El Obsequio del Rey Sin Corona
Autora: Roma @[email protected]
Disclaimer: Los personajes de Harry Potter no son mios. Escribo eso por amor al arte y a K. Rowling, que Dios bendiga su hermosa imaginaciòn. El nombre Myrrdin lo saquè de un romance de Mary Stewart, y se que otras autoras ya lo utilizaron en sus fanfics, no los leì todavìa para no correr el riesgo de ser influenciada por ellos. El nombreAuryn es un pequeño homenaje a uno de mis escritores favoritos, el alemàn Michael Ende, y a su meravilloso Historia sin fin que leì muchas mas veces de lo que aconsejarìa el Ministerio de Salud. Los nombres de Accalon, Urien, Raven, Ninian Eian y Nimue los tomè del romance Las nieblas de Avalon de Marion Zimman Bradley.
Dedica: A mi precioso hijo, que aun es demasiado pequeño para apreciar los libros, pero crecerà.
Nota de la autora: Este es mi primer fanfic sobre Harry Potter, pero escribì otros hace algunos años sobre la serie X Files. Espero que disfruten leyendo de esta historia asi como yo disfrutè en escribirla.
Resumen: La misteriosa desapariciòn de Harry... una profecìa olvidada en el tiempo...
WARNING: Este fanfic contiene SPOILERS del sexto libro. Si ya lo leyeron, disfruten de esta historia, si todavia no compraron el libro... ¡QUÈ ESPERAN!
CAP 1
La Muerte Camina Conmigo
Harry Potter no pudo abandonar la la horrible sensación de frío que lo acompañó desde la noche en que volviò de Hogwarts. En su mente, el recuerdo de la blanca tumba de Dumbledore borraba todo lo demas. Perdiò el contacto con la realidad y hasta con su propio cuerpo. Necesidades tan triviales como comer y beber no le parecìan importantes. Las bandejas de comida iban y venìan un dia tras otro sin que èl las tocara, ante el horror de sus tios... aterrorizados a la sola idea de que en cualquier momento alguno de sus amigos se apareciera por ahi culpandoles por dejarlo morir de hambre.
Pero Harry no parecia pertenecer a ese planeta. Seguia teniendo la mirada perdida en algun punto imaginario, ajeno a todo. El contenido de su baùl se encontraba esparcido por doquier. Hedwig le daba cariñosas picoteadas en la mano tratando envano de llamar su atenciòn, pero èl se limitaba a ofrecerle el contenido de los platos que no probò.
La cantidad de migas y suciedad aumentaba en el cuarto dia a dia ante el horror de la tia Petunia sin que èl hiciera el menor esfuerzo para reaccionar.
Harry no supo jamàs cuantas horas o dias pasò encerrado e ese cuarto. Hecho una bolita entre las colchas de su cama, focalizò claramente el ùnico pensamiento que, esperaba, lo mantendrìa cuerdo en los dias y los meses que vendrìan: jurò que nadie mas se interpondrìa entre èl y Voldemort.
No lo asustaba la idea de su propia muerte. Lo aterrorizaba mucho mas la prespectiva de separarse de otro ser querido. Porque la sensaciòn de vacìo se agrandaba mas a cada perdida.
La muerte caminaba con èl a cada paso, y como un angel negro y silencioso parecìa marcar el compàs de su existencia. El amor de sus seres queridos lo habia protegido, quizàs, de la muerte corporàl. Pero la sensaciòn de derrota se agrandaba mas a cada perdida.
Lo aterrorizaba la idea de quedarse dormido. En sus sueños, seguia merodeando por un jardin lleno de blancas tumbas donde los nombres de Ginny, Ron, Hermione, Neville; Lupin seguian apareciendo ante sus ojos, en un màcabro y silencioso desfile. Cada vez despertaba sintiendo que el vacìo a su alrededor se agrandaba mas y mas.
Entro de un mes cumplirìa 17 años. Serìa considerado un adulto, con todas las responsabilidades que eso conllevaba.
Ser quien era lo obligaba a llevar una carga demasiado pesada sobre sus hombros, desde los 11 años. Desde que una profecìa trazò el curso de su vida enlazandola fuertemente al destino del mundo màgico, demasiada gente se interpuso entre èl y su destino, para regalarle otro dia... otro año mas.
Pero ¿A que precio?
Una parte de èl se desgarrò ese dia, quedò entrerrada debajo de esa làpida.
En las ùltimas horas, Harry supo lo que significaba odiar con toda su alma.
En eso, Voldemort cumpliò su deseo.
Dumbledore fue asesinado para quebrar cada dia un poco mas su espiritu. Voldemort sabìa que la verdadera fuerza de su mortal enemigo era esa alma que a pesar de tantos sufrimientos permaneciò incorrupta. La profecìa pesaba sobre èl como la espada de Damocles. Se viò obigado a aceptar lo que se venìa como algo inevitable, para mantener a salvo sus amigos, y con ellos el mundo que conocìa y amaba.
Y aunque su maestro no estaba mas allì para aconsejarle, y Harry se sentìa mas como un niño perdido que como un guerrero listo a la batalla, cumpirìa con su deber. Era necesario elegìr entre lo que era justo, y lo que era fàcil.
Se preguntaba: ¿de que sirviò el haber conservado la capacidad de amar que segun muchos, lo hacìa mas fuerte que el mismo Voldemort si al final le tocarìa llegar solo al final del camino?
Harry, en la niebla de su dolor, eligiò no creer que Dumbledore suplicò a Severus Snape para que no lo matara. Debiò tener una razòn muy poderosa para confiar en èl. No era ingenuo.
Harry querìa respuestas, y jurò encontrarlas a cualquier precio.
Nadie podia quitarle de la cabeza la idea de que el mismo decidiò dejarse matar para que Severus Snape pudiera seguir siendo la espìa.
Despues de todo, alguien vio Dumbledore y Snape discutir muy animadamente poco antes que todo eso ocurriera.
Èl mismo Harry fue obligado a jurar que obedecerìa a todas sus ordenes, aun que no les encontrara sentido. Fue obligado a envenenarlo para que pudiera llegar al horcrux y aun que descubrieron demasiado tarde que el medallòn era falso, Dumbledore siguiò actuando como si eso no importara.
Debiò tener un plan, y Harry decidiò creer que los hilos de esa enmarañada telaraña seguirìan tejiendose a su alrededor aun despues de su muerte. Algun dia, todo este dolor tendrìa un sentido. Antes de morir, la mirada de Dumbledore encontrò la suya en una despedida y tal vez, en una muda disculpa.
Perdoname por dejarte solo en eso... Harry.
Horas mas tarde, en el funeral se horrorizò al descubrirse capaz de odiarlo por haberlo obligado a presenciar su muerte, paralizado debajo de su capa de la invisibilidad.
Y ese dia - como entonces - no pudo gritar todo el horror que sentìa.
Despertando de su estupor, Harry viò que los objetos esparcidos por el cuarto flotaban a su alrededor estrellandose en las paredes, rebotando sobre los estantes.
Otro caso de Magia Accidental para el eficientisimo Ministerio de la Magia. En otro momento, hubiera temblado a la idea de que lo castigaran hechandolo del ùnico lugar que alguna vez pudo llamar casa: Hogwarts. Pero sin la sabidurìa y protecciòn de Dumbledore, probablemente su amada escuela habrìa dejado de existir.
No podia decirse lo mismo del eficiente Oficina de Cancelaciòn de la Magia Accidental... en efecto, unos segundos mas tarde, Harry vio cuatro buhos acercarse a la ventana tratando de llamar su atenciòn y aun que reconociò entre ellos el de Ron, no se molestò en abrir para recibirlos. Ellos siguieron revoloteando cerca de la casa.
¡CRAC!
Harry levantò apenas la mirada. Una pequeña silueta apareciò en el cuarto ahora en penumbras. Harry no se molestò siquiera en tomar la varita, hubiera reconocido el recien llegado a ojos cerrados.
El intruso hizo el amago de acercarse pero diò un respingo al percatarse de su aspecto.
Harry se levantò lentamente y no se molestò en darle la bienvenida. Sabìa que Molly Weasley se desmayarìa con solo verlo. No se bañò ni se preocupò de cambiarse por varios dias y su ropa arrugada y sucia colgaba de un cuerpo demacrato y pàlido. Parecìa un animal salvaje en su guarida.
¿Harry Potter.... señor?
...
Harry permaneciò mudo. Se limitò a observarlo como si creyera que fuera solo una broma de su imaginaciòn.
Siento mucho verme obligado a molestarla señor... pero.... ¿Està usted enfermo? - El pequeño elfo se acercò, incierto. - Albus Dumbledore no hubiera querido verlo asi...
Asì ¿como?
Como si no esperara otra cosa que dejarse morir. - Respondiò el elfo, endureciendo el tono de su voz. Harry lo mirò asombrado.. èl jamas le habia hablado en ese tono. - ¿Cuando fue la ultima vez que comiò algo decente?
Eso no importa, Dobby.
Importa y mucho. Vine a hablar con usted, y necesito saber si està en condiciones de escucharme, porque de esta charla depende el futuro de mucha gente... incluido el suyo.
No me digas ¿otra profecìa? ¿Hay otro señor oscuro en mi destino?
Mucho mas que eso. Puedo hacer que todo ese dolor tenga sentido. Dijo Dobby con gravedad.
Harry abriò mucho los ojos. El elfo jamàs usaba ese tono de voz. Esa nueva actitud, mas que su mirada lo convenciò que tenìa que escucharlo. Despues de todo, Dobby jamas hizo algo en contra de sus intereses, y Harry tenia una gran curiosidad para descubrir que pudo haber determinado un cambio tan radical en la actitud de su pequeño amigo.
Tienes mi atenciòn ahora. Por favor, sientate.
El elfo sonriò. Gracias, señor, pero no me quedarè por mucho tiempo. Necesito que me acompañe . Tengo que enseñarle algo. Ahora.
¿Adonde quieres llevarme?
Haremos un pequeño viaje, pero primero necesito que haga un pequeño corte en su mano izquierda.
¿Quieres mi sangre? Dijo Harry, sorprendido.
Siento mucho tener que pedirsela, pero es necesario, para que yo pueda llevarla conmigo.
¿Donde me llevaràs?
No puedo revelarle nuestra destinaciòn ahora. Solo le pido que confie en mi.
Sabes bien que lo hago, Dobby.
Si no lo creyera no estarìa aqui. De esta fe, que yo agradezco profundamente, dependen muchas mas cosas de la que usted imagina.
Sin mas, Harry se practicò un pequeño corte en el palmo de la mano con el cuchillo que le regalò Sirius, extendiò la mano ensangrentada y Dobby la cubriò con la suya.
Las palmas se unieron y para el asombro de Harry, algo tomò forma entre sus manos unidas. La mirada de Dobby cambiò de repente y èl se dio cuenta que estaba llorando.
Sin haber tenido el tiempo de sorprenderse por la emotividad de su pequeño amigo, repentinamente, Harry sintiò un mareo, cerrò los ojos y hizo el amago de agarrarse a la mesa que estaba cerca de el con la mano que le quedaba libre. Pero cuando la extendiò, la mesa no estaba mas.
Ni tampoco su cuarto.
HOGWARTS
Minerva McGonagall se encontraba sentada detras del escritorio que por muchos años fue ocupado por Albus Dumbledore, cuya presencia seguìa llenando todo el lugar. El retrato del ahora fallecido director del colegio se encontraba frente a ella, durmiendo placidamente en un elegante sillòn de cuero. La mujer aun no podìa acostumbrarse a la idea de que hubiera fallecido de esa manera.
Una enorme responsabilidad cayò sobre sus hombros a la muerte del director, y no estaba segura de poder enfrentar todo lo que vendrìa de ahì en adelante. Los padres de los alumnos no dejarìan que sus hijos volvieran a Hogwarts. La muerte de Dumbledore sembrò el pànico entre todos ellos. Si el gran hechichero no fue capaz de preveer lo que el enemigo estaba tramando practicamente debajo de sus narices ¿como podrìan confiarle la vida de sus hijos?
Escuchò un golpe seco y girò la cabeza para descubrir la fuente del ruido. Se sorprendiò al reconocer a Hedwig, abriò la ventana y la dejò entrar, examinandola con cuidado en busca de algun mensaje. Pero no encontrò nada. La lechuza abriò sus alas, nerviosa, picando el palmo de su mano. Minerva McGonagall entendiò de inmediato que no se trataba de una buena señal.
Tomò un puñado de polvo flu y entrò sin mas en la chimenea. - ¡GRIMMAULD PLACE NUMERO DOCE!
Apareciò en el salòn de la residencia Black un instante despuès. Lupin y Moody se sobresaltaron al verla.
Minerva... ¿que...? Dijo Lupin, acercàndose.
Hedwig llegò hasta mi ventana hace un momento, no llevaba ningun mensaje y se veìa bastante nerviosa. ¿Que fue lo ùltimo que supieron sobre Harry?
Hablè con Arabella Figg esta mañana; dice que estuvo vigilando la casa por todo este tiempo y aun que no volvio a ver a Harry en las ùltimas semanas, no detectò la presencia ni de mortifagos, ni de buhos. Nada de nada. Se que es raro que se quede tanto tiempo sin escribir, pero pensè que tal vez necesitaba estar solo.
Està pasando algo raro. No es normal que Potter se quede tanto tiempo aislado, sin salir a la calle. No me gusta. Acompañenme, por favor, quiero asegurarme que todo estè bien.
Los tres aurores aparecieron en la calle oscura vestidos con ropa negra, se acercaron al Privet Drive n 4 mirando ansiosamente hacia la ventana de Harry Potter. La luz estaba apagada y Pigweon revoloteaba cerca de la ventana cerrada, notablemente excitado.
Moody tocò violentemente la puerta y algunos segundos despuès, la puerta se abriò dejando entrever el rostro asustado de la señora Petunia Dursley. Buenas... t..noches.
Dudley corriò a esconderse en su cuarto y Vernon se parò a lado de su mujer, con los brazos cruzados y los ojos fijos en el ojo màgico de Moody.
Lupin se sorprendiò ante la actitud pasiva de los Dursley. Le pareciò evidente que esperaban su visita, aun asì decidiò conservar la calma. No parece sorprendidos de vernos.
Ella se hizo a un lado para dejarlos pasar. Indicò la escalera que llevaba al cuarto de Harry.Imaginè que vendrìan, les aseguro que hicimos todo lo posible... pero èl no quiso...
¿A que se refiere ¿QUE PASÒ CON HARRY? Rugiò Moody
Petunia se escondiò detras de su marido. Harry no quiso contarnos lo que lo tuvo asi todo este tiempo. Estuve tocando a su puerta por mas de tres horas para llevarle la bandeja con la comida y no me contestò.
¿Accaso no lo dejan comer con ustedes? Aumentando exponencialmente el volumen de su voz, Moody puntò el ojo màgico sobre ella y Vernon.
Petunia pegò un grito y se alejò, subiendo mas a prisa por la escalera. Desde que regresò de la escuela estuvo encerrado en su cuarto y saliò solo para ir al baño. Se ha negado a comer y a hablar, pero se lo juro, cocinè lo que mas le gustaba para hacer que reaccionara, pero no ha querìdo probar bocado. Se ve enfermo y pàlido... no tenemos la culpa de eso.
Ella se detuvo frente a la puerta y tocò. Harry... tienes visitas.
No hubo respuesta.
¡HARRY! Rugiò Vernon. ¡Tu gente vino a buscarte!
¿Harry? ¡Nos estàs asustando!
Moody examinò la puerta Es inùtil, Remus... ¡Harry no està ahi! Alarmado, Lupin sacò la varita magica del bolsillo y la puntò hacìa la puerta. - ¡Alohmora!
La puerta se abriò enseguida, pero lo que vieron les helò la sangre en las venas. Parecìa que un huracàn hubiera destrozado el cuarto. Todo estaba hecho pedazos. Sobras de comida por doquier, el baùl abierto y los libros esparcidos en el piso. En el marco de la ventana estaban cuatro rollos de pergamino sin abrir.
La capa de invisibilidad se encontraba abandonada a los pies de la cama. Lupin corriò hacia ella y la levantò. Era sagrada para Harry , verla tirada ahì lo convenciò de que debìa haber pasado algo muy grave, en ese cuarto. Sin embargo la sangre le llegò a los pies, cuando levantò el preciado indumento y se diò cuenta que debajo de ella se encontraba.... la varita del muchacho.
Lupin la levantò enseñandola a los demas. Moody y Minerva Mcgonagall palidecieron al darse cuenta de lo que eso significaba. En ese momento Remus viò algo que lo dejò sin habla: grandes manchas rojo oscuro salpicaban el piso y el escritorio de Harry.
!SANGRE! Gimiò Petunia. P...pero... ¿que pasò aqui?
¡Alguien atravesò la barrera que protegia Harry y lo secuestrò! Apretò mas fuerte la varita de Harry y la observò como si pudiera revelarle la verdad. Sin su unica arma de defensa, se encuentra totalmente vulnerable.
Està herido... tal vez estè..
¡NO! - Moody sacò su varita y la agitò frente a los tios de Harry que temblaban de pies a cabeza. - No limpien el cuarto ni toquen nada. Volveremos muy pronto.. ¡y con refuerzos! Ellos se limitaron a asentir, asustados.
¡Lupin! ¡Convoca el Orden del Fenix y pide a Ronald Weasley que convoque el ED al completo ahora mismo! ¡no hay tiempo que perder! - Los tres desaparecieron con un estruendoso ¡CRACK!
Petunia Dursley se alejò retrocediendo lentamente, la mirada fija en las manchas de sangre sobre el piso.
................Continuarà.......................
El Obsequio del Rey Sin Corona
Autora: Roma @[email protected]
Disclaimer: Los personajes de Harry Potter no son mios. Escribo eso por amor al arte y a K. Rowling, que Dios bendiga su hermosa imaginaciòn. El nombre Myrrdin lo saquè de un romance de Mary Stewart, y se que otras autoras ya lo utilizaron en sus fanfics, no los leì todavìa para no correr el riesgo de ser influenciada por ellos. El nombreAuryn es un pequeño homenaje a uno de mis escritores favoritos, el alemàn Michael Ende, y a su meravilloso Historia sin fin que leì muchas mas veces de lo que aconsejarìa el Ministerio de Salud. Los nombres de Accalon, Urien, Raven, Ninian Eian y Nimue los tomè del romance Las nieblas de Avalon de Marion Zimman Bradley.
Dedica: A mi precioso hijo, que aun es demasiado pequeño para apreciar los libros, pero crecerà.
Nota de la autora: Este es mi primer fanfic sobre Harry Potter, pero escribì otros hace algunos años sobre la serie X Files. Espero que disfruten leyendo de esta historia asi como yo disfrutè en escribirla.
Resumen: La misteriosa desapariciòn de Harry... una profecìa olvidada en el tiempo...
WARNING: Este fanfic contiene SPOILERS del sexto libro. Si ya lo leyeron, disfruten de esta historia, si todavia no compraron el libro... ¡QUÈ ESPERAN!
Cap 2
El Rey sin Corona
Fue una vision tan extraordinaria que en un momento, todos los detalles brillaron ante sus ojos. Se encontraban en el interior de un antiguo castillo de època medieval. Las antorchas iluminaban las paredes de piedra y algunos preciosos tapices. Por doquier, colgados en las paredes, se encontraban algunos escudos que representaban una fenix dorada con alas abiertas sobre un fondo azul.
Mirò el elfo domestico que seguìa apretando fuerte su mano, sonriendo extasiado.
Sabia que era usted... lo sabìa.
Me conoces hace tiempo, Sabes bien quien soy. Dijo èl, confundido.
Harry Potter representa muchisimo mas para Dobby ahora. Aun que no lo crea, mi vida y la suya estàn estrictamente ligadas.
¿Quien soy yo, Dobby?
Gruesas lagrimas salieron de sus grandes ojos, y el elfo apretò fuerte el misterioso objeto entre los dedos. - El Salvador que mi pueblo estuvo esperando por siglos.
Si te refieres a la profecìa que habla de Voldemort y de mi...
No. Hablo de la profecìa que por fin abriò nuevamente el camino a Oesed, y a mi redenciòn. Tal vez el camino hacia la libertad de mi pueblo estè cerca.
Tu.... ¿redenciòn?
Ese objeto es la prueba de que nuestro viaje ya empezò. Abriò la mano, y ante sus ojos apareciò lo que parecìa ser la mitad de un medallon muy antiguo, con extrañas inscripciones grabadas en un idioma que Harry desconocìa. Sea bienvenido a Oesed, señor. Ciudad de antiguo esplendor. Ese lugar... y el Myrddin la estuvieron esperando por mucho tiempo.
Ese medallon saliò.... ¿de tu mano?
El Myrddin fue evocado por la sangre del Salvador al que fue destinado.
Pero... de quien fuè. ¿Por què me lo estas entregando?
Ese objeto perteneciò a un rey que a pesar de tenerlo todo, no supo valorar lo que verdaderamente contaba. Una familia, amigos leales, y la felicidad y el bienestar de su pueblo.....
Harry lo interrumpiò, sin entender adonde lo llevaria todo eso. - ¿Quieres contarme una historia para dormir, Dobby?
El elfo lo fulminò con la mirada indicando su ropa desaliñada y su deplorable apariencia.¿No durmiò usted lo suficiente, señor Potter?
Harry se ruborizò ante el comentario y aun que un poco sorprendido por la nueva actitud del elfo, dijo: Disculpa. Continùa, por favor.
Como estaba diciendo. El rey era muy poderoso y amaba rodearse de aduladores que alimentaran su vanidad. Solo un hombre, en la corte, osaba hablarle con la verdad: un brujo que èl conociò en su niñez, mucho antes de que el poder corrompiera su alma, y que lo querìa como un hijo. Era el brujo mas poderoso que existiera en el mundo y aceptò quedarse a su lado como consejero, preocupado para la suerte del muchacho que tenìa que cargar el peso de una naciòn sobre sus hombros. Sin embargo, convertido en adulto el soberano cambiò profundamente. Ambicioso, encontrò la manera de utilizar los conocimientos del hechichero para alimentar el miedo de sus enemigos y controlar los que se decìan sus amigos... pero un dia, el rey creyò descubrir la fuente de poder del poderoso brujo y... lo traiccionò.
¿El rey robò el medallòn?
Lo hizo. Pero el Myrddin no era lo que el rey creìa, era un amuleto muy poderoso, canalizaba la gran mayorìa del poder màgico de la raza elfica. Proporcionaba a quien lo poseyera un poder practicamente ilimitado y por eso podìa ser llevado solo por un ser de alma noble, insensible a los halagos de poder. El afecto hacia el joven rey lo cegò tanto da no permitirle ver que ya no era digno de su confianza. Debìa ser llevado para hacer el bièn y usado solo en caso de estricta necesidad. El brujo lo forjò para la protecciòn del rey y de su raza.
Su estirpe... querràs decir.
No. Me refiero a la noble estirpe de los elfos.
Harry dio un respingo. Los elfos... Hermione una vez me dijo, que poseìan un potenciàl màgico superior a los de qualquier mago. ¿¡El brujo debìa ser excepcionalmente poderoso para crear semejante objeto!
Asì es, mi joven amigo. Cuando el hechizo que protegìa el medallòn se rompiò, y el objeto se partiò en dos. Con su actitud, el rey marcò su suerte y la de su gente. El brujo hechizò el espejo que alimentò la vanidad del rey para castigarlo. Èl escondiò la primera mitad del medallon en el reflejo con un poderoso hechizo y cuando el soberano quiso recuperarlo cegado por la sed de poder, Merlin dejò de confiar definitivamente en el malagradecido rey y no tuvo mas remedio que castigar su arrogancia.
¿MERLIN?
Asì es. Descubriò el secreto de la Magia Èlfica y a mi parecer fue eso lo que hizo que pasara a la historia como el brujo mas poderoso de todos los tiempos. Lastimosamente, no pudo encontrar ningun sucesor digno de transmitir su imensa sabiduria y llevò muchos de sus secretos a la tumba. El rey se acercò al espejo pero ese, lejos de dejarle ver su reflejo o el el amuleto perdido, le devolviò la imagen del pequeño monstruo arrugado en el que, desde ese instante, el y sus altaneros cortesanos se transformaron. Desde ese dia, todos ellos fueron reducidos en esclavitud, despojados de la gran mayoria de sus poderes màgicos, condenados a no tener memoria de lo que alguna vez fueron. Pero el castigo que èl reservo para el rey.... fue mucho mas cruèl.
¿Por què?
El fue condenado a recordar. Y a reincarnarse una y otra vez, cargando el peso de haber sido el directo responsable de su desgracia y la de su gente. Un horrible golpe, para su orgullo.
Dobby... ¿donde quedò, la otra parte del medallon?
Merlin lo hechizò, para que se materializara una y otra vez en la palma de la mano del rey esclavo a lo largo de los siglos, en peremne recuerdo de lo que perdiò a causa de su vanidad.
Harry observo la palma de la mano aun ensangrentada del pequeño elfo y lo mirò como si le hubiera brotado otra cabeza. Tu.... fuiste ¿un rey?
Èl asintiò tristemente. Un rey destinado a no recuperar jamàs su poder, Merlin concediò una sola oportunidad para que el maleficio pudiera romperse: solo el Salvador podrìa recuperar el Myrddin, y usarlo para rescatar la perdida ciudad de Oesed, desierta hace siglos, y con ella su pueblo, ahora esclavo y errante por el mundo màgico.
- Hermione enloquecerìa de felicidad, si lo supiera. - Pensò Harry, aun aturdido. Y como puedo recuperarlo Dob... Su majestad... ya no se ni como llamarte.
He olvidado mi nombre, mi joven amigo. Sigue llamàndome como siempre lo has hecho. Ahora no es importante recordar quien fuì, es preciso que encuentres la manera de rescatar al Myrddyn para poder rescatar a mi gente... y la tuya. Ese medallòn te proporcionarà el poder y la sabidurìa que necesitaràs para vencer el señor oscuro.
Tendrà un poder que èl desconoce... Recordò Harry. Conoces la profecìa.
La conozco. Y como puede ver, liga su destino al el Que No Debe Ser Nombrado y cobra mas sentido ahora. La magia que encierra estaba destinada a usted, joven guerrero. Pero devo advertirla: el espejo puede halagar la vanidad de quien se refleja en èl confundir la mente distrayèndola de su principal misiòn.
¿No serà, acaso. El espejo que encontrè en mi primer año en Hogwarts? Como es posible... ¿quien..?
Dumbledore lo llevò a Hogwarts para proteger la Piedra. No se como supo de su existencia. Un dia vine a buscar al joven Draco por encargo de mi patron y la vì a usted, señor Potter. Supe quien era de inmediato y me atrevì a seguirla hasta biblioteca y despues en el cuarto donde el director escondiò el espejo. Lo observè por mucho tiempo y estuve presente cuando Dumbledore le avisò de que tenìa que dejar de buscarlo, que muchos perdieron la razòn ante el encanto de su reflejo. Me reconocì en esas palabras porque yo mismo perdì mi alma ante èl.
¿Pero... como supiste donde encontrarlo?
El espejo es un objeto màgico excepcionalmente poderoso y el destino quiso que el predestinado lo encontrara cuando tenia solo 11 años. Tal vez Merlin lo hechizò para que, al reconocer en usted el futuro guerrero al que tendrìa que entregar la otra mitad del Myrddyn, pudiera materializarse aqui, en espera que la profecìa se cumpliera.
Entiendo. ¿y donde se encuentra ahora?
Detras de ese tapiz.
Harry se acercò lentamente y el espejo y viò el elegante marco de madera, leyò las misteriosas palabras grabadas en la parte superior, observò la polvorienta superficie tratando de enfocar todos sus pensamientos en lo que tenìa que hacer.
Sin embargo se permitiò abandonarse a un momento de nostalgia, y su corazòn una vez mas, ganò la partida. Con una punzada de dolor, viò aparecer dos siluetas a lado de la suya que poco a poco asumieron el aspecto de las personas que mas extrañaba: sus padres, Sirius y Dumbledore le sonreian del otro lado del cristal.
Harry recordò las palabras del anciano mago:
El espejo puede reflejar tus mas profundos deseos, pero no te proporciona ni la felicidad n la sabiduria. Muchos hombres perdieron la razòn ante èl.
Harry mirò el anciano, como disculpandose por haber tenido ese momento de debilidad, y despuès a Sirius y sus padres, que lo observaban con una mezcla de felicidad y nostalgia que lo extremeciò. - Solo querìa tener la oportunidad de decirles adios. Acercò su mano al vidrio y cerrò los ojos. En silencio, se despidiò de ellos dejando que se convirtieran nuevamente en niebla.
Tratò de concentrarse totalmente, absolutamente, en la razòn por la que se encontraba ahì. Se dejò envolver por la atmosfera que lo rodeaba, tratando de evocar la imagen de la gente que un dia lejano habia poblado ese lugar. Cerrò fuertemente los ojos y cuando los volviò a abrir descubriò que toda la superficie del espejo se encontraba envuelta por una cegadora luz blanca. Volteò hacia Dobby, que se encontraba a poca distancia de donde èl se encontraba y para su sorpresa, descubriò que la luz del espejo no lograba alcanzarlo.
Acercate, por favor, Dobby.
No puedo, el espejo no es para mi. Respondiò el elfo, temoroso.
Confie en mi, majestad.
Dobby llorò, gratificàndolo con una mirada agradecida que no necesitaba de otras palabras, y extendiò una temblorosa mano que Harry apretò con fuerza. El muchacho lo mirò dàndole valor y girò la cabeza para poder observar el reflejo de su amigo a travèz del espejo.
Sonriò. Un hombre joven, alto, de orejas punteagudas y aristocraticas facciones, lo miraba del otro lado. Totalmente vestido de blanco. Una pequeña y luminosa corona de oro pàlido, con una esplèndida fenix dorada le adornaba la frente. Al cuello levaba una larga cadena de donde colgaba una especie de medialuna de oro. Harry agarrò fuerte la mano del pequeño elfo que ahora se encontraba a su lado temblando como una hoja. El muchacho comprendiò que el elfo domestico no podìa ver lo que èl veìa. Dejandose llevar por su intuiciòn Harry sacò el medallòn de su bolsillo y lo acercò al cristal. El noble elfo en el espejo desabrochò la larga cadena dorada y se aproximò hacia èl.
Cuando lo hizo, la superficie del espejo se volviò liquida y sus manos pudieron encontrarse. Las mitades del Myrddyn se juntaron y al tocarse, el màgico objeto se reconstituyò en todo su esplendor.
La joya se balanceò por un momento, transmitiendo una extraña sensaciòn de calor a sus dedos. Harry se dio cuenta que la mano que aun apretaba la suya ya no era arrugada y deforme, lucìa lisa y blanca como la leche. Una manga de pura seda cubrìa delicadamente el brazo del joven elfo que ahora se encontraba parado a su lado.
Imagino que desde hoy no podrè llamarla Dobby, majestad. Dijo Harry, sonriendo.
Agradezco infinitamente tu gesto, Harry. Solo alguien que hubiera deseado verme por como realmente era podìa evocar mi antiguo reflejo. Gorad de Oesed era mi nombre, y asì serà que me llamaràs de hoy en adelante. - El elfo le devolviò la sonrisa - Sin embargo,Merlin deseò que no recuperara jamas mi trono, y aun que mi corazòn lo desee fuertemente, no puedo desafiar la voluntad del Gran Hechichero.
Sacò la corona de su cabeza y la lanzò con fuerza contra el espejo, que fue engullida por el, desapareciendo para siempre. - Sabrè agradecer lo que hiciste para mi gente y para mi, ensenàndote a usar apropriadamente ese medallòn que ahora te corresponde por derecho. No fue creado para mi... Merlin quiso que perteneciera a su verdadero heredero. No puedo pensar en alguien mas digno de tanto honor. - Le entregò el medallòn, que Harry recibiò con reverencia.
Merlin te amaba como un hijo, estarìa muy orgulloso de ver la persona en la que te convertiste, Gorad. Dijo Harry.
No tanto cuanto tu padre lo estarìa de ti. Aprendì a conocerte bien y a valorar tu amistad mas que qualquier cosa. Morì y volvì a a nacer esclavo mas veces de las que pueda contar, Harry, me enseñaron la lecciòn a punta de golpes y humillaciones, por fin aprendì a valorar lo que perdì, y estoy dispuesto a luchar para recuperar lo poco o mucho que puede ser rescatado. Contestò èl, tristemente. El elfo sonriò y le entregò el Myrddyn. El objeto brillò en su mano y por primera vez, èl pudo observarlo con mas atenciòn. Sobre un resplandeciente zafiro central descansaba una fenix dorada magistralmente entallada. Misteriosas palabras grabadas en oro rodeaban el pesado medallòn. - Pòntelo.
Harry obedeciò. Abrochando la pesada cadena a su cuello. Una sensaciòn de calòr lo invadiò y mirò al elfo, anonadado.
No debes sorprenderte. El Myrddyn tiene su propia alma. Està absorbiendo tu esencia magica y soltarà la suya propia para que tus nuevos poderes puedan desarrollarse en toda su potencialidad. El Myrddyn puede ser tocado solo por ti. A medida que pasarà el tiempo, irà reduciendo su tamaño hasta que tu cuerpo lo absorba por completo. Cuando eso ocurrirà, èl Myrddin serà parte de ti.
Pero... ¿como aprenderè a usar esos nuevos poderes? ¿Como podrè controllarlos?
Yo puedo ensenarte, mi joven amigo.
Entonces desde hoy, te llamarè maestro. Dijo èl, extendiendo la mano.
El elfo la apretò con fuerza, sellando asì la alianza que cambiarìa por siempre el destino de muchas vidas. Puso la mano en el hombro de aquel que acababa de convertirse en su discipulo.Necesito que sepas algo, antes de que empezemos. Deberàs quedarte por mucho, mucho tiempo y entrenar duramente. No podràs tener agun contacto con el mundo exterior, hasta que estès capacitado para controlar tus nuevos poderes.
Pero ¡mis amigos se preocuparàn! A estas horas deben estar pensando que alguien me haya secuestrado.
Es posible, ya que en estos dias rechazaste hasta el menor contacto con ellos. De todas maneras ya es tarde para arrepentirse. Siento no habèr pensado en dejarte escribir una nota de despedida. Te raptè sin dejar que te llevaràs nada.
¡Mi varita! Gritò Harry. Como harè para...
No te harà falta. Tu mayor poder, desde hoy, descansarà en tu propio cuerpo. Experimentaràs algo que por ahora està mucho mas allà de tu comprensiòn. Ten fe, y deja que el poder del Myrddyn te guie, con su sabidurìa. - El elfo puso una mano sobre su corazòn. - Aquì està la llave... la luz que abrirà el camino en la oscuridad.
Con un gesto, el elfo hizo aparecer una pequeña mesa repleta de comida y lo invitò a servirse, mientras el mismo tomaba lugar frente a èl. El aroma que despedian las cazuelas humeantes hizo que Harry hiciera una mueca de disgusto. - Come, Harry. El Myrddyn no lograrà otorgarte sus poderes si el hambre te mata primero.
Harry sonriò llenando su plato. Logrò alimentarse muy poco, ya que su estomago, desacostumbrado a recibir alimentos, protestò. No puedo comer mas. Lo siento.
Tomalo con calma. Comeràs un poco mas todos los dias hasta lograr alimentarte bien. Seguiràs mis ordenes al pie de la letra, aun que al principio no tengan sentido para ti. Mas duro entrenaràs, antes volveràs a ver a los tuyos. El encuentro final entre Bien y Mal se acerca. ¡Recuerda Harry! ¡no podràn ganar sin ti!
....................Continuarà.....................
El Obsequio del Rey Sin Corona
Autora: Roma @[email protected]
Disclaimer: Los personajes de Harry Potter no son mios. Escribo eso por amor al arte y a K. Rowling, que Dios bendiga su hermosa imaginaciòn. El nombre Myrrdin lo saquè de un romance de Mary Stewart, y se que otras autoras ya lo utilizaron en sus fanfics, no los leì todavìa para no correr el riesgo de ser influenciada por ellos. El nombreAuryn es un pequeño homenaje a uno de mis escritores favoritos, el alemàn Michael Ende, y a su meravilloso Historia sin fin que leì muchas mas veces de lo que aconsejarìa el Ministerio de Salud. Los nombres de Accalon, Urien, Raven, Ninian Eian y Nimue los tomè del romance Las nieblas de Avalon de Marion Zimman Bradley.
Dedica: A mi precioso hijo, que aun es demasiado pequeño para apreciar los libros, pero crecerà.
Nota de la autora: Este es mi primer fanfic sobre Harry Potter, pero escribì otros hace algunos años sobre la serie X Files. Espero que disfruten leyendo de esta historia asi como yo disfrutè en escribirla.
Resumen: La busqueda continua, un pueblo invisible renace.
WARNING: Este fanfic contiene SPOILERS del sexto libro. Si ya lo leyeron, disfruten de esta historia, si todavia no compraron el libro... ¡QUÈ ESPERAN!
CAP 3
El Niño Que Desapareciò
Al morir Dumbledore, la Madriguera se convirtiò en el nuevo cuartel de la Orden del Fenix. Nadie se sorprendiò cuando Minerva McGonagall, Moody y Lupin se matrializaron en el comedor de los Weasley a la hora de la comida.
La señora Weasley se levantò de la mesa y los recibiò con una sonrisa, sin percatarse del palòr en las caras de los recièn llegados. Gracias, Molly, pero no estamos aqui para cenar. Se trata de Harry.
Remus desplegò con cura la capa de la invisibilidad y dejò caer la varita màgica de Harry Potter sobre ella. El silencio envolviò la casa. Miles de posibilidades, una mas aterradora que la otra asomaron por la cabeza de todos los presentes.
¿Que significa esto, profesor Lupin? Carraspeò Ron.
Hedwig llegò hasta la ventana de la profesora McGonagall, esta mañana. No llevaba ningun mensaje, pero se veia muy agitada. Minerva nos informò de inmediato y juntos decidimos buscar a Harry en la casa de sus tios pero cuando llegamos... todo su cuarto estaba hecho añicos y de èl no encontramos rastro... a parte...
¿....QUÈ?
Manchas de sangre en el alfombra y sobre la mesa. Todas sus cosas esparcidas por el piso, parecìa que en el cuarto hubiera pasado un huracàn. Sus tios dicen que estuvo asì desde que regresò de Hogwarts. No comiò, no durmiò y no saliò de su cuarto. Nadie notò movimientos extraños alrededor de la casa. El correo estaba fuera de la ventana, sin abrir.
¿Donde està Hedwig?
La enviè a que llevara una carta para la señorita Granger. Deberìa llegar en cualquier momento, con todos los miembros del ED que pueda contactar. Necesitaremos de toda la ayuda posible . Contestò la mujer.
¡CRACK¡
Hermione, Luna, Neville, Seamus y Parvati aparecieron frente a ellos; seguidos muy de cerca por Tonks, Mundungus, Bill y Charlie.
Moody hizo un ràpido resumen de lo ocurrido y despuès de habèr empacado unos cuartos detectores oscuros propuso volver a examinar el cuarto de Harry. Cuando llegaron ahì, los Dursley aceptaron con mudo terror a la llegada de tanta gente extraña frente a la puerta de su casa. Se apresuraron a permitirles el ingreso al cuarto de Harry, preocupados a la idea de que algun vecino pudiera darse cuenta de la presencia de esa gente.
Todo fue examinado de cabo a rabo. El orden y la organizaciòn no eran virtudes que caraterizaran el muchacho, pero el abandono en el que se encontraba el cuarto dejaba entender que el muchacho padeciò una profunda depresiòn. Un sentimento de culpabilidad se insinuò en la conciencia de todos los presentes. No debieron permitir que enfrentara los ùltimos acontecimientos aislàndose como lo hizo.
Moody reaccionò primero, examinò los hechos tejiendo como èl solo sabìa una explicaciòn probable a lo que podìa haber ocurrido. - Todos sabemos que Albus Dumbledore protegiò esta casa con hechizos antiapariciòn. Nadie ¡ni los propios mortifagos pudieron aparecerse aqui y penetrar la defensa que protege esta casa! Solo una fuerza muy poderosa pudo quebrar esta barrera... y no puedo imaginar como ocurriò, se suponia que ni el mismo señor oscuro podrìa entrar en esta casa.
Mirò a los demas, para asegurarse de que lo escucharan atentamente. Nadie tuvo el valor de hablar, asustados frente a la posible implicaciòn de sus palabras. - Las extrañas salpicaduras de sangre seca en el piso, indican que alguien deberìa haberle producido una profunda herida poco antes de desmaterializarse junto a èl. Por colmo de males, sin su varita màgica, se encuentra totalmente desprotegido.
Hermione protestò: - Pero si pudieramos detectar qual fue el ultimo hechizo que se produjo en este cuarto, tal vez tendrìamos un indicio sobre el paradero de Harry. Sugiriò.
Brillante como siempre, señorita Granger. Ya lo hice, y lamento decirle que lamentablemente èl que produjo este hechizo se encargò tambien de hacerlo indetectable.
Pero.. ¡creì que eso era imposible!
Lo serìa para cualquier brujo normal... pero parece evidente que nos encontramos frente a algo que ni el mismo Dumbledore sabrìa explicar. Si debo ser franco, señores, creo muy improbable que nuestro señor Potter siga vivo.
Molly sollozò y dejò el cuarto. Ron se le enfrentò, fuera de si: ¡NO ESTÀ MUERTO! ASÌ QUE NO HABLE DE ÈL COMO SI LO FUERA!
¡Tranquilizate, Ron! - Dijo Arthur. - Las pruebas que encontramos hasta ahora no son muy alentadoras. Alastor solo trata de ayudar.
¡No le ayudarà que lo creyamos muerto! ¡no lo creerè hasta que no vea su cuerpo! ¡Sobreviviò a Tu Sabes Quien mas veces de la que pueda contar! ¡ES EL ELEGIDO! ¡NO PUEDE HABERSE ESFUMADO EN EL AIRE! ¡NO LO CREO! ¿QUE HAREMOS AHORA?
Ron, dejarnos llevar por el pànico no nos ayudarà. Dijo Lupin.
¡Es que no entiende! ¿De donde empezaremos a buzqueda?
¡HEDWIG! Gritò Ginny.
¿Que?
Tal vez sea una idea tonta... Pero podrìamos enviarle una carta. Si la lechuza volverà sin ella querrà decir que sigue vivo... tal vez Harry la utilizarà para enviarnos alguna señal de ayuda. Podemos intentar. Dijo, decidida.
Es una buena idea, Ginny. Mientras, organizaremo un plan de buzqueda. Aprobò Arthur.
En los dias que siguieron la noticia de la desapariciòn del Niño que Viviò se esparciò como la polvora en el Mundo Màgico. El pànico creciò exponencialmente en e alma de todos. Si el fallecimiento de Dumbledore dejò un vacìo dificil le llenar, la desapariciòn de Harry Potter convenciò el mundo màgico que no existìa esperanza alguna de vencer el Mal.
Aun que muy poca gente conocìa el real contenido de la profecìa que ligaba el destino de Harry al Señor Oscuro, todo el mundo tenìa la secreta esperanza que ese muchacho estarìa predestinado a salvarlos. Sin èl, la esperanza dejò de existir.
Eso pensaron - sin atreverse a decirlo en voz alta, todos sus amigos - ya que Hedwig no regresò el dia despues, ni en los que siguieron. El Orden del Fenix siguiò buzcandolo tercamente, contra toda razòn y logica, pero no quedaba rastro del muchacho.
Sin embargo, algunos dias despuès, ocurriò algo que encendiò nuevamente sus esperanzas: Draco Malfoy fue encontrado, inconciente y muy malherido, en el Callejòn Diagon. Su ropa llevaba rastros de Pociòn Multijugos, y eso llevò a pensar que alguien debiò ayudarlo a escapar de Voldemort, bajo falsa identidad.
Ron y Hermione recordaron que Harry les dijo algo con respecto al Sylterin. Voldemort ordenò que fuera el mismo Draco el que matara a Dumbledore como prueba de su lealtad hacia èl, seguramente bajo la amenaza de asesinar a su madre y su padre que se encontraba encerrado en Azkaban. Draco cumpliò con su parte del trato al permitir que los mortifagos ingresaran en Hogwarts pero al final, le faltò valòr para asesinar al Director.
Voldemort no otorgaba segundas oportunidades. A nadie. Los Aurores no permitirìan que uno de sus seguidores acabara con un testigo tan importante. Aun que la mitad de ellos lo detestara profundamente y no perdonara su traicciòn, no podìan dejar de reconocer que solo era un muchacho y como tal debìa ser protegido. Asì fue que la Orden organizò turnos de vigilancia continua en su cuarto. Si Voldemort tenìa algo que ver con el secuestro de Harry, Draco podria saber algo. Un detalle, por muy insignificante que fuera, podrìa hacer la diferencia entre la vida y la muerte de su amigo.
No llegaron noticias de atentados en las ùltimas semanas, pero los miembros de la Orden del Fenix sabìan demasiado bien que eso no podia ser una buena señal. Si Voldemort y sus mortifagos no tenìan nada que ver con lo que le pasò a Harry, tal vez querìa decir que todas las fuerzas del Señor Oscuro estaban puestas en encontrarlo antes que sus amigos.
Hogwarts no volviò a abrir sus puertas, ya que los familiares de los estudiantes estaban mas asustados que nunca y no quisieron separarse de sus hijos. La imagen de la Marca Tenebrosa sobre el cielo de Hogwarts decretò el final de la escuela de Magia, pero a pesar de eso no logrò que el E.D. dejara de existir.
Ginny, Hermione, Neville y Ron se encargaron de tomar el mando del grupo de entrenamiento convocando las reuniones en la Madriguera. Se empeñaron en esa misiòn con la fuerza que proporciona solo la desesperaciòn, en honor a Harry. Jamàs permitieron que se hablara de èl al pasado, trataron de convencerse de que solo estaba ausente y que de alguna manera encontrarìa la manera de volver.
Hedwig volviò en un dia de lluvia, apareciendo en la ventana de la cocina. Cuando Molly Weasleay abriò la ventana y viò que la lechuza aun cargaba la carta que Ginny escribiò, mojada por la lluvia, se hechò a llorar, paralizada por el horror.
Sus sollozos los golpearon como un balde de agua fria.
Desde ese dia Molly decretò un periodo de luto-sin-muerto que terminò quitando a los cuatro amigos lo poco de cordura que aun los mantenìa de pie. Pero nadie se atreviò a criticar la actitud de mamà Weasley. Cada quien reaccionaba como podìa frente al dolor, y era dificil dejar entrar la esperanza en tiempos como esos.
Los preparativos para la boda de Bill y Fleur se detuvieron debido a la ausencia de aquel que todos consideraban parte de la familia. ya que ni la misma novia tuvo valor para pensar en arreglos florales y cosas para el estilo.
