Mándame una señal - Potterfics, tu versión de la historia

 

 

 

Mi vida había cambiado de la noche a la mañana, un día era maravillosa y al otro, todo era un infierno; en ese momento mi vida no tenía algo que realmente moviera mi mundo, ¿Qué es lo que puedo esperar?

Tengo miedo a despertar, porque se que será un día más de dolor, no quiero seguir sufriendo, por favor, solo deja que el tormento termine.

- ¿Entiende porque lo llame señor, Cullen? - la voz de la psicóloga, era de una fingida angustia - Emma no está bien, parece que estamos hablando de una depresión.

- Emma, no quiere hablar - repuso papá, un hombre bastante atractivo para su edad.

- Pues no debe esperar a que su hija hable - lo reprendió la psicóloga - recuerde que su hija, acaba de pasar por un momento traumático.

 

- No tiene que recordármelo - papá se levanto furioso.

- Pues entonces, entenderá la razón, de la porque no podemos aceptarla aquí - muy bien lo había logrado - así que, o la lleva a un psiquiátrico, porque es donde debería estar o

- Conozco a mi hija, y ninguna loca mujer, como usted me va a venir a decir - se levanto furioso - que mi hija necesita ir a un psiquiátrico, cuando la que debería ir es usted.

La mujer se quedo con las palabras atoradas en la garganta, mientras papá, salía echa una furia, me levante de un brinco de la silla y sin que me dijera nada lo seguí. Subí al coche sin decir una sola palabra, sabía lo que vendría, pero esperaba que pudiera fundirme con las vestiduras del auto.

- ¿Cuántas más? - pregunto sin verme, no respondí - ¿De cuántas más escuelas, quieres que te corran?

- No hice nada - susurre.

- Eso es lo que siempre dices - me espeto - llevo cambiándote de escuela, en tres ocasiones, en menos de dos meses ¿Qué fue esta vez?

- Me llamaron loca - dije con indiferencia.

- ¿Por qué no me lo dijiste? - detuvo el auto y clavo su mirada en mí.

- Ni siquiera me escuchas - replique - te dije, que no quería ir a esa escuela, y ¿Qué hiciste? Me apuntaste sin ni siquiera importarte.

- Solo busco tu bien - repuso seriamente.

- Pues mi bien, es haberme quedado en Nueva York - lo miré fríamente - ya no quiero cambiar de ciudad, estoy cansada, de que todos me vean como bicho raro, quiero regresar con la abuela.

- Esto es lo mejor para ti - su voz fue autoritaria.

- ¿No me escuchas? - estaba irritada - yo no quería irme de Nueva York, ahí está todo lo que amo, pero parece que a ti lo único que te interesa es tu dolor, era mi madre, a mi también me dolió que se fuera, pero debemos seguir.

- ¿No recuerdas porque nos fuimos de Nueva York? - sus ojos verdes, se clavaron en los míos - Caius dijo que era lo mejor, que tú ahí solo te lastimabas - sin esperar me tomo las muñecas y me subió el suéter, en el cuál aun se veían algunas marcas - no voy a dejar que eso vuelva, no me importa que me hagas un berrinche.

- Lo siento - me disculpe - solo que siento, que aquí ella ya no está.

- Amor - me tomo el rostro entre sus manos - tu madre, está aquí - me señalo el corazón - y no importa a donde vayamos, ella siempre seguirá con nosotros.

- No quiero estar aquí - susurre.

- ¿Dime a dónde quieres ir? - me sonrió, mientras me acariciaba la mejilla.

- Quiero ir con los abuelos, a Forks - respondí con una media sonrisa.

- Dame unos días - me pidió - en una semana, estaremos tomando un vuelo a Washington.

 

- ¿Lo prometes? - me beso la frente.

- Lo prometo, pero a cambio - suspire, esperando a que continuara - vas a mantenerte en la escuela, nada de notas depresivas, porque en algún momento volverás locas a las psicólogas.

- Hecho - acepte con una media sonrisa.

Creo que debo explicarles un poco de mi vida, tengo 16 años, vivo con mi padre Edward Cullen, mi madre Tanya Denali, murió un año atrás, en la cual mi vida se volvió un infierno. Ya que ese día del asalto yo iba con ella, por tratar de defenderme, le dieron un tiro en la cabeza.

En esos momentos creí que era mi culpa, que por mí, mi madre había muerto, en verdad estuve bastante encerrada en mi dolor. Los primeros dos meses, fue un infierno tanto para mí, como para papá, ya que en ese tiempo tuve un intento de suicidio, claro que no fueron las muñecas, eso solo lo hacía para que el dolor del corazón fuera menor.

Pero papá decidió que lo mejor era para alejarnos, de todo aquello que me afectaba y bueno como Ingeniero Civil y uno bueno, la mayoría de las veces, le asignaban el lugar que deseará y esta vez no creo que fuera la excepción.

Eso es un poco de mi vida, tal vez no muy interesante, pero así es, mamá ya no está aquí, pero papá suele decir que siempre cuida a su ángel.


Edward cullen

Bueno espero les guste el capitulo n.nU

Mi nombre Renesmee Carlie Newton, hija del dueño de las tiendas de deportes más conocidas en el país, pensarán que vivo en una de las ciudades más grandes o algo así, pero la verdad es que vivo en un pueblo llamado Forks, el cuál es tan aburrido.

No hay absolutamente nada que hacer, en este lugar, aunque mamá suele decir, que ahí puede tenerme controlada, pero alguien como yo, debería tener una vida social más activa, ya que solo ir al cine los viernes a Port Angeles, no es muy divertido que digamos.

Pero no hay nada que hacer, mamá esta muy feliz viviendo aquí en Forks, y creo que en cierta forma se siente protegida del dolor del Divorcio, si porque mis padres están separado desde hace más de cuatro años, pero papá como a los dos meses ya traía novia.

