la decadencia del mago - Fanfics de Harry Potter

 

 

 

<>hxd<>hxd<>hxd: lunes 26 de julio, del 2008

-buenos días doctor malfoy

-buenos días

Son las ocho de la mañana, estoy en mi hospital psiquiátrico: "malfoy`s" heredado hace dos meses, por parte de mi padre, que murió durante la guerra, pero francamente no creo que el me hubiera heredado algo de haber sabido que yo, su hijo, draco malfoy, lo iba a traicionar y le iba a dar muerte, suena increíble ¿no?, ¿Quién hubiera pensado que yo seria el asesino de mi propio padre?...nadie, sencillamente nadie, pero lo que los demás no sabían era que yo nunca sentí aprecio alguno hacia el, para mi padre yo era un sirviente mas al cual le ordenaba a su antojo como debía de actuar, de verme, de vestirme, a quien debía de odiar y a quien no.

 

Por eso cuando tuve la oportunidad no dude en asesinarlo frente a toda una comunidad mágica. Pude percatarme de sus rostros de sorpresa, pero no me importo, no me importaba nada, yo era libre, nadie me controlaba ahora, el señor de las tinieblas formaba parte de la historia
al igual que mi padre y el resto de lame botas que lo acompañan ahora en el mundo de los muertos.Esta es la segunda semana en la que asisto a mi hospital, no me titule como doctor pero eso no es necesario cuando eres dueño del lugar. No he visto aun a ningún paciente, y tampoco lo hare.

-doctor, disculpe que lo moleste, ¿puedo pasar?-es esa enfermera que siempre me ha caído mal, creo que mañana la despediré, tiene una cara de estúpida que no se la puede.

-si, pasa ¿Qué quieres?-le digo sin mirarla

-necesito que firme estos papeles para mañana-hace un movimiento de varita al tiempo que pronuncia unas palabras ininteligibles para mi, y al instante sobre mi escritorio aparece casi un metro de documentos

-son urgentes

-esta bien, salga de mi despacho y no la quiero volver a ver hasta mañana-La enfermera se marcha al instante, con una clara imagen de espanto clavada en su rostro

-muy bien comencemos-Comienzo a leer y a firmar documento por documento y así se me va el día no me doy cuenta de la hora que es hasta que escucho el timbre de medianoche y yo ni siquiera había comido, termino de firmar los últimos papeles me coloco mi capa y me dispongo a salir de mi despacho.Estaba ya bastante oscuro, y solo.

Nunca me había quedado hasta esta hora en el hospital y creo que nunca lo volveré a hacer, a decir verdad todo esto me daba un poco de miedo. Sigo caminado acompañado únicamente por la soledad de la noche, cuando percibo unos extraños ruidos
parecen gemidos
no, son gemidos, son dos gemidos diferentes: uno es de placer y el otro es de ¿dolor?.... no puedo creerlo, una violación y en mi propio hospital, esto es un escándalo que yo no permitiré.

Me dirijo con paso confiado hasta el lugar de donde provienen los gemidos, estoy cerca, al parecer es la sala de uno de los internos. Que por cierto yo no había visto antes.Abro la puerta y en ella logro distinguir aun en la oscuridad a un hombre robusto, echado sobre el cuerpo de un paciente que esta amarrado a la cama totalmente desnudo, el olor que hay en el cuarto es insoportable, huele a sexo y a mierda, prendo la luz y es ahí que el hombre se da cuenta de mi presencia.

-¿pero quien mierda eres tu?-me mira, no lo había visto antes, de seguro es un guardia de turno.

-soy el dueño, y tu eres un hombre cesante, estas despedido-Me mira con recelo pero no sabe que decir se levanta del chico sobre la cama, que tiene la cabeza de lado y del solo se escuchan unos leves sollozos, el ex guardia, ya vestido sale del cuarto aun callado, me giro y le digo antes de que se valla:

 

-ni se te ocurra venir a cobrar una remuneración porque te enviare a la prisión-al oírme el tipo acelera el paso y ya no lo veo, pero igual lo iba a denunciar, nadie hace eso en mi hospital.

Me giro y no se que hacer, el chico sigue sobre la cama esta sucio y desnutrido, no le veo el rostro y aun llora, tiene heridas y sangre seca pegada en todo el cuerpo sobre todo en las muñecas y tobillos, que de seguro se deben a las ataduras que en ellos lleva.