Algo inexplicable ocurriò el mismo dia en el que Harry Potter fue raptado: los elfos domesticos desaparecieron de todos los hogares del mundo màgico y de la misma Hogwarts. En un principio, muchos pensaron que esos seres - tan insignficantes para la mayoria de los magos que tan cruelmente los trataron - debieron aliarse a las filas del señor oscuro, pero en el medio del alboroto que desencadenò la desapariciòn del Niño Que Sobreviviò, nadie pareciò extrañarlos demasiado.
El Bosque Prohibido se poblò de nuevos habitantes. Entre las ruinas de su antiguo hogar, ellos esperaron la llegada de su señor.
Invisibles fueron para el mundo de los magos, invisibles seguirìan siendo de ahì en adelante; hasta que el Heredero, renaciendo a nueva vida, les devolviera el lugar que, por derecho, les correspondìa.
Nadie podìa imaginar que esos seres tendrìan la clave para resolver el misterio del muchacho desaparecido. La maldiciòn que los condenò a la esclavitud les prohibiò recordar quien eran, pero recuperada su original apariencia y tambien la memoria de su glorioso pasado, comprendieron que el Myrddyn debiò despertar a nueva vida.
El heredero de Merlìn restablecerìa el equilibrio en el mundo màgico, tal como fue escrito. El dia estaba cerca. Muy cerca.
Vivieron por largo tiempo el mundo de los magos y conocìan, como todos, la leyenda del niño que sobreviviò que todo el mundo buzcaba tan desesperadamente. Sabìan que solo el poder del Myrddyn serìa capaz de generar una energia tan poderosa como la que se llevò al Niño Que Viviò.
Era tiempo que el Salvador tomara el lugar que le correspondìa desde los tiempos de Merlin. No podrìan interferir con lo que estaba ocurriendo ya que el mismo poder del Myrddyn no permitiria que nadie se interpusiera entre èl y el Salvador, hasta que el màgico amuleto desprendiera todo su poder y el guerrero estuviera listo para emprender a batalla.
El poder que Voldemort desconocìa: el secreto revelado por la poderosa magia èlfica. Llegado el momento, el hechizo de protecciòn que mantenìa aislados discipulo y maestro en otra dimensiòn temporal se quebrarìa, los dos mundos se volverìan uno, y el heredero de Merlìn estarìa listo para cumplir con su destino.
.......................Continuarà......................
CAP 4
La Serpiente en la Guarida del León
Como era de prever, Draco subió un misterioso atentado mientras aun permanecía inconciente en el cuarto del San Mungo. La Orden del Fenix - a pesar de estar prevenida contra la familia Malfoy - decidió mobilitarse para transladar el muchacho a un lugar seguro. Necesitaban mas que nunca agarrarse a la última posibilidad y Draco podía ser el único capaz de llevarlos hacia el paradero de Harry.
Arthur Weasley regresó a casa interrumpiendo sopresivamente el entrenamiento del E.D. Al verlo, Ginny y los gemelos se paralizaron a mitad de un hechizo. - ¿Alguna noticia de Harry?
Arthur sacudió la cabeza y rehuyó la mirada de su hija menor, incapaz de enfrentar la evidente decepción en sus ojos. - Aun no. Pero acaba de pasar algo nuevo. Uno de los alumnos de slyterin fue encontrado en Nocturn Alley esta noche, gravemente herido.
Para entonces totalmente seguro de haber obtenido la atención de todos los presentes, Arthur continuó: Alastor Moody lo transladó en gran secreto y vino a verme. El Ministerio cree que el prisionero fue raptado por los mortifagos, pero la verdad es que Moody y yo lo llevamos con nosotros... es necesario que permanezca aquí para su protección.
Fred lo miró, sospechoso. - ¿De quien se trata?
Arthur lo interrumpió: - Antes de que digan nada... se trata de un compañero de Hogwarts. No necesito recordarles lo que Dumbledore dijo con respecto a la hermandad entre Casas rivales. Es el momento de demostrar que escucharon sus palabras.
¡Quien es! ¡por Merlín!
Arthur se ruborizó hasta el borde del pelo y declaró. - Hemm.... Draco Malfoy.
Por un instante, todos los presentes miraron el hombre como si le hubieran brotado dos cabezas.
Ron explotó. - ¿QUÉ? ¿MALFOY AQUÍ? ¿No fueron capaces de encontrar el menor rastro de Harry y nos llevan a Malfoy como premio de consuelo?
Molly intervino y lo miró severamente. Cuida tus palabras, Ron. Draco es tal vez el único que pueda darnos una pista sobre el paradero de Harry. Piensalo. Cabe la posibilidad que esté en manos de... de... El Que No Debe Ser Nombrado.
Ron la miró por algunos instantes y pareció calmarse considerando esa posibilidad. Contestó, despectivamente. ¡Ni crean que dormirá en mi cama!
Dormirá en el cuarto de los gemelos. - Contestó Molly y después, mirando a sus hijos. - No se quejen, ustedes no duermen ahí desde mas de un año.
Eso acabó con la discusión. Cuando Arthur, con un golpe de varita hizo que Draco apareciera en el medio del cuarto desarrapado, sucio y cubierto de sangre. Los chicos enmudecieron por la sorpresa. Draco fue transportado - por medio de un hechizo levitador - hasta el piso de arriba.
Así fue que Draco Malfoy ocupó el antiguo cuarto de los gemelos. Molly lo acudió como hubiera hecho con cualquiera de sus hijos. Su apariencia desaliñada, el pelo sucio y alborotado y la manera en que fue encontrado, como si acabara de ser escupido por la tierra despertaron la piedad y el instinto maternal de la señora Weasley.
Las heridas del muchacho - medio escondidas debajo de las vendas - aun estaban empapadas de sangre engrumecida. Molly arregló la vieja cama con sabanas limpias y muchas colchas y arropó al rubio, ante la mirada perpleja de los gemelos.
¿Por qué pones tanto esmero en cuidar de alguien que no lo merece? Dijo George, sin poder contenerse
Ella se detuvo por un instante y lo miró, serena: - Tal vez alguna mujer estaría curando las heridas de Harry, en algun lugar.
Pero... mamá..
Es mi deber cuidar de ese muchacho... no pretendo que entiendas mis sentimientos. Solo otra mujer podría.
¿Por qué no intentas de explicarmelo?
Pienso en la madre que en este momento estará como loca preguntandose que le paso a su hijo, tiene la edad de Ron... y de Harry, y necesita ayuda. Eso es suficiente... para mi. - Cortó Molly. - Si tienes problemas con eso, lo siento mucho.
George resopló y abandonó el cuarto.
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Draco abrió los ojos totalmente convencido de haber escapado de una prisión para caer en el infierno. Las manchas de humedad en el techo, las viejas sabanas descoloridas y el cubrecama marron tejido en lana gruesa fueron solo el primer indicio...
No se encontraba mas en su celda: en el lugar donde fue obligado a quedarse al salir de Hogwarts, sus carceleros no fueron tan generosos como para concederle el privilegio de dormir sobre un colchon... Tampoco se encontraba en un lugar familiar. Era el cuarto mas horrible que hubiera visto jamás. Con rastros de quemaduras en cada destartalado mueble.
Draco se levantó, puntando los codos ¿qué diablos...?
Gimió de dolor. La herida quemaba como el infierno y el dolor se transmitió a cada una de sus terminaciones nerviosas desde la cintura hacia arriba, despertando musculos de los que jamás supuso la existencia.
Sus piernas parecían no pertenecerle y se dio cuenta - con un estremecimiento de terror - que no podía moverlas.
:::::: Debe tratarse de algun hechizo paralizador:::::: Se dijo, intentando recuperar el control de sus emociones.
A pesar de eso, no pudo exigir mas de lo que su cuerpo exausto estaba dispuesto a ofrecer. Sobrevivió al infierno y ahora su alma destrozada pedía un poco de paz... y descanso.
Se dejó caer entre las sabanas y cerró los ojos, tratando desesperadamente de contener las lagrimas que puñaban por salir. En cualquier momento, sus nuevos carceleros entrarían por esa puerta y lo verían en ese estado... y todo empezaría otra vez.
La idea de morir en ese mismo instante le pareció mucho mas actractiva que la aterradora perspectiva de ser torturado nuevamente.
Y lo peor fue darse cuenta de que todo eso se desencadenó por culpa de su propia estupidez y el infierno lo engulló... dejandolo sin esperanzas.
.................................................................
Cuando Draco despertó, todo el mundo corrió hacia su cuarto. Los chicos experimentaron sentimientos encontrados al verlo, sin saber si compadecerlo por haberse convertido en el ex mortifago mas buscado en la lista del Señor Oscuro, u odiarlo por seguír ahí mientras su mejor amigo seguía desaparecido.
El despertar fue extremadamente doloroso para el sylterin. Sus heridas no sanaban y madame Pomfrey dijo que era muy improbable que algun dia llegaran a cerrarse del todo. Una gran cantidad de gente se reunió alrededor de su cama, ansiosos por recibír de él algun indicio que los llevara hasta Harry.
La cara de asco que puso al descubrir que se encontraba en un modesto cuarto adornado con pocos, sencillos muebles que habian conocido dia mejores, fue nada respecto a la expresión de espanto al enfocar la cara regordeta de la señora Weasley y demas miembros de la familia, reunida alrededor de su cama. Debió creer que estaba muerto y acababa de llabar al infierno.
Hola Draco. Dijo amablemente el señor Weasley. Me alegra que te sientas mejor.
Donde... ¿Qué...?
Fred dijo pomposamente: . El Comité Weasley al gran completo le dá la bienvenida en su humilde demora, señor Malfoy. Esperamos que su permanencia en nuestras instalaciones sea tan desagradable para usted como para nosotros.
Por favor, no es el momento. Cortó el señor Weasley. - Te encuentras en la madriguera, hijo. Esta es mi casa.
Ron concluyó, con una punta de sarcasmo. - Por lo que sabemos, es la única casa que tendrás por ahora, ya que tu preciosa mansion segun parece fue recientemente elegida como el nuevo cuartél general de la Voldemort & Co.
¡COMO SABEN ESO!¿Y mi madre? ¿Qué pasó con ella? - Draco se levantó de repente, mareado. ¿Quien me sacó de... casa Riddle?
No sabemos. Alastor Moody te encontró en Diagon Alley, tu ropa estaba empapada de Poción Multijugos. Alguien debíó sacarte de ahí haciendo que bebieras la poción y dejando creer a los mortifagos que eras alguien mas.
Que te hicieron.... ¿Por qué te encuentras en este estado? Preguntó Lupin.
El Señor Oscuro me perdonó la vida porque logré abrir el aceso a Hogwarts, pero no cumplí con sus expectativas hasta el final. Dijo que algo de tortura me volvería - segun dijo - mas dócil. Pude hacer todo lo que me pidieron, sepultarme vivo por casi un año en el maldito cuarto de las necesidades y arreglar el armario para permitirles el acceso a la escuela. Lo convencí de que no pedía nada mas a la vida que asesinar a Dumbledore y remplazar el lugar que mi padre dejó vacante. Pero cuando llegó el momento no pude levantar mi varita contra un anciano enfermo y desarmado que seguía repitiendome que no era un asesino. Ustedes tal vez no querrán creerlo...
Harry nos contó exactamente lo que pasó. Dijo Ron, secamente.
Malfoy abrió mucho los ojos. - Potter no estaba ahí... como pudo...
Estaba detras de ti, escondido debajo de su capa de invisibilidad. Dumbledore lo detuvo con un hechizo paralizante para que no interviniera.
Ron levantó la manga que cubria el brazo izquierdo de Malfoy antes que él pudiera reaccionar y lo soltó con un gesto de asco. - El sospechó de ti desde principios de año, estaba convencido de que llevabas la marca oscura. Vió mucha gente entrando y saliendo del cuarto de las necesidades, pero nadie quiso creer que un chico de dieciseis años estaría dispuesto a unirse a los mortifagos. - Dijo Ron - Debí recordar que el instinto de Harry raramente se equiboca.
Draco abrió la boca para rebatir pero los presentes lo taladrearon con la mirada. - No me miren así. Cuando creces con un padre como el mio, terminas por creer que preservar la raza, el honór de la familia y perseguir la conquista del poder debe ser tu unica razón de vida. Pero.. cuando tuve en mis manos la posibilidad de cubrirme de gloria eliminando el único al que Él temía, me di cuenta de que no... no estaba interesado... muchas gracias. -
Desenvolvió las vendas para enseñarles el brazo que llevaba una larga quemadura que se extendia desde la muñeca hasta el codo: la Marca Tenebrosa - borrada en la manera mas cruél - era aun visible en los pocos jirones de piel que sus torturadores dejaron intactos. Hermione ,Molly y Ginny se cubrieron la boca con las manos, horrorizadas.
Draco sonrió amargamente - Es gracioso, desde que me marcó como un animal me pregunté si existia una manera de borrarla. Tal vez deba considerarme afortunado de seguir con vida. Mientras estaba cara a cara con él y empezaba a pensar que mi brazo no sería lo único que reduciría en cenizas, algo debe habér llamado su atención y postergado mi condena a muerte. Desde ese momento, me encerró en el sótano y se olvidó de mi.
Por algun razón, este hecho no parecía causar ninguna gracia al orgulloso muchacho. Era curioso ver como - hasta en esa nefasta circunstancia - considerara un insulto el haber dejado de ser el centro de atención.
¿No tienes idea de lo que pudo haber pasado?
¿Por qué suponen que colaboraré con ustedes? Contestó Draco, despectivamente.
Fred lo apuntó con su varita y rugió: - ¡Porque de no ser así te devolveremos directamente donde fuiste encontrado! ¡El Señor oscuro no ama quedarse sin sus juguetes! ¡Estoy seguro de que serás un excelente pasatiempo, para él!
Malfoy miró fijamente la varita que hincaba la piel de su cuello, tragando saliva. - Algo... o alguien que sus mortifagos estaban vigilando dia y noche, desapareció. Él no se veía muy feliz. Desde ese momento dejé de existir, para ellos.
Entonces ¿no sabes nada? Fred alejó levemente la varita, cuidando de mantenerla a suficiente distancia como para representar una amenaza.
Malfoy pareció sinceramente perplejo por primera vez. - Nada... ¿de qué?
Harry desapareció de su casa muggle hace dias, y todo indica que fue secuestrado. Despues te encontraron inconciente. Harry nos contó lo que pasó en Hogwarts. Si escapaste de la guarida Del Que No Debe Ser Nombrado, pensamos que tal vez podrias haberte enterado de algo... de la presencia de otro prisionero.
Draco se encojió de hombros. -Él que haya logrado secuestrar al Cara Rajada - dijo él con una mueca - debe habersele adelantado.
Moody rugió: ¡No entiendo! Si él que lo raptó pertenece a las fuerzas del bien debería haberse manifestado ante nosotros de alguna manera... y si el secuestrador perteneciera al Señor Oscuro se lo hubiera entregado enseguida. Voldemort no hubiera resistido a la tentación de aparecerse aquí bailando sobre su cadaver.
¡ALASTOR!
Disculpa, Molly. Solo trato de ser realista.. y ya no se que pensar.
Ella lo fulminó con la mirada. Considerando cerrado el argumento. - No estás ayudando, y este muchacho necesita descansar. Dijo la mujer, tajante. Todo el mundo... ¡FUERA!
Continuará.....................
El Obsequio del Rey Sin Corona
Autora: Roma @[email protected]
Disclaimer: Los personajes de Harry Potter no son mios. Escribo eso por amor al arte y a K. Rowling, que Dios bendiga su hermosa imaginaciòn. El nombre Myrrdin lo saquè de un romance de Mary Stewart, y se que otras autoras ya lo utilizaron en sus fanfics, no los leì todavìa para no correr el riesgo de ser influenciada por ellos. El nombreAuryn es un pequeño homenaje a uno de mis escritores favoritos, el alemàn Michael Ende, y a su meravilloso Historia sin fin que leì muchas mas veces de lo que aconsejarìa el Ministerio de Salud. Los nombres de Accalon, Urien, Raven, Ninian Eian y Nimue los tomè del romance Las nieblas de Avalon de Marion Zimman Bradley.
Dedica: A mi precioso hijo, que aun es demasiado pequeño para apreciar los libros, pero crecerà.
Nota de la autora: Este es mi primer fanfic sobre Harry Potter, pero escribì otros hace algunos años sobre la serie X Files. Espero que disfruten leyendo de esta historia asi como yo disfrutè en escribirla.
Resumen: Una extraña apariciòn en el bosque prohibido...
WARNING: Este fanfic contiene SPOILERS del sexto libro. Si ya lo leyeron, disfruten de esta historia, si todavia no compraron el libro... ¡QUÈ ESPERAN!
Cap 5
El Heredero De Merlin
Harry se dedicò a los entrenamientos con toda la energìa y dedicaciòn que la importancia de su misiòn merecìa. Su maestro observò complacido la visible transformaciòn de su discipulo: su cuerpo adquiriò una agilidad que no hubiera creido posible, y su mente encontrò por fin la serenidad que tanto necesitaba para hacer lo que debìa.
Las debilidades humanas tales como los sentimientos de rencòr, dolor quedaron a un lado, dejando lugar a una infinita serenidad que aclarò su mente y fortificò su espiritu, proporcionàndole la lucidez mental necesarias para enfrentar lo que vendrìa.
Los poderes del Myrddyn se manifestaron en toda su magnitud el glorioso dìa en el que el muchacho logrò liberar el ultimo poder que la joya liberò en èl. El medallòn era apenas visible en la piel del Elegido, y èl supo sin duda alcuna que ese dia la burbuja de tiempo en el que el hechizo los suspendiò se quebrarìa dejando que el volviera al mundo donde pertenecìa.
Entonces algo extraorinario ocurriò: el fenix dorado que adornaba el medallòn cobrò vida y desplegò sus resplandecientes alas, lentamente y con gracia, como lo harìa quien despierta de un largo sueño. El fenix se librò majestuoso, hasta acercarse nuevamente y posarse sobre el hombro de su nuevo dueño.
La burbuja del tiempo se quebrò, el castillo se transformò hasta quedar en ruinas frente a sus ojos. Discipulo y maestro se encontraron ahì donde ahora florecìa el temido y majestuoso Bosque Prohibido.
Los ancianos Accolon, Urien y Eian los recibieron con el respeto con el que se saludan los heròes, una a una las mujeres salieron del antiguo palacio en ruinas y, con un escalofrìo, Gorad reconociò su esposa Ninian, escoltada por sus damas de compañia: Raven y Nimue. Las mujeres caminaron lentamente hasta que llegaron frente a aquel que los salvò de la esclavitud. Algunos segundos despuès, otros mas salieron a su encuentro en un cortejo silencioso, y Harry viò desfilar ante sus ojos las mas extraordinarias y hermosas criaturas. Uriens el anciano consejero, se inchinò rispetuosamente ante el Salvador...
Bendito seas por toda la eternidad, Heredero. y agachò la cabeza, en señal de respeto.
Todos los presentes lo imitaron, y Harry, un poco abochornado por ser el centro de atenciòn, hizo lo propio saludàndolos con una respetuosa reverencia.
Eran seres luminosos, sin duda nobilitados y hechos sabios por años de sufrimiento y olvido y agradecidos con el destino, fueron los primeros en beneficiarse de los poderes que su Salvador heredò.
Cerrò los ojos y cumpliò su primera demostraciòn de poder donàndoles lo que ese extraño pueblo acababa de pedirle sin mediar palabras.
Y la antigua ciudad de Oesed renaciò en silencio, como lo hacen los sueños.
Poco despuès, un canto de comovedora belleza quebrò el silencio de la noche, en el Bosque Prohibido.
Hagrid, por el que el bosque y sus habitantes no tenìan secretos, percibiò el repentino cambio, y saliò de su cabaña para descubrir la causa del improviso silencio en los alrededores de Hogwarts. Era como si todo, en ese lugar, estuviera reteniendo el aliento.
Vio aparecer ese extraño personaje y notò de inmediato la esfera de brillante, resplandeciente luz blanca.
Frente a sus ojos desorbitados por la sorpresa, esa luz asumiò la forma de un ciervo plateado que se acercò a la blanca làpida de Dumbledore. Antes de que la mente del hombre pudiera reconocer el poderoso patronus que se encontraba parado frente a èl, su corazòn supo a quien pertenecìa.
¡HARRY!
El ciervo se le acercò y frotò la cabeza contra las manos del gigante, y Hagrid se diò cuenta con terror que podìa tocarlo. El patronus lo tocò otra vez , como dejando que èl se convenciera de que no se trataba de una alucinaciòn. Despuès girò la cabeza hacia el que lo acompañaba y juntos desaparecieron en la oscuridad de la noche.
El gigante corriò hacia el castillo. Esa serìa una noche muy larga para todos.
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La tana estaba sumergida en el silencio cuando un estruendoso ruido hizo que los Weasley despertaran de sus camas como si la casa se estuviera quemando.
Arthur Weasley entrò en la cocina como si esperara que hubiera un atentado. Cuando llegò, solo vio a Hagrid que, hecho un mar de lagrimas, soplaba su gruesa nariz en el borde de lo que parecìa un grande mantel a cuadros.
Hagrid... ¿que te pasò?
Llama a todos.
No hizo falta porque en ese momento, la somnolienta y bostezante familia Weasley bajò al salòn Hagrid mirò a los chicos buscando las palabras para describir lo que acababa de presenciar. Que podrìa decirles. ¿Vi extrañas criaturas en el bosque y una de ellas parecìa ser el fantasma de un ciervo?
Esta noche, en el bosque... pasò algo extraño. Estaba regresando a mi cabaña cuando vi algo... cerca de la tumba del Director.
Que viste ¡Hagrid!
Vi un extraño hombre vestido de blanco que no pude reconocer.... caminaba a lado... del patronus de Harry.
La cara de Ron se iluminò. Però Hagrid le borrò la sonrisa del rostro. No, Ron.No estoy seguro e que eso sea bueno.
¿Que quieres decir?
No quise decir que era el mismo patronus corporeo. Quiero decir que era TOTALMENTE corporeo.
Pero es imposible. Son criaturas hechas de luz, tienen forma, pero no poseen un cuerpo.
Ese patronus lo poseia... Era el ciervo de Harry Potter. Emanaba un extraño calor cuando se acercò para tocarme. Despuès se esfumò en la nada, como si nunca hubiera estado ahi.
¡NO PUEDE SER! - Gritò Hermione.
¿En que estàs pensando, Herm?
Es magia muy, muy poderosa. Es una leyenda ligada al mundo èlfico. El ùnico animago que alguna vez supo transformarse en patronus fuè ¡MERLIN!
No esperaba menos de usted, señorita Granger.Hermione diò un salto hacia atràs cuando el elfo apareciò en el medio del salòn de los Weasley.
Hagrid se parò frente a ella como para protegerla del recièn llegado. Imperturbable, èl agachò la cabeza hacia ellos en un amable gesto de saludo. No pareciò preocuparse en lo absoluto al ver las caras de pocos amigos de los presentes.
Permitame presentarme: Soy Gorad, de la gloriosa tierra de Oesed.
¿Como llegò aquì? Esa casa està protegida por hechizos antiapariciòn.. como pudo...
Conocìa la casa, porque un dia usted, señorita Hermione, quiso honrarme con su amistad.
No quiero ser descortes, pero estoy segura de que nunca lo conocì en mi vida, señor Gorad.
Aprenderà muy pronto que muchas cosas no son lo que parecen, señorita. Cuando usted me conociò, yo no tenìa esta apariencia.
No entiendo. Dijo Hermione, confundida.
Entenderà muy pronto, por ahora, me parece oportuno interrumpir esta agradable charla, tal vez el señor Weasley quiera esperar a que otros se unan a nosotros.
Arthur, despues de haberse convencido de que el extraño ser no representaba una amenaza para su familia agradeciò la atenciòn de su huesped y desapareciò en la chimenea, para aparecer despuès de algunos minutos con los membros de la Orden. La gran mayoria de ellos se encontraban aun en ropa de dormir. Molly les diò la bienvenida ofreciendo una humeante taza de tè a cada uno. Los recien llegados tomaron lugar en los respectivos asientos, intercambiando miradas que delataban diferentes estados de ansiedad.
Tambièn Draco apareciò en el medio del salòn, y sin mediar palabras, tomò asiento en una viejo sillòn cerca de la cimenea, una expresiòn impasible en el pàlido rostro.
Cuando Arthur hizo lo propio presentando el nuevo huesped, el elfo saludò todos ellos con un leve movimiento de la cabeza y despues, dijo:- Nadie entre ustedes se diò cuenta de que el mismo dia en el que el Niño que Viviò desapareciò de su cuarto, ocurriò algo muy raro en el mundo màgico. Los magos de alto liñaje habràn sin duda notado la ausencia de su personal de servicio. Seguramente pensaron que sus elfos domesticos tal vez habrìan desaparecido repentinamente para reunirse a los aliados del señor oscuro. Nadie conectò esas desapariciones con la presencia de los invisibles.
¿Invisibles?
Las criaturas que ahora pueblan una buena parte de lo que ustedes llaman... el bosque prohibido. La antigua ciudad de Oesed surgiò nuevamente, invisible a ojos ajenos. El Heredero quebrò el hechizo que nos condenò a la esclavitud y al olvido llamando el Myrddin a nueva vida. La sangre del Heredero se mezclò con la del rey y reconstruyò el antiguo poder del Medallòn, rescatò el pueblo de Oesed del olvido y mi gente de la esclavitud.
El elfo les contò la historia del ambicioso rey y el poderoso hechichero. Del medallòn del poder que Merlin habia creado para proteger toda la raza elfica. De la traicciòn del rey y de la maldiciòn que lo condenò a recordar por toda la eternidad que su pecado condenò su pueblo a la esclavitud. De la amistad con la que el Salvador honrò el pobre elfo domestico aun siendo poco mas que un niño. De como el muchacho dio prueba de su amistad ofreciendo su propia sangre para que pudiera mezclarla con la suya y cumplir con su destino. Los presentes escucharon en atònito silencio.- El Elegido me honrò con su amistad cuando era solo un pobre esclavo, liberò mi cuerpo cuando pensè que ya no quedaba esperanza, y rescatò mi alma.
Hermione diò un respingo sobre la silla. El ùnico esclavo que Harry liberò es ¡Dobby!
El elfo asintiò. - Ese fue mi nombre hasta el dia en el que e Elegido aceptò mezclar su sangre con la mia, para que la mitad del Myrddyn que el hechizero puso en mi cuerpo pudiera ser liberado. Solo e Heredero podrìa encontrar la otra mitad, prisionera en el màgico reflejo, apoderarse del mìstico poder del medallòn, y restablecer el equilibrio entre bien y mal.
Hermione lo mirò, extasiada. Asì que los elfos... ¿dejaron de ser esclavos? ¿Donde se encuentran ahora?
Oesed regresò a su antiguo esplendor. Ellos se encuentran en casa, ahora, y el bosque protege nuevamente sus secretos.
¿Y Harry? ¿donde està?
El elfo respondiò, gravemente. - Èl fue donde el Mal nunca duerme.
Ron intervino. En ingles, por favor... majestad. ¿Cuando volverà?
Cuando hasta el ùltimo fragmento del alma negra sea destruido.
Quiere decir...
Ningun ser mortal, por muy poderoso u valiente que sea, puede esperar enfrentarse a algo que se encuentra mucho mas allà que la vida y la muerte. Solo la luz podrà quebrar la oscuridad.
En ese momento, una cegadora luz apareciò en el salòn y el esplendoroso ciervo que tanto asustò el pobre Hagrid se materializò frente a todos ellos. El soberbio animal permaneciò inmòvil por un largo momento y todos los presentes, sin darse cuenta retuvieron el aliento, facinados por esa increible visiòn.
El ciervo agachò la cabeza y dejò caer algo que, al parecer, llevaba en la boca: una pequeña copa de oro de apariencia muy antigua, con asas finemente labradas. En la parte frontal pudieron ver un antiguo escudo. Todos ellos reconocieron con una mirada el elegante estema de Hufflepluff.
George se acercò para mirarlo mas de cerca, pero el ciervo protegiò el objeto cubriendolo con su pata delantera. -
¡No lo tocarìa, si fuera tu! Rugiò el extraño animal ante el espanto de todos. Empujado por una fuerza desconocida, el objeto se levantò en el aire y ahì quedò levitando en el medio del cuarto. Segundos despuès, un poderoso halo de luz roja lo envolviò, haciendo que el objeto estallara en diminutos fragmentos que desaparecieron antes de tocar la vieja alfombra.Un grito desgarrador rompiò el silencio hasta apagarse del todo.
¿Que fue eso?
El caliz de Hufflepluff . Por lo que pueden ver, Lord Voldemort no tuvo mal gusto al elegir la demora para su alma, aun que tuvo un discutible sentido del humor. - Contestò el ciervo mirandolo directamente a los ojos. Controla tus impulsos, George, o descubriràs que tanta curiosidad podrìa costarte la vida.
El aludido retrocediò, entrecerrando los ojos para enfocar mejor e ser que tenìa enfrente.
Dumbledore perdiò el uso de su brazo al destruir el anillo de los Gaunt ¿no querràs saber cuanto debe haber dolido, verdad?.
Entonces la luz que rodeaba el ciervo cambiò de intensidad, y el hermoso animal empezò a transformarse tomando lentamente forma humana. Algunos segundos despuès, un hombre alto y delgado se encontraba frente a ellos, la cara tapada por una capucha negra. Hola. ¿Me extrañaron?
Siguiò un largo instante de espeso silencio en el que todo el mundo se le quedò mirando como si hubiera visto un fantasma. Acto seguido, todos ellos lo apuntaron con sus varitas, creyendolo una amenaza. ¿COMO?¿QUIEN ES USTED?.
Harry bajò a capucha y sonriò. - ¡Se supone que esta es la parte en la que todo el mundo grita! ¡HOLA HARRY! ¡BIENVENIDO!
La cara de asombro y emociòn de todos delataba muy bien los sentimientos de quien lo rodeaba. Muchos a esas alturas estaban convencidos de que estaba muerto y el verlo aparecer ahì, derrochando esos asombrosos poderes, sonriendo como si solo hubiera vuelto de un paseo, los dejò totalmente sin habla. Segundos despuès, el chico fue literalmente engullido por el confuso abrazo de todos los presentes.
Bueno ¡todos no! Draco Malfoy lo observò desde la esquina del cuarto en donde seguìa inmòvil. El pàlido rostro pietrificado en una espresiòn de vago horror.
Draco supo con aplastante certeza que el Cara Rajada - como èl lo llamaba - ya no era el mismo que dejò la escuela algunas semanas atràs. El expectacular ingreso de su rival bajo la forma de un ser de luz no podìa ser interpretado como un simple alarde de poder. Conocìa la leyenda ligada al ùnico hechichero de la historia capaz de hacer algo semejante, el antiguo manuscrito aun se encontraba en la biblioteca de la mansion familiar. Merlin y la Magia Elfica. El medallòn del poder que otorgaba - entre otros - el don de transformarse en un ser de pura luz capaz de vencer el mal.
Aun medio sofocado por el caluroso abrazo de la señora Weasley, Harry lo mirò con una expresiòn indefinible, sin mostrarse minimamente sorprendido por la presencia del Sylterin. E contacto visual durò unos cuantos segundos, suficientes para que Harry reviviera cada detalle del duelo verbal entre Dumbledore y el aspirante mortifago. La oleada de emociòn al recordar el tragico desenlace fue pronto remplazada por la resignaciòn. Ningun hechizo podìa revivir a los muertos. Las voces de sus amigos se abrieron paso en la niebla de su mente.
¿Donde estuviste?¡Te buscamos en todas partes!
Lo siento. Cuando aceptè emprender este viaje, no supe a tiempo que no tendrìa la posibilidad de comunicar con el mundo exterior. Entrenè muy duramente para poder regresar entre ustedes.
Harry... lo que acabas de hacer.. ¡Tu patronus!
Es parte de lo que soy ahora... Herm. El maestro vino a mi para levantar el ultimo velo.
Y tambièn, segun veo, te enseñò a hablar como un verdadero horaculo, Potter. Sibilò Draco.
Genio y figura hasta la sepultura ¿verdad... Malfoy? - Harry lo dignò apenas de una mirada y observò su amiga con una leve sonrisa, esperando que ella pudiera develar todo el misterio contando solo con su brillante inteligencia.
Como siempre, no quedò decepcionado.
Èl lo leyò en su mente antes que ella misma procesara la informaciòn.
Hermione se llevò las manos a la boca, demasiado impresionada para hablar. La presencia de Harry, su capacidad de perder totalmente su estrutura corporea para asumir la forma de un patronus. Comprendiò el real significado de las misteriosas palabras del rey elfo; solo que - por primera vez - no parecìa ansiosa de compartir lo que sabìa con lo demas. Todo eso la superaba. Simplemente era... demasiado. - Harry.... es.. èl es...
El heredero de Merlin, señorita Granger. La ayudò el elfo.
Un silencio atònito envolviò la casa cuando Harry Potter deshizo los nudos de su capa y desabrochò los primeros botones de su camisa. La marca del fenix brillaba justo debajo de sus calviculas, como un luminoso tatuaje, ahi donde semanas atràs descansaba el medallòn. Al toque de sus dedos, un fenix dorado se materializò ante ellos, desplegò majestuosamente sus alas y descansò sobre el hombro de su dueño, Harry acariciò delicadamente su brillante plumaje. Auryn.. - Murmurò.
El fenix se le acercò lentamente y el muchacho le dedicò toda su atenciòn, sin percatarse, al menos en apariencia, de la reacciòn de sus amigos.
Prisioneros del Alma Oscura. - Murmurò Harry - ¿Pero aun existen, a pesar de ella?
El fenix acercò la cabeza al oido de su dueño y por un momento los dos permanecieron asì, sumidos en una misteriosa conversaciòn sin palabras, hasta que el rostro de Harry se transfigurò en una luminosa sonrisa.
.....................Continuarà...............................
El Obsequio del Rey Sin Corona
Autora: Roma @[email protected]
Disclaimer: Los personajes de Harry Potter no son mios. Escribo eso por amor al arte y a K. Rowling, que Dios bendiga su hermosa imaginaciòn. El nombre Myrrdin lo saquè de un romance de Mary Stewart, y se que otras autoras ya lo utilizaron en sus fanfics, no los leì todavìa para no correr el riesgo de ser influenciada por ellos. El nombreAuryn es un pequeño homenaje a uno de mis escritores favoritos, el alemàn Michael Ende, y a su meravilloso Historia sin fin que leì muchas mas veces de lo que aconsejarìa el Ministerio de Salud. Los nombres de Accalon, Urien, Raven, Ninian Eian y Nimue los tomè del romance Las nieblas de Avalon de Marion Zimman Bradley.
Dedica: A mi precioso hijo, que aun es demasiado pequeño para apreciar los libros, pero crecerà.
Nota de la autora: Este es mi primer fanfic sobre Harry Potter, pero escribì otros hace algunos años sobre la serie X Files. Espero que disfruten leyendo de esta historia asi como yo disfrutè en escribirla.
Resumen: El poder de la luz.... y los prisioneros del Alma Oscura.
WARNING: Este fanfic contiene SPOILERS del sexto libro. Si ya lo leyeron, disfruten de esta historia, si todavia no compraron el libro... ¡QUÈ ESPERAN!
CAP 6
Despertares
La presencia de Malfoy no pareciò incomodar a Harry en lo absoluto. No preguntò jamàs el porque de su presencia bajo el techo de los Weasley. Dumbledore, antes de morir, dijo que todos aquellos que eligieran aliarse al lado correcto tendrìan toda la protecciòn que la Orden del Fenix podrìa otorgar y el consideraba su deber honrar ese deseo.
Pero las lealtades de Draco Malfoy serìan siempre mudables, en precario equilibrio entre los dos bandos. Ahora que su padre no estaba mas ahì para mover los hilos, Draco tenìa la oportunidad de decidir por si mismo lo que querìa hacer con su vida.
Protegido, por hironìa de la suerte, por aquellos que siempre considerò sus enemigos; prisionero sin serlo de verdad, entre las cuatro paredes de esa destartalada casa que siempre despreciò, Draco deseò con todas sus fuerzas poder regresar en el cuarto de las necesidades para prender fuego al armario que destrozò - no solo la barrera entre Hogwarts y el mundo exterior - tambien los limites y barreras que hasta entonces lograron mantenerlo aislado en la perfecta burbuja que sus padres crearon para èl.
No tenìa casa. Èl, que pasò toda su niñez en la opulencia, orgulloso de la antiguedad de su gloriosa estirpe estaba vistiendo la chompa de lana con la D bordada que la señora Weasley tejiò especialmente para èl el dia que el medimago del San Mungo lo diò de alta.
No tenìa nada mas que ponerse.
Tomaba los alimentos sentado a la humilde mesa de los Weasley. Sentado al otro lado, obstentando una desquiciante calma, Harry Potter lo estudiaba absorto, el fenix dorado estaba siempre a su lado, prueba viviente de todo lo que el Heredero serìa, de ahi en adelante, para el Mundo Magico ¡como si el ser El Niño Que Viviò no le hubiera dado suficiente popularidad!
Intocable, impasible. Harry parecìa estar mas allà del bien y del mal. Lo que mas lo sacaba de sus casillas era el darse cuenta de que el que siempre considerò su mortal enemigo no parecìa dar la menor importancia a sus nuevos poderes. Tranquilo, sabio y concentrado como un asceta, parecìa esperar a que el -- un Malfoy - se le acercara para pedir ayuda.
Draco sabìa que Harry tenìa la clave para ubicar el paradero de su madre. Serìa suficiente que se lo pidiera y ella aparecerìa para decirle que ya la pesadilla acabò, y que pronto todos ellos saldrian de ese infierno rebozante de todos esos chillantes pelirrojos.
El problema era que su orgullo jamàs le permitirìa extender la mano para pedir su ayuda. Y era aun mas dificil hacerlo vistiendo esa ridicula chompa de lana...
....y los viejos pantalones de Ron.
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Harry pasò las largas horas que siguieron poniendo al tanto sus amigos y aliados sobre todo lo que ocurriò a lo largo del extraño viaje que emprendiò. Les contò tambien como sus nuevos poderes abrieron el camino que lo llevarìa hacia los fragmentos de alma de su enemigo, poporcionandole tambien la posibilidad de acercarse a ellos sin morir en el intento.
El camino para llegar al primer horcrux se abriò para mi en el mismo momento en el que los dos mundos volvieron a juntarse. Estoy listo para dar el siguiente paso, pero es necesario que sepas algo, Neville.
El muchacho lo mirò, sorprendido. ¿De que se trata?
Auryn encontrò el paradero de los horcruxes de Ravenclaw y Griffindor. Pero no me corresponde acercarme a ellos, hasta asegurarme que sepas toda la verdad. - Harry lo mirò con expresiòn muy seria antes de continuar. - Tiempo atràs, Albus Dumbledore me dijo que Voldemort acostumbraba crear sus Horcrux eligiendo victimas que èl consideraba.. digamos.. de importancia estrategica para su escalada al poder.
¿Estas hablando de tus padres, Harry?
Si. Pero lamento decirte, Neville, que me refiero a los tuyos, tambièn. Necesito que me escuches con atenciòn. No es facil para mi decir eso y espero que no sea necesario repetir una sola palabra de lo que estoy a punto de decirles.
Neville palideciò notablemente, encogiendose sobre el sillòn donde se encontraba sentado. Luna, Ginny, Hermione y Ron se acercaron mas, como para asegurarle que tendria toda su atenciòn.
Despues de la caìda de Voldemort, los mortifagos empezaron una frenetica busqueda para descubrir su paradero. Aun despojado la gran mayoria de su poder, ellos tenìan en sus manos la posibilidad de devolverle la vida. Voldemort, que temìa la muerte, se asegurò la imortalidad repartiendo su alma en siete fragmentos. El Diario de Tom Riddle estuvo en manos de Lucius Malfoy y èl, creyendo que su señor jamas regresarìa, quiso cobrar venganza poniendo ese objeto lleno de magia oscura en manos de una inocente.
Mirò Ginny directamente a los ojos y sintiò un involuntario escalofrio al recordar lo que pasò entonces. - Eso me llevò a pensar que si uno de sus mas fieles seguidores tenìan en sus manos algo tan crucial y peligroso para la vida de su señor, probablemente cualquiera de sus mortifagos mas fieles tendrìa en sus manos un horcrux capaz de devolverle la vida - no una - si no siete veces. Uno de ellos, Regulus Black, lo traiccionò, destruyendo el medallon de Salazar Sylterin. Pero su seguidora mas fiel, y mas despiadada, en su mente retorcida, logrò enconrar el escondite mas seguro para los dos que ella aun poseìa.
Algunos dias despues de la muerte de mis padres, Bellatrix buscò a los Longbottom con el deseo de vengar el fin de Voldemort y tambièn asegurarse que los horcrux quedaran guardados en el ùltimo lugar donde se nos ocurrirìa buscar.
Su pequeño publico lo escuchaba, reteniendo el aliento.
Bellatrix revelò un discutible sentido del humor al pensar en esta soluciòn tan descabellada. Los horxcrux que ella guardaba como una reliquia se encargarìan de condenar a dos de sus peores enemigos a un destino peor que la muerte, sabiendo que ningun hechichero normal podrìa destruir los dos horcrux sin que sus victimas perecieran en el proceso. Frank Longbottom pertenecìa a Griffindor, su mujer a Ravenclaw. ¿Cual mejor venganza que atrapar sus mentes en una eterna pesadilla y obligarlos a vivir en a oscuridad, prisioneros de su alma oscura?
Quieres decir... Q..que mis p..padres... Balbuceò Neville.
Fueron elegidos como custodes de los horcruxes que Voldemort puso en a esmeralda de Ravenclaw y el relicario de Griffindor. Ningun hechizero normal podrìa liberarlos. A menos que lo intente alguien...
...con un poder que èl Señor Oscuro desconoce. - Terminò Hermione, anonadada.
¡Exacto. - Confirmò Harry - Bellatrix vaciò la mente de sus victimas por completo, para evitar que, a largo plazo, sus voluntades prevalecieran frente a la presencia oscura.
Quieres decir que su memoria, sus sentimientos... todo lo que fueron ¿se perdiò para siempre? Preguntò Neville, desesperado.
No. Ninguna fuerza - oscura o no - tiene el poder de separar definitivamente un er humano de su alma imortal.
¿Estas diciendo que al destruir los horcuxes, el alma de mis padres serìa liberada?
Eso espero. Dijo, calmadamente. - Ningun mago oscuro, que se sepa, eligiò jamàs a un ser humano como guardian de un horcrux. Se considera peligroso confiar algo tan preciado a un ser con voluntad propia. Eso opinaba Dumbledore y no tengo razones para dudar que asi sea. Espero que sea suficiente acabar con el conjuro que usaron para oscurar sus mentes. Liberarlos de una fuerza oscura tan poderosa puede resultar extremadamente doloroso para dos cuerpos tan deteriorados por la enfermedad. Por eso te corresponde tomar la decisiòn final. Lo que te propongo nunca fue intentado antes, pero el ùnico camino posible para que los horcruxes sean destruidos y puedas recuperar a tus padres.
Los dos muchahos se enfrentaron mirandose por un largo momento, sin mediar palabras. Neville supo, sin necesidad de preguntar, que Harry - en su lugar - hubiera aprovechado esa oportunidad.
Eso fue suficiente, para Neville.
Si. Harry jamàs despreciarìa esa oportunidad, y èl no debìa desaprovecharla.
Siempre se dijo que el tener que ver a sus padres en esas condiciones era mucho peor que resignarse a su muerte. Y aun que terminò convenciendose - a lo largo de toda su niñez y adolecencia - que el tener el consuelo de acariciar y abrazar a sus padres - aun que ellos no lo reconocieran - era mejor que nada, Neville sabìa con aplastante certeza que sus padres aceptarìan sin dudarlo.
¡Hazlo! -Dijo. Y jurame desde ahora que no permitiràs que cambie idea.
Harry viò un rastro de miedo en los ojos de su amigo. Conocìa sus mas profundas inseguridades, pero esa nueva determinaciòn fue suficiente para èl. Jamàs lo admirò como en aquel momento. - Te lo prometo.
Harry vistiò su capa negra, se puso de pie tocando su pecho y murmurò: AURYN.
El fenix apareciò frente a èl y Harry lo acariciò, murmurando palabras que nadie mas pudo entender. El ave agachò la hermosa cabeza en un gesto de asentimiento, desplegò lentamente sus alas y desapareciò junto a su dueño.
Neville sedejò caer sobre e sillòn, la cabeza entre las manos. Esa serìa sin duda la noche mas larga de su vida.
SAN MUNGO
Harry Potter se materializò, inobservado, en el cuarto piso del hospital. No necesitò la capa de su padre para volverse invisible, ya que adquiriò - entre otros - el poder de mimetizarse perfectamente y en cualquier circunstancia. Conocìa el pabellòn ya que tuvo la oportunidad de visitarlo el año anterior. Conservaba un desagradable recuerdo de ese lugar.
Frank y Alice Longbottom se encontraban en el mismo cuarto de siempre. La mirada perdida en el vacìo. la inconfundible expresion vacua de quien perdiò toda conciencia de si mismo y del mundo, tomados de la mano como si ese ùnico contacto fuera el ùltimo hilo que los conectara a su vida anterior. Harry tratò de reconocer en ella la radiante mujer que viò sonreir en esa antigua foto de la Orden, poco antes de sus padres fueran asesinados. Èl se encontraba ahì precisamente para devolverles esa sonrisa.
Aislò el cuarto, para asegurarse que nadie lo distrayera de su misiòn. Caminò lentamente hacia ellos y se detuvo frente a sus camas. El majestuoso fenix, sobre sus hombros, presenciaba la escena.
Harry moviò levemente la mano y un hilo de sangre brotò de sus palmas abiertas tal y como lo hizo el dia que el Myrddyn se materializò para èl. Su sangre bañò las frentes de las victimas que se elevaron a un metro del piso, suspendidos por una misteriosa fuerza. Harry tomò lugar entre ellos dos y presionò mas para que su sangre penetrara mas a prisa dando inicio al hechizo. No tenìa idea de lo que lo esperaba.
Cerrò los ojos para concentrarse con toda su fuerza en lo que estaba a punto de hacer. Un calor improviso se liberò de sus manos y esa misteriosa energìa se transmitiò de sus dedos y alcanzò Frank y Alice con inaudita violencia.
Sus cuerpos se sacudieron y - antes que èl pudiera evitarlo - el silencio fue quebrado por el peor lamento que jamàs fue emitido por un ser humano. Los gritos se intensificaròn a cada segundo.Vio las venas latiendo violentamente contra la piel de sus cuellos y sintiò bajo la yema de sus dedos el ritmo acelerado de sus latidos, y supo que si el proceso no se detenìa podrìan tener un ataque.
