AMORES QUE CAUSAN AGONIA - Fanfics de Harry Potter

 

 

 

Si supieralo que va a pasar mañana contigo, tal vez hoy no me dejaría perder en tu pielpero soy débil y te reconozco como mi tentación, como parte de lo que deseopero no puedo siquiera pensar en retenerte conmigo por obvias razones, ser loque tú.

Lahistoria tuya y mía es tan fácil de entender pero se puede decir que siemprefue un poco dolorosa. No pensé siquiera en la vida encontrar alguien que separeciera tanto a mí y que con sus juegos me hiciera caer en medio de laseducción y un juego de placer indescriptible, pero la verdad es esa, te encontré por los típicos azares de la vida quepocos comprenden y muchos añoran pero como no te puedo mentir fue lo mejor. Sirecuerdas como empezó te darás cuenta que los dos sabíamos en lo que terminaríaesto, uno de los dos muerto, y te lo dije no iba a ser yo, y tu decías lomismo, pero al final gane, que gane no se pero lo hice.

 

Te dijemil veces que te odiaba y que lo hacía porque me retabas como si fuera yo unaniña chiquita que no sabría qué hacer si tu le decías "te quiero", pero te lorepetí cada vez no soy lo que piensas y seguías y no parabas, no dejabas dedecir que los ángeles debían quedarse en los santuarios o en el cielo y losdemonios en la calle disfrutando de la vida, me enfurecía en verdad tuscomentarios y poco después terminaba en tu cama y tú en mi piel, ambosganábamos pero no del todo.

Porquecuando deseabas que me doliera el ego decías "aun me late mi ex" y pensaba aldemonio y casi de inmediato te respondía "a mí también me duele mi ex". Tequedabas callado y sentía que ganaba con tu silencio un punto de la apuesta.Que hubiera sido de nuestras vidas sin esa dichosa apuesta, tal vez hoy noescribiría como dos personas se hicieron tanto daño y al tiempo vivieron algoque no se imaginaron, o es acaso que odiar y amar duele, tú lo decías tratabasde explicarlo y no te contradecía pero bueno eso pasa. Tan solo me quedarecordar la primera vez que me besaste y que estuvimos juntos, se puede decirque este es el abreboca de la historia.

Fue un díaun poco especial, el sol se posicionabaen medio del cielo azul de la ciudad más colonial del Ecuador y las nubes eranescazas, y un viento cálido nos acompañaba en el recorrido por el parque quemas me gustaba, en medio del centro y a la vez en medio de la nada, en lacumbre de aquella pequeña elevación opuesta al Panecillo, que todos conocencomo Itchimbia, tus palabras me retaban a ser una diablesa mientras yointentaba ser un ángel y me proponía dejarte conocer solo lo que los demásconocían, y de la nada o mejor si del instinto me besaste y me deje llevar,sentí perder por un momento el rumbo pero lo recupere con tu insolencia, cuandoterminamos, seguimos caminando como sinada y tu dijiste que yo no me atrevería a demostrarte nada de lo que era miinstinto, me retaste de mil formas y estaba dispuesta a dejarte con esainquietud pero nuevamente caí en tus besos apasionados y apremiantes que mepasaban una factura muy alta, esta vez fui yo la que marco el ritmo de lamelodía y a ti te gusto, y no se diga a mí, luego de una larga conversación nosdimos cuenta que no esperábamos terminar así ese día, yo tenía un cargo deconciencia que no te imaginas porque hasta ese día podía decir que teníaconciencia y tú estabas en lo mismo, pese a haberla dejado morir mucho tiempoantes, pero de la nada la paz vino y sequedo con unos minutos y me dejaste claro que saldríamos lastimados y una vezmás preguntaste ¿Quieres seguir?. Mi respuesta fue obvia, Si. No dejaría pornada del mundo de ser parte de ese juego en el cual solo podía haber unganador.

 

Desde esedía todo en nuestra querida amistad cambio y muchas personas salieron heridas,y nada importo, tu igual a mí y yo como tú, que pudo salir mal acaso este mundono estaba preparado para dos iguales, pasionales, manipuladores, calculadores,y que jamás dejarían pasar un reto sin probar suerte, inteligentes e idiotas almismo tiempo, una mezcla explosiva, sin duda me pierdo en la mortal idea de quelas cosas hayan sido así. Pero teníamos una pequeña diferencia en mi aunexistía bondad por así decirlo y tú la habías perdido en totalidad.

