas la investigación?

−Tela presto, pero la quiero de vuelta, no quiero que se pierda.

−Claroque no, ahora vamos que tenemos trabajo. −Y despidiéndose de Abraxas se fueron.

Enhogwarts todo estaba muy tranquilo, Dumbledore se pasaba los días en sudespacho y los alumnos en sus clases.

Comocada día Albus estaba en su despacho cuando tocaron a la puerta.

−Adelante.

Lapuerta no tardo mucho en abrirse y apareció Charlus. −Buenos días.

−Buenosdías Charlus, ¿vienes por alguna nueva misión? Sé que últimamente has estadomuy ocupado.

−Nite lo imaginas, no paro ni un segundo. −Y lo miro. −¿Sabías que Riddle tienehorrocrux en su poder?

Alescuchar eso, el director lo miro preocupado. −No, no lo sabía, ahora sabemosporque no murió aquella noche tantos años atrás.

−Sí,lo descubrí por casualidad, cuando destruimos el diario.

−¿Sabescuantos hay?

−No,por eso estoy investigando tanto para destruirlos, hasta que no los destruyamosdel todo no podremos vivir tranquilos.

−¿Cuántosllevas?

−Eldiario, cuando detuvimos a Petigrew cogimos otro que era un anillo queperteneció a los descendientes de Slytherin. −No le diría nada de la piedra dela resurrección, era mejor guardarse esa información. −Un guardapelo que estabaen una cueva, una copa que encontramos en la bóveda de los Lestrange y aquí hayotro, la diadema de Ravenclaw, hemos descubierto que es otro.

−¿Cómolo has descubierto? No te he visto por aquí.

Charlusle sonrió. −Parece ser que mi nieta y sus amigas, querían saber porque la damagris se esconde en la fiesta de san Valentín y una cosa llevo a la otra, no sési exactamente es un horrocrux, pero ya hemos visto que le gusta usar lostesoros de los fundadores.

 

−¿Puedoir contigo?

Charluslo miro frunciendo el ceño. −La última vez no me hiciste mucho caso.

−Estavez lo hare, solo quiero ver como es, nunca he visto ninguno.

−Estábien, puedes venir, pero no entorpezcas a mi gente.

−No,¿y donde esta?

−Enla sala de los menesteres.

−Haytres.

−Lo sé,por eso mi gente están mirando las tres, vamos ya nos deben de estar esperando.−Y levantándose se fueron a buscar la diadema.

Casicuatro horas después, encontraban la diadema, les había llevado muchas horasencontrarla, pero ya Charlus la tenía en las manos.

−¿Cómola destruimos? −Pregunto Dumbledore.

−Conveneno de basilisco, antes de venirme me he pasado por el departamento de pocionesy le he pedido un par de sus pociones más poderosas. −Y dejándola en el suelo,miro a su gente. −Apartaros no os quiero cerca.

−Síseñor. −Y haciendo caso a su jefe, se apartaron.

CuandoCharlus vio que ya todos estaban bien alejados, cogió sus guantes y luego deponérselos abrió el frasco y vertió su contenido en la diadema, no tardo muchoen salir un alma negra que gritando se fue.

−Unomenos. −James miro a su padre. −¿Cuántos crees que quedan?

−Niidea. −Y cogiendo la diadema se la dio a Dumbledore. −Devuélvesela a la damagris, dile que ya no hay ningún peligro en su interior, ¿sabes quién podríahaberle enseñado sobre los hororcrux a Riddle?

−Slughorn.−Dijo Albus. −Ya era el jefe de slytherin cuando Riddle empezó a estudiar, y sepasaban casi todo el tiempo trabajando en proyectos y otras cosas.

−¿Sabesdonde lo podemos encontrar?

−No,hace años que no se dé el.

−Nostocara buscarlo, gracias por todo. −Y miro a los demás. −Nos vamos, aquí yahemos terminado. −Y despidiéndose de Albus se fueron.

Unassemanas después, las cosas estaban muy tranquilas, Charlus había leído lainvestigación de su nieta, era bastante interesante, tanto que había hecho unacopia para guardársela y la original se la había devuelto a su sobrino.

Despuésde destruir la diadema, habían estado buscando más información sobre mashorrocrux pero no habían encontrado nada mas, así que dejando de lado esainvestigación se ocupaban de otras, tenia casos abiertos y no podía dejar unosde lado para enviar a todos sus aurores tras pistas falsas que no les llevabana ningún lado, cuando llegara el momento entonces volverían a perseguir aVoldemort.

Mientraslos adultos trabajaban, en hogwarts, un sábado poco antes de que las vacacionesde verano empezaran, Cassy estaba desayunando con sus amigas como siempre,cuando las lechuzas empezaron a llegar, la niña dejando su desayuno, cogió lacaja que traía su lechuza.

Antesde poder abrirla, algunos la miraron.

−HeCassy. −Draco que estaba a su espalda en la mesa de los slytherin la miro.−¿Cuándo me lo ibas a decir?

Laniña miro a su primo sin entender. −¿Decirte el que?

Dracole enseño el profeta, en la primera página había un pequeño artículo sobre lafiesta que iba a hacer.

−¿Cómose han enterado?

−Noolvides quien es tu padre, los periodistas son unos metiches siempre metiendola nariz. ¿Me lo ibas a decir en algún momento?

−Clarotonto, si tu eres uno de mis principales invitados, pero es que aun no herecibido las invitaciones, la abuela me dijo que me las iba a enviar cuando lastuvieran.

 

−¿Y quétienes ahí? −Pregunto Draco mirando la caja.

−Laiba a abrir cuando me has llamado. −Y cogiéndola, corto las cuerdas con uncuchillo y abriéndola vio que habían muchos sobres negros con una máscara decarnaval a un lado, dorada, blanca y plateada. −Son mis invitaciones.

−Lacojo.

−Claro,coge también para tus amigos, pero no quiero invitar a Crabbe ni Goyle, laabuela me ha dicho que puedo invitar a quien quiera.

−Sí. −Ycogiendo cinco sobres los fue repartiendo. −Para la fiesta de mascaras de miprima. −Y dio una a Theo, otra a Blaise,otra a Daphne a Pansy y se quedo una para él.

−¿Lohas visto? −Pregunto Blaise enseñándole el reverso. −Mi nombre se ha escritocuando antes estaba vacío.

−Soninvitaciones mágicas, solo si la anfitriona está de acuerdo salen sus nombres,sino el sobre no recibe ningún nombre. −Y miro a su prima. −¿Que dice la abuelaDorea?

−Quetengo cincuenta invitaciones para mí, pero que no invite a todos los miembrosde una familia, en la invitación pone los nombres de los miembros de lafamilia, sácala.

−Sí. −Ysacando la invitación la abrió y vio que efectivamente estaban los nombres desus padres, el suyo y el de su hermana. −¿Y mis abuelos?

−Laabuela dice que ella enviara una invitación a los demás, así que los abuelosAbraxas y Anastasia recibirán su propia invitación.

−Bien,te dejo que desayunes, gracias por la invitación.

Cassyle sonrió. −De nada. −Y antes de seguir con su desayuno, cogió dos invitacionesy se las dio a sus amigas. −Para vosotras, llevar a vuestras familias.

−Gracias.−Hermione contenta de haber recibido una invitación se la guardo a un lado paraque no se ensuciara.

Despuésde desayunar todos miraban a Cassy, sabían que quien recibía una de lasinvitaciones de los Potter podría rodearse de mucha gente importante, y ellosquerían asistir.

Cassyse acerco a los mayores de ravenclaw y les dio una al prefecto que tan bien lahabía tratado y a sus nuevos amigos mayores, con esas tres nuevas repartidas sefue a la mesa de los leones y sentándose a su lado, fue repartiendo lasinvitaciones.

−ParaHarry. −Y le dio una.

−GraciasCassy. −Y sacando la invitación la miro. −Me gusta.

Laniña le sonrió. −Es cosa de la abuela.

−Lo sé,ella es muy elegante.

−Mucho.−Y fue repartiendo las otras invitaciones, para Neville, para Lyall y para Ron.

−Hey Cass. −Harry la miro. −Dales una a Seamusy a Dean.

Laniña lo miro. −Espero que se sepan comportar.

−Laabuela Dorea les envía una invitación al baile de navidad.

−Entoncesno digo nada. −Y cogiendo dos invitaciones se las dio. −Si mi abuela os invitayo os invito también.