Aterrorizado por el despliegue de poder que èl mismo desencadenò, presenciò la tortura que jamas quiso imponerles, gritò cuando la piel de ellos empezò a desgarrarse. Sus cuerpos - ya probados por la larga enfermedad no eran lo suficientemente fuertes como para soportar una prueba tan dificil. Interrumpir el contacto en ese momento era impensable, pero llevar acabo todo aquello fue una de las cosas mas dificiles que Harry experimentarìa en la vida.
Muy pronto, las convulsiones cesaron, y dos pequeños objetos se materializaron debajo de cada una de sus manos: el relicario y la esmeralda fueron conjurados por su sangre tal como pasò con el Myrrdyn tiempo atras. Las reliquias, irremediablemente corrompidas por el mal y atraidas hacia la primera victima a su alcance, penetraron en el cuerpo del heredero.
Però lo que el alma oscura quiso obtener, esta vez no le fue otorgado.
La misma energìa oscura que algunos meses atras carbonizò el brazo de Albus Dumbledore, esta vez actuò en contra de aquel que la conjurò.
Lord Voldemort no logrò enterarse - hasta que fue demasiado tarde - de que jamàs podrìa recuperar los pedazos de alma de los que tan friamente se desprendiò.
Como a veces ocurre, el mal, al intentar corromper al bien, se consumiò a si mismo.
El Heredero tocò nuevamente los cuerpos inanimados de los Longbottom. La luz volviò a brotar de sus manos hasta iluminar la profundas heridas que los malèficas reliquias produjeron al ser extirpados de sus cuerpos. Cuando la sangre empezò a salir, Auryn alcanzò sus cuerpos inanimados y dejò que sus lagrimas perlaceas cayeran, una a una, sobre las heridas aun abiertas.
No quedò huella de las cicatrices, pero las que Harry llevarìa en su alma despuès de lo que allì pasò, no podrìan ser borradas con la misma facilidad. El heredero sintiò por primera vez el verdadero alcance de la responsabilidad que el destino arrojò sobre sus hombros, y temblò de pies a cabeza.
En el cuarto quedaron solo silencio... y oscuridad.
LA MADRIGUERA
La familia Weasley y el pequeño grupo de amigos que presenciò la repentina partida de Harry decidiò acompañar a Neville en esas largas horas de espera. La señora Augusta, llegada esa misma noche, fue recibida con todas las atenciones y premurosamente atendida por Molly. Enfrentò la espera encerrada en un obstinado silencio que nadie se atreviò a interrumpir desde que se enterò - por boca de Hermione - de lo que Harry Potter estaba a punto de hacer.
La muchacha aceptò, por sùplica del mismo Neville, enfrentar el espinoso argumento con la anciana señora. Ella escuchò cada palabra en decoroso silencio, como lo hace quien està demasiado acostumbrado a convivir con el dolor y dejò de esperar un milagro.
Ninguna posibilidad de mejorìas. - Eso le dijeron los medimagos el dia que su hijo y su mujer fueron internados en el San Mungo. Procesar el dolor por la completa destrucciòn de su familia fue casi imposible, pero hacer que lo entendiera un niño tan pequeño y sensible como Neville fue - por supuesto - una experiencia totalmente devastante para una mujer que se encontrò repentinamente sola.
Olvidò como era hermoso tener esperanzas, aun que por supuesto las probabilidades que todo saliera de la mejor manera eran minimas. Disipò todas sus dudas al convencerse de que Frank, al saber que su muerte podrìa propiciar un mejor futuro para el mundo en el que vivirìa su hijo, aceptarìa ofrecer su vida sin dudarlo.
Aun asì se dio el lujo, por primera vez despuès de tantos años, de tener esperanzas. Tal vez actuò mal al permitir que su propio nieto creciera sin ellas.
Mientras aun se encontraba absorta en estas meditaciones, Harry apareciò en la cocina de casa Weasley. El muchacho aun temblaba como una hoja, al punto que al verlo la señora Augusta se agarrò del brazo de su nieto como si le faltaran las fuerzas. Neville, convencido de que algo fallò, la sostuvo mejor que pudo y enfrentò la mirada de su amigo.
Harry abriò la boca para hablar, pero no logrò emitir sonido alguno. Se dejò caer sobre el sillòn mas cercano. Neville dejò su abuela a los cuidados de Arthur y obstentando mayor valor de lo que in realidad sentìa se le acercò. Harry abriò temblorosamente la mano derecha para enseñarles dos pequeños objetos aun cubiertos de sangre engrumecida.
Levantò la otra mano hacìa el techo y el fenix apareciò, evocado por su voluntad, precisamente en el medio del cuarto. Debajo de sus alas, envuelta en un halo de cegadora luz, aparecieron dos informe bultos que nadie - en un comienzo - pudo identificar. Cuando los ojos de todos los presentes se acostumbraron a la luz, los cuerpos de Frank y Alice Longbottom se encontraban tendidos en el suelo.
Canosos, pàlidos, y aun aturdidos por lo que acababan de padecer, abrieron lentamente los ojos. Frank reaccionò primero. Exprimiò los ojos y los volviò a abrir, como lo harìa quien despierta de un largo sueño. Enfocò primero el rostro del hombre arodillado a su lado. - ¿Arthur?
Alice se llevò una mano en el pelo, tratando de desenmarañar los mechones que cubrìan su cara. Mirò atentamente cada uno de los presentes, reconociò en alguno de esos rostros - ahora arrugados - algunos de sus antiguos compañeros de lucha. Escuchò un leve sollozo a poca distancia de donde ellos se encontraban tendidos en el piso, aun incapaces de reaccionar.
Vio a dos muchachos que lloraban abrazados. Cuando levantaron sus rostros, reconocieron a su propio hijo en el muchacho de pelo castaño que temblaba sin control sobre la espalda de un joven de pelo azabache. Neville se acercò, apretando a sus padres en un abrazo desordenado.
Asì, envuelta en el calor de este abrazo, Alice supo que el final de la guerra, para ellos, jamàs llegò.
...........................Continuarà..........................
El Obsequio del Rey Sin Corona
Autora: Roma @[email protected]
Disclaimer: Los personajes de Harry Potter no son mios. Escribo eso por amor al arte y a K. Rowling, que Dios bendiga su hermosa imaginaciòn. El nombre Myrrdin lo saquè de un romance de Mary Stewart, y se que otras autoras ya lo utilizaron en sus fanfics, no los leì todavìa para no correr el riesgo de ser influenciada por ellos. El nombreAuryn es un pequeño homenaje a uno de mis escritores favoritos, el alemàn Michael Ende, y a su meravilloso Historia sin fin que leì muchas mas veces de lo que aconsejarìa el Ministerio de Salud. Los nombres de Accalon, Urien, Raven, Ninian Eian y Nimue los tomè del romance Las nieblas de Avalon de Marion Zimman Bradley.
Dedica: A mi precioso hijo, que aun es demasiado pequeño para apreciar los libros, pero crecerà.
Nota de la autora: Este es mi primer fanfic sobre Harry Potter, pero escribì otros hace algunos años sobre la serie X Files. Espero que disfruten leyendo de esta historia asi como yo disfrutè en escribirla.
Resumen: La verdad... detras del silencio...
WARNING: Este fanfic contiene SPOILERS del sexto libro. Si ya lo leyeron, disfruten de esta historia, si todavia no compraron el libro... ¡QUÈ ESPERAN!
CAP 7
El Precio de la Inquebrantabilidad
Harry se reprochò por haber repetido el mismo error. Una vez mas, su instinto lo llevò a actuar confiando en un poder desconocido sin medir las consecuencias. Debiò recordar que - segun sus mismas palabras - no era suficiente estar capacitado para hacer algo y ponerlo en practica como si estuviera en la escuela. Eso era la vida real y a esas horas un muchacho que puso toda su fe en su mejor amigo podrìa estar lamentando la muerte de sus padres.
No lo consolò pensar que Neville aceptò ese posible riesgo, ni tampoco la certeza que lo hubiera perdonado, si ellos hubieran muerto.
Ese sentimiento tenia mas a que ver con la parte de èl que jamàs pudo domar. La que hablaba parsel y entraba en el cuerpo de monstruos colmilludos para asesinar hombres endefensos ¡disfrutandolo... tambien!
Cuando viò brotar toda esa energìa de sus manos, la sangre que èl mismo derramò a pesar de su intenciòn de hacer el bien.. volviò con la mente al baño de Mirtle la llorona.
Aquella vez que tuvo en sus manos el dichoso libro de pociones y se dejò tentar por los conocimientos del oscuro principe, permitiò que el viejo libro nublara su mente al punto de llevarlo a cometer una atrocidad. Estuvo a punto de asesinar a Malfoy. ¡Por Dios!
¡NO! Jamàs debiò olvidar que en su cuerpo - que lo quisiera o no - convivìan los poderes de un asesino.
No lo consolava el ver a Neville en compañia de su familia. El verlo junto a los suyos lo hizo sentir por primera vez una profunda oleada de envidia. Sabìa que nada, jamàs, pordrìa compensar a sus padres el haber perdido la infancia de su hijo, Que Neville merecìa una vida mejor. Una familia.
Ningun poder en el universo podrìa devolverle a sus padres y a Sirius. Mirò sus manos, enajenado, y sentiò una invencible gana de vomitar.
Molly se diò cuenta y se acercò preocupada. - Harry ¿que pasa? - Tocò su frente y se dio cuenta que tenia fiebre.
Eso fue suficiente para que Neville abandonara por un momento su burbuja de felicidad para acercarse. Lo vio recoger los que quedaba de los objetos ensangrentados que aun tenìa en las manos, y apretarlos fuertemente entre los dedos, blancos por el esfuerzo.
Neville no entendiò porque su amigo empezò a llorar cuando las joyas se hicieron polvo bajo sus dedos. Lo mirò, asustado: la cara de Harry estaba sudorosa y sus ojos brillaban.. estaba a punto de desmayarse.
Estàs agotado. Debes descansar. Su amigo tratò de ayudarlo a ponerse de pie. Ron y los gemelos ayudaron a levantarlo, pero Harry parecìa vivir en otra galaxia.
Jamàs supo como llegò hasta en cuarto de Ron. Tuvo una impresiòn confusa de caras y siluetas asomàndose en el cuarto en penumbra. Alguien lo abrigò amorosamente y apagò la luz para despuès sentarse a su lado y acariciarle la frente. Èl mantuvo los ojos cerrados, concentrandose en el suave perfume que emanaba la señora Weasley. Tratò de imaginar que era el abrazo de su madre, el que lo abrigaba.
Cerrò los ojos, y se durmiò.
...............................................
Hermione se moviò incomoda en el asiento. No entendìa lo que acababa de pasar, pero la extraña enfermedad de Harry la tenìa muy preocupada.
Su regreso estaba aun envuelto en el mas profundo de los misterios. Reflexionò atentamente - por supuesto - sobre todo lo que el elfo les dijo con respecto a los nuevos poderes de Harry y la magia que propiciò ese milagroso derroche de poder.
El duro entrenamiento al que Harry se sometiò produjo enormes cambios tanto en su caracter como en el fisico, pero esa nueva actitud, la inquebrantabilidad que tanto alardeaba no logrò engañarla del todo.
Gorad desapareciò de casa Weasley poco despuès del regreso de Harry, no sin antes haber renovado su promesa de regresar a lado de todos ellos cuando les hiciera falta.
¡Gorad de Oesed! Gritò.
El elfo apareciò enseguida. Envuelto en un sencilla tùnica blanca, el brillante pelo rubio iluminado por la luz de las antorchas. ¿Llamò usted, señorita Hermione?
Siento molestar, Gorad, pero necesito hablarle de algo: se trata de Harry. Lo invitò a sentarse con un gesto y el elfo acercò caballerosamente dos sillas. .
La escucho. Dijo amablemente.
Estamos preocupados por èl. Estuvo encerrado en su cuarto sin comer ni hablar con nadie por mas de tres dias. Al comienzo pensamos que todo se debìa a la fiebre y el cansancio, pero es su estado emocional que me preocupa. Jamàs lo vi en estas condiciones.
Siento no poder decir lo mismo, señorita.
Que quiere decir?
Cuando fui por èl a su casa muggle, lo encontrè en un estado de total abandono, moral y material. Comiò mal y durmiò menos desde que regresò de Hogwarts.
Parecìa bastante recuperado cuando regresò aquì. - Contestò Hermione. - Tan fuerte ¡y orgulloso de lo que aprendiò a hacer!
Los poderes que heredò son un arma de doble hoja para èl. Si por un lado lo hacen invencible, por el otro despiertan en èl algo que intentò ignorar desde que descubriò que era un brujo. Lord Voldemort, al intentar asesinarlo cuando solo era un bebè, le transmitiò no solo sus poderes, tambien un pedazo de su alma.
Quiere decir....
Que Harry fue elegido como Horcrux final, pero no falleciò y el señor oscuro no logrò conservar su poder el tiempo suficiente para que el hechizo llegara al final. Al sobrevivir, Harry propiciò algo que no estaba previsto: su alma se fundiò con la de Lord Voldemort hasta crear - para asì decirlo - una tercera entidad que por desgracia, convive en los dos y los mantuvo conectados por todos estos años. Nuestro amigo lucha en contra de sus propios demonios ya que la naturaleza malvada del señor oscuro despertarà en èl a medida que sus poderes crezcan.
¿Quiere decir que la oscuridad podrìa prevalecer sobre èl?
La voluntad del heredero sigue siendo muy fuerte y solo su entereza moral - hasta hoy - pudo salvarlo de los halagos del poder. Sus enormes potencialidades, el don muy raro del parsel y todo ese conjunto de virtudes que lo hicieron tan especial no estan en tela de juicio, señorita. Pero de ahora en adelante, la lucha entre èl y su - digamos - otro yo sera mucho mas dificil. Porque ahora sus demonios rugen mas fuerte. Su poder lo llevarà a conocer verdades que jamas podrà aceptar
......................................................
Pero nadie, en esa casa, supo a tiempo cuanto eran ciertas las sabias palabrasdel elfo. El cuerpo de Harry aun se encontraba profundamente dormido en la cama, pero su alma no pudo esperar mas tiempo para descubrir esa parte de la verdad que su instinto ya conocìa.
El cuerpo del Heredero se desdoblò, se librò en el aire y se marchò muy lejos de esa casa, para buscar esta verdad que tanto necesitaba encontrar.
Asì fue que Harry Potter enfrentò a Severus Snape, mientras su antiguo profesor se encontraba solo, en la cabaña donde ahora vivìa, oculto ante los ojos de todo el mundo.
Si el brujo se sorprendiò al ver aparecer el muchacho en su refugio secreto, no lo demostrò. Como ya era costumbre, los ojos de ambos echaron chispas de puro y sencillo desprecio en cuanto se vieron.
Vine para saber la verdad. Dijo Harry, friamente.
Viste todo lo que necesitabas saber, Potter. Regresa por donde viniste. Escupiò Snape, dandole la espalda.
Harry lo alcanzò con cuatro zancadas y lo agarrò de un brazo. - No tan de prisa, profesor ¡no me irè sin haber tenido respuestas!
El profesor se safò como si temiera ser contagiado - Por lo que se, terminè haciendo ni mas ni menos lo que te esperabas de mi.
¡NO! Gritò Harry.
Snape pareciò sorprendido por primera vez
¡Usted hizo solo lo que Dumbledore se esperaba que hiciera! ¡Los vieron pelear antes de que usted lo matara! Ahora quiero saber ¿por què?
No tienes que saber ¡NADA!
Harry levantò el brazo contra Snape y ese tomò el gesto como un intento de agresion - ¡REDUCTO!
Cuerdas invisibles se enrollaron alrededor de Harry amarrandole manos y pies. Snape lo observò caer probando cierto placer al verlo estrellarse contra el frio suelo de piedra. - ¿Decias... Potter?
Harry girò la cabeza y lo mirò con una sonrisa que lo descolocò. Entonces ocurriò algo que el hombre jamas olvidarìa en los años que siguieron: el cuerpo de Harry se transformò frente a sus ojos, brillantes escamas aparecieron sobre su piel cuando su cuerpo se estirò alargandose mas y mas, hasta asumir el aterrador aspecto de un Boa Constrictor.
Snape palideciò. Ningun animago, que èl supiera, pudo jamàs transformarse en un reptil.
La serpiente siseò, amenazante y se acercò hacia donde èl se encontraba. Sin quebrar el contacto visual, avanzò sinuosamente, sin traiccionar la menor prisa y a su pesar Snape se sintiò hechizado por esa visiòn tan facinante.
El tiempo pareciò detenerse y el se descubriò incapaz de mover un solo musculo para quebrar el hechizo en el que fue atrapado. Pronto se encontrò totalmente envuelto por el escamoso cuerpo de la serpiente, fascinado y horrorizado a la vez, sintiò como las espiras lo apretaban en un abrazo mortal.
¡Como puede ver p-r-o-f-e-s-s-o-r. Sibilò Harry con una voz siseante que le erizò la piel. m-i-s poderes progresaron bastante en e- s-t-o-s ùltimos m-e-s-e-s! - Sibilò la serpiente con la voz de Harry - ¡No - se-e-m-o-c-i-o-n-e-! ¡ -n-a-d-i-e l-e-otorgò el don de h-a-b-l-a-r p- a- r-s-e-l! Me està e-s-c-u-c-h-a-n-d-o porque yo s-e-lo p-e-r-m-i-t-o!
Totalmente inmovilizado y ya medio sofocado, Snape usò hasta la ultima onza de voluntad para cerrar su mente y proteger con desesperaciòn ese secreto que jurò defender hasta la muerte. No quedaba duda de que Harry Potter era mucho mas poderoso de lo que èl serìa jamàs, pero preferirìa morir, antes que amitirlo.
¡USTED AYUDÒ PARA QUE MALFOY E-S-C-A-P-A-R-A! Siseò Harry. ¡Y ALGO ME DICE QUE NO LO HIZO SOLO PARA S-A-L-V-A-R- SU ALUMNO E-S-T-R-E-L-L-A!
Una sombra de miedo apareciò en los ojos de Snape. ¿Que... haràs si no dirè nada... matarme? ¡No, Potter! ¡Aun... queda mucho que.. hacer! ¡y tu jamàs... confiaràs en mi.... de todas.... formas!
¡C-O-N-F-I-A-B-A-E-N-D-U-M-B-L-E-D-O-R-E! Dijo la serpiente, apretando un poco mas.
Entonces.... deja.... que todo se... cumpla... Contestò Snape.
La serpiente lo librò del doloroso abrazo y el recobrò el aliento. Cayò al suelo sintiendo crujir cada una de sus costillas aun doloridas. - Harry Potter lo observò con una expresiòn frìa en el pàlido rostro y Snape supo con una certeza que lo devastò que Potter presentìa la verdad. Solo estaba ahì para confirmar que no estaba equibocado. Definitivamente, era la ùltima persona de la que esperaba recibir el beneficio de la duda.
Y no era todo. Propiciando ese encuentro, Potter lo desafiò a cumplir con el ùltimo, extremo acto de traicciòn: revelar al Señor Oscuro el verdadero alcance de su poder. Seguro que jamàs podrìa hacerlo.
El pacto inquebrantable lo obligaba a mantener el silencio y a defender el muchacho que jurò proteger. Aceptar ese juramento fue la cosa mas dificil que tuvo que hacer desde que su intricado rol en esa guerra lo obligò a mancharse de delitos que jamàs quiso cometer.
Y un hombre capaz de mantener un juramento serìa sin duda capaz de asesinar a su ùnico amigo. Lo mas dificil fue convencerse de que lo harìa para su bien. Que la muerte de un anciano ya llegado al final del camino mantendrìa abiertos los dos senderos que separaban el Bien y el Mal.
Y el estarìa ahì, exactamente en el medio. Indigno de volver al primero y inexorablemente atraido hacia el segundo. ¿Quien era èl, si ya no podìa reconocerse?
Sabìa que su vida estaba llegando al final, pero esperaba tener la oportunidad de alcanzar todas sus metas antes de que Voldemort, Potter, o su promesa incumplida acabaran con la existencia de funàmbulo en peremne equilibrio entre lo que querìa y lo que tendrìa que hacer.
Continuarà...................................
El Obsequio del Rey Sin Corona
Autora: Roma @[email protected]
Disclaimer: Los personajes de Harry Potter no son mios. Escribo eso por amor al arte y a K. Rowling, que Dios bendiga su hermosa imaginaciòn. El nombre Myrrdin lo saquè de un romance de Mary Stewart, y se que otras autoras ya lo utilizaron en sus fanfics, no los leì todavìa para no correr el riesgo de ser influenciada por ellos. El nombreAuryn es un pequeño homenaje a uno de mis escritores favoritos, el alemàn Michael Ende, y a su meravilloso Historia sin fin que leì muchas mas veces de lo que aconsejarìa el Ministerio de Salud. Los nombres de Accalon, Urien, Raven, Ninian Eian y Nimue los tomè del romance Las nieblas de Avalon de Marion Zimman Bradley.
Dedica: A mi precioso hijo, que aun es demasiado pequeño para apreciar los libros, pero crecerà.
Nota de la autora: Este es mi primer fanfic sobre Harry Potter, pero escribì otros hace algunos años sobre la serie X Files. Espero que disfruten leyendo de esta historia asi como yo disfrutè en escribirla.
Resumen: Un sacrificio... un enfrentamiento... una revelaciòn.
WARNING: Este fanfic contiene SPOILERS del sexto libro. Si ya lo leyeron, disfruten de esta historia, si todavia no compraron el libro... ¡QUÈ ESPERAN!
CAP 8
Su Vida Por La Tuya
Harry regresò en su cuerpo con la desagradable sensaciòn de no haber tenido la ùltima palabra. Lamentablememente, debido a las habilidades de Snape en el arte de la occlumancia y a pesar de sus poderes no logrò penetrar en su mente y obtener las respuestas que tanto buscaba. A pesar de eso su mente estaba extrañamente despejada. La certeza de que su intuiciòn era acertada lo decidiò todo: seguirìa el sendero de piedrecillas trazadas por Dumbledore.
Ron dormìa profundamente a pocos pasos de èl però Harry se descubriò incapaz de permanecer en la cama, su estomago rugiò de hambre y fue a la cocina a prepararse algo.
Al llegar a la planta baja de casa se detuvo: sentada frente a la chimenea - con aire inmensamente deprimida - Fleur jugueteaba tristemente con la varita màgica frente al espejo, rizando o alisando su pelo una y otra vez mientras probaba la tiara que la tia abuela Muriel le enviò para la boda.
Se reprochò por no haberse dado cuenta que su repentina desapariciòn hizo que se postergara un acontecimiento tan importante para la familia. Aun omitiendo el hecho de que la futura novia no cayera especialmente bien a nadie a parte su amigo Ron y por supuesto su futuro esposo, entendiò solo en aquel momento que la vida de todos se detuvo por su causa.
Lo siento, Fleur.
¡Arrì! me alogra ver que te siontas mojor. Contestò la muchacha, recobrando su compostura. ¿Porque te dosculpas?
Este tendrìa que ser un momento importante para toda la familia. Deberìan estar pensando en la fiesta, la ceremonia y las flores para la boda y todo... bueno... se detuvo por mi culpa.
No digas tontorias. Puedo oncargarme yo sola de la fiesta.
¿Cuando se casaràn? - Preguntò Harry.
El doce de ogosto. ¡Solo aspero que todos estèn bion para ontonces, Arrì! Mi hormanita Gabrielle conta las horas para volver a vorte. - Declarò Fleur, soñadora.
Harry sonriò y despuès dedicò toda su atenciòn a la preparaciòn de un rico desayuno para la familia. Se dijo que hacìa falta un poco de normalidad en esa casa. Algunos minutos mas tarde Molly bajò, aun en bata y pantuflas y lo encontrò mientras ponìa la cafetera y la jarra del jugo de naranja sobre la mesa.
Buenos dias, señora Weasley.
Me alegra ver que te sientas mejor, hijo. Pero no debìste molestarte.
No fue molestia. Ahora sientese y pongase comoda. Ese serà un largo dia para Fleur y para usted.
La aludida intercambiò una fugaz mirada con la señora Weasley, sorprendida.
Vamos - Cortò Harry, divertido. - Se necesita mas que una varita magica para organizar una boda. Ya es tiempo de empezar.
Pero Harry... tu
Yo.... nada. Esta guerra no tiene porque detener nuestras vidas hasta este punto. Ahora que Hogwarts cerrarà sus puertas tal vez la gente elija trancar las puertas y esperar que la Marca Tenebrosa decore el techo de sus casas ¡pero no permitirè que el miedo nos aplaste, es exactamente lo que Voldemort quiere! - Dijo, sirviendo una taza de cafè a cada una.
¡No digas ese nombre, Harry!
¿Señora Weasley. Murmurò Harry suavemente. Es una mujer inteligente, es miembro de la Orden del Fenix, como espera ganar contra el enemigo si no puede siquiera pronunciar su nombre?
Molly se sonrojò hasta el borde del pelo. Hermione y Ginny bajaron en ese momento y se sorprendieron al ver la cara abochornada de mamà Weasley. Ginny se dio cuenta de que Fleur miraba Harry con algo muy parecido a la veneraciòn mientras le entregaba una tostada rebozante de mermelada.
Ginny la observò, como evaluando al enemigo. Su cuñada apenas la dignò de una mirada y volviò a observar a Harry como si fuera la ùnica persona en ese cuarto digna de su atenciòn. - Antonces no hay tiompo que perder, ampezaremos enseguida.
¿No piensan decirnos de que se trata? ¡Y no nos digan que no es asunto nuestro! - Sibilò Ginny.
Oui, cherie! ustedes son parte importonte de nuestro proyecto. Dijo Fleur, meliflua. Tenemos que propararlo todo, para la boda. Èl dijo que estarian a-n-c-a-n-t-a-d-a-s de ayudarnos ¿verdad, Arrì?
La rubia pestañeò coqueta en direcciòn del aludido. Ginny se restregò nerviosamente los dedos y Arrì rogò todos los dioses que la pelirroja no decidiera sacar la varita que llevaba escondida en su vestido para hacer una demostraciòn practica de lo buena que era transformando los hombres en ratas.
Harry intuyò el peligro y emprendiò una prudente retirata estrategica subiendo por las escaleras que llevaban al cuarto de Ron. Podìa estar listo para la guerra, pero sabìa que dejarse arrastrar por el rebaloso camino de los celos de su ex novia podrìa resultar tan fatal como el beso de un acromantula.
¡Au revoir... Arrì! - Gorgojeò Fleur.
Èl cerrò ràpidamente la puerta del cuarto de Ron y se apoyò contra la fria superficie de madera. Su amigo, ahora totalmente despierto, lo observò perplejo. - ¿Que pasò? ¿Los mortifagos atacaron nuestra cocina?
¡Ginny y Fleur pelearon otra vez y de alguna manera yo acabè en pleno fuego enemigo sin deberla ni temerla ¡ Decidì emprender una retirada estrategica! Ya vi esa mirada en los ojos de tu mamà y se que no puede significar nada bueno.. para mi salud.
Un extruendoso ruido subrayò las palabras de Harry, seguidos por un extraño, sospechoso silencio. Los dos bajaron a la cocina convencidos de encontrarla en escombros. En lugar de eso vieron una Molly bastante enfadada, asomada por la ventana de la cocina.
La mujer obserbava con aire de desaprovaciòn su ùnica hija, empeñada en un solitario y furioso giro de la muerte. Cabalgando la nueva Tornado de Ron, Ginny perseguìa la snitch dorada con el ceño fruncido, todas sus energìas puestas en perseguir la escurridiza pelota que agarraba y volvìa a soltar con ràpidos, agresivos movimientos.
Hermione presenciaba la escena sentada en el jardin.
Molly los viò llegar y diò un medio giro dando las espaldas a la ventana. Un rato despuès, la muchacha desapareciò de sus campos visuales.
Molly sirviò el desayuno para Ron, refunfuñando entre si. - ¡Siempre peleando como perro y gato estas dos! Un dia de estos...
Un grito de terror interrumpiò sus cavilaciones. Molly enmudeciò llevandose una mano al corazòn. Se asomaron a la ventana y vieron el cuerpo inmòvil de Hermione, tendido en el suelo. Corrieron hacia el jardin y la alcanzaron temiendo lo peor. A poca distancia vieron la escoba de Ron abandonada un poco mas lejos.
Transportaron Hermione, aun inconciente, hacia el interior de la casa, buscaron a Ginny en los alrededores en un estado de creciente pànico. Al entrar en casa la mirada de la señora Weasley se congelò sobre el reloj de la cocina: el retrato de Ginny apuntaba hacia PELIGRO MORTAL.
Una silueta encapuchada, amantada en una capa negra apareciò en casa con un sonoro CRACK. Una mano blanca como el marmol agarraba fuertemente una masa de pelo rojo fuego, la otra apretaba cruelmente la garganta de Ginny, que hacia notables esfuerzos para no perder el conocimiento.
Harry sintiò su garganta cerrarse en una oleada de furia. Una intensa descarga de energìa invadiò todos sus sentidos hormigueando hasta la punta de sus dedos. Un leve movimiento de sus manos fue suficiente para crear un escudo protector que rodeò Ginny envolviendola en un capullo de luz: ese escudo de protecciòn generò una energìa tan poderosa que el intruso gritò de dolor y se vio obligado a dejar su presa.
Otro movimiento de sus dedos hizo que Ginny y Hermione llegaran a salvo en sus respectivas camas justo un momento antes de que Bill, Arthur, los gemelos y Fleur se materializaran en la cocina, alarmados.
Hasta Draco saliò de su voluntario aislamiento y bajò, perezosamente, la mirada fija en el desconocido que yacìa en el piso, retorciendose de dolor.
Harry anulò el hechizo que mantenia oculta la identidad del hombre. La capucha cayò y Lucius Malfoy apareciò ante ellos. Lucìa pàlido, desaliñado y con una mirada extrañamente ausente.
¡PADRE! - El rubio se acercò arrodillandose frente a èl y Lucius reaccionò y como impulsado por un resorte agarrò el brazo izquierdo de su hijo, apretandolo cruelmente. Draco, blanco como el papel a causa del evidente dolor que la presiòn sobre las heridas le probocaba, tratò de retroceder, asustado.
Harry se dio cuenta que la mirada de Lucius Malfoy delataba una expresiòn que rozaba la demencia. La mirada vacua era propia de quien perdiò toda conciencia de si mismo. -
Èl no sabe quien eres, Draco. No te reconoce. - Murmurò Harry. El ser la ùnica persona en ese cuarto en saber la verdad hizo que sintiera pena, y hasta algo de culpa por el sylyterin. Lo que estaba a punto de decirle era dificil de creer... y aceptar.
Harry se le acercò y lo obligò a ponerse de pie. - ¡Draco!
El uso de su nombre de pila, mas que el tono compasivo que Harry utilizò, hicieron que el sylterin reaccionara.
¿Que quieres decir?
Voldemort usò el lazo de sangre que te une a tus padres para encontrarte. Supo que estabas aquì.
¡Pero eso es imposible! Protestò Arthur. La madriguera està bien protegida. El Que No Debe Ser Nombrado no pudo saber... a menos que...
...Draco haya usado algun hechizo para conectarse con su madre, y Voldemort lo haya detectado. Concluyò Harry.
Draco se lanzò sobre Harry como alma que lleva el diablo. - ¿QUÈ PASÒ CON MI MADRE?
El muchacho no reaccionò a esa agresiòn, tratò de encontrar las palabras para explicarle lo que sabìa hace tiempo. - Los que te ayudaron a escapar sirviendose de la pociòn multijugos, se vieron obligados a pagar un precio.
Draco agarrò Harry por los hombros y lo sacudiò como un muñeco de trapo. - ¿Precio?¿QUÈ SE SUPONE QUE SIGNIFICA? ¡HABLA!
Mira bien los ojos de tu padre. Ya no queda vida en ellos. - Draco lo soltò y observò hororizado la actitud pasiva del hombre que yacìa sentado, como un grotesco muñeco sin vida, a poca distancia de ellos.
Harry sostuvo firmemente su mirada. - Era el ùnico de tu familia que podìa ser ubicado sin esfuerzo despuès que tu madre ofreciò quedarse en tu lugar para que pudieras escapar.
El sylterin se horrorizò al darse cuenta de que jamàs considerò importante descubrir quien lo sacò de casa Riddle. Con el tiempo se convenciò de que algun mortifago leal a su padre resolviò ayudarlo a cambio de algo. Jamàs esperò que su madre... ¡No! ¡No podìa ser! - ¡Si estàs mintiendo ... si es algun tipo de juego cruel.. te advierto, Potter!
Sabes bien que jamàs me atreverìa a bromear sobre eso.
¡Claro! ¡San Potter¡ ¡Jamàs te atreverias! ¡Pero te quedaste callado todo este tiempo... esperando que te preguntara! Por eso ella no vino a verme... porque estaba.. estaba...
Arthur invitò silenciosamente Molly y todos sus hijos a dejar el cuarto. Draco y Harry quedaron solos e la cocina, de pie el uno frente al otro.
Harry continuò - La mantuvieron encerrada por algunos dias creyendo que se trataba de ti, pero la farsa no durò. Alguien se dio cuenta de que un complice le proporcionaba la pociòn multijugos. Fueron descubiertos, ella fue asesinada, y tu padre fue sacado de Azkaban y transformado en un automata sin voluntad.
Draco estaba herido, desangrandose por un dolor que aun no empezaba a procesar. - ¿Y como pudiste dejar pasar todo ese tiempo sin decirme nada? ¿QUIEN LE DIÒ LA MALDITA POCIÒN?
Alguien que hizo una promesa ¡y jurò cumplirla hasta las ùltimas consecuencias!
Y te quedaste aquì... esperaste a que mi padre llegara.. en este estado. Debes sentirte como Dios ¿verdad?
Debìas entender por ti mismo a quienes estabas entregando tu lealtad. Despuès de lo que pasò en Hogwarts, me di cuenta de que tal vez merecìas la oportunidad de decidir por ti mismo de que lado luchar. Admitelo, Draco: jamas hubieras confiado en mis palabras.
Yo presentì que conocìas el paradero de mi madre ¿Que harè ahora? ¿En quien confiarè?
En ti mismo. En tu sentido comun, en cualquier cosa te ayude a sobrevivir. Desde hoy, tendràs que darte cuenta de que esta guerra involucra a todos. Voldemort no toma prisioneros, no honra los amigos. Los usa por su propio beneficio, los acuna con ilusiones del poder y gloria y despuès los transforma... en ¡ESO! - Concluyò Harry indicando el hombre a sus pies.
¿Que serà de èl ahora?
No puede quedarse en esta casa, no serìa seguro para èl. Pienso que lo mejor serà dejarlo a los cuidados de Gorad y su gente. Estarà a salvo.
Su cuerpo, tal vez. Pero su mente.... Draco se llevò las manos a la cabeza. ¡Usa el mismo hechizo que usaste para los padres de Neville!
Si. Podrìa intentarlo, y es casi seguro que tendrìa exito. Pero no lo harè.
QUÈ DIJISTE?
No antes que la guerra termine.
¿Por què? Preguntò Draco, molesto.
Tengo el poder de devolverle el alma, pero no puedo cambiarla. Una vez que su alma regrese, sus convicciones y lealtades tambièn lo haràn, y Dios sabe que tenemos suficientes problemas - por ahora - como para lidiar con alguien que intentarìa asesinarnos a la primera ocasiòn. Cuando cumplirè con la profecìa y tu padre no tenga ningun Señor Oscuro que proteger, entonces te lo devolverè tal y como era. Pero a cambio quiero algo.
Draco entornò los ojos. - ¿Que cosa?
Tu lealtad.
Draco se enfadò. - ¿Quieres que me arrodille?¿ San Potter quiere humillar a su rival? El orgullo es lo ùnico que me queda.
¿De eso tienes de sobra, verdad? Dijo Harry con una risita. - Lucha del lado correcto. Rescataràs tus acciones y honraràs la memoria tu madre. Y lo haràs de pie ¡como hombre! Llegò la hora - tambièn para ti - de dejar a un lado las excusas y actuar como el adultos que casi eres. ¡Y no lo haràs solo! Entrenaràs con el mejor maestro que jamàs he tenìdo, y cuidaràs de tu padre, desde hoy.
Con un gesto, Harry invitò Draco a acercarse y puso una mano sobre su frente, hechizandolo para que jamàs, aun que lo quisiera, pudiera revelar la ubicaciòn del lugar al que estaba a punto de llevarlos. El efecto fue inmediato: Draco se desmayò al instante cayendo sobre el cuerpo inmòvil de su padre.
Dicho eso Harry se agachò y los agarrò fuertemente, cerrò los ojos y desapareciò junto a ellos con un extruendoso ¡CRACK!
Continuarà.............El Obsequio del Rey Sin Corona
Autora: Roma @[email protected]
Disclaimer: Los personajes de Harry Potter no son mios. Escribo eso por amor al arte y a K. Rowling, que Dios bendiga su hermosa imaginaciòn. El nombre Myrrdin lo saquè de un romance de Mary Stewart, y se que otras autoras ya lo utilizaron en sus fanfics, no los leì todavìa para no correr el riesgo de ser influenciada por ellos. El nombreAuryn es un pequeño homenaje a uno de mis escritores favoritos, el alemàn Michael Ende, y a su meravilloso Historia sin fin que leì muchas mas veces de lo que aconsejarìa el Ministerio de Salud. Los nombres de Accalon, Urien, Raven, Ninian Eian y Nimue los tomè del romance Las nieblas de Avalon de Marion Zimman Bradley.
Dedica: A mi precioso hijo, que aun es demasiado pequeño para apreciar los libros, pero crecerà.
Nota de la autora: Este es mi primer fanfic sobre Harry Potter, pero escribì otros hace algunos años sobre la serie X Files. Espero que disfruten leyendo de esta historia asi como yo disfrutè en escribirla.
Resumen: Empezar de nuevo...
WARNING: Este fanfic contiene SPOILERS del sexto libro. Si ya lo leyeron, disfruten de esta historia, si todavia no compraron el libro... ¡QUÈ ESPERAN!
CAP 9
Los Invisibles
Al regreso de Gorad, la vida retomò su curso. La pequeña comunidad lo recibiò acogiendolo desde el comienzo como su lider natural. Regresò con la cabeza gacha, esperando ser juzgado por aquellos que por tanto tiempo condenò al olvido y la oscuridad.
Los ancianos Uriens y Accolon aun guardaban el recuerdo de los primeros años de su reinado, cuando la ambicciòn y sed de poder aun no corrompìan su alma. Regresò para ser juzgado por sus inumerables pecados y en lugar de eso se encontrò rodeado por las caras de sus antiguos consejeros y amigos. Empezando por su esposa, Ninian, la dulce criatura que dio un sentido a su vida errante y solitaria. La mujer que pasò a ser de su compañera de juegos al unico amor de su adolecencia. Recordaba su amor incondicional como el ùnico regalo que podrìa pedirle a la vida.
Y ahì estaba, esperàndolo,, tan joven y hermosa como la recordaba, rodeada por la paz irreal de ese bosque, como si el tiempo jamàs hubiera pasado. Ahì, en ese cuarto donde despuès de tanto tiempo su esposa y èl recogieron uno a uno los fragmentos de sus vidas, èl encontrò la paz.
El magico espejo que ese dia lejano marcò el inicio de su condena permaneciò ahì, en su propia casa, como peremne amonestaciòn a su vanidad. La resplandeciente corona a la que renunciò se encontraba al otro lado del espejo - sobre la cabeza del pequeño elfo domestico - por encima de numerosos y cololoridos gorros de lana. Cada habitante de Oesed - y hasta su esposa - verìa el joven y apuesto rey y su idèntico reflejo tal y como debìa ser. Pero Gorad no.
El observaba con ternura el pequeño ser coronado que tejìa, con ojos brillantes de felicidad, un nuevo par de calcetines destinados a una bruja muy especial.
Rigurosamente desapareados.
...........................................................
El Salvador llegò a Oesed llevando consigo un bulto informe. Con un escalofrìo, el reconociò el pelo rubio de su antiguo dueño: Lucius Malfoy, y de su hijo. Gorad se sobresaltò al reconocerlos, pero no dijo nada. Se limitò a esperar que su amigo le ofreciera una explicaciòn sobre la inesperada presencia se ese hombre en ese lugar.
Sabìa que Harry jamàs tomarìa decisiones que fueran en contra del bienestar de su pueblo; sin embargo Gorad se sintiò turbado por ese gesto.
¿Por què el Salvador desearìa rescatar la vida del hombre que intentò asesinarlo con la maldiciòn imperdonable cuando solo tenìa doce años? ¿Porque llevarlo en el ùnico lugar que jurò mantener secreto a los ojos del mundo?
Harry lo saludò agachando la cabeza en señal de respeto. El Salvador jamàs aceptò su renuncia a la corona, y eso lo comovìa mas de lo que podìa expresar; lo llenaba de orgullo constatar la grandeza moral y material de ese muchacho tan probado por la crueldad del destino.
Bienvenido, Harry Potter. ¿A que debemos el honor de tu presencia?
Vengo a encargarle la mas dificil de las tareas, Gorad. Les pido que desde hoy, se encarguen de este hombre y este muchacho. Mantendràn el primero en el mismo estado en el que se encuentra. Reconocen sin duda los efectos de la poderosa maldiciòn que lo puso en este estado: sin conciencia de si mismo y obediente como un cordero. Ese hombre fue el mas fiel servidor del Señor oscuro, fue hecho esclavo por èl y elegido como instrumento de muerte. Solo el poder del Myrddyn puede vencer la maldicìon que Voldemort usò contra èl... pero no harè nada para curarlo... por ahora.
Los ancianos se acercaron, circunspectos, hacia ellos. Accolon, por años esclavo del temible y oscuro linaje de los Black recordò, con un escalofrìo, queLucius usò sobre èl la misma maldiciòn que ahora lo afectaba.
Jamàs, y bajo ninguna circunstancia, deberàn tratar de sacarlo de ese estado, hasta que yo mismo decida que sea el momento de hacerlo. Draco tendrà entre ustades un lugar donde vivir y cuidar de su padre, entrenarà tanto como sea necesario para hacer de èl un buen guerrero, tendrà el tiempo suficiente para madurar sus propias decisiones con respecto a sus lealtades y algun dia. - si se mostrarà digno - se le darà la oportunidad de luchar.
¿Porque Draco, Harry? ¿Por què regalar esa oportunidad a quien siempre se considerò tu enemigo?
Porque tal vez, sin la mala influencia de su padre y lejos de los alagos de poder de los que siempre fue rodeado logre encontrar su verdadero camino. Traiccionò a nuestro comun enemigo y aun asì no està listo para aliarse completamente a nuestra lucha. Su orgullo no le permitirìa compartir el techo con nosotros y su vida, en el mundo de los magos estarìa en grave peligro. La soledad le llevarà consejo.
¿Y si asì no fuera?
Me verè obligado a faltar a la promesa de devolverle a su padre cuando la guerra con Lord Voldemort termine, y èl se encontrarà definitivamente solo.
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Asi fue que Draco despertò en la tierra boscosa de los elfos, en una casa llena de sol, con paredes blancas y amplios, luminosos arcos de madera que se esfumaban en el techo de las habitaciones, se fundìan con la luz del sol en el dìa y abrazaban la luz de las estrellas cuando llegaba la noche.
Supo que esas casas, tan abiertas y luminosas, nacìan de la misma esencia del bosque y se transformaban en parte del mismo. Draco comprendiò muy pronto que el secreto de la magia elfica residìa en las fuerzas de la naturaleza y crecìa con ella, en perfecta, sublime armonia.
Su padre yacìa en el cuarto contiguo, los ojos abiertos miraban al vacìo y su pelo, que antes cuidaba con esmero, era despeinado y sucio. Por primera vez desde que tenìa uso de razòn Draco Malfoy sintiò caer sobre sus hombros el peso de la responsabilidad de cuidar de alguien que no fuera èl mismo.
Su padre siempre fue un hombre muy severo, exigente en todo, jamàs satisfecho de nada ni de nadie. Draco lo admirò como un dios y jamàs soñò poner en entredicho sus decisiones u opiniones con respecto a nada.
La lealtad de su padre hacia el Señor Oscuro - Draco lo sabìa - se debìa ùnicamente al deseo desenfrenado de alcanzar el poder a como diera lugar, para conservar el prestigio y el buen nombre que acompañaba los Malfoy desde tiempo inmemorable. El linaje, la sangre pura, el poder. Draco creciò creyendo que era lo unico que importara, y quienes no pensara lo mismo no merecìa llamarse brujo.
Hasta la noche en la que la Marca Tenebrosa fue imprimida en la piel de su brazo.
Hasta que se le ordenò asesinar a Albus Dumbledore. El Que No Debe Ser Nombrado supo desde el comienzo que jamàs podrìa hacerlo, porque, aun que le costara admitirlo, Draco no tenia ni el poder ni el valor suficiente para enfrentarse a al Ùnico Que Èl Temìa.
Tu lealtad, Draco, a cambio de mi eterna gratitud. Rescataràs el prestigio de tu nombre, liberaràs a tu padre y juntos dominaremos al mundo.
Ese dia entendiò que algo, en esa ecuaciòn, no cuadraba. Voldemort no aceptarìa compartir nada, con nadie. Por primera vez, Draco observò sus manos y se sorprendiò de no encontrar - colgados a sus dedos - los hilos con los que Voldemort estaba manejando su vida, como el terrificante titiritero que era.
Acercate, mosca querida, a mi telaraña.
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Raven, la elfa que aceptò guiar al joven humano en la dificil tarea de acostumbrarse a la nueva vida que lo esperaba, acogiò a Draco embargada por sentimientos encontrados.
La presencia de ese muchacho, herido en lo mas profundo por la perdida de su madre y de su propia identidad; despertaba en ella el dolor jamàs superado por la perdida del ùnico ser humano al que se permitiò amar con toda la dedicaciòn de la que fue capaz: el hijo de su antiguo dueño: Barty Crouch J.R.
Lo amò con la ternura propia de quien sufriò una maternidad frustrada, y en nombre de ese hijo que fue arrancado de sus brazos por su condicciòn de esclava, y que jamàs volviò a ver.
A la noble dama Raven, hija de Eian, fue impuesto el nombre de Winky. Como elfa domestica, sirviendo por años en la casa de los Crouch,tomò el lugar que la muerte de la señora dejò vacìo en la enorme mansiòn, pero jamàs logrò satisfacer la ambicciòn que secretamente cultivò: que el muchacho correspondiera, almenos en parte, a su afecto.
Jamas llegò a ser algo mas que una esclava para esa familia. Los brujos y brujas que los redujeron en esclavitud eligieron no recordar que esas mismas criaturas que tanto despreciaban, en sus años de gloria tambièn fueron poderosos y arrogantes ¡tanto o mas que ellos!