-¿cual es tu nombre?-pregunto pero no recibo respuesta, el sigue llorando, tal vez es uno de los locos, no lo se, creo que mejor me voy

-¿ya no me recuerdas malfoy?-no puedo creerlo,
esa voz
. se muy bien de quien es
¿pero que hace el aquí?

-¿potter? ¿Eres tu?-gira el rostro y lo compruebo
es potter-¿Qué haces tu aquí?

-soy la puta de tu hospital malfoy-en su rostro solo hay tristeza y lagrimas, me da lastima-¿a que has venido? ¿También te quieres follar al niño de oro?-sonríe con melancolía y por un momento no se que decir.

-hablo en serio ¿Por que estas aquí?, deberías estar disfrutando de tu fama junto con tus amigos

-¿amigos? Yo no tengo amigos, si ellos fueran mis amigos no me hubieran dejado aquí-no puedo creer lo que escucho, jamás pensé que los amigos de potter lo internarían en un hospital-lárgate-me dice, y siento la rabia impregnada en su voz-es denigrante que me veas así, lárgate-repite y voltea, nuevamente, el rostro.

Solo atino a sacarme mi capa y colocársela sobre su cuerpo con mucho cuidado, se voltea y veo que esta sorprendido

-es una noche fría, no es bueno que estés así- no se por que pero le sonreí.

-gracias- dice en un susurro y se vuelve a voltear

Doy media vuelta y me marcho, sin poder sacarme de la cabeza la imagen de potter. Pero antes de marcharme giro nuevamente y veo la portada de la sala numero ocho, por lo que tengo entendido es la sala de mas bajo presupuesto y por lo mismo esta en muy malas condiciones.Solo es un pequeño cuartucho sin ventana alguna, con una cama y con una regadera en unas de las esquinas, la cual por razones obvias potter jamás a usado.

<>hxd<>hxd<>hxd: martes 27 de julio, del 2008

Me acabo de despertar, son las seis de la mañana como de costumbre, estoy en mi mansión, solo, con la única compañía de los elfos domésticos, voy al baño y tomo una ducha helada, anoche tuve un sueño muy extraño en el cual potter paseaba por el hospital llevando cadenas en los tobillos y en las manos, estaba desnudo y sucio, igual a como estaba anoche, no he podido dejar de pensar en el, me daba una enorme lastima ver a un hombre en ese estado de olvido, y sobre todo si ese hombre es potter.

A decir verdad yo no había tenido noticia alguna del ni de sus amigos, ni de nada en general que no sea mi propia vida. Deje de pedir el profeta hace ya bastante tiempo, no me interesaban los demás ni sus vidas, no me interesaba
hasta ahora.Termine de bañarme a las seis y media como de costumbre a las 07:50 hrs. Ya estaba listo había tomado mi desayuno y me había arreglado.asi que me retire de inmediato a mi hospital.Todos mis empleados ya estaban allá

 

-buenos días Dr. Malfoy

-buenos días-estaba por retirarme a mi oficina cuando tuve algo parecido a un impulso-disculpe Srta. Mcdelion hay algún informe medico o una ficha sobre el paciente de la sala numero ocho

-¿sala numero ocho?... ¡ah! Usted se refiere al paciente harry potter

-mmmm
si, el mismo

-claro que si, el esta aquí porque no sabe controlar el nivel de magia que posee doctor

-¿Qué? ¿Esta usted segura que estamos hablando del mismo paciente?

-por supuesto que si, es el que destruyo al innombrable ¿no es así?

-si
el
pero ¿es por eso que lo tienen amarrado a la cama?

-no doctor, lo tuvimos que amarrar a la cama por que intento suicidarse en tres ocasiones

-pero ¿Cómo? Ahí no hay nada con lo cual pueda hacerlo

-no, no, no, doctor usted no entiende, el se mordía las venas de la muñeca para poder morir desangrado, muchos pacientes lo han intentado, y en una ocasión intento dejar de respirar

-¿Qué? ¿Pero como?

-ya no tiene de que preocuparse doctor-se apresuro a contestar la enfermera- le pusimos un conjuro para que no lo volviera a intentar y también, como usted ya sabe, lo amarramos a la cama

-mmmm
otra cosa mas

-dígame doctor

-¿Qué tiene que ver eso con que no lo bañen?

