El prisionero de Azkaban - Potterfics, tu versión de la historia

 

 

 

Harry, que había ido a escondidas a Hogsmeade, seencontraba en las Tres Escobas con sus amigos Hermione y Ron. Tendrían quetapar a Harry, puesto que estaba allí sin autorización y por la puerta de lataberna entraban la profesora McGonagall, el profesor Flitwick, Hagrid y elMinistro de Magia, Cornelius Fudge. Hermione hizo un sencillo hechizo para queel gran árbol de Navidad que estaba junto a ellos, se moviera, los tres fuerontapados, pues era más grande de lo que parecía. Los chicos escucharon laconversación de los profesores.

- Cornelius, tenéisque hacer algo, Dumbledore está muy enfadado con los dementores, los alumnos eincluso nosotros mismos, no estamos preparados para combatir a tantosdementores juntos, no podemos permitir que sigan afectándole tanto a losalumnos como al joven Potter. - decía McGonagall

 

- Lo sé Minerva, yahe hablado esto con Dumbledore y hemos llegado a un acuerdo, esta misma nochellegarán al colegio cuatro de los mejores aurores que trabajan en elMinisterio, uno para cada casa.

- ¿Y a quiénmandarán? - preguntó Hagrid

- A Alec Wood paraHufflepuff, Derek Gray para Slytherin, William Roberts para Ravenclaw y MorganWeasley para Gryffindor

- ¿Morgan Weasley,ha vuelto a Londres?

- Sí, ella misma sepuso en contacto conmigo cuando supo lo ocurrido

- ¿Y cree que es lomejor para ella sabiendo que Black está suelto? - dijo McGonagall

- No hay nadiemejor preparada que ella y todos lo sabemos

- Sí, eso escierto, pero después de todo lo ocurrido

- Como ya le hedicho Minerva, ella misma pidió este trabajo - Harry y Hermione miraron a Ron,este estaba igual a ellos, nunca había escuchado hablar de Morgan Weasley

- ¿Arthur Weasleysabe esto? - dijo Hagrid ahora

- No, ella misma mepidió que no dijera nada

- Pues yo creo quetiene derecho a saber que su hermana pequeña ha regresado
- dijo Hagrid

- Eso es algo quele pertenece decidir a ella Hagrid - contestó McGonagall

Pasados unos minutos, los profesores se marcharon ylos chicos, sobre todo Ron, se habían quedado mudos, no sabían que decir. Nohablaron del tema, se levantaron y se marcharon hacia Hogwarts de nuevo,aquella noche habría una gran cena para celebrar la Navidad, solo que elcolegio estaba casi vacío, en total solo quedaban ocho alumnos, así que seríaalgo aburrida

Cuando llegaron al Gran Comedor, se encontraron algomuy diferente a lo que solían ver, en lugar de las cuatro largas mesas dondelos alumnos se sentaban con los demás chicos de sus respectivas casas, solohabía una en la que profesores y alumnos compartirían cena. Allí se encontrabanel director Dumbledore, la profesora McGonagall, el profesor Flitwick y Snape ylos pocos alumnos que aparte de ellos, quedaban en el colegio, eran doce entotal. Se sentaron a comer cuando por la puerta apareció una mujer.

- Sybill, ¿cómo esque has bajado a cenar con nosotros? - decía Dumbledore a la profesoraTrelawney, la profesora de Adivinación. Esta profesora no iba casi nunca alcomedor y era extraño verla en aquel momento

- Estaba viendo labola cuando me vi que cenaba esta noche con vosotros, así que, ¿quién soy yopara no cumplir los designios del destino? - Hermione hizo un comentario dedesaprobación, mientras Dumbledore acercaba otra silla a la mesa. La profesora se quedó un instante quieta sinsentarse a la mesa

 

- ¿Ocurre algoSybill? - dijo Dumbledore

- Verá Albus, esque conmigo serían trece a comer, el trece es un mal número, el primero que selevante, sin duda tendrá un final muy trágico.

- Creo que podremossoportarlo Sybill - dijo McGonagall. En aquel mismo momento sonó la puerta delGran Comedor abriéndose y se pudo ver a una mujer en la entrada.

- Si me disculpan,podemos ser cuatro más en la cena - dijo la mujer sonriendo

- Morgan - dijoDumbledore levantándose de su silla y caminando hacia ella, ambos se abrazaron,después fueron los demás profesores quien la saludaron con cariño, inclusoSnape parecía alegrarse de verla. Los tres amigos, Ron, Harry y Hermione yasabían quién era aquella mujer. Todos volvieron a sentarse y Dumbledore vio quelos chicos tenían caras extrañas, así que los presentó, pero a Morgan lapresentó con otro apellido, pues esta no quería que supieran quien era enverdad. Ron la miraba, era una Weasley, el mismo pelo pelirrojo, las pecas desu cara, los ojos verdes, incluso vio que se parecía un poco a su padre, aunquemás guapa y más seria. Parecía como si llevara una gran tristeza, pero quisieraocultarla.

- Ya sabemos aquién se parece Ginny - le dijo ahora Hermione a Ron al oído y en voz baja.Este pensó lo mismo, que su hermana se parecía mucho a aquella mujer. Todoscomenzaron a comer, aunque de vez en cuando Ron miraba a Morgan.

- Albus - comenzóTrelawney a hablar - ¿dónde está mi amigo Lupin?

- No se encontrababien, últimamente ha estado algo enfermo y ha preferido quedarse a descansar. -contestó Dumbledore

- ¿Lupin, RemusLupin? - preguntó Morgan.

- Sí, es el nuevoprofesor de Defensa Contra las Artes Oscuras - contestó Severus con un poco deseriedad, todos sabían que siempre había querido ese puesto para él

- No sabía queRemus fuera profesor, lástima para ti Severus - dijo Morgan con una sonrisaleve

- Bueno, alguien medijo una vez que la paciencia era la mayor alidada - dijo Snape sonriéndole aMorgan

- Buen consejo, ¿quiénte lo dio Severus? - dijo Dumbledore

- Ella señor -ambos sonrieron. A Ron, Harry y Hermione les parecía extraño la compenetraciónque se sentía entre Severus y aquella mujer.

- ¿Y qué paso conel anterior profesor? - preguntó Morgan

- Fue algocomplicado - comenzó a decir Dumbledore, pero Ron no pudo más y contestó

- Seautodesmemorizó - dijo casi riendo. Morgan lo miró, ya se había fijado en élnada más entrar, pero ahora que lo veía bien, sabía quién era. Los chicosvieron un brillo especial en su mirada, después de unos segundos mirándolosdijo

- Tú eres HarryPotter ¿verdad?, y tú sin duda eres un Weasley - sintieron emoción en su voz,aunque la contuvo muy bien. Miró entonces a Hermione para disimular - ¿Y túeres?

- Yo soy HermioneGranger

- Encantada deconoceros.

- ¿Conoce a mifamilia? - dijo Ron, estaba ansioso por hacerle cientos de preguntas

- Si, estudié conArthur y Molly, supongo que son tus padres

- Si. Yo nunca heescuchado hablar de usted - Morgan se quedó callada, no sabía que contestar.

- Morgan llevamuchos años fuera de Londres, Weasley, tus padres eran mayores que ella, quizásya no la recuerden - dijo Snape. Morgan lo miró para agradecerle el sacarla deaquel tema.

La cena siguió animada, con mucha conversación yrisas. Cuando dieron las doce, los alumnos debían volver a sus dormitorios.Morgan llevaría los alumnos de Gryffindor, que solo eran tres.

 

- Bien chicos, eshora de irse a la cama, si necesitáis cualquier cosa estaré por aquí. - lesdije cuando llegamos a la Sala Común, no quería hacer aquello más difícil de loque ya era, pero ellos se quedaron quietos mirándome, parecían ansiosos porpreguntar algo - ¿qué ocurre?

- Verá, queríamospreguntarle algo - dijo Harry

- Bien, decidme -los chicos parecían no atreverse - vamos, no pasa nada - sonreí, pero a la veztenía miedo de lo que querrían preguntar.

- Verá - comenzó adecir Hermione - el otro día escuchamos a la profesora McGonagall hablar deusted en las Tres Escobas y
- me asusté aún más, hacía mucho que no meenfrentaba a mi verdad.

- Escuchamos queusted se llama Morgan Weasley y que es hermana de mi padre - dijo Ron queparecía hablar también con dificultad. Tuve que sentarme un momento.