Eligieron no saber que la magìa que residia en la noble estirpe de los elfos no dependìa de una varita, nacìa de su misma naturaleza. Aun asì debìa perdonarlos ¡despuès de todo, solo eran seres humanos!
Aceptò que los dos extraños demoraran en las habitaciones que, tantos años atras, mandò a preparar para ese hijo que jamàs volviò a ver.
Raven eligiò esconderse entre las cortinas de seda de su habitaciòn el dia en el que se quedò a vigilar el sueño de Draco y cuando ese muchacho despertò, su mirada frìa, tan parecida a la de su padre la atravesò sin verla.
Èl observò cada detalle de la habitaciòn con ojos abiertos como platos. Desorientado, bajò la mirada sobre si mismo y levantò despacio la delicada tela de la elegante tùnica que ella misma conjurò. Observò atentamente el techo de la habitaciòn que en ese momento dejaba filtrar la luz a travèz de las hojas de los albores.
Se levantò corriendo y atravesò la otra habitaciòn hasta detenerse ante la cama donde yacìa su padre... o lo que quedaba de èl.
Ella decidiò salir al descubierto. - Bienvenido seas, Draco. Esta serà tu casa hasta que querràs.
Sobresaltado, Dracò diò un medio giro y la vio acercarse, el largo pelo rubio de la mujer, semejante a oro pàlido enmarcaba un rostro imposiblemente blanco, como el marmol.
¿Mamà?
Lo siento. No soy tu madre, pero espero que los dioses me dejen vivir para quererte como un hijo.
¿Quien eres?
Soy Raven, señora de este palacio. Fuiste asignado a mis cuidados. El noble Gorad serà tu maestro y guia. Cada mañana temprano lo seguiràs para entrenar, fortaleceràs tu cuerpo y tu mente, cuidaràs de tu padre y cuando estaràs listo, tomaràs el lugar que te corresponda.
¿Y cual serìa, ese lugar? preguntò amargamente Draco.
El que tu sabiduria te dictarà.
¿Quieres decir que podrè elegir libremente de que lado estar?
Tejeràs los hilos de tu propio destino. El Salvador te dejò libre de elegir de que parte luchàras, con la ùnica condicciòn que te atengas a las consecuencias de tus actos.
Estarè con èl... o contra èl.
Gorad apareciò en ese momento, dando inicio a su primer dia de entrenamiento. Draco permaneciò en silencio y lo siguiò, asì empezò su primer dia en la tierra de Oesed.
Continuarà..........El Obsequio del Rey Sin Corona
Autora: Roma @[email protected]
Disclaimer: Los personajes de Harry Potter no son mios. Escribo eso por amor al arte y a K. Rowling, que Dios bendiga su hermosa imaginaciòn. El nombre Myrrdin lo saquè de un romance de Mary Stewart, y se que otras autoras ya lo utilizaron en sus fanfics, no los leì todavìa para no correr el riesgo de ser influenciada por ellos. El nombreAuryn es un pequeño homenaje a uno de mis escritores favoritos, el alemàn Michael Ende, y a su meravilloso Historia sin fin que leì muchas mas veces de lo que aconsejarìa el Ministerio de Salud. Los nombres de Accalon, Urien, Raven, Ninian Eian y Nimue los tomè del romance Las nieblas de Avalon de Marion Zimman Bradley.
Dedica: A mi precioso hijo, que aun es demasiado pequeño para apreciar los libros, pero crecerà.
Nota de la autora: Este es mi primer fanfic sobre Harry Potter, pero escribì otros hace algunos años sobre la serie X Files. Espero que disfruten leyendo de esta historia asi como yo disfrutè en escribirla.
Resumen: El Ùnico Que Jamàs Lo Temiò
WARNING: Este fanfic contiene SPOILERS del sexto libro. Si ya lo leyeron, disfruten de esta historia, si todavia no compraron el libro... ¡QUÈ ESPERAN!
CAP 10
El Mal Nunca Duerme
El heredero recorriò solo los largos y misteriosos pasillos del antiguo Palacio Real, hasta el mìstico cuarto de Merlìn que esperaba develarle sus misterios desde el dia el dia en el que Oesed resurgiò a nueva vida. Las antorchas se encendieron a su pasaje en el amplia biblioteca.
Antiguos manuscritos cubrian por completo las paredes y buena parte del piso. En el centro exacto del cuarto, sobre una mesa circular finemente labrada, se encontraba un pesado volumen, abierto, las paginas estaban siendo acariciadas por una misteriosa brisa.
El extraño viento sacudiò la capa del Heredero y acariciò el pesado tomo. Un halo de luz, tenue al principio, envolviò las paginas, amarillentas por el paso del tiempo. Una gota de tinta, de un brillante verde esmeralda, pareciò salir de la misma alma del libro y brotar, chorreando como una fuente, sobre la primera pagina, serpenteando hasta trazar lineas que pronto se transformaron en palabras. La tinta brillò a la luz de las antorchas y por alguna razòn, Harry se estremeciò al verlas.
Se acercò, irresistiblemente atraido, seguro de encontrar las respuestas que faltaban al misterio que rodeaba su pasado, su herencia, su vida.
Y asì fue.
El nacimiento del Heredero ocurrirà en tiempos de oscuridad,
por obra de Aquel Que Temerà la Muerte Por Sobre Todas Las Cosas.
El Sin Alma, al profanar el curso natural de la vida
crearà el instrumento de su propia destrucciòn...
Harry permaneciò inmovil, incapaz de despegar la mirada de esas lineas, y antes de que se diera cuenta, la tinta desapareciò sin dejar rastro.
Harry cerrò el libro, acariciò la tapa de cuero y admirò el magnifico fenix representado con las alas majestuosamente abiertas sobre un cielo de esmalto azul. Identico a aquel que brillaba sobre el Myrddin.
El Libro De La Verdad
Harry pasò los dedos sobre el pesado volumen y - ante su sorpresa - este redujo su tamaño hasta que pudo apretarlo comodamente en la palma de su mano.
Èl solo podrìa develar los misterios que ahi demoraban, ya que el màgico objeto descansarìa en el tal y como lo hacìa el Myrrdin... como una cosa viva.
Con su corazòn, mas que con sus ojos absorberìa las enseñanzas que Merlìn le heredò. Algo, en el profundo, le decìa que esas paginas lo conducirìan por el camino correcto hacia el cumplimiento de su destino.
El libro, escondido en el bolsillo de su capa, emanaba un extraña sensaciòn de hormigueo en todo su ser. Lo sintiò difundirse en su sangre, despacio, pero no se opuso a la sensaciòn que una vez mas invadìa sus sentidos.
¿Por què hacerlo... si jamàs se rebelò a su destino?
El Niño Que Viviò jamàs tuvo el privilegio de elegir. Por mucho tiempo, despues de la caìda de Voldemort, no hubo brujo, incluyendo a Dumbledore, que supiera explicar el origen del misterioso poder del niño que sobreviviò - no solo gracias al sacrificio de su madre - si no tambien al inmenso poder con el que fue bendecido.
Se hicieron muchas especulaciones con respecto a las origenes de ese poder. Dumbledore pensò que el que Harry estuviera predestinado a derrotar el señor oscuro era suficiente responsabilidad para alguien tan joven.... para qualquiera, en realidad. Por eso, aun que supo reconocer algunas senales, Dumbledore eligiò no verlas.
Nadie pensò que el verdadero misterio de sus poderes decendìa de tiempos mucho mas remotos.
Merlìn, el brujo mas poderoso de todos los tiempos, el hombre que se cubriò de eterna gloria y transformò su poder en leyenda, jamàs tuvo el privilegio de ser padre. Volcò todas sus esperanzas en el joven rey, y al descubrirlo indigno se resignò a llevar el secreto de sus poderes a la tumba esperando que un dia el poder del Mirddyn fuera recreado gracias al ser que nacerìa para restablecer el equilibrio entre bien y mal.
El mismo Merlìn se encargò de guiarlo indicandole el camino, y el seguirìa el sendero trazado por otros, preguntandose si algun dia el destino lo dejarìa tomar las riendas de su vida.
El Heredero se alejò de Oesed dejando que el sylterin emprendiera solo el largo viaje hacia la verdad. Esperò que Draco tuviera, almenos, suficiente sabidurìa para apreciar la oportunidad que el destino - a pesar de los errores cometidos - le ofrecìa.
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Lord Voldemort abriò los ojos, esa noche, y supo que el Poder Oscuro que logrò conjurar regresando a la vida ya no era la ùnica fuerza que gobernaba el universo. Lo sintiò en su cuerpo de serpiente, y en sus huesos, regenerados por la sangre del enemigo.
En ese lugar hueco y desolado que una vez fue el pecho de Tom Riddle - sin embargo - no quedaba ningun corazòn capaz de registrar la informaciòn que tal vez podìa avisarlo a tiempo del peligro.
Si su desmesurada arrogancia le hubiera permitido reconocer las señales, no se hubiera cegado al punto de no ver que un inmenso poder renaciò la noche en que el Myrddin encontrò al elegido, compensando el equilibrio de poder que el mismo quebrò al hacerse inmortal.
Al descubrir que era un talentoso brujo, el joven Tom Riddle pensò que la unica manera de obtener el poder y la incontrastada atenciòn de todo el mundo era hacer que los demas temieran su nombre al punto de no poder siquiera nombrarlo.
El señor oscuro admitiò consigo mismo que con el pasar de los años aprendiò a temer el Niño que tan imprudentemente designò como su igual y que jamas pudo halagar, ni tentar con el poder. El ùnico que no lo temìa.
El Niño Que Viviò jamàs hizo nada para infundir temor en aquellos que lo rodeaban, aun asì, su nombre se transformò en leyenda. Logrò que su nombre fuera respectado y venerado por todo el mundo de la magìa sin mover un solo dedo para que asì fuera. Fue el ùnico que supo enfrentarlo sin perder jamàs un apice de su compostura.
Y el, Voldemort, lo intentò todo, para quebrar esa muralla de impasibilidad, poblando los sueños de ese detestable niño mas veces de las que podìa recordar y cada vez ese... engendro, supo enfrentarlo con insoportable arrogancia.
Probaba una reticente admiracciòn por ese muchacho. Harry Potter era un enigma que jurò decifrar, a como diera lugar. No temìa la muerte ni el dolor, y lo peor de todo... no lo temia a Èl. El incontrastado Señor del Mal...
Solo existia algo que ese dechado de virtudes temìa por sobre todas las cosas: perder a los que amaba.
¡Ohhh si! El joven Potter tenìa de sobra algo al que el Señor Tenebroso renunciò mucho tiempo atràs: su corazòn.
Y eso lo hacìa tremendamente, deliciosamente maleable. Ahh.... esa maravillosa debilidad humana... capaz de transformar el mas valiente guerrero en una perfecta, amoldable masa de barro ¡Ese era el talòn de Aquiles del pequeño heroe parselhablante!
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Aun desconcertado por lo que acababa de pasar entre su amigo Harry, Draco y lo que quedaba de su detestable padre; Ron subiò las escaleras con un desagradable presentimiento. Ginny despertò pocos minutos despues de que Harry dejò la casa, pero Hermione aun permanecìa inmòvil, la mirada ausente y vacìa.
Le tocò el rostro, estaba sudoroso y frìo como el marmol. - ¡HERMIONE!
No reaccionò. Era como si un poderoso hechizo hubiera atrapado su alma en un lugar que se encontraba mas allà de la vida y la muerte. La tomò por los hombros y la levantò, embargado por un creciente estado de pànico. Al ver que sus brazos se movìan como los de una muñeca - al compas con sus sacudidas - entendiò que èl no podrìa despertarla.
¡HARRY! Gritò. ¡HARRYYYY!
Muy pronto, toda la familia accorriò hasta el cuarto donde lo encontraron aun abrazado a la muchacha. Ron temblaba, los ojos llenos de un terror al que no se atrevìa a dar un nombre.
Hijo ¿què pasò aquì?
Ron depositò delicadamente el cuerpo de Hermione sobre la cama y ellos vieron como sus largo pelo castaño se esparcìa desordenadamente sobre la almohada y sus manos caìan inertes sobre las sabanas. - ¡Dimelo tu, papà! Tal vez puedas explicarme como Harry, con toda su sabidurìa y poder, no pudo ver que Lucius Malfoy no vino acà para asesinar a Ginny, El Que No Debe Ser Nombrado fue enviado para lastimar a Hermione. Y lo logrò. ¡MIRENLA!
En ese momento, Hermione fue sacudida por una convulsiòn... y luego otra mas ¡y otra! Hasta que un grito ronco, agonizante, saliò de ella. Ella entornò los ojos, abiertos de par en par por un terror sin nombre y su cuerpo se elevò sacudidos por temblores a cada segundos mas y mas violentos.
¡HARRYYYY! ¡DONDE ESTÀ HARRY!
El rostro de Hermione, ya azulado por la falta de aire, se contorsionaba mas y mas a cada segundo frente a la impotencia de todos los presentes, hasta que ella empezò a gritar, aterrorizada por una pesadilla de la que era imposible despertar.
NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
Harry se materializò frente a ellos en el cuarto donde la familia asistìa horrorizada a lo que estaba pasando. Con cuatro zancadas, Harry alcanzò la cama y la tomò en sus brazos.
En cuanto la tocò ella abriò los ojos y dijo, con una voz ronca y lastimosa que no parecìa la suya: - Ayu...dame... no puedo... es..capar ¡ÈL ESTÀ AQUÌ!¡AYUDAME! Ella se tocò los brazos, como queriendo quitarse algo de encima. ¡NOOOOOOOO!
Brillantes escamas brotaron de su piel y muy pronto sus manos, su cuerpo y su cara fueron literalmente cubiertas por ellas. Sus ojos cambiaron de color, pasando de color castaño al amarillo. Los gritos de Hermione se hicieron a cada segundo mas debiles y ella quedò otra vez inmòvil, atrapada en el peor hechizo de Magia Negra que nadie presenciò jamàs.
Harry supo, en ese momento, cuales eran las intenciones deVoldemort. El querìa que Nagini, el ùltimo Horcrux, demorara en Hermione. Eso le diò la certeza absoluta que Snape no lo traiccionò revelando a su supuesto amo el vedadero alcance de sus nuevos poderes.
Voldemort quiso desafiarlo obligandolo a elegir entre asesinar a su amiga para poder liberarse del ùltimo horcrux o dejar que ella permaneciera en ese estado hasta que el sufrimiento la llevara a una muerte lenta y dolorosa.
Pero Harry no dejarìa que pasara ni la una ni la otra cosa. Se enfrentarìa a Nagini usando un lenguaje que ese monstruo pudiera entender.
Y no estamos hablando del parsel.
¡Salgan TODOS de este cuarto! - Ordenò a los Weasley. Si algunos de ellos pensaron protestar ante la actitud autoritaria del recien llegado, no lo demostraron y uno tras otro salieron del cuarto. Ron, como era de prever, se quedò en donde estaba.
¡YO ME QUEDO, HARRY!
No, Ron. No podràs soportarlo. No se si yo podrè, tampoco. Dijo Harry, tratando de aparecer calmado.
¡Por què! ¿que quieres hacer? Le preguntò, pàlido.
Liberarla. Pero para lograrlo necesito que confies en mi, y me dejes solo.
¡No puedes obligarme a salir! ¡NO QUIERO!
¡Està bien! Pero quiero que me jures por lo mas sagrado que no trataràs de detenerme, ni tampoco intentaràs acercarte a Hermione hasta que todo haya terminado. Jamàs te pedì una prueba de confianza como esa, lo se, pero...
Te lo juro. No moverè un dedo, hasta que todo acabe. Contestò Ron.
Està bien. ¡Mantente lejos de Hermione y de mi! ¡Empezarè enseguida... no hay tiempo que perder!
Ron se alejò, acurrucandose en la esquina mas alejada del cuarto, abrazò sus rodillas y tratò de prepararse para lo que vendrìa.
Pronto descubriò que no existia manera de lograrlo. Era imposible mantenerse calmado frente a lo que sus ojos presenciaron solo algunos segundos mas tarde. En ese instante Ron aprendiò a sus espensas el porque su mejor amigo quedò tan trastornado la primera vez que usò sus poderes para salvar a los padres de Neville. Manejar un poder tan grande requerìa una increible fuerza de voluntad, sangre fria y sobre todo una dosis de valor que muy poca gente poseìa.
Ron no tuvo el tiempo de sorprenderse al darse cuenta de que Harry estaba llorando cuando se acercò a Hermione y le susurrò - Perdoname, Herm.
El Heredero cerrò los ojos, y poco despues su cuerpo empezò a cambiar. Tal y como pasò en presencia de Snape, su piel quedò totalmente cubierta por brillantes escamas blancas que esta vez, en lugar de tomar la forma y la consistencia de un reptil en carne y hueso, pareciò disolverse hasta volverse totalmente transparente y transformarse en pura, brillante luz.
La translùcida serpiente se acercò a Hermione que en ese momento levitaba a un metro de la cama y la envolviò con sus espiras, y su cuerpo escamoso pronto se fundiò con el de ella, hasta dejarse absorber por completo y desaparecer.
En ese momento, Auryn apareciò en el cuarto y desplegò su alas. El abdomen de Hermione quedò expuesto cuando su tunica se abriò y dos cabezas de serpiente brotaron de su vientre, empapadas en su sangre. Una blanca y resplandeciente como la luna, la otra negra como la noche.
La cabeza de la serpiente blanca abriò sus colmillos y los hundiò en la piel de la otra, que se debatiò y se contorsionò violentamente mientras era sacada a la fuerza del cuerpo de la victima.
La sangre brotò, imparable, de la herida aun abierta y Auryn se agachò sobre la victima, dejando que sus lagrimas cayeran una a una hasta que la herida cicatrizò del todo y desapareciò como si jamàs se hubiera producido.
Ron, incapaz de controlarse por un segundo mas, corriò hacia Hermione y la sostuvo firmemente para despuès depositarla - aun inconciente - sobre la cama. Nagini exalò su ùltimo respiro en el mismo instante en el que el fragmento del alma negra abandonò su cuerpo para esfumarse en la oscuridad de la noche.
Harry volviò a su forma original y se dejò caer sobre la cama, jadeando y temblando como si las piernas no pudieran sostenerlo por otro segundo mas. Su mirada se detuvo por un largo rato sobre el cuerpo de la serpiente, reducido en cenizas, y despuès, en el rostro de Ron.
Harry viò como su amigo trataba de recuperar el aliento y la compostura, incapaz de despegarse de ella y - sobre todo - de procesar lo que acababa de pasar. Ron intentò desesperadamente esconder el temblor de sus manos hundiendo los dedos en los rizos de ella, los nudillos blancos por la tensiòn.
Harry esbozò una sonrisa, sabiendo hasta que punto su amiga hubiera apreciado ese gesto, de haber estado despierta.... Ron no era precisamente un campeòn a la hora de expresar sus sentimientos... si no se tenìa en cuenta el dia en que tomò sin querer la pociòn de amor de Romilda Wane.
En ese momento, parecìa que ron Ron se hubiera tragado todo el caldero de Amortentia... pero Harry tenìa demasiado a su amistad, para hacerselo notar.
Los dos amigos se miraron, todavìa asustados por lo que acababa de pasar. Las escamas en la piel de Hermione desaparecieron sn dejar rastro, su rostro recuperò el color y su respiraciòn se hizo tranquila, relajada. Un lampo de triunfo atravesò los ojos de Harry.
Voldemort - en su soberbia - jamàs sospechò que Nagini le proporcionarìa la perfecta manera de dar el definitivo paso hacia la victoria final, hacia el fin de Aquel Que Temìa la Muerte Por Sobre Todas Las Cosas.
El septimo Horcrux acababa de ser destruido.
¡Jaque Mate...Tom!
Continuarà............
El Obsequio del Rey Sin Corona
Autora: Roma @[email protected]
Disclaimer: Los personajes de Harry Potter no son mios. Escribo eso por amor al arte y a K. Rowling, que Dios bendiga su hermosa imaginaciòn. El nombre Myrrdin lo saquè de un romance de Mary Stewart, y se que otras autoras ya lo utilizaron en sus fanfics, no los leì todavìa para no correr el riesgo de ser influenciada por ellos. El nombreAuryn es un pequeño homenaje a uno de mis escritores favoritos, el alemàn Michael Ende, y a su meravilloso Historia sin fin que leì muchas mas veces de lo que aconsejarìa el Ministerio de Salud. Los nombres de Accalon, Urien, Raven, Ninian Eian y Nimue los tomè del romance Las nieblas de Avalon de Marion Zimman Bradley.
Dedica: A mi precioso hijo, que aun es demasiado pequeño para apreciar los libros, pero crecerà.
Nota de la autora: Este es mi primer fanfic sobre Harry Potter, pero escribì otros hace algunos años sobre la serie X Files. Espero que disfruten leyendo de esta historia asi como yo disfrutè en escribirla.
Resumen: Un antiguo poder ancestral...
WARNING: Este fanfic contiene SPOILERS del sexto libro. Si ya lo leyeron, disfruten de esta historia, si todavia no compraron el libro... ¡QUÈ ESPERAN!
CAP 11
El Don De Las Damas Del Agua
Hermione soñò que caìa, sin esperanzas, hacia un barranco sin fin. Recordò que extendiò la mano buscando desesperadamente algo que le impidiera precipitar al vacìo. Buscò seguridad en lo que al principio le pareciò un firme y tranquilizador abrazo, pero cuando levantò la cabeza para agradecer su salvador se enfrentò a dos enormes, diabòlicos ojos amarillos y vio que lo que la retenìa suspendida al borde del barranco no era otra cosa que el viscido y escamoso cuerpo de una serpiente, negra como la noche.
Sintiò cada escama frotarse contra su piel y el terror crecer exponencialmente en ella, hasta cortar el ritmo de su respiraciòn. Su corazòn enloquecido pareciò explotarle en el pecho bombeando dolorosamente cada onza de sangre al cerebro, anublado por el terror.
A su alrededor, todo era oscuridad, y en un instante de aterradora lucidez, ella supo que no se trataba de un sueño.
La serpiente siseò siniestramente, hundiendo sus colmillos en la delicada piel de su cuello, el veneno penetrò inexorablemente, paralizando su cuerpo y quitandole la posibilidad de moverse y menos aun, de escapar.
Atrapada en el mortal abrazo, la aterrada Hermione sintiò como la sangre del reptil se esparcìa por sus venas, derramando su veneno con cada bombeo de su corazòn enloquecido.
Despues de una eternidad, sus musculos despertaron, impulsados por una fuerza que no le pertenecìa, y agarràndose al ùltimo hilo de lucidez que la amarraba a la vida, ella se rebelò a esa invasiòn.
Gritò y gritò hasta sentir que su garganta se desgarraba, buscando algo, en la oscuridad, que la salvara de esa no-muerte. Y en respuesta, ella sintiò el contacto de una mano sobre su rostro. Escuchò una voz amiga, temblorosa, llena de dolor, susurrarle tiernamente, al oido: - Perdoname, Herm.
Antes que pudiera encontrar consuelo en esa mano amiga, la sensaciòn de contacto la abandonò, dejando lugar a una reconfortante paz, que la invadiò. Esa presencia se insinuò en su cuerpo recorriendo paso a paso el mismo camino invadido por el monstruo que poco antes se introdujo en ella.
Un repentino calor se difundiò en sus huesos y en su sangre cuando la Luz se opuso a la Oscuridad.
En su vientre, ella sintiò el Bien y el Mal enfrentarse en una lucha mortal hasta que - juntas - emergieron de ella... desgarrandola.
Jamas fue tan dolorosamente conciente de su propio cuerpo como en el instante en que cayò, sintiendo como cada hebra de su cuerpo se quebraba en mil pedazos, y no supo mas de si.
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Muchas horas mas tarde, Hermione abriò dolorosamente los ojos y reconociò la silueta que yacìa en el viejo sillòn, cerca de ella. Puso una mano sobre su vientre, aun transtornada por todo lo ocurrido, buscando una prueba tangible de esa aterradora pesadilla. Sus dedos hurgaron, a ciegas, buscando rastros de la herida reciente, pero no encontraron... nada.
La mirada de la mujer encontrò la suya y ella supo, sin posibilidad de duda que ella tambièn - en su momento - fue obligada a vivir por largos años atrapada en ese infierno. Alice desabotonò su blusa y descubriò su vientre, revelando una extraña marca luminosa, justo debajo del ombligo, muy parecida al tatuaje que el heredero llevaba sobre el pecho: la marca del Fenix.
Hermione abriò el camisòn y descubriò que ella tambien fue marcada por el mismo simbolo. Anonadada y agradecida, acariciò el talismàn que desde entonces permanecerìa sobre su vientre. Imperecedero recuerdo de su lucha victoriosa contra el Mal.
Hermione sintiò admiraciòn para la mujer que supo enfrentar el infierno y volver para contarlo.
Nadie logrò borrar la sonrisa de los ojos de Neville desde el dia que Alice y Frank Longbottom fueron dados de alta del San Mungo y regresaron a casa.
Hermione, Harry y los Weasley fueron invitados a acompañarlos, el dia en que la señora Augusta decidiò celebrar por todo lo alto el haber recuperado a su familia.
Recordò que la anciana señora invitò amablemente Molly, Ginny y ella a que acompañaran Alice en su antiguo cuarto, y quiso encargarse personalmente de arreglar su pelo, lavandolo y cepillando cada mechòn con una ternura que comoviò Molly hasta las lagrimas.
Neville apareciò en ese momento y detuvo dulcemente la mano de la abuela. Acariciò el largo pelo canoso de su madre con la punta de los dedos, repitiendo el ùnico gesto de afecto que pudo jamàs cumplir con ella en los largos años de su enfermedad, y por primera vez, su madre respondiò... gratificandolo con una radiante sonrisa.
Neville contemplò absorto los lentos movimientos con los que su abuela la acudìa sin poder creer que esa mujer, ese dia y ese cuarto no pertenecieran a otro sueño mas.
La mirada de Alice se detuvo en el marco de fotos que retraìa el antiguo Orden del Fenix, puesto sobre la mesita de luz. Por un momento, ella dedicò una melancolica mirada a cada uno de sus amigos perdidos, y se permitiò llorar por lo que jamàs fue.
Ese ùnico instante de debilidad acabò cuando sus ojos encontraron los de Neville, madre y hijo levantaron la cabeza manteniendo el contacto visual por un largo instante. Hermione jamàs olvidarìa la chispa de orgullo que viò brillar en los ojos deNeville cuando con un gesto suave pero decidido, ella impidiò que la abuela usara el hechizo que devolverìa a su pelo el mismo color de la juventud.
No hizo falta preguntar el porque. Cada hebra de ese pelo encanecido contaba una historia de coraje y amor digna de ser contada.
La valiente Alice, sus ojos claros, y su resplandeciente pelo blanco.
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Harry acogiò con una sonrisa la hermosa elfa que apareciò repentinamente en el salòn de casa Weasley. Con el pelo color oro palido y el elegante vestido de seda blanca, Raven, hija de Eian, saludò respetuosamente el Heredero y el, galantemente, la invitò a sentarse.
El Poder del Agua fue nuevamente despertado. Es tiempo que ellas sepan lo que eso significa. Se acerca el dia de la batalla final y ese nuevo don, que usaràn con sabidurìa, serà determinante para guiar las fuerzas del bien hacia la victoria. - Dijo ella.
Harry asintiò, aun conmovido. - Cuando Gorad me obsequiò el medallòn, estaba convencido de que el Myrddin me proporcionarìa el poder de encontrar y destruir los horcrux y enfrentarme solo a la batalla final, pero ahora se... que no es asì.
Raven, Señora del Agua, asintiò. - El Myrddin transmitiò parte de sus poderes a aquellos que quisiste salvar. Ya que Merlìn lo forjò por amor, actùa a travès del el...
...porque solo el amor, lo hace invencible. - Concluyò èl.
¡Es verdad! Por esta razòn el poder de la Luz bendijo a las humanas que salvaste con el Don que por siglos perteneciò a las Damas del Agua.
Frank es inmune a ese nuevo poder. Afirmò Harry.
Raven asintiò otra vez. - En Oesed, el don de la Vista fue exclusivo privilegio de Merlìn y de las elfas. Por esto estoy aquì. Esta noche supe que los ojos de las dos se abrieron a la verdad.. y puede que no logren soportar lo que las espera. El corazòn humano no està hecho para desnudar la verdad en toda su s facetas. De ahora en adelante leeràn pasado, presente y futuro, guiando el camino de todos aquellos que buscaràn la luz . Leeràn la muerte en los ojos de aquellos que pronto pereceràn y la mentira en los corazònes impuros. Ese poder serà al mismo tiempo un privilegio y una maldiciòn.
Y serà mi responsabilidad que logren sobrevivir a ella. Exclamò Harry con fuerza, preguntandose que dirìa su mejor amiga al descubrirse dueña de un poder que que nunca creyo existiera realmente.
Sin hablar del hecho de que de ahì en adelante Ron no podrìa acercarsele sin que ella leyera su mente como un libro abierto ya que - por mala suerte de Ron - ¡Hermione jamàs fue capaz de resistir a la tentaciòn de leer nada en su vida!
¡Harry estaba dispuesto a ofrecer todo lo que poseìa, Firebolt incluìda, para poder ver eso!
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Hermione jamàs contò a nadie que desde el dia en que vio la marca del Fenix tatuada sobre su vientre, su vida no volviò a ser la misma. Percebìa cada detalle, cada murmullo de la naturaleza en una manera que jamàs creyò posible.
Supo tambièn que Alice estuvo viviendo esas sensaciones desde el dia en que Harry le devolviò la vida. La mujer esperò pacientemente a que ella diera el primer paso ante esa nueva revelaciòn, con la tranquila sabidurìa de quien se siente demasiado agradecido ante la inesperada oportunidad de una nueva vida como para tener miedo de aceptar ese don tan extraordinario.
Alice sabìa que el Poder Del Agua tenìa muchas voces, y que amaba expandirse revelando sus secretos. Ella aceptò el peso de esa responsabilidad el dia que, encontrandose con Harry Potter por primera vez, entendiò cual serìa - de ahì en adelante - su lugar en el mundo al que tan inesperadamente volviò.
Serìa la voz del Pasado. El eslabòn de la cadena que conectarìa a Heredero con todo aquello que existìa solo en la memoria: no solo con lo que concernìa sus padres, Sirius y Dumbledore, tambièn serìa la voz de las victimas que esa guerra cruèl callò para siempre. El anillo que mantendrìa unidos en vida y en muerte todos aquellos que hicieron posible que el Heredero cumpliera con su destino.
Hermione estuvo presente el dia en que su amigo volviò a verla. Harry sintiò hasta la mas intima fibra de su ser, que Alice atesoraba en su alma todos los secretos, las palabras no dichas, las oportunidades perdidas de aquellos que solo vivìan en su recuerdo.
En cuanto apoyò la cabeza en su regazo, Harry volviò a escuchar, en algun rincòn de su mente, una cancion de cuna olvidada por demasiado tiempo.
Cuando le acariciò maternalmente la frente èl cerrò los ojos, intentando desesperadamente retener las lagrimas, que finalmente estallaron, como de un dique roto.
Observando los hombros de su mejor amigo, sacudidos por un incontenible llanto, Hermione se avergonzò profundamente de su cobardia, y entendiò que si Harry podìa tomar sobre si responsabilidades que nunca pidiò y cargar sobre sus hombros el destino de esa guerra, ella no tenìa derecho a dar un solo paso atràs.
Aceptò ser la voz del Futuro.
Esa misma noche - para Hermione - el tiempo pareciò decelerar como un viejo reloj, hasta detenerse del todo, cuando, regresando al cuarto que compartìa con su mejor amiga, vio la Marca del Destino en la frente de Ginny, que aun dormìa profondamente, sin imaginar lo que se venìa.
Descubriò que cuando Harry se encontraba profundamente dormido, sus alma se conectaba con la de Ginny en una manera que su amiga jamàs sospechò. En sueños, con la sola luz de su esencia, Harry la protegìa como un angel guardian.
Cuando dejaron Hogwarts, Harry dijo que no querìa poner en peligro los que mas amaba. Que emprenderìa la batalla solo.
Pero ahora tanto Harry como Hermione sabìan que no tenìa porque ser asì.
Ginny era la otra mitad de su alma, y hasta que permanecieran separados se quedarìan indefinidamente a medio camino entre el deseo de permanecer juntos y el presunto deber de separarse. El miedo era el ùnico gran obstaculo que les impedìa - no solo estar juntos - tambièn desencadenar el verdadero potencial del Myrrdin.
En sueños, èl la alcanzaba, la envolvìa con una pasiòn que solo podìa despertar un amor frustrado ¿como podìa el Heredero liberar el inmenso poder de su amor, si no se permitìa conocerlo?
Hermione riò para si misma ¡el burro hablando de orejas!
Ella misma se condenò - por orgullo - a esconder lo que probaba por Ron.
Ell descubrir que èl correspondìa sus sentimientos la llenò de emociòn, y tambièn de rabia contra si misma, ya que adquiriò el poder de leer hasta el mas recondito pensamiento en la mente de los demas, pero seguìa siendo incapaz de expresar los suyos.
No era honesto que leyera en el alma de Ron si aun no estaba dispuesta a permitir que èl leyera en la suya. Por esta razòn, en los dias que sigueron su convalecencia se limitò a huir despavorida cada vez que su amado tormento se le acercaba. Ni Harry ni ella se atrevieron a contar a su mejor amigo de su nuevo poder.
Al enterarse, Ron tal vez se alejarìa de ella herido - mas que por su silencio - por ser tan transparente y vulnerable ante ella. La juzgarìa, una vez mas, la mas fuerte en esa no-relaciòn que sobrepasò hace tiempo el limite de la amistad para transformarse en algo que los dos se obstinaron a ignorar.
Ron no tenìa idea de su fragilidad, de cuanto se sintiera expuesta frente al nuevo mundo que desde ese dia se abriò frente a ella como una caja de Pandora, hechandole en cara verdades que jamàs quiso enfrentar. Ella - la sabelotodo - no tenìa la menor idea de como administrar la responsabilidad que sus poderes conllevaban.
Hermione entrò el cuarto que Harry compartìa con su amado tormento y lo encontrò profundamente dormido. La marca del Fenix resaltaba debajo de la piel de su torso parcialmente descubierto. Al centro de ella, se encontraba, perfectamente visible, el Medallòn del Poder.
Ante sus ojos, ella vio brillar el grande zafiro central, que parecìò animarse cobrando la profundidad cristalina del agua y el color del mar mas profundo.
En ese instante la Voz del Futuro entendiò que el poder del Myrddin, unido a los mas profundos anhelos de su portador - acababa de revelarle el ultimo de sus secretos: lo que fue forjado por amor, solo podìa actùar a travès del èl. La vedadera, suprema fuerza del Myrddyn despertarìa solo cuando el corazòn del Heredero estarìa listo para cumplir, con fe ciega, el ùltimo paso hacia el cumplimiento de su destino.
Y no lo harìa solo, ya que la esencia del Medallòn, alimentada por el inmenso poder del corazòn al que se encontraba inexorablemente ligado, latirìa en su pecho como un ser vivo y seguirìa transformandose hasta que llegara el momento en el que el Heredero cumplirìa el supremo acto de renuncia....
.... y todose cumpliera.
Continuarà.......................................
El Obsequio del Rey Sin Corona
Autora: Roma @[email protected]
Disclaimer: Los personajes de Harry Potter no son mios. Escribo eso por amor al arte y a K. Rowling, que Dios bendiga su hermosa imaginaciòn. El nombre Myrrdin lo saquè de un romance de Mary Stewart, y se que otras autoras ya lo utilizaron en sus fanfics, no los leì todavìa para no correr el riesgo de ser influenciada por ellos. El nombreAuryn es un pequeño homenaje a uno de mis escritores favoritos, el alemàn Michael Ende, y a su meravilloso Historia sin fin que leì muchas mas veces de lo que aconsejarìa el Ministerio de Salud. Los nombres de Accalon, Urien, Raven, Ninian Eian y Nimue los tomè del romance Las nieblas de Avalon de Marion Zimman Bradley.
Dedica: A mi precioso hijo, que aun es demasiado pequeño para apreciar los libros, pero crecerà.
Nota de la autora: Este es mi primer fanfic sobre Harry Potter, pero escribì otros hace algunos años sobre la serie X Files. Espero que disfruten leyendo de esta historia asi como yo disfrutè en escribirla.
Resumen: Fragilidad.... y verdad.
WARNING: Este fanfic contiene SPOILERS del sexto libro. Si ya lo leyeron, disfruten de esta historia, si todavia no compraron el libro... ¡QUÈ ESPERAN!
CAP 12
Sin Piel
Algo cambiò para siempre desde el dia en que los invisibles regresaron al bosque prohibido. La fuerza de los elementos se desencadenò para que cada criatura viviente presenciara los acontecimientos que ahì se producirìan. Pronto la esencia misma de la magia tomarìa la justa revancha para restablecer la Ley mas grande y antigua de todas.
Todo ocurriò en perfecto silencio y sin que el Oscuro Señor se diera cuenta. Nada escapaba al poder que las Damas del Agua tenìan sobre las voces del pasado y del futuro, y tanto las elfas de Oesed como las Protegidas del Heredero supieron que el poder del Myrddyn se preparaba a cumplir el objetivo principal por el que fue creado.
En su infinita sabidurìa, la Voz del Pasado se encargò de revelar al Gran Consejo de Oesed una verdad que resultarìa determinante para actraer el Señor Oscuro hacia la caìda final: el fragmento de alma que aun quedaba celosamente escondido en el cuerpo de Lord Voldemort representaba la parte de èl de la que nunca quiso desprenderse ya que siempre representò su mayor debilidad: la ciega ambiciòn y avidez que caracterizò toda su vida.
El Señor Oscuro percibiò una vez mas extraños cambios en los fragiles equilibrios del mundo màgico. Su mas fiel servidor desapareciò en la nada la misma noche en que fue enviado en busca de ese engendro traidor que algun dia llamò hijo... y desapareciò.
No logrò encontrar rastro de èl a pesar de haberlo intentado con todas sus fuerzas. Creìa que en el mundo no existìa poder alguno capaz de ceder ante su poder. Recorriò nerviosamente los grandes cuartos de la mansion que alguna vez perteneciò a los Malfoy buscando rastros del pasaje de sus antiguos dueños.
Atravesò los largos pasillos observando cada mueble, cada pequeño detalle de la casa donde el polvo acabò cubriendo cada rìncon de esa lujosa mansion abandonada que de ahì en adelante serìa su nueva demora.
Se detuvo frente al gran espejo con el marco dorado en el centro del salòn principal. Dos años despuès de la memorable noche en que volviò a tener un cuerpo, aun no podìa evitar sentirse puerilmente felìz al cumplir un acto tan sencillo y cotidiano como el buscar su reflejo.
La imagen que el espejo le devolvìa en ese momento era muy diferente a la de su juventud, pero no dejò que ese detalle lo turbara mas de lo necesario. Sabìa que hacer para encontrar el preciado objeto magico que le permitirìa despojarse de la piel de serpiente para volver a su aspecto original. Cuando eso pasara, se cumplirìa lo que siempre deseò: ser un verdadero Rey en su magnifico castillo.
Hurgò hasta en el cuarto secreto en el que Lucius conservò celosamente los preciosos objetos que èl le encargò antes de su Caida. Reconociò entre ellos lo que quedaba de medallòn original de Salazar Sylterin, la preciada reliquia que Regulus Black destrozò antes de que su venganza lograra alcanzarlo.
Inspeccionò avidamente cada rincòn, sin encontrar indicios que pudieran ayudarlo a encontrar ese preciado tesoro. Precibiò la presencia una poderosa fuerza abrirse paso en cada rincòn de esa demora, sin embargo no logrò adivinar su real naturaleza.
El Señor Oscuro - en su arrogancia - jamàs entendiò que solo quien aun poseyera un alma que salvar podrìa percibir la existencia de aquellos que poblaban el bosque prohibido, ajenos a sus conjuras y a los ilusorios halagos del poder...
Tampoco captò la presencia del joven al que el Heredero ofreciò la posibilidad de huir de su tenebrosa influencia.
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El muchacho, mutilado en su orgullo mas que en fisico, descubriò muy pronto lo que significaba vivir a directo contacto con la naturaleza, compenetrarse con ella y hacer suyos, dia a dia, los conocimientos, el valor y hasta el orgullo de valerse por si mismo. Fortificado en cuerpo y mente, alejado de influencias externas, Draco viviò rodeado de gente que lo dejaba libre de ser èl mismo.
El nuevo guerrero a duras penas podìa reconocerse.
En completa soledad, Draco cuestionò por primera vez lo que hasta entonces nunca puso en entredicho. Aprendiò a confiar en si mismo y tambièn el el extraño rey que renunciò a su corona para enseñar a quien lo necesitara - citando sus mismas palabras - el valor de la humildad.
¿Como podìa èl, un Malfoy, mostrarse irrespetuoso y arrogante frente a alguien que supo desprenderse de una corona en nombre de algo mas grande?
No era deshonroso aprender de quien - como èl - algun dia tuvo todo lo que necesitaba para ser feliz y aun asì arruinò su vida por culpa de su estupidez... y arrogancia.
Draco entendiò - al igual que Gorad mucho tiempo atràs - que viviò como un ciego. Rodeado de hipocritas y aduladores, despreciò los consejos las ùnicas personas que intentaron hablarle con la verdad:su madre entre otros.
Perseguiò esos sueños de poder y gloria sin mas ambicciòn que ser el brazo derecho del Señor Oscuro. Jamas tuvo tiempo para tonterìas como esos... empelagosos cuanto inutiles consejos y mimos, que rechazò despectivamente hasta en ocasiòn del ùltimo encuentro con su madre.
Cuando se enterò de su sacrificio se dio cuenta demasiado tarde que ella fue la unica que quiso salvarlo de esa trampa mortal. Siempre tratò de mantenerlo lejos del juego cruèl que su propio padre iniciò mucho antes antes de que èl viniera al mundo.
Recordò cuanto era hermoso sentir que aun no había crecido lo suficiente como para no necesitar un abrazo. Supo cuanto era horrible sentirse expuesto ante el mundo, aterrador como un barranco del cual era imposible ver el fondo.
Entonces, Draco supo que pronto llegarìa el momento de ponerse a prueba. Cualquier prespectiva era mejor que quedarse en eterna espera de que algo ocurriera. Todo era preferible al ver su orgulloso, arrogante y plusquamperfecto padre reducido a una masa de carne sin vida y quedarse ahì eternamente, huyendo ante la furia de aquel que destrozò su familia.
Quiso vengarse.. Deseò retroceder el tiempo y volver a la època feliz en que era solo un estudiante, y Lord Voldemort no era mas que un aterrador fantasma en la memoria de todos aquellos que, como su padre, vivieron fieramente ligados la memoria de un vulgar, maldito, desalmado asesino.
Quiso sacudir con todas sus fuerzas a su propio padre para buscar en èl los pocos jirones de humanidad que el Señor oscuro no logrò cancelar ¡y gritò de dolor y rabia al no lograrlo!
Cuidò de èl a diario aun que - con el pasar de lo dias - el hombre que cada dia encontraba mas dificil reconocer como su padre jamàs demostrò un solo momento de lucidez, en su presencia.
Muchas veces - a lo largo de esos interminables dias de soledad - Draco deseò encontrarse en sus mismas condiciones, quitar de sus hombros la responsabilidad de ese futuro incierto. Pero no tenìa derecho a disponer de su propia vida, ni tampoco podìa obligar el Heredero a devolver el alma a su padre antes que E Que No Debe Ser Nombrado fuera solo un mal recuerdo.
Y aun que le costara la vida, èl ganarìa el derecho a mantener viva la oportunidad de mirar nuevamente a los ojos el padre que una vez tuvo ¡y preguntarle porque dejò que ambos vivieran idolatrando alguien que merecìa quemarse en el infierno!
Entendiò el porque el Heredero decidiò alejarlo de la Madriguera y aislarlo de todo aquello que conocìa. Potter sabìa, por experiencia personal, que èl tambien necesitarìa reconstruir sus propias defensas en completa soledad.
Paso a paso, el sylterin edificò una nueva barrera entre su fragilidad y el futuro que inexorablemente tendrìa que enfrentar.
Esa era la piel que de ahì en adelante vestirìa el nuevo guerrero, orgulloso de sus cicatrices y - por fin - tambièn de si mismo.
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Desnudo. Asì se sintiò Ronald Weasley el dia en que se enterò que las excusas y los preliminares acabaron para siempre.
No porque la culpara de algo, pero no podìa aceptar, bajo ningun concepto, la idea de verse tan expuesto frente a ella. Harry le salvò la vida y dejò un rastro indeleble de su pasaje: no solo la marca que permanecerìa como imperecedero recuerdo de lo que Ron definirìa por años como el peor momento de su vida, tambièn le obsequiò Don de la Vista.
No cabìa duda que la hora de obsequiar algo, el Heredero sabìa ser original. Tatuajes luminosos, almas restauradas ¡y el don de desojar en el mas recondito rincòn tu mente como si no pasara nada!
Ron no estaba seguro de poder perdonar a su mejor amigo el haberle callado algo tan importante ANTES de que lo acontecimientos precipitaran de esa manera. Aun no sabìa que solo unas cuantas horas mas tarde tendrìa que agradecerle.
¡Que chico afortunado.. ese Ron Weasley!
¡Estaba enamorado de la unica muchacha que podrìa bucear en sus pensamientos hasta mientras dormìa! ¡En cada momento... a cualquier distancia! Lo cual hechò definitivamente al piso su intenciòn inicial de huir de ella sin mas y deternerse solo despuès de haber llegado hasta el Madagascar.
Con el pasar de los años, Ron se fue acostumbrando a la idea que ella tuviera todas las respuestas antes que los demas lograran acabar las preguntas ¡pero eso era ¡demasiado!
Por fin le resultò claro el porque de su actitud esquiva, e las horas que siguieron su convalecencia. Jamàs la viò sonrojarse tanto como desde el dia que abriò los ojos y lo viò sentado frente a su cama. El se mantuvo a una certa distancia, con su mejor cara de nada, mientras en su mente revivìa cada segundo los terrorificos instantes que presenciò solo pocas horas antes.
Como lastimosamente entendiò solo varias horas despuès, ella reviviò con lo ojos de la mente de Ron el instante en que Harry se transformò en patronus para salvarle la vida. Percibiò la punzada de celos que lo atravesò cuando viò a su amigo desaparecer, aun que solo fuera en espiritu, dentro de ella.
Fue asì que Hermione supo, sin lugar a duda, que èl la amaba.
Horas mas tarde, una vez que Hermione encontrò el valor de contarle la verdad, Ronald reaccionò de la peor manera. Sin saber como enfrentarla y aparentemente convencido de que la mejor defensa era el ataque, la mantuvo a distancia por dias incinerandola con la mirada. Era como si no soportara su presencia, convencido que Hermione considerara ese Don como el merecido premio a su superioridad.