Y mamá seguía sin nadie, pero que se le iba a hacer, aunque si me urgía que consiguiera a alguien, ya que siempre estaba encima de mí, viendo que era lo que hacía y lo que no, en verdad Isabella Swan necesitaba a alguien que la despegará de mí, porque se me estaba haciendo asfixiante.

- Cariño - tengo 16 años no debería decirme así - Jake ya está aquí.

Observe mi vestimenta de nuevo en el espejo, estaba perfecta, al menos esperaba que ese tarado que se hacía llamar mi amigo lo notará, después de todo me vestía hacía para ver si por fin me pedía que fuera su novia. Baje las escaleras lentamente, esperando que no notará lo desperada que estaba por verlo.

Su enorme y radiante sonrisa, ya estaba en su rostro, su piel rojiza era perfecta y más con esos músculos, sus ojos negros eran mi perdición, pero a él no parecía importarle, así que simplemente camine hacia él y bese su mejilla como siempre.

- Te ves bien - dijo con indiferencia.

- Gracias - aunque no era eso lo que quería escuchar, pero no podía esperar más de Jacob.

- ¿Quieres desayunar Jake? - pregunto mi madre.

- Gracias - sonrió levemente - pero Billy, se te adelanto.

 

- Bueno, es mejor irnos a la escuela - comente - nos vemos.

- Nos vemos, cariño - y antes de que pudiera hacer algo sentí su beso en mi mejilla - te quiero.

No conteste solo le sonreí, en ocasiones sentía que mi madre me asfixiaba, pero eso a ella no parecía importarle, de hecho creo que disfrutaba abochornarme frente a Jake, parecía que no sabía que él me viera madura y sexy era importante.

Pero decidí alejar aquello de mi mente, después de todo hoy sería un nuevo día para poder conquistar a mi mejor amigo, el camino hacia la escuela, puse música y sin más comencé a cantar, aunque él parecía distante, por lo regular siempre estaba riendo, pero ahora era diferente.

- ¿Pasa algo? - pregunte.

- El viernes llego el hijo de los Cullen - susurro, no entendía que tenía que ver - y bueno también llego la nieta y la nuera.

Muy bien eso era preocupante, ya que una chica que pusiera serio a Jake, en verdad era malo y más si iba a hacer su vecina, pero no debía mostrar mucho interés.

- ¿Y eso es malo? - trate de que se escuchara indiferente.

- La chica es odiosa - muy bien, creo que no le importaba - pero, es prima de Camille - su estúpida novia - y ella me pidió que debía tratarla, que no era tan antipática como parecía, que solo debía hablar con ella.

- ¿Y lo piensas hacer? - seguía sin entender porque su humor.

- Pues trate - dijo con la voz apagada - pero no congeniamos y en una de esas la mande al diablo y ella a mí, y terminamos.

Sonreí, claro que él no se dio cuenta, creo que la nueva prima de Camille me caía bien, al menos había logrado que se pelearan cosa que yo no había hecho, pero los había separado, cosa que le agradecía, claro que jamás se lo iba a decir, pero debía hacerla mi amiga por supuesto.

- Pues si no entiendo que ustedes dos no se llevaban, pues es su problema - repuse, con una media sonrisa - además ella se lo pierde, seguramente cualquier chica estaría loca por ti.

Simplemente me sonrió, mientras bajaba del carro, yo hice lo mismo, claro que con el animo un poco más elevado, ya que sería más fácil conquistarlo, solo era cuestión de tiempo, para que él se diera cuenta que yo era lo mejor para él, que Jacob Black y Renesmee Newton eran la mejor pareja.


Isabella Swan

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DaniiBlack

- Promete que te portarás bien - en ocasiones, papá olvidaba que tenía dieciséis.

- Lo haré - le asegure con una media sonrisa - solo promete que vendrás a comer.

- Siempre lo hago - me beso la frente - jamás, dejo a mi bebé comer sola.

- Creo que debemos comenzar con nuevos sobrenombres - replique - o simplemente con mi nombre, si creo que eso sería lo mejor.

- Siempre serás mi nenita - lo mire con una ceja elevada - muy bien, señorita Cullen, ya puede bajar del auto que su padre se siente un tanto triste, porque su bebé está creciendo.

- ¡Papá! - proteste - eso se podría llamar chantaje, señor Edward - él simplemente rió - además, esto de haber llegado anoche y que hoy me obligues a ir al Colegio, no debería de ser.

- Vamos, amor - me dio una de sus sonrisas más radiantes - es mejor el Colegio que estar con tu abuela, además yo creo que harás muchos amigos.

 

- Eso ya no me convence - repuse con una fingida seriedad - de hecho creo, que dejo de hacerlo después del kínder.

- Estarán tus primas - me consoló - ellas podrán ayudarte a hacer amigos, así que dame un beso y ve a divertirte, claro sin pasarte.

En ocasiones Edward podía ser más inmaduro que yo, pero eso era lo divertido de él, que no simplemente era mi papá, sino también mi mejor amigo, de hecho creo que era con el único que desde hacía un año podía divertirme, después de la muerte de mamá, había perdido a mis amigos, deje de salir con ellos.

Solo me encerré en mi dolor, y bueno ahora a cada nueva escuela que iba, se me complicaba esto de abrirme, de hecho la mayoría que me veía solía decir que era rara, la razón era porque prefería los libros a entablar una platica con alguien, era complicado abrirse, bueno para mi lo era o al menos después de que mamá falto lo fue.

Observe el edificio, no era muy grande, así que tampoco habría muchos chicos, cosa que agradecía, ya que de solo pensar que tendría que ver a muchas personas, me ponía un tanto nerviosa, odiaba que mis primas se hubieran ido antes, pero sabía que papá se los había pedido.