- Vaya, veo que soisalumnos muy despiertos - dije. El momento era realmente tenso para mí.

- Quizás no sea unbuen momento Ron, te dije que no querría hablar - le decía Hermione a Ron alver que me había quedado parada.

- No, tranquilaHermione, se merece una explicación
- lo miré a la cara - Es cierto Ron, soyla hermana pequeña de tu padre, soy tu tía

- ¿Pero por qué mifamilia no nos ha contado nada a mis hermanos y a mí, por qué te marchaste ypor qué usas un apellido falso? - era la primera vez en años que me enfrentabaa alguien de mi familia.

- Verás, hacemuchos años ocurrió algo, no voy a decirte el qué ahora mismo, porque aún noestoy preparada para hablar de ello y menos contigo. Solo decir que aquello mecambió por completo, no he vuelto a ser la misma desde entonces. Me aparté detodo y todos los que me querían, ya habían sufrido lo suficiente a mi costa,así que decidí cambiar mi apellido y desaparecer - vi la cara de Ron, no estabaentendiendo nada - No espero que comprendas esto Ron, quizás algún día puedacontarte toda la verdad, pero por el momento, solo puedo decirte que hice loque creí mejor para todos
- los chicos se fueron a descansar. Yo me quedé enla sala común, me senté junto al fuego a pensar y me quedé dormida. Solo medesperté cuando sentí que alguien entraba en la sala, me levanté y saqué mivarita, pero la bajé cuando vi quien era.

- Morgan, ¿ibas aatacar a un viejo amigo? - dijo mientras se acercaba para abrazarme

- No sabía que erastú Remus, como siempre eres bastante silencioso. ¿Cómo te encuentras?, eldirector me dijo que estabas enfermo

- Si, ya sabes a loque se refería, Severus me prepara la poción, así que más o menos estoy bien,pero me deja agotado. ¿Y tú cómo estás?

- Bien, algoaturdida por todo esto que está pasando, pero yo misma pedí este trabajo
tengoque saber que ocurrió Remus, hasta entonces, no estaré completamente tranquila,volví por él, tengo que cumplir mi parte.

- Lo entiendo. Fuemuy difícil para los que éramos sus amigos, no puedo imaginar cómo fue para ti

- Lo llevo
además,Ron Weasley ha descubierto que soy su tía

- ¿Cómo lo hasabido?

- Al parecerescuchó a un grupo de profesores hablando con el Ministro - hubo un pequeñosilencio - Sabes, le he dado vueltas a todo esto, ¿cómo es posible que Siriuspudiera escapar de Azkaban?

 

- No lo sé, yotambién lo he estado pensando

- Como ambossabemos, Sirius es un animago no inscrito, ¿y si escapó siendo perro?, losdementores son ciegos y se alimentan de emociones humanas, siendo animal no loverían - Remus se sorprendió

- Parece lo mássensato, ¿has comentado eso en el ministerio?

- No, pensé que sisabían que Sirius era un animago y que yo tenía conocimiento de esto,investigarían al resto del grupo. Pero lo hablé con Dumbledore, el piensa quees imposible que Sirius guardara tantas fuerzas para poder transformarse

- En eso tienerazón

- Conoces a Siriustanto como yo, es más fuerte de lo que creemos, si se ha centrado en algo, losdementores no le afectarán tanto como a otros, alejará sus pensamientos alegresy se centrará en su propósito.

- Francamente, nosé qué pensar de todo esto, aún ni siquiera entiendo nada de lo que pasó y esoque sucedió hace 13 años

Remus y yo seguimos hablando, habíamos sido muy buenosamigos en el colegio y fuera de él, ya casi estaba amaneciendo, el se marchó asu cuarto, tenía que preparar sus clases y yo fui a mi cuarto a cambiarme, esemismo día regresarían todos los alumnos y Dumbledore quería que asistiéramos albanquete para presentarnos a todos los alumnos. Mientras me cambiaba, sentí ungrito, era Ron, venía del dormitorio de los chicos, salí corriendo hacia allí.

- ¿Qué ocurre Ron?- estaba pálido, las sábanas estaban rasgadas

- Ha sido SiriusBlack, estaba aquí hace un momento, llevaba un cuchillo - decía nervioso

- ¿Estás seguro deque no ha sido un sueño Ron?, yo no he escuchado nada - dijo Harry

- ¿Y cómo explicaslo de mis sábanas Harry? - dijo un Ron atemorizado - Quería matarme, seguro

- Si hubieraquerido matarte, lo hubiera hecho. Iré a ver el retrato de la sala común, si haentrado aquí, solo ha podido ser por ahí - fue a la entrada, el retrato era deLord Cánovas, este me miró orgulloso y dijo: "Contraseña". - Sir Cadogan, ¿hadejado usted pasar a Sirius Black?

- Claro, se sabíatodas las contraseñas de la semana

- Bien, creo queserá mejor que mandemos su retrato a otra misión - volví preocupada a la salacomún, donde Minerva McGonagall había aparecido aún en camisón y bata.

- ¿Qué es todo estejaleo Morgan?

- Black ha entradoen el dormitorio de Ron y Harry, le ha dado un buen susto a Ron

- ¿Qué, cómo?

- Al parecer sabíatodas las contraseñas y Sir Cadogan lo dejó entrar, hay que traer de nuevo a laseñora gorda, creo que será de más ayuda que el caballero. Ella no lo habríadejado pasar.

- Sí, será lomejor, avisaré a Albus.

- Ron, no tepreocupes, a partir de ahora no me separaré de vosotros. Terminad dearreglaros, bajaremos juntos al Gran Comedor.

Cuando llegamos, ya había muchos alumnos desayunando yla noticia de que Black había entrado en el dormitorio de Ron, ya era conocidapor todos, así que Ron era el centro de atención, me senté con mis compañerosdel ministerio y con los profesores, miré a Ron y vi que había cuatro alumnosmás que se parecían mucho a él, debían ser sus hermanos.

- ¿Todo bienMorgan? - me preguntó Dumbledore sacándome de mis pensamientos

- Sí, eso creo, Ronse ha llevado un buen susto. Señor, ¿Harry sabe algo de Sirius?

- No, preferimosque no sepa esa parte, al menos de momento. Iría el mismo en su busca

 

- Tiene razón, esmejor que siga así. Si me disculpa, me gustaría dar una vuelta por lospasillos, por si veo algo.

- Claro

Me marché del Gran Comedor, cuando pasé junto a Ron yal resto de los Weasley sentí las miradas de estos. Salí del salón, conocía los pasadizos secretos de Hogwarts,todo parecía normal, no había rastros de que alguien los hubiera usado hace poco,bajé al bosque, si Sirius estaba como animal por allí, quizás vería algunahuella, pero me encontré antes con Hagrid

- ¡Morgan!, nosabía que ya estabas aquí

- Si, llegamosanoche, no estabas en la cena de Navidad.

- Si, tenía uncompromiso. ¿Por qué no pasas y te tomas un té? - a Hagrid era difícil decirleque no, era el guardabosques y ahora era también profesor de Cuidado deCriaturas Mágicas. Entré en su cabaña y me sorprendí al ver aun hipogrifosentado en su cama
- no te preocupes, es Buckbeak, lo estoy cuidando hastaque
- se le resbalaban unas lágrimas - verás, hubo un accidente con un alumnoy
quieren sacrificarlo

- Lo siento Hagrid- dije cogiéndole una mano. Hagrid amaba cualquier criatura y en verdad parecíaque aquel hipogrifo no era nada agresivo, sino todo lo contrario, se dejóacariciar por mí - Hagrid, ¿has visto últimamente alguna huella extraña o hasvisto algún animal que no hubieras visto antes?

- No, la verdad esque tampoco salgo mucho, temo a los dementores y con Buckbeak aquí y las clases,no tengo mucho tiempo para salir al bosque, ¿por qué?

- No nada, solo eracuriosidad.

Pasaron varios días. Aunque tenía que estar pendientede todos los alumnos de Gryffindor en general, sabía que tenía que tenerespecial cuidado con Harry, puesto que todos creían que Sirius quería matarlo.Acabábamos de salir de una aburridísima clase de Adivinación, ya no recordabalo poco que me gustaba aquella asignatura. Después los chicos tenían clase deDefensa Contra las Artes Oscuras. Me senté en el fondo de la sala y escuché aRemus, era un buen profesor, los alumnos disfrutaban con sus clases, se notabaen sus miradas. Harry levantó la mano para hacer una pregunta. Estaban tratandoel tema de los dementores.

