Apagaré la luz, no es posible que a tu edadsigas con esas tonterías. dijo la mujer de aspecto severo antes de salir delcuarto de la niña.
La habitación se quedó casi en totaloscuridad, sólo se veía un débil resplandor por la rendija de la puerta y laluz de la calle de atrás que entraba por la ventana creando todo tipo desombras.
Catrina sabía que la oscuridad no era buena.Sabía que había algo debajo de su cama o en algún otro sitio oscuro, pero habíadejado de decirlo hace mucho tiempo, cuando se dio cuenta de que nadie lecreía, cuando veía las caras condescendientes de los adultos y sentía lahumillación de la indiferencia. Seguramente esta noche sería igual que lasdemás: rezaría hasta rendirse, hasta caer dormida de cansancio y mañana tendríaesas ojeras que la acompañaban desde que recordaba. Si, seguramente seríaigual.
Se metió debajo de las cobijas y rezó.
Después de algún tiempo durmió. Y comenzó asoñar.
Iba en una barca pequeña con un anciano queparecía no reparar en su presencia, alrededor no había más que agua yoscuridad.
¡Hasta que despertaste!, vamos a la mitaddel camino, así que será mejor que tengas el pago dijo el anciano fríamente. son dos monedas.
No tengo ninguna señor. respondió Catrinanerviosa.
Entonces tendrás que alimentarme con tusojos, al fin y al cabo ya estás muerta. replicó el anciano con la vozamplificada por un interminable y agudo eco, mientras se convertía poco a pocoen una especie de payaso.
A la niña le gustaban los payasos, en seriole gustaban, pero éste le dio un miedo de muerte. El payaso comenzó a reír yhacer cabriolas sobre la pequeña embarcación, lo que hizo que ésta se voltearay Catrina cayera al agua. El frío del agua la quemaba, no podía respirar y elpayaso seguía haciendo muecas horrorosas bajo del agua y acercándose a ella,que al intentar alejarse se hundía cada vez más en la oscuridad.
Moriría si no despertaba.
¡Catrina! ¡Catrina! decía su madre altiempo que la movía con brusquedad. ¡Despierta! ¡Estas gritando!
Al fin despertó. Su respiración era agitada yla cama estaba húmeda. Su madre se enojaría mucho con ella y le gritaría. Catrinaya no quería que su madre le gritara, lo hacía a diario desde que su padre lashabía abandonado, lo hacía porque Catrina era la culpable.
¿Qué has hecho? comenzó la madre alzando lavoz con cada palabra al notar las sábanas mojadas, Catrina gritó, ya no queríaescucharla, su madre intentó sujetarla, pero ella se soltó de un manotazo ycorrió al baño, allí se atrincheró.
Tarde o temprano tienes que salir. le gritóla mujer al otro lado de la puerta No tengo tiempo para perderlo contigo,mañana tengo que trabajar comenzó a sollozar sabes que estamos solas, porfavor abre. terminó casi suplicando, pero la niña no abrió y la furia volvió asurgir en los ojos de la mujer. ¡Está bien! Si quieres quedarte allí adentropuedes hacerlo, pero recuerda que los estúpidos monstruos que tanto temes salendel drenaje. dijo la mujer cargada de odio y remordimientos.
De espaldas a la puerta Catrina se tapaba laboca con las manos para que su madre no la escuchara llorar, para no gritarotra vez. Oyó las palabras de su madre, sintió su odio y quiso morir.Permaneció en esa posición por lo que parecieron horas a pesar de que hacíatiempo que había escuchado los pasos de su madre alejándose y la puerta de suhabitación cerrarse con un portazo y hubiera seguido así, de no ser por eltemblor de su cuerpo que aumentaba cada segundo. Viajes y turismo
Lentamente fue retirando las manos de su bocay conteniendo el llanto. Tenía que regresar a su cuarto para quitarse la ropamojada, tendría que soportar su miedo a la oscuridad ya que si encendía la luz,su madre lo sabría y la reprendería... le gritaría. Se volvió hacía la puertacon movimientos tensos y torpes, como si sus músculos se hubieran oxidado ygiró el pomo, pero la puerta no se abrió, lo volvió a intentar, tal vez no lohabía hecho con suficiente fuerza, pero la puerta permaneció inamovible.
Los estúpidos monstruos que tanto temes salendel drenaje.
Losmonstruos salen del drenaje.
Los monstruos. El drenaje.
Las palabras de su madre le taladraban lacabeza, el miedo llenaba cada poro de su piel y la paralizaba.
Un débil sonido. Casi imperceptible. Aguacorriendo. Luego el sonido más fuerte, el mismo sonido aumentando de decibeles.El sonido del agua de la pesadilla. Catrina fue girándose poco a poco, viendode reojo, hasta que estuvo nuevamente de espaldas a la puerta, pero no habíanada, sólo el mismo excusado de siempre, el mismo lavabo y la misma tina detrásde la cortina de baño. Detrás de la cortina corrida del baño. Eso no estabaasí. Catrina siempre se aseguraba de mantenerla abierta, le temía demasiado alo que pudiera haber en la tina si la cortina no le permitía ver detrás. Quizásólo era cosa de su madre, pero habría jurado que cuando entró no estaba así.
Volvió a intentar abrir la puerta casi condesesperación, pero ésta no cedía ni un milímetro.
Un globo amarillo.
A su izquierda, con su visión periféricaalcanzó a vislumbrar un globo amarillo en el espejo. El corazón le latía confuerza. Esto no era posible. Era sólo otra pesadilla.
¡Cat! escuchó una voz aguda asu espalda ¿no piensas tomar tu regalo? Flota
todos flotan.
Catrina se volvió rápidamente. Elglobo amarillo flotaba armoniosamente frente a ella. La hipnotizaba. Era unhermoso globo y la voz había dicho que era suyo. La voz. La voz de lapesadilla. El anciano convirtiéndose en payaso. El globo convirtiéndose enbasura.
Y el globo reventó. Seguro estodespertaría a su madre.
Tras la cortina se comenzó adibujar una figura conocida. La de un payaso haciendo acrobacias.
Catrina quiso gritar, pero sugarganta se negó a emitir sonido, igual que la puerta se había negado a abrir.
Una lágrima rodó por la cara descompuesta dela niña.
De repente el payaso se detuvo y una manoenguantada sobresalió del extremo derecho de la cortina, para correrlalentamente y dejarse ver primero la cabeza y luego de cuerpo completo. Sonreía.Sonreía con dientes afilados y brillante mirada escarlata.
Catrina lo veía con los ojos como platos,derramando las últimas lágrimas de su vida.
Tomaré tus ojos
al fin que ya estás muerta.dijo la voz aguda e infantil del payaso. Y flotarás, cuando estés aquí tútambién flotarás
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Disclaimer:Eso y la ciudad ficticia Derry son propiedad de su creador Stephen King, yo solo los tomé para hacer estahistoria sin fines de lucro. Catrina y su madre son mis descubrimientos.
Abajo todos flotan - Fanfics de Harry Potter
Apagaré la luz, no es posible que a tu edadsigas con esas tonterías. dijo la mujer de aspecto severo antes de salir delcuarto de la niña.
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2023-02-27
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