Respire profundo antes de caminar, primero debía encontrar la dirección, para poder pedir mi horario, y después caminar hacía mi primera clase, en verdad esto de llegar a un nuevo lugar era complicado, aunque ya debería de haberme acostumbrado, después de todo, creo que está era la escuela número diez a la que asistía en menos de un año.

Observe a varios chicos, todos estaban en pequeños grupos y hablaban animadamente, sonreí al recordar, que antes yo era como ellos, podía reír con cualquiera, me era fácil socializar, de hecho mamá solía decir que de tanto sonreír, a los veinte parecería una anciana. Y ahora apenas si lo hacía, bueno con papá era casi involuntario, pero con las personas de mi edad, era complicado, Caius dijo que era porque me estaba poniendo una defensa, de cosas extrañas que solo él entendía.

Había asistido a terapia casi enseguida, de que mamá se fue, la razón era que en las noches despertaba gritando y llorando, mi vida no iba a volver a ser la misma, y la de papá tampoco, pero estábamos juntos, y mientras eso siguiera nada iba a afectarme. Estaba tan metida en mis pensamientos, que no vi por donde caminaba, claro hasta que por poco caigo.

- Lo siento - me disculpe, pero la persona con la que había chocado ahora estaba en el suelo - venía distraída - me acerque a la chica, para ofrecerle mi mano.

- De eso ya me di cuenta - gruño la castaña - eres una tonta, mira nada más como dejaste mi ropa.

- Ya te dijo que fue un accidente - esa voz la conocía - así que déjala Newton.

- Mira Hale, nadie pidió tu opinión - los ojos chocolate observaron con irritación a Camille, mi prima - además hablaba, con la tarada no contigo.

- Basta, Renesmee - ante esa ronca voz levante la vista, y un chico como de 1.86, cabello negro al igual que sus ojos y bueno su piel rojiza, terminaban el panorama - ya te pidió disculpas.

- Pero es que

- Mira - en ese momento mi amabilidad se había ido - si tanto te angustia tu ropa - saque mi cartera - dime cuanto, es por tu diseño Delti - sentí la mirada de confusión de Camille - del tianguis por supuesto.

 

- No podrías reconocer algo de buena calidad, aunque de ello dependiera tu vida - en ese momento se había puesto roja, mientras Camille reía.

- Lo que digas plástica - ante eso el chico me mando una mirada seria.

- Tampoco es para que la ofendas - muy bien, el chico músculos sin cerebro, también estaba en la lista de no saludar.

- Mejor vámonos - me pidió Camille - no merece la pena.

- Lo que digas - eleve los hombres.

Sin más comenzamos a caminar hacia la dirección, bueno al menos eso esperaba, la mirada avellana de mi prima estaba un tanto ensombrecida, pero no entendí la razón.

- ¿Pasa algo, Cam? - pregunte.

- Pasan muchas cosas, Emmy - susurro.

- ¿Y puedo saber cuales? - en ese momento me sonrió amargamente.

- Ese chico es mi novio, mejor dicho ex - se vía que le dolía - pero no quiso, ni hablar con Chelsea, así que decidí que lo mejor era terminar.

- No recuerdo mucho de Chelsea - confesé - pero no es el tipo de persona, que le cae bien a alguien.

- Nadie lo niega, pero Renesmee es igual - supe que hablaba de la creída esa - aunque claro, yo si debo soportarla, y él solo tenía que darle una oportunidad.

- Creo que exageras - susurre - aunque, yo no sé mucho de eso, no he tenido un novio desde hace mucho tiempo.

- Deberemos conseguirte uno - bromeo - aunque con esos ojos, y esa sonrisa no creo que sea muy difícil.

- Por eso eres mi prima consentida - sonreí, creo que esto de venir a Forks iba a hacer bueno.

- Eso es mutuo - me regreso la sonrisa - y creo que podremos, ser más que primas.

Eso esperaba, porque en verdad, deseaba seguir adelante, y enserio deseaba que ahí en Forks pudiera hacerlo, porque sino para papá sería un tanto complicado volver a cambiarse de ciudad.

- Es mejor que nos demos prisa - me jaló del brazo para llegar más rápido a la dirección.

En cuanto llegamos, hable con la secretaria que me dio el horario, después de eso le pregunte a Camille, en donde estaba el salón de Historia, me dio las indicaciones para llegar y dijo que nos veríamos en el almuerzo, para ver si teníamos alguna clase juntas.

Cuando llegue al salón de Historia, solo le entregue mi tarjeta a la maestra y camine hacia un asiento vacío, ni siquiera vi a la persona que estaba al lado, solo me senté tratando de poner atención a la clase, en la cuál era un tanto mala.

- Pensé que después de lo de está mañana, no ibas a querer dirigirme la palabra - al escuchar que mi compañero hablaba, gire mi vista y era el musculoso.

- Ni siquiera me fije que estabas aquí - dije con indiferencia.

- No suelo ser invisible - sonrió, a lo que yo eleve una ceja - lo siento - se disculpo - por lo de hace un rato, creo que no debí haberme metido.

- Supongo que debo aceptarlas - eleve los hombros.

- ¿Supones? - ante aquello su sonrisa se esfumo.

- La verdad hace mucho, que no recibo una disculpa - la verdad no me interesaba - así que debo aceptarla, ya que no creo volver a escuchar.

- Soy Jacob - se presentó.

- Y a mi no me interesa - le sonreí de lado.

- Eres un tanto arrogante - parecía divertido.

- Y tú todo te lo tomas a modo de broma - replique.

- Eso es mejor, que ser un amargado - ante eso lo mire con una ceja elevada - no me refería a ti.