- ¿Si Harry? - dijoRemus

- Verá profesor, cómosabe en el pasado partido de quidditch casi me mato al caer de la escoba acausa de los dementores, ¿hay algo que pueda enseñarnos para que podamoscombatirlos?, sé que los aurores han venido para protegernos de ellos, pero enlos partidos, va a ser difícil si ocurre algo como lo de la última vez - sentíla mirada de Remus

- En verdad Harry,si hay un modo, aunque requiere de más poder y aprendizaje del que vosotrosdisponéis aún, es un conjuro muy difícil que muchos magos adultos no soncapaces de hacer.

- Pero profesor -decía Hermione ahora - ¿Qué hace exactamente ese hechizo?, he leído que no sepuede matar a un dementor

- Este hechizo delque hablo solo repele al dementor, pero como bien dices no puede matarlo. Lasúnicas personas que pueden matar a un dementor son
- Remus volvió a mirarme, yyo asentí - son las personas que ya han muerto una vez

- ¿Cómo puede sereso? - dio Ron. Remus volvió a mirarme y yo me acerqué a él.

- Yo, señorWeasley, ya he muerto una vez - dije de forma seria. Todos me miraban extrañados

 

- ¿Qué? - dijo este

- Veréis, Morgan eslo que conocemos como Luz Blanca.

- Claro, ¿cómo nome había dado cuenta antes? - escuché decir a Hermione en voz baja. Hermioneera la más lista de su clase.

- Las Luces Blancasson magos que han muerto en ciertas circunstancias y que por alguna razón queni ellas mismas comprende hasta tiempo después, vuelven a la vida. Vuelvensiendo inmortales, y con nuevas habilidades que siendo magos no tenían. Poralguna razón, son lo contrario a un dementor, el dementor es un humano que sevolvió malvado hasta convertirse en lo que es. Así que una luz blanca es laúnica que puede acabar con un dementor, y un dementor puede matar a una luzblanca. - los chicos se quedaronasombrados

- ¿Alguna vez hamatado un dementor? - preguntó uno de los alumnos

- No, por ahora nohe tenido que enfrentarme a ninguno.

- ¿Y cómo lo haría?- dijo otro alumno

- Así - levanté mimano y los envolví a todos con una niebla blanca, los alumnos reían, quité laniebla, todos me miraban absortos - como sabéis los dementores se alimentan delos pensamientos alegres, te quitan todo hasta volverte loco, nosotros hacemoslo contrario. - mientras terminaba de contestar a los chicos, sonó el timbre.Salí del aula y los chicos se acercaron a mí.

- Morgan, ¿por loque nos has contado hoy es por lo que te alejaste? - preguntó Ron. Vi por sumirada que estaba empezando a comprenderme.

- Si Ron, durantenueve años, fue como si yo estuviera muerto. Cuando volví, mi familia habíapasado página, habían sufrido demasiado con mi muerte, así que decidímarcharme, no quería inmiscuirme en sus vidas

- Pero mi padre sehabría alegrado enormemente de verte

- Lo sé, les enviéuna lechuza diciéndoles lo ocurrido, pero no podía volver Ron, yo también habíasufrido demasiado, necesitaba alejarme de Londres

- ¿Y por quémoriste? - dijo Ron

- Ron, creo queesta pregunto no es muy adecuada - dijo Hermione. Me hizo sonreír.

- TranquilaHermione, no pasa nada, pero no voy a contestar a tu pregunta Ron, lo siento

Íbamos cerca de la entrada al colegio cuando vi algofuera, me quedé quieta, Harry notó mi rostro y me cogió del brazo, en eseinstante tuve una visión de mi pasado
fue tan fuerte las emociones que meinvadieron que me desmayé. Me desperté en la sala común, junto a Lupin yMcGonagall

- Morgan, ¿teencuentras bien? - dijo Remus

- Si, ¿qué haocurrido?

- Te desmayaste,Harry dice que viste algo en las afueras, ¿fue un dementor?

- No Remus, fue unperro negro - Minerva no entendía nada de aquello, pero Remus si
me levanté,tenía que buscar a los chicos, si estaban fueran corrían peligro - ¿dónde estánHarry y Ron?

- Creo que en losentrenamientos de quidditch - fui hacia el campo de quidditch, Hermione tambiénestaba allí viendo el entrenamiento junto a la profesora Hook

- Morgan, ¿estásbien? - me dijo Ron preocupado

- Si, tranquilo

Cuando los entrenamientos terminaron, Harry vino connosotros y me dijo que si podía hablar conmigo a solas. Los chicos seadelantaron y nosotros nos quedamos en el campo hablando.

- ¿Qué ocurreHarry?

- Verás, antes,cuando te pasó eso, te estaba tocando y vi lo mismo que tu viste

- Siento que hayastenido que presenciar eso. Supongo que ya sabrás entonces como sucedió todo

 

- Sí, pero, ¿porqué los traicionó, era su mejor amigo?, ¡era mi padrino! - no esperaba queHarry supiera aquello, mi corazón dio un vuelco

- Harry, ya que losabes, he de decirte que yo soy tu madrina - Harry me miró sorprendido y yocomencé a llorar, Harry se abrazó a mí, después cuando estábamos algo máscalmados comencé a contarle todo - Harry, Sirius y yo estábamos prometidos,íbamos a casarnos unos meses después de lo ocurrido, tu madre iba a ser mi damade honor. - me limpié las lágrimas - Sinceramente, aún no entiendo nada, yocreía conocer a Sirius, nunca pensé que pudiera hacerle daño a tus padres,sobre todo a James que era como su hermano. Tu madre era mi mejor amiga,estuvimos juntas desde primero. La mañana en que tus padres murieron, meencontré con Peter Pettigrew, y me contó lo ocurrido, que Sirius le habíarevelado a Voldemort el paradero de tus padres, rompiendo así el hechizo quehabía hecho, no podía creerlo, ambos fuimos en su busca y lo encontramos en unacalle de Londres, él y Peter comenzaron a discutir, Sirius sacó su varita,estaba dispuesto a matar a Peter, pero me interpuse entre ellos y fui yo la quecaí primero, después de eso, no sé más, ni siquiera pude pedirle unaexplicación, un por qué. Cuando volví, supe que estaba en Azkaban, no tuvefuerzas para pedir una visita, además que no iba a ser bien recibida con tantosdementores por allí. Si hubiera seguido viva Harry, te hubiera llevado conmigo,pero las circunstancias hicieron que tuvieras que ir a vivir con esos Durlsey
Conocía a tu tía Petunia cuando tu madre y yo íbamos a Hogwarts. Sin dudaenvidiaba a Lily, ella es una squib y
- Harry no me dejó continuar

- ¿Qué tía Petuniaes qué?

- Una squib, genteque

- Sé lo quesignifica, pero no lo sabía

- Tu madre haciauna magia preciosa Harry, era espectacular verla en las clases deencantamientos, tu padres por el contrario tenía un talento especial parameterse en problemas.

- Sí, eso sueledecirme el profesor Lupin. ¿Qué te pasó cuando
? - no se atrevió a preguntarlo

- ¿Morí?

- Si - nunca habíahablado de todo aquello con alguien, peor con Harry era tan fácil.

- No ocurrió nadaHarry, solo sé que de pronto estaba en la antigua casa de los Black, allí eradónde Sirius y yo íbamos a vivir, allí encontré a Snape y a Dumbledore. Ellosme explicaron todo lo ocurrido. Después de saber todo a cerca de mi familia, noquise volver con ellos, tenía que desaparecer. Entiende que había perdido todo,al hombre que amaba, había perdido a mis mejores amigos y mi familia habíaconseguido seguir adelante sin mí, pensé que era mejor así. Severus me ayudómucho a empezar desde cero, conocía a un Severus que pocos conocen, me buscó unlugar donde vivir, un trabajo y una identidad nueva. - Harry no preguntó nadamás, volvió a abrazarme y salimos juntos hasta el comedor. Cuando entramos,vimos a Ron y Hermione con una carta y con cara de preocupación, nos acercamosa preguntar.

- ¿Qué ocurre?

- Es Hagrid, haperdido el caso, esta tarde al ponerse el sol, matarán a Buckbeak - dijoHermione con lágrimas en los ojos.