-eeeeeh
lo que pasa es que de eso se encargan los guardias de turno doctor

-¿así? Y usted sabia que los guardias se violaban al paciente-en ese momento le dirigí a la enfermera una de mis miradas mas meticulosas, esas que yo se que le ponen los pelos de punta a cualquiera

-eeem
pues
vera usted
lo que pasa es que

-esta despedida-la interrumpí

-¿Qué? Pero doctor solo es un mugroso paciente mas, usted apenas sabia de su existencia

-escúcheme muy bien señorita Mcdelion ese hombre no estaría mugroso si no fuera por que usted cumpliera su trabajo, porque ese era SU trabajo, por su culpa mi hospital podría ser acusado por negligencia medica

-¿negligencia medica?- la enfermera había comenzado a reír con todo descaro-por favor no me haga reír, nadie se preocupa por ese hombre, jamás lo han venido a ver, no existe persona en el mundo que se preocupe si quiera por el, si es que alguien sabe de su existencia

-como se atreve

-sabe que, despídame, no me importa ya gane bastante dinero "rentándoselo" al hospital entero, ese tipo esta tan usado y se lo han repetido tanto que ya nadie lo quiere, así que no se preocupe, me voy

-¿si cree que se va a ir así no mas? Le diré que se equivoca

-¿y quien me va a denunciar?

-yo, eso esta mas que claro

-no le servirá de nada, no tiene pruebas

-se le escapa un pequeño detalle querida, este hospital tiene cámaras, esta todo grabado, ¡desmaius!

la enfermera cayo inconsciente al suelo y unos minutos mas tarde era sacada por los oficiales del departamento de magia.Me fui a mi oficina y revise el historial medico de potter. No tenia absolutamente nada fuera de lo normal. Todos los exámenes estaban correctos. La única razón por la que el estaba en mi hospital era porque la comadreja y la sangre sucia lo culpaban de que podría llegar a sufrir algún descontrol de magia; jamás había oído tamaña estupidez
idiotas, siempre supe que no eran nada mas que simples lapas buscando sobresalir en un mundo que no les ofrecía nada mas que ser los "amigos" del niño que vivió.

 

Decidí que lo mejor era ir a ver a potter, se que no fuimos muy buenos amigos durante la infancia, pero la gente crece y madura; además el nos salvo el culo a todos. Aunque me cueste admitirlo potter es un puto héroe
mejor dejémoslo en que es un héroe.

Ya no quedaba nadie, ni siquiera el guardia de turno porque lo despedí ayer, solo unas cuantas luces alumbraban mi camino hacia la sala numero ocho.Vacile durante un momento antes de entrar, ¿y que le diría?: hola potter ¿Cómo va tu culo? ¿Mejor?...no, no creo que sea muy oportuno. Pero no entiendo porque gire la perilla y entre.

Y ahí estaba potter, aun con mi capa sobre su cuerpo, atado a la cama; cuando noto que entraba alguien giro su rostro con rapidez, estaba asustado, en su mirada solo había resentimiento y cansancio.

-¿Cómo esta mi paciente favorito?- pregunte para intentar dispensar un poco el tenso aire que se percibía en el cuarto.

-que te jodan-tsk...mal comienzo
no, las bromitas no son una buena idea en este momento.Prendí algunos candelabros de las esquinas y me acerque a su cama, conjure una silla a su lado y me senté. El pestañeo un poco al notar la luz.

-mejor ¿no crees?, nunca me gusto la oscuridad-el no dijo nada-ya despedí al guardia de turno y a esa enfermera.El sonrió.

-como si sirviera de mucho, después vendrá otro

-eeh
no
e estado pensando un poco respecto a esto-en realidad lo había pensado bastante-y e decidido que
tu no deberías estar aquí y como nadie te reclama
te
te vendrás
conmigo.

Su cabeza dio un giro tan brusco hacia mí que por un momento creí que saldría volando. Me miro, me miro a los ojos, entonces el entrecerró los suyos

-lo disfrutas ¿no es cierto? Disfrutas verme así y te ríes, yo nunca he pedido tu compasión malfoy, no que yo lo recuerde

-no, no lo entiendes, yo en verdad quiero ayudarte, potter tu eres un héroe y no deberías estar aquí-me miraba, me estaba mirando con esos ojos verdes suyos tan intensos como yo los recordaba-todos son unos malditos mal agradecidos y todos te deben la vida y mira como te pagan , no es justo potter

-la vida no es justa malfoy

-a la mierda tu estúpida filosofía, no te vengas a hacer el interesante conmigo, yo no soy un desagradecido y te voy a sacar de aquí.