 

- Creo que te ganaste el derecho de saber mi nombre - dije tomando nota - soy Emma.

- ¿Eres la nieta menor de los Cullen? - no sabía que fuera conocida.

- ¿Por qué lo sabes? - no pude quedarme con la duda.

- Carlisle le habla mucho de ti a mi padre - elevo los hombros - dice, que eres la menor de sus nietas y la más inquieta.

- Ya veo - fue mi respuesta.

- Señor Black, Señorita Cullen - la profesora de Historia nos miraba seriamente - tienen algo importante ¿Qué decir?

- No - dijo Jacob como si nada.

- No volverá a pasar - le asegure.

Sin más se giro y siguió con la clase, mientras yo me concentraba en apuntar y él hizo lo mismo.


Camille Hale

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Ese aire de inocencia, era algo que ya no era común verse en chicas de mi edad, pero en cuanto vi esos ojos verdes, fue como ver a una niña de cuatro años, creo que se veía más desprotegida que una, y sentí curiosidad, pero a mi mejor amiga no le había caído bien, así que era seguro que le haría la vida imposible y por tal yo tendría que poner una barrera contra ella.

La hora del almuerzo, por fin había llegado, así que camine hacía la cafetería en donde supuse, Nessie me estaría esperando, pero fue raro no encontrarla, aunque no le tome importancia camine hacia la mesa que siempre utilizábamos.

- Hola - saludo una chica que supuse iría un curso abajo - ¿me puedo sentar?

- Supongo - eleve los hombros.

Me dedique a comer, pero no me sentía muy cómodo con la mirada de la chica sobre mí, enserio me sentía como en el zoológico y yo era la atracción principal, pero trate de no mostrar interés, aunque era un poco complicado.

- Cierra la boca, se te puede meter una mosca - le espeto una voz que conocía a la perfección.

- Jane - le reprocho su Alec, su hermano - deja a la chica.

- Es que no es posible, que se quede como tonta - replico, levante la vista y la rubia se sentaba frente a mí, sus ojos azules se clavaron en mí - además quien te dejo sentarte, esfúmate.

La pobre se levanto de la mesa y salió de ahí, enserio en ocasiones me preguntaba porque me llevaba con ella, pero sabía que en el fondo tenía buen corazón, además Alec me llevaba increíble con él y por tal soportaba a Jane, aunque no era tan mala con las personas que conocía.

- Creo que tu carácter, te hará vieja más rápido - replico Renata que se sentó a mi lado, Jane simplemente soltó un gruñido - ¿y los demás?

- Nahuel dijo que estaría en el gimnasio - repuso Alec - y Nessie estaba con él, parecía que iba a decirle algo importante.

- El vago de Quil y el tarado de Embry, están en la biblioteca haciendo un trabajo - gruño Jane.

- ¿Por qué tan molesta Jane? - pregunto la última por la que se necesitaba saber.

- No molestes Leyna - replico Jane.

- Que carácter - repuso, mientras se sentaba a mi lado - Jake, tanto tiempo sin verte - sus ojos azules se clavaron en los míos - y me debes contar algunas cosas, como eso de que tú y Camille ya no salen.

- Pues así - respondí, viendo mi desayuno.

- No quiso decirme mucho - repuso - pero la verdad, que bien que terminaron, no creo que Camille sea la chica indicada para ti.

 

- Se supone es tu hermana - le espeto Renata.

Elevo los hombros y siguió comiendo, sabía que ella y Camille no eran las grandes amigas, de hecho eran completamente diferentes, Lele como todos le llamaban, era bromista, sarcástica y todo lo tomaba a broma, mientras Cam, era demasiado perfeccionista, todo quería que saliera a la perfección, y que todo fuera como ella decía.

- ¿Y que tal te llevas con tu nueva prima? - pregunto Renata, ya que ahora era noticia que los dos hijos regresaban a casa y con sus respectivas hijas.

- ¿Cuál de las dos? - su voz fue indiferente.

- Las dos - repuso Renata, dando un sorbo a su jugo.

- Pues la verdad Chelsea es odiosa - hizo una mueca que me dio risa - pero Emma, es bastante callada, así que supongo que en el fondo aun sigue el pequeño huracán que solía romper todo, junto conmigo claro.

- Parece que sientes orgullosa de ello - le reprocho Jane.

- Emma es la prima con la que mejor me llevaba - elevo los hombros - siempre se la pasaba sonriendo, y haciéndole bromas a Chelsea y a Camille, y pasábamos haciendo todo lo que pasaba por nuestras mentes, de hecho nuestros padres decían, que nosotros ocasionábamos un terremoto por donde pasábamos.

- ¿Y que paso? - pregunté.

- Pues hace un año, paso la tragedia más fuerte que a pasado la familia - bajo la mirada - su madre murió, y bueno ella quedo mal, después de eso se a estado cambiando de ciudad, parece que no encuentran un lugar, en donde ella se sienta bien.

En ese momento nadie dijo nada, parecía que después de todo, en verdad necesitaba ser protegida, en ese momento la vi entrar, traía un libro en las manos, pero parecía que no iba a comer.

- Loqui - ante eso ella giró, Leyna le hacía una seña con la mano.

- Hola - saludo a su prima con una media sonrisa.

- Ven aquí - le ordeno - tengo que presentarte.

Ella camino hacia Le-le que me había empujado para que se sentará, observo a toda la mesa y sonrió levemente, parecía que no le agradaba mucho esto de tener que estar con muchas personas.

- Ella es Emma, mi prima - solo hizo un ligero movimiento con la cabeza - él es Alec, su hermana Jane - cada que mencionaba a alguno hacía un movimiento con la cabeza - Renata, y Jacob.

- Hola - fue lo único que dijo -iré a la biblioteca.