- Tenemos que ir averlo - dijo Harry - Tenemos que estar con él cuando ocurra.

- No Harry, noquerrás presenciar tal barbaridad, vosotros quedaos en el colegio, yo iré conHagrid después - fui a sentarme con los demás profesores y compañeros, loschicos no se quedaron muy convencidos, así que tendría que vigilarlos.

 

Después de comer salí hacia la cabaña de Hagrid, teníaque estar con él mientras acababan con la vida de aquella pobre criatura, peroantes tuve que ir a mi cuarto un momento. Cuando llegué a la cabaña, allíestaban Harry, Ron y Hermione, estaban tapados con una capa de invisibilidad,supuse que era la capa de James, el padre de Harry, pero ellos no sabían que yopodía verlos.

- ¿Se puede saberqué hacéis aquí, no os había dicho que os quedarais en el colegio?, quitaos esacapa y salid de aquí, Dumbledore y el ministro no tardarán en llegar y si osven aquí será peor.

- ¿Cómo sabías queestábamos aquí? - dijo Ron mientras se quitaba la capa

- ¿De verdad vas apreguntar eso después de todo Ronald? - dijo Hermione

- Morgan tienerazón chicos, será mejor que os marchéis, gracias por todo lo que habéis hechopor mí - al parecer Hermione le había ayudado a Hagrid a escribir una carta enla que exponía todo lo ocurrido con Buckbeak y el porqué no debía sersacrificado, pero el chico al que atacó era hijo de alguien con demasiadopoder, nada más y nada menos que el hijo de Lucius Malfoy, así que por más quehicieran algo, aquella pobre criatura, sería sacrificada lo quisieran o no

Dumbledore y Fudge llegaron en poco tiempo, escuché aldirector decirle al ministro que si era necesario todo aquello y como yopensaba, el ministro le decía algo así como que Lucius aportaba un dinero alministerio que era necesario. Sabía que Lucius le habría amenazado con quitarlesus aportaciones si no hacia algo al respecto con Buckbeak.

El verdugo llegó y no pudimos hacer nada por pararaquella muerte. Yo me quedé un buen rato con Hagrid, mientras este enterraba alanimal

Pasaron algunos días más, en aquel tiempo me habíadado cuenta de que Hermione estaba jugando con el tiempo, no lo había notadoporque había sido cambios de pocas horas, pero me había fijado en que asistía aclases diferentes, los mismos días y a las mismas horas, no podía dividirse endos, así que tenía que tener alguna ayuda. Tenía que hablar con ella.

- Hermione,¿podemos hablar? - le dije por el pasillo cuando salió de clase

- Claro, dime

- Verás, he notadociertas irregularidades últimamente

- ¿Qué clase deirregularidades?

- Bueno, por lovisto hoy la clase de Adivinación y la de Aritmancia han sido ambas a las 10:00y al parecer has asistido a ambas. Me parece que alguien está jugando con eltiempo.

- ¿Cómo lo hassabido?

- He preguntadoantes.

- Verás, este añoquería dar varias asignaturas, pero algunas coincidían en las horas, así que laprofesora McGonagall habló con el director y me dejaron un giratiempos

- Espero que seasresponsable con su uso

- Claro, no tepreocupes, ambos me avisaron de las consecuencias que podría tener si se usabamal

- Bien. Si Minervay el director confían en ti, no tengo nada más que decir.








Pasé por el despacho de Remus, allí estaba Harry, estehabía encontrado el "mapa del merodeador" un plano del colegio que crearon ensu día, Sirius, James, Remus y Peter, en él muestran quienes están en elcolegio en cada momento y dónde se encuentran, también están los pasadizossecretos. Yo conocía aquel plano también. Como Harry no tenía autorización desus tíos para ir a la ciudad, había usado no solo la capa de invisibilidad desu padre, sino que había usado el plano para llegar por uno de los pasadizosque llegaban directamente a Hogsmeade para estar con sus amigos. Era muypeligroso que saliera del castillo, además Sirius conocía aquellos pasadizos,si era verdad que este quería matar a Harry, no era una buena idea andar porahí solo sin protección. Sus padres habían dado su vida para salvarlo y él ahorase exponía simplemente por conocer un lugar que no se moverá de donde estaba

 

Harry avergonzado no tuvo más remedio que entregarnosel plano, pedí a Remus que me lo dejara, tenía que encontrarlo, aquel mapa erala solución, si Sirius estaba en el colegio, aquel mapa me daría su paraderoexacto.








Llevaba muchos días sin dormir, y aquella noche eraigual. Iba mirando el mapa por los pasillos, el colegio por las noches esrealmente oscuro, solo llevaba la luz de mi varita. De pronto apareció en elmapa algo imposible, un nombre, pero no podía ser, aquella persona había muertohacía ya tiempo. Aún así, tenía que investigarlo, por lo que el mapa decía,venía directamente hacia mí, apagué mi varita y calculé más o menos cuantotardaría en llegar aquella persona junto a mí, encendí la varita, pero allí nohabía nadie. Supuse que el mapa estaría fallando, tenía ya muchos años, quizáscon el uso los hechizos que iban perdiendo fuerza, o quizás era lo que yo medecía para poder entender lo que acababa de ver
Me marché a mi cuarto.

La siguiente noche volví a abrir el mapa, "Jurosolemnemente que mis intenciones no son buenas". Me fijé en todos los puntosque aparecían y allí estaba de nuevo, me sorprendí más aún al ver que estaba enel cuarto de Harry, y que en ese momento Ron y él también estaban allí, salí demi dormitorio y fui al suyo

- Morgan, ¿quéocurre? - no había nadie con ellos, solo Harry, Ron y la mascota de este, unarata vieja y gris.

- Nada, es soloque
- me estaba volviendo loca - ha sido solo
perdonadme
- tenía que salirde allí, fui al despacho de Remus, tenía que hablar con él

Llamé a la puerta, sabía que Remus se quedaba siemprehasta tarde para preparar su clase del día siguiente.

- Morgan, pasa -supongo que notó mi preocupación - ¿ocurre algo?

- Verás, creo queme estoy volviendo loca, llevo dos noches observando el mapa y hoy ha sido lasegunda vez que he visto un nombre en él, un nombre que es imposible que esté.

- ¿Y cuál ha sido?

- Peter Pettigrew

- ¿Qué?, Morgan,Peter lleva muerto desde

- Lo sé, murió elmismo día que yo, pero estaba allí, hace un momento su nombre apareció en eldormitorio de Harry, y solo estaban él, Ron y la rata de este - en aquelmomento no le di importancia, pero luego entendí el rostro de Remus, cuandodije rata

- Creo que es mejorque descanses, recuerda que este mapa lo creamos cuando éramos solo unos críos,quien sabe en qué manos ha estado y qué conjuros han usado para revelar sussecretos. Yo me quedaré con él, tú ve a descansar.

Pero no podía descansar sin más, tenía que utilizar miúltima opción. Desde que volví a la vida, sabía que mis poderes habíanaumentado y que incluso tenía algunos, que otros magos no poseían. Al ser unaluz blanca, mis poderes provenían de la misma vida, no sé muy bien cómoexplicarlo, es como si estuviera conectada a todo ser viviente, incluso a lanaturaleza, tenía que intentar algo y el patio de transformaciones sería unbuen lugar, estaba abierto al exterior.

 

Me senté en el suelo, cerré mis ojos, toqué el suelocon mis manos y me concentré. Entonces los sentí, a todos y cada uno de losalumnos y profesores que había en el colegio, sentía sus mentes, sus voces,pero estaban todas mezcladas, tenía que ir descartando y apagando una a unahasta hallar la que quería. No sabía cuánto tiempo llevaba así, y tampoco mepreocupaba, hasta que lo sentí, era mínima su voz, como si un hechizo loprotegiera, pero estaba allí, el mapa del merodeador podía estar estropeado,pero no mi poder, Pettigrew estaba allí, pero hasta donde yo sabía, él no habíavuelto como luz blanca
Entré en su mente, Peter era la rata de Ron por ello nolo veía tan claro como al resto, era un animago, y había vivido junto a losWeasley como su mascota

Estaba tan concentrada en él, que no me di cuenta delpeligro que se me acercaba, cuando quise darme cuenta era demasiado tarde

- Morgan, Morgan -me llamaba una voz, me sentía cansada, casi pesada, no sabía dónde estaba, abrílos ojos, estaba en la enfermería, era Severus quien me hablaba Noticias del cadiz

- Severus, ¿qué haocurrido?