Losniños la cogieron. −Gracias.

−Denada. −Y miro a Ginny. −Ron ya tiene la tuya, con la suya podrás entrar.

Ginnyle sonrió. −Gracias Cassie.

−Denada, voy a seguir repartiendo que me queda gente. −Y levantándose se fue dondeestaba su hermano con sus amigos. −Ori, ten. −Y le dio una invitación, aunqueél no la necesitaba le hacía ilusión dársela.

Elchico abriéndola vio que era para una fiesta de mascaras y la miro. −Dame tres más.

 

−Claro.−Y cogiendo los sobres se los dio. −Ten.

−Gracias.−Y las repartió entre sus amigos. −Para vosotros, seguro que os lo pasareisbien, las fiestas de mi familia son las mejores.

−Gracias.−Un amigo de Orión miro a Cassy. −Gracias.

Losamigos de mi hermano son más que bienvenidos. −Y miro a Orión. −Ori voy aseguir repartiendo las invitaciones, aun me quedan.

−¿Cuántoste quedan?

−SoloWill.

−Nole des ninguna a sus fans, no quiero que estropeen tu primer baile.

−Nadade locas, nos vemos luego. −Y se iba a ir a buscar a Will cuando los gemelos lellamaron. −La vuestra ya la tiene Ron.

−Losabemos, ¿te ha sobrado alguna?

−Sí,¿por?

−¿Mepuedes dar dos?

Lachica los miro. −Si vais a invitar a vuestros amigos bromistas ya os digo queno os la voy a dar.

−Nadade bromistas, son para unos amigos. −Y señalo a Lee. −El es Lee Jordan. −Y miroa otras tres chicas. −Hey Angelina.

Lachica que estaba hablando con sus amigas lo miro. −Siempre igual George. ¿Quéquieres?

−¿Quieresir a la fiesta de los Potter?

Alescuchar eso, miro a Cassy y luego miro de nuevo al chico. −Sí, ¿pero no es coninvitación?

−Sí. −Ymiro a Cassy. −¿Puedes?

−Claro,pero nada de bromas que es muy importante para mí.

−Nohabla bromas, solo fuegos artificiales. −Y le sonrió. −¿Te parece?

−Meencanta, envía una carta a la abuela Dorea y se lo decís.

−Loharemos.

Cassycontenta de tener fuegos artificiales en su fiesta se acerco a Angelina y a susamigas y le dio una a cada una. −Es un baile formal de mascaras, podéis ir conel vestido que mas os guste pero tiene que ser largo y con una máscara como lasde los carnavales de Venecia.

−Gracias,por la invitación e iremos con un vestido largo.

−Sí,me voy que aun no he terminado. −Y despidiéndose de sus primos se fue a ver aWill. −Hola.

Elchico le sonrió. −Hola princesa, ¿repartiendo tus invitaciones?

−Sí. −Yle dio una invitación. −Para ti.

−Gracias,¿te han sobrado?

−Hoytodos me preguntan lo mismo, Ori no me deja invitar a tus fans locas, y yotampoco las quiero, no quiero que estropeen mi fiesta.

−Noson para mis fans. ¿Me das cuatro?

−Claro.−Y contándolas se las dio. −¿Para quienes son?

−Paramis amigos. −Y se las dio a sus amigos, no a las fans que no dejaban deseguirlo. −Sera una fiesta muy divertida, habla música, buena comida. −Y miro aCassy. −¿Pastel?

−Dela pastelería de mi tía Molly.

−Elmejor pastel, de todo el mundo mágico.

−Yfuegos artificiales.

Alescuchar eso, Will le sonrió. −Tu fiesta será mejor que la de tu abuela.

−GraciasWill.

−Esla verdad. −Y vio que un hufflepuff pasaba. −Hey Diggori.

Elcastaño lo miro. −Astaroth.

−¿Te interesair a la fiesta de los Potter?

−Nomucho, solo habla música y comida.

−Nodigas eso, las fiestas de los Potter son las mejores, no solo habla música y comidatambién habla deportistas, no esos del montón que puedes encontrar en cualquierlugar en una fiesta cutre, aquí vendrán los importantes, aquellos que están enlos mejores equipos de quidditch del mundo. −Y miro a Cassy. −¿Puedes?

−Sí. −Yle dio una invitación.− Puedes ir con tus padres. Y miro sus invitaciones. −Yame quedan pocas. −Y miro a Will. −Las voy a tener unos días en mi habitación,si hay alguien más que quieras que vaya avísame.

 

−Yate avisare.

−Sí. −Ydespidiéndose se fue.

Cuandolos mayores se quedaron solos Will miro a Cedric. −Tú ves, no te arrepentirásde ir, estas oportunidades no se dan todos los días.

−Gracias,por la invitación.

−Denada. −Y levantándose se fue con sus amigos.

Unosdías después, Cassy salía de su clase cuando se encontró a Percy, su primomayor le caía realmente mal, incluso más que en los viejos tiempos con Ron.

AhoraRon le caía bien, había madurado, había dejado de seguir todo el tiempo a suspadres, incluso Harry lo había metido en su grupo.

−Cassyte buscaba. −Percy la miro. −¿Te sobra alguna invitación?

Laniña lo miro. −La tuya la tiene Ron.

−Lo sé,es para una amiga mía.

Alescuchar eso, Cassy lo miro impresionada, nunca creyó que él, su primo que nodejaba de hablar del ministro tuviera una novia. −¿Quieres una?

−Si,por favor.

Laniña metiéndose la mano en su bolsillo la saco y se la dio. −Te la doy porque séque tu amiga no hará bromas, ¿Cómo se llama?

−PenelopeClearwater.

−Cuandose la des, saldrá su nombre, puede llevar a sus padres.

−Selo diré, gracias.

−Denada, me voy que me esperan. −Y se fue con Herms que la esperaba a un lado.

Mientrasen hogwarts, Cassy repartía sus últimas invitaciones e iba a clases, en elministerio Sirius salía de su jornada laboral cuando se encontró a James.

−Eresmalo. −Le dijo su primo.

Elhombre sin entender frunció el ceño. −¿Qué he hecho ahora?

−¿Ymi invitación? ¿Cuándo me la vas a dar?

Entoncesentendió, con James la mitad de las veces tenía que adivinar lo que le decía. −Yono sé nada, solo estoy pagando las cosas, son tu madre y Cassy quienes seocupan de todo, además tu ya estas invitado, ayer recibí una lista de todas laspersonas que habían recibido la invitación, Cassy le dio una invitación aHarry, así que tu ya no la recibirás.

Jameslo miro. −Está bien. −Y sonrió. −¿De qué será el pastel?

−Hequedado con Hermione para ir a la tienda de Molly, aunque tu madre se estáocupando de todo, Herms quería ocuparse del pastel, ella sabe mejor que nadielos gustos de mi princesa.

−Quieroir, seguro que podré comer pasteles gratis.

−Clarovamos. −Y los dos hombres se fueron al callejón diagon, al llegar vieron aHermione delante de la tienda de Molly y con Altea jugando con sus muñecos.

Laniña al ver a su padre, dejo los muñecos y se acerco corriendo.

−Miniña. −Sirius abrazándola le dio un beso.

−Hermanita.−James le dio un beso. −¿Ya sabes de qué va a ser el pastel de mi princesa?

Hermionele sonrió. −Pues aun no lo sé, pero quiero que sea especial, Cassi me ha dichoque lo quiere de chocolate, el resto me lo deja a mí.

−¿Entramos?−Les pregunto Sirius.

−Sí. −Yasí los cuatro entraron en la tienda, mientras los adultos miraban modelos ysabores, Altea estaba muy entretenida comiendo un pastel que tan amablemente lehabía dado Molly y jugaba con sus muñecas.

Hermionemiro a Molly. −Como será un baile formal quiero que por lo menos tenga cincopisos. −Y sacando una invitación se la dio. −Esta es la invitación.

 

Lapastelera cogiéndola la abrió y le gusto el diseño y la miro. −¿Qué te pareceuna gran mascara arriba del todo?

−Meparece bien, y los colores me gustaría que hubiera un poco de negro perotampoco tanto, es una fiesta no un funeral.

Siriusque estaba mirando un libro que había llevado su mujer con ella, les enseño unapágina. −En vez de negra la tarta, que os parece blanca y plateada, y luego yaMolly que ponga lo que quiera. −Y miro a la mujer. −Quiero que sea muyelegante.