- ¿Por qué no almuerzas con nosotros? - ofreció Jane, ante eso todos la observan sorprendidos, no es muy amable con las personas que no conoce.

En verdad parece incomoda, pero a pesar de eso se sentó en el lugar que le había dejado su prima, el resto poco a poco se pusieron a hablar entre ellos, mientras Emma observaba la mesa y vi que jugaba con sus manos.

- Creo que la ponemos nerviosa - le susurre a Leyna.

- Emma - llamo mi amiga - ¿Te sientes bien?

- Sí - sonrió tan falsamente - pero mejor iré a la biblioteca.

Y sin más se paro de la mesa, y la vi caminar hacia la biblioteca, en verdad era extraña, pero supuse que todo tendría que ver con lo de su madre, Leyna simplemente soltó un suspiro, supuse que le preocupaba la chica.


Jane y Leyna

Creo que voy a usar algunos de los personajes que ya tenía como Leyna y Camille, espero no les moleste

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- Vamos Edward, solo saldremos a tomar una copa - me sonrió la secretaría.

- No puedo - le asegure con una media sonrisa - otro día.

- Acabas de llegar - comento la mujer haciendo un puchero - deberías salir a divertirte.

- Mi hija me espera - por lo regular cuando lo decía, dejaban de insistir.

- ¿Ya eres papá? - dijo sorprendida - te ves muy joven, para ser padre.

- Y pensar que están a punto de gritarle suegro en la calle - la voz se me hizo conocida, y giré la vista, un hombre en silla de ruedas y el cabello negro y largo como lo recordaba.

- Billy - sonreí al verlo y me acerque a saludarlo - años sin verte.

- Lo sé - acepto con una media sonrisa - creo que los deje de ver, cuando Emma tenía como seis años.

Si la última vez que habíamos ido a Forks, había sido cuando mi hija era muy pequeña, ya que después mi familia decidió que pasaríamos Navidad que era cuando viajábamos, en algún lugar cálido, y bueno después mis padres viajaban muy seguido a Nueva York a visitarnos al igual que mis hermanos, por eso dejamos de venir.

- Lamento mucho, lo de tu esposa - ante la mención de Tanya, mi sonrisa se esfumo - sé que es un golpe duró.

- Demasiado - admití - aun no puedo superarlo del todo, y bueno Emma está aun en proceso.

- Carlisle me dijo - poso su mano en mi antebrazo - pero sé que ella lo va a superar.

En verdad eso esperaba, porque no sabía si iba a volver a soportar, ver a mi pequeña en el hospital, por un intento de suicidio, enserio no era tan fuerte, no podía perderla a ella también, y supuse que Tanya lo sabía, era por eso que se había salvado de todas las pastillas que se había tomado.

Me despedí de Billy y camine a mi oficina, para ver algunos planos de un puente, que deseaban hacer en Port Angeles, me la pase todo el día encerrado, mejorando los planos y cambiando algunas cosas, no vi que hora era, siempre me metía mucho en esto. Escuche el teléfono, así que lo tome sin observar quien era.

- ¿Diga? - conteste.

- ¿Qué haces? - esa voz era de Alice.

- Terminando unos planos - respondí, dando un sorbo al café que había pedido hacía dos horas y como es lógico ya estaba frío - pero ¿necesitas algo?

- Yo no - se notaba la molestia en su voz - pero Emma ahora está encerrada en su recamara, porque su padre no vino a comer.

- ¡¿Qué?! - me fije en el reloj, y eran las ocho, mi hija me iba a matar - ¿Por qué no me hablaste antes?

- Pues llevo al menos diez llamadas a tu oficina, pero simplemente no me comunican - se defendió - y bueno tu celular lo obtuve hasta que mamá llego.

- Voy para allá - después de decir eso colgué.

Guarde los planos, y corrí hacia el estacionamiento, la oficina apenas parecía quedarse vacía, pero en ese momento no me importó, necesitaba llegar a casa, y hacer que mi hija abriera esa puerta y poderme disculpar, por lo olvidadizo que había sido.

Espere a que el elevador abriera, pero parecía que el destino no deseaba que llegara a tiempo a casa, enserio maldije miles de veces, no haberme dado cuenta del tiempo, en cuanto se abrió entre, el elevador venía solo con una persona más que llevaba en sus manos una enorme caja con muchas cosas, escuche un suave sollozo.

 

- ¿Está bien? - pregunte.

- Me acaban de despedir - soltó una suave voz, que me recordó a la de Tanya, y sentí como mi piel se erizaba, al igual que con ella.

- Cuanto lo siento - enserio que me estaba volviendo loco.

- No sé que voy a hacer - sollozo con más fuerza - apenas si puedo, y no sé como se lo diré a mi hijo.

- Encontraras un empleo pronto - le asegure.

- Gracias - en ese momento pude ver su rostro, era hermosa, sus ojos azules a pesar de estar rojos e hinchados eran preciosos - y lamento, que hayas tenido que escucharme.

- No importa - le asegure - soy Edward Cullen.

- Victoria Lefevre - respondió tratando de sonreír.

En ese momento el elevador se abrió, en verdad quería pasar más tiempo con ella, pero el destino no lo deseaba, me despedí de ella, y subí al auto, en cuanto estuve solo recordé a mi hija, si creo que soy un mal padre, por pensar en esa mujer, en vez de mi pequeña.

No sabía como iba a estar, pero lo más seguro, es que estuviera molesta, pensando en formas de que le recompensará el no haber ido a comer, como la mayoría de las veces, extrañaba a la Emma feliz y divertida, la que siempre se la pasaba riendo de todo, y se la pasaba haciendo todo lo que le pasaba por la cabeza, pero ahora estaba demasiado pegada a mí, se había vuelto dependiente a mí, y yo en cierta en forma a ella.