Entrecerró los ojos con desconfianza
¡no lo puedo creer! Yo intento ayudarlo y el no hace mas que desconfiar de mi.

-¿hablas en serio?

-¿me ves cara de broma acaso? Claro que hablo enserio, venga que te voy a soltar- apunte mi varita hacia sus muñecas y tobillos e instantes después las cuerdas mágicas habían desaparecido.

Se sentó con pesar en la cama, pero logro hacerlo sin mi ayuda y entonces volvió a mirarme
¡por merlin cuanto lo odiaba cuando me miraba así!

-¿puedes levantarte? Vamos a irnos en mi coche, no me gustan los polvos flu

-no te preocupes, a mi tampoco me gustan mucho

-bien, levántate entonces

-¿no te has dado cuenta de que me falta algo?

-oh! Pero claro ¿Cómo no lo pensé antes?...ropa, no te preocupes que te paso un uniforme de algún enfermero

-no, yo me refería a mis gafas, no veo muy bien sin ellas

 

-no se donde las puedan tener potter, si es que todavía están aquí

-tu no entiendes, no veo prácticamente nada, necesito mis gafas

-mira, vamos a hacer algo, vas a colocar tu mano en mi hombro y yo te guiare ¿vale?Asintió con la cabeza, pero no se movió

-quiero bañarme, me ayudas a llegar a la ducha por favor

-con gusto, ni loco dejo que te subas en mi flamante volvo con esas fachas-Me pareció ver una pequeña sonrisa en la comisura de sus labios.

-al parecer no has cambiado mucho que digamos

-no te estés jactando de algo que no sabes potter, la gente cambia

-¿tu lo hiciste?

-¿Qué cosa? ¿Cambiar?-asintió levemente mientras entraba en la ducha aun con mi capa puesta-veras, a decir verdad no he cambiado, yo siempre he sido así

-permíteme dudarlo

-¡aja! Después de todo lo que hago por ti pones en duda mi palabra, no es muy agradecido de tu parte que digamos, potter

-ya cállate malfoy, y date la vuelta, ¿o quieres mirar como me ducho?-¡Merlin! Jamás pensé que me diría algo como eso, con un sonrojo demasiado notorio y en una situación mas que incomoda di media vuelta, mientras tanto, escuche como el agua comenzaba a correr

-malfoy, de casualidad sabes algo de mi varita

-lo lamento potter, pero tu varita no la trajeron junto contigo, llegaste aquí sin ella

-oh, creo que eso esta mal

-ni tanto, no te preocupes, la varita no es tan necesaria, mucho menos en mi casa, vas a ser atendido por los elfos, ellos te ayudaran en todo

-aun no entiendo por que haces esto

-tampoco yo potter, tampoco yo

-estoy listo, siento ser una molestia pero podrías prestarme tu abrigo nuevamente, la verdad es que no se donde lo pude haber tirado

-claro-dirigí mi vista hacia el suelo procurando no ver lo que no debiera, lo encontré al instante cerca de sus pies y se lo entregue-¿quieres que te realice un hechizo de secado?

-si no es mucha la molestia-Tome mi varita y al darme media vuelta quede impresionado, a pesar de que llevaba puesta como única prenda mi capa negra se veía en verdad muy elegante, totalmente distinto al harry potter de hace unos momentos atrás, su piel era pálida, sus ojos eran de un verde esmeralda hermoso y su cabello oscuro contrastaba perfecto

-¿podrías dejar de mirarme así? No me gusta

-claro, disculpa

-no te preocupes solo date prisa estoy congelándome-Cuando todo estuvo listo salimos del hospital hacia el estacionamiento y realizamos un viaje a casa en total silencio ¡guau! A casa
suena raro decirlo sabiendo que vas acompañado de alguien, y que ese alguien sea justamente el.

Al llegar le mostré la que seria su habitación, no le presto atención alguna, se dirigió a la cama y se recostó, aunque antes de salir creí escuchar un leve gracias; por primera vez me sentía completo en la vida, como si el hubiese llenado el gran vacio dentro de mi.

