MI REGALO DE CUMPLEAÑOS:
Suavemente, se estiró en la cama. Ese día, era su cumpleaños. Su esposo casi siempre se encargaba de la cena y de los regalos. Le bastaba decir, que no tenía que ocuparse de nada ni de nadie. Le gustaba ese día. Solía pensar que podía matar gente y torturar a otros.
Pero ese día, se había despertado con una idea en la cabeza. Y cuando tenía ideas en la cabeza, pocas cosas lograban apartarlas de allí. Se sentó en la cama y miró a su alrededor.
¡Lo tenía todo y más! Pero no quería nada de eso. Solo quería una cosa y la obtendría, costase el precio que costase.
Se preparó para la emboscada. Igual, no le importaba lo que el regalo pensara. De todas formas, lo obtendría. A toda costa.
Sus tacones hicieron eco, en el suelo de piedra por el que pasaba. Con una sonrisa maliciosa y la varita en mano, la puerta de aquel recinto se abrió y ella entró en silencio.
Alguien mantenía la vista fija sobre una serie de pergaminos, que ni se fijó en lo que acababa de ocurrir. Mientras miraba, un pie pateó su silla. Golpeó contra la pared detrás de sí y entonces, sintió que tiraron de las solapas de su túnica.
Una larga bota negra, se apoyó en una de sus piernas. De manera dolorosa. Sonriendo, acercó su rostro a ella.
Te quiero aquí y ahora- susurró, con las mandíbulas muy juntas. Los dientes apretados. Apenas la miró, cuando sintió que se sentaba a horcajadas. Sobre él y la silla Severus.
No tuvo oportunidad de contestarle. Acercó sus labios a los suyos, aún sosteniéndole de las solapas de su túnica. Mordió sus labios, para seguir más allá de un simple beso. Pateó uno de sus muslos, para abrir sus piernas y desabrochar su pantalón. Los botones saltaron, todos y cada uno de ellos.
Los zapatos también, mientras ella gemía y gritaba como loca. Como un lobo, degustando una deliciosa comida. Arañando, mordiendo, lamiendo.
Severus, eres delicioso le escuchó, mientras mordisqueaba su oreja mi mejor pastel de cumpleaños.
Claro, su cumpleaños. ¿Cómo lo había olvidado? No era que siempre viniera a lo mismo, pero de vez en cuando solía jugarle trucos sucios. Vino a reposar sobre su cuerpo, mientras que él no tuvo otra opción que abrazarla. Tratando de componer su cuerpo y su respiración entrecortada.
Ah, Severus. dijo, a medio vestir. En su despacho. Donde cualquiera podría entrar y mirarlos. Sonrió y acarició su rostro Eres mi mejor regalo. Supongo que debo agradecértelo.
Y antes de que pudiera decirle algo más, simplemente se iba. Se iba satisfecha, acervando que el próximo año será mejor.
Esperaba que no hubiese próximo año. Que uno de los dos; muriera primero.
¡Mi regalo de cumpleaños! - Fanfics de Harry Potter
MI REGALO DE CUMPLEAÑOS:Suavemente, se estiró en la cama. Ese día, era su cumpleaños. Su esposo casi siempre se encargaba de la cena y de los regalos. Le b
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2024-11-20
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