−Loserá, y usare el blanco y el plateado y otros colores que no sean muychillones.

−Sí. −Hermionemiro a su marido. ¿Pedimos otros pasteles?

−Sí. −Siriusmiro a Molly. −También quiero pasteles más pequeños de un solo piso, tartaletasy cup cakes, a Cassy le gustaron mucho y quiero que los sirvas.

Lamujer que lo estaba apuntando en su libreta cuando termino los miro. −Tengoalgunos sabores nuevos y quiero que los probéis haber que os parece. −Y levantándosese fue a buscar una gran bandeja que ya había preparado.

−Estaes la parte a la que yo quería llegar. −Dijo James.

Siriuslo miro. −Come todo lo que quieras, pero también da tu opinión.

−Claroque sí.

Mollyno tardo mucho en traer la bandeja y repartió uno de cada sabor a cada uno.

Hermionecomiéndose el suyo sonrió. −Esta buenísimo. −Y la miro. −¿Cómo es que tienestantos sabores?

−Harryfue muy amable y me regalo un libro de pasteles muggles habían más de 200recetas con cientos de sabores, que si naranja, chocolate con crema, de café,nunca había visto tantos, así que los estoy adaptando a mi gusto.

−Eso estámuy bien, el pastel grande lo quiero de chocolate, y los pasteles pequeñitospone los sabores que quieras. −Y miro a su marido y a su hermano. −¿Vais adecir algo aparte de comer pasteles?

Jamesasintió y le señalo uno que se estaba comiendo. −¿De qué es?

−Devainilla.

−Estámuy bueno, pon de estos.

−Unosde vainilla, ¿Qué más?

−Chocolate,fresa, limón, nata, café, caramelo, dulce de leche, cualquiera que se teocurra, por lo menos unos 500 cupcakes. −Le dijo Sirius y le entrego el libro. −Hablasobre el carnaval de Venecia, espero que te ayude a preparar los pasteles.

Mollylo cogió agradecida, ella no conocía ese carnaval muggle así que estabacontenta de que le dieran un libro para guiarse.

−Tepuedes quedar también la invitación, así podrás guiarte mejor. −Y miro a suhermano que seguía comiendo. −James ahora Molly te preparara una bandeja depasteles pero deja de comer.

Elhombre la miro. −Es que están muy buenos.

−Mucho.

CuandoHermione pudo apartar a James de los pasteles se despidieron de Molly y cadauno se fue a su casa.

En sucasa, Sirius miraba como su mujer preparaba la cena mientras le explicaba lo quehabía pasado por la tarde.

Hermioneriéndose dejo el cuchillo y se sentó encima de sus piernas. −Tendrías que estaracostumbrado, James la mitad de las veces solo piensa con el estomago. −Y lomiro. −La verdad es que tu también haces lo mismo.

Elhombre la miro indignado. −¿Me estás diciendo que solo pienso en la comida?

Hermionelo beso. −Algo así, tengo que seguir con la cena, la pequeña monstruita seguroque vendrá pronto pidiéndola. −Y dándole un beso mas, se levanto y siguió conla cena.

 

Nomucho tiempo después, Altea entraba ya con su pijama puesto. −¿Mami y mi cena?

Lamujer miro a su marido. −Lo que yo te decía. −Y miro a su hija. −Cariño ya casiesta, ayuda a papa a poner la mesa.

−Simami. −Y miro a su padre. −¿Me ayudas?

Siriusle sonrió. −Claro que sí. −Y entre los dos, pusieron la mesa para la cena,mientras Hermione los miraba divertida, esos dos eran idénticos.

Unassemanas después, ya eran las vacaciones de verano y en la mansión Potter seestaba para la llegada de los primeros invitados de la fiesta de Cassy.

Laniña les estaba mostrando el vestido que llevaría a sus abuelos, cuando bajoSirius.

Lostres al verlo se quedaron parados, el hombre los miro. −¿Voy mal? Hermione seha ocupado de comprarme el traje.

Cassysonrió a su padre. −Papa estas guapísimo, mama ha escogido bien. −Y miro a susabuelos. −¿Verdad?

Doreasonrió a su sobrino. −Tu hija tiene razón, estas muy guapo. −Y señalo una mesa.−Allí están las mascaras he comprado muchas para que cada uno coja una. −Y miroa su nieta. −He comprado una máscara pero con orejas de gato, estarás mucho másguapa que con una de las otras.

−Graciasabuela. −Y se acerco a la mesa a coger una de las mascaras con orejas de gato.

−Yaestoy aquí. −Hermione bajo con su vestido y Sirius la miro de arriba abajo. −Estasmuy hermosa, además hacemos pareja.

Lamujer le sonrió. −Gracias. −Y miro a su hija. −¿Cassi voy bien?

Laniña asintió. −Si mami, estas hermosa, y te queda genial.

−Gracias.

Depronto un elfo se apareció. −Amos, los primeros invitados ya están aquí.

−Gracias,ahora vamos. −Charlus los miro. −Ir cogiendo vuestras mascaras, e iremossaludando a los invitados.

−Sí. −Ycogiendo sus mascaras se acercaron a la puerta a saludar a sus invitados.

Unbuen rato después, ya todos los invitados habían llegado y Charlus pedía unmomento de silencio.

−Buenasnoches a todos, gracias por venir, esta fiesta es muy importante para lafamilia, es la primera que celebra mi nieta Cassiopea así que os estoy realmenteagradecido por haber venido, hay mucha comida y al final tenemos una sorpresagracias a los gemelos Weasley, así que disfrutar. −Y pidiendo a los músicos queempezaran a tocar, se fue a reunir con su familia.

Harryse lo estaba pasando muy bien, las fiestas de su familia siempre eran muyentretenidas y había cosas para todas las edades, después de ir al servicio ibaa volver al salón cuando se encontró una puerta abierta, extrañado entro y vioa los slytherin allí.

−¿Oshabéis perdido?

Loschicos que no le habían escuchado cuando entro, dieron un bote y Harry se rio.

−Quegracioso Potter.

−Quete puedo decir, es cosa de familia. −Y acercándose vio que miraban el árbolgenealógico de su familia. −¿Qué hacéis aquí? No hay nada interesante.

−Queríamosver tu árbol genealógico.

−¿Paraqué?

−Paraver a gryffindor, pero no está.

Harrylos miro. −¿Quién os ha dicho que tengo como antepasado a Gryffindor?

−Todoel mundo comenta que los Potter son descendientes de gryffindor.

−Puesos han mentido, no somos descendientes de ese hombre.

Loschicos asintiendo volvieron a mirar el árbol, hasta que Blaise vio algo que lellamo la atención. −¿Por qué tu tía tiene dos fechas?

 

Harryacercándose miro lo que le decía el italiano y lo miro. −¿Aun no te has dadocuenta?

−¿De qué?

−Mitía Hermione es adoptada, ¿Por qué crees que llamaron a Cassy de esa manera?

Dracoasombrado miro a su amigo. −No me digas que no lo sabías, todo el mundo losabe.

−Menosél. −Dijo Theo. −Explícaselo anda.

−Sí,porque el chico anda muy perdido. −Harry lo miro. −Mi tía Hermione esaustraliana, cuando mi padre y los demás estaban en quinto año mi tía apareció,los mortifagos la habían atacado y mataron a un amigo suyo, y se hizo amiga demi padre y mis tíos, tanto que cuando termino el año escolar se fue con ellos,y cuando terminaron hogwarts mi padrino y Hermione se casaron y tuvieron aOrión y mis abuelos la adoptaron.

−Puesyo nunca me había enterado.

Harrylo miro. −Pues es muy extraño, mucha gente piensa que Hermione le lanzo unhechizo a mis abuelos para que la adoptaran y así quedarse con todo su dinero,otros que el hechizado fue Sirius porque es el único miembro de la familiaBlack que se ha casado con un hijo de muggles, pero eso es una tontería inclusomi tía Andrómeda se ha casado con mi tío Ted que es hijo de muggles, nadie ha hechizadoa nadie y nunca se ha ocultado.

−Esque no hay nada que ocultar. −Dijo una voz.

Loschicos se giraron y vieron a James allí.

Harryle sonrió. −Papa, no sabíamos que estabas aquí.