<>hxd<>hxd<>hxd: miércoles 28 de julio, del 2008

No había dormido prácticamente nada la noche anterior, ahora potter necesitaba de mi ayuda, alguien necesitaba de mi, aunque claro estaba que el jamás lo admitiría. Me levante por primera vez desde hace mucho tiempo radiante de alegría, hoy no iría al hospital, llamaría a Sarah y pediría que se encargará del recinto durante la próxima semana; tenia preparada una gran lista de cosas por hacer junto a potter. Recetas de cocteles

 

Tenía como propósito que se sintiese cómodo y que comprendiera que su vida continuaba, esto se escucha raro en mí pero quien acaba de despertar el día de hoy es el verdadero draco malfoy.Fui a buscar a potter. Apenas eran las ocho de la mañana, pero el ya debería estar despierto, así que toque a su puerta con confianza.

-¡pasa!

-¡buenos días!-respondí de la mejor forma posible al momento que entraba al cuarto, pero el todavía estaba acostado-¿Qué haces aun recostado? Levántate, tenemos mucho por hacer hoy

-no me quiero levantar malfoy, estoy cansado

-oh, comprendo, pero
¿Qué haremos entonces?

-¿haremos? Eso me suena a manada

-esta bien, entonces ¿que harás?

-creo que descansar, de casualidad no tienes un televisor o un reproductor de música

-¿Qué son esas cosas?

-malfoy, llevas quien sabe cuanto tiempo conduciendo un automóvil muggle ¿y no sabes lo que es un reproductor de música?

-exacto

-por lo que veo esto va a ser bastante aburrido

-si quieres tratare de conseguirme uno

-¿en serio? Por favor no lo hagas creo que he abusado demasiado de ti

-no es nada, observa-chispe los dedos y frente a nosotros apareció Oliver, mi sirviente quien poseía facciones de un hombre común, solo que era un elfo, jamás entenderé el por que, nunca me he tomado el tiempo de preguntárselo, en realidad no se si sea un elfo, a estado en mi familia desde que tengo uso de memoria

-Oliver, tráenos una tevision y una no se que de música-Oliver me miro extrañado y sorprendentemente potter comenzó a reír a carcajadas

-se dice televisor malfoy y un reproductor de música- y continuo riendo, lo mire enfurruñado y con los ojos entrecerrados

-¿crees poder conseguirlo Oliver?

-por supuesto- contesto este- ¿desean algo más los señores?

-no me mires a mi yo no se de esas cosas- le dije

-si no te molesta, trae también un reproductor de DVD, unas películas y unos cuantos CD`S
también unas palomitas

-¿Qué son esas?-potter en verdad era raro

-¿nunca las has comido? Son deliciosas luego las pruebas malfoy

-¿se comen?

-claro

-hablando de comida- me gire hacia mi sirviente que aun no se retiraba- Oliver dile a los elfos que traigan el desayuno a la habitación de potter, los dos, y luego vas por los encargos

-entendido señor

-puedes irte y date prisa-Se inclino levemente y así como apareció desapareció frente a nosotros dejándonos solos a mi y potter, la situación era extraña, yo era amable con quien fue mi supuesto enemigo durante años en mi época de estudiante y ahora estaba frente a mi alojado en una de las habitaciones de mi casa

-¿tienes frio?-me pregunto entonces, saliendo de mi ensoñación, lo mire y sin saber porque razón, le sonreí; creo que se asusto ya que me miro extrañado-eres tan extraño

-no, no lo soy, y no me lo vuelvas a decir

-como digas, de todos modos me es indiferente

-sabes algo, la verdad es que si tengo frio, ¿me haces un espacio?

-por eso te lo pregunte malfoy-se hizo a un lado de la cama, dejándome un espacio en ella-quien me viera ahora si que me tomarían por un loco-dijo con una leve sonrisa en sus labios.

Luego llego el desayuno, comimos tranquilamente intercambiando de vez en cuando alguna frase irónica, me era placentero estar junto a el, instantes después de terminar nuestro desayuno llego Oliver con lo pedido, eran cosas raras pero muy divertidas vimos de esas películas durante toda la tarde yo me hice un verdadero adicto a ellas, comimos palomitas a reventar junto con unas bebidas que tenían burbujas, esas no me gustaron mucho, me producían gases así que yo tomaba jugo de naranja.