- Te encontréanoche en el patio de transformaciones, parecía como si estuvieras haciendo unhechizo localizador, pero de pronto vino un dementor y te atacó, gracias a quellegué a tiempo, pues te había visto desde lejos. ¿No pudiste defenderte?

- Estaba tan concentradaque no sentí su presencia, no debía descuidarme tanto

- Podría habertematado, ¿puedo preguntar qué hacías?

- No vas a creermesi te lo cuento, pero Peter Pettigrew sigue vivo

- No es posible,encontraron su ADN entre los restos

- Encontraron undedo Severus, nada más. Ha estado escondido durante todos estos años, ¿lapregunta es por qué?, Peter era nuestro amigo, debió acudir al ministerio ycontar lo ocurrido.

- Quizás tuvomiedo, Peter no era precisamente muy valiente

- Sí, pero si sabíaque Sirius estaba en Azkaban, ¿por qué permanecer escondido?

- No lo sé

- Morgan, puedelevantarse cuando quiera, no tiene por qué estar más tiempo aquí, pero tómeseesto antes - la enfermería Pomfrey me dio un vaso de chocolate caliente, cuandoun dementor ataca a alguien, el chocolate hace que esta se sienta mejor, en micaso no servía de mucho, pero al menos era algo caliente, había pasado muchofrio en el patio de transformaciones

En cuanto terminé el chocolate y Severus se marchó,sabía perfectamente dónde tenía que ir. Era fin de semana, los alumnos teníanel día libre para ir a Hogsmeade, así que no había muchos alumnos en elcolegio, fui hacia el despacho de Remus, sabía que estaría allí, ni siquierallamé a la puerta, entré sin más y lo que me encontré me sorprendió. Harryestaba allí con Remus, y se estaba enfrentando a un dementor, al principio measusté, luego entendí que era un boggart. Después de un par de intentos, Harryconsiguió un patronus que tomó la forma de un ciervo, como el que James hacía,era bastante bueno, encerraron el boggart en el armario y me miraron.

 

- ¿Has visto esoMorgan? - me dijo Remus orgulloso

- Y tanto que lo hevisto. Harry, tu patronus es igual al de tu padre

- Lo sé, elprofesor Lupin me lo ha dicho. ¿Qué forma tiene el tuyo Morgan?

- Yo no soy capazde convocar un patronus Harry, mi recuerdo feliz, hace años que se esfumó -hubo un pequeño silencio, pero tuve que romperlo - Harry, tengo que hablar conRemus en privado, ¿puedes dejarnos un momento?

- Claro. Graciasprofesor.

- Gracias a tiHarry por ser tan buen alumno. - Harry se marchó - se parece tanto a James

- Y a Lily, más delo que él cree.

- Bien, tú dirás.

- ¿Recuerdas cuandovi el nombre de Peter en el mapa?

- Morgan, ya tedije
- no lo dejé terminar

- Es la rata deRon, lo he visto

- ¿Cómo?

- Hechizolocalizador, solo que mi forma de contactar con él es diferente.

- Pero, ¿por quéfingir su muerte y permanecer después tantos años como la rata de los Weasley?,no tiene ningún sentido

- Lo sé, por esotenemos que ir a por él, sólo él sabe la verdad de lo que ocurrió aquel día.Tenemos que hablar con Ron

- Creo que están enHogsmeade, con los demás chicos, tendremos que espera a que regresen.

- Si, supongo quela lleva consigo, al parecer Hermione tiene un gato y le tiene una maníaespecial a esa rata. Será mejor que hable mientras con Dumbledore, creo quedebería saber todo esto

- Si, será lo mejor.








- Hermione, voy amatar a ese gato como se vuelva a acercar a mí - sentí la voz de Ron, parecíaenfadado, yo estaba en la sala común de Gryffindor, cuando llegaron vi que Ronparecía afectado por algo

- ¿Qué ocurre Ron?

- El estúpido gatode Hermione se ha comido a Scabbers - así era como Ron llamaba a la rata -desde que lo compró, no ha dejado de molestar a mi rata, hasta que al final haconseguido comérsela

- ¿Estás seguro deque se lo ha comido?

- Sí, se me escapóen Hogsmeade, corrí detrás de ella y en un lugar encontré pelo de ese gato ysangre.

- Eso no demuestraque se la comiera, puede haberse comido cualquier pájaro u otra rata queanduviera por allí. Tu rata era muy vieja Ron, no creo que se dejara apresartan fácilmente. ¿Qué te parece si te ayudo a buscarla?, puede que estén enalgún rincón del colegio, lleva tantos años por aquí, que igual se sabe elcamino de vuelta.

- ¿Estás segura? -Ron me miró con los ojos vidriosos, aquella rata llevaba toda la vida en sufamilia y le tenía un cariño especial, pero eso cambiaría cuando descubriera laverdad

- Claro, vamos.Harry, Hermione, ¿nos ayudáis?, nos dividiremos en grupos.

Hermione y Harry fueron por un lado, Ron y yo por otro

- ¿Cómo vamos aencontrarla?, el colegio es enorme, puede estar en cualquier lugar

- Tranquilo Ron,tengo mis métodos

Yo había localizado antes la mente de Peter, así queuna segunda vez me sería mucho más sencilla. Volví a concentrarme y loencontré, no estaba muy lejos y mucho menos muerto. Al parecer nos habíaescuchado a Remus y a mí hablar de él y había decidido escapar antes de que loencontrásemos nosotros. Ron la había visto correr y casi sin darme cuenta, sehabía separado de mí y corría detrás de la rata. Iba a seguirlos cuando delantede mí apareció un gran perro negro, me quedé paralizada y el perro también se quedóquieto, mis lágrimas comenzaron a derramarse, permanecimos así un instantehasta que sentimos alguien detrás de nosotros correr. Miré y era Remus que semetía en la trampilla del sauce boxeador que llegaba hasta la casa de losgritos de Hogsmeade, el perro se marchó y se metió también por la trampilla. Mequedé helada, no pude moverme, hasta que sentí un grito. Había pasado casi unahora y yo no había sido capaz de moverme, el miedo me había paralizadocompletamente.

 

Era la voz de Hermione, miré el cielo, era luna llena,Remus se había transformado. Llevaba días bebiendo la poción de Severus, peroaquella noche no la habría tomado, Remus era un hombre lobo. Todo ocurrió muydeprisa, Remus salió corriendo, detrás de él apareció de nuevo el gran perro negro,sabía que era Sirius y tras ellos Hermione, Harry y Ron, este parecía tener unapierna herida y no solo eso, llevaban a Severus inconscientes, este flotabadebido a un hechizo. Me dirigí a ellos

- ¿Estáis bien, quéha ocurrido?

- Morgan tienes queayudar a Sirius, no tengo tiempo para explicártelo ahora, pero tenemos queayudarlo, el profesor Lupin ha perdido el control y lo matará - tenía queconfiar en Harry, aunque no entendiera muy bien su postura actual.

- Tengo una idea -dijo Hermione, y nada más decirlo se puso a aullar como un lobo, para que Remusposara su atención en nosotros, y lo consiguió. Estábamos muy cerca delcolegio, teníamos que adentrarnos en el bosque

- Harry, tú yHermione tenéis que volver al colegio, llevaos a Ron y a Severus, aquí noestáis seguros

- ¡No!, no vamos adejarte sola

- Yo puedodefenderme, pero recordad que esto está lleno de dementores - no me hicieroncasi, corrimos hacia el bosque prohibido. Ron se quedó en el mismo lugar conSeverus, les lancé un hechizo para que Remus no los localizara. Remus en formade lobo nos seguía - escondeos, la laguna no está lejos, id allí, yo loentretendré.

Remus no podía hacerme daño, puesto que era inmortal,la única criatura que podía matarme eran los dementores. Me puse frente a él,aunque aquel no era el Remus que yo conocía, sino la bestia incontrolable en laque se transformaba. Se puso frente a mí, me olía y gruñía, yo estaba usando mipoder de escudo, no podía matarme, pero podía hacerme daño.