Llegue a casa de mis padres, en donde vivía temporalmente, en la sala estaba Alice, Jasper, Emmett y Rosalie. Sin saludar subí hacia las recamaras, cuando llegue la puerta de su recamara estaba abierta, mi madre estaba sentada en la cama, revisando la mano de mi hija.

- ¿Qué hiciste? - mi voz sonó ronca - me prometiste que no volvería a pasar.

- Edwar

- Es que no puede ser que falte a una comida, y tú te dañes así - ni siquiera deje que mi madre hablara - se supone, que estabas mejorando, no puedes volver con eso de los cortes.

- Se me cayo el vaso - me espeto - y me corte cuando quise levantarlo.

- Creo que es mejor que los deje - comento mi madre, que beso la frente de mi hija.

En ese momento me sentí estúpido, por reprocharle algo que no debía, después de todo había sido un accidente, se giró viendo por la ventana, primero la había dejado plantada para comer, y ahora la acusaba de volver a lastimarse, ¿Qué clase de padre era?

- Lo siento - me disculpe.

- No importa - aunque su voz fue distante.

- Se me paso el tiempo - repuse, tratando de buscar una buena excusa - y bueno me di cu

- Enserio - susurro - no tienes que darme explicaciones.

- No quiero que estés enojada - comente caminando hacia ella.

- No lo estoy - en ese momento su voz se quebró.

- ¿Qué paso? - sabía que algo había pasado, para que pareciera que quería llorar.

- El sueño - aun no me veía - no quiero tenerlo - en ese momento se giró a mí - de nuevo, veo a ese hombre, y ya no quiero.

Se abrazo a mí con fuerza, sabía lo que ese sueño le traía, era el recuerdo de ese fatídico día en que Tanya murió, y parecía que solo la había dejado en paz dos meses, ya que ahora de nuevo regresaba, se aferro a mi camisa, me dolía verla así.

 

- ¿Por qué no me dices que paso? - jamás había querido hablar conmigo de ese día.

- No puedo - murmuro.

- No va a pasar nada - le asegure - estoy aquí para protegerte.

- Eso dijo ella - soltó un sollozo - no quiero, que tú también me dejes, no quiero.

- Tranquila - le pedí, mientras acariciaba su cabello - todo va a estar bien.

- No me dejes - me pidió - cántame como cuando era niña.

No podía negarle una canción de cuna, a mi niña, así que me recosté con ella en su cama, y la abrace como siempre, en ese momento era más frágil.

Esta es tu canción, la escribí para ti

Lo que te haga feliz,

lo que te haga sentir que estoy junto a ti,

nuestro amor no es normal,

más profundo que el mar.

Si tuviera que elegir el tener que morir,

solo lo haría por ti;

porque tu eres un lunar en la espalda,

que aunque no pueda verlo, siempre me acompaña.

Te Amo, Te Amo,

tan fácil decirlo, tan difícil sentirlo,

Te Amo, Te Amo,

voy a escribirte con nubes,

cuatro palabras que digan:

Mi niña de Amor,

Te Amo, Te Amo.

Cuando quieras llorar,

cuando creas sufrir

voy a usar mi barbilla,

para darte cosquillas

hasta hacerte reír.

Nunca olvides que yo,

fui tu primer amor,

muchos otros vendrán,

pero no podrán amarte como yo.

Es que tu eres una huella en la arena,

que aunque el agua la borré, en el alma se queda

Te Amo, Te Amo,

tan fácil decirlo, tan difícil sentirlo,

Te Amo, Te Amo,

voy a escribirte con nubes,

cinco palabras que digan:

Te Amo, soy tú papá

En cuanto termine la canción note que se había quedado dormida, me levante con cuidado para no despertarla, en verdad que esperaba que esto de haber venido fuera buena idea, no deseaba ver a Emma de nuevo sumida en depresión.

- Emma despertó gritando cosas - repuso mi madre.

- Tenía mucho que no lo hacía - susurre.

- Pero me preocupan sus palabras, porque gritaba cosas como no me toques, mamá no dejes que ellos me toquen - arrugue la nariz, ya que siempre gritaba Mamá por favor despierta - y en cuanto la desperté, parecía un ratón asustado.

- Caius dijo que era mejor esperar a que ella me dijera lo que había pasado ese día - comente suavemente - que no debía forzarla, porque solo la lastimaría más, pero sé que por algo se siente culpable, aunque no entiendo porque.

- Dale tiempo - mamá poso su mano en mi hombro.


Victoria Lefevre

Bueno al igual que los personajes, la canción no es mía sino de Servando y Florentino se llama "Te Amo" espero ke les guste

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- Vamos Emmy - mamá jalaba mi brazo - solo será rápido, después de ir al banco, iremos a comer ¿te parece?

- Ok - acepte, siguiendo a mi madre.

Salimos de la casa y subimos al coche, me encantaba pasar tiempo con mamá, ya que ella era mi mejor amiga, sabía todo lo que pasaba en mi vida, jamás le ocultaba nada a ella, de hecho sabía que salía con un chico, aunque siempre se burlaba de la cara que haría mi padre al saber que su pequeñita ya salía con alguien.

 

En cuanto llegamos al banco bajamos, reíamos de un comentario de mamá, me tomo de los hombros y me hizo caminar hacia el lugar, en cuanto estuvimos dentro, estaba lleno, estaba por replicar, que yo no deseaba esperar con tanta gente, pero mamá dijo que sería rápido, y después toda la tarde sería para nosotras.

No me quedo más remedio más que aceptar, me senté junto a un hombre, ya que eran los únicos dos lugares libres, me puse el i-pod, mientras mi madre veía sus mensajes, no sabía cuanto tiempo llevaba escuchando música, pero sentí la mano de mi madre en mi hombro.