−Estabaismuy entretenidos. −Y acercándose miro el árbol genealógico. −Hermione nocomparte mi sangre, pero es mi hermana. −Y los miro. −Es la mejor de las personas,cuando la conozcáis lo sabréis, no solo tiene un hermoso corazón, que es un lamejor.

−Claroque si es mi mujer. −Les dijo Sirius entrando y sonriendo a su primo miro a loschicos. −Creo que Cassy se enfadara un poco si estáis aquí en vez de en elsalón.

−Siriustiene razón. −Les dijo James. −Ir al salón, pronto se empezara a servir elpastel y luego hay fuegos artificiales.

−Ahoravamos. −Y así los chicos se fueron, mientras los adultos se quedaban mirando elárbol genealógico.

−Hermionees la que ha hecho que todo esto sea posible. −Le dijo James mirando a Sirius.

−Sí,aunque ha tenido que pagar un alto precio nunca la he escuchado quejarse.

−Notiene a sus padres, pero te tiene a ti y a vuestros hijos, y ella es feliz convosotros.

−Lo sé,aunque a algunas veces me gustaría poder hacer más por ella.

−Notienes que hacer nada. −Se escucho la voz de Hermione desde la puerta.

Jamesle sonrió. −Parece ser que hoy es la noche de las escuchas a escondidas.

Hermionele sonrió. −Puede ser. −Y acercándose a su marido lo miro. −No necesito tener amis padres conmigo para saber que me quieren y que estén donde estén seguro queestán orgullosos de lo que he hecho con mi vida. −Y le cogió de la mano. −Ahoraven, tu hija te está buscando quiere que le ayudes a cortar el pastel.

−Pastel,vamos. −Y así olvidándose de las conversaciones series, se fueron a seguirdisfrutando de la fiesta.

Unashoras después la fiesta ya terminaba y Cassy recibía muchas felicitaciones suprimera fiesta había salido perfecta, cuando todos los invitados se fueron, losadultos miraba a la chica.

 

−FelicidadesCassy, ha estado muy bien. −Sirius le sonrió.

−Graciaspapi, me ha gustado mucho, pero ahora estoy cansada.

−Esnormal, ahora a dormir. −Y miro a los demás. −Vosotros también.

−Sí. −Yasí todos se fueron a dormir satisfechos por cómo había ido la noche.

Eltiempo fue pasando y pronto estuvieron en el verano de los mundiales dequidditch.

Terceraño en hogwarts, había ido perfecto, la única nueva fue Dorea , que había caídoen ravenclaw, pero era normal, la niña era idéntica a su madre y a su abuela, yaunque la mujer de Charlus había estado en slytherin, ella mejor que nadiesabía que su pequeña nieta terminaría en la casa de las águilas, no tenía elcarácter gracioso de su padre ni de su hermano mayor, era más seria y mucho mástranquila.

Todosen la familia se alegraron mucho, la nueva generación lo estaba haciendobastante bien, sin ningún contratiempo, el tercer año termino y paso el cuarto.

Eseaño eran los mundiales de quidditch y Charlus que no quería que las cosas serepitieran en la final como paso en la realidad de Hermione, se ocupo de mandara sus aurores, y aunque al final algunos mortifagos se hicieron notar las cosasno pasaron a mayores, y todos volvieron a sus casas bien.

Unpar de días después, Charlus era avisado por el ministro, tenía algo de lo quehablar con él, el auror se imaginaba de lo que se podía tratar pero hasta queno tuvo a Karkarov delante de él no lo tuvo claro.

−¿Quéhace este aquí? −Le pregunto Charlus a Cornelius.

−Éles el director de Durmstrang.

−¿Ydesde cuando las escuelas aceptan mortifagos como profesores?

−Enesto no nos podemos meter, es cosa del ministro búlgaro, yo solo te he avisadopara que supieras que este año se celebrara el torneo de los tres magos, quieroque te ocupes de su seguridad.

−Claroque me ocupare, eso no me lo tienes ni que pedir. −Y miro a Karkarov. −No confióen ti, nunca lo hare de un mortifago aunque vendieras a todos tus compañerospara salir libre, te estaré vigilando. −Y miro a Cornelius. −Si algo pasa en laescuela, tú serás el culpable por aceptar esta tontería del torneo de los tresmagos. −Y antes de que ninguno de los dos pudiera decir nada, se fue cerrandola puerta de un portazo y se fue a su casa.

¿En quépensaba ese ministro de pacotilla que tenían? Algo le decía que su nietoestaría metido en todo eso, Chi ya le había avisado de que buscarían a Harrypara usar su sangre, el no iba a permitir que nadie usara a su nieto y muchomenos un desgraciado como Voldemort, desde que habían destruido la diadema nohabían encontrado ningún otro horrocrux así que sabían que tarde o temprano aparecíade nuevo y ya se lo habían dejado claro cuando atacaron los mundiales.

Alllegar a su mansión aviso a su familia, en menos de una hora todos estabanreunidos.

−Iréal grano, este año se celebrara el torneo de los tres magos y Karkarov estaráallí.

−BartyCrouch hijo está muerto. −James miro a su padre. −Tú mismo te ocupaste de querecibiera el beso del dementor poco tiempo después de que lo encarcelarais,¿Quién crees que se ocupara de las cosas?

−Niidea, solo puede ser Karkarov y ya está avisado de que si hace algo terminaraen Azkaban, igual estaremos la noche en que se celebre la elección de loscampeones.

−Hastaese momento no podemos hacer nada más. −Hermione los miro. −Y no hay ningúnpuesto libre, así que no habrá nuevo profesor.

 

−Eneso me quedo tranquilo, con Severus y Regulus allí vigilándolo todo bien, nohabrá ningún problema.

−Ahoratenemos que pensar quienes serán los campeones.

−Porun lado Delacour y Krum. −Les dijo Hermione. −Y faltaría hogwarts, que no lotengo tan claro, porque aunque tenemos a Cedric, también tenemos a Will queeste año es su ultimo año y también se puede presentar.

−Noquiero que mi hijo muera. −Les dijo Seymour. −Hare cualquier cosa paraimpedirlo.

Charluslo miro. −No permitiré que Will muera, para eso estamos haciendo esta reuniónpara repasar todo bien.

Hermionemiro a su padre. −¿Cómo está la mansión Riddle?

−Niidea, desde que capturamos a Peter nadie ha vuelto a ir.

−Estupendo,creo que estarán allí ahora mismo, ¿tienes mi cuaderno?

−Claro,lo repaso siempre que tengo dudas.

−Ábrelopor cuarto año.

−Sí. −Yusando sus poderes hizo aparecer el cuaderno que tantos años atrás le dio suhija.

−Asíque ese es el famoso cuaderno. −Le dijo Regulus.

Hermionele sonrió. −Allí está todo lo que escribí nada más llegar, y aunque me heolvidado de algunas cosas por todos los años que han pasado, en el libro todo estábien apuntado, así que no hay que preocuparse de nada. −Y miro a su padre. −Miralo que paso antes del mundial.

−Sí. −Yabriéndolo empezó a buscar lo que paso en cuarto año. −Vaya, vaya queinteresante.

−¿Quées lo interesante?

−QueHermione tiene razón, Voldemort se esconde en su mansión, según esto Harry ledijo que había soñado con una mansión antigua, una chimenea y revestimiento demadera, además para que moverse si nadie lo buscara y no saben que se encuentraen el país.

−Paratodos está muerto.

−Paratodos menos para nosotros. −Y cerrando el libro los miro. −Ahora no haremosnada, hasta que empiece el año escolar y luego el torneo.

Seymourse levanto y lo miro. −Espero que tengas un plan perfecto, porque si matan a mihijo, yo iré a por ti y no me importara nada.

Jameslevantándose lo miro furioso. −Me importa muy poco quien seas, no permito quenadie amenace a mi padre, el ha demostrado más de una vez que se puede confiaren él, no es como el inútil del ministro, así que respétalo.

−Vosotrosdos, tranquilizaos. −Charlus los miro. −Seymour, Will no sufrirá ningún daño yome ocupare de todo. −Y miro a su hijo. −James entendiéndolo es su hijo, esnormal que este preocupado por el, como tú lo estas por Harry. −Y levantándosesuspiro. −Tengo que volver al trabajo. −Y miro a su mujer. −Que no se matenmientras no estoy, no quiero que para la cena de esta noche falte un comensal.

Doreale sonrió. −Hare lo que pueda, te quiero cuídate.

−Sí. −Ydándole un beso se fue.