- Remus, soy yo,tranquilo. Sé que estás ahí dentro, todo va a estar bien. - según hablaba,notaba un frío que me helaba el cuerpo, conocía aquella sensación, losdementores estaban muy cerca. Remus salió corriendo hacia el bosque. Sentí otrogrito, era de nuevo Hermione, venía de la laguna, corrí lo más que pude, perollegué demasiado tarde, un patronus apareció de la nada, no pude ver ni quienlo había convocado, ni qué forma tenía, había salvado a Harry que había corridojunto a Sirius, pero este estaba tendido en el suelo, estaba muerto, los dementoresle habían dado el beso, la peor muerte que un hombre podría tener y Peter habíavuelto a escapar

Avisé a Dumbledore de que Harry estaba herido y detodo lo ocurrido con Sirius, lo llevaron a la enfermería y Harry comenzó acontarnos todo lo que había descubierto. Cuando supe toda la verdad, mi corazónperdonó y de pronto sintió un dolor que jamás había sentido, mi corazón sehabía vuelto a romper, pero esta vez de una forma en la que ya nada importaba,ya nada tenía arreglo en aquel momento

 

- ¿Sabe señoritaGranger?, puede que unas tres vueltas hacia atrás, salve la vida de un inocentey la vida de otro con dos vueltas adelante - al principio no entendí muy bienlo que quería decir Dumbledore, después comprendí - será mejor que te acompañeHarry.

- Quizás Morgantambién podría acompañarnos

- TranquilaHermione, sabes que noto los cambios, cuando volvamos a vernos, recordaré esto,aunque aún no haya pasado

Desperté en la enfermería, la noche anterior habíalocalizado a Peter. Fui a por Harry al campo de quidditch y cuando llegamos alGran Comedor, Ron y Hermione no dieron la noticia de Buckbeak, supuso que esaera la primera vida que teníamos que salvar. Harry y Hermione del futurotendrían que esperar a que ellos mismos del pasado se marcharan de la cabaña deHagrid, yo tendría que hacer tiempo con Dumbledore y el ministro para que lesdiera tiempo a los chicos de desatar al hipogrifo. Era muy importante que elMinistro lo viera atado antes de nada, para que no sospechara que habíamos sidoalguien del colegio. Todo salió según lo previsto, Harry y Hermione se alejabande la cabaña con el animal y un tiempo después noté que el tiempo de nuevohabía cambiado.









Salvar a Sirius iba a ser más difícil. En todo elmomento en el que están en la casa de los gritos, que es donde lleva elpasadizo del sauce boxeador, Harry y Hermione estarán dentro, así que sería yola que tenía que adelantar mis movimientos, no podía encontrarme de nuevo conSirius como perro y quedarme quieta. Estaba asustada, asustada de volver a vera Sirius y de que todo saliera mal. Como ya había hecho, buscábamos a Scabbers,pero yo ya sabía que se metía por el sauce boxeador, así que fui directamenteallí con Ron, Harry y Hermione ya estaban dentro. La casa estaba silenciosa,solo se veía una luz en un dormitorio del piso superior, Ron y yo comenzamos asubir y entonces escuché su voz

- Morgan, ¿es él?

- Si

- Tenemos queentrar, o matará a Harry

- No Ron, Sirius noquiere matarlo, lo está protegiendo

Sacamos nuestras varitas, pero nada más entrar en lahabitación, Sirius y Remus nos desarmó, Remus al parecer ya sabía todo también,pero no me había dicho nada.

- Morgan - dijoSirius mirándome. Mi corazón se encogió, llevaba tantos años sin escuchar minombre en su voz
aunque él siempre mehabía llamado "pelirroja", desde que nos conocimos en el colegio - pensé queestaba soñando cuando te vi hace unos días, pero ahora veo que era real, ¿cómoes posible? - sentí como su voz estaba completamente rota, había llevado a susespaldas durante tantos años mi muerte

- Sirius, creo queno es el momento, tenemos que apresar a la rata - Remus sacó de una especie detrance a Sirius, y también a mí, ya no recordaba a Peter.

- Scabbers - dijoRon de pronto cogiendo a la rata que acababa de salir corriendo de debajo de lacama

- Ron, suelta esarata, no es lo que crees - dije

- ¿Qué?, no piensodejar que le hagáis daño

- Ronald Weasley,no querrás que use mi magia contigo, por favor, deja a ese animal en el suelo -Ron no quería dejarlo

- No tienes varita,no podrás hacerle daño - dijo de nuevo protegiéndola

 

- Aún no me conocesRon, no necesito mi varita - iluminé mis manos para demostrarle que no era unfarol lo que le decía

- ¿Eres una luzblanca? - dijo en voz muy suave Sirius. En ese momento la rata de Ron le mordióla mano, Ron la dejó caer, esta comenzó a correr, pero pude paralizarla, y pocoa poco volvió a convertirse en lo que realmente era, un traidor

- ¿Scabbers? - dijoahora Ron sorprendido

- Tu rata no eramás que este traidor

- ¿Traidor? - dijoahora Harry - tu sí que eres un traidor, mataste a mis padres, los delataste ydespués mataste a Morgan

- Yo jamás delaté atus padres Harry, eran como mis hermanos, fue él - dijo apuntando a Pettigrew

- ¡Mientes! -gritaba Harry

- Harry - le dije,sabía que a mí sí me escucharía - dice la verdad
- sentí como Sirius me miraba- nadie lo sabíamos, pero al parecer Sirius cedió su puesto para hacer elconjuro a Peter, tu padre estuvo de acuerdo. Peter siempre había sido la sombrade los merodeadores, así que decidió darle aquella confianza, pensaron quesería mejor así, pues Voldemort si que buscaría a Sirius y si lo mataba elhechizo estaba roto. Como te he dicho, Peter siempre se sintió inferior anosotros, así que decidió vendernos a Voldemort, al hacer esto, seríareconocido, salvo que no contó con que tu sobrevivieras Harry

- Pero, ¿qué pasacontigo?

- Cuando encontré aPeter y me contó todo, yo estaba convencida de que Sirius era el culpable. Mimuerte fue un accidente Harry

- ¿Pero y susupuesta muerte y la de todos los muggles?

- Fue él Harry -dijo Sirius ahora - se cortó un dedo, mató a toda aquella gente delante de mí,yo me había quedado paralizado con la muerte de Morgan, después se transformóen la rata y cuando me encontraron, todos pensaron que había sido yo quienhabía matado a todas aquellas personas, a Morgan, Peter y a tus padres. Tansolo una muerte fue verdad.

- Pero podríashaberte defendido

- Harry, ya notenía nada por lo que luchar. Acababa de matar por accidente a la mujer queamaba, mis mejores amigos había muerto, tú estrías mejor con tus tíos. Dejé queme apresaran. Durante años me volví completamente loco, pero hace unos cincoaños, algo cambió, algo que me decía que tenía que salir de allí y demostrar miinocencia.

- Yo volví hacecinco años - dije mirándolo

- Entonces ahora séel motivo de aquella fuerza inexplicable que sentí

- ¿Qué hacemosahora? - dijo Hermione sacándonos a todos de aquel baño de sentimientosencontrados

- Matémosle - dijoHarry

- No, si lomatamos, nunca podremos demostrar mi inocencia, tenemos que llevarlo ante elMinisterio, que sepan lo que hizo - dijo Sirius mirándome - y entonces ocuparámi lugar en Azkaban

- Creo que tenéisalgo más de lo que preocuparos ahora - dijo Peter. Ya no recordaba que era lunallena, Remus estaba comenzando a transformarse, Hermione gritó, teníamos quesalir de allí. Con el miedo de que Remus pudiera hacerle daño a los demás,Peter escapó, lo encontraría más adelante, no iba a dejar pasar aquello. Siriusse transformó e perro para poder ayudar a Remus a alejarse, pero este lo atacó.Hermione comenzó a hacer el sonido de un lobo para llamar su atención, teníamosque adentrarnos en el bosque, ellos estarían bien. En aquel momento tenían queactuar Harry y Hermione del futuro, los encontré en la laguna esperando a quellegaran los demás.

 

- ¿Está todo bienchicos?

- Si, Buckbeak estáescondido, en cuanto los dementores se marchen, Sirius podrá huir en él.Morgan, ¿dónde está Snape? - dijo Hermione

- Le avisé haceunos días de lo que ocurriría, me dijo que no se inmiscuiría, el futuro hacambiado del todo.

- Veréis, ahora escuando aparece el patronus - decía Harry. Su yo del pasado y Sirius ya estabanen la laguna, dónde todos los dementores los atacaban. Estos casi le estabandando el beso a Sirius y Harry estaba casi desmayado, y ningún patronusaparecía.