- Nuestro turno - me susurro señalando una de las ventanillas.

Me levante sin decir nada y camine hacia la ventanilla, deposito el dinero, y después salimos y manejo hacia el centro comercial, encendí la radio y comenzó una canción que a mi madre le encantaba, y bueno me hizo subirle, mientras cantaba a todo pulmón.

Pasamos por una calle poco transitada, pero ahora era yo la que cantaba una canción, mientras veía las pocas cosas que había, ese no era el camino hacia el centro.

- Pensé que iríamos al Centro Comercial - repuse.

- Así es - sonrió levemente - pero antes, un cliente me pidió vernos aquí.

- Odio que mi tiempo, tenga que compartirlo - gruñí.

- Te prometo que será rápido - me tomo la mano.

Sabía que mi madre me dedicaba tiempo, pero odiaba que me obligará a ir a ver a sus clientes, y solo para ver si iban a querer un cuadro que ya tenía o deseaban que hiciera uno nuevo, pasaba bastante tiempo con ella, ya que como pintora, papá le había puesto un estudio en casa.

Y cuando ella pintaba, por lo regular me pedía que tocará el piano, que había mandado a colocar en su estudio, y bueno tampoco pintaba todo el tiempo.

Pronto llegamos al lugar en donde se suponía iba a estar su cliente, la verdad no era un lugar feo, bueno solo las calles por las que pasamos, mi mamá entro al lugar, mientras yo me quede en el auto, aunque después salí de él y me recargue en el auto.

Abrí los ojos, odiaba ese recuerdo y más lo que venía después, ante eso me estremecí, de solo recordar sentía las manos de ese tipo de nuevo en mí, observe la habitación que llamaba como mía desde hacía dos semanas, el pecho me dolía y las lágrimas de nuevo bajaban por mis mejillas, el dolor era insoportable, necesitaba algo con que alejarme de eso, me incorporé y note un vaso, pero si lo rompía haría ruido, aunque con mi grito nadie se levanto.

- Emmy - escuche la voz de mi abue - ¿estás bien, cariño?

- Sí - espere que creyera.

- Mientes igual de mal que tu padre - se acerco y se sentó en mi cama.

 

- Mamá decía eso - sentí las manos de mi abue en mis mejillas.

- Duele lo sé - me beso la mejilla - pero estamos aquí para ayudarte.

- ¿Por qué ella tuvo que morir? - pregunte dejando que las lágrimas de nuevo salieran.

- Hay cosas que no se entienden - me acaricio el cabello - pero estoy segura, que ella se fue tranquila, porque te defendió.

- Ella debió dejarme - solloce.

- Eres su hija, y Tanya jamás hubiera dejado que te lastimarán - me hizo recostarme - y de hecho lo hizo, te defendió como cualquier madre lo haría.

Me abrace a ella y llore, en verdad necesitaba sacarme todo eso, sentía mi pecho doler, no me gustaba vivir sin mamá, era horrible tener que hacerlo.

- Pero a tu madre no le gustaría verte así - me separo levemente de ella - a Tanya, le gustaría ver a esa niña risueña, que siempre estaba buscando el lado positivo a todo.

- Lo sé - susurre - pero no puedo, sin mamá nada es igual.

- Lo entiendo, pero hagamos algo, vas a intentar hacerlo - me sonrió maternalmente - saldrás con tus primas, no te vas a negar a conocer a gente nueva.

- Ok - fue mi respuesta.


Tanya DenaliCapitulo dedicado a:
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No lo soportaría más, enserio todos parecían notar mis cambios, excepto Jacob, que era quien me interesaba, aunque ahora que había terminado con Camille, me dejaba un poco más libre el camino, aunque había cada mosquita que se le acercaba, pensando que tal vez iba a fijarse en ella.

Pero Jacob Black iba a hacer mío no importaba lo que me costará, y bueno ahora caminaba hacia el gimnasio, para que Nahuel me ayudará y con ese de que el chico creía que haciendo excesivo ejercicio, que con eso le iba a quitar el puesto a Jake en Americano.

- ¿Ahora que se te ofrece? - pregunto una voz un tanto áspera que reconocí enseguida, levante la mirada y me encontré con unos ojos aceitunados.

- Pensé que te agradaban mis visitas - sonreí de lado.

- No estoy de humor - gruño.

- ¿De nuevo te compararon con Jake? - mi voz fue burlona.

- No te atrevas a burlarte - me tomo de las muñecas, un tanto fuerte.

- Me lastimas - susurre.

- No me interesa - sus ojos mostraban furia - mejor dime, ¿a que diablos has venido?

- Pues quería ayuda con Jake - ante eso rió.

- Pensé que te darías cuenta, que el gran Jacob, no te hará caso - mis ojos se entrecerraron, mientras él seguía riendo - ¿y sabes porque no lo hará?

- ¿Por qué? - lo rete con la mirada.

- Porque a Jacob, le gustan las mujeres difíciles, no las que se le resbalan - me estaba insultando.

- No soy una zorra - pero no pude golpearlo como desee, ya que mis manos aun las tenía reteniéndome.

- Aunque pensándolo bien, todas sus novias le han llegado - elevo los hombros - así que yo creo, que si tienes aun oportunidad.

Me solté de su agarre, y furiosa salí del lugar, mientras Nahuel seguía riendo, era un imbécil, no sé porque creí que ese idiota iba a ayudarme, pero camine hacia la cafetería en donde supuse estarían mis amigos. Caminaba pensando en la forma en que Nahuel me pagará esto, que no sabía por donde iba, pero sentí como algo se estrellaba en mi pecho y algo mojaba mis piernas.