Todoparece tan irreal pero hay más cosas que me volvieron loca eras perfecto paramis planes y yo para los tuyos, arreglar tus itinerarios y planear las maldadesque le harías a tu "ex" me divertía y tu ayudar en mis venganzas eso eragracioso, me divertiste tanto y al mismo tiempo te encargaste de meterme en lacabeza de que dos no podíamos estar en este mundo, se supone que los iguales serepelen y los opuestos se atraen pero como no me voy a cansar de reiterar enesta situación no éramos parte de lasreglas, muchas veces me di cuenta de lo instintiva y pasional de la relación nosolo físicamente sino también en pensamientos, actuábamos al ritmo del deseoque nos invadiera y como complemento de la maldad que invadía el aire que losdos respirábamos era algo sin igual. Como me encantaría que quienes salieronlastimados lo entendieran y lo disfrutaran como lo disfrutamos pero eso es undeseo efímero como la existencia misma.

Muchasveces me lleve decepciones contigo, odiaba que no entendieras que me habíacostado mucho mantener mi reputación, que ser el ángel de mi familia no erafácil mas cuando todos esperaban que fuera lo que ellos no fueron, pero teníami propio rumbo y no me arrepentía de él. Te odiaba mas cuando habías conocidomás de la mitad de mis pensamientos, y las cosa malas que había hecho sin quenadie sospechara, y todo lo prohibido con lo que había experimentado, era enverdad hasta ese día en el que te conocí dos personas una totalmente buena yotra que no conocía mas limite que la aventura, y tu por tu parte siempre defrete, diciendo que eras lo que eras, y a veces siendo un ángel para llevar acabo algún malévolo plan pero eso es harina de otro costal.

Para entenderlo que paso primero necesitamos hablar de las personas a las que hicimos daño,empezare por mí porque creo que es lo que debemos aclarar. Cuando me conocistetenía en mente una venganza, que ya había tenido uno que dos avances y quetantas veces postergue por poner el corazón en el medio, al punto en el quehabía llegado con Alejandro había entendido que el cariño que sentía por el nome permitiría seguir adelante con mi plan, y que en cierto momento me faltaríafuerza para seguir armando esa farsa en la cual le rompería de nuevo elcorazón, o mejor dicho me lo rompería yo.

Pero noimportaba siempre me quedarías tu para recordarme que siempre se corre eseriesgo y luego de ello la vida sigue, y como no iba a seguir si en medio detodo estabas tú, siendo la sombra de mis pasos, de una manera muy especial,llegue a pensar que lo olvidarías con facilidad y que luego de la fecha límitepara nuestra apuesta yo podría dedicarme a perder ese sabor tan exquisito yganar el placer más grande de la vida pero que también es amargura cuando en suesencia existe algo tan negro, por los secretos que guarda, es así como preferí dejarlo perder y vivir lo pocoque podía vivir de ese amor, me encargue de que mi ángel se enamorara y vivieraconmigo lo que jamás había vivido con alguien más.

 

Lo perdíen un mundo que desconocía y que si alguna vez lo soñó, no lo imagino como selo pinte, lleno de felicidad, lleno de amor, comprensión, y una singularquímica que solo podía ser frenada con los impulsos de la conciencia y el respetoque se debe tener, además de un modo singular de confidencia y encanto de hada.Recuerdo con exactitud la tarde en la cual su corazón me dijo que me amaba. Yyo lo disfrute porque había esperado meses escucharlo y poder decir lo mismo con un sentido malicioso, pero cuandolo dije sentí el vacio de la verdad, me estaba enamorando de él, no podíaseguir en esa situación, el veneno que corrió algún momento por mi venas seestaba agotando, y se dejaba sustituir pronto por uno más fuerte llamado amor conel cual muchos deseaban ser envenenados, para dejar su eterna vida de soledadde lado. Había muchas cosas que decir y decidir pero ninguna importaba elobjetivo era primero, y así lo concebí en mi mente a cada segundo, me convencíade ello y no importaba nada más.

Las tardespasaban y entre los tres jugábamos un juego sin salida en el cual el pacto máscruel se había sellado, tú te convertías de apoco en la maldad que yo noconocía y deseaba mantener lejos, pero tu forma de ser se apodero de la bondadque sobraba en mi y la desapareció haciéndome más como tú y a nuevamenteempezaba el sin fin de cambios, cuando la verdad se aproximaba te dije que nosería capaz, pero me recordaste porque lo hacía y porque debía seguir. Ademásaun algo de moral quedaba dentro de mí, y de no haber llevado a cabo el plan nohubiera sido capaz de quedarme con él, el dolor que le iba a causar y lasrazones por las cuales me acerque a su vida eran motivo suficiente para quedeseara no tener nada con el mas que un hermoso recuerdo de lo que fueron díasde mentiras que se volvían verdad, y me envolvían en el dulce veneno, lasultimas semanas de mi plan las viví con el corazón sin cuidar en lo más mínimolas consecuencias de las mismas.