- Morgan tienes quehacer algo - me dijo Hermione - está volviendo a pasar

- No puedo usar mimagia, sabrán que he sido yo

- Usa tu patronus

- No puedo convocaruno

- No os preocupéis,el patronus con forma de fénix tiene que estar al aparecer - dijo Harry

- ¿Cómo has dicho?- dije casi en un susurro

- El patronus quevi, tenía la forma de un fénix

- No es posible -dije de nuevo. Tenía que probar algo. Saqué mi varita, que ya había recuperado,lancé el hechizo y de esta salió mi patronus más brillante que nunca en formade Fénix. Los dementores salieron huyendo, Sirius y Harry estaban bien. Harryme miró sorprendido y me sonrió - Tenéis que volver a la enfermería, yo tengoque avisar a Dumbledore de todo. Nos vemos luego.








Volví justo cuando Hermione y Harry regresaban alpasado y todo volvía a la normalidad.

- ¿Todo bien? -preguntó Dumbledore guiñándonos un ojo

- Si. - El únicoque no entendía nada era Ron, el cual había vuelto a hacerse daño en la piernay no sabía nada del pequeño viaje de sus amigos.

- ¿Qué ha pasadocon Sirius? - les pregunté

- Se ha marchadocon Buckbeak, el ministro está furioso.

- Bien - me sentícompletamente relajada, y en paz, me senté en una silla de la enfermería.Comencé a sentirme extraña, y sin que nadie lo esperase, una especie de nieblame rodeó. Cuando desapareció mis lágrimas caían, sabía lo que aquellosignificaba.

- Morgan, ¿esto eslo que creo? - me preguntó Dumbledore

- Sí señor, por finsoy libre.

- ¿A qué terefieres? - me preguntó Ron

- Vuelvo a sermortal, no volveré a ser una luz blanca nunca más. He solucionado mi asuntopendiente, ahora todo está bien. - dije sonriendo y llorando a la vez, porprimera vez desde hacía mucho tiempo me sentía completamente feliz. Los chicosme abrazaron. - Solo me falta hacer una cosa más. Iré al ministerio a demostrarla inocencia de Sirius.

Las clases ya habían terminado, Harry me dijo que lehabía llegado una lechuza de Sirius en la que le decía que estaba escondido ensu antigua casa. Yo fui a despedirme de Remus, aunque había sido el mejorprofesor de Defensa Contra las Artes Oscuras que había tenido Hogwarts en muchotiempo, cuando el consejo escolar supo que era un hombre lobo, pidió suinminente expulsión. Dumbledore había confiado plenamente en él, aún sabiendode su condición, pero en ese momento no podía hacer nada por impedir ladecisión de los padres.

- Remus

- Morgan, ¿cómo teencuentras?

- Bien, enfadadconmigo misma, pero bien.

- Dumbledore mecontó que vuelves a ser mortal

- Sí, mi asuntopendiente siempre fue Sirius

- Me alegro por ti.Pero no debes culparte, tú fuiste la peor parada de todo esto, ningunoconfiamos en él, tú tenías más motivos que nadie para desconfiar

 

- Lo sé, al menospuedo ayudar. Voy hacia el ministerio, puede que Peter se haya escapado, peromis recuerdos siguen ahí, se los mostraré a Fudge

- ¿Sabes dónde estáahora él? - se refería a Sirius

- Si

- Bien
esperovolver a verte Morgan. - Remus se acercó a mí y nos abrazamos.









Fui hacia el Ministerio de Magia. Fudge no queríaescucharme, decía que no entendía como podía defender a Sirius después de loque me hizo. Casi acabé gritándole hasta que accedió a mirar en mis recuerdos,tuve que usar la Oclumancia ya que no quería usar el Pensadero. Cuandodesvinculé mi memoria con la suya este parecía sorprendido.

- Tenía razón,Pettigrew sigue vivo, él fue el traidor

- Es lo que llevodiciéndole todo este tiempo

- Redactaré ahoramismo la orden de que no busquen más a Sirius Black y que busquen de inmediatoa Peter Pettigrew, esto debe saberse. ¡Por las barbas de Merlín, no entiendocómo ha sobrevivido más de doce años en esa cárcel? Morgan, ¿sabe dónde seencuentra ahora Black?

- Si señor

- Pues quizásquieras entregarle tú misma su libertad - me entregó una carta con el selloministerial y la mismísima firma de Fudge.

Salí casi corriendo del despacho de Fudge, tenía loque quería. En aquel momento pensé incluso en ir a visitar a mi hermano Arthur,pues sabía que este trabajaba en el Ministerio, pero sería mejor hablar primerocon Sirius, entregarle su libertad y después tendría tiempo de hablar con mifamilia








Me aparecí cerca de su casa, no quería aparecerme justoen la entrada, quería caminar un poco antes de hablar con él. Aún no sabía queiba a decirle, tenía miedo de volver a estar junto a él, además esta vezestaríamos a solas.

Llegué al portal, la casa de los Black había estadoescondida siempre, era fácil localizarla si sabías como hacerlo. Subí lasescaleras hasta la misma puerta del piso. De nuevo aquel pánico que mebloqueaba, respiré profundamente y llamé a la puerta, pero a la vez que lohacía, mi corazón comenzó a latir muy fuerte, dejé la carta en el suelo y me dila vuelta para marcharme, pero en ese instante la puerta se abrió y escuché suvoz

- Hola pelirroja -al igual que cuando me llamó Morgan en la casa de los gritos, que me llamaraahora como solía hacerlo me produjo un escalofrío aún mayor. - ¿Ya te marchabas?

- Pensé que nohabía nadie. Venía a traerte una carta.

- No puedo salir deaquí, el ministerio me busca.

- Ya no, eres libreSirius.

- ¿Qué? - sentí quehabría la carta y la leía - ¿cómo es posible? Peter escapó.

- Lo sé, debíahaber hecho algo para retenerlo. Pero había algo que aún podía hacer. - Yoseguía de espaldas, él me tomó una mano y tuve que volver a mirar sus ojos

- ¿Cómo lo hasconseguido? - me dijo

- Permití a Fudgeusar la Oclumancia, era el único modo de que viera que no mentía. - nosquedamos un momento mirándonos, sin saber que decir.

- Morgan, siento loocurrido - dijo al fin Sirius mirando al suelo

- No Sirius, laculpa fue mía, debí confiar en ti.

 

- Yo habríasospechado de mi mismo también. Pero tu muerte fue

- No pienses más eneso, estoy aquí,

- Lo veo, siguestan hermosa como siempre, no has envejecido nada, sin embargo yo

- Eso cambiará, yano soy inmortal

- ¿Cómo?

- Tú eras mi asuntopendiente

- ¿Podrás perdonara este viejo? - dijo con una pequeña sonrisa

- No tengo nada queperdonarte Sirius. Y por lo de viejo
, yo siempre quise al Sirius que habíaaquí dentro - dije poniendo una mano en su pecho, fue algo sin pensar, sucorazón latía rápidamente y mi mano temblaba al contacto con él.

- Sé que no eres lamisma, lo noto en tus ojos, yo también he cambiado, pero
¿crees que podríahaber una segunda oportunidad para nosotros? - mis lágrimas comenzaron aderramarse

- Creo que sí - ledije mirándole a los ojos. Sirius se acercó a mí y me besó. Llevaba soñando conaquel momento desde que supe que él era inocente.

Pasaron dos semanas desde que Sirius había sidoliberado, pero no había querido salir de casa hasta que estuviéramos seguros deque la comunidad mágica estuviera totalmente informada. Yo me había quedado conél en la casa, después de todo, era dónde íbamos a vivir. Habíamos hecholimpieza, pues Kreacher, el elfo doméstico de su familia, ya no obedecía anadie, y tan solo se preocupaba de recuperar objetos que nosotros tirábamos yque él decía que eran de su ama y no teníamos derecho a tirarlo
Sirius había recibidomucho correo en aquellos días, casi todos de antiguas amistades pidiendodisculpas por haber dudado de él. Una de aquellas cartas la había enviado mihermano. Le envié una lechuza a Ron para preguntarle si sus padres sabían queyo estaba en Londres y me dijo que sí, que lo sentía, pero que su padre lohabía pillado hablando con Harry y Hermione sobre ella y no tuvo más remedioque contarle todo. Me dijo que Arthur entendía que no hubiera ido aún, y quecuando estuviera preparada sería más que bien recibida en su casa.