Por eso un dia ella no aguantò mas y lo encarò sigilando el cuarto con un hechizo que le quitò cada posibilidad de escapar.
¿Que quieres de mi, Hermione? ¿porque no me dejas en paz? Gritò Ron, fuera de si.
¡Lo harìa si supiera que asì lo quieres! Contestò Hermione, seria.
¡NO ES JUSTO! ¿Te das cuenta de como me siento ahora que puedes leer en mi mente sin que logre evitarlo?
¡Claro que me doy cuenta! ¡Por eso estoy aquì! Se que te sientes en desventaja porque crees que estoy disfrutando de todo eso ¡pero no es asì!
Ron la fulminò con la mirada y ella - decidida a no rendirse - lo enfrentò con toda la sinceridad de la que fue capaz: - ¿Aun no lo entiendes, verdad, Ron?No pedì recibir ese poder. ¡El verme expuesta ante el mundo quebrò de un solo golpe todas las barreras que construì para alejarme de esa misma verdad que ahora grita y respira conmigo! ¿No entiendes que me encuentro totalmente indefensa? Estoy desprotegida, sin barreras ante el mundo, ya que se me otorgò el poder de conocer la verdad y el futuro, pero no la capacidad para soportarlo. Estoy sin pìel, Ron. Indefensa frente a la verdad porque ya no puedo escapar de todo lo que mas temo, y mas amo.
El sonido de las palabras Hermione retumbò en el cerebro del pobre Ron como un repique sordo. Le tomò tiempo procesar esas palabras. - ¿Lo que mas amas?
No està en mis manos otorgarte el don de la leglimancìa, Ron. Puedo solo abrirte mi mente y mi corazòn, para que puedas ver que mi alma es el espejo de ta tuya.
Èl se sonrojò hasta el borde del pelo cuando Hermione tomò su mano entre las suyas y èl fue embestido por una oleada de calor que poco tenìa que ver con la temperatura del cuarto. Ambos cerraron los ojos, incapaces de enfrentar la mirada del otro y por primera vez, Ron leyò en su alma sin necesidad que ella gastara una sola palabra.
El contacto perdurò algunos segundos mas, hasta que, al abrir los ojos, se descubrieron igualmente sonrojados, fragiles, inefensos frente a esa verdad que - hasta en esa ocasiòn - evitaron expresar con palabras.
Se abrazaron torpemente, y ambos rieron, y lloraron.
Sin excusas, sin estupidos bochornos... sin piel.
Continuarà.......................................
El Obsequio del Rey Sin Corona
Autora: Roma @[email protected]
Disclaimer: Los personajes de Harry Potter no son mios. Escribo eso por amor al arte y a K. Rowling, que Dios bendiga su hermosa imaginaciòn. El nombre Myrrdin lo saquè de un romance de Mary Stewart, y se que otras autoras ya lo utilizaron en sus fanfics, no los leì todavìa para no correr el riesgo de ser influenciada por ellos. El nombreAuryn es un pequeño homenaje a uno de mis escritores favoritos, el alemàn Michael Ende, y a su meravilloso Historia sin fin que leì muchas mas veces de lo que aconsejarìa el Ministerio de Salud. Los nombres de Accalon, Urien, Raven, Ninian Eian y Nimue los tomè del romance Las nieblas de Avalon de Marion Zimman Bradley.
Dedica: A mi precioso hijo, que aun es demasiado pequeño para apreciar los libros, pero crecerà.
Nota de la autora: Este es mi primer fanfic sobre Harry Potter, pero escribì otros hace algunos años sobre la serie X Files. Espero que disfruten leyendo de esta historia asi como yo disfrutè en escribirla.
Resumen: La suprema renuncia.... es un acto de fe.
WARNING: Este fanfic contiene SPOILERS del sexto libro. Si ya lo leyeron, disfruten de esta historia, si todavia no compraron el libro... ¡QUÈ ESPERAN!
Cap 13
De Amor Y Muerte
La noticia de los nuevos, extraordinarios poderes de Harry Potter se esparciò como la polvora en el mundo magico ya que resultò casi imposible mantener ciertos secretos entre las cuatro paredes de la Madriguera.
Nadie, a parte los miembros de la Orden Del Fenix y sus amigos mas cercanos logrèo enterarse de la arcana profecìa que ligaba el Elegido a Merlìn ni mucho menos de la existencia de Medallòn del Poder. Pero esas voces fueron mas que suficientes para alarmar a los fieles seguidores del señor oscuro, especialmente cuando la noticia de la misteriosa y inexplicable recuperaciòn de los Longbottom se esparciò como polvora por todo el mundo màgico.
Los dos aurores, muy respetados y populares en su època, fueron inexorablemente apartados de la memoria de todos, olvidados como un incomodo recuerdo y confinados en un anonimo cuarto de hospital, hasta el glorioso dia en que los medimagos los vieron despertar de la pesadilla que perdurò por diecisiete años.
Su regreso no podìa pasar desaparcibido, sobre todo para quien, en su momento, fue la causante directa de todo ese horror.
Bellatrix Lestrange ocultò astutamente del regreso a la vida de los dos Aurores ya que se diò perfectamente cuenta que la noticia de esa liberaciòn - que para ella podìa traducirse en la peor de las catastrofes - pudo ser posible solo gracias a la destrucciòn de los horcruxes que Lord Voldemort le encargò.. muchos años atras.
La mortifaga sabìa que el Señor Oscuro no le perdonarìa el haber perdido dos objetos tan importantes. Recordò con un estremecimiento de terror el momento en que èl se enterò de que su antiguo diario escolar - una de sus mas preciadas reliquias - quedò destrozado por ese niño intrometido, junto con la esperanza de devolver a su rostro los mismos rasgos de la juventud. Lucius fue sometido a un ejemplar castigo al que logrò sobrevivir gracias a una repentina cuanto inesperada muestra de magnanimidad de su Señor.
Se propuso descubrir que - o quien - hizo posible la destrucciòn de las reliquias de Griffindor y Ravenclaw y su instinto le sugiriò que la respuesta se encontraba en la actual demora de su peor enemigo.
Decidiò actuar por su cuenta, desafiar a Harry Potter en su propio territorio; determinada a evitar a toda costa que el Oscuro Señor supiera lo que se proponìa hacer. El ùnico camino para que èl perdonara ese fatal error era debilitar las defensas de aquel que todo el mundo señalaba como el Elegido.
Se preparò a golpear donde mas le doliera. No atentarìa contra su vida porque nadie - a parte su Señor - podrìa darse el gusto de asesinarlo con sus propias manos. No le negarìa el placer de aplastarlo como un insecto, cuando llegara el momento.
Però detendrìa el vuelo de ese ridiculo heroe, callarìa para siempre la popularidad, la arrogancia, la imperturbabilidad de ese muchachito a como diera lugar, golpeando donde mas le doliera. Lo hundirìa en la mas profunda de las soledades, cuando alrededor del famoso Niño Que Sobrevviviò no quedaran mas que destrucciòn, dolor y muerte, ella lo entregarìa a su Señor. Indefenso y solo.
Potter morirìa implorando perdon por el horrible pecado de haber nacido, y con èl desaparecerìa el ultimo obstaculo existente entre ellos y el Reino de las Tinieblas.
Tal vez, para entonces, su Señor no considerarìa importante el haber perdido los dos horcruxes a los que estaba tan ridiculmente encariñado ¿quien necesita un alma, si posee el poder absoluto?
Ella vendiò la suya al mejor postor...y jamàs volviò a escuchar su voz. Sorda al eco de su conciencia... a la memoria de su propia sangre derramada....
.....al recuerdo de Sirius.
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Con el tiempo, Alice aceptò ser el anillo de union entre el mundo de los vivos y de los muertos, mensajera del infinito, ultraterreno amor de quien vivìa solo en los recuerdos. Esas sombras - actuando a travès de ella - iluminaban el pequeño universo que, aun en la muerte, seguìa existiendo a protecciòn del Heredero.
Fue gracias a ese milagroso evento que ella pudo entregar al hijo de sus queridos amigos ese tardìo, paternal abrazo que la muerte les negò cruelmente por tantos años.
Sintiò la tibia y serena presencia de su amiga Lily en el mismo instante en que conociò a su hijo. Supo hasta en la mas intima fibra de su ser que ese atormentado, valiente muchacho era todo lo que su madre y su padre soñaron.... y mucho mas.
Sintiò la profundidad de su dolor con una claridad que la devastò.... tal y como pasò cuando se encontrò con su propio hijo, que creciò, al igual que èl, en completa soledad.
Cuando supo que el dia se acercaba, ella sintiò en carne propia el peso del silencio que se vio obligada a mantener. Afortunadamente, tanto a su hijo Neville como a sus amigos fue ahorrada la angustia de vivir esas largas, aterradoras horas de espera.
Una terrible prueba se acercaba para todos; y unicamente ella y Hermione sintieron el peso de la enorme responsabilidad sobre sus hombros: dejar que los acontecimientos se desarrollaran era un puro acto de fe, ya que en las horas que seguirian las fuerzas de todos serìan puestas a dura prueba.
Hermione apareciò en su casa, el rostro desencajado por el llanto, devastada ante esa premoniciòn que sacudiò hasta en la mas intima fibra de su ser. No podìa creer que esa fuera la unica manera de despertar el Poder que por tanto tiempo permaneciò dormido. Pero al igual que ella, tenìa la obligaciòn de dejar que todo ocurriera tal y como las Fuerzas Oscuras lo propiciaron.
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Harry percibiò el preciso instante en que la daga penetrò en su cuerpo . Vio la palidez de la muerte sobre su rostro y el siniestro brillo del metal contra su piel.
Poco a poco la hoja se oscureciò con cada gota de su sangre derramada.
Bellatrix Lestrange tomò entre sus dedos el rostro de Ginny y lo levantò firmemente, hasta que sus ojos vacìos encontraron los suyos a lo largo de algunos devastantes, lancinantes segundos.
La escandalosa risa de la mujer retumbò en cada rincòn de su cerebro .Un escalofrìo le recorriò la espalda cuando ella dejò que Ginny cayera a piso como una muñeca sin vida... el corazòn de ella latìa - debilmente... pero Harry pudo sentir como su vida - lentamente - se apagaba.
Pudo ver el arma clavarse un poco mas en su carne y experimentò nuevamente un aplastante, feroz sentimiento de impotencia al descubrir que a pesar de todos sus poderes, no pudo evitar que ella pasara por eso.
Bellatrix tenìa los ojos desorbitados y la mirada fija en el puñal.... Harry recordò con un estremecimiento de terror que ella acostumbraba utilizar ese instrumento de muerte como si fuera un pincel.... Accalòn, el elfo antes conocido como Kreaker, aun conservaba una dolorosa demostraciòn de ese màcabro pasatiempo el la piel de su brazo.
Sin despegar la mirada de Harry, ella canturreò, con sorna: - Ella perteneciò a las fuerzas oscuras desde el momento en que entregò los secretos de su alma a ese diario lleno de magia oscura. El lazo que la mantuvo amarrada al Mal jamàs se quebrò del todo. El Señor Oscuro reclama lo que por derecho le pertenece y no renunciarà a ella.... a menos que alguien ofrezca algo mas preciado a cambio de su vida.
¿QUÈ QUIERES? Gritò Harry, desesperado.
Extirparte el corazòn... apretarlo entre mis dedos y regosijarme por cada gota de sangre que vea caer a mis pies. Y seras tu, el que me lo entregarà.
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Esa noche, Alice y Hermione percibieron el exacto momento en el que el Mal manifestò su presencia. Cada uno de sus sentidos fue sacudido por ese grito de dolor que nadie mas, en esa casa, pudo escuchar.
En sus respectivos cuartos, los cuerpos de Harry y Ginny levitaron de sus camas como impulsados por una misteriosa fuerza. Muy pronto se materializaron el uno a lado del otro.
Ginny yacìa acurrucada en el piso con los brazos las piernas colocadas en una extraña posiciòn, como si alguien la hubiera arrojado de una gran altura. Sus ojos eran vacìos y entreabiertos. Alice retuvo a duras penas un grito de angustia, y intentò correr cerca de ella.
Gorad apareciò a su lado apenas a tiempo, para impedirlo. No està permitido interferir con los designos del destino, mi señora.
En ese momento, el cuerpo de Harry fue sacudido por un violento temblor. Sus puños se cerraron y su entero cuerpo se tensò, como si luchara contra invisibles cuerdas, y crueles fantasmas.
Sus ojos se llenaron de lagrimas, su mente se encontraba prisionera de algo que era mucho mas que una simple pesadilla.
Solo, suspendido sobre la linea que separaba la vida de la muerte, el Heredero estaba a punto de madurar - en su corazòn - la ùltima y mas importante verdad:
.... morir es un acto de fe.
Quedaba en sus manos salvarla.... cumpliendo la ùltima suprema renuncia. Para que Ginny pudiera ser liberada de un vez por todas de la sombra de Tom Riddle... y de la oscuridad a que ese monstruo la condenò con su maligna influencia.
Tiempo atràs, decidiò mantenerla lejos para proteger su incolumidad, pero solo en el momento extremo entendiò la inutilidad de ese gesto. La sombra de Voldemort permanecerìa sobre ella que estuvieran juntos o separados, hasta que èl lograra destruirlo definitivamente.
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La voz de Harry resonò por todo el lugar, llena de dolor.Para que quieres mi corazòn, Bellatrix ¿para entregarlo en bandeja de plata a alguien que jamàs fue capaz de escuchar el suyo?
Bellatrix riò istericamente. Sus ojos abiertos y inyectados de sangre delataban una completa y total exaltaciòn. - Dicen que es tu corazon lo que te hace mas fuerte Pottercito.... cuando logre arrancartelo del pecho, no existirà nada que impida el triunfo de mi Señor. Nadie mas que yo tendrà el placer de entregarselo en bandeja de plata. Ya una vez, pocas gotas de tu sangre lograron devolverle la vida. ¡Tu corazòn... ¡lo harà inmortal! ¡Cumplirè con su mas grande deseo ¡YO!.... QUE JAMÀS DESEÈ NADA MAS QUE SER SU FIEL ESCLAVA¡
Una extraña, triste sonrisa iluminò el rostro de Harry, que en ese momento, supo lo que tendrìa que hacer: mantuvo la mirada fija sobre cuerpo inanimado de Ginny y esperò a que una niebla densa, negra, envolviera todo lo que los rodeaba escondiendo a la vista todo, menos ellos tres.
Bellatrix, que nada tuvo que ver con el extraño fenomeno, lo mirò, repentinamente asustada.
Harry sibilò: - ¿Tu madre jamàs te dijo que hay que tener cuidado con lo que se desea, Bellatrix? La inesperada niebla, junto con la cìnica expresiòn que jamàs pensò ver en el rostro de ese muchacho hizo que un escalofrìo recorriera la espalda de la mujer que levantò la daga, instintivamente asustada frente a esa manifestaciòn de poder que puso todos sus sentidos en alerta.
Sea como quieras, entonces. Con los ojos fijos sobre el rostro de Ginny, Harry desabrochò su camisa y puso una mano sobre su corazòn.
No importaba nada mas en esa noche, ese momento, que demostrar con sus actos lo que nunca fue capaz de expresar con las palabras. Murmurò: - Para ti, mi amor.
Antes de que Bellatrix pudiera reaccionar ante ese gesto tan sorprendente, Harry apretò fuerte, clavando sus uñas, hasta que una sustancia densa y caliente bañò sus dedos, cayò a sus pies y salpicò el pecho de Ginny.
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Sobre el torax de Harry apareciò - mas resplandeciente que nunca, la Marca del Fenix
El corazòn de todos los presentes se detuvo y el tiempo pareciò extenderse al infinito en el instante en que el cuerpo del Heredero se elevò levitando sobre ella y su torax se iluminò, dejando que la marca resaltara en todo su esplendor.
El corazòn de zafiro del Myrddin se derritiò palpitando como una cosa viva, al mismo tempo oscura y cristalina como el mar. Y cayò - como agua de una fuente - sobre el pecho de ella, hasta que la ultima gota de su esencia llenò su corazòn, y èl cayò, agonizante, al suelo.
El corazòn del Heredero dejò de latir.
Hermione gritò cuando viò entrar a Ron y a toda su familia en el cuarto de Ginny. Molly intentò acercarse a su hija sin lograrlo, ya que un campo de fuerza mantenìa los cuerpos inhertes de Harry y Ginny separados de todos aquellos que los rodeaban.
¿QUÈ SUCEDE CON MI HIJA? - Gritò la mujer.
Gorad contestò, gravemente. - El Myrddin està a punto de desencadenar todo su poder. Fuimos llamados a presenciar este momento.. pero se nos prohibe intervenir.
Ron se acercò ràpidamente a Hermione y la sacudiò. ¡Tu sabias! ¿porque no dijiste nada? ¿QUÈ PASA CON MI HERMANA Y CON MI MEJOR AMIGO? Pero ella parecìa incapaz de abrir la boca.
La mirada de Molly y Arthur Weasley se posò primero en Hermione y despuès en Alice que - empapada en lagrimas - no tenìan el valor de mirarlos a los ojos. ¡ALICE! QUÈ SIGNIFICA...
La voz de Arthur se truncò repentinamente cuando el pobre hombre se diò cuenta de lo que pasaba a pocos metros de donde èl se encontraba: sobre el cuerpo de Harry - la marca del fenix estallò, cobrò vida y desplegò majestuosamente sus alas levitando por algunos - interminables segundos - sobre su cuerpo inmòvil.
La fenix se iluminò con una luz tan intensa que les hizo casi imposible mantener los ojos abiertos. Despues, el fenix se desdoblò dejando lugar a dos aves gemelas que pemanecieron por un instante la una a lado de la otra, quedaron suspendidas y despues se dejaron absorber dulcemente, por los cuerpos deHarry y Ginny, aun inconcientes.
Siete par de ojos se clavaron sobre Hermione, que enfrentò estoicamente sus miradas y se preparò a explicarles el real significado de lo que acababan de presenciar:
El Myrddin palpita en el corazòn de su portador ya que fue creado para leer tanto la verdad como la mentira. Tiene el poder de castigar la vanidad y la sed de poder y recompensar el extremo sacrificio. Hoy en la dimensiòn paralela que Bellatrix evocò intentando quebrar una vez mas el equilibrio entre Bien y Mal, èl medallòn reaccionò por voluntad propia, y revelò su verdadero poder.
¿C..cual...? Susurrò Ron que - blanco como el papel - aun trataba inutilmente de encontrar su estomago.
Bellatrix conjurò un poderoso hechizo de magia oscura para atrapar a Ginny en las garras de Lord Voldemort y asì poder chantajear a Harry.
¿QUE SIGNIFICA?¿QUÈ DIABLOS LE PASÒ A MI HERMANA? Explotò Bill. Ron se interpuso instintivamente entre su hermano y ella, pero Hermione detuvo la mano que èl levantò para defenderla, y tratò de encontrar las palabras para explicarse: - Fue un sucio truco para obligarlo a entregar su vida a cambio de la de ella, Bill. Bellatrix se enterò de la destrucciòn de los horcruxes de Ravenclaw y Griffindor y quiso vengarse obligando a Harry a entregar lo ùnico que - a decir de todos - hacìa que Harry fuera superior a su patròn.. El corazòn al que Tom Riddle renunciò hace tiempo no podìa ser restaurado ya que Harry destrozò el caliz que lo custodìa. Ella quiso remplazarlo.... con el suyo.
Molly gritò de horror y se dejò caer sobre el sillòn mas cercano. Arthur se acercò a Harry que aun tenìa los brazos protectivamente extendidos sobre los hombros de su hija y lo levantò para evitar que su peso siguiera aplastandola. Viò su pecho ensangrentado y se diò cuenta - con una mezcla de aliviò y asombro, que no quedaba rastro de la heridas.. en ninguno de los dos.
Hermione sonriò - Auryn vive tanto en èl como en su hija, señor Weasley. Nada, a partir de hoy, podrà tocarlos. - Continuò: - En su locura, Bellatrix no se diò cuenta que su pretensiòn era absurda: quiso borrar la ira de Tu Sabes Quien cumpliendo un acto totalmente insensato.... y al hacer eso desencadenò la magia Myrddin en toda su potencialidad ya que solo el dìa en que el Heredero decidiera entregar su vida por amor.. el medallòn desarrollarìa su verdadero poder, que ahora descansa en los dos... y los rinde invencibles.
¿Quieres decir que tambièn Ginny es ahora heredera de Merlìn?
No. Es la Predestinada. La mujer que el corazòn del Heredero eligiò. Si ese dramàtico evento no se hubiera desencadenado.. si el corazòn de Harry no hubiera despertado ante el dolor de perderla....
¡Un momento! ¡desde cuando èl y mi hija... Preguntò Arthur
Desde el año pasado, en Hogwarts. Contestò Ron. - Pero Harry decidiò alejarse porque creyò que serìa peligroso para ella permanecer juntos.
Molly sollozò. - Pero...¿Por què no despiertan?
El Heredero se prepara a completar su misiòn con un acto de justicia. Bellatrix tendrà que pagar por toda la sangre derramada, ya que toda acciòn tiene sus consecuencias.
¿Què quieres decir? - Hizo eco Ron.
Hermione sonriò ironicamente: Digamos que el Heredero encontrò el instrumento perfecto para que ella rinda cuentas de todos sus pecados.
En Oesed.. Gorad acareciò la superficie del màgico objeto evocado por voluntad del Heredero, destinado a establecer un principio de equilibrio y justicia... Tanto en su mundo como en el otro.
Continuarà.................
El Obsequio del Rey Sin Corona
Autora: Roma @[email protected]
Disclaimer: Los personajes de Harry Potter no son mios. Escribo eso por amor al arte y a K. Rowling, que Dios bendiga su hermosa imaginaciòn. El nombre Myrrdin lo saquè de un romance de Mary Stewart, y se que otras autoras ya lo utilizaron en sus fanfics, no los leì todavìa para no correr el riesgo de ser influenciada por ellos. El nombreAuryn es un pequeño homenaje a uno de mis escritores favoritos, el alemàn Michael Ende, y a su meravilloso Historia sin fin que leì muchas mas veces de lo que aconsejarìa el Ministerio de Salud. Los nombres de Accalon, Urien, Raven, Ninian Eian y Nimue los tomè del romance Las nieblas de Avalon de Marion Zimman Bradley.
Dedica: A mi precioso hijo, que aun es demasiado pequeño para apreciar los libros, pero crecerà.
Nota de la autora: Este es mi primer fanfic sobre Harry Potter, pero escribì otros hace algunos años sobre la serie X Files. Espero que disfruten leyendo de esta historia asi como yo disfrutè en escribirla.
Resumen: En la oscuridad...
WARNING: Este fanfic contiene SPOILERS del sexto libro. Si ya lo leyeron, disfruten de esta historia, si todavia no compraron el libro... ¡QUÈ ESPERAN!
CAP 14
Ad Noctum
Accolon se acercò, una expresiòn severa en el antiguo rostro marcado por una vida dificil. El anciano entrò en la celda que el Heredero eligiò para la nueva prisionera y dejò que su mente fuera invadida por los recuerdos de su reciente pasado. Aun llevaba el peso de una conciencia imposible de callar. Se acercò a la mujer que se encontraba tendida en e piso, el largo pelo negro enmarcaba un rostro casi fantasmal que la luz de las antorchas iluminaba sin piedad.
El Elfo concentrò su atenciòn en esas esqueleticas manos, por un largo instante recordò con cual habilidad y cinismo fueron usadas como instrumentos de muerte. La daga - entre sus habiles dedos - solìa transformarse en un infallible medio de persuasiòn.
Accalon recordaba aun - con un estremecimiento de terror - que èl mismo fue usado como lienzo viviente mas veces de las que querìa recordar. El terror que esas atroces sesiones de tortura supieron infundirle pudo mas que la lealtad que su pasada condiciòn de esclavo lo obligaba a mantener con su patròn.
El sabìa demasiado bien lo que querìa decir vivir bajo la peremne influencia de la Magia Oscura. Su avanzada edad contribuyò sin duda a debilitar sus defensas ante los oscuros poderes que transpiraban de cada rincòn de la antigua demora de los Black.
Por años sirviò fielmente en esa casa y su otro yo - rastrero y complice - fue mudo testigo de atroces asesinatos. Cuando viò Regulus Black asesinado por manos de un miembro de su propria familia decidiò dejarse guiar por el puro instinto de sobrevivivencia. Algo, en un rincòn olvidado de su memoria, le decìa que existia una poderosa razòn para seguir vivo.
El dia en que el hechizo se quebrò, Accalon se sintiò aplastado por los recuerdos de su reciente pasado. Su edad no lo eximìa de la verguenza de haberse mostrado tan debil. El honòr lo era todo, para un elfo. La peor esclavitud - para Accalon - fue verse atrapado en el infierno de su atormentada conciencia desde que el Heredero les permitiò regresar a casa.
El anciano no necesitò mediar palabras con el Elegido para tomar plena conciencia de la enorme deuda que tenìa con èl. ¿Como podìa - el Heredero - otorgar un obsequio tan preciado como la libertad a quien fue el indirecto responsable de su desgracia? Con su silencio, mas que con sus acciones - Accalon probocò la muerte de Sirius Black.
Una antigua ley de justicia y su propia conciencia, esa noche, le presentaban cuentas.
Accalon jurò reparar el daño causado por su cobardìa y esa noche, al reconocer el magico objeto que el Heredero conjurò, supo claramente lo que tendrìa que hacer.
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El Heredero decidiò no permitir que ella lo viera desde que logrò llevarla hasta Oesed.
Una incontenible sensaciòn de felicidad se apoderò de èl cuando por fin pudo saborear plenamente las implicaciones de ese triunfo: dos de los mas fieles seguidores de Lord Voldemort se encontraban ahora bajo control... imposibilitados a lastimar a nadie.
Se preguntò con una punzada de cinismo - inusual en èl - que cara pondrìa Bellatrix al recibir su primera raciòn de comida de las manos de su rastrero amigo: Lucius.
Draco conocìa la ley que imponìa a cada habitante de Oesed trabajar segun las propias posibilidades, y la llegada de la ilustre huesped en las recien extrenadas celdas del pueblo requerìa un guardiàn.
Lucius era perfecto para el encargo: un carcelero mudo para una prisionera que necesitaba meditar en silencio sobre su futuro y su vida.
El dia en que la dejò en la angosta celda que escogiò para ella - invisible a ojos ajenos - el Heredero observò ese rostro marcado por el inexorable paso del tiempo, y decidiò obsequiarle algo que - estaba seguro - ella no olvidarìa hasta el momento de su muerte.
El Heredero restaurò su alma para que viviera prisionera de sus pecados.
Esa vez - e el Ministerio - ella le dijo que era necesario experimentar verdadero odio hacia alguien para poder lastimarlo... que una justa ira no era suficiente.
Existìan otras - y mas sutiles - formas de tortura capaces de corroerte por dentro sin siquiera rozarte fisicamente.
Ese dia, Bellatrix Lestrange descubrirìa el dolor en sus multiples matices.... y darìa su vida para poder acabar con ellas.
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Demorò algunos instantes en darse cuenta de que estuvo inconsciente y fue en ese momento que despertò del todo. No reconociò el lugar, ni tampoco se encontraba en condiciones de establecer cuanto tiempo estuvo encerrada. Apenas recordaba lo que sucedió antes de llegar ahí.
Tratò de ponerse de pie y se diò cuenta, con un estremecimiento de terror, que no podìa moverse. Paralizada, moviò frenèticamente los ojos buscando una explicaciòn a todo eso.
Bellatrix reconociò al instante la marca en forma de calavera dibujada en el brazo del anciano elfo que la observaba del otro lado de los barrotes. Parpadeò por algunos instantes, tratando inutilmente de convencerse que ese altanero caballero impecablemente vestido que ahora se encontraba parado frente a ella, era la misma deforme criatura que ella conociò bajo el nombre de Kreacher.
Esas lineas dibujadas en carne viva no podìan parecerse a ninguna otra ya que fue ella, y no el Señor Oscuro, a trazar sus contornos en la piel del esa criatura. La misma daga que tan friamente usò para convencer a Harry Potter, ya una vez dejò un tangible recuerdo en la piel del viejo sirviente que osò resistirse a ellos.
Desde ese dia el elfo domestico de los Black se convertiò en su perrito faldero y ahora se encontraba ahì, obstentando superioridad. ¿Como podìa esa marca, ese brazo, pertenecer a esa criatura de tan noble apariencia? Ese anciano caballero no tenia nada que ver con el sirviente sucio y arrogante que ella conocìa.
Una sospecha se abriò camino en su mente: la aterradora idea que su Señor hubiera descubierto toda la verdad sobre la suerte de los horcruxes y su fallido intento de venganza le cortò la respiraciòn. Recuperò el control de si misma cuando se dio cuenta que el Señor Oscuro jamàs se hubiera molestado en cambiar el aspecto de ese detestable elfo.. ¡para convertirlo en un caballero... ademàs!
El elfo moviò imperiosamente las manos y dejò que una tenue luz iluminara el lugar. Los ojos de Bellatrix se abrieron de par en par al ver las paredes: construidas con el material mas extrano que hubiera visto jamàs: grandes ladrillos de piedra que se esfumaban hacia el cielo nocturno y desaparecìan en la luz de las estrellas. Algunas antorchas de antiguo aspecto donaban al lugar un aire del todo irreal. Era como encontrarse prisionera en un bosque incantado extrañamente... aterradoramente silencioso.
Eso bastò convencerla de que nada - en ese lugar - le era familiar.
Como si alguien hubiera adivinado sus pensamientos, ella octuvo su respuesta: la niebla volviò a formarse y ella tuvo la sensaciòn de que esa extraña celda hecha de nada quisiera aplastarla. Extraños pensamientos se insinuaron en su mente, como si un poder mas grande quisiera obligarla a enfrentar cara a cara lo que jurò olvidar a cualquier precio.
Imperceptible, un ligero movimiento del aire nocturno - leve como un susurro, despertò miedos inconfesados, y el peso de culpas jamàs espiadas y esa voz... en la niebla de su pasado... la atrapò en el labirinto de su conciencia - "Caiste en la trampa..Bellatrix.
Ella emitiò un alarido de terror al escuchar la voz que por tanto tiempo la persiguiò en sueños - "Me... me lo estoy imaginando... no, no puede ser..."
Bellatriiiiix..
Otra vez el susurro serpenteò por el lugar ma recondito de su conciencia. Burlòn. Casi infantil. - ¿No me dices nada, Bellatrix?
La mujer se rebelò a la voz que intentaba emerger de su conciencia. "No es r..eal... no, no puedes es..tar aquì..."
"¿Segura? Se que puedes escucharme...
¡NO! - Gritò Bellatrix, jadeante. - ¡Déjame en paz! ¡Eres solo un recuerdo!
¿Y quien tiene la culpa de eso? ¡Soy parte de ti, ahora! Yo soy tú. Tú eres yo. Se dice que los que asesinamos jamàs mueren del todo. Viven en nuestras culpas, se insinuan en nuestros pensamientos, se alimentan con nuestros inconfesados miedos.
La mortifaga se estremeciò. - ¡Desaparece!
No puedo hacerlo ¿recuerdas? ¡Soy la sangre que escurre en tus venas! ¡seguiràs escuchando mi voz hasta que enmendes tu pecado y justicia sea hecha!
Ya... ¡olvídame!!-rugiò, desesperada.
No puedo...- repitiò la voz. - Porque estoy dentro de ti...
Se quedò helada, su mente trabajò a mil por horas tratando de encontrar una explicaciòn a lo que estaba viviendo pero su cerebro parecìa atascado en el mismo punto, incapaz de safarse.
Se rebelò a esa pesadilla con todas sus fuerzas tratando inutilmente de moverse; entendiendo por primera vez como debìa sentirse un insecto en una telaraña. Recordò la presencia del anciano al otro lado de los barrotes y tratò de convencerse de que todo eso no era mas que una alucinaciòn creada por ese ser con un discutible sentido del humor. Si.... ¡Asi tenìa que ser! - ¡SE QUE ESÀS AHÌ KREACHER! ¡ES UN SUCIO TRUCO! ¡PERO NO PODRÀS CONMIGO! ¡JAMÀS PUDISTE... ¿ME OYES?
Una mano - invisible a los ojos de la mujer - dejò que la niebla desapareciera. El Heredero no perdiò detalle de lo que pasaba mientras la mortifaga se hundìa cada segundo mas en el abismo de la demencia. Anhelaba - ansiosamente - que ocurriera lo que el Libro de la Verdad acababa de revelarle. - Èl volverà a ti.... - Cerrò los ojos saboreando esa promesa como un inesperado premio del destino. Y esperò.
La niebla despareciò y poco a poco, Bellatrix distinguiò nuevamente la puerta de barrotes de donde el anciano elfo la estuvo mirando poco antes. De èl no quedaba rastro... pero la voz - en su cabeza - seguìa reclamando atenciòn.
Cerrò los ojos rendida, y una lágrima solitaria descendiò por su mejilla cuando lo escuchò nuevamente: sonò cansado, profundamente triste. ¿Què hiciste de tu vida.. y de la mia... primita?
Los ojos brillaron en la oscuridad. Su rostro pàlido, cansado, apareciò nitidamente frente a ella y por un larguisimo instante fue embestida por los recuerdos de su olvidada niñez... y de su fiel y inseparable compañero de juegos.
¿Que hice... Sirius?-susurrò, con los ojos aguados.
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Bellatrix reconociò al instante, en el hombre de humilde apariencia, a su antiguo complice. Se preguntò ¿quien pudo rescatar sus pecados al punto de ahorrarle la desgracia de poseer un corazòn capaz de sentir dolor.. remordimientos, angustias?
Ella invidiò profundamente el hombre que - como un automata - iba y venìa de esa celda sin dedicarle una sola mirada, totalmente inconciente de su presencia.
El silencio - inexorablemente - fue minando su cordura. Viò desfilar, uno a uno, los espectros de aquellos que un dia fueron sus amigos. En sus labios pudo leer la misma pregunta: ¿Por què?
Maldecida, y tambièn condenada a sentir de nuevo lo bueno y lo malo de lo que jamàs volverìa a ser. Torturada por un alma que vendiò al mejor postor a cambio de ese sueño de poder y gloria que - ahora lo sabìa - acabarìa en cenizas; ella pensò nuevamente en el muchacho que fue capaz de arrancarse el corazòn y nacer de nuevo.
En ese momento entendiò que nada podìa hacer contra el Niño que luchò para recobrar lo que le fue quitado: el derecho a vivir en un mondo sin guerra, sin Voldemort....y sin ella.
Entendiò que no tenìa ninguna posibilidad de ganar... abandonada por el Señor Oscuro que jamàs perdonarìa su fracaso, su silencio... su fatal error... condenada al olvido de aquellos que siempre sirviò y al desprecio de todo el mundo màgico.
Sabìa demasiado bien que su mismo esposo entregarìa su cabeza sin pensarlo. Voldemort eligiò hace tiempo el camino de la prudencia y no permitò que se llevara acabo ningun ataque en los ùltimos meses. Anhelaba experimentar nuevas formas de tortura que ella misma - en su momento - sugiriò... cuando aun no sospechaba que pudiera llegar el dia en que le tocarìa probar una cucharada de su propio veneno.
Sintiò un escalofrìo de puro terror atravesarle la espina dorsal, y de repente la perspectiva de su posible muerte no le pareciò tan atròz.
En ese momento, ella sintiò sus musculos despertar y recobrar fuerza y supo - con algo de sorpresa - que podìa moverse.
Un par de ojos verdes - invisibles en la oscuridad - brillaron de excitaciòn.
Los barrotes que poco antes sigilaron la puerta desaparecieron para dejar lugar a una extraña, logora cortina negra que fluctuaba levemente en la brisa nocturna.
En ese momento, el Bosque pareciò animarse, y ella sintiò murmullos en la lejanìa.
Sintiò la voz de su madre llamandola desde el jardin y el grito de victoria de los miembros de su Casa, en Hogwarts, ese año en que lograron ganar la Copa de las Casas.
Corriò hacia el murmullo - irresistiblemente atraida - deseando ser libre, inocente y feliz como entonces.
Pasò mas allà del marco - sonriendo - perdida detras de quien sabe que sueño y no notò la temblorosa, invisible mano que el Heredero extendiò a sus espaldas, en espera.
Bellatrix jamàs viò la delgada silueta del hombre emerger del Portal de la Muerte. No viò los ojos de Sirius abrirse de par en par al sentir el calor de ese invisible abrazo... ni tampoco sintiò como el eco de los sollozos de Harry Potter resonò en cada rincòn del bosque prohibido cuando hizo que el Velo de la Muerte desapareciera para sempre en la oscuridad de la noche.
Continuarà........................................................
El Obsequio del Rey Sin Corona
Autora: Roma @[email protected]
Disclaimer: Los personajes de Harry Potter no son mios. Escribo eso por amor al arte y a K. Rowling, que Dios bendiga su hermosa imaginaciòn. El nombre Myrrdin lo saquè de un romance de Mary Stewart, y se que otras autoras ya lo utilizaron en sus fanfics, no los leì todavìa para no correr el riesgo de ser influenciada por ellos. El nombreAuryn es un pequeño homenaje a uno de mis escritores favoritos, el alemàn Michael Ende, y a su meravilloso Historia sin fin que leì muchas mas veces de lo que aconsejarìa el Ministerio de Salud. Los nombres de Accalon, Urien, Raven, Ninian Eian y Nimue los tomè del romance Las nieblas de Avalon de Marion Zimman Bradley.
Dedica: A mi precioso hijo, que aun es demasiado pequeño para apreciar los libros, pero crecerà.
Nota de la autora: Este es mi primer fanfic sobre Harry Potter, pero escribì otros hace algunos años sobre la serie X Files. Espero que disfruten leyendo de esta historia asi como yo disfrutè en escribirla.
Resumen: Èl que nunca se fue.....
WARNING: Este fanfic contiene SPOILERS del sexto libro. Si ya lo leyeron, disfruten de esta historia, si todavia no compraron el libro... ¡QUÈ ESPERAN!
CAP 15
El Perro y la Luna
Remus Lupin se viò obligado a autoaislarse en la Casa de los Gritos como en los tiempos del colegio, cuando Severus Snape se convirtiò en profugo de la justicia. Imposibilitado a tomar la pociòn capaz de contener sus instintos de lobo, el profesor confiò en que el Sauce Boxeador pudiera representar una eficaz barrera entre sus seres queridos y el monstruo que - muy a su pesar - trataba de salir a flote a cada plenilunio.
Tonks fue capaz de superar la barrera que èl edificò con la noble intenciòn de salvarla - literalmente - de sus garras; pero ella nada pudo hacer para convencerlo a quedarse encerrado en la celda que mandò a construir para èl en su propia casa.
Algo inexplicable ocurriò esa primera noche de luna llena, apenas unas semanas despuès de la tragica muerte de Dumbledore. El hombre regresò en ese polvoriento lugar lleno de recuerdos convencido de encontrarlo tal y como fue dejado el dia en que Harry se enfrentò por primera vez a Sirius, y de alguna manera, asì fue.
A parte por un pequeñisimo detalle.
Sus ojos, en un primer momento, no registraron la presencia del objeto que se le antojò familiar y a la vez totalmente fuera de lugar en ese lugar tetrico y escalofriante: un pequeño frasco de vidrio perfectamente limpio y lleno de un liquido verde resaltaba como un letrero luminoso en el medio de ese escenario uniformemente cubierto por varias capas de polvo.
Parpadeò varias veces par convencerse de que no estaba alucinando
La pociòn se encontraba ahì... tangible y real como una promesa cumplida. Desorientado, Remus abriò el frasco y reconociò el penetrante, familiar olor experimentando una mezcla de agradecimiento y duda con respecto al misterioso autor de ese invaluable regalo.
Ese alguien demostraba conocer muy bien el lugar si pudo superar el Sauce Boxeador sin un rasguño sabiendo que esa noche èl se refugiarìa en la casa de los gritos.
A cada plenilunio, el volviò a esa casa, encontrando cada vez, el mismo frasco. Jamàs intentò descubrir la identidad del misterioso visitante, pues su instinto le decìa que ese personaje tenìa excelentes razones para mantener el anonimato. Jamàs encontrò indicios o huellas en el suelo que delataran el recorrido marcado por èl, como si de un fantasma se tratara. Algun dia, èl sabrìa agradecerle, se dijo. Su angel guardian - aun en la distancia - cuidaba de èl.
Sin embargo una noche, el visitante no llegò a la acostumbrada cita: el frasco no estaba.
Desorientado, Lupin saliò a toda prisa de la Casa de los Gritos. No faltaba mucho, para que llegara la noche.
Aun recordaba - con rabia y culpabilidad - lo que sucediò la ultima vez que no tomò la pociòn. Su descuido tuvo consecuencias devastadoras en la vida de sus amigos. Acabaron los dias en los que podìa huir y aislarse de todo el mundo.. ahora tenìa alguien esperandolo en casa.
Prometiò no volver a aislarse y hacer feliz a la ùnica mujer que - despuès de Lily - lo aceptò sin juzgarlo tal y como era. Lupin, llegado a la edad adulta acantonò la esperanza que alguna mujer aceptara compartir con èl su vida y su... problema peludo, como James amaba definirlo.
No podrìa volver a su vida errante y solitaria.. no desde que comprendiò que la vida era demasiado preciosa como para desperdiciarla envejeciendo en soledad.
Sintiò los familiares sintomas difundirse en su cuerpo y tratò desesperadamente de ignorarlos.
Se rebelò a su destino y decidiò que... al precio que fuera, esa noche regresarìa a su casa. Ya sabia quien podrìa ayudarlo.
EN OESED....
Sirius permaneciò inmòvil, desorientado ante la arrolladora certeza de poseer nuevamente un cuerpo. Saboreò por un largo momento esa indescriptible sensaciòn de contacto en cada fibra de su ser. Sintiò la presencia de otro cuerpo estrechamente pegado al suyo aun que en un primer instante le resultò imposible ver a quien pertenecìa.
Ese alguien lloraba convulsamente sobre sus hombros. Quedò tan anonadado que por un instante se descubriò incapaz de devolver lo que era una evidente, desesperada manifestaciòn de afecto. El que lo apretaba pronto dejò de ser invisible, pero todo lo que pudo ver, en un primer momento, fue una familiar, desordenada masa de pelo negro. Eso bastò para reconocer a quien lo abrazaba. - Harry... que..
El muchacho llorò mas fuerte y èl levantò los brazos, meciendolo por un momento con una ternura de la que jamàs se creyò capaz.
Confundido, Sirius observò por un largo momento la oscura celda. Vio los grandes ladrillos de piedra deshacerse , perder consistencia y esfumarse frente a sus ojos y se preguntò la razòn de su presencia en ese lugar.
De la prisiòn en la que Bellatrix lo arrojò, nadìe jamàs podrìa alcanzarlo, a menos que Harry tambièn...estuviera.. muerto.
Sirius palpò convulsamente la cabeza y las manos de Harry para convencerse de que se econtraba ahì en carne y huesos y al sentirlo tan real, al verlo tan pàlido y asustado por algun razòn que aun no lograba comprender, intentò hacerlo reaccionar. - ¡HARRY! QUE HACEMOS AQUÌ... ¿DONDE ESTAMOS?
Si...rius. - Harry sintiò el calor de las manos de Sirius rozarle la mejilla y empaparse con lagrimas imposibles de detener. - Valiò la pena... todo eso valiò la pena si pudiste volver... repetìa freneticamente Harry. Con una oleada de verguenza, El muchacho cerrò los ojos al recordar la salvaje satisfacciòn que probò al descubrir que logrò cumplir con su misiòn: hizo que el Velo de la Muerte desapareciera para siempre llevando consigo la asesina de Sirius liberando el mundo de su indeseable presencia.
Harry no se manchò las manos con su sangre, no la empujò, no la arrastrò a la fuerza. Hizo que ella deseara varcar el portal para encontrar liberaciòn... èl le dejò creer que asì serìa. Harry propiciò su muerte y esperò, friamente, a que ella cayera, y cuando ocurriò se sintiò salvajamente feliz por haber condenado su alma..pero ¿que tal la suya?
¿Desde cuando encontraba perfectamente natural alterar la natural barrera que separaba la vida de la muerte?
El no era Dios.. era solo un muchacho extremadamente asustado al que el Destino ofreciò la posibilidad de ser totalmente egoista por primera vez en su vida. Quiso recuperar a padrino haciendo un trueque entre èl y su asesina.
La captura de esa mujer le diò la posibilidad de reparar una cruel injusticia y emendar el que consideraba el peor error de su vida. Quiso cancelar al precio que fuera los remordimientos que lo acompañaron desde la muerte de Sirius...jugando a ser omnipotente.
El muchacho balbuceò incoherencias - con una voz apenas reconocible. - Yo te salvè, Sirius. Me prometieron que volverìas. Ella alterò el curso de tu destino antes de aue llegara tu momento... por eso pude rescatarte Harry observò sus manos y las abriò, temblorosamente, hacia èl. - ¿¡Pude.. rescatarte! - Sirius notò, con un estremecimiento de miedo, que los dedos de su aijado desprendìan pequeñas descargas de eletricidad. Mira mis manos, Sirius. No hay nada en el mundo, que no puedan hacer.
Harry riò histericamente y Sirius - repentinamente - llorò al ver que los ojos del muchacho - esa noche - perdieron irremediablemente el brillo de la inocencia. Harry hizo inhumanos esfuerzos para no encontrar sus ojos, la mirada obstinadamente fija en la contemplaciòn del bosque silencioso.
Despuès, como en un sueño, Sirius viò el fenix dorado posarse sobre el brazo de Harry y frotar su cabeza contra la de èl. Antes de que el hombre pudiera sorprenderse por ese hecho tan extraordinario apareciò otra ave - identica, justo frente a ellos. La silueta de una joven mujer que en un principio no pudo identificar - de pequeña estatura - apareciò poco despuès en el claro del bosque.
Llegò la hora, Harry.
Sirius entrecerrò los ojos tratando de identificar la voz, sin lograrlo. Observò las dos aves gemelas - anonadado - y solo despuès notò el brillo que desprendìa el pecho de Harry, a la altura de las claviculas, abriò un poco la tela de la camisa pensando se tratara de alguna clase de herida. Harry, aparentemente perdido en una conversaciòn sin palabras con la recien llegada, no tratò de impedirlo.
Sirius diò un respingo hacia atràs al ver el extraño tatuaje en forma de ave, y el imponente medallòn dorado que brillaba debajo de èl, transparente a travès de la piel de su torax. Reconociò - en esa joya de antigua factura - el simbolo de un poder que por siglos considerò leyenda.
El Poder de Merlin.