La fechalimite que me había propuesto estaba cerca y era más que necesario que comenzara a reanimar el amor deAlexandra por Alejandro para que mi venganza se viera completa, gozaba de unasuerte singular y la había utilizado para acercarme a ella y volverme su másfiel confidente, había alimentado en su corazón el deseo de volver junto a miángel, para sentirse amada como no lo había sido desde el día en el que terminocon él, de apoco logre que ella admitiera que lo extrañaba y que deseaba volvercon él, y de la misma manera le vendí la idea de que no importaba cual de losdos se había equivocado, ella debía dar el primer paso, le ayude a volverse aenamorar de él, sin salida, le llenaba de detalles que supuestamente proveníande él, pero le aconsejaba no llamarlo, al fin y al cabo yo estaba siendo losojos y oídos de ella, era tal su devoción y confianza que dejo que yo meencargara de todo.

En tantoyo hacía que él me amara a cada segundo mas, el día en el que le dije que erael momento de hablar con Alejandro ella temblaba de la ansiedad, y yodisfrutaba, cada segundo de su desesperación, deje que ella fuera la primera ensaludarlo, y cuando intento repentinamente besarlo, sentí que el alma se iríaal piso si él lo permitía estando yo ahí, pero como me había fijado muy bien enlos detalles, eso no sucedió, la alejo, y le dijo ¿qué te pasa?.

 

Ella caside inmediato reacciono a la defensiva, y dijo, se supone que era lo que deseabatanto como tu volver a sentirme cerca, en verdad pensé que todo lo que habíashecho era porque me extrañabas, mas veo que todo fue un juego para ti. Vi comosu corazón se había roto, y como la decepción se dejaba ver en sus mejillasrebosantes de lágrimas arrancadas del corazón.

Alejandropor su parte se sorprendió mucho y no entendía nada, como era de esperarse, mepregunto casi de inmediato lo que pasaba, en voz baja. Sin más me acerque y conun miedo que en mi vida había sentido lo bese en presencia de Alexandra y élcomo era obvio se dejo perder en ese beso. Lo disfrute por el dolor que ellasentía, y me dolió porque justo en ese momento debía dejarse ver el juego quehabía tan recelosamente cuidado y armado.

Alexandralloro sin consuelo por varios minutos entre tanto yo intentaba explicarle, elgran amor que sentía por Alejandro sin dejar de sonreír afablemente, por eltriunfo conseguido, pero al mismo tiempo muriendo por ser capaz de reconocer loque sentía, los ojitos de Alejandro se empañaban al escuchar mis palabras.Cuando hube de convencer a Alexandra de que mi amor era verdadero, y a él depintarle una realidad maravillosa, todas sus lágrimas cesaron. Sus palabras noeran dulces ni mucho menos amables, grito con odio en su mirada y con desdénsus expresiones. Me maldecía por ser una mala amiga por haber permitido que ellaalimentara un amor que no era posible por no haberle hecho ver que él lo hacíapor cortesía y nada más.

Pero fueen ese momento en que recordé que no era lo que yo deseaba, y que lo que ellaestá sufriendo no era suficiente para todas las veces que ella fue una bruja, ehizo que dudara de mi ser, así que con el corazón a medio morir dije: antes deseguir con esta farsa, es mejor que lo sepas, todo lo he hecho yo, todas lascartas que recibiste y los detalles los planee yo, en verdad eres tan ingenuapara creer que ya olvide todo lo que hiciste antes de volverte a mí y ser enlas palabras que tu definirías, tu mejor amiga, acaso crees que tu lo valdrías.No pues no es así, no vales nada y este es el mejor modo de demostrártelo, solocon hacerte ver que ningún sentimiento que fuera para ti era lo suficientementefuerte como para que no sea remplazado en poco tiempo por uno inspirado por mí.

Con cadapalabra dicha mi voz se agudizaba mas y dejaba ver un gran odio, pero al mismotiempo estaba a punto de quebrarse al ver a Alejandro, con un rostro dedecepción y dolor que acentuaba sus fracciones y que con ayuda de su negrocabello ensombrecían sus rostro continúe sin más y vi un dolor más grande en elrostro de Alexandra, que el que yo esperaba, así fue como ella en cuestión desegundos entendió lo que había pasado, se voltio despacio hacia Alejandro y lepregunto si era verdad que la había olvidado. El con las lágrimas en los ojos ycon la cabeza baja respondió que sí, su voz casi entrecortada siguió diciendo sia cada suspiro que exhalaba, y con cada lágrima decía: la amó.