 

Fue una tarde maravillosa, hace tiempo no la pasaba tan bien. Pero se hizo de noche y yo debía irme a mi cuarto.

-¿te molestaría acompañarme?- me dijo entonces, momentos antes de salir de la habitación

-no, me quedare contigo hasta que te duermas ¿te parece?-pareció indeciso durante unos instantes

-yo me refería a quedarte conmigo hasta mañana, no quiero estar solo, no me gusta-levanto la mirada y su petición me pareció una suplica- pero si te molesta no te preocupes-se acostó y tapo, no me dijo nada mas

Me acerque a su cama y me acosté junto a el, me daba la espalda

-gracias por todo malfoy, nunca espere esto de ti, de cualquiera menos de ti

-buenas noches potter

-buenas noches

Los minutos iban pasando y yo no lograba conciliar el sueño, estaba cansado, quería dormir pero no podía, al parecer potter ya lo había logrado, respiraba profunda y pausadamente, tenia su cabello igual de alborotado, era increíble lo rápido que le crecía, recién en la mañana de hoy se lo corte y lo tenia igual de largo.

De pronto se movió inquieto, por un momento creí que se despertaría, pero, en cambio, se dio la media vuelta quedando de frente aun con los ojos cerrados.

Lo contemple unos segundos, permanecía quieto y con un rostro que te transmitía calma. En ese momento lo comprendí
todo este tiempo estando solo, con la única compañía de mis elfos fue un desperdicio, aquí estaba lo que siempre busque, frente a mi estaba el hombre con quien me gustaría compartir los días de vida que me quedaban por delante.

Pero no todo era tan sencillo y yo sabia perfectamente lo que ello significaba
Potter no me querría junto a el, solamente quería salir de ese lugar y yo había sido la única persona que le ofreció esa oportunidad
¿Por qué iba a rechazarla? Por el momento yo era su vía de escape y nada más.

A pesar de todo no podía evitar imaginarme una mañana levantándome, y tenerlo frente a mi, sonriéndome y dándome el primer beso del día, arreglarme la corbata antes de salir por la puerta, llegar a la casa y que me reciba en el comedor junto a una hermosa cena servida en la mesa, luego ver juntos una de esas
¿películas? Si, creo que así se llamaban. También podría leer con Harry apoyado en su hombro y luego dormir
dormir juntos, sintiendo el calor de alguien tan fantástico como el pelinegro junto a mí

Y con ese mundo tan maravilloso que acababa de crear, quede finalmente dormido.

<>hxd<>hxd<>hxd: jueves 29 de julio, del 2008

A la mañana siguiente desperté sin muchos inconvenientes, a decir verdad, sin ningún inconveniente, al contrario, me sentía
¿Cómo decirlo? ¿Completo? Si, podría decir que completo.

Harry seguía durmiendo, así que me levante con cuidado de no despertarlo y lentamente me fui hasta la puerta de la habitación, era temprano así que alcanzaba a llegar a mi dormitorio, tomarme una ducha helada y dirigirme hasta mi hospital.

 

Estaba por tomar la perilla de la puerta cuando sentí que algo se movía tras de mi.

-¿Qué haces?-me sobresalte de una forma que me dio vergüenza, gire con rapidez, y me encontré con el causante de mi descuido sentado en la cama, llevaba puestas las lentes que ayer le había entregado, ya que no logre localizar as suyas.

- yo
voy a mi cuarto, debo cambiarme para el trabajo- aclare, pero el solo frunció levemente el seño.

- le pedí a uno de los elfos que trajera tu ropa para hoy, esta sobre la cama- y ahí estaba, tendida de manera impecable a los pies de la cama se encontraba una de mis túnicas favoritas destinadas a los días de trabajo, asentí y me dirigí hasta ella, la tome y me fui al baño ubicado en el cuarto.

- ¿te molestaste?- me pregunto inseguro

- claro que no, jamás podría molestarme contigo

- ¿a que horas vas a llegar?

- cerca de las seis, o tal vez un poco después, si quieres te llamo por la chimenea antes de dirigirme a casa- el ojiverde asintió luego tomo el control remoto de la mesilla y prendió la televisión adquirida recientemente.

Entre en el cuarto de baño, y me Salí apenas unos veinte minutos después ya vestido, jamás había terminado de arreglarme en tan poco tiempo, solo me faltaba escoger una corbata y estaría listo para salir.