Cuandoel auror se fue, Dorea miro a los James y Seymour que se estaban lanzandomiradas asesinas. −Espero que no os tenga que separar como a los niños. −Y miroa Lily y Hermione. −¿Me ayudáis con la cena?

−Claro.−Hermione levantándose miro a su hermano. −Si sigues con ese ceño, se tequedara así toda la vida, y perderás todo tu encanto. −Y se fue con su madre ysu cuñada.

Jamesmiro alucinado a todos, nadie le estaba prestando atención, cada uno se fue ylo habían dejado solo.

 

Siriusque lo miraba se rio. −Veo que nadie te hace caso.

Jameslo miro. −Ya lo veo, esto no es serio.

Remusse rio. −Para nada. −Y lo miro. −Nadie se ha tomado en serio la amenaza deSeymour, el solo está protegiendo a su hijo del loco de Voldemort, y por esoCharlus no se ha molestado ni nada, porque todos hacemos lo mismo por nuestroshijos.

−Lo sé,pero ya se podrían haber puesto un poco más tensas las cosas, parece ser que elúnico que se ha molestado he sido yo.

−Porquete tensas demasiado deprisa. −Remus lo miro. −Anda vamos, tenemos que ir acomprar algunas cosas para la cena de esta noche, tu madre quiere hacer unabarbacoa en el jardín y también tengo que ir a ver a mis padres para que me densu salsa especial para la carne.

−¿Quéno vienen?

−Sí,pero prefieren que la traigamos antes, para que vayan condimentando la carneantes de la cena.

−Puesvamos. −Y así los tres se fueron a cumplir sus mandados.

Eluno de septiembre no tardo mucho en llegar, y con ello las prisas por recogertodo y no llegar tarde a la estación, además ese año habían muchos nuevosalumnos, Derek Snape el hijo de Severus y Marlene, Aaron, Charlus y Lyra.

Enuna de los vagones, Draco miraba a su hermanita.

−Lyrasi alguien te molesta tu me lo dices, que entonces sabrán quien soy.

Laniña se rio. −Draco suenas como papa y el abuelo, Lyra si alguien te molesta lopetrificare.

Losotros chicos se rieron.

−¿Lyraen serio te han dicho eso? −Pregunto Theo a la niña.

−Tantoel abuelo como mi padre son muy capaces de hacerlo no hace falta que me lodigan, los conozco bien, mama creo que va a tener que tener preparada la varitapara ir pretrificandolos todo el tiempo para que no vengan.

Losslytherin miraron a Draco. −Va a ser muy divertido verte como hermanopreocupado.

−Esnormal es mi hermana pequeña.

Lapuerta se abrió y apareció Harry y se sentó al lado de la joven Malfoy.

−HolaLyra. −Y le dio unos chocolates.

−GraciasHarry. −Y se puso a comerlos.

Losslytherin miraron a Draco. −Este ni saluda cuando entra.

−Yaos iréis acostumbrado. −Draco los miro. −Cuando mi hermana está presente seolvida de todos. −Y miro a Harry. −Buenos días a ti también Harry, mis últimosdías de verano han estado muy bien, gracias por preguntar.

Elgryffindor miro a su primo. −Gracias por la información. −Y se rio. −He visto aHermione y a Cassy en un compartimento hablando sobre libros.

−Voya verla. −Y levantándose lo miro. −Mi hermana es sagrada ni un pelo.

Harrylo miro. −¿Yo? Nunca, lo sabes bien.

−Esoespero. −Y sin decir nada más se fue.

En elcompartimento de las chicas, la puerta no tardo mucho en abrirse y aparecióDraco.

Laschicas le sonrieron. −Buenos días Draco, ¿Qué tal Lyra?

−Conel pegajoso de tu primo.

Alescuchar eso Cassy se rio y miro a Hermione. −Harry se olvida del mundo cuandove a mi prima.

−Lyraes muy guapa.

−Siademás es muy lista. −Y miro a Draco. −¿Dónde crees que quedara?

−Niidea, pero creemos que en ravenclaw o en slytherin, este donde este, todos lacuidaran así que no me preocupa mucho. −Y miro a Dorea. −¿Ya sabes dondequedara Charlus?

−Elquiere estar en gryffindor con Harry, pero también le gusta slytherin.

 

Alescuchar eso todos la miraron.

−¿Quéha dicho mi padrino? −Le pregunto Cassy.

−Apapa no le preocupa mucho, porque sabe que la abuela estuvo en slytherin yaunque cuando iba a la escuela no podía ver a nadie de la casa de lasserpientes ha cambiado de opinión.

−Comocon Lyra, este en la casa que este todos lo cuidaremos.

−Si,por eso como os digo a papa no le molesta y le gustaría que alguien quedara enslytherin parahacer feliz a la abuela.

−Esolo sabremos en unas horas, Aaron quedara en gryffindor su carácter lo hacequedarse en esa casa y Derek en slytherin es idéntico a su padre.

−Sí,seguro que el tío Severus estará feliz. −Dijo Cassy.

−Sí,pero sé que si cae en gryffindor no dirá nada, Marlene estuvo allí así queentiende que alguno de los dos tiene que estar en esa casa.

−Buenoen unas horas lo sabremos. −Y así hablando vieron como el paisaje cambiabahasta que se hizo de noche y llegaron a Hogsmeade.

Unashoras después, llegaban a hogwarts, y tras sentarse en sus sitios empezó laselección de las casas.

Laprofesora fue llamando a los alumnos hasta que llego el turno de Lyra.

−LyraMalfoy.

Laniña acercándose se sentó en el taburete y no tardaron mucho en ponerle elsombrero y como siempre dijo un montón de cosas hasta que se quedo callado unmomento y luego dijo ravenclaw.

Cassyy las demás empezaron a aplaudir contentas de tener a Lyra con ellas.

Dracodesde su mesa miraba contento como su hermana se sentaba con sus primas,Hermione y Luna ellas la cuidarían.

−DerekSnape. −Llamo la profesora.

Elniño tragando saliva miro un momento a su padre y se acerco al taburete,esperaba terminar en slytherin el quería estar allí, ya su hermana estaría engryffindor.

Elsombrero no tardo mucho en tomar su decisión, slytherin.

Derekcontento se fue a sentarse en la mesa de las serpientes.

En lamesa de los profesores Regulus que estaba aplaudiendo miro a Severus quetambién aplaudía. −¿Contento?

Elhombre lo miro. −Mucho, no te voy a negar que prefiero que Derek este enslytherin, y se que el también quiere estar en esta casa.

−Noes el único que quiere estar en slytherin. −Y miro a su sobrino. −Charlusquiere estar en slytherin como mi tía Dorea.

−¿Quédice James?

−No leimporta, al contrario dice que así todos verán que a los Potter no les importaen qué casa caigan los integrantes de la familia, que estén donde estén sonamados por igual.

−CharlusPotter.

Harryal escuchar el nombre de su hermano lo miro y le dio ánimos, sabía que élquería estar en slytherin así que esperaba que el sombrero le hiciera caso.

Elniño sentándose en el taburete vio como la profesora le ponía el sombrero,entonces solo pensó en slytherin todo el tiempo, por suerte el sombrero le hizocaso y lo envió a slytherin.

Charlusfeliz se fue a sentar al lado de Derek.

Laselección fue pasando hasta que llego el turno de Aaron.

Elniño quería estar en la casa de gryffindor con su hermano así que esperaba queel sombrero le hiciera caso, y como paso con los demás, el sombrero le hizocaso y se fue a sentar al lado de los demás niños de primero.

Cuandotodos estuvieron seleccionados, la profesora McGonagall se sentó en su sitio yel profesor Dumbledore se levanto.

 

−Bienvenidosun año más, este año las cosas serán un poco diferentes, este año se celebrarael torneo de los tres magos, solo aquellos que tengan 17 años podránparticipar, aviso de que serán pruebas duras así que mucha suerte a todos,también tendremos compañeros nuevos, la escuela búlgara de Dursmtrang y lafrancesa Bauxbattons, llegaran a principios de octubre, espero que todos seáisamables con ellos, y tras decir eso, que empiece la fiesta. Y los platos sesirvieron y todos empezaron a cenar.

Cuandoterminaron de cenar, cada uno se fue a su sala común, Charlus que iba con Derekvio a Draco que lo miraba, así que se acerco corriendo.

−Draco.