 

Su dolorse convirtió en el mío, porque no podía verlo mal, como podía hacerlo mepreguntaba en silencio, todo en ese lugar se volvió sombrío y el dolor deAlexandra me brindaba aun fuerza porque llenaba mi maldito ego, y me haciaexperimentar un nuevo sabor.

Al finAlejandro rompió su silencio y pregunto que había hecho yo en él para haberloenamorado, y que había hecho tan mal para que yo no lo quisiera siquiera unpoco. Esto último casi me mata, dolió más que haber reconocido que en medio delamor que sentía había alguien más que eras tú, y que a ti también te quería deuna extraña manera, pero en fin ese dolor no se podía siquiera comparar con elque le cause cuando mi voz casi quebrada dijo: no te amo, porque eres parte deun plan y si te quiero pero lejos de mi vida porque al fin y al cabo solopodría desear eso de alguien que no me da ningún placer, o complace en lo quequiero debo confesar que estos meses he hecho un esfuerzo sobre humano para serlo que vi que esperabas y para mantenerme junto a ti, alguien que no tiene nadamás que su imaginación para vivir, no puedo decir que del todo fue difícilporque si algo he de reconocer es que sabes divertir cuando te lo propones perono siempre es suficiente, mejor dicho no entiendo cómo es que creíste que meenamore de ti.

Dentro demí una batalla tan grande como el mar tenía lugar, la satisfacción de seguirviendo a Alexandra llorar por lo que pasaba y no podía hacer nada, y en el otrolado una pizca de bondad reclamando ser atediada y ser capaz de salir y gritarque todo lo que decía era mentira queera demasiado bueno para mí y que yo era la que no lo merecía que me perdonaray demás, o solo poder decir que era todo una mentira y que lo amaba, pero podíamas sin duda el placer, porque me habías enseñado un modo diferente dedisfrutarlo y vivirlo a veces a costa de los demás, me fascinaba sentir quedominaba la situación y sabia como irme contra mis propios deseos buenos ypuros, que solían ser insolentes en ciertas situaciones.

Ahora loentiendo todo, sabia dentro de mí que tanto derroche de amor era irreal, perome aferre a la idea de amarte y ser amado por ti, pero creo que antes de seguircon esto que no tiene sentido será mejor irme y dejarte disfrutar de tuvictoria. Su voz más templada y más firme hizo que perdiera por un leve momentomi dicha, mas me levante de mi lugar y a sabiendas que no diría que no le besepor última vez y muy suave y casi arriesgándome a ser lastimada le susurre te amo.El me vio y deje que viera que no era mentira, pero de todos modos se alejo demí, y se fue.

Con cadapalabra dicha mi voz se agudizaba mas y dejaba ver un gran odio, pero al mismotiempo estaba a punto de quebrarse al ver a Alejandro, con un rostro dedecepción y dolor que acentuaba sus fracciones y que con ayuda de su negrocabello ensombrecían sus rostro continúe sin más y vi un dolor más grande en elrostro de Alexandra, que el que yo esperaba, así fue como ella en cuestión desegundos entendió lo que había pasado, se voltio despacio hacia Alejandro y lepregunto si era verdad que la había olvidado. El con las lágrimas en los ojos ycon la cabeza baja respondió que sí, su voz casi entrecortada siguió diciendo sia cada suspiro que exhalaba, y con cada lágrima decía: la amó.

 

Su dolorse convirtió en el mío, porque no podía verlo mal, como podía hacerlo mepreguntaba en silencio, todo en ese lugar se volvió sombrío y el dolor deAlexandra me brindaba aun fuerza porque llenaba mi maldito ego, y me haciaexperimentar un nuevo sabor.

Al finAlejandro rompió su silencio y pregunto que había hecho yo en él para haberloenamorado, y que había hecho tan mal para que yo no lo quisiera siquiera unpoco. Esto último casi me mata, dolió más que haber reconocido que en medio delamor que sentía había alguien más que eras tú, y que a ti también te quería deuna extraña manera, pero en fin ese dolor no se podía siquiera comparar con elque le cause cuando mi voz casi quebrada dijo: no te amo, porque eres parte deun plan y si te quiero pero lejos de mi vida porque al fin y al cabo solopodría desear eso de alguien que no me da ningún placer, o complace en lo quequiero debo confesar que estos meses he hecho un esfuerzo sobre humano para serlo que vi que esperabas y para mantenerme junto a ti, alguien que no tiene nadamás que su imaginación para vivir, no puedo decir que del todo fue difícilporque si algo he de reconocer es que sabes divertir cuando te lo propones perono siempre es suficiente, mejor dicho no entiendo cómo es que creíste que meenamore de ti. Todo sobre el cafe