Harry, ignorando su sorpresa y aparentemente ansioso de abandonar ese extraño lugar, lo agarrò del brazo en el mismo instante en que la mano de Ginny Weasley tocò a suya. Sirius se sobresaltò al darse cuenta de que sus manos y sus cuerpos se volvìan poco a poco, totalmente invisibles, hasta que juntos desaparecieron en la oscuridad de la noche.
............................
Hermione tuvo una revelaciòn esa noche. Sabìa que muy pronto èl aparecerìa en esa casa para pedir ayuda y ella no tenìa derecho a negarsela, aun conciente los riesgos que conllevarìa ayudar a Remus mientas se encontrara en ese estado.
Pensò freneticamente en la mejor manera de alejar a Ron de la Madriguera antes de que la presencia del antiguo profesor representara un peligro para èl.
No serìa fàcil, ya que Ron iba muy perceptivo y sensible en los ultimo dias. Su mal humor tenìa mucho que ver con la reciente desapariciòn de Harry y su hermanita. Por mucho que confiara en su mejor amigo, ella pudo sentir como su mente trabajaba a mil por hora imaginando lo que debìan estar haciendo esos dos tan lejos de casa.
Por eso . desde ese dia - Ron caminaba con el ceño fruncido, recorriendo el salon como un perro guardiàn, ansioso de detectar cualquier indicio que pudiera darle una pista sobre lo que pasaba con su hermana.
Hubiera dado lo que fuera para inmortalar la cara que puso Ronald en el preciso instante en que los cuerpos inmòviles de Harry y Ginny desaparecieron de la Madriguera.
Todas las cabezas - despuès del primer momento de desconcierto, giraron hacìa ella, convencidos de que Hermione pudiera explicarlo todo ¡y asì era! aun asì.. por el bien de todos... decidiò callar.
La muchacha se estampò en la cara su mejor sonrisa de aquì no pasa nada y se limitò a decir, sibilinamente, que volverìan pronto... con una inesperada sorpresa.
Molly levantò suspicazmente las cejas en el mismo instante en que la mandibula de Arthur, Ron y sus hermanos se caìa al suelo. Hermione cerrò la boca de Ron sonriendo malignamente. No... no se trata de eso.
Arthur se dejò caer sobre el sillòn mas cercano y ella lo mirò con ternura. El inusual fenomeno mistico que precediò la desapariciòn de Harry y Ginny debiò causarle un trauma que - como padre - tardarìa mucho en asimilar. Pero ese no serìa el ùnico cambio al que todos ellos se tendrìan que acostumbrar: El regreso de un viejo amigo darìa un drastico cambio de ruta en la vida de todos ellos...
La repentina visita de Remus Lupin a la madriguera - esa noche - resultarìa mas sorprendente de lo previsto... Definitivamente, el Destino tenìa un extraño sentido del humor.
...........................................
Ron palideciò, retrocediendo lentamente. Alcanzò a tientas la puerta que acababa de cerrar a sus espaldas, tratò de desbloquear el picaportes que extrañamente se resistiò a ceder ante la convulsa y desesperada presiòn de sus dedos.
Un lobo con un aire sospechosamente familiar se encontraba frente a èl, parado justo a lado de la chimenea de su casa. Los colmillos bien visibles, cada fibra de su cuerpo se encontraba tensa... y en evidente posiciòn de ataque.
¡Uh..Oh!
Retrocede lentamente, Ron. Confia en mi... no te harà daño. - La voz de Hermione fue solo un eco en su mente, apenas audible, tranquilizadora. A sus espaldas, la puerta se abriò lentamente y el percibiò su presencia. Incapaz de despegar la mirada del monstruo colmilludo que ahora se encontraba frente a èl, el moviò un pie hacia atràs, y despuès otro... y otro mas, hasta que la mano de Hermione se posò sobre sus hombros y jalò fuerte, arrastrandolo hacia el patio trasero.
Antes el total desconcierto de Ron, Hermione lanzò un hechizo a todas las puertas y ventanas de la casa para que el lobo no pudiera escapar sin intentar atacarlo o hecharlo de ninguna forma. Ella observò con sospechoso interes la manera en que el lobo, imposibilitado a atacar a los habitantes de la casa, se preparaba a destrozar los maltrechos muebles que tenìa a su alcance.
Ron observò Hermione una vez mas, convencido que hubiera perdido la razòn, y inexlicablemente, la viò sonreir.... en su rostro leyò ilusiòn, expectaciòn... Como si no hubiera soñado nada mejor en la vida que contemplar a ese lobo salvaje y su furia destructora.
¡HERMIONE! Ella levantò apenas las cejas, demasiado interesada en ese triste espectaculo para prestarle atenciòn ¿QUE DIABLOS TE PASA ¿ACASO TE VOLVISTE LOCA?
Ante ese grito, el lobo dejò de descargar su furia contra los objetos inanimados que tenìa a su alcance para transladar su interes en ellos dos. Con un rugido, se acercò rapidamente a la ventana. Enfrentandose a esos ojos inyectados de sangre, por un momento el muchacho sintiò un estremecimiento de terror atravesarle la espalda. Instintivamente, Ron abrazò a Hermione para protegerla de cualquier ataque pero para su desconcierto - y con una tranquilidad que lo descolocò - ella rechazò su ayuda.
¡BANGGG! Las garras del lobo intentaron alcanzarlos, golpeando en vano el vidrio que los separaba. en apariencia protegido por una extraña, invisible barrera.
No podrìa lastimarnos aun que lo intente. Dijo ella, incapaz de despegar la mirada del Lobo-Demoledor.
Ron intentò - cosa muy loable de su parte - mantenerse calmado y racional.. pero empezaba a creer que el Don de la Vista causara extraños efectos collaterales en los seres humanos. Su novia se veìa feliz como una niña a punto de descartar los obsequios de Navidad.. ¡como si - para variar - supiera algo que èl no!
Murmurò, calmadamente: Hermione... Señora del Agua... Voz del Futuro... te molestarìa explicar a ese simple mortal ¿QUE TE PARECE TAN GRACIOSO?
Lo veràs con tus propios ojos... en un momento mas. Ya estan aquì.
¿Quienes? Preguntò èl, desconcertado.
Ella extendiò la mano indicando el salòn, en el mismo instante en que tres siluetas se materializaron en el centro del cuarto.
Harry, Ginny y un... ¿perro?
Ron notò inmediatamente el impresionante parecido con Canuto... Abriò los ojos como platos cuando viò que el animal, para nada asustado frente al lobo que tenìa en frente, se hechò a correr en direcciòn de ese ùltimo. La actitud del animal cambiò radicalmente al encarar al perro que, inexplicablemente, se acercò, meneò la cola y olfateò el lobo.
Ese fue empujado hacia el suelo y muy pronto los dos animales se encontraron juguetonamente enredados e un confusa mezcla de colas y patas... entre aullidos y lamidas... en lo que quedaba del destrozado comedor de casa Weasley.
Una luz se encendiò entonces en la mente de Ron al ver la radiosa sonrisa en los rostros de Hermione y de Ginny. La expresiòn de Harry delataba una felicidad imposible de describir.
- Canuto regresò a casa. - Dijo Ron.. tratando de que sus palabras lo hicieran todo mas real - ¿Como? ¿Ahora tienes el poder de revivir a los muertos, Harry?
Solo aquellos que dejaron ese mundo antes de que fuera tiempo, era necesario que su asesina atravesara el portal, para que èl, su victima, pudiera retomar su existencia mortal hasta que llegue el dia en que deberà dejarla... pero no serà ahora Ron, no serà ahora. Commocionado, Harry deshizo el encanto que protegìa la puerta y las ventanas.
Hermione y èl tuvieron apenas el tiempo de hacerse a un lado, un poco aplastados contra el marco de la puerta.
Un segundo despuès perro y lobo desaparecieron juntos, ladrando y aullàndo, a la luz de la luna.
Continuarà.............
El Obsequio del Rey Sin Corona
Autora: Roma [email protected]
Disclaimer: Los personajes de Harry Potter no son mios. Escribo eso por amor al arte y a K. Rowling, que Dios bendiga su hermosa imaginaciòn. El nombre Myrrdin lo saquè de un romance de Mary Stewart, y se que otras autoras ya lo utilizaron en sus fanfics, no los leì todavìa para no correr el riesgo de ser influenciada por ellos. El nombreAuryn es un pequeño homenaje a uno de mis escritores favoritos, el alemàn Michael Ende, y a su meravilloso Historia sin fin que leì muchas mas veces de lo que aconsejarìa el Ministerio de Salud. Los nombres de Accalon, Urien, Raven, Ninian Eian y Nimue los tomè del romance Las nieblas de Avalon de Marion Zimman Bradley.
Dedica: A mi precioso hijo, que aun es demasiado pequeño para apreciar los libros, pero crecerà.
Nota de la autora: Este es mi primer fanfic sobre Harry Potter, pero escribì otros hace algunos años sobre la serie X Files. Espero que disfruten leyendo de esta historia asi como yo disfrutè en escribirla.
Resumen: El señor del fin y del comienzo...
WARNING: Este fanfic contiene SPOILERS del sexto libro. Si ya lo leyeron, disfruten de esta historia, si todavia no compraron el libro... ¡QUÈ ESPERAN!
Cap 16
Ianus... Señor del Tiempo
El regresò en la Madriguera pisando el suelo de esa casa que lo cobijò por doce largos años. Disfrutò el perfume de la cocina casera al que su vida de profugo de la justicia lo obligò a renunciar.
Ya no tenìa casa, ni tampoco alguien que quitara de sus espaldas la responsabilidad de sobrevivir.... de tomar culquier tipo de decisiones. Esperò por largo tiempo que llegara el momento de enfrentarse al ingrato muchacho que lo renegò en cuanto se enterò de su secreto.
¿Quien era el traidor entre ellos dos, si en la primera ocasiòn el muchacho al que entregò los mejores años de su rata vida fue capaz de condenarlo sin darle siquiera la posibilidad de explicarse?
La palabra clave era SOBREVIVIR, a cualquier precio. Aun que en el inmediato futuro se viera obligado a jugarse el pellejo por lo que estaba a punto de hacer.
Lo estaba arriesgando todo esa noche. Ser sorprendido en la casa de los Weasley podrìa costarle la vida. La rata sintiò como el circulo se cerraba cada dia un poco mas a su alrededor. Su patròn toleraba muy mal las indecisiònes y - lo que era peor - en los ultimos dias parecìa peligrosamente aburrido de sus servicios... preocupado por la inexplicable desapariciòn de Nagini.... su fiel mascota.
Su Señor no amaba quedarse inactivo por tanto tiempo. En vano esperò a que Bellatrix y Lucius regresaran con un valioso rehen que pudiera ser usado como carnada para llevar al Niño que Viviò exactamente donde su patron querìa: de rodillas, y suplicando clemencia.
Pero ni Lucius con su astucia, ni Bellatrix con su maldad, tuvieron exito a la hora de acercarse a sus objetivos. Por alguna razòn, los dos desaparecieron del mapa, dejando que su señor se carcomiera en la rabia , torturandose en la duda de que algo estaba escapando a su control.
Èl, Peter Pettegrew, su mas humilde y fiel servidor, le entregarìa una inconfutable prueba de lealtad teniendo exito en donde todos los demas fallaron, ofrecerìa la cabeza del mejor amigo de Harry Potter como un personal y humilde homenaje a Su Maldad.
No podìa fallar. Conocìa demasiado bien cada centimetro de esa casa. Subiò con paso seguro, escaleras arriba, hacia el cuarto pintado de naranja que un dia lejano compartiò con su futura, preciada preda.
Ron se encontraba profundamente dormido, boca abajo, sobre la cama. Se acertò de que nadie mas se hubiera quedado en casa esa tarde. Se acercò - inobservado - a los pies de la cama. Cuando estuvo a punto de retomar su forma humana un ruido a sus espaldas hizo que se sobresaltara por el terror.
Un minùsculo buho revoloteò sobre su cabeza, moviendo freneticamente sus alas hasta alcanzar a Ron. El muchacho moviò bruscamente la mano - sin abrir los ojos - intentando liberarse de la inoportuna mascota.
En ese momento, Ron entreabriò los ojos y Colagusano lo viò luchar contra el sueño y - entendiò el peligro algunos instante despues, cuando sintiò la punta de su misma varìta màgica apuntarle al corazòn.
Colagusano lo inmovilizò antes de que pudiera reaccionar de cualquier forma.
Si. Ese dia el ratòn le ganò - por fin - al gato.
¡Èl se encargarìa de que el muchacho disfrutara cada instante de su largo... ultimo viaje!
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Ninian, Sacerdotisa del Mistico Poder, recibiò las nuevas Voces del Agua con todos los honores. E rey Gorad, su esposo, le revelò que una de ellas llevaba - tanto en su nombre como en su alma - el Don de la Suprema Sabidurìa.
La Voz del Futuro eligiò romper el silencio. Ya siendo mortal, ella hizo loables intentos para rescatar la dignidad que les fue quitada por su condicciòn de esclavos mucho antes de saber que llevaba en su destino la Sagrada Marca del Agua.
Fue la ùnica, entre los mortales, que supo ver el dolor, el abandono al que el indiferente mundo màgico los condenò, diò voz a aquellos que no la tenìan.
Hermione tenìa el maravilloso, incomparable Don de leer la suprema esencia del alma, espejo de la verdad.
No era una simple vidente, ni podìa definirse tan solo como una bruja de extraordinario talento: era tambièn una predestinada en el complicado juego del Destino que llevarìa al enfrentamiento final entre Bien y Mal.
Al llegar a la sala del trono, Hermione sonriò a la imagen del pequeño elfo domèstico que la saludaba efusivamente del otro lado del espejo. El pequeño, humilde ser coronado sonrèia radiante, enseñando orgulloso la preciosa colecciòn de calcetines y gorros que ella misma tejiò. El pequeño elfo abriò las arrugadas manos ofrecièndole un pequeño bulto a travès de la invisible barrera que los separaba: eran los calcetines que - un dia lejano - tejiò especialmente para ella.
Hermione supo que ese era el mismo reflejo que Gorad veìa, cada vez que buscaba el espejo. Asì supo que el dìa se acercaba, para el joven rey sin corona
Hermione acariciò los calcetines como el mas precioso de los talismanes, sin saber que decir. Gorad posò una mano sobre la de ella, murmurando.
Dobby vive en mi como yo en èl... hasta que permanezca esclavo de mis propias debilidades. Dijo Gorad.
Repentinamente, los ojos de Hermione se abrieron de par en par y su mente corriò hacia el cuarto donde cierto pellirojo se encontraba dormido.
Sintiò su incredulidad, su terror al saberse atrapado, imposibilitado a llamar ayuda. El enemigo estaba dispuesto a todo, con tal de demostrar que aun podrìa debilitarlos, golpear en donde mas le doliera.
Colagusano no sabia que ellos eran capaces de hacer lo mismo.
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Ron abriò lentamente los ojos tratando de ubicarse. Sintiò su garganta cerrarse al darse cuenta que se encontraba totalmente inmovilizado. Sintiò un dolor pulsante en las muñecas y en cada fibra de su cuerpo, inaturalmente tendido por invisibles cuerdas.
Sintiò sobre si esa mirada frìa, calculadora. Reconociò la silueta de ese hombre regordeto aun sin necesidad de ver su cara. Peter Pettigrew estudiò su reacciòn, extrañamente euforico ante el exito de su misiòn.
Que gusto me da verte, Ronald. - Canturreò. - Donde quedaron tus modales ¿no piensas saludar a tu viejo amigo?
Ron levantò desafiantemente la cara y lo enfrentò. No veo amigos aquì, solo alimañas.
Deberìas cuidar tus palabras, Ron. Eres perfectamente prescindible en ese juego.. no eres tu el que mi Señor quiere. Desde ese momento elige bien las palabras que usaràs, porque tu vida, desde ese momento, cuelga literalmente de un hilo.
Ron lo observò. Colagusano tenìa la caracterìstica expresiòn soñadora del perfecto imbècil disfrutando de sus primeros - y posiblemente ùltimos - quince minutos de gloria.
Mi Señor està muy ansioso ahora que tambièn Bellatrix desapareciò, Lucius y ella se encuentran fuera de su alance y èl està totalmente seguro de que tu amigo Harry tuvo que ver con eso. Su furia es incontenible.. Mi Señor no tolera que e le desafie.
Lo se. Es demasiado cobarde para enfrentarse a alguien mas valioso que èl y en paridad de condiciones... por eso no tiene problemas en asesinar a bebès indefensos..... Ron enfrentò su mirada, y agregò. ¡Y RODEARSE DE RATAS!.
Un dia no muy lejano - muchacho ingrato - mi Señor volverà a ser lo que era. Cuando los talismanes que custodean su inmenso poder vuelvan a sus manos, el serà el Brujo mas poderoso de la Tierra.
Cuando trate de hacerlo, tu señor descubrirà que de su oscura alma no queda mas que polvo...y cenizas.
¡CRUCIO! Rugiò Peter.
Ron gritò, sintiendo sus huesos, su piel, su misma sangre arder en llamas. - Es verdad... Ni tu señor puede esperar... repartir su alma.. en siete pedazos sin pagar un precio. Gritò, sintiendo que el dolor se hacìa a casa segundo mas insoportable. - Al cometer esa atrocidad creò el arma de su propia destrucciòn.
¡CIERRA ESA BOCA!
En lugar de amilanarse, la voz de Ron cobrò fuerza, y firmeza. - El Elegido enfrentarà a tu señor sin temer ninguna de sus fuentes de poder, ya que fueron destruidas. - Dijo, desafiante.
¡NO ES CIERTO!
¡ES VERDAD! Lucius hizo que el diario de Tom Riddle llegara en manos de mi hermana y Harry lo destrozò despuès de rescatarla de la Camara de los Secretos. Bellatrix escondiò los suyos en los padres de Neville Longbottom. El medallòn de Salazar Sylterin fue destrozado, el caliz de Hufflepluff ya es historia y en cuanto a Nagini ¡tuvo un interesante encuentro cercano con una serpiente mas poderosa que èl! Escupiò Ron.
Colagusano palideciò. El muchacho conocìa la historia de los siete Horcruxes, y por el brillo de superioridad y triunfo que viò en sus ojos supo que el enemigo tenìa mucha mas informaciòn de la que su Señor estarìa dispuesto a tolerar. - ¿DONDE SE ENCUENTRA AHORA TU AMIGO POTTER?
Demasiado en alto para que Voldemort pueda alcanzarlo.
Tambien la jaula en la que te encuentras encerrado se encuentra mas en alto de lo que crees, Weasley. Tal vez no notaste, pero no estàs en condiciones de hacer el gracioso.
Antes de que pudera entender lo que pasaba, Ron sintiò una extraña sensaciòn en las piernas que repentinamente, se encontraron libres... y suspendidas en el vacìo. El piso de la jaula donde se encontraba encerrado, simplemente desapareciò. No quedò mas que el aire entre el fondo del barranco y èl.
Su cuerpo flotò por un momento, suspendido por voluntad de su carcelero. Sus dedos se crisparon, buscando desesperadamente algun punto de apoyo. No quedaban mas que pocos segundos entre èl y su muerte.
Toda su vida pasò frente a èl, como una absurda pelicula en camara lenta. Èl cerrò los ojos, repentinamente conciente del hecho de que Hermione llegarìa demasiado tarde... Solo esperaba que Harry se apiadara de ella borrando de su mente la visiòn de su cuerpo cayendo al vacìo.
Colagusano quebrò el hechizo que lo mantuvo suspendido y el sintiò como su cuerpo y sus manos hicieron un ultimo deseperado intento para agarrarse a los barrotes de esa destartalada jaula gigante.
Por algunos segundos permaneciò ahì, aterrorizado, esperando hasta el ùltimo instante que pasara algo ¡cualquier cosa!
Despuès sintiò un grito ahogado, y alguien que lo llamaba. - ¡ROOOOOON!
Un segundo mas tarde, el muchacho asistiò a la escena mas surreal de toda su vida. En los freneticos instantes que precedieron su caìda al vacìo, èl tuvo una fugaz vision de Alice, Ginny y Hermione acorralando a Colagusano. Este retrocediò con una expresiòn de puro terror en la cara.
Despuès - cosa mas absurda aun - vio el instante en que Harry se asomò hacia el barranco para lanzarse sobre èl, y lo abrazò.
HARRYY.....¡NOOOOOOOOOOOOOOOO! Ron gritò desesperadamente cuando el peso del cuerpo de Harry, impactando sobre el suyo, hizo que ambos perdieran el equilibrio.
El tiempo pareciò detenerse cuando los dos amigos cayeron hacia el barranco bajo la mirada atònita de las mujeres y de la rata que jamàs aprendiò a ser hombre.
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Colagusano retrocediò al verlas. Las tres brujas se le acercaron acoralandolo a pocos metros del barranco en el que se encontraba la improvisada celda de Ron. Colagusano sintiò una oleada de miedo peinarle la espalda al ver las tres mujeres acercarse. La furia que leyò en sus ojos debiò darle un indicio sobre lo que lo esperaba.
Desconocìa el origen de nuevos poderes de las tres brujas, pero sus ojos se abrieron de par en par al reconocer - en la mas anciana - otra des sus antiguas amigas, y compañera de lucha.
Por lo que sabìa ella aun debìa estar encerrada en un cuarto de hospital, hundida en la niebla de la demencia. No ignoraba que Alice Longbottom y su esposo fueron internados en el hospital San Mungo por mucho, muchisimo tiempo. Cuantas veces escuchò Bellatrix alardear sobre como logrò entacar para siempre su salud mental ¿Como pudo - esa loca que ahora lo miraba con ojos febriles - regresar al mundo de los vivos y enfrentarse a èl con ese aire de Diosa de la Venganza?
Colagusano no supo, hasta que fue demasiado tarde, que su destino estaba marcado.. que cada uno de sus pecados encontrarìa el inevitable castigo ya que su sentencia estaba escrita en las miradas de las tres mujeres, bendecidas por un inmenso poder que ni èl, ni su propio patron, conocìan.
Alice posò sus ojos claros sobre el hombre, para que pudiera reflejarse en el infierno de su negra conciencia. Ginny desojò su mente, recuerdo tras recuerdo, pecado tras pecado, hasta que el aplastante peso de sus culpas cayò sobre èl, atrapandolo en su miseria.
Colagusano tuvo apenas el tiempo de notar el resplandor del tatuaje sobre la clavicula de la joven, apenas visible debajo del escote de su tunica. Notò la extraña luz que emanaron sus dedos solo un segundo antes de que ella lo tocara.
Colagusano dio un grito ahogado cuando vio que el mundo - para èl - quedò repentinamente patas arriba: Ginny lo meciò con fingida indiferencia sobre el barranco por donde Harry y Ron desaparecieron.
Ella respiraba entrecortadamente, una expresiòn dura en los ojos. La mirada del hombre parecìa buscar el muchacho que - sin titubear - lo arriesgaba todo para salvar a su amigo, y en ese momento aun luchaba para encontrar la manera de salvarlo del peligro. Repentinamente entendiò - con una oleada de reticente admiraciòn - el porque Harry Potter era tan.. peligroso para su señor.
Ginny leyò en sus pensamientos y lo mirò, desafiante: - ¿Ahora lo entiendes, verdad? Harry no se transformò en lo que es debido a la profecìa, ni tampoco gracias a sus poderes màgicos ¡Son nuestras eleciones, no nuestros talentos, que definen lo que somos! - Concluyò Ginny con una peligrosa luz en los ojos, antes de dejar que flotara sobre el barranco gritando desesperadamente.
¿QUE QUIEREN DE MI?
Que traiciones a tu Señor y nos lleves hasta èl ¡AHORA!
¿Para què? ¡Muchachita idiota! ¡Si Potter caerà para salvar a su amigo... no quedarà nadie que pueda enfrentarse a mi Señor! ¡El me protegerà!Yo jamàs podrìa...
Ginny moviò los dedos y Colagusano precipitò por tres o cuatro metros debajo de ella.¿...traicionarlo? - Concluyò ella. - Suena algo raro, viniendo de ti.
¡ÈL ME NECESITA!
¿TU CREES? - Hermione lo envolviò con una cegadora luz blanca y èl sintiò como poco a poco perdìa el control de sus pensamientos. Tratò de no pensar en su Señor, pero la oscura demora que por tanto tiempo considerò su casa fue el ùnico lugar en el que logrò pensar en los ultimos instantes de su vida.
Fue una inutil cuanto patetica llamada de ayuda.
Hermione no necesitò leer nada mas - en su mente - para obtener la informaciòn que necesitaba.- Nadie te salvarà esta vez, Peter.
Ginny continuò para ella, extendiendo sus manos hacìa donde èl se encontraba, y el sintiò que algo raro pasaba con su cuerpo. - Seràs lo que siempre fuiste, una vieja, sucia y infame criatura. Envejeceràs y moriràs en el barro del que nunca debiste salir.... ya que no queda nada en ti, que pueda definirse humano.
¡NOOOOO! - Muy pronto su voz se apagò. No quedò nada mas, frente a su ojos, que una repulsiva decrepita y agonizante rata.
A sus espaldas, un estridente ruido de metal quebrado cancelò cualquier otra cosa, dilatando el tiempo y el espacio. Todo pasò como en camara lenta frente a sus ojos.
Por una fracciòn de segundo, las miradas de Harry y Ginny se conectaron. El pareciò murmurar: Perdoname. - Antes de abrazar a Ronald, y dejarse caer al vacìo.
HARRYY....NOOOOOOOOOOOOOOOO
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Ron buscò la mano de Harry mientras ambos caian, buscando a tientas algo de que agarrarse. El fondo del barranco se acercaba a impresionante velocidad frente a sus ojos aterrados.
Èl no se dio cuenta de que Harry murmuraba algo - en un extraño idioma - pero Ron, aterrorizado frente a la perspectiva de su inminente muerte, no se preocupò de entender esas extrañas palabras.
En ese momento una mano se posò en sus hombros y la otra agarrò firmemente su cabeza.
Las extrañas palabras se transformaron en una especie de canto. En ese instante Ronald Weasley se dio cuenta de que el viento ya no soplaba tan fuerte en sus oidos, que la mano de Harry no temblaba... y apretaba firmemente la suya... que su caida al vacio - inexplicablemente - se detuvo.
Abre los ojos, Ianus.
Ronald obedeciò, registrando an algunas decimas de segundo todo lo que los rodeaba. Observò, a dos metros debajo de ellos, el suelo de punteagudas piedras en donde jamàs llegaron a estrellarse.
Harry sonriò, poniendo una mano sobre el torax de su amigo, y revelò la marca que de ese dia en adelante, Ronald llevarìa en su pecho. - Ianus reencarnado... Señor...del Fin y del Comienzo, se manifestarà en ti. Seràs la puerta que se asomarà entre dos mundos para que bien y mal puedan enfrentarse... y se restaure el equilibrio entre Lo Que Serà y Lo que jamàs Debiò Ser.
La marca de Ianus - una reluciente cabeza de doble cara - apareciò sobre el torax de Ron. El Heredero lo envolviò en una cegadora luz blanca, y ambos desaparecieron.
En la tierra de Oesed, la rueda del destino giraba una vez mas. La tabla de ajedrez estaba lista.
Continuarà........
El Obsequio del Rey Sin Corona
Autora: Roma [email protected]
Disclaimer: Los personajes de Harry Potter no son mios. Escribo eso por amor al arte y a K. Rowling, que Dios bendiga su hermosa imaginaciòn. El nombre Myrrdin lo saquè de un romance de Mary Stewart, y se que otras autoras ya lo utilizaron en sus fanfics, no los leì todavìa para no correr el riesgo de ser influenciada por ellos. El nombreAuryn es un pequeño homenaje a uno de mis escritores favoritos, el alemàn Michael Ende, y a su meravilloso Historia sin fin que leì muchas mas veces de lo que aconsejarìa el Ministerio de Salud. Los nombres de Accalon, Urien, Raven, Ninian Eian y Nimue los tomè del romance Las nieblas de Avalon de Marion Zimman Bradley.
Dedica: A mi precioso hijo, que aun es demasiado pequeño para apreciar los libros, pero crecerà.
Nota de la autora: Este es mi primer fanfic sobre Harry Potter, pero escribì otros hace algunos años sobre la serie X Files. Espero que disfruten leyendo de esta historia asi como yo disfrutè en escribirla.
Resumen: Decisiones... y una dificil verdad que aceptar.
WARNING: Este fanfic contiene SPOILERS del sexto libro. Si ya lo leyeron, disfruten de esta historia, si todavia no compraron el libro... ¡QUÈ ESPERAN!
Cap 17
Duerme Conmigo Esta Noche
Ginny sintiò su mirada clavarse en su espalda, como un puñal. Su oscura presencia ensombreciò aun mas ese dia denso de emociones encontradas. Fue la gota que acabò con lo poco que aun quedaba de su paciencia.
Se irguiò en toda su pequeña estatura, como una gata en alerta. Deseò con todas sus fuerzas que èl cumpliera su proposito. Quiso que èl notara su aparente fragilidad. Notò su frìa, calculadora mirada y percibiò en preciso instante en que decidiò atacar.
Aun asì, Ginny no moviò un musculo. No hizo nada para evitarlo.
¡Al contrario! Decidiò que ESA serìa la perfecta ocasiòn para regolar deudas pendientes con el viejo, redivivo y transformista Tom.
Permaneciò de espaldas, en espera. Un escalofrìo de excitaciòn recorriò su espina dorsal al darse cuenta de que Rodolphus sonreìa, perfectamente seguro de su victoria.
La mirada de Hermione encontrò la suya en el preciso instante en que Rodolphus Lestrange la capturò. Hermione leyò claramente esa desconcertante decisiòn en su mente. Intentò reaccionar, impedir que Ginny pusiera en practica su proposito pero su amiga - dando plena demostraciòn de su poder - bloqueò cualquier intento de ayuda de parte de ella, poco antes de desaparecer junto al mortifago, sin dejar el menor rastro, determinada a impedir que se interpusiera entre ella y su asunto pendiente
Alice y Hermione se quedaron solas, con la aterradora certeza de que esta vez no podrìan intervenir a pesar de sus poderes, las miradas fijas en el punto exacto donde Ginny desapareciò.
Ginny tenìa el poder de hacerse indetectable, para Hermione... para el mundo.... Su decisiòn de usar esta facultad no era mas que una muestra de rebeldìa hacìa aquel que la eligiò como su igual. Harry jamàs imaginò que Ginny usarìa el poder del Fenix para alejarse de èl y combatir su personal batalla contra el mal. Sola.
Harry no entendiò el mensaje a tiempo: Ginny no aceptarìa jamàs quedarse al margen de sus decisiones. La locura que Harry cometiò sin siquiera consultarla surtiò ante sus ojos el mismo efecto que tendrìa un capote frente a un toro.
Ginny no amaba ser mantenìda al margen de su vida como una fràgil muñeca de porcelana. Harry se daria cuenta - a sus espensas - hasta que punto podrìa llegar, con tal de demostrarselo.
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Entendì que te fuiste lejos en el mismo instante en que dejè de percibirte. Una parte de mi se quedò anaspando el aire buscando... freneticamente, la ùnica parte de ti que jamàs me permitiste domar.
Debì entender que no aceptarìas el rol que te impuse, en este juego. Mi deseo de protegerte fue mas grande que todo. Olvidè que jamàs pediste quedarte al margen. Siempre quisiste ser, como fuera y al precio que fuera, parte de mi vida.
Te elegì por eso y por mucho mas, olvidando quien fuì, quien soy, y quien serè llamado a ser.
Quise crear para ti ese capullo de seguridad que siempre me fue negado, dandote la unica parte de mi que jamàs pude compartir con nadie: mi corazòn y mis alas inciertas
En los vuelos insensatos de mi imaginaciòn siempre... siempre te veìa cerca... al seguro... esperando.
Olvidè que esperar jamàs fue tu mayor ambiciòn. Debì recordar que tenìas tus propias alas para emprender el vuelo. Me demostraste - de la manera mas dura - hasta que punto eres mi otra mitad... la que llegò a ser parte de mi carne, de mi cuerpo, de todo lo que jamàs serè si algo llega a pasarte.
¿Como podìa aprender a tratarte si jamàs tuve nada.. ni nadie cerca de mi? Pensè que aprenderìa de ti. Dame otra oportunidad... lo harè mejor, la proxima vez.
Eras la respuesta a todas mis preguntas, el ùnico pago que le pedì al Destino.
Auryn te encontrarà, y harà para ti lo que yo no puedo, ya que es tu volundad lo que me impide alcanzarte, y enloquesco de solo pensar que esa imprudencia podrìa serte fatal y la culpa de todo - para variar - serà mia.
Por favor, cuida tus alas y las mias, porque jamàs podrìa abrirlas de nuevo, sin ti.
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Ginny permaneciò inusualmente quieta en la oscuridad de la celda donde Rodolphus la encerrò. Todos sus sentidos en alerta. No necesitò recorrer los cuartos de la enorme demora que una vez perteneciò a los Malfoy para enterarse de la desconcertante verdad: ese lugar acababa de transformarse - literalmente - en el reino de ese ser ambicioso y sin escrupulos con alma de serpiente.
La atmosfera del antiguo palacio se amoldeaba perfectamente a la personalidad de su nuevo patròn, No lucìa polvorienta y abandonada como casa Riddle: era mas limpia, luminosa y mas sontuosa que nunca; perfecto teatro para ese actor que acabò creyendo en su misma farsa.
Si. Ese fue el involuntario Don que Lord Voldemort otorgò a Ginny Weasley el dìa en que decidiò apoderarse de su alma: abriò - para ella - una ventana hacia su mente, permitiendo que ella adivinara su mas reconditos y ambiciosos deseos: ser un poderoso rey en su maravilloso castillo.
No quedaba mas - a su alrededor - que un puñado de subditos complacientes, siempre dispuestos a alimentar su vanidad , nadie poblaba los alrededores de la mansion ahora envuelta en un inatural, espectral silencio. Cada pajaro, cada àrbol parecìa esperar el regreso de sus legitimos dueños, la misma naturaleza - en los alrededores - rechazaba el usurpador, como esperando que algo pasara.
Y asì era. Ginny contribuyò en gran manera a la construcciòn del escenario que llevarìa esa farsa hasta sus extremas consecuencias. Nadie, mejor que ella sabrìa tocar las mas profundas cuerdas en el alma del Oscuro Señor. Èl violò su mente al usar su fragilidad sus inseguridades de niña para alcanzar sus propositos, y ella estaba mas que dispuesta a pagarlo con la misma moneda.
Voldemort ignoraba la existencia del poder del Fenix. No conocìa - aun - el profundo lazo que la ligaba al Elegido.
Voldemort creyò estar siempre un paso mas adelante de sus adversarios, y serìa precisamente su arrogancia, la que decretarìa el fin de ese mundo que èl quiso edificar sobre los huesos de sus enemigos ¡y de su propio padre!
Ginny no era - para èl - mas que un pèon en un inmenso juego de ajedrez. jamas se detuvo a pensar que ella tenìa el às ganador, escondido bajo la manga.
Cuando Voldemort entrò en la celda no se encontrò frente a una muchachita asustada. Viò a una joven mujer tranquila, determinada a no dejarse amilanar. A su pesar, Voldemort sintiò una reticente admiraciòn por esa muchacha. Nada conocìa de ella, aun menos ese explosivo caracter que de alguna forma, el mismo contribuyò a crear.
Dificil decidir quien era el insecto - y quien la araña - en ese silenciosa batalla de miradas.
Ginny levantò el menton, desafiante. Debajo de su tunica, la Marca del Fenix soltò una suave oleada de calor y ella la acariciò - secretamente - sintiendo como el esencia del Auryn llenaba su cuerpo. Harry la buscaba. Podìa sentir esa impotente desesperaciòn en cada fibra de su cuerpo. Pero no podìa permitirle interferir... no esta vez.
Ella tenìa sus propias deudas pendientes, no permitirìa que nada, ni nadie se interpusiera entre ella y su objetivo.
Cerrò aun mas el escote de la tunica y esperò que èl se acercara un poco mas, antes de envolverlo en la invisible red que el Fenix tejiò para èl, acunandolo en un sueño del que, tal vez, Lord Voldemort despertarìa demasiado tarde.
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Snape fue encontrado - agonizante - en la cercanìa del Bosque Prohibido, desangrandose a causa de profundas heridas que a primera vista fue imposible identificar. Fue llevado en la enfermerìa de Hogwarts y mantenido bajo estrecha vigilancia por todo el personal que - a pesar de lo ocurrido - seguìa viviendo ahì.
Madame Pomfrey y la misma Minerva McGonagall afirmaron que era un deber - para ellas - asegurar la supervivencia del hombre. Su aspecto, normalmente desaliñado, era mas deplorable que nunca.
Madame Pomfrey le abriò la camisa con la intenciòn de detener la emorralgia y medicarle las heridas pero la extenciòn de cicatrices relativamente recientes la dejò sin palabras.
A su pesar, esa visiòn la sacudiò profundamente, recurriò a toda su profesionalidad para curar, una a una, todas las heridas aun abiertas... pero sabia por esperiencia que por alguna de ellas no habrìa remedio.
Ese hombre fue sistematicamente torturado de la manera mas brutal, en los ùltimos meses. Tal vez por obra del enemigo que supuestamente apoyaba.
Sobre su torax, aun visible, un conjunto de cicatrices maldiestramente cosidas entre ellas dejaban leer un nombre: Draco.
Minerva abriò los ojos, totalmente desconcertada. Jamàs volviò a saber nada de Draco Malfoy desde que Harry decidiò llevarlo lejos. Ignoraba la existencia del pacto inquebrantable que Narcissa hizo con Severus Snape antes de morir ya que Harry era el ùnico que conociera su existencia.
¿Porque Lord Voldemort torturarìa sin piedad el hombre que supo acabar con el Ùnico Que Jamàs Temiò, en lugar de acogerlo con todos los honores? Tal vez el Señor Oscuro sospechaba que èl fuera una espia. A lo mejor tenìa que ver con la misteriosa huida de Draco Malfoy y con la pociòn multijugos misteriosamente aparecida en su celda.
Si Minerva se hubiera dejado guiar por su instinto, tal vez la buena suerte del hombre hubiera acabado ahì. Pero - como era de esperarse - esa mujer jamàs actuarìa en contra de los principios y deberes que siempre caracterizaron su vida.
A pesar de sentirse traicionada y profundamente decepcionada por ese hombre al que otorgò su confianza; mas allà de toda razòn y logica ella decidiò mantenerlo a salvo en el ùnico lugar donde jamàs pensò volverlo a ver: la torre que lo vio convertirse en asesino.
Snape abriò los ojos, esforzandose de enfocar la mirada. Lo primero que viò fue su rostro, su expresiòn severa. - ¿Minerva?
Profesora McGonagall, para usted.
¿Que hago... aquì?
Esperaba que usted contestara a esa pregunta, señor. Minerva subrayò la ultima palabra como si fuera un insulto.
Una vez acostumbrabas tutearme, Minerva.
Una vez creìa en ti . No acostumbro tutear los asesinos. - Contestò, cortante.
Severus acusò el golpe tragando duramente pero no insistiò. Lleguè hasta aquì para hablar con Harry Potter.
¿Porque lo busca en Hogwarts? Ese no es un lugar seguro para nadie, aun menos para èl.
Èl puede ahora protegerse solo. Contestò Snape, enderezandose con una expresiòn de evidente dolor en el rostro. - Actualmente es el brujo mas poderoso que exista en el Mundo Màgico.
Minerva abriò mucho los ojos sorprendida. Como sabe...
Digamos que Potter me tomò... algo desprevenido, la ultima vez que lo vi. Con algo de sorpresa, Minerva notò que Severus no obstentaba la sarcastica expresiòn reservada al chicoPotter. Parecìa - por increible que fuera - vagamente divertido.
Eso, mas que sus palabras, convenciò Minerva a permitir un encuentro entre Harry y Snape.
Sin perder un segundo, Minerva decidiò enviar un buho a Harry Potter. Era necesario que el supiera lo que estaba pasando.
Si su instinto no se equibocaba tal vez la lista de los protegidos especiales - en Oesed - estaba a punto de alargarse un poco mas.
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Sigo esperando, en la oscuridad, mientras las horas pasan en lentos, horribles, agonizantes momentos. Observo el despertar del bosque que nos viò nacer otra vez. Esta soledad - ahora - es todo lo que necesito. Siento que tu corazòn sigue latiendo y es de ese hilo invisible que me agarro, con desesperaciòn, esperando una señal, un suspiro.
Me preguntè, en esas largas horas, si tenìas derecho a partir sin decirme nada, a enfrentarte al peligro sin compartirlo conmigo. Solo ahora entendì lo que probaste. Esperar no es fàcil cuando tu vida parece estancarse siempre en el mismo punto, cuando no eres libre de elegir como salir adelante y empezar de nuevo.
No era yo, el unico a haberse ganado el derecho de luchar en esa guerra. Tambien dejaste una parte de ti en el camino y quise olvidar que necesitarìas luchar contra tus propios fantasmas. Intervine sin preguntar siguiendo solo mi instinto, como el heroe que jamàs quise ser.
Te marquè otra vez, amarrandote a mi vida a pesar de haberte alejado.... a pesar de ti.
Debì recordar que jamàs te gustò dejar nada a medias, que intentarìas recuperar lo que Tom te robò a travès de ese diario, en cuanto tuvieras el poder de hacerlo.
Acurrucado bajo las estrellas, intento rescatar tantos segundos robados a nuestra breve historia, esperando que me envies una señal, un latido. Pero tu mente està cerrada para mi, al igual que mi garganta en ese preciso instante.
Perdona... olvida. Regresa. Sè mi maestra y dame la oportunidad de explicarte que aprendì la lecciòn.
Abre de nuevo ese puente que nos une a pesar de la distancia, y deja que te sienta viva, y cerca.
Duerme conmigo esta noche, por mucho que estès lejos.
Continuarà............................
El Obsequio del Rey Sin Corona
Autora: Roma [email protected]
Disclaimer: Los personajes de Harry Potter no son mios. Escribo eso por amor al arte y a K. Rowling, que Dios bendiga su hermosa imaginaciòn. El nombre Myrrdin lo saquè de un romance de Mary Stewart, y se que otras autoras ya lo utilizaron en sus fanfics, no los leì todavìa para no correr el riesgo de ser influenciada por ellos. El nombreAuryn es un pequeño homenaje a uno de mis escritores favoritos, el alemàn Michael Ende, y a su meravilloso Historia sin fin que leì muchas mas veces de lo que aconsejarìa el Ministerio de Salud. Los nombres de Accalon, Urien, Raven, Ninian Eian y Nimue los tomè del romance Las nieblas de Avalon de Marion Zimman Bradley.
Dedica: A mi precioso hijo, que aun es demasiado pequeño para apreciar los libros, pero crecerà.
Nota de la autora: Este es mi primer fanfic sobre Harry Potter, pero escribì otros hace algunos años sobre la serie X Files. Espero que disfruten leyendo de esta historia asi como yo disfrutè en escribirla.
Resumen: Un personaje misterioso... y un improbable aliado.
WARNING: Este fanfic contiene SPOILERS del sexto libro. Si ya lo leyeron, disfruten de esta historia, si todavia no compraron el libro... ¡QUÈ ESPERAN!
Cap 18
Aliados... Inesperados
El hombre saliò de la neblina como emergiendo de un sueño, totalmente cubierto por una capa negra. Se moviò cautelosamente, cuidando que ni una sola criatura en el bosque prohibido se percatara de su presencia.
Desgarradores lamentos lo llevaron en la cercanìa de la Escuela de Magia y Hechicherìa de Hogwarts. Un hombre gritaba, amarrado al tronco de un viejo arbòl. El torax expuesto a la pàlida luz de la luna revelaba una larga y penosa historia de recientes torturas.
El captor riò cinicamente y hechò en contra de su victima un arcano hechizo que - por su crueldad - fue vetado tanto por las leyes del mundo màgico como de todo libro de texto conocido por la comunidad civilizada.
En el torax del prisionero apareciò el nombre que que revelò sin sombra de duda donde descansaba la verdadera lealtad de Severus: revelò la identidad del beneficiario del pacto inquebrantable.
Fue suficiente para que el torturador desapareciera sin dejar rastro, dejando el prisionero a la merced de las criaturas del bosque.... tal vez esperando que algun animal salvaje acabara con su vida.
El prisionero temblò de pies a cabeza, sangrando copiosamente por la herida que ahora revelaba el nombre de aquel que quiso proteger. Se desmayò poco antes de entrever la misteriosa silueta salir de su escondite. Con paso lento y solemne, el hombre se acercò y lo liberò.
Snape no pudo ver el rostro del desconocido, pero agradeciò el sentirse finalmente aliviado de sus ataduras. La mano misteriosa del encapuchado lo liberò del dolor, aun que no de sus heridas. Su cuerpo levitò a algunos centimetros del suelo y el herido se permitiò descansar en ese limbo entre sueño y vela.
Sin saber porque, sintiò que podìa confiar ciegamente en el desconocido. Cerrò los ojos, dejandose vencer por un profundo sueño.
Su salvador dejò que descansara en la hierba, no muy lejos de donde se encontraba la cabaña del guardabosques; y desapareciò a travès de ese pasaje secreto que ya una vez fue utilizado como puente de acceso al Mundo Secreto.
El poder del Myrddyn despertò. Fue precisamente eso que indujo el extraño hombre a volver al lugar donde - a pesar de la amargura por la traicciòn subida - dejò su corazòn.
Sus condiciòn de Viajero le permitiò experimentar cosas que jamàs - en su anterior existencia mortal - pensò probar.
La maravilllosa aventura de su regreso empezò el mismo dia en que el poder del Myrddyn renaciò, junto a su espiritu. En esa noche gloriosa vio llegar el Ciervo, coronado por el Poder de la Verdad.
Oculto entre la sombra de los àlbores, èl viò por fin Aquel que tanto habìa esperado. El luminoso tatuaje, que por demasiado tiempo permaneciò dormido en su pecho, renaciò a nueva vida.
En el Mundo Secreto, la Fuente de Toda Verdad abriò sus puertas para que el Heredero recibiera el envaluable Don de la Sabidurìa. Las Magicas Puertas que por siglos permanecieron invisibles a aquellos que se demostraron indignos de abrirlas, se reconstruyeron en espera del Ùnico ser llamado a visitarlas.
Se compadeciò del mediogigante cuando viò que ese retrocedìa, asustado, ante la apariciòn del Sin Corona y el Ciervo de Luz. El momento de la Revelaciòn se acercaba.
El Heredero pronto descubrirìa el nexo que lo conectaba - inexorablemente - al Mundo Secreto. No tardarìa en poner todas las piezas en su lugar y restabecer el Orden de las Cosas.
Cada actor retomarìa su propio rol en ese extraño juego en el que nada - nunca - era lo que parecìa.