Elchico le sonrió. −Bienvenido a slytherin Charlus. −Y miro a Derek.−Felicidades.

Loschicos se lo agradecieron contentos.

−Denada. −Y miro a sus amigos. −Ellos son mis amigos, Blaise Zabini, Theo Nott,Daphne Greengrass y Pansy Parkinson.

−YaHarry me ha hablado mucho de ellos. −Y vio que el prefecto les llamaba. −Metengo que ir no quiero que me riñan.

−Nosvemos mañana.

−Sí. −Yse fue con Derek para reunirse con el prefecto.

Dracomiro a sus amigos. −Avisar a los demás, si alguien se mete con mi primo porquees un mestizo me escucharan, y con Derek mucho menos porque su padre esprofesor.

−Nadiese meterán con ellos, todos saben que tu y Harry os lleváis bien.

−Esoespero, me voy a dormir, estoy cansado.

MientrasDraco se iba su habitación, en gryffindor Harry se acostaba feliz en su cama.

−Harryestas muy contento.

Elchico miro a sus amigos. −Lo estoy, mi hermano Charlus está en slytherin como élquería, mañana le tengo que dar el paquete que me ha dado mi padre, buenasnoches. −Y se metió en su cama para dormir.

Aldía siguiente, Harry se despertó temprano y después de vestirse cogió elpaquete que le había dado su padre para Charlus y bajo al comedor, allí vio a suhermano con Derek.

−Buenosdías.

Elniño girándose vio a su hermano mayor. −¿Harry que te parece?

Elchico miro su uniforme. −Te queda genial, la abuela estará feliz.

−Yotambién lo creo.

−Tengoalgo para ti, me lo dio papa antes de salir de casa. −Y le dio el paquete.

−¿Quées?

−Ábreloy así lo sabrás.

Charlusabriendo el paquete vio un cuaderno con el sello de slytherin y lo mejor es quellevaba su nombre Charlus Potter.

−Meencanta.

−Creoque falta algo. −Y abriendo el cuaderno vio que había una pequeña dedicatoria. −¿Quédice?

Elpequeño Potter lo leyó en voz alto.

Querido Charlus.

Felicidades por haber entrado en slytherin, estoy muyorgulloso de ti.

Tu padre que te quiere James Potter.

Harryle sonrió. −Creo que luego tendrás que enviarle un mensaje con tu lechuza.

−Silo hare.

−Charlus.−Dorea se acerco y abrazo a su hermano. −Felicidades por entrar en la casa quequerías.

−Gracias.−Y le enseño el cuaderno. −Me lo ha regalado papa.

−A mítambién me regalo uno, azul y con un águila, yo también tengo algo para ti. −Ysaco un pequeño paquete. −Esto es de parte de mama.

Charluscogiéndolo lo abrió y vio que era un paquete de sobres y papel para escribir decolor verde como los que sus hermanos y sus primos tenían.

 

−Asísabrán que son tus cartas.

−Sí. −Charluslos agarro fuerte y les sonrió, sus hermanos mayores se estaban portando genialcon él.

−Buenosdías. −Draco se acerco y sonrió a Hermione. −¿Has dormido bien?

−Muybien.

−Draco.−Harry lo llamo.

−Dime.

−Nocreo que sea necesario pero lo hago, si alguien de tu casa se mete con mihermano solo porque es un mestizo en una casa conocida por haber solo sangreslimpias me escucharan, nadie se mete con mis hermanos.

−TranquiloHarry ya les he avisado.

−Esoespero. −Y sonrió a sus hermanos. −Ir a desayunar, sino llegareis tarde avuestro primer día.

−Sí. −Ydespidiéndose se fueron a sus mesas.

Eltiempo fue pasando y pronto en hogwarts todos estaban entusiasmados con lallegada de los nuevos compañeros.

Aunquesolo fuera por un año, tenían ganas de ver a gente nueva.

Esedía tras recibir la llegada de los nuevos alumnos, el profesor Dumbledorepresento a las escuelas y a sus directores, cuando termino iba a decir unaspalabras cuando Will se puso de pie.

−Karkaroves un mortifago. −Grito a todos.

Alescuchar esto, todos empezaron a susurrar, todos en Londres tuvieran la edadque tuvieran, sabían que los mortifagos eran unos asesinos que trabajaban parael señor tenebroso, la prensa no dejaba de hablar de los mortifagos que erancapturados por los aurores.

−¿Quéhace un mortifago aquí? −Pregunto Draco levantandose y mirando a su director. −¿Desdecuando se aceptan mortifagos?

CorneliusFudge que había ido para dar la copa donde se tenían que poner los nombres,miro a los alumnos. −El no es ningún mortifago hace muchos años que se leexculpo.

−Sele exculpo porque vendió a sus compañeros, Barty Crouch hijo y los Lestrange. −Dijode nuevo Will.

−Tranquilostodos. −Regulus levantandose miro a su sobrino y a Will. −Charlus sabe bien loque se hace, así que tranquilizaos y volveros a sentar.

−SiCharlus lo sabe no digo nada, pero no se tendrían que permitir mortifagos en laescuela. −Will miro a Draco y este se sento y luego el.

−Quieroque todos os tranquilicéis. −Dijo Dumbledore. −Como bien ha dicho el profesorBlack, los aurores saben bien de esta situación, y después de estas palabras,podeis empezar a cenar. −Y sentándose la comida se fue sirviendo.

Corneliusviendo que todos estaban cenando y que el ya no hacía nada allí se fue

Desdela mesa de los profesores Karkarov miro a Dumbledore. −Tus alumnos están muymal educados.

Dumbledorelo miro. −No eches la culpa a mis alumnos, yo tampoco confio en ti, y si no hedicho nada es porque el jefe de los aurores me lo ha pedido, y William tienerazón, vendiste a tus compañeros para salvarte, eso solo lo hacen losmortifagos. −Y sin decir nada mas se puso a comer.

Regulusmiro a Karkarov. −Ese chico que ha hablado es William Astaroth el hijo mayordel mejor auror que tiene Inglaterra después de mi tío Charlus Potter y nuncadice las cosas sin una buena razón, en esta escuela nadie te acepta comoprofesor y si lo hemos hecho es porque como bien dice Dumbledore mi tío se loha pedido, así que ves con cuidado con las cosas que haces te estaremosvigilando. −Y mirandolo mal una ultima vez se puso a cenar.

Despuésde este recibimiento tan descortes por parte de los profesores y director dehogwarts, el hambiente estuvo muy tenso.

 

Unasemana después, era la selección de los campeones y el jefe de los aurores enpersona se había personado para ver como iba, antes de que empezara se acerco aKarkarov. −Se lo que tu y tu amo quereis hacer, pero no lo permitiré. −Y miro aCornelius. −Si pasa algo será tu culpa. −Y enfadado se fue al lado de su hijo ysu sobrino que no dejaban de lanzarles miradas asesinas al búlgaro y Seymourmiraba preocupado a su hijo.

−Buenasnoches a todos, como bien sabeis durante una semana la copa a estado aquí colocadapara que todos aquellos que tuvieran decisiete años pudiera lanzar su nombre,sin demorar mas la selección ahora se empezaran a decir los nombres.

Dumbledorese acerco a la copa y esta empezo a brillar y soltó el primer nombre.

−Dedursmtrang Victor Krum. −Al escuchar el nombre de su campeón, los búlgaros sevolvieron locos y muchas chicas empezaron a aplaudir todas contentas.

Cuandoel chico paso a otra sala, Dumbledore cogio otro nombre.

−Debauxbattons Fleur Delacour. −Como había pasado con los búlgaros y las chicas,al escuchar el nombre de la francesa sus compañeras se pusieron a aplaudir aunquemuchas también se pusieron a llorar porque ellas habían querido ser lascampeonas.

−Esaes la chica que flota. −Dijo Sirius a su primo. −Cassy me ha escrito variasveces diciéndome que los chicos no dejan de perseguirla y babear tras ella. −Debede ser una veela.

−Seguramente,ahora toca hogwarts, haber a quien llaman.

−Lomas probable es que sea William el es mucho mejor que ese Digori.

−Loes, ahora saldremos de dudas. −Y los dos se pusieron a prestar atención a loque quedaba de selección.

−Ypor ultimo de hogwarts. −Dumbledore cogio un papel y dijo el tercer nombre. −WilliamAstaroth.

Sicon los búlgaros parecia que el gran comedor se fuera a caer, al escucar elnombre del príncipe de la escuela, eso fue lo más.