Dentro demí una batalla tan grande como el mar tenía lugar, la satisfacción de seguirviendo a Alexandra llorar por lo que pasaba y no podía hacer nada, y en el otrolado una pizca de bondad reclamando ser atediada y ser capaz de salir y gritarque todo lo que decía era mentira queera demasiado bueno para mí y que yo era la que no lo merecía que me perdonaray demás, o solo poder decir que era todo una mentira y que lo amaba, pero podíamas sin duda el placer, porque me habías enseñado un modo diferente dedisfrutarlo y vivirlo a veces a costa de los demás, me fascinaba sentir quedominaba la situación y sabia como irme contra mis propios deseos buenos ypuros, que solían ser insolentes en ciertas situaciones.

Ahora loentiendo todo, sabia dentro de mí que tanto derroche de amor era irreal, perome aferre a la idea de amarte y ser amado por ti, pero creo que antes de seguircon esto que no tiene sentido será mejor irme y dejarte disfrutar de tuvictoria. Su voz más templada y más firme hizo que perdiera por un leve momentomi dicha, mas me levante de mi lugar y a sabiendas que no diría que no le besepor última vez y muy suave y casi arriesgándome a ser lastimada le susurre te amo.El me vio y deje que viera que no era mentira, pero de todos modos se alejo demí, y se fue.

El hermosomirador en el parque metropolitano que ofertaba la vista más conmovedora dellugar en el cual nos habíamosencontrado, se quedo sin su suave belleza varonil, y me dejaba con un rostropálido que aun no asimilaba lo sucedido y que derramaba lagrimas gruesas quedisfrutaba. De repente la vi levantarse luego de un largo silencio y decir teodio, tomar el mismo sendero que minutos antes Alejandro había tomado ycomenzar a caminar sin más, sin rumbo con un vacio que no entendía y que nopretendía entender, porque me había robado en cierto modo lo que ella amaba ylo que ella había ya lastimado una vez, pero eso era más de lo que yo esperaba,cuando ellos se fueron yo me quede con la mirada fija en un punto en medio dela nada pensando en lo que había logrado y lo que había perdido, tu sabias queese era el día elegido y que ese era el momento justo para dejarme en paz porunos días.

 

No supede ti o de alguien más en ese tiempo,también disfrute de eso porque amaba la soledad en ciertas ocasiones, en mivida muchas cosas siguieron igual y todo marchaba bien, cuando hablamos te loconté todo con los mayores detalles posibles y no podía siquiera omitir como mehabía sentido, estabas al tanto de mis sentimientos y me habías a tu maneraayudado a estar firme en mi decisión por mucho tiempo, lo que yo desconocía eraque de alguna manera te molestaba que me hubiera enamorado así, y esa mismatarde estuve una vez más entre tus brazos y tus pasiones, me sentí viva yacordamos que no importara lo que pasara siempre tendríamos tiempo para estarjuntos y disfrutar del sexo y la pasión mas desmedida que pudiera conocerse.

Este pactoincluía seguir siendo uno así el otro tuviera una pareja, lo acepte y loaceptaste, no había compromiso alguno, y vivíamos de una amistad que se podíadecir muy abierta, y completa te tenía confianza y tenía la tuya, eso eragrandioso. Los primeros meses luego de ese pacto pasaron como si nada todo muybien viviendo al máximo, tu por tu lado y yo por el mío, mis pasiones lassabias todas y yo las tuyas pero vi un tiempo que no me decías nada de lascosas que hacías y eso me extrañaba pero aun así confiaba en ti.

Tu por tupare habías hecho mucho daño a quienalguna vez fuere tu novia y me había gustado mucho ayudarte con tus cosas, esascosas que ella disfruto en tanto puedo, y el día se le vino abajo cuando ellase entero de la verdad de tus intensiones, pero eso es que te molesta un pocoporque te causo demasiado trabajo, convencerla de tu amor era difícil, porqueen muchas ocasiones ella te había hecho vivir minutos inolvidables que setornaron grises el día en el que ella te pidió tiempo, cuando te enteraste desus razones tu corazón se lleno de veneno, no entendías porque si tu habíasdado lo mejor de ti, para que todo funcionara ella había de pensarconstantemente en su ex, que para ponerte más loco era un pobre infeliz que note llegaba ni a los tobillo según decías, era en verdad para ti humillante,porque habías querido querer, pero no se dio así las cosas y de apoco, pensasteque enamorarla y dejarla cuando su amor fuera tan grande como tu deseo quemuchas veces no podías contener.