Yo leía y releía aquella carta de Ron, a veces Siriusme pillaba absorta en ella, hasta que ya no pude esperar más

- ¿Otra vez leyendoesa carta? - me dijo Sirius detrás de mí, me rodeó la cintura con sus brazos yme besó la mejilla - creo que es hora de que ambos enfrentemos la realidad. Esinútil que yo siga aquí encerrado y tú deberías hablar con tu hermano.

- Tienes razón

- Nuestra casa hasido la sede de la Orden del Fénix durante todo este tiempo, quizás podríamosinvitarlos y reunirnos de nuevo. Invitaremos a Remus también.

- Claro, estaríabien. Iré a escribir las invitaciones.

Fue difícil escribir sobre todo la que llevaba comoremite la Madriguera, la casa dónde vivía mi hermano. Fui no más escuetaposible, puesto que no sabía que decirle.








A la mañana siguiente el primero en llegar fue Remus,él y Sirius se fueron a la cocina y allí estarían hablando hasta que volvierona llamar a la puerta, iba a abrir cuando Sirius me paró.

- Morgan, creo quees tu hermano, quizás sea mejor que abra yo.

- No, tranquilo.Iré yo.

- ¿Segura?

- Si, no tepreocupes.

No quería tardar más, de todos modos iba a verlosaquel mismo día, para qué retrasarlo más tiempo.

 

Respiré hondo y abrí la puerta. Sabía que veníantodos. El primero fue Ron, el cual me dio un fuerte abrazo. Después iba Ginny,Fred y George que aunque ya lo sabían, se mostraban algo tímidos aún. Yfinalmente allí estaban, Molly y mi hermano. Ambos muy emocionados. Molly fuela primera en dirigirse a mí, como había hecho siempre, me tomó de lasmejillas, me miró y me habló

- ¿Cómo estáscariño? - me dijo, me encantó escuchar de nuevo su voz. Molly era más que micuñada, era mi hermana, siempre había cuidado de mí.

- Bien Molly. -después me abrazó, me besó la mejilla y entró para dejarme allí con Arthur.

No encontraba las palabras adecuadas. Casi no podía nimirarle a los ojos. Mi hermano Arthur había sido para mí como mi padre.Nuestros padres murieron muy jóvenes y nuestros hermanos mayores eran muggles,así que cuando nuestros padres murieron nos habían repudiado, así que Arthursiempre cuidó de mí. Al final le dije un simple Hola

- Hola Arthur -casi no me salía la voz

- Morgan - y sinesperarlo, me abrazó y ambos comenzamos a llorar.

- Perdóname Arthur.

- Tranquilapequeña.

- No, quiero darteuna explicación en persona.

- Morgan, sé lo queocurrió, sé que no eras la misma. Ron y Harry me han explicado todo, creo queRon le ha tomado mucho cariño a su tía Morgan. - me sonrió. - Molly yo lopasamos muy mal cuando pensamos que habías muerto, pasaron los años y seguimosadelante, pero nunca podríamos olvidarnos de ti. Entiendo que cuandoregresaste, no quisiste entorpecernos, por decirlo así, pero te hubiéramosrecibido con los brazos abiertos. Aún así entiendo que tú también necesitabasun tiempo para asimilar todo lo ocurrido.

- Así es. Severusme ayudó a encontrar una nueva vida y me informaba de cómo estabais vosotros ylos chicos. Nunca dejé de preocuparme por vosotros, pero pensé que quizás noera justo que después de todo, yo volviera como si nada.

- No fue culpa tuyalo que ocurrió aquel día. De todos modos, eso es ya parte del pasado, tenemosque alegrarnos, porque todo se ha solucionado y ahora estamos de nuevo juntos.

- Si, tienes razón.

- Por qué no entramos,creo que los chicos están deseando conocer a su tía. Ron no hace más que hablarde ti.

Llegamos a la cocina, Arthur saludó a Sirius tambiéncon un gran abrazo y se volvió a disculpar en persona como lo hizo con lacarta. Nos quedamos en silencio de nuevo, hasta que Molly como siempre con sumando de madre, les habló a sus hijos.

- Bueno, que pasa,no le vais a dar un beso a vuestra tía Morgan. - Ginny, Fred y George selevantaron y vinieron a saludarme. Era tan agradable volver a verlos.

- Habéis crecidomuchísimo chicos, eráis tan solo unos pequeñajos la última vez que os vi. -dije sonriendo. Tenía que empezar a conversar con ellos, tenía que volver avolcarme en mi familia. - ¿Qué hay de Charley, Bill y Percy, Molly? ¿Siguen enRumanía y en Gringotts?

- Si, Charley siguetrabajando con dragones y Bill en Gringotts. Percy ha aprobado con muy buenas notastodos sus EXTASIS este año y ha conseguido trabajo en el Ministerio de Magia.

- Vaya, me alegromuchísimo por ellos.

- ¿Cómo sabías deBill y Charlie? - me preguntó

- He tenido miinformador particular. - volvieron a llamar a la puerta.

- Debe de ser Harryy Hermione. Dumbledore y Severus iban a por ellos - dijo Sirius

- ¿Has invitado aSnape? - preguntó Remus

- Si. No por mí,sabes que no es de mi agrado, pero al parecer la pelirroja ha creado un buenvínculo con él, quizás deberíamos darle una oportunidad - dijo Sirius

Estábamos ya todos en la cocina, habíamos invitado tansolo a los amigos, Remus, Hagrid, Dumbledore, Severus y los Weasley. El restode la Orden o estaban trabajando o como los Longbottom, por desgracia aúnseguían enfermos después de los ataques de los mortífagos de Voldemort. Peroteníamos que celebrar aquel día la libertad de Sirius, así que no pensamos muchomás en todo lo demás. Comíamos, hablábamos y reíamos. Fue una tarde muyagradable.

Dumbledore, Severus, Hagrid y Remus ya se habían marchado,solo quedaban los Weasley, Harry y Hermione.

- ¿Harry, tienesque marcharte a casa de tus tíos ahora? - preguntó Sirius

- No, me han dadopermiso para quedarme unos días en casa de Ron.

- Bien. Si quieres,puedes pasar aquí el final del verano, hasta que vuelvas al colegio. - Sirius memiró después.

- Claro, seríagenial.

- Pues decidido,hablaré con tus tíos. - dije yo entonces.

- ¿Tendréis quearreglar un poco esta casa no? - dijo Molly

- En ello estamosMolly, ya hemos acabado con la colonia de Pixis que había en el salón. Estacasa lleva muchos años abandonada.

- Yo he limpiado loque he podido de vez en cuando - dijo Molly

- Lo sé, me lo hadicho Kreacher.

- Ahora que estáishablando de este tema - comenzó a decir Sirius. Por su tono de voz, iba a deciralgo importante - Arthur, tu eres el familiar más directo que tiene Morgan y megustaría que
me gustaría pedirte tu aprobación para
para casarme con Morgan

- Sirius
- dije,no me esperaba aquello

- Si tu quieresclaro - dijo después

- Pues claro quequiero - dije acercándome a él y besándolo ligeramente, estaban allí los chicosy no quería ser muy efusiva.

- Sirius Black,nada me complacería más, de que mi hermana por fin se case contigo. En sumomento ya te di mi consentimiento, y ahora vuelvo a dártelo
- Sirius y mihermano se dieron la mano y después se abrazaron.

Al fin, después de todo lo ocurrido, tenía mi familia,había recuperado al hombre que amaba y tendría la oportunidad de cuidar deHarry Potter. No podía pedir nada más


----

Hola!

Espero que os haya gustado. Quizás me anime a escribir una segunda parte,

no sé, con el libro de "La Orden del Fénix". Ya veremos.

Espero que me comentéis y me digáis si os ha gustado o os gustaría

una segunda parte y también que me dierais alguna sugerencia de que rumbo

debería tomar esta pareja.

Un beso para tod@s!! Espero vuestros comentarios!!


El prisionero de Azkaban - Potterfics, tu versión de la historia

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Harry, que había ido a escondidas a Hogsmeade, seencontraba en las Tres Escobas con sus amigos Hermione y Ron. Tendrían quetapar a Harry, puesto que estaba a

potterfics

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2023-02-27

 

El prisionero de Azkaban - Potterfics, tu versión de la historia
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