Pero me encontré con una nueva sorpresa a la salida del cuarto de baño, en una de las mesas de la habitación destinada al niño de oro estaba mi baúl de corbatas.

- veo que también le has pedido a mis elfos que trajeran las corbatas

- ¿estas molesto? Si quieres puedo llevarlas hasta tu cuarto

-no-me apresure a decir-así esta bien- cogí una de color plata con pequeños toques en ámbar y me coloque frente al espejo.

Las manos me temblaban y a pesar de que llevaba casi cinco minutos con la estúpida corbata colgada al cuello aun no lograba hacer el dichoso nudo

- ¿necesitas algo?- pregunto Harry desde su cama con la vista clavada en el televisor.

- no, creo que ya lo tengo

- deja que te ayude-se levanto y se fue junto a mi, di media vuelta quedando frente a el, y coloque mis manos a los lados mientras Harry hacia el nudo de mi corbata.

Conservaba ese gesto ausente del día anterior, pero un leve brillo en los ojos dejaba ver en el un cambio, no solo en su vestir si no también en su nueva forma de ver al mundo y a los demás.

- Ya esta- dijo cuando hubo terminado, luego me sonrió y se fue nuevamente hasta su cama- que tengas un buen día y no olvides llamarme cuando estés por llegar

- claro, nos vemos luego

De camino al hospital podía sentir en mi una alegría que hace mucho no tenia, y como dije antes, me sentía completo, salir de tu casa con el saludo de alguien en tus oídos y saber que al llagar no estarás solo, me hacia la persona mas feliz del mundo.

Al llegar salude aun con una sonrisa en los labios al conserje y a cada enfermera y medimago de la institución, me pase el resto de la mañana revisando unos papeles y contratos pendientes, unas solicitudes y algunos pagos
entonces lo vi.

Frente a mi tenia la firma de Ron Weasley en un cheque de 1.000 galeons que era el costo mensual de la estadía por un paciente, y adjunto a el, estaba el contrato de estadía hospitalaria firmado, con la dirección y la autorización hasta la que debía ser su casa en caso de emergencia o muerte del paciente.No lo pensé dos veces, me dirigí hasta la chimenea de mi despacho y dije la dirección indicada en el contrato que ahora permanecía en mis manos.

 

Llegue a un pequeño cuarto que por lo que se veía debía ser el despacho o algo parecido dentro de la casa, y en el escritorio estaba sentado nada más y nada menos que la comadreja Weasley.

- buenos días, Weasley- el pelirrojo se sobresalto, luego me miro. Al principio estaba asustado, luego su expresión cambio drásticamente y me sonrió.

- si no me equivoco acabas de descubrir que tienes en tu hospital al salvador del mundo mágico ¿Qué sucedió? ¿Murió?- pregunto sin el menor atisbo de dolor o remordimiento en su voz mientras continuaba revisando unos papeles.

- para tu desgracia, no, Harry aun no ha muerto

- ¿Harry? Creo que me he perdido de algo

- no te hagas el interesante frente a mi Weasley, he venido hasta aquí por una explicación, sabes perfectamente que el no sufre de ningún descontrol de magia ¿Por qué lo encerraron allí?

-noto cierta preocupación en ti Malfoy

-no cambies el tema y responde a mi pregunta ¿por que lo encerraron allí?

- veras, tu conoces el mundo de los negocios, Harry tenia mas de lo que podía controlar, estoy seguro que tenia mas gáleos que tu Malfoy, créeme-

y eso que tiene que ver con que este encerrado ¿desde cuando ser rico es una enfermedad?

- creo que esta conversación ya termino, ahora hazme el favor de retirarte de mi oficina, y no quiero volver a tener el agrado de tu presencia a menos que Harry este muerto, para preparar el entierro y eso.

- No necesito preguntar a donde fue a parar el dinero

- eso es mas que obvio ¿Cómo crees que llegue a ser lo soy? ¿Por ser el mejor amigo de el salvador acaso? Claro que no Malfoy, ahora hazme el favor de largarte ¿quieres?