Con ayudade sus propias amigas y una que otra mía, seguiste adelante con tus discursosque le bajaban la luna y las estrellas, y le hacían pensar que eras lo que enverdad buscaba en la vida, pero una tarde todo se te complicó ella había salidocon un grupo de amigas que no conocías muy bien a beber y esa tarde de la nadate dijo que el único camino que tenían que recorrer ella y tu era el de laamistad, de acuerdo al paso de las horas averiguaste que una de sus amigashabía sido la que le aconsejara de ello, diciendo que ella te conocía bien yque no le gustaría que te hagan daño, enfureciste como pocas veces, y vermuerta a su querida miguita era en lo único que pensabas al fin y al cabo nadiele había consultado lo que quería o creía pero que de todos modos se habíametido en algo que no le correspondía, luego de un plan bien elaborado, quefuese aplicado en los días siguientes recuperaste el interés de Ana, que yaolvidaba la loca idea de ser solo amigos, y se dejaba caer en lo profundo delas palabras que salían de tus labios, que sabían pintar las mentiras con lamás dulce miel que la existencia pudiera probar.

 

Luego devarias artimañas que preparamos juntos ella te dio el anhelado si, un sí que lecostaría más lagrimas de las que en su vida pudiera imaginar, las que másdestacaron sin duda fueron los poemas y las cartas de amor, así como tusdiscursos de hombre enamorado y que aveces sonaban a desesperación, y todo con el firme propósito de ver suslagrimas correr, las semanas previas asu cumpleaños te habías dedicado a complacerla y a llenarla de amor, ella másconfiada de tu amor, caía a cada paso que daba junto a ti en la red quehabíamos preparado, el día tan esperado había llegado, era su cumpleaños y comosiempre las personas la rodearon de cosas como a una pequeña que necesita detodos los mimos del mundo, pero ella solo pensaba en una cosa en ti, porquellegaste como el príncipe de los cuentos de hadas y la convertiste en tuprincesa rescatada del feroz dragón, y liberada al fin del malvado sortilegiode un hada mala, así es como esa tardepara variar en la hermosa rutina que creaste, la llevaste a la cama. Estoúltimo no solo lo hacías por un placer físico sino por el placer que tecausaría horas más tarde luego de lo que habías planeado hacer. Ella vivo allímite, me contaste con detalle cada cosa que hiciste para hacer ese día elamor con ella, así como en detalles me dijiste como es que el cuento se leconvirtió en pesadilla, en cuestión de un abrir y cerrar de ojos.

Luego deuna tarde pintada de color rosa, la llevaste a casa donde sus amigos y su madrele habían preparado una pequeña fiesta, la cual alegro de manera única a Ana,viste en ese momento la oportunidad de romperle el corazón tal cual te lohabías propuesto. Le pediste que fueran a hablar por unos minutos que teniasalgo importante que decirle, la sacaste al recibidor que estaba lleno deregalos de quienes la querían o decían quererla o la pretendían, así comotambién de quienes la habían convertido en una joya que se podía lucir encualquier situación. Con palabras tiernas como las que solías crear le dijiste,que todo se había acabado, y de pronto ella pregunto porque, y tu sin másrepetiste la misma frase que ella te dijera alguna vez, pero en tu voz le imprimiste odio, rencor y fastidio, necesitotiempo para pensar lo nuestro, ella no lo creía, ellas apenas si podía intentarentender, y continuaste diciendo: es verdad que te quiero mas no te amo y todolo que hemos vivido tal parece que no tendrá valor muy pronto. Su llanto ahoramás pronunciado te maldecía, por haberla engañado, y por haberla enamorado sial final tú te darías cuentas de que no la ambas. Un nuevo discurso se te ocurrió, le hablabasde las hermosas cosas y los bellos recuerdos de la historia que habías vividocon ella.

Luego devarios minutos, te cansaste de sus ruegos, y dijiste: seré sincero solo era unjuego sabes cuando tú hiciste lo mismo me dolió pero entendí que era más de loque tú podías desear, así que en realidad todo este tiempo viviste un engaño.Enfurecida y casi sin fuerzas intento golpearte como lo hace una mujer heridacasi sin ganas, y se dejo vencer en el piso una vez más, su figura perdía elbrillo de unos minutos antes y tú te alejabas a la puerta disfrutando de laslagrimas que ella dejaba caer, era una victoria porque al final todo quedo comolo querías inclusive tu corazón que en determinado momento había latido porella, y que al igual que tu, yo te había ayudado a seguir adelante sin temer.Esa noche la disfrutaste, y la viviste por varios días, ella pese a la humillacióny decepción te busco dos veces más, para suplicar tu amor, pero fuiste duro conella y las dos veces luego de ilusionarla con las dulces palabras las dejastecaer al abismo de la soledad infinita, que habías creado solo para ella.