Elchico levantandose se acerco a su padre. −Papa tranquilo, se lo que me hago, nose porque estas tan preocupado pero no me voy a dejar matar, tengo muchas cosasque hacer sin tener en cuanta de que no quiero que ni tu ni mama sufráis. −Y seacerco al profesor Dumbledore que tras felicitarlo lo envio con los otros dos.

Ycomo los adultos temian, cuando Albus iba a dar por finalizada la selecciónsalio otro nombre.

Eldirector cogiéndolo vio el nombre del nieto de los aurores. −Harry Potter.

Alescuchar ese nombre, todos miraron al chico.

Harrylevantandose se acerco a su familia. −Yo no he sido.

−Lose Harry. −James miro al director. −Harry no participara en este torneo. −Ymiro a Karkarov. −Es tu culpa.

−Yono he hecho nada.

−¿Ahno? Todos saben que tú eres un mortifago, y que Harry es el nieto del hombreque mato a Voldemort, como con mi padre no podeis, haceis que un chico dequince años participe para hacerle daño.

−Le repitoque yo no se nada.

Charlusmiro a Sirius. −Detenlo. −Y miro al director bulgaro. −Quedas detenido.

−Seráun placer tío. −Sirius se acerco a Karkarov y lo detuvo. −Pasaras una buenatemporada en Azkaban nadie te librara esta vez. −Y se lo llevo.

Cuandoel auror se hubo llevado al mortifago, Charlus miro al ministro. −Te dije queesto era una autentica estupidez, pero no me quisiste hacer caso y ahora minieto esta metido en esto, no eres mas que un incompetente. -Y miro aDumbledore. -Albus, Harry no participara, me da igual los contratos y todo loque tenga que ver con este torneo.

 

−Aunquehay un contrato, Harry es menor de edad y son sus turores quienes deciden. −Ymiro a su alumno. −Harry vuelve a tu sitio, que pronto será la cena.

−Si. −Ydespidiéndose de su padre y su abuelo se fue a su sitio.

Cuandolos adultos se quedaron solos, Charlus miro a Dumbledore. -Antes de irme, megustaría decir unas palabras.

−Claro.

Elauror miro a los alumnos. −Se que muchos pensais que Harry ha utilizado algúntruco para poder meter su nombre, pero nada mas lejos de la verdad, el no hahecho nada, como bien sabeis soy el jefe de los aurores y el es mi nieto, asíque pensamos que los mortifagos que quedan sueltos han planeado hacer daño alos chicos de mi familia para hacerme pagar por lo que paso hace tantos añosatrás, así que Harry no participara en este torneo, vosotros ya teneis uncampeón y este es William así que espero que lo animeis mucho. −Y miro a James.−Nos tenemos que ir.

−Si,pero antes quiero hacer algo. −Y acercándose a la mesa de los slytherin miro asu hijo. −Charlus te queda genial tu uniforme.

−Esverdad. −Charlus se acerco a su nieto y le sonrio. −Te queda muy bien.

Elniño feliz se lo agradeció.− Gracias, me gusta más, que el rojo de los leones.

−Diseloa tu abuela seguro que se pondrá muy feliz.

−Si.

−Yanos tenemos que ir, nos vemos pronto.

−Si.

Losadultos se acercaron a la mesa de las águilas y después de darle un beso a lapequeña Dorea se fueron.

En elpatio de la escuela, los aurores vieron que Sirius y un gran numero de auroresse encontraba esperando.

Aunquetodo estaba muy oscuro, el jefe de los aurores los miro. −Escuchar, ahora mismonos iremos a la mansión Riddle, creemos que los mortifagos que aun no hemosatrapado siguen allí, así que antes de que Karkarov u otro mortifago quenosotros no sepamos pueda comunicarse con sus compañeros iremos y losatraparemos. −Y miro a Seymour. −Vamos.

−Si. −Ymiro a su gente. −Ya habeis escuchado al jefe, vamonos.

Losaurores haciendo caso a sus jefes se fueron a la mansión Riddle, allí vieronque en algunas ventanas se podía ver un poco de claridad, como si una vela uotra cosa estuvieran encendidas.

−Ircon mucho cuidado, esta gente es peligrosa. −Charlus miro a sus aurores. −Vamos,vamos antes de que nos descubran.

Y asílos aurores entraron con cuidado para no ser descubiertos y poder atrapar acuantos mas mejor.

Charlusque iba acompañado por James, Sirius y Seymour dejaron el trabajo a los auroresy ellos se fueron al salón principal.

−Tenercuidado con la serpiente. −Susurro el jefe.

Losaurores poniéndose los medallones que siempre llevaban con ellos, abrieron lapuerta y vieron a un bebe Voldemort allí sentado en un sofá.

Charlusen un principio no supo como reaccionar, si ponerse a reir por el aspecto de sugran enemigo o lanzarle un avada lo suficientemente poderoso para matarlo,aunque algo le decia que aun le quedaba un horrocrux en algún cuidado.

−CuidadoCharlus. −El auror que había estado mirando fijamente a Voldemort, no vio comouna serpiente enorme se acercaba para atacarle y el mordisco se lo llevoSeymour.

 

Eljefe de los aurores, cogiendo una de las pociones que Chi le había dado deveneno de basilisco y que siempre llevaba con el, se la lanzo a la serpiente.

−Voldemortes tu final.

−Nunca,puede que no tenga mi cuerpo, pero nunca me mataras.

−Estavez moriras para siempre, tu serpiente es tu último horrocrux. −Y viendo comola serpiente moria por el veneno del basilisco, y que Voldemort moria gritandoy desaparecia, se acerco a su mejor auror. −Seymour aguanta, ahora mismo tellevo a san mungo. −Y cogiéndolo miro a su hijo y a Sirius. Ocuparos de todo.

−Tuocupate de Seymour, ves rápido.

−Si. −Ydesapareciendo se fue a san mungo.

Losmedi magos, viendo al jefe de aurores con otro auror en brazos, se acercaroncorriendo para ayudarles.

−Yoestoy bien, es el, el que ha recibido un veneno muy fuerte de serpiente, llamenal medi mago Lupin.

−Ahoramismo. −Y haciendo caso al auror, los medi magos se pusieron a trabajar.

Próximo capitulo el final

Unas horas después, Remus salía de la sala de operaciones yse acercaba a Charlus, y a la mujer de Seymour.

−Ya Seymour esta estable, aunque solo le ha mordido una vezla serpiente, tenia grandes cantidades de veneno en su cuerpo, como no sabíamosde que serpiente se trataba le hemos puesto uno especial y le hemos curado lasheridas.

−¿Lo puedo ver? −Pregunto la mujer.

−Si. −Y miro a una enfermera. −Llévala con su marido.

−Ahora mismo. −Y la enfermera se la llevo.

Cuando los hombres se quedaron a solas, Charlus miro a Remus.

−¿Cuánto tiempo tendrá que estar aquí?

−De momento una semana, vamos a tenerle que poner otrosantídotos para curarle del todo, ese veneno actúa rápido, cuando he terminadode ponerle el primer antídoto, los órganos ya le estaban fallando, así que no quieroque se vaya muy lejos.

−Mañana iré a buscar a Will, seguro que quiere estar con supadre.

−Si, yo ya te dejo, en cuanto amanezca volveré.

−Gracias por venir.

Remus le sonrió. −Sabes que no me importa, pero la próximavez que sea cuando el sol haya salido, estaba durmiendo muy comodo en mi cama.

Charlus se rió. −Pasas demasiado tiempo con James y Sirius.

−Y que lo jures, buenas noches.

−Buenas noches. −Y viendo como Remus se iba, fue a ver comoestaba Seymour.

Una semana después, Remus entraba en la habitación deSeymour, el auror estaba sentando en su cama y su mujer estaba a su lado.

−Ya te puedes ir, todo el veneno que la serpiente te habíainyectado ha desaparecido y tus órganos ya funcionan correctamente, así quepuedes volver a hacer tu vida normal.

El auror lo miro. −¿Me quedara alguna secuela?

−No, incluso te hemos quitado las marcas de la serpiente,solo te aconsejo que te tomes las cosas con calma, y si sientes algún malestarno dudes en venir.

−Te haré caso, y ahora que ya no hay señores tenebrosos porningún lado podré relajarme.

