No era porque no lo sintiera o porque quisieraocultarlo. Menos por ser cobarde. Era porque no debía, no debía siquieraimaginar que aquello sucediera, que esa
atrocidad pasara. No podía dejar queeso que veía en su mente cada segundo del día se volviera realidad.
Era el peor amigo del mundo, eso lo sabía desde hacía tiempo. ¿Pero eso leimportaba justamente?
-- Ni siquiera se te ocurra -- se amenazó a sí mismo frente al espejo --, queni se te ocurra hacerle eso a Ron.
No era una traición propiamente dicha cuando su amigo estaba muy ocupado enotras cosas, pero él sabía muy bien lo que a Ron le pasaba, podía darse cuenta.Todos pensaban que era corto de luces y vivía en una burbuja, no obstante, élse daba tiempo para observar a sus amigos, a sus amigos con sus peleas, celos yproblemas amorosos. Y creyó que se había dado demasiado tiempo cuando lo, aéstas alturas inevitable, sucedió.
Sucedió que rompió varios códigos de la amistad en unos segundos. Sucedió quese encontró con unos ojos llenos de felicidad para darle. Sucedió que seenamoró de su mejor amiga.
Sucedió que se enamoró de Hermione.
No sabía con seguridad cuándo y cómo había pasado. Si fue cuando ella salió dela enfermería en segundo año. Si fue cuando le dio un beso en la mejilla en laestación de King's Cross. O si fue cuando la vio tan triste y desprotegida alver a Ron con Lavender. Quizás en todos esos momentos. Quizás desde siempre.Pero él sabía que primero estaba su amistad con Ron. Sabía también que ellaquería a Ron, y que a él, a Harry, nunca lo vería más allá por miles demotivos. El más reciente era que tenía la falsa impresión de que a éste lepasaban cosas con Ginny. Ciertamente la apreciaba, pero como a la hermana de sumejor amigo, o así mismo como a una hermana menor.
-- ¿Podemos irnos? -- Preguntó irritada su acompañante.
Desde que ella había dejado de hablarle a Ron, se internaba con Harry en labiblioteca o la Sala Común para no verlo atrapado entre los brazos de Lavender,y se enojaba con facilidad cuando ambos aparecían riendo como bólidos en dondeella se encontraba.
Harry fingía estar cansado y ponía continuas barreras con Hermione paradistanciarse un poco de ella, tarea difícil siendo que pasaban todas sus horaslibres juntos.
Se levantó al instante y tomó sus cosas.
En la Sala Común Hermione comenzó su perorata, pero él no la estaba escuchando.Seguía preguntándose por qué, de entre todas las chicas que conocía, tenía queenamorarse de ella. Hermione, que le reprendía todo el tiempo por no hacer susdeberes, tratándolo como a un hijo, que se enfadaba por todo, que sonreía yhacía que el mundo se viera más claro. Que con sus ojos chispeantes ante unlibro nuevo lograra derretir su corazón. Que era un misterio indescifrable,acabar con Voldemort parecía más sencillo que entender lo que a ella le pasaba,o lo que quería.
-- Él puede hacer lo que quiera, de verdad, pero me doy cuenta de que lo hacepara molestarme. Ginny me contó que se le escapó lo de Victor, y entiendo queesté celoso. Pero no va a lograr que me pase lo mismo. Quiero decir
vamos,¿Ron y yo?
Harry escuchó las últimas palabras, sorprendido. Ella nunca había dicho esoantes.
-- Hermione, de verdad ¿Desde cuándo somos amigos? Conmigo no tienes que fingirque no te pasa nada con Ron -- soltó casi sin proponérselo. -- Te he visto maldesde que está con ella.
-- Harry
-- dijo un poco insegura--, mi humor no tiene nada que ver con él. Loúnico que hizo fue, bueno, colmar el vaso.
-- ¿Qué sucede entonces? -- Preguntó con un dejo de ironía.
No le creía ni una palabra. Le hubiese gustado hacerlo, pero no podía.
-- Nada
ya que estamos con eso de la sinceridad ¿Qué tal te va con Ginny? --Rió mordazmente.
-- Hermione -- advirtió con desgano.
-- Bueno, bueno -- se atajó alzando las manos--, solamente quería saber,porque
-- Nada -- la interrumpió --, nada me pasa con Ginny, ésta vez te equivocaste. --Dijo con una sonrisa de costado.
Hermione se mordió el labio inferior, ese gesto no le pasó por alto, ella vivíahaciendo eso, antes de cada examen, de cada lección, de cada sospecha ypreocupación.
-- ¿Qué?
Hermione no respondió.
Estaban sentados frente al fuego, su asiento favorito en la Sala Común. Harryla vio sonreír con incomodidad. Aún estaba triste, podía notarlo. Queríaabrazarla allí mismo, sin importarle nada ni nadie. Pero estaba estático, nopodía ni quería moverse.
Pero para sorpresa de ambos, Hermione apoyó su cabeza en el hombro de su mejoramigo y comenzó a sollozar.
-- ¿Estás bien? -- Preguntó preocupado, intentando encontrar sus ojos.
El verde y el marrón se mezclaron. Él secó tímidamente sus lágrimas.
-- Ya no lo soporto
-- suspiró ella.
Pero él no pudo preguntar qué era lo que no soportaba, porque Hermione comoreuniendo todas las fuerzas de su cuerpo y su mente, levantó la cabeza, miró aHarry y luego de sonreír lo besó.
Y aunque estuviera mal, aunque todo le indicaba que no debía hacerlo, él lecorrespondió, la abrazó fuertemente y la besó.
Ya no lo soporto - Potterfics, tu versión de la historia
No era porque no lo sintiera o porque quisieraocultarlo. Menos por ser cobarde. Era porque no debía, no debía siquieraimaginar que aquello sucediera, que esa
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2024-12-11
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