 

Juegosmalditos juegos, los detesto a punto que te odio, y pienso que nada tienevalor, y sin duda hoy lo pensé mas y luego de una mañana tranquila me di cuentade que no te necesito en mi vida y que más que nunca deseaba estar, sin ti, yvivir de un nuevo modo, me sentía capaz de empezar a recuperar lo que yo creíaperdido pero mas, perdí el tiempo porque con el pasar de las horas entendía quelo mío en verdad era seguir llevando dos vidas, y aunque me disgustara muchocontigo no podía estar sin ti, me había aferrado al igual que tu a la idea deno compartirte con nadie. Por ello recordé el día en la que nuestras vidas seunieron más.

Lainflexibilidad en tu rostro me decía que jamás me perdonarías, que todo tu odioestaba dirigido desde ese momento a mí, que tus próximas palabras me doleríanmás que la existir en esos términos que habíamos un día convenido,. Sentía deapoco morir con tus miradas envenenadas de rabia, habría de entender que en esemomento todo lo construido no había valido nada. La escena casi fúnebre que favorecíalo que tus ojos buscaban decir con desesperación, lo que deseabas contener atoda costa, para en algo atenuar la maldita situación, se sentía el aire pesadoy tus palabras casi indecibles principiaron.

Pensé quehabía llegado el momento en el que el pacto se había roto y todo quedabaexpuesto, todo el tiempo invertido en mantener los sentimientos lejos uno delotro se fue a la basura. Para ti haberme encontrado en la cama con otro habíasido más duro que admitir que a tu manera particular me amabas, y que todo sete había salido de las manos, te sentías como un perdedor al no haber podidohacer crecer en mi ese sentimiento que tu tanto repudiabas por el dolor que tehabía causado estabas tan seguro de que yo no sentía nada que preferiste darlopor sentado que preguntarme. No puedo siquiera decir que no lo quería pero mehabía hecho a la idea ya hace mucho tiempo de que no podía existir más queamistad entre los dos, y pese a que muchos nos conocían insistían que debíamosde ser uno en ciertas cosas y dos en los caminos de la vida, tal parecía quemás de uno entendía lo que nosotros no deseábamos ver, o entender, a lo que lehabíamos puesto una venda.

Tuspalabras cortas y entrecortas me llevaron a vivir un éxtasis que no sería capazde describir, era una mezcla perfecta de poder y dolor, pero tenía aun máscosas que eso. Repetiste "No mil vecesno", por varios minutos y luego de recobrar tu cordura dijiste: Me duele lo queveo y lo que tenemos que hablar no es bueno ni para ti ni para mí. Saldré deaquí y te dejare arreglarte, te esperare para hablar tomate tú tiempo.

 

Saliste dela habitación como si nada sin decir más que lo que tu bello rostro ensombrecido y lagrimas no hayan dicho ya,Camilo no dijo nada y dejo que me fuera sin más ni más, en aquel lugar en pocosminutos se borro la escena antes vivida, y se borro todo de mi mente, y parecíaque todo había terminado en esa cama, la poca magia que sentí con Camilo sedesvaneció como el fuego del resto de pasiones que había vivido, pero solo unaera intensa y duradera, una que vivía dentro de mí y que era despertada por ti.Tengo que reconocerte Pablo, querido míoque tú me llevabas mi mundo a otro nivel y aunque muchas veces no pasara nadaera mejor que haber estado en tus brazos y sentido tus besos, o entregado a tuspasiones.