−Seguro, yo me voy tengo que seguir con mis rondas. −Y le dioun papel. −Es tú alta medica.

−Gracias.

−De nada. −Y se fue.

Mientras en san mungo le daban el alta a Seymour, enhogwarts, Draco estaba leyendo un libro, cuando le taparon los ojos.

El chico dejando el libro en un lado cogió las manos yquitándoselas sonrió a Hermione. −Me tienes que preguntar quien soy.

 

La chica sentándose encima de sus piernas le dio un beso. −Site lo digo ya sabrás quien soy.

−Esa es la gracia. −Y la beso.

Cuando se separaron, Hermione miro el libro. −¿Qué leías?

−Un libro de pociones.

La águila lo miro frunciendo el ceño. −Nadie lee esos librostan aburridos.

−Me gustan, son interesantes.

Al escuchar eso, Hermione se rió. −Solo tú puedes decir queun libro de pociones es interesante.

Draco la miro ofendido. −Oye, que tu novio no es nadaaburrido.

Hermione se rió de nuevo. −Me gusta cuando te ofendes, tusojos brillan mas que de costumbre, ¿quieres ir a la torre de astronomía?

−Si. −Y levantándose cogió su libro y se fueron agarrados dela mano a su lugar secreto.

Mientras ellos iban a su lugar secreto, aquel a quien nollevaban a nadie mas, Cassy y Blaise volaban en escoba.

−Cassy.

−Blaise.

−Iras conmigo a Hogsmeade, ¿verdad?

La chica lo miro extrañada. −Claro que iré contigo, eres minovio, ¿no quieres que vayamos juntos?

−He escuchado a unos de durmstrang diciendo que teinvitarían, y que seguro que dirias que si.

−Que poco me conocen. −Cassy agarrándose bien sonrió a sunovio. −Solo quiero ir contigo a Hogsmeade con nadie mas.

Al escuchar eso, Blaise le sonrió. −Agárrate fuerte, nuestroviaje acaba de empezar.

−Si. −Y riéndose siguieron volando.

En la biblioteca, Theo le explicaba a Luna unas cosas que noentendida.

−Gracias, por explicármelo.

−De nada.

−¿No preferirías estar en otro lado?

−No, quiero estar contigo, aquí estudiando juntos.

Luna le sonrió. −A mi también me gusta estar contigo.

Theo también le sonrió. −¿Seguimos?

−Si. −Y así volvieron a sus estudios.

En otro lado de la escuela, una chica intentaba escaparse deun chico.

−Espérame.

−No quiero, vete con tu horda de fans histéricas. −Le gritola chica.

−Daphne Greengrass o te paras, o te lanzo un petrificus.

La chica al escuchar eso, se giro y lo miro furiosa. −SeymourAstaroth me importa un rabano si todos te consideran el príncipe de la escuela,estoy hasta el moño de que tus fans no dejen de molestarme porque creen quenosotros tenemos algo, cuando no es cierto, y no me puedes lanzar ningúnpetrificus aunque tu padre sea el sub-comandanete de los aurores. −Y se iba air, cuando el chico la paro y la acerco a una pared para que no se pudieraescapar.

−Esas chicas son unas histéricas, siempre lo han sido, asíque ignóralas como lo hago yo. Yo te quiero a ti, y quiero estar contigo, asíque no me importa lo que me digas porque no te dejare. −Y antes de que Daphnepudiera decirle nada mas la beso.

La chica intento escaparse un momento, hasta que se dio porvencida y correspondió al beso.

En otra parte de la escuela, Harry y Lyra volaban con suescoba.

−Harry me gusta volar contigo.

El chico le sonrió. −A mi también es muy divertido, agárratefuerte que no hemos terminado.

La chica sonriéndole, le agarro mas fuerte y siguieronvolando.

Dorea estaba apoyada en un árbol con los ojos cerrados,cuando sintió que le ponían una túnica para taparla, abriendo los ojos vio aLyall.

−Para que no te enfríes.

−Gracias. −Y vio que llevaba con el su violín. −¿Has venido atocar?

 

−He venido a enseñarte mi ultima composición, es para ti.

Dorea le sonrió, Lyall no componía para nadie, ni siquierapara sus padres, así que significaba mucho para ella que le hubiera echo esacomposición.

−Gracias.

Lyall le sonrió. −Aun no sabes si te gustara.

−Seguro que será hermosa como todas las que haces. −Y viendocomo se preparaba para empezar a tocar, cerró de nuevo los ojos para sentirlamejor.

Mientras en hogwarts, las cosas marchaban bien, en elministerio delante del velo, Hermione estaba sentada con las rodillas cruzadasmirándolo.

−Todo empezó aquí Sirius.

El fantasma del hombre la miro. −Si, y ya ha terminado.

La mujer lo miro. −Te echo de menos, no es lo mismo.

−Lo se, yo también lo echo de menos. −Y miro al frente. −Perote has podido realizar, eres una medi maga exitosa, tienes una hermosa familiay no estás sola.

−Ojala tú también hubieras podido cumplir todos tus sueños.

Sirius la miro. −¿Quién te dice que no los he cumplido?Voldemort esta muerto, James y Remus tienen una hermosa familia, y mi yo deeste lugar esta contigo, no podría pedirle nada mas.

Hermione le sonrió. −Nunca fuiste de pedir mucho.

Sirius se rio. −La verdad es que no. −Y vio que el otroSirius se acercaba. −Molestas.

El hombre le gruño. −Siempre tan simpático. −Y se sentó allado de su mujer. −¿Qué hacéis aquí?

−Aquí empezo todo.

Sirius miro el velo. −No me gusta.

−Es normal, este lugar hubiera podido ser tu tumba. −Ysuspirando se levanto. −Nos tenemos que ir, tenemos que ir a buscar a Altea.

−Ahora voy, ves pasando.

−Si. −Y sonriéndole se fue.

Cuando se quedaron solos, Sirius miro al fantasma. −Gracias.

Sirius fantasma frunció el ceño. −¿Por qué me das lasgracias?

−Por estar siempre con nosotros y protegerla.

−Solo estoy aquí para protegerla, no lo pude hacer en mirealidad, así que intento hacerlo aquí.

−Lo has hecho bien. −Sirius le sonrió. −Y no me importa quete quiera, mejor tu que otra persona.

−Nos quiere a los dos, somos dos personas iguales pero a lavez diferente, estoy contento de que aquí te haya encontrado.

−Yo también, me tengo que ir, Altea se enfada si la hacemosenfadar.

−Es como nosotros.

Sirius se rió. −Si. −Y despiendose se fue.

Cuando Sirius se quedo a solas, miro una ultima vez el velo yse fue al anillo donde había estado todos estos años, el anillo que colgaba delcuello de Hermione, donde estaría hasta que llegara el momento de pasar al otrolado.

En el pasillo, Hermione esperaba a su marido, cuando este seacerco. −Ya podemos irnos.

−Vamos. −Y agarrándole de la mano salieron del departamentode misterios y se iban a ir a la salida cuando se encontraron con Remus yJames.

Hermione les sonrió. −Esto me recuerda cuando nos conocimos,los cuatro juntos, pensando en mil maneras para que Alex y Lily os hicierancaso.

Remus la miro. −Yo nunca tuve problemas con Alex, era Jamesque no dejaba de llorar porque su pelirroja no le hacia caso.

−Oye. −Protesto James. −Eso no es cierto.

−Huy claro que lo es. −Sirius le sonrió. −Ahora ya nos hemosconvertido en adultos, y después de mas de quince años preocupados porVoldemort, ya podemos mirar hacia delante sin preocuparnos de nada nunca más.

−Creo que nos lo merecemos, hemos luchado más que nadie paraque todo terminara.

−Si. −Hermione los miro. Tenemos que ir a buscar a Altea,pero le pediré a mama que la vaya a buscar así nosotros vamos a disfrutar de unbatido.

−Si, los cuatro juntos como al principio.

−Como al principio. −Y sonriendo los cuatro salieron delministerio para empezar a vivir una vida sin preocupaciones y sin miedos.

Aquí tenéis el final, gracias a todas por haberlo leído, haberlo puesto como favorito y haber comentado nos vemos en la próxima que se llamara:

¡Hurón no puedes ser una estrella!

Hermione y los merodeadores, nuevas amenazas - Potterfics, tu versión de la historia

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2024-09-22

 

Hermione y los merodeadores, nuevas amenazas - Potterfics, tu versión de la historia
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