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Snape despertò en la enfermerìa de Hogwarts. El profundo silencio que reinaba en ese lugar lo dejò pasmado, era como si cada objeto, cada cuadro lo estuviera observando, con recelo.
Rechazò esa sensaciòn con un gesto de impaciencia, nunca se dejò influenciar por las que consideraba simples supersticiones. Los personajes de los cuadros que decoraban el cuarto parecìan muy concentrados en sus quehaceres, aparentemente desinteresados en la presencia del hombre desarrapado que yacìa en la cama.
Pero alguien - efectivamente - lo estudiaba con extrema atenciòn, oculto entre los personajes de un cuadro que comemoraba una batalla perdida en las nieblas del tiempo.
El extraño personaje contemplò en silencio la silueta del hombre acostado en la cama. Notò enseguida que la expresiòn de total difidencia que siempre caraterizò El antiguo profesor de pociones - fue desquebrajàndose con el pasar de los años.
Por eso no se sorprendiò al verlo reaccionar como lo hizo cuando Remus Lupin abriò la puerta de la enfermerìa y se acercò a èl con cuatro zancadas, con la clara intenciòn de pedir cuentas por sus acciones.
Severus, en lugar de alterarse como siempre ocurria en su presencia, esbozò una extraña sonrisa que se le antojò algo grotesca en esa circunstancia... como si lo estuviera esperando.
hola
Remus se acercò, y su mirada se detuvo en un detalle que en un primer momento no notò: en la mesita de luz al lado de la cama descansaban algunas de las pertenencias de Snape. Entre tantos objetos, el notò lo que quedaba de una vieja botellita de vidrio verde, la misma que por tantas veces viò aparecer y desaparecer en la Casa de los Gritos, hasta la noche en que regresò Sirius.
La agarrò con la punta de los dedos y la observò - incrèdulo - como si fuera una broma de su inmaginaciòn. Acercò su nariz a los bordes asperos de la botella quebrada y reconociò el olor al instante.
Dejò caer lo poco que quedaba del objeto y contemplò Severus Snape como si jamàs lo hubiera hecho en la vida.
Esa dosis jamàs llegò a tus manos, Lupin. Alguien mas descubriò nuestro pequeño secreto.
¿Por què? ¿Para quien trabajas en realidad? ¿QUE SIGNIFICA ESTO?
Puedes preguntar, pero no aseguro que las respuestas seràn de tu agrado. Seguramente no era eso lo que esperabas. Llegaste aquì con ganas de hacerme pagar por todo lo que hice, y descubriste que el que estuvo en deuda... ¡eras tu!
¿Fue por eso que lo hiciste? ¿para aminorar tus culpas cuando llegara el momento de la verdad?
No te esfuerces de entender, mi rol en ese juego es mucho mas complejo de lo que todos ustedes suponen.
En ese momento, la profesora McGonagall entraron en la habitaciòn. La cara de la anciana mujer asumiò la acostumbrada dureza a observar los dos hombres enfrentarse con el mismo recelo de siempre.- Buenos dias, señores..
Harry entrò sin ser anunciado y su repentina llegada causò un extraña conmociòn entre los personajes enmarcados en los cuadros que rodeaban el cuarto. Algunos desaparecieron presurosamente de sus marcos, como si alguien los hubiera convocado a una repentina reunion. Solo uno de ellos, cuidadosamente oculto detràs de un viejo y descascarado marco, se quedò a observar la escena.
Solo Harry percibiò esa presencia. Recorriò a toda su fuerza de voluntad para no buscar la penetrante mirada de aquel que tanto extrañaba, pero ese no era el momento para delatar el inesperado observador.
Snape se resistiò cuando madame Pomfrey se acercò para quitarle las vendas que le cubrìan el torax, Snape se rebelò tratando de levantarse como impulsado por un resorte.
Serìa inutil intentar esconder la verdad, Snape. Acabarà por salir a flote aun que en su caso...
¿A que viniste... Potter? - Preguntò Snape, cortante.
Por lo que veo, su permanencia en cautiverio acabò totalmente con sus discutibles modales. Con una media sonrisa, contestò, con sorna. - Estoy bien, muchas gracias por preguntar.
Despuès girò la cabeza hacia el otro hombre y saludò. - Buenas tardes, profesor Lupin.
Hola, Harry. Descubrì algo increible. Empezò Lupin.
¿La identidad del pocionista misterioso? Concluyò Harry, socarronamente.
Lupin palideciò. - Tu... ¿sabìas?
De hecho, èl me... convenciò a ayudarte. - Murmurò Snape entre dientes.
La mano de madame Pomfrey se paralizò a la mitad de un hechizo curador y Lupin y la profesora McGonagall miraron el antiguo profesor de Pociones como si hubiera perdido la razòn.
Harry intervino. - Digamos que el profesor Snape no pudo resistir a mis nuevos poderes de persuasiòn. Dijo Harry, con una sonrisita. - Hicimos un trueque, su pociòn antilobo a cambio de algo... al que èl no podìa renunciar.
Snape se paralizò, la perspectiva de que todos los presentes se enteraran del misterioso pacto que lo ligaba a Harry parecìa humiliarlo sobremanera.
Harry fingiò no darse cuenta de su estado de animo y siguiò hablando como si nada. - Ahora que todo se descubriò - por supuesto - el plan inicial subiò ciertos... cambios. Snape no podrà permanecer aquì. Es tiempo de que yo tambien cumpla con mi parte del trato. Su sobrevivencia es ahora ligada a una promesa que lo amarrarà indisolublemente al mundo que yo defiendo. Es tiempo que Snape se reuna con su protegido.
Antes que cualquiera de los presentes pudiera reaccionar ante el evolverse de los acontecimientos, Harry hizo un imperioso gesto con la mano y su antiguo profesor de pociones cayò inconciente entre las sabanas.
¡Levicorpus! Gritò Harry.
El cuerpo de Snape levitò sobre la cama y Harry lo guiò hasta la puerta bajo la mirada atònita de sus antiguos profesores. En Hogwarts no quedaba nadie que pudiera sorprenderse ante el inusual espectaculo que representaba el ver Harry Potter guiar el cuerpo inconciente de Severus Snape hasta la salida principal del castillo. Muy pronto, el extraño duo cruzò el portal y los confines de Hogwarts y desapareciò en la sombra del bosque prohibido.
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Èl Que Temìa la Muerte Sobre Todas las Cosas se encontrò atrapado bajo un hechizo del que le resultò imposible despertar.
Al violar el alma de una inocente, Lord Voldemort expuso - sin quererlo - su mas profunda y secreta fragilidad: esa desmesurada necesidad de llamar sobre si la atenciòn de aquellos que solo lo vieron como un huerfano ente tantos... un desgraciado mas.
La magia abriò insospechados caminos ante sus ojos. Solo su increible talento y la incondicional admiraciòn de sus compañeros de curso contaba para èl, en la gloriòsa època de su permanencia en Hogwarts.
Sin que nadie lo presintiera, el futuro imperio del oscuridad viò la luz ahì, entre los verdes tapices de la casa de Sylterìn. Esa pequeña muchedumbre de estudiantes lo admiraba como un dios en tierra, fascinada por el increible alcance de sus talentos.
El supo halagar la vanidad de aquellos que vieron en èl un fàcil escape a la mediocridad. Otros mas se debatieron entre el temor y la admiraciòn para ese muchacho nacido bajo una extraña estrella.
Tom Riddle era un muchacho muy prometedor, con inquietantes talentos, el alma de un leader y un encanto personal que muy pocos poseìan.
Algo, en la mente de Tom Riddle quedò inseparablemente ligada a ese recuerdo, a la perfecta imagen que èl conservaba de si mismo, a ese glorioso destino que la magia pudo proporcionarle, y que èl redujo en polvo por culpa de su desmesurada ambiciòn.
El rostro que Lord Voldemort anhelaba ver reflejado en el espejo no era mas que una ilusiòn, ya que fue el desolante vacìo en su pecho, y no su apariencia lo que acabò convirtiendolo en un monstruo.
Ese glorioso destino que su imaginaciòn construyò hasta en el menor detalle quedò ahì, embotillado como una precioso tesoro en el rincòn mas oculto de su mente. Para alcanzar el sueño secreto en el que nunca dejò de creer estarìa dispuesto a pagar cualquier precio.
Y el poder del Fenix, unido al involuntario lazo que unìa Ginny Weasley al Señor Oscuro, trazò el curso de los acontecimientos que unirìan el destino de todos aquellos que serìan llamados a luchar en esa guerra, sellando para siempre el curso de la historia.
Continuarà......................
El Obsequio del Rey Sin Corona
Autora: Roma @[email protected]
Disclaimer: Los personajes de Harry Potter no son mios. Escribo eso por amor al arte y a K. Rowling, que Dios bendiga su hermosa imaginaciòn. El nombre Myrrdin lo saquè de un romance de Mary Stewart, y se que otras autoras ya lo utilizaron en sus fanfics, no los leì todavìa para no correr el riesgo de ser influenciada por ellos. El nombreAuryn es un pequeño homenaje a uno de mis escritores favoritos, el alemàn Michael Ende, y a su meravilloso Historia sin fin que leì muchas mas veces de lo que aconsejarìa el Ministerio de Salud. Los nombres de Accalon, Urien, Raven, Ninian Eian y Nimue los tomè del romance Las nieblas de Avalon de Marion Zimman Bradley.
Dedica: A mi precioso hijo, que aun es demasiado pequeño para apreciar los libros, pero crecerà.
Nota de la autora: Este es mi primer fanfic sobre Harry Potter, pero escribì otros hace algunos años sobre la serie X Files. Espero que disfruten leyendo de esta historia asi como yo disfrutè en escribirla.
Resumen: Enfrentamientos y verdades...
WARNING: Este fanfic contiene SPOILERS del sexto libro. Si ya lo leyeron, disfruten de esta historia, si todavia no compraron el libro... ¡QUÈ ESPERAN!
CAP 19
Desencuentros
El joven guerrero se acostumbrò al lento transcurrir del tiempo. Rodeado por la naturaleza, disfrutò por primera vez la incomparable sensaciòn de paz que solo podìa dar el murmullo de las hojas movidas por el viento. Nada, hasta ese dia, logrò turbar la paz que tanto buscò.
El dolor era ahora parte de su vida como una herida jamàs sanada y - poco a poco - el se acostumbrò a llevar esa carga, era la ùnica cosa que lo mantenìa amarrado a su pasado.
Dejò de avergonzarse por sus debilidades en el instante en que comprendiò que aceptar sus limites era el ùltimo - y tal vez mas importante - paso hacia la victoria.
Viò toda su vida a travès del espejo del Sin Corona - y èl - guerrero sin armadura - sin otra defensa que sus propias debilidades y un desesperado deseo de revancha, decidiò aceptar la ayuda que el Destino le ofreciò.
El orgullo quedò atras, como un pesado equipaje que no necesitarìa arrastrar por mas tiempo. Las preguntas que por demasiado tiempo quedaron sin respuestas - sin embargo - seguìan persiguiendolo. El recuerdo de su madre permaneciò ahì, congelado en ese ultimo dia con ella - en Diagon Alley - como una herida jamàs sanada.
Su madre se obstinò en verlo como el niño que debìa proteger a cualquier precio. Intentò alejarlo de los oscuros caminos ya recorridos por su padre. Ofreciò su vida sin parpadear, sin una palabra de despedida, sabiendo que ese gesto extremo dejarìa en Draco mas preguntas que respuestas, y un vacìo imposible de llenar.
Lo dejò solo para que aprendiera a caer, y levantarse.
Lo obligò a descubrir que el instinto de sobrevivencia serìa la ùnica cosa que lo mantendrìa con vida.
La soledad fue una preciosa aliada y una invaluable maestra, tal y como un dia lo fue para el Heredero.
Su madre lo dejò en manos de ese improbable murcielago-guardian que era Severus Snape y Draco sintiò el odio renacer en sus entrañas en el mismo instante en que viò la familiar figura vestida de negro materializarse en el claro del bosque prohibido.
Harry depositò el cuerpo del antiguo profesor en el suelo y enfrentò la mirada de Draco. Esperò, sin traicionar la menor emociòn, a que el sylterin diera el primer paso.
Draco respirò entrecortadamente, tratando de dominar la ira que sentia hacia el hombre que un dia lo salvò.... a costa de la vida de su madre.
Los ojos de los dos jovenes se encontraron por un instante, y despuès cayeron sobre el cuerpo del hombre que yacìa inherte en el suelo y por algunos momentos el tiempo pareciò detenerse.
Harry diò un paso atràs y desapareciò, dejando que Draco enfrentara solo el que era - al mismo tiempo - su salvador y el indirecto responsable de su desgracia.
Severus despertò, confundido. Sus ojos se cerraron una y otra vez, cegados por la luz del sol que se filtraba entre las hojas de los àlbores. No enfocò enseguida la silueta del joven que lo observaba a poca distancia, inmovil como una estatua de marmol.
Los ojos grises de Draco se posaron sobre el hombre que yacìa a sus pies. Supongo que deberìa agradecerle por salvarme la vida, profesor Snape. Tiene una discutible manera de hacer favores, deje que se lo diga. Cuando mi madre le pidiò ayuda, seguramente no imaginò que todo acabarìa de esa manera.
Ante esa expresiòn tan frìa Snape sintiò el impulso de retroceder... pero descubriò que no podìa moverse.
Ella querìa que te salvara, a cualquier precio. Sabìa que no tendrìas ni una sola posibilidad de sobrevivir a la prueba que el Señor Oscuro querìa imponerte, eras inexperto... y demasiado arrogante para lograrlo.
Asì era ella. Nunca dejò de verme como un niño.
¡Nunca dejaste de actuar como si lo fueras! - Escupiò Snape, exasperado.
Ahì estaba, el muchacho que poblò sus peores pesadillas en los ùltimos meses. Èl que jurò proteger a costa de la vida. Su mirada - sin embargo - no era la misma. Snape se diò perfectamente cuenta de que era el indirecto responsable de ese cambio tan radical.
El rostro de Draco subiò una profunda trasformaciòn, lucìa endurecido y mas varonil. Sus ojos reflejaban la soledad y los largos meses de cautiverio. Ese extraño que ahora lo miraba lo condenò en silencio, y sin posibilidad de apelo.
Tu madre querìa darte la oportunidad que tu padre no podìa ofrecerte. Estaba sola, asustada. Nadie estaba dispuesto a escucharla... ni su propio hijo.
Draco se sonrojò violentamente.
Snape siguiò. - Ella trataba de decirte que era tu vida, la que contaba... y no la suya. Desde que naciste no soñò otra cosa para ti, que un glorioso futuro... poder y riqueza. Cuando se diò cuenta de que esa inutil ambiciòn te costarìa la vida quiso detener esa maquina infernal. Al precio que fuera.
¿COMO PUDO ACEPTAR QUE ELLA HICIERA ESTA LOCURA?
¿No lo entiendes? Con el pacto inquebratable, Narcissa amarrò irremediablemente mi vida a la tuya. Cuando me suplicò que le entregara la pociòn multijugos sabìa que no habìa nadie - ademas de ella - que pudiera tomar tu lugar. No podìa ser yo el que bebiera la pociòn, porque mi muerte serìa la tuya. ¿No entiendes que ella firmò su propia condena?
Draco abriò la boca, pero no logrò emitir ni un solo sonido. Snape continuò: - Èlla sabìa como terminarìa todo aun que nunca imaginò que el que siempre consideraste tu mayor adversario se transformarìa en tu benefactor. Cambiaste mucho, y no me refiero solo a tu aspecto fisico.
Resulta dificil seguir actuando como un principe engreido cuando dejas de poseer un techo... y hasta la ropa que traes puesta. Sibilò Draco, cortante.
Snape bajò la mirada. Podìa solo imaginar lo que el orgulloso heredero de los Malfoy debiò pasar para transformarse en el hombre que tenìa en frente.
Ese desafortunado acuerdo, nacido de la profunda desesperaciòn de una mujer que no tenia nada mas que perder - a parte la vida - al fin lo llevò a enfrentar esa mirada gris, que a duras penas podìa reconocer.
En el peor momento de su vida, Draco Malfoy supo encontrar el valor y la fuerza para crecer, para defender hasta el ùltimo respiro todo lo que en su existencia anterior nunca supo valorar lo suficiente..
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Ianus capturò esos fragmentos de eternidad como preciosos cristales. Decelerò voluntariamente e natural paso del tiempo disfrutando por primera vez de la nueva, incomparable satisfaciòn de poder amoldar el destino a su antojo. Nuevas sensaciònes pervadieron su cuerpo, una desconocida energìa hormigueò por sus dedos y en todo su ser, llenandolo de una nueva sensaciòn de euforia.
Entendiò plenamente lo que significaba acostumbrarse a que - de alguna manera - otra fuerza conviviera en su cuerpo. Solo entonces comprendiò las inquietudes que atormentaron Hermione el dia que fue bendecida con el Poder del Agua, y sus ojos se abrieron hacia el futuro.
Una mescla de excitaciòn y miedo pervadiò su cuerpo el dia en que el tiempo se detuvo junto a las leyesCap 20
Hasta Que Lo Pierdes
En el arrugado rostro del anciano viajero apareciò una media sonrisa. El Heroe, el leyendario Heredero del Mistico Poder - aun que muy valoroso y noble de corazòn - se encontraba tragicomicamente desprevenido ante todo lo que incluìa el fràgil y escurridizo mundo de los sentimientos.
Viò genuino estupor en sus ojos verdes cuando entendiò la gravedad del error cometido, poco antes de dejarse caer al vacìo. El joven y hasta entonces solitario heroe aprendiò en en ese instante - y a sus expensas - cuanto debieron parecer vacìas - en el recuerdo de Ginny - las solemnes palabras que èl pronunciò pocas horas antes.
Se dejò caer al vacìo sin mas, con un acto digno de un verdadero teatrante. Al presenciar esa escena, los labios del anciano viajero se entreabrieron en un imperceptible silbido de asombro.
Sin duda, el mundo que el poderoso Merlin conociò subiò profundos y radicales cambios con el pasar de los siglos. La prodigiosa mente humana fue capaz de crear - gracias al progreso - maravillosas maquinas voladoras, mùsica, immortales poemas... ¡A pesar de eso, cuando se trataba de adentrarse el fràgil mundo de las relaciones entre sexos no habìa hombre - muggle o brujo que fuera - que no siguiera actuando como un homìnido sin evolucionar!
Por otro lado no podrìa decise que fuera toda culpa suya. El joven Potter nunca tuvo oportunidad de aprender ciertas verdades ya que ni sus detestables tios - ni sus amigos y conocidos - se tomaron la molestia de explicarle como manejar esos asuntos.
Por eso sus primeros, inciertos pasos en la vida de pareja - a pesar de la intensidad de sus sentimientos hacia Ginny - no empezaron bajo los mejores auspicios.
El Heredero deseò compartir con ella todo lo que tenìa... todo lo que era, sin entender plenamente que el paquete incluìa todas las decisiones que tomarìa de ahì en adelante. El joven Potter experimentò una extraña mezcla de maravilla y sujeciòn al retomar su historia con ella. El arrebato de la muchacha lo descolocò por completo, y eso hizo mas largas las horas de soledad que siguieron.
Harry se debatiò por horas entre la indignaciòn y la angustia, imaginando lo peor. Caminò por horas en el bosque con cara de leòn enjaulado, el ceño fruncido y la inequivocable expresiòn de quien sabe no tener ninguna posibilidad de vencer.
Parecìa un niño berrinchudo en espera de una explicaciòn ¿si pocas horas antes eligiò abrir su corazòn ante ella - literal y figurativamente hablando - por què diablos se encontraba merodeando solo en esa noche oscura?
¿Por què sentìa que muchos pares de ojos lo espiaban, ocultos en la oscuridad?
El bosque parecìa retener el aliento, en espera de que algo pasara.
La percepciòn de Harry era correcta, aun que los espiritus de los antiguos àlbores - guardianes supremos - protegìan el Heredero de miradas indiscretas.
Algo importante estaba a punto de ocurrir, en Oesed, y todas las criaturas màgicas destinadas a presenciar ese extraordinario acontecimiento empezaron a salir de sus escondites recorriendo furtivamente los senderos que llevaban hasta Oesed, preparandose a enfrentar la batalla contra la Oscuridad.
Èl sintiò esa serpenteante inquietud, y volteò la cabeza hacia los àlbores, rabiosamente, listo para sorprender al intruso.
Fue en ese momento que ella apareciò a sus espaldas con la silenciosidad de un gato, en un remolino de pelo rojo fuego, la blanca tunica daba a su cuerpo una apariencia irreal, haciendo que luciera mas como una apariciòn que como una mujer de verdad.
Ginny se quedò inmovil, observando el pelo alborotado de Harry, y su silueta, a pesar de la penumbra.
Èl girò la cabeza, su cara se petrificò por un instante, al verla. Luchò contra si mismo tratando de dominarse, y al hacerlo restregò sus manos con tal fuerza que el Maestro pudo ver - aun a la distancia - pequeñas descargas de electricidad brotar de sus manos y sacudir las ramas de los àlbores. Un furioso remolino de hojas lo rodeò por algunos instantes, escondiendo su cara, y su dolor... Ginny entendiò que con ese gesto, èl trataba de alejar el momento en que ella dirìa: me equiboquè, no puedo quedarme contigo.
Ahì, en los ojos de Harry, detràs del dolor y las lagrimas, viò su alma: desnuda y indefensa.
Entiende, olvida... perdona. parecìa susurrarle.
No vine para decirte adiòs, Harry. Estaba enfadada y ofendida por lo que hiciste, y vine hasta aquì para decirtelo, pero solo ahora entiendo el porque de tu actitud ¿Nunca aprendiste a lidiar con nada parecido a una relaciòn, verdad?
Èl sonriò en señal de excusa y en respuesta ella lo besò, oscurando su campo visual en un remolino de pelo rojo, hojas y centellas.
De pronto todos los músculos del cuerpo de Harry temblaron al unísono, como si hubiera recibido una descarga eléctrica. Èl abriò sus manos, agarrando con fuerza las de ella. Al hacer eso el remolino se detuvo y con el las hojas, y el tiempo, y cada murmullo en el bosque prohibido.
Siguieron asì, como si ese beso atesorara todas las explicaciones, todas las verdades, y asì, en ese instante, sus almas se conectaron nuevamente y el supo que jamàs volverìa a estar solo. - Ginny..
Los dedos de ella cerraron su boca antes de que èl terminara de hablar. - Ron me contò todo. Tus disculpas fueron aceptadas. - Murmurò.
Yo...
Ahora acepta las mias. - Y lo besò de nuevo.
...................................................................................
Draco Malfoy supo que algo importante estaba a punto de ocurrir, e el bosque prohibido. Advirtiò un repentino cambio en el murmullo de los àlbores y notò, en la lejanìa un sospechoso movimiento de criaturas màgicas mobilitandose hacia el sur, por el sendero que llevaba hasta el antigua ciudad de los elfos.
El dìa de su regreso a Oesed estaba cerca.
Raven, que por tanto tiempo lo acogiò en su demora, serìa feliz de recibirlo en su casa. Permaneciò en el bosque por largos meses, sin otro equipaje que su varita màgica. Sin otra compañia que el extraño personaje encontrado en el bosque y la silenciosa presencia de su antiguo profesor, que aun lo seguìa como un silencioso fantasma, a pocos pasos de distancia.
Acelerò el paso, ansioso de llegar a su destino. Se ensombreciò recordando los extraños acontencimientos que se desarrollaron a lo largo de ese extraño viaje: por largas horas escuchò las palabras del antiguo profesor de Pociones buscando- sin lograrlo - la fuerza para absolver culpas propias y ajenas.
Hasta que volviò a encontrarse solo.
Severus Snape, que hasta enconces caminaba solo un paso detras de èl, desapareciò repentinamente asì como el sendero que acababa de pisar. El bosque prohibido borrò sus huellas cubriendo la tierra con hùmeda, brillante hierba nueva.
Desorientado, Draco mirò a su alrededor tratando de ubicar el autor de este hechizo y viò, medio escondido en la penumbra del bosque, un anciano totalmente vestido de negro.
Bienvenido seas en mis dominios, joven guerrero. Aquì, en mis tierras, encontraràs la soledad que tanto buscabas.
No estaba solo, alguien caminaba detras de mi.
Escuchar es un arte, joven guerrero y - por lo que pude ver - ese pobre hombre a tus espaldas estaba hablando solo. Èl trataba de alcanzar tu corazòn, y no tus oidos.
¿Donde està ahora?
Exactamente donde lo dejaste.
Draco mirò hacia atràs, sin entender. Aquì no hay nadie.
El hombre soltò una risita. - Te equibocas, aquì està lo ùnico que siempre estuviste dispuesto a escuchar: el eco de tu voz.
¿QUIEN ES USTED? - Gritò Draco, resentido.
Nadie. Solo un viajero en busqueda de la verdad. Un humilde observador.
¿Y que verdad esperas encontrar, en este bosque?
La misma que siempre estuvo debajo de tu aristocratica nariz, y que aun no quieres ver. - Dijo, severamente.
El anciano tratò de tocarle la cara y Draco retrocediò. Sin inmutarse, el hombre prosiguiò. - Ella, como tu, cerrò los ojos por demasiado tiempo. Afortunadamente el amor hacìa su ùnico hijo hizo que su corazòn y su instinto de madre despertaran a tiempo.
¿Estas hablando... de mi madre?
Exactamente.
¿La conocìas?
Escuchè hablar de ella.
¿Que sabes?
Supe que se sacrificò para darte una oportunidad de sobrevivir, y no fue la ùnica. Alguien mas lo perdiò todo, para salvarte. Y sigue esperando que lo escuches. ¡No estàs solo, muchacho testarudo! ¡Te rodeaste de gente hipocrita por demasiado tiempo... tanto que perdiste la capacidad de reconocer los amigos, cuando los ves!
Draco soltò una risita tremula. - ¿Tengo amigos?
¡SI! ¡TONTO! Si no fueras tan ciego te hubieras dado cuenta y ¡no estarìas aquì hablando con un desconocido en el medio del bosque! ¡Seguirìas caminando por el sendero con los ojos, los oidos y el corazòn abierto! Para eso estàs aquì. La generosidad del Heredero te ofreciò esta nueva oportunidad. La soledad debiò enseñarte algo que cada hombre deberìa aprender por si mismo.
¿Potter te enviò aquì?
Nadie me enviò. El Poder del Myrddin sabe que el destino del Mundo Màgico està a punto de cambiar, dràmaticamente. - El viajero agarrò supresivamente la mano de Draco y puso al descubierto su brazo desfigurado. Draco gritò, asustado, pero el brujo pasò su mano sobre la destrozada piel y ahì donde hace unos momentos no quedaba mas que carne quemada apareciò piel nueva, intacta.
Draco observò su brazo resanado sin poder dar credito a lo que veìa. El dolor desapareciò, asì como la prueba tangible de su verguenza.
Por primera vez mirò el anciano a la cara, y por un instante algo - en los ojos de ese hombre - le recordò la mirada de Albus Dumbledore. En su mente, volviò a escuchar su voz, compasiva y llena de confianza, susurrarle: No eres un asesino. Aun estàs a tiempo . Pasa del lado correcto, te protegeràn. Le dijo. Al escuchar esas palabras solo fue capaz de quedarse ahì, paralizado, luchando entre la necesidad de convertirse en asesino para salvar a su familia, o huir para salvarse a si mismo. Esa noche, su indecisiòn lo imposibilitò hacer tanto la una como la otra cosa.
Escribe nuevamente tu historia, hijo. Queda en tus manos decidir como recibiràs ese dia. El Heredero està a punto de mantener su juramento, y espera que un antiguo adversario mantenga el suyo.
¿Potter mantendrà su promesa?
Lo harà, aun que eso quiera decir... despertar a tu padre.
Suspirò ante el despectivo comentario del viajero, demasiado agradecido por ese prodigioso giro de destino. Mirò a su alrededor, ansioso por emprender el camino de regreso. ¿Donde està el Profesor Snape?
Siempre estuvo frente a ti. Solo falta que quieras verlo, y escucharlo. - Dicho eso, el viajero desapareciò.
Ante los ojos de Draco, el sendero apareciò nuevamente; asì como el hombre pàlido y vestido de negro que lo llamaba a voz en cuello.
¡DRACO! ¡DRACOOOO!
¿Por què grita tanto? Estoy aquì.
La cara de Snape perdiò la acostumbrada palidèz para asumir un vago color verdoso. ¿Donde estabas?
Necesitaba estar solo.
¿No podìas avisarme, muchacho ingrato? Contestò, furioso.
Vamos, Snape. Sabìa que no podìa pasarme nada grave, sin que le pasara a usted primero ¿verdad?
Snape quedò boquiabierto, con el dedo levantado hacia èl. - Entonces escuchaste.
Cada palabra.
¿Y no tienes nada mas que decir? ¿Ni una pregunta... ni un insulto mas?
Si, tengo una.¿Por què lo hizo? ¿Que la convenciò a aceptar el pacto inquebrantable?
Ya te expliquè...
Esas eran excusas que tal vez usted transformò en verdad. Pero se que hay algo mas. Usted actuò por toda su vida la parte del lobo feroz, sin ser ni totalmente bueno ni verdaderamente malvado. ¿Cuantas caras tiene?¿ y cual de ellas mostrò a mi madre, la noche en que le entregò la pociòn multijugos?
Ella sabìa como acabarìa todo.
¡Y usted tambièn! ¿POR QUÈ?
Incapaz de sostener su mirada, Snape mirò al suelo. - ¡Pensè en ti! Recordè la manera despectiva en que la tratabas. Narcissa me convenciò que con su sacrificio obtendrìa algo que pensaba no tendrìa jamàs.
¿Que cosa?
¡Tu respeto!
Esta vez, fue Draco el que palideciò. Sus ojos se abrieron con incredulidad y por primera vez, todos los recuerdos del corto tiempo que pasò con su madre volvieron a su mente, como cuchillos.
La mantuvo alejada, como lo hubiera hecho con un fastidioso insecto que siempre merodeaba a un paso de èl.
Pero a su manera, èl la amaba. Asì como amaba cada aspecto de su perfecta y privilegiada vida. Una presencia constante, tranquilizadora, a la que èl joven Draco se acostumbrò al punto de no hacerle caso. Como un brazo, o una pierna que es parte de ti desde que naces y que no valoras lo suficiente...
....hasta que te la amputan.
Continuarà.........................
CAP 21
Un Destello En La Niebla
Ianus llegò en la antigua ciudad de Oesed al calar de la noche, y se acercò con paso seguro al castillo del Rey. Sus ojos no buscaron la demora del Heredero ya que aun no era tiempo, para ellos, de encontrarse nuevamente.
El largo pelo rojizo era levemente iluminado por un objeto de forma extraña que lo precedìa de algunos pasos, una especie de entidad luminosa que emanaba una extraña, inquietante luz grisasea.
El caminò impasible a lado de ese extraño, escalofriante compañero de viaje, sin que sus ojos dejaran por un solo instante la imponente puerta de madera que lo conducirìa hasta aquel que vino a buscar.
El ruido de unos pasos acercandose hizo que sus ojos escrutaran en la oscuridad. Pocos instantes despuès, la temblorosa luz de una antorcha se abriò camino en el largo y oscuro salòn del trono, hasta detenerse justo frente al espejo que emanaba extraños reflejos, para nada parecidos a aquellos que producirìa un espejo comun y corriente.
Una extraña niebla envolviò el cristal, como el escenario de un teatro a punto de cambiar la coreografìa.
En ese momento, Gorad se acercò sin dar la menor muestra de sorpresa ante el extrano expectaculo que ofrecìan los recien llegados, sonriò:.- Bienvenido seas, Ianus, en mi humilde casa. El reflejo cambiò esta noche, como si el espiritu del espejo estuviera esperando por algo, o alguien. No osaba esperar que fueras tu, el que llegaba.
La mirada del rey se detuvo sobre la informe nube grisacea que precedìa el brujo. Una especie de escalofriante feto de inquietante aspecto, que trataba inutilmente de liberarse de esa prision hecha solo de densa, helada niebla. Un involuntaro escalofrìo recorriò la espalda del Elfo.
Ianus sonriò: Sabe lo que mi visita significa, majestad.
Gorad asintiò. - La niebla que ahora envuelve esa criatura es la misma que me aprisionò, tanto tiempo atràs.
Ianus abriò los dedos, dejando que èl viera el luminoso tatuaje que marcaba la palma de su mano. - El Viajero me buscò, ayer en la noche, para annunciarme que era tiempo que usted cumpliera con su destino.
Temo que sea muy tarde para soñar con algo que nunca pasarà.
El Viajero no concuerda con esta manera de pensar, Vuestra Majestad. De hecho, la maldiciòn del Myrrdin marcò del comenzo de su viaje ya que usted sigue siendo - para asì decirlo - su causa pendiente en este mundo. Aquel que ya no se encuentra entre los vivos èl espera con impaciencia que se le permita descansar. Merlin quiere solo perdonar, y ser perdonado. El Heredero es la respuesta a todas sus plegarias porque representa - entre otras cosas - el fin de una pesadilla. El dìa en que la maldiciòn lo encerrò en ese reflejo, tambièn se condenò a si mismo. Pero ahora èl tiene la certeza de que todo esto terminarà pronto.
El pueblo de Oesed aun ve en mi el Rey que jamàs lleguè a ser.
Vuestra Majestad es ahora mucho mas de lo que el Viajero algun dia soñò.
¿Un rey sin sombra ni identidad?
Un noble Elfo que supo vencer su orgullo y dejò de ser esclavo de su debilidades, para donar a su pueblo la ùnica cosa que algun dia serìa capaz de rescatarlos tanto olvido y sufrimiento: la libertad. El mismo que fue capaz de reconocer humildemente sus errores y acoger como hermanos tanto los amigos cuanto los enemigos, solo porque era justo hacerlo.
Yo...
Solo un Rey digno de ese nombre podìa despojarse de su orgullo y ofrecer la experiencia de su sufrimiento al mas obstinado de sus enemigos, y cambiar su corazòn hasta convertirlo en el mas devoto de sus discipulos.
Hice solo lo que el sentido comun me sugiriò. Me reconocì en èl. Cuando llegò aquì, Draco era el vivo reflejo de todo lo que yo fuì. Prisionero del rencor, asustado frente a un futuro incierto y lleno de insidias. Afortunadamente, el Heredero no considerò necesario maldecirlo, para que aprendiera la lecciòn.
Ianus sonriò, jugueteando por un instante con la imagen mental de Draco transformado en un bonito sapo salterìn por su antiguo rival. A despecho de sus personales reservas hacia Malfoy, sin embargo, hasta èl tuvo que reconocer que la soledad resultò ser un perfecto remedio para el temperamento del arrogante sylterin.
Mientras aun se encontraba absorto en sus cavilaciones, Ron notò que la superficie del espejo se moviò imperceptiblemente volviendose permeable como el agua. Oculto detras de la densa niebla, vio brotar un tenue destello de luz plateada que iluminò por un instante la cabeza del elfo y se detuvo quedando suspendida por un instante.... sin ser notada por Gorad.
Desapareciò un instante despuès, hasta que algo parecido a una sombra saliò a la superficie protendiendose hacia el exterior. La extraña entidad buzcò - a ciegas - el extraña, temblorosa y deforme criatura hasta que Ianus, con un imperioso gesto de la mano, hizo que la sombra envolviera ese ser en sus espiras antes de entrar nuevamente en el espejo.
La criatura quedò atrapada y todos ellos pudieron ver como trataba - inutilmente - de escapar a su destino.
Alguien mas presenciò el extraño fenomeno, escondido en el salòn en penumbras.
Dos siluetas aparecieron, y una madura, profunda voz femenina quebrò el silencio. La barrera que separaba el pasado del presente acaba de mezclarse nuevamente. Es tiempo que el espiritu del Maestro descanse en su demora y recupere su verdadera esencia.
Se acercaron lentamente. - Llegò la hora de cumplir con la misiòn que nos fue encargada al despertar nuestros poderes.
Hermione sonriò. - El destello es apenas el comienzo, Alice. Llevaremos acabo la misiòn que nos fue confiada el dia en que aceptamos el Poder del Fenix. Las nieblas del tiempo tejeràn nuevamente los hilos del destino y quebraràn las cadenas de aquel que fue supo a alcanzar su verdadera libertad. Esencia y existencia volveràn a mezclarse, y una nueva verdad cambiarà el orden de las cosas.
El Heredero y el Viajero aparecieron en el centro del salon y repentinamente, las miradas de todos los presentes se concentraron sobre el espejo. La deforme criatura se desolviò ante un imperioo gesto del heredero y desapareciò como si jamàs hubiera existido, dejando lugar a una intensa, cegadora luz blanca.
Harry sonriò al notar la temorosa mirada del elfo. Abriò la capa que escondìa la marca del Myrrdìn que el mismo Gorad le obsequiò y extendiò su mano hacia Merlìn, decretando el inicio de la cerimonia.
Este levantò la capucha que escondìa su cara dejando al descubierto el antiguo rostro marcado por el inexorable paso de los años.
Cada uno de ellos pudo ver que - si el cambio ocurrido en Oesed decretaba un nuevo inicio para todos aquellos que se preparaban a sellar el destino del mundo màgico - tambièn señaba el final de la inmortalidad del brujo mas poderoso de la tierra. Sin embargo, esa certeza no parecìa entristecerlo. La perspectiva de un merecido descanso era - despuès de todo - la apropiada recompensa para un viaje tan largo.
Merlìn se acercò a Gorad y tomò su mano, conduciendolo hasta el espejo. El Sin Corona cerrò fuertemente los ojos, temoroso de lo que su reflejo podrìa mostrar.
En ese momento oyeron el sonido de pisoteos acercandose a gran salòn, El ruido se hizo cada vez mas fuerte, y un instante despuès, los habitantes del lugar se acercaron sin mediar palabra, hasta que cada uno de ellos entrò, para tomar lugar a espaldas de Gorad, aun inmovil frente al imponente marco de madera entallada.
Draco tambien entrò, las manos protectoramente asidas sobre los hombros de un irreconoscible Lucius. Enfrentò fieramente las miradas - no del todo compasivas - que algunos de los presentes dedicaron a su padre. Severus Snape lo seguìa a poca distancia, una expresiòn imperscrutable en el pàlido rostro enmarcado por un pelo mas revuelto y desorsenado que nunca.
Draco se acercò y entre todas esa gente que lo observaba en silencio - èl buscò la mirada de Harry. - Estamos aquì como querìas. Aun que no sabemos porque nos mandaste a llamar con tanta urgencia.
Harry esbozò una media sonrisa. - ¿No lo imaginas, Draco?
El muchacho palideciò. - ¿Acaso quieres decirme... que mantendràs tu promesa?
No recuerdo haberte dado motivos para que creyeras el contrario, Malfoy. Contestò Harry.
Solo entonces Draco reconociò entre la multitud el anciano que conociò en el bosque. El desconocido sonriò, esbozando un gesto de saludo que èl devolviò, desorientado.
Nadie, ademas de èl se demostraba sorprendido en lo mas minimo por el hecho de que la cara del hombre parecìa estar disolviendose junto al humo de las antorchas. Su piel era transparente como el marmol, su cara denotaba una indescriptible felicidad, como si acabara de realizar el sueño de toda una vida.
Veo que logrò reencontrar a su amigo, despuès de todo. Es un exquisito detalle de que se haya molestado en llegar hasta aquì, mi Heredero lo apreciarà sobremanera, puede creerme.
¿Su... heredero?
Fue en ese momento que Merlin dejò que èl viera la marca en forma de fenix que brillaba tanto en su pecho, como en el de Harry.
Usted no puede ser...! ¡ ES IMPOSIBLE!
Es tan posible como que tu existes. ¡Yo descubrì el secreto de la màgia èlfica y lo obsequiè al mundo! es una pena que parte de sus secretos fueran utilizados por aquellos que - como Lord Voldemort - vieron en ella un mero instrumento de poder. La magia no fue creada para servir a pocos privilegiados, y siempre se volverà en contra de aquellos que querràn instrumentalizarla. Aquì, frente al espejo que marcò el comienzo de toda esta aventura acabarà mi viaje, y el destino del rey de Oesed serà marcado por aquello que èl està a punto de ver en ese espejo. ¿Estàs listo, Gorad, hijo mio?
La mirada de Draco se detuvo sobre el aludido, que aun permanecìa inmòvil frente al espejo, la cabeza gacha, los hombros encorvados. El elfo sacudiò la cabeza.
No tengas miedo de enfrentar la verdad. Confia en lo que fuiste, en lo que eres, y en lo que seràs.
Resignado, Gorad abriò los ojos esperando ver la imagen de Dobby asomarse a travès la densa niebla. En lugar de eso, la superficie se iluminò con una intensa, cegadora luz blanca. Por algunos, largos instantes, èl no logrò ver nada mas que eso y despuès, cuando toda esa claridad se apagò lentamente, viò por primera vez el destello luminoso brotar del espejo y detenerse ante èl.
Al principio, los presentes pudieron ver solo una pequeña fuente de luz a la que - sorpresivamente - brotaron dos alas. Pequeñas como las de una mariposa, al principio, apenas esbozadas, como los petalos de una flor que apenas empezaba a florecer.
Gorad levantò la mirada, anonadado, enfrentando por primera vez el reflejo en el espejo. Pero, para su sorpresa, no se encontrò ante la imagen del Elfo domestico.
El ser que lo observaba del otro lado del espejo, era Rey Gorad.
La mirada de Harry se ensombreciò al recordar un episodio ocurrido en su primer año en Hogwarts, y su voz resonò en todo el lugar, vibrante, intensamente marcada por la emociòn. Albus Dumbledore me dijo una vez que el hombre mas sabio y feliz de la tierra podrìa mirar en ese espejo y verse tal y como era. Pero lo que èl no me dijo me lo enseñaste tu, Gorad. El dia que me llevaste aquì, hace no mucho tiempo. ¿Recuerdas?
Gorad lo mirò incredulo.
Aceptaste tu reflejo de esclavo con admirable dignidad sin compartir con nadie tu dolor y culpa. Recuerda tus mismas palabras: para que pueda revelarse tu verdadera identidad es necesario que aquellos que te acompañen frente al màgico reflejo deseen verte como realmente eres. Todos estamos aquì para atestiguar ante el espejo de la verdad que tu eres - y seguiras siendo - el Rey de Oesed... por derecho de sangre y por voluntad de tu pueblo.
Ante las palabras del Heredero, sorprendentemente, la flor de luz se abriò lentamente hasta transformarse en un majestuoso fenix que extendiò sus alas hasta transformarse en una resplandeciente corona, que descendiò lentamente ante el elfo y se depositò nuevamente sobre su cabeza.
Gorad dio un medio giro sobre si mismo y acto seguido todos los presentes se inclinaron hacia el Rey en señal de respeto.
Èl Rey esbozò una estirada sonrisa, sin poder creer en lo que veìa. Amigos y antiguos enemigos se encontraban ahì reunidos para garantizar ante su antiguo Maestro que el era nuevamente digno de recuperar ese reflejo que - despuès de tanto tiempo - reconocìa a duras penas.
Sus ojos se detuvieron sobre el pecho de Harry, donde el Myrddin brillaba mas que nunca. Gorad se inclinò hacìa èl sonriendo. Ahora mas que nunca estoy convencido, que nadie mas que tu podìa llevar el Medallòn sin dejarse corromper por las lisonjas del poder. Yo no fui digno de èl, pero se que de ahora en adelante, sus secretos estaràn en buenas manos.
Despues, buscò entre toda esa gente la figura - para entonces casi transparente - de Merlìn y por algunos instantes sus miradas se cruzaron, sin mediar palabras.
Acto seguido - y con la humildad que solo pueden enseñar largos años de soledad -Rey Gorad se arrodillò ante Merlìn.
............................................................................
Ianus recordò - en un instante de nostalgia - la memorable noche en que Harry lo condujo hasta el espejo de los deseos.
Recordò que en sus anhelos de niño solo existìan las ganas de sobresalir sobre sus hermanos. El muchacho inseguro que aun vivìa en èl se preguntò cual serìa - esa vez - el reflejo que le devolverìa el espejo, despuès de tantos años.
Mirò a su alrededor- Todos parecìan demasiado concentrados en la solemnidad del momento para fijarse en alguien que no fuera el Rey.
Venciò sus reservas y se asomò, sobrecogido por la curiosidad.... pero la respuesta que obtuvo lo sacudiò hasta la mas ìntima fibra de su ser.
Retrocediò, confundido, ruborizado hasta el borde del pelo y - sobre todo - deseando que los presentes se encontraran demasiado concentrados en lo que pasaba con Gorad para prestarle atenciòn.
Esperanza inùtil, porque notò que en ese instante Hermione hacìa loables esfuerzos para no mirarlo a la cara, y parecìa sospechosamente complacida por algo que - supuestamente - no debìa saber.
Ron no supo reaccionar a tiempo y cerró los ojos por la sorpresa y la vergüenza de ser tan transparente. Superpoderoso o no, su relaciòn con ella seguia siendo dificil de administrar, asì como ese incomprensible talento que ella tenìa para adivinar sus pensamientos antes que èl los formulara.
Maldito Poder Del Agua.
Continuarà..................................
CAP 22
Pide Un Deseo
Lucius se encontraba a lado de su hijo cuando el reflejo en el espejo cambiò nuevamente. Encorvado, la mirada fija en el vacìo. El largo pelo cuidadosamente peinado y arreglado por un hijo que supo cuidar de èl con un amor y una dediciòn de la que el ni el mismo Draco se creyò capaz.
Las miradas de todos los presentes se posaron con sincero estupor sobre la nuca del rubio sylterin al notar su mirada penetrante y la actitud decidida con la que se acercò a Harry, pero el sylterin no las percibiò, preocupado como se encontraba por la incolumidad de su padre.
Lucius, por su parte era del todo inconciente del hecho que algo.. o alguien - escondido en el profundo misterio del màgico reflejo - lo observaba.
Draco conocìa el alma de su padre. Tenìa razones para creer que este pudiera ser el proximo candidato para la maldiciòn del espejo.
En el fondo conocìa la nobleza del alma de Harry y no pensaba seriamente que este faltarìa a su palabra haciendo que su padre cayera en una trampa... sin embargo, temìa fuertemente que el espejo, reflejando la verdadera - y hasta entonces reprimida - esencia de Lucius Malfoy, decidiera capturarlo sin remedio.
Èl tratarìa de evitar - a como diera lugar - que eso ocurriera.
Se posicionò protectoramente ante su padre y enfrentò Harry, con el corazòn que pulsaba furiosamente en el pecho. Su mano apretaba convulsamente la de su padre interponiendos entre èl y el espejo.
Contestame, Potter. ¿Que pretendìas obligando a mi padre a presentarse aquì?
Lo sabràs muy pronto.
¡LO SABRÈ AHORA!