ESTE ES EL FRAGMENTO FINAL, ESPERO LES HAYA GUSTADO LA HISTORIA Y UNA VEZ GRACIA POR ESTAR AQUÍ.
VIOLE


Una vezque estuve lista tome mi bolso y salí sin despedirme siquiera de Camilo dejandoatrás la habitación llena de cuadros modernistas y de objetos singulares quedecían que tenía un buen gusto al escoger los lugares en los que mantenía susrelaciones, los lugares más cómodos ymás confortables eran escogidos por él, para satisfacer los caprichos de susamantes, pero de ninguna de las lujosas cosas que le ofrecía llenaba el vacioque sentí, una angustia inexplicable lleno mi ser, antes de llegar a lasescaleras que condujeran a la salida de la cómoda y singular casa, escuche unossollozos que destrozaban mi alma, en ese instante hice que mis pasos fueranescuchados y en cuestión de segundosestuve junto a ti. Sé que lo recuerdas pese a que estés dormido tanprofundamente. Pretendiste entonces que creyera que estabas bien pero tus ojosno me mentían, siempre te fue difícil hacer que ellos me mintieran, y en tusojos se veía que te ahogabas de en medio de tus sentimientos, y de los nuevosmiedos que habías descubierto. Me miraste por unos minutos y luego me tomastede la mano y comenzaste a caminar escalera abajo, y cuando al fin habíamos desalir a la calle, como si nada hubiera pasado en ese lugar preguntaste con voztrémula, casi imperceptible y pese a eso bien definida la pregunta: ¿mequieres?

Elsilencio otorgo una respuesta que en parte alimentaba una esperanza y por otraaliviaba el dolor que habías sentido. Ese día al salir de allí definitivamente,hablamos como un par de amigos que jamás de dejarían, y establecimos una nuevaforma de relación entre los dos, no puedo negar que en los últimos meses no mehe divertido pero, todo tiene su límite y hoy que ha llegado la hora de uno delos dos he decidido ser yo la que gane. Confías tanto en mi que has bebido de mi mano el más poderoso somnífero, yquiero disfrutar este ultimo momento contigo, casi es el final de la noche y tucuerpo aun esta tibio, sé que no deseo causarte dolor, y esperare un poco más,casi te he dicho lo que he debido y no veo inconveniente para seguir.

Te veo enla suave sabana recostado con la paz en el rostro y sin sentido alguno piensoacaso sentirás cuando, yo coloque mis labios en los tuyos por ultimas vez, o sisentirás que en tu pecho coloco la fría punta de uno de los picahielos queencontré en tu casa y me llamo la atención, me pregunto si acaso sentirás doloral momento en que lo clave en tu corazón, me gustaría que me lo puedas contarpero eso si es imposibles así que adiós vida mía.

Tal cuallo había planeado tome el picahielos, y luego de asegurarme de que larespiración de Pablo fuera débil, me aproxime a su piel la acaricie por últimavez y coloque la punta del picahielos en medio de su pecho, en el punto exactodonde al ser clavado paralizaría tu corazón, que tantas veces escuche y en elcual tantas veces sentí la paz para dormir al son de sus latidos y pensé enarrepentirme lo juro, pero no podía dejar así las cosas, con mucho tino y sincasi ejercer mucha presión, hice que el picahielos traspasara su piel y susmúsculos, evadiendo los huevos y justificando su posición para quienes lavieran, y se inscruto en el corazón la fina punta, paralizando todo tu ser,esta vez definitivamente, había hecho que el corte pareciera casi ilusorio yaun más sutil de lo que en realidad era, cuando saque el picahielos de su pechola sangre broto pero en pocas cantidades fue cuestión de segundos para que sucuerpo coagulara su sangre, desde el momento que clave el cuchillo, tambiéninyecte formol en sus venas, aunque parezca extraño no deseaba por nada delmundo que su sangre ensuciara la escena que había elaborado para él.

Pasaronlas horas y todo está arreglado para que yo haga la fatal llamada que contara asu familia que ha muerto de una complicación en el corazón, nada han de poderhacer, además me gane también suconfianza, así que todo estará bien, he contratado personas para que finjan serparamédicos, y reciban a su familia diciendo que lamentan su perdida, que hanrealizado todas las maniobras necesarias para salvarle la vida, pero que todoha sido inútil. Sé que debe estar orgulloso de mí de un modo particular. Peroantes de decirle adiós para siempre, voya confesarle algo, que de no estar muerto no lo diría con el corazón en lamano, le ame como a nadie en este mundo. Y esa satisfacción nadie me laquitara.

Hace pocomás de cinco años que te aparte de mi vida y de las de los tuyos y aun sientoque me debes algo, que te llevaste contigo algo mío, y solo espero que laeternidad nos dé la oportunidad de devolvernos todo lo que hicimos y de vivirlo que nos falto por vivir, si tú en cambio crees en la reencarnación espero,poder ser yo la que muera en tus manos, y si en verdad se puede, que la próximasi la hay, la historia sea distinta.

AMORES QUE CAUSAN AGONIA - Fanfics de Harry Potter

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Si supieralo que va a pasar mañana contigo, tal vez hoy no me dejaría perder en tu pielpero soy débil y te reconozco como mi tentación, como parte de lo qu

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2024-11-05

 

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