- imagino que compartes el premio con granger

- tal ves, eso no es algo de tu incumbencia

Decidí salir de allí antes de que cometiera una locura y al llegar nuevamente a mi oficina no pude mas que sentir una rabia inmensa por el estúpido pelirrojo ¡había traicionado a Harry por un poco de dinero! Tan solo por unos cuantos galeons el chico que ahora debía estar en su casa había pasado por las peores cosas que jamás se le podrían ocurrir a alguien y aunque no estaba en sus manos hacer nada para recuperar lo que le pertenecía, me prometí a mi mismo hacer de la vida de Harry algo mejor
de todos modos, nadie daría cuenta de ello.

Después de llamar a casa por la chimenea y hablar con uno de los elfos para que le dijese a Harry que pronto llegaría a casa me fui camino a la mansión en mi coche.

En cuanto puse un pie dentro de mis aposentos pude sentir en la casa un exquisito aroma a comida y un aire acogedor me recibió al entrar al salón comedor.

La mesa estaba puesta con dos platos ¡dos! Servicio y ensaladas. Vi a Harry salir por la puerta de la cocina con un delantal y llevando en las manos una pequeña charola que pertenecía a uno de mis tantos antepasados.

- bienvenido- me sonrió, luego coloco la charola sobre la mesa y pude apreciar un delicioso pavo al horno-la cena esta servida- y comenzó a trozar el pavo aun con el delantal puesto.

- no debiste molestarte- dije mientras tomaba asiento en una de las sillas

- no es nada-se encogió de hombros y me sirvió, luego se coloco un poco en su plato y se sentó

- tal ves deberías quitarte el delantal primero-al darse cuenta de su descuido se sonrojo un poco y se lo saco a prisa.

- lo lamento, es que he estado un poco

- no te preocupes, no es nada

La comida estuvo deliciosa, y la compañía era más que grata, por un momento pensé en plantearle lo sucedido durante la tarde con Weasley, pero luego deseche la idea, estaba seguro de que ya debía estar al tanto de ello y preferí ahorrarle ese mal trago.

Me di cuenta de que me gustaba la idea de estar junto a Potter, y aunque sonara estúpido mi sueño de la noche anterior se había cumplido casi por completo
primero fue lo de la corbata, luego lo de la cena, solo faltaba un beso y mi sueño se haría realidad.

Al levantarnos de la mesa nos dirigimos al piso de arriba para irnos a nuestros respectivos cuartos y descansar un poco.

- hasta mañana Harry y gracias por la cena, estuvo deliciosa

- fue un gusto, disfrute mucho preparándola-se quedo de pie mirándome unos segundos aun con la mano en el portillo de su habitación-yo
yo quería-estaba nervioso pero no dejaba de mirarme de esa forma que no lograba descifrar.

Me arriesgue a lo que podría pasar, tal ves me rechazaría y todo terminaría de la misma forma que empezó. Pero aun así, lo tome del rostro y le bese.

Al principio me limite a penas a rozar sus labios con los míos, pero entonces el me tomo de la cintura y yo me permití adentrarme dentro de esa boca y saciarme de aquello que hace mucho quería reclamar como mío.

Permanecimos así unos segundos mas, jugando a ser lo que yo quería que saliera de todo aquello, jugando a que yo fuera de el y el fuera mío. Pero no todo es para siempre y debíamos encarar la situación tarde o temprano, y el beso termino.

- yo
lo lamento
no debí- quería decirle algo mas, pedirle que se quedara conmigo esta y todas las noches que nos quedaran por delante, pero el valor que me invadió momentos atrás se había esfumado.

- ¿te arrepientes de haberme besado?- me pregunto entonces y pude notar el miedo clavado en sus palabras

- no, jamás me arrepentiría de ello- y me sonrió

- ¿quieres dormir hoy conmigo?

- claro
solo tengo una duda-

¿Cuál?- preguntó confuso

- ¿hasta cuando puedo dormir junto a ti?

-que te parece ¿el resto de nuestras vidas?-y donde antes estuvo solo su mano en esa perilla ahora estaban ambas, la suya y la mía. Y así fue las noches que siguieron a ese día, y así fue
el resto de nuestras vidas.

FIN

la decadencia del mago - Fanfics de Harry Potter

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Son las ocho de la mañana, estoy en mi hospital psiquiátrico: 'malfoy`s' heredado hace dos meses, por parte de mi padre, que murió durante la guerra, pero f

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2024-11-04

 

la decadencia del mago - Fanfics de Harry Potter
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