Conserva la calma... no se trata de una trampa, ni mucho menos de una broma a tus espensas. Deberìas recordar que esa solìa ser TU especialidad.
Claro, Potter ¡Sigue asì! ¡Hechame en cara todo lo que hice! ¡recuerdame lo que ya no soy! Burlate... ¡ADELANTE!
No era mi intenciòn hacer eso. Era necesario que Rey Gorad saliera del espejo para que mi plan se realizara. Nunca pense que lo dirìa, Draco. Pero los necesitaba aquì... a lo dos.
¿Y por què tengo la sensaciòn de que todo eso no me llevarà a nada bueno?
Tienes miedo. Pero no por ti. La noche en que tu padre llegò a la madriguera en ese estado te prometì que o liberarìa, pero no antes de que el poder de Lord Voldemort dejara de ser una amenaza para el Mundo Màgico. Despertandolo antes del tiempo, hubiera expuesto todos aquellos que conocemos a un peligro mortal, porque las convinciones y lealtades de tu padre permanecen intactas, a pesar del estado en que se encuentra.
¿Temes que el Señor Oscuro brote del reflejo en cuanto mi padre desee verlo en el pleno de sus poderes?
No, porque afortunadamente tu padre no se encuentra en condiciones de desear tal cosa. Al reducirlo en ese estado, Voldemort se liberò del ùnico brujo que, en el momento extremo, seria capaz de salvarlo. El espejo no es para èl. Porque alguien en su estado no puede recordar quien fue. Es por eso que el que tendrà que enfrentar el màgico reflejo, seràs tu.
¿Què...?
Lo que oiste. Ni yo, a pesar de mi poder y por mucho que quiera ayudarte lograrìa convencer el espejo que mi mayor deseo es ver a tu padre tal y como era, pero tu si.
A sus espaldas, se escucharon risitas. Draco girò bruscamente la cabeza fulminando lo presentes con la mirada.. A lo lejos, se escuchò: - ... no serà tan dificil que el espejo escupa a Malfoy senior... ni su reflejo lo soporta.
¡RON! - Harry levantò una ceja y todo el mundo se quedò callado, como si les hubiera hechado encima un hechizo enmudecedor. El aludido mordiò sus labios y se sonrojò hasta el borde del pelo, observando con exagerado interès los mudables reflejos que el fuego de las antorchas producìa sobre las paredes de piedra.
Harry tomò nuevamente la palabra Es necesario que enfrentes el espejo y le pidas con todas tus fuerzas ver a tu padre tal y como era. Pero antes, me verè obligado a someter a tu padre al mismo hechizo que usè para despertar a Frank y Alice Longbottom. No es algo facil de presenciar. Necesito que mantengas la calma y que - pase lo que pase - no intervengas antes que la totalidad del proceso acabe. ¿Confias en mi?
¡Confio en ese descarado talento que tienes para lograr cualquier cosa te propongas! ¿te conformas con eso?
Por ahora.. si. - Contestò Harry, esbozando una sonrisa. - ¡AURYN! - Gritò.
El Fenix apareciò una vez mas ante Harry, que esperò a que el ave se depositara sobre su hombro, y despuès se acercò a Lucius.
El silencio se hizo casi palpable, intolerable, especialmente para cierto rubio que - apretando fuerte los puños, esperaba en silencio, sintiendo como el pànico lo invadìa en oleadas a medida que pasaban los segundos.
Si. Confiaba en èl.
Pero tambien recordaba el lamentable estado en que Harry llegò la noche en que despertò los padres de Neville y se preguntò que pudo haber pasado, para hacer que acabara temblando y ardiendo en fiebre por varios dias.
¿Estàs listo?
Malfoy tragò duramente y se irguiò en toda su estatura mientras Harry conducìa a su padre frente al espejo. Draco enfrentò el reflejo y se concentrò en lo que tenìa que hacer.
En su padre.
Solo en èl.
Repentinamente, la imagen de Harry desapareciò de su campo visual, yDraco viò nuevamente su padre tal y como lo recordaba. La mirada penetrante y severa, el porte elegante y la inequivocable actitud de quien es acostumbrado a dar ordenes y no admite ser cuestionado.
......................................................................................
Harry percibiò el preciso instante en que Draco vio a su padre. Sintiò los latidos de su corazòn acelerarse exactamente como lo hizo el suyo el dìa en que - aun niño - descubriò el Espejo de los Deseos.
Se practicò un profundo corte en el palmo de la mano y hizo que sangrara sobre la frente de la victima, que temblò y gritò de dolor como si cada gota de esa sangre - en lugar de curarlo - lo envenenara.
Despuès, como impulsado por una fuerza desconocida, el Lucius del presente fue empujado hacia el espejo hasta que su cabeza quedò adherida a la superficie, pero nadie escuchò el menor sonido de choque, ni tampoco vio que el cristal se quebrara, era como si el tiempo se hubiera dilatado.
Draco aun trataba desesperadamente de mantenerse concentrado en lo que tenìa que hacer, tratando de ignorar el hecho de que su padre - que a ese punto sangraba profusamente - siguiera gritando, moviendo convulsamente las manos, tal vez buscando la ayuda que - en esa ocasiòn - su hijo no podìa darle.
Y despues ¡ahì estaban! El reflejo del Lucius Malfoy que èl recordaba y el automata sin voluntad que a esas alturas temblaba como un niño indefenso.
Harry, que se encontraba a sus espaldas, extendiò la mano sangrante hacia el espejo y la superficie cambiò de consistencia, volviendose mòvil y permeable, como el agua.
Mientras la sangre de su padre salpicaba a su alrededor y su imagen empezaba a esfumarse mezclandose con la del reflejo, Draco se despidiò de ese hombre fràgil y indefenso con una profunda, inexprimible nostalgia.
A pesar de todo, extrañarìa el hombre que su padre - en condiciones normales- jamàs supo ser.
Ese Lucius Malfoy acabado, reducido a una piltrafa humana, al contrario de lo que hubier hecho el padre que tanto extrañaba, dejò que lo abrazara y que cuidara de èl sin que ninguno de los dos se avergonzara por eso.
Deseò con todas sus fuerzas que su padre - una vez recuperado el pleno uso de sus facultades mentales - lo perdonara por haberle fallado, por no ser mas el principito engreido que èl dejò en Hogwarts.
Despues de todo, Lucius fue el mas afortunado, entre los dos, ya que le fue ahorrado el dolor de ver el mundo que conocìa y amaba hacerse polvo sin que pudiera evitarlo.
Despuès, Harry tocò la cabeza de verdadero Lucius, y lo despertò.
Este levantò la cabeza - confundido - y retrocediò al encontrarse en ese lugar tan extraño, a la presencia de la compañìa mas improbable que podìa imaginarse: su hijo y Harry Potter se encontraban lado a lado frente a èl y - para alguna razòn dificil de entender - Draco se agarraba del brazo de su ex adversario como si estuviera a punto de estallar en llanto sobre su hombro.
Potter se acercò con paso seguro, dejando que el renacido Lucius registrara cada detalle de su apariencia, haciendo que tanto la marca del fenix cuanto el Myrddin resaltaran como nunca sobre su torax. Harry Potter transmitìa poder y seguridad..
Una luz peligrosa empezaba a formarse en los ojos del hombre, pero ants que ese pudiera reaccionar, el Heredero bloqueò cualquier intento de agresiòn.Ante su sorpresa, Lucius descubriò que no podìa moverse, atrapado en un hechizo paralizador.
No tan de prisa, señor Malfoy. No puedo dejar que actue libremente... almenos por ahora. Es necesario que se entere de algunos recientes acontecimientos. Primero entre todos: la presencia de Draco en ese lugar.
Los ojos de Lucius se abrieron de par en par, no podìa entender la actitud de su hijo, ni mucho menos aceptar que se le cerrara la boca de esa manera.
Tranquilizese. Draco no se encuentra aquì como prisionero. Fue en parte gracias a èl, que usted pudo despertar del maleficio.
Los ojos de Lucius se abrieron aun mas. Evidentemente no recordaba nada de lo que le pasò.
Para que lo sepa, estuvo en el mismo estado de Frank y Alice Longbottom, gracias a las bendiciones de su venerado Señor Oscuro. - Dijo Harry con tranquilidad. Despuès hizo un imperioso gesto con la mano y Lucius se dio cuenta - indignado - que su cuerpo se movìa sin que pudiera evitarlo, forzandolo a regresar una vez mas frente al espejo.
Asegurandose de que èl escuchara cada palabra, Harry susurrò. - Y puedo asegurarle que - como en el caso de los padres de Neville - no despertò gracias a èl.
Harry posò las manos sobre la superficie y entonces, algo extraño ocurriò: detràs de la densa niebla que se formò ante el renacer de Lucius, apareciò otro ser de forma verdaderamente extraña.
Un brillo de excitaciòn iluminò los ojos del Heredero, mientras un escalofrìo peinaba la espalda de Draco.
Solo en ese instante, el sylterin entendiò cual serìa el verdadero rol de su padre en ese juego.
..........................................................
Ginny diò algunos pasos hacìa el espejo para observar el reflejo con mas detenimiento. Lo hizo sin pensar en las consecuencias de ese acto, sintiendose segura por la presencia de Harry, que se encontraba a pocos pasos de ella.
Se estremeciò cuando la parte de ella que aun se encontraba amarrada a esa alma oscura, se asomò tambien - aun que por un solo instante - a las misteriosas profundidades del espejo.
Al acercarse temiò perderse otra vez en ese profundo abismo en el que Tom Riddle la hundiò - cuando aun era una niña - insidiandose en su mente.
Pero Harry le apretò la mano con fuerza, y ella sintiò el calor de sus dedos alcanzar su piel y diluir su angustia, como un ancla que la llevaba por fin a un puerto seguro.
Despuès, Ginny sintiò como su alma se liberaba separandose para siempre de ese espectro de su pasado que tan arduamente intentò cancelar.
Se sintiò verdaderamente libre y supo con una certeza que la devastò que tanto Harry como ella, ante e espejo de la Verdad, desearon unicamente - y con todas sus fuerzas - liberarse de una vez por todas de ese nexo que siempre los amarrò a ese ser despreciable. Y solo entonces Ginny entendiò el porque Harry pretendiò reunirlos todo ahi, ante ese màgico objeto.
Todos los presentes de dieron cuenta de algo asombroso y aterrador a la vez: era Lord Voldemort en persona, el que se encontraba atrapado en el reflejo.
Algunos retrocedieron instintivamente, otros gritaron. pero el Heredero parò en seco cualquier intento de acercamiento hacia el espejo. Plenamente intencionado a quebrar definitivamente el ùltimo nexo que lo amarraba a Ginny y a èl como una condena, impidiendoles vivir sus vidas como merecìan.
Fue en ese momento que Lord Voldemort - al perder ese ultimo jiròn de humanidad refleja al que permaneciò agarrado con la desesperaciòn de un naufrago - se encontrò realmente solo frente a sus pecados
¡Fue ahì que el verdadero infierno lo alcanzò!
Ese era el momento que Harry esperò por toda su vida, y no permitirìa que nadie mas se interpusiera entre èl y el cumplimiento de su destino. Puso las manos sobre el espejo.. y entonces... simplemente ocurriò.
En un primer momento, Voldemort sintiò apenas un extraño hormigueo serpentear por sus huesos, como el lento disgregarse de un castillo de arena.
Las esqueleticas manos convulsamente cerradas, los nudillos blancos por la tensiòn
El rostro desencajado por un terror sin nombre.
Continuarà.......................
CAP 23
El Idolo De Arena
El Señor Oscuro abriò la boca extendiendo las manos hacia aquel que siempre creyò el mas fiel de sus mortifagos, pero Lucius permaneciò inmòvil frente al espejo ya que algo - inconcepible a sus ojos - captò su atenciòn:
Draco levantò la manga que cubrìa el brazo en donde Voldemort - un dia lejano - imprimiò la marca Tenebrosa. En su lugar, Lucius vio las alas extendidas de un majestuoso, luminoso fenix.
Draco hablò, la voz quebrada por la emociòn, tal vez resignado a ser considerado un traidor por su mismo padre: El Señor Oscuro me capturò la misma noche en que fallè en la misiòn de asesinar a Dumbledore. Èl mismo borrò la Marca Tenebrosa de mi piel ¡arrancandomela!
Lucius cerrò los ojos, con impotencia, tratando de dominar la incredulidad y indignaciòn que probò al imaginar a su ùnico hijo, despojado de cualquier protecciòn por culpa de aquel que jurò mantenerlo a su lado. ¿Como pudo - ese ser al que el fue capaz de sacrificarlo todo - traicionarlo de la manera mas baja?
Solo entonces entendiò lo que su hijo debiò haber pasado para sobrevivir, escapando a la ira de aurores y mortifagos - aun que de eso a aceptar que su ùnico hijo fuera uña y mugre con el muchacho que èl mismo intentò asesinar con una maldiciòn imperdonable a la tierna edad de doce años - existìa un abismo.
Draco temblaba visiblemente. Llegada la hora de enfrentar la verdad con todas sus consecuencias, se sintiò mucho menos valiente de lo que aparentaba. Se lanzò en una atropellada explicaciòn de los ùltimos acontecimientos - El poder del Myrddin reconstruyò lo que Voldemort se empeñò en destruir.
Lucius palideciò aun mas, imposibilitado a moverse.
Draco continuò, tomando valor a cada palabra. - ¡Voldemort es el traidor, padre! - Asesinò a mi madre... se apoderò de nuestra casa y de nuestras vidas sin ninguna piedad!
Harry lo liberò en ese instante y Lucius agarrò subitamente el brazo de su hijo, para observar mas de cerca la inconfundible, leyendaria marca del poder. ¿Que significa esto? Lucius estaba impresionado, a pesar de que trataba de demostrar el exacto contrario.
¿La reconoces, verdad, padre? La marca del fenix que el Libro de la Leyenda describìa tan detalladamente, el Poder de Merlin marcò el inicio del Mundo Màgico asi como todos lo conocemos. ¡Debes recordarlo! Este libro se encontraba en la biblioteca de familia desde hace siglos.
Lo recuerdo ¿pero por què... ese... Potter - escupiò Lucius, como si fuera un insulto - ...parece haberse transformado en tu aliado?
Porque fue el ùnico, en todo el mundo màgico, que contestò a mi llamada de ayuda aun antes de que yo la formulara, me diò un lugar donde vivir, y prometiò llevarte en un lugar seguro salvandonos de la furia del ministerio y del mismo Lord Voldemort hasta que llegara el momento de cumplir la profecìa. -
Y Malfoy senior no era hombre que aceptara estar en deuda con nadie. Mantener una deuda màgica inquebrantable con el que fue su peor pesadilla no pareciò divertirlo¡en absoluto!.
Lord Voldemort usò un hechizo de Màgia Oscura para transformarte en su sirviente. Despuès te enviò a la Madriguera para asesinarme....
Lucius abriò los ojos horrorizado.
....y Harry Potter lo impidiò. Pudo entregarme al Ministerio o encerrarme en Azkaban por haber ayudado los mortifagos en el ataque a Hogwarts. Y tambièn por haber favorecido la muerte de Dumbledore. Pero en lugar de eso me ofreciò la oportunidad de decidir de que lado vivir... o morir. - Concluyò Draco.
¿Y quien es, Harry Potter, para obligarte a elegir?
Draco levantò una ceja en direciòn de aludido, que hacìa notable esfuerzos para controlar su sorpresa ante el tono controlado, y las sencillas y exaustivas palabras con que Draco acababa de explicar a su padre los ùltimos acontecimientos. - Ante ti, padre, se encuentra el Heredero de Merlin.
Lucius levantò una ceja, suspicazmente, y contemplò la joya que iluminaba el medallòn, sobre el torax de Harry. Recordaba bastante bien la leyenda ligada a ese leyendario objeto, y el no tener que preguntar le ahorrò la humiliaciòn de reconocer frente a toda esa gente que fue solo gracias a su portador, que pudo despertar.
Acto seguido, con una presteza digna de un acrobata y sin desmentir - como era predecible - su naturaleza calculadora y ruìn, se obligò a reorganizar sus prioridades, evaluando ràpidamente las ventajas que traerìa - tanto para èl como para su hijo - permanecer cerca de aquel que serìa considerado - de ahì en adelante - el brujo mas poderoso de todos.
Despuès cayò en cuenta de que todos los presentes parecìan distraidos por algo que ocurrìa a sus espaldas.
Dio un medio giro sobre si mismo y notò por primera vez una silueta delineada en la niebla del espejo.
Harry susurrò. - Observa Lucius, a tu Señor - Harry señalò el màgico reflejo , que en ese instante indicaba aquel que se autodefiniò el brujo mas poderoso del mundo.
Lord Voldemort apareciò ante èl,tal y como èl lo viò la ùltima vez.
Por un momento estudiò sus facciones, la mirada frìa y calculadora que el siempre admirò. Lo enfrentò cara a cara esforzandose para no bajar la mirada ante esos ojos amarillos y frìos como los de una serpiente.
Algo, en lo que viò en ese espejo, puso fin a su obstinada ceguera. Aun que jamàs admitiò directamente su grave error de juicio con palabras.
Lucius tambien lo vio - por fin - como verdaderamente era: un monstruo que hace mucho tiempo dejò de ser hombre, las esqueleticas manos tendidas en un patetico llamado de ayuda, la falsa y estirada sonrisa con la que solìa convencerlo de que jamàs traicionarìa su lealtad. Un mentiroso, capaz de traicionar de la manera mas ruin su ùnico y incondicional aliado con tal de aumentar su poder.
Lucius retrocediò - asqueado - alejandose del reflejo.
En ese momento, mientras hasta el ùltimo de su aliados le daba la espalda, Lord Voldemort sintiò que se ahogaba mientras sus huesos parecìan hundirse y empequeñecerse.
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Su regreso a este mundo fue un evento extraño que aun no podìa procesar del todo. Su voluntario aislamiento en las profundidades del bosque prohibido fue un perfecto remedio para Remus y para èl.
Desde esta noche de luna llena en que Remus y èl volvieron a verse, despuès de su regreso, Lupin se despidiò de su amigo en cuanto recobrò facciònes humanas y èl permaneciò en el bosque prohibido disfrutando de la naturaleza, corriendo libre por cada sendero, descubriendo paso a paso como cada hoja, cada criatura en ese frondoso bosque, parecìa acogerlo como uno mas de sus hijos.
Una extraña magia parecìa rodear el lugar, como si la naturaleza hubiera nacido para cumplir con sus deseos... fuentes de agua cristalina aparecìan en cuanto èl deseara un poco de agua... Bandejas de comida y jarras de jugo de calabaza perfectamente helado se materializaban frente a èl apenas su estomago empezaba a sentir hambre...
Y - cosa mas extraordinaria aùn - no le pareciò en ningun momento que toda esa comida hubiera llegado hasta ahì para alimentar Canuto el perro, si no a Sirius, el hombre.
Por largo tiempo escrutò las profundidades del bosque, sospechando que Harry fuera el autor de esas preciosos, misteriosas atenciones.
Se debatiò por dias entre la indignaciòn y la impotencia de verse aislado del resto del mundo, intuyendo que nada podìa hacer para salir de ese lugar con sus propios medios, hasta que su benefactor decidiera liberarlo.
Eso era mucho mas de lo que su orgullo pudiera soportar. Volver a vivir podrìa doler mas que morir, si el precio era permanecer aislado del mundo, sin tener ningun poder sobre su destino.
Fue por eso que un dia - cuando el eco de su propios ladridos llegò a cansarlo - el volviò a cobrar faccione humanas gritando a voz en cuello: - ¡NO ME PARECE DIVERTIDO, HARRY! ¡YA BASTA!
¿La cena no fue acaso de su agrado, señor Black? La voz resonò a sus espaldas, del todo inesperada.
Sirius volteò la cabeza tan rapidamente que sintiò un estiròn en el cuello. ¿Quien es usted? Gritò retrocediendo de un paso. El ser que apareciò frente a èl era un joven rubio, de noble apariencia, que no pareciò preocupado en lo absoluto ante la descortes reacciòn del hombre que tenìa en frente.
Un elfo que se honra de ser amigo de Harry, señor Black. Soy Gorad... y un tiempo fui prisionero, como usted, de un destino adverso.
Estoy absolutamente seguro de que los ùnicos elfos con que Harry tuvo que ver fueron el viejo Kreaker, Dobby y el personal de las cocinas de Hogwarts. - Rebatiò Sirius, despectivamente.
En la època en que se encontraba escondido, Harry me contò que usted tenìa una especial predileciòn para mi pollo asado. ¿sigue siendo de su agrado, Sirius?
¿Què?
Los èlfos domesticos, asì como usted los conociò, dejaron de existir. Yo mismo fui uno de ellos, hasta que Harry nos liberò. La sorprenderà saber que Kreaker, en realidad, tiene ahora un alma muy diferente respecto a la que usted conociò. De hecho, èl contribuyò a facilitar su regreso en este mundo ya que al despertar del maleficio, se arripintiò amargamente de haber facilitado su muerte.
¿No entiendo... que maleficio?
Soy el mismo elfo que un tiempo sirviò a los Malfoy, y que usted conociò como Dobby.
Sirius abriò la boca, incrèdulo. Es imposible.
Tanto como lo es su regreso a la vida, señor Black. Pero estamos aquì los dos. Un rey maldito por su ambiciòn y redimido por su arrepentimiento.. y un profugo inocente que regresò a la vida. Temenos mucha suerte, ya que el obsequio que hice a Harry el dia en que liberè el Poder del Myrddin - en sus manos - se transformò en algo de incalculable valor para el mundo entero.
Cada vez mas confundido - èl pidiò que se le explicara - con lujo de detalles, la historia del misterioso poder, y Gorad aceptò. Por largas horas permanecieron ahì, mientras un cada vez mas sorprendido Sirius escuchaba con la boca abierta.... y el corazòn en la boca.
Ten fe, confìa. Muy pronto, el vendrà por ti. - Dicho eso, el elfo desapareciò, dejando Sirius totalmente desconcertado ante el nacer de una olvidada sensaciòn que - a lo largo de su atormentada vida solitaria - dejò de acompañarlo por mucho tiempo...
.... la esperanza.
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El espejo fue creado para castigar la vanidad de aquellos que osarìan desafiar los equilibrios que Merlìn intentò crear tratando de preservar un principio de justicia entre todas las criaturas.
Lord Voldemort esclavizò aquellos que lo rodeaban amoldando a su antojo leyes universales que no podìan ser instrumentalizadas sin que el culpable, tarde o temprano, pagara las consecuencias, Voldemort eligiò sobrevivir haciendo que su proximo pagara un tributo de sangre que nadie - jamàs - logrò cobrarle
Hasta que Harry Potter se cruzò en su camino.
Fue en ese momento que Harry lo mirò a los ojos con escalofriante frialdad, y conjurò un objeto que Voldemort conocìa muy bien: la varita màgica que por tantos años desdencadenò poderes iguales a la suya.
Harry se la entregò con el mismo frìo cinismo con el que Voldemort lo obligò a tomar la suya, la horrible noche en que muriò Cedric, y el prisionero - horrorizado - se viò obligado a tomarla.
NO ¡POR FAVOR! Suplicò tratando desesperadamente de dejarla ir, sin que sus dedos obedecieran.
Todos aquellos que presenciaron la escena pudieron ver una expresiòn de puro terror en su rostro. La mitad de ellos no entendieron el real significado de lo que estaban a punto de presenciar.
Pero al parecer.. el prisionero si.
¡Jamàs p..podrìas lastimarme sin d..dañarte tambièn! Yo te t..transformè en lo que eres - balbuceò.
Harry lo mirò impasible, mientras observaba como hipnotizado la punta de la varita acercarse a la barrera que los separaba. Por fin se acercaba el momento que Harry esperò desde el dia en que se enterò que existìa ese lazo invisible entre los dos.
Ese monstruo ingovernable que existìa en èl - y que a veces luchaba para salir a flote - muchas veces hizo que se sintiera sucio, contaminado. Liberame de tu presencia de una vez por todas, Tom. Creaste el instrumento de tu propia destrucciòn heredandome un poder que jamàs quise, del que quiero liberarme aquì... ahora. ¡Y seras tu, el que quebrarà esta cadena!
¿Donde està tu varita, pequeño Harry? Sin ella, dudo mucho que podràs lastimarme.
Los ojos de Harry brillaron con intensidad, una sonrisa le transfigurò el rostro. No la necesito. No siempre la magia descansa en la punta de una varita, Tom. Solo es un acesorio, un instrumento para canalizar el poder. A pesar de todas las atrocidades que cometiste tratando de obtener poder y inmortalidad, jamàs dejaste de necesitar ese pequeño, insignificante trozo de madera ¡pero yo si!
No entiendo...
Harry desabrochò la capa que escondìa la Marca del Poder, y dejò que èl viera el Myrddin en todo su esplendor. - ¡Porque la Màgia vive en mi!
¡NOOOOOOOO!
La varita gemela que tanto temes, ya es solo un vulgar pedazo de madera. Su esencia màgica vive en mi cuerpo desde que recibì el poder que Merlìn me heredò. El Myrddin brillò ante los ojos del prisionero y la piedra contenida en su interior cobrò vida.
Fue en ese momento que algo se hundiò profundamente en el lugar donde un dia lejano estuvo su corazòn, y el se encontrò, desnudo y indefenso, al cospecto de aquel que fue llamado a cobrar cuentas por todos sus pecados.
Harry Potter lo enfrentò y por un momento, el que se autonombrò el brujo mas poderoso del mundo no entendiò el porque - repentinamente - necesitaba levantar la cara para poder mirarlo a los ojos.
Harry vio su miseria, su soledad. Voldemort no era - ahora - muy diferente de la sombra del infeliz rey que èl liberò del magico espejo mucho tiempo atràs. Harry lo vio encorvarse y cubrirse de arrugas vistiendo nada mas que un sucio trapo... simbolo de una esclavitud a la que el mismo - con sus aciones - se condenò.
Las manos, el rostro y la totalidad del cuerpo de Lord Voldemort se transformaron ante los ojos atonitos de los presentes, cobrando facciones no muy diferentes de las que un dia tuvo Dobby el elfo domestico.
Desperdiciaste tu entera existencia tenendole miedo a la muerte y jamàs entendiste que esa no-vida que elegiste por tus propios medios era una condena mucho peor! ¡Mirate ahora... los fragmentos de àlma que guardaste a cambio de tanto dolor y muerte fueron destruidos ¡UNO POR UNO!
¡No es cierto!
El ùltimo resquicio de àlma que aun queda en lo que llamas cuerpo, no alcanzarà para que puedas rebelarte ante el destino que te espera.
En ese momento, avaliendome del poder del Myrddin, yo te transformo en esclavo, y te condeno a llevar acabo por tu propia mano lo que por toda tu miserable existencia trataste de evitar.
Harry... por favor... ¡NO!
Es hironico que utilizes las mismas palabras que pronunciò mi madre antes de que la asesinaras... ¡No funcionaron tampoco para ella! ¿RECUERDAS? ¡LIBERAME DE TU PRESENCIA! ¡AHORA! Gritò Harry.
¡NOOOOOOOOOOOO! Gritò Tom. Ante un imperioso gesto de Harry, con el rostro desencajado por el terror, el que fuera considerado la peor pesadilla para el mundo màgico se viò obligado a agarrar la varita con fuerza entre las manos, levantandola sobre su cabeza como si fuera un puñal.
La punta de la varita puñalò con fuerza la barrera que lo separaba de su rival y esta - estrellandose con inhaudita violencia. - agrietò el espejo.
Continuarà.............................................
CAP 24
El Poder del Fenix
Ante los ojos atònitos de todos aquellos que presenciaron la escena, ocurriò lo increible: Harry Potter - al utilizar el poder del Myrddin para maldecir a Voldemort como un dìa Merlin lo Hizo con Gorad - creò Tom como esclavo. Al hacer eso, el Heredero creò una relaciòn de dependencia en la que era èl - y no su nèmesis - el ser dominante.
Tom se viò obligado a obedecer aun frente a la certeza de su propia muerte, eliminando para siempre el nefasto lazo que lo amarrò al Niño Que Viviò.
Un siniestro sonido de cristal infranto destrozò el espejo y Lord Voldemort muriò asì - anulado por la esencia de la magia que intentò instrumentalizar - disolviendose en el aire como un mal recuerdo.
Auryn apareciò - entonces - frente al espejo - abriendo lentamente sus alas - y cantò - absorbiendo cada particula de esa oscura esencia en su propio cuerpo.
Despuès se librò en vuelo, mientras las particulas del luminoso cristal, en lugar de esparcirse en el bosque prohibido cayendo como lluvia sobre sus habitantes - se reorganizaron en el aire - siguiendo el vuelo del fenix.
Auryn volò en el cielo nocturno rodeada por esa surreal nube de cristal, hasta que cada particula se reorganizò nuevamente dando cuerpo a miliones de Auryns luminosas que se libraron en vuelo esparciendose en todos los lugares del mundo como mudas mensajeras del evento mas extraordinario de todos:
Harry Potter se enfrentò a Lord Voldemort ¡y liberò el mundo de su presencia!
La Marca del Fenix - que desde entonces serìa recordada en todo el Mundo Màgico como el simbolo del poder del Niño Que Viviò - desplazò la Marca Tenebrosa en cada casa, en cada calle donde alguna vez dejò su rastro de dolor y muerte.
Una explosiòn de euforia sacudiò entonces el entero Mundo Màgico haciendo que hombres, mujeres y niños salieran a la calle a observar el cielo y a saborear el milagro de una nueva... y tal vez definitiva - libertad.
Muchas lechusas fueron enviadas en busqueda del autor de ese milagro, pero Oesed permanecìa oculta ante el resto del mundo magico... como siempre.
Diagon Alley volviò - literalmente - a la vida. La gente se preparò a celebrar por todo lo alto el fin de una pesadilla. Los siniestros letreros del ministerio fueron arrancados de los aparadores de las tiendas, Olivander abriò nuevamente sus puertas y Zonko fue literalmente invadida por gente euforica que solo pedìa celebrar por todo lo alto.
Nada en el mundo podìa arruinar una noche tan perfecta.
Bueno ¡casi!
..................................................................................
Sirius tambièn viò aparecer el fenix luminoso, esa noche. Abriò los ojos, alertado por un repentino destello de luz.
Parpadeò por un momento, intentando reconocer la forma que se acercaba ràpidamente a èl, sus ojos se abrieron como platos al reconocer la figura del fenix.
Auryn se detuvo ante èl y abriò lentamente sus alas, invitandolo a agarrarse a ella. Sirius lo hizo instintivamente, sabiendo que el fenix lo llevarìa directamente hasta donde se encontraba Harry.
Esa noche, Sirius Black hizo su ingreso en Oesed.
Aterrizò elegantemente agarrado a la brillante cola de Auryn, para encontrarse ante la escena mas surreal de toda su vida: un nutrido grupo de gente se encontraba frente a lo que quedaba de un viejo marco quemado y ennegrecido, haciendo circulo alrededor de algo - o alguien - que se encontraba tendido en el pasto.
Un escalofrìo le recorriò la espalda cuando vio de quien se trataba.
¿HARRY?
Se acercò ràpidamente, ignorando la comociòn que suscitò su repentino regreso entre los vivos. la expresiòn endurecida, los puños cerrados, los nudillos blancos por la tensiòn. Ignorò el debil saludo de Hermione, demasiado traumatizado por lo que estaba viviendo para fijarse en nada mas.
Harry yacìa en el suelo, mortalmente pàlido. A su lado - y en las mismas condiciones - se encontraba Ginny, que Ron trataba inutilmente de despertar. Sacudiò con fuerza el cuerpo de su aijado, pero los brazos del muchachos se movieron inhertes, como los de un muñeco sin vida.
¡VAMOS... HARRY! ¡NO PUEDE SER LA MUERTE TU RECOMPENSA! ¡REACCIONA!
Accalon se materializò a su lado: Nada puede hacer para que regresen, señor Black. Sus mentes se encuentran en el limite entre la vida y la muerte aun que sus cuerpos luchen para permanecer en este mundo. Con la muerte del Señor Oscuro, una parte de ellos muriò tambièn. Las separaciònes de sus esencias màgicas no podìan ocurrir sin consecuencias... para la gran mayorìa de los mortales ¡serìa letal!
Sirius palideciò aun mas: - ¿Quien es usted? ¿como sabe mi nombre?
No es importante el como... si no el cuando. - Contestò sibilinamente el elfo. - Es necesario no perder la fe. Tanto Harry como Ginny sabìan que arrancar una parte del alma que - por desgracia - compartieron con Voldemort podrìa ser fatal para ambos. ¡No lo olvide! ¡el poder que los une es muy grande! Confio que ambos sabràn encontrar el camino de regreso. Sus vidas estan ligadas por un pacto màgico vinculante y sus mentes - aun que divididas por ese sueño innatural - no dejaràn de buscarse. Si uno se rendirà, el otro no lo dejarà ir.
Pero ¡tenemos que llevarlos al San Mungo! ¡ahì sabràn que hacer!
Hermione intervino - Sinceramente... no lo creo, Sirius. Aun asì tenemos el deber de llevarlos hasta ahì. Los Weasley tienen todo el derecho de saber lo que està pasando y - sobre todo - de estar cerca de su hija. En cuanto a Harry, todos nos consideramos parte de su familia. No regresaremos a Hogwarts sin èl.. cuando abra nuevamente sus puertas. Si asì no fuera, nada de todo eso tendrìa sentido.
Sirius rugiò: - ¡Jamàs aceptarè que Harry pague con su vida por ser el Elegido! ¡Ya fue suficiente! ¡Regresarà de donde sea que se encuentre aun que me cueste la vida!
¡NO HAGAS LOCURAS, SIRIUS! ¡HARRY TE QUIERE AQUÌ! ERES SU ÙNICA FAMILIA! ¡ES HORA DE QUE DEMUESTRES QUIEN ES EL ADULTO RESPONSABLE ENTRE LOS DOS!- Gritò ella.
Sirius se ruborizò y bajò la mirada sobre el rostro de su aijado, abrazandolo mas fuerte. Harry lo mandò a llamar... lo querìa a su lado. Ambos merecìan la oportunidad de ser la familia del otro. Sirius eligiò creer por demasiado tiempo que no tenìa una pero Harry - por algun milagro que aun no sabìa explicarse - lo eligiò como su padre.
Viendo como Sirius se agarraba frenèticamente del cuerpo inherte del muchacho, Hermione esbozò una media sonrisa y le apretò la mano, como disculpandose de esa repentina perdida de autocontrol.
Continuò, con un tono mas dulce - La muerte provocò la roptura de ese lazo que ligò Harry a Voldemort desde el dia en que le transmitiò sus poderes. Ginny tambièn fue victima de la nefasta influencia del diario y - de alguna manera - fue marcada de la misma forma. El alma de Ginny alimentò el horcrux escondido en el diario y si Harry no hubiera logrado acabar con èl antes de que Tom Riddle levara acabo su plan, Ginny hubiera muerto en la Camara de los Secretos, permitiendo su regreso a la vida.
¿Y que esperamos para llevarlos al San Mungo? Nada podrìamos hacer aquì... si ellos..
Podrìamos hacerlo, Sirius, si solo alguno de nosotros encontrara la manera de salir de Oesed. - Contestò Ron, que solo entonces pareciò recuperar la voz.
Accalon intervino una vez mas. - Yo los ayudarè a llegar donde necesiten. La barrera que protege Oesed del mundo exterior puede ser vencida solo por voluntad de un elfo... o del portador del Myrddin.
Sirius lo mirò, sorprendido. - Sigo sin entender¿Quien es usted?
Algun dia, cuando toda esta pesadilla sea solo un recuerdo, le contarè las circunstancias de nuestros desafortunados encuentros. Pero el momento no es oportuno... es tiempo de devolver a nuestro Salvador un poco de lo que tan generosamente supo obsequiarnos.
Los cuerpos de Harry y de Ginny levitaron por un momento a un metro del suelo, mientras Rey Gorad, con un amplio gesto de la mano creaba un escudo que acabò envolviendo todos los presentes. Apretaron los ojos para protegerse de esa cegadora luz hasta que toda esa claridad acabò apagandose. Desorientados, los viajeros trataron de acostumbrar los ojos ante la repentina oscuridad... Hasta que, delineados contra el cielo nocturno, reconocieron las torretas y los familiares contornos de Hogwarts.
Sin perder mas tiempo, Ron conjurò una vieja maleta que transformò presurosamente en un translador: - ¡PORTUS! Gritò.
Todos los presentes se dispusieron alrededor del objeto. Ron y Sirius abrazaron saldamente Ginny y Harry, y todo el mundo desapareciò dejando el fantasmal castillo envuelto en la mas desoladora soledad.
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Muchos muggles abrieron de par en par sus ventanas para intentar descubrir la origen de tanto alboroto, algunos frotaron fuertemente sus ojos temiendo ser victimas de una alucinaciòn: o ese era el sueño comunitario mas extraño en la historia del mundo... o estaban verdaderamente presenciando la mas grande fiesta de Halloween jamas organizada en las calles de Londres.
Solo que... ¡no era el 31 de octubre!
Una gran comociòn se creò en los pasillos del San Mungo cuando los sanadores reconocieron los recien llegados y muy pronto, la noticia de la llegada Harry Potter y Ginny Weasley al Hospital para Enfermedades y Heridas Màgicas se esparciò como la polvora.
En pocas horas, las calles en los alrededores del San Mungo se llenaron de gente, invadiendo la noche londinense de sonidos y voces que no podìan ser calladas.
Los murmullos se transformaron en lamentos y despuès en gritos... cada vez mas frenèticos. Y aumentaron mas cuando la gente reconociò, entre el gentìo, las cabezas pellirojas de los Weasley y de algunos de los profesores de Hogwarts.
Minerva McGonagall entrò, escoltada por Remus Lupin, Frank y Augusta Longbottom,Molly y Arthur Weasley caminaban agarrados el uno al otro, sin dignar a nadie de una mirada.
Pronto desaparecieron al interior del hospital y la gente se quedò ahì, murmurando, rezando. Avidos de captar cualquier noticia que les permitiera entender lo que realmente pasaba entre las cuatro paredes donde Harry y Ginny se encontraban luchando entre la vida y la muerte.
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En esta dimensiòn suspendida mas allà del tiempo y de la muerte, busco el sentido de mi vida.
¿Dime, cumplì con lo que me encargaste al nacer? ¿debo pagar mas?
¿Me negaràs las respuestas que tanto busquè?
¿Por què sigo existiendo amarrado a ese hilo invisible? ¿Que espero para librarme en vuelo y retomar - en la muerte - el hilo de la historia que no lleguè a vivir?
El abrazo.. y el perfume de mi madre se transformaron en un recuerdo demasiado pronto, para que pueda recordarlos.
Una risa, semejante a un ladrido... encendiò en mi la esperanza de ser nuevamente lo que fui.. amigo y hijo amado para quien lo arriesgò todo, con tal de ayudarme.
Buscame, Sirius... Regresa y perdoname por haber pensado que podrìa encerrarte en esa màgica jaula... donde pretendì preservar - para los dos - lo ùnico que no estaba dispuesto a perder en esa lucha: la posibilidad de vivir contigo algun dia.
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Mucha gente se acercò al cuarto envuelto en la penumbra, en religioso silencio. Fue - para sus amigos - un lento desfile de caras, familiares y desconocidas. Muchos de ellos dejaron flores que Sirius se apresurò a arrojar lejos, incapaz de aceptar la posibilidad de que pronto llenarìan su tumba.
Imposible saber si pasaron segundos, horas ... o dias desde que esa posibilidad se le asomò a la cabeza...
Sirius no se despegò ni un solo momento de la cama de Harry. Siguiò observando ese rostro pàlido... recordando la sujeciòn que sintiò el dìa de su bautizo al sentir por primera vez - sobre sus espaldas - la responsabilidad de ser el padrìno de una criatura.. sin imaginar que el destino darìa un giro tan dramatico, separandolos por demasiados, agonizantes años.
Despuès de su regreso, Sirius se preguntò muchas veces - con una mezcla de temor y orgullo - Porque Harry se arriesgò tanto para hacer que regresara.
Se preguntò si lo merecìa... si podrìa llenar ese inmenso vacìo que dejaron Lily y James. En ese bosque tuvo mucho tiempo para acobardarse... para luchar contra el temor de decepcionar al ùnico hijo que tendria jamàs.
Ante esa cama, èl rezò para que se le concediera la posibilidad de correr el riesgo.
Lupin - mas pàlido y desaliñado que nunca - asistìa a toda la escena. Èl siempre supo que Harry lo estimaba mucho, pero jamàs lo quiso como a Sirius... contemplandolos, no pudo evitar sentirse un tanto celoso.
A sus espaldas, Molly sollozaba quedamente, asomandose del cuarto contiguo donde aun yacìa su hija. Ron, aparentemente incapaz de decir una palabra, caminaba de un cuarto al otro como un leòn enjaulado, vencido por la impotencia.
Inconsolable.
Apoyado contra el marco de la puerta, Draco tambièn presenciò silenciosamente la escena, ignorando las miradas de abierto asombro que alguno visitantes le lanzaban.
Totalmente absorto en sus pensamientos, Draco parecìa haberse transformado en una estatua de sal. Esperò con calma - inusitada en el - a que algo pasara.
La rivalidad entre Draco Malfoy y Harry Potter sobrepasò los confines de Hogwarts, asì como la generosidad con la que ese ultimo decidiò favorecer a su antiguo adversario.
Aun que nadie - todavia - entendìa plenamente el porque.
Cuando Auryn entrò - posandose sobre la cama de Harry - todos enmudecieron, hipnotizados por la evanecente belleza de su plumaje. Sirius se dio cuenta - con algo de reverente estupor - que el cuerpo de la fenix era transparente como el cristal, y que un corazòn de zafiro brillaba en su interior.
Retuvo el aliento contemplando ese extraordinario milagro; siguiendo la solemnidad con la que Auryn se acercò a su cuerpo inherte y desapareciò, volviendose parte de èl.
El corazòn de zafiro iluminò entonces el nucleo del medallòn - vivo y palpitante - en el centro de su torax. Una terrible convulsiòn sacudiò el cuerpo de Harry y una desconocida fuerza lo levantò de la cama.
Fue una escena surreal, que sacudiò profundamente todos aquellos que la presenciaron.
Lo que pasò despues serìa recordado - por Sirius - como una pelicula en camara lenta.
Harry permaneciò ahì, levitando a algunos centimetros del colchòn, y abriò los ojos como si solo hubiera despertado de un sueño buscando algo - a su alrededor - que le resultara familiar....
Hola ¿me extrañaron? - Murmurò.
Una especie de descarga electrica sacudiò entonces los musculos de Sirius y Harry se diò cuenta de que èl temblaba como si tuviera malaria. Apretò fuerte su mano.
Hermione entrò repentinamente en el cuarto abrazando a Ron - que vencido por todo lo ocurrido - trataba inutilmente de hacerse el fuerte.
Horas tarde alguien jurò haber visto una expresiòn muy parecida al alivio hasta en el rostro de Draco.
Sirius sollozò. - ¿Tienes idea del susto que nos llevamos, Harry?
Creo que la tengo. ¡Està escrito en toda tu cara!
Sirius escondiò la cabeza entre las rodillas. ¿Por què diablos no me mandaste a llamar antes de que todo eso ocurriera?
Porque te conocìa y sabìa muy bien que no te hubieras conformado con ser un simple expectador. No hice que regresaras del Portal de la Muerte para perderte otra vez... ¡llamame egoista si quieres! Ella y yo sabìamos lo que nos esperaba... Era un paso necesario... para que los dos pudieramos liberarnos hasta del recuerdo de Lord Voldemort.
¿Ginny...? - Empezò Ron, con voz ahogada.
...ella tambièn despertarà. - Contestò Harry, tranquilamente. - Los dos necesitabamos liberarnos definitivamente del lazo que nos unìa a Voldemort. El poder del Fenix nos salvò de la muerte y ahora... Auryn vive en nosotros.
Ron bromeò: - Eso no quiere decir que mi hermana y tu - desde hoy - iràn por el mundo perdiendo plumas y renaciendo de sus cenizas ¿ verdad?
La risa de Harry llenò todo el cuarto y su eco resonò por todo el pasillo. Por algunas horas, la habitaciòn se llenò de gente, y de flores, hasta que los sanadores corrieron a todo el mundo de la habitaciòn para que el paciente disfrutara de un merecido descanso.
Algunos cuartos mas allà, Molly Weasley hacìa otro tanto para prohibir que Ginny se levantara de la cama para alcanzar a Harry.
Sin mucho exito ¡claro està!
De ahì a unos segundos, un torbellino pellirojo entrò como una bala en el cuarto y se arrojò sobre Harry. Con la cara escondida en su cuello - murmurò algo que nadie mas pudo entender....algo que logrò que el renacido Heredero levitara un par de metros mas arriba.
Cuando la noticia alcanzò la gente que aun esperaba en la calle, una nueva explosiòn de alegrìa despertò a los muggles en muchos kilometros a la redonda.
En Londres, las ventanas de muchos dormitorios se abrieron - esa noche - pero ningun brujo... ni bruja pareciò preocuparse seriamente ante la idea de que la existencia del mundo màgico fuera revelada ante los mortales que jamas tuvieron el privilegio de escuchar la admirable... comovedora historia de Harry Potter...
El Niño que - una vez mas - Sobreviviò.
FIN
AGRADECIMIENTOS:
A Santiago... que me ayudò a creer que podìa escribir en español, aun que no fuera mi madre lengua.
A Diego... por haberse asomado por primera vez a mis escritos... bienvenido seas a mi mundo.. espero no haberte asustado demasiado. :p
A Liz, que extraño como no tiene idea.
A Miguel... que tu poesìa no muera... que se renove siempre junto al valor de mantener viva la esperanza.
A Vero... mi amiga perfecionista y apasionada critica...
A Chachi, que aun no encuentra tiempo para leer este fic... espero que logres leer esta dedica antes de que nos salgan arrugas... te quiero mucho :D
A Giselle... que leyò toda esa locura de un tiròn... gracias por leerme y recomendarme a otros.
A Cody: por mas... de lo mismo.
A Drumy - por ser tan entusiasta a la hora de comentar mis escritos, hiciste que me ruborizara mas veces de las que quiera contar.
Y a todos los que leyeron y seguiràn leyendo... gracias por dedicar un poco de su tiempo a leer mis historias.
Roma.
No se pierdan... proximamente, la publicaciòn de:
-----------------El Cuarto Secreto---------------------
(Sequel de El obsequio del Rey Sin Corona)
--------Muy pronto... en Harryargentino ------------
El Obsequio Del Rey Sin Corona - Fanfics de Harry Potter
El Obsequio del Rey Sin CoronaAutora: Roma @[email protected]: Los personajes de Harry Potter no son mios. Escribo eso por amor al arte y a K. Row
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2024-09-25
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