 

En ese momento baje la mirada y note que tenía pudín en la blusa, y mis pantalones blancos se habían manchado de jugo de manzana, levante la mirada y me encontré con la prima tarada de Hale.

- Idiota - gruñí, mientras escuchaba las risas de los que veían la escena - no puede ser, ¡Mira como me dejaste, animal!

- Yo no tengo la culpa - su mirada altiva, la odiaba - de que tú no veas, por donde vas.

- Aparte de haber perdido a tu madre, ¿también perdiste la vista? - ante eso vi como apretó los puños - aunque tal vez, eso de que murió, tu padre te lo dijo, para que no te sintieras mal, de que ella no deseaba estar con una inútil como tú.

- Renesmee - escuche la voz de Leyna, y en ese momento recordé que también era su prima - ¿Qué diab

- Ley esta bien - susurro la chica - después de todo, fue mi culpa.

- Emma - en verdad Leyna estaba sorprendida.

- Vaya, hasta que dices algo coherente - repuse con una sonrisa de triunfo - así que ya la escuchaste la idiota en esto fue ella.

- No te pases - me advirtió Leyna.

No conteste, creo que Leyna hacía una tormenta en un vaso de agua, además no había hecho nada malo, solo me había defendido, aunque la mirada de todos mis amigos, era de reproche, excepto la de Jake que ni siquiera me veía, sino veía por donde se habían ido la tarada y Leyna.

- Oye - giré, al escuchar la voz de la tarada - con esto te verás mejor - y en menos de lo que imagine mi cabello estaba lleno de catsup - y la próxima vez, ni se te ocurra mencionar a mi madre, porque te irá peor.

- Esto no se va a quedar así - chille - te prometo, que te vas a arrepentir, y vas a ver deseado no haberme conocido.

- ¡Uh, qué miedo! - además se estaba burlando de mí.

- Te lo prometo - mi voz fue baja - te vas a arrepentir de esto. Jamás debiste haberte metido conmigo.

Y sin más salí de la cafetería, pero antes de salir, entro la profesora de Historia, con la cual me llevaba bien, así que me puse a llorar.

- ¿Qué paso Renesmee? - me pregunto, mirándome con horror.

- Cullen - susurre - me tiró su comida.

Ante eso entro a la cafetería, en donde esa tarada estaba muy tranquila, la de Historia la observo con irritación, en cuanto clavo su mirada en ella, y luego en mí.

- Dirección ahora ¿cierto? - parecía tan tranquila.

- ¿Acaso se esta burlando de mí? - la mujer se colocó las manos en la cintura.

- No - su voz fue suave - solo, le hacía el trabajo más sencillo.

- No me gusta su actitud - le espeto - y entienda que aquí usted, no es nadie.

- ¿Entonces debo ir a la dirección o no? - pregunto secamente.

- Corríjame su tono de voz, - le espeto - que no somos iguales. Usted es una simple alumna y yo

- Y usted una maestra - replico Leyna - y no tiene porque hablarle, de esa forma, así que será mejor que quien corrija su tono sea usted.

- Ambas a la dirección - gruño la mujer.

Las dos caminaron sin siquiera verme, sonreí triunfante lo más seguro es que las castigarán, y esperaba que fuera uno bueno.


Nahuel

Lamento la tardanza, pero he estado un tanto ocupada, pero espero que el cap haya merecido la espera n.nU, quiero decirles que subi un nuevo fic, que se llama "Sigo aquí" https://www.potterfics.com/historias/62887 es original espero que se puedan pasar y dejen comentarios.

 

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- Leyna - escuche la voz de tía Alice, que entraba furiosa a la dirección - ¿Qué hiciste ahora?

- Fue mi culpa tía - interrumpí su regaño, me observo con una ceja elevada - llene de catsup, a una compañera.

- ¿Por qué? - me miró sorprendida.

- Dijo cosas sobre tía Tanya - respondió Ley.

- ¿Qué paso? - pensé que papá no vendría, pero creo que me había equivocado - ¿Qué te hicieron? - me reviso de pies a cabeza y después clavo su mirada en mí, se veía preocupado.

- Soy rara - repuse sin importancia - y bueno la gente se da cuenta de ello, pero esta vez no estaba de humor, para ser molestada, y la llene de catsup.

- ¿Solo fue eso? - asentí levemente - espero que la próxima vez, lo piense mejor.

- Edward - le reprocho mi tía - se supones, que deberías reprenderla.

- Esa niña se lo busco - elevo los hombros.

- Señor Cullen, Señora Hale - la profesora de Historia entraba - bueno les mande a llamar, porque sus hijas además de haber atacado a una compañera, me faltaron al respeto.

- ¡¿Qué?! - mi tía nos observo en forma de reproche.

- Algo debió haber hecho - repuso mi padre secamente - Emma, no trata así a nadie.

- ¿Me está diciendo, que cree que yo le falte al respeto antes? - cuestionó la mujer, haciéndose al ofendida.

- ¿Qué fue lo que te hizo? - papá dirigió su mirada a mí.

- Pues cuando la vi entrar a la cafetería, supuse que sería para ir a la dirección, y ella me dijo que si me estaba burlando de ella - la mujer estaba roja por la irritación - yo le explique que no era así, y ella me dijo que yo en esa escuela no era nadie y bu

- ¿Se atrevió a decirle eso? - mi padre la miraba furioso.

- Yo no le dije nada - se cruzó de brazos indignada.

- ¿Está llamando a mi hija mentirosa? - en verdad esto no iba a terminar bien.

- Pues sí - dijo altiva.

- Muy bien - papá se irguió cuan alto era - le voy advertir algo, Emma jamás miente, así que esto me da que la que miente es usted, pero hagamos algo - le sonrió de lado - le creeré por ahora, pero si me llego a enterar que si la trato mal, va a perder su empleo.

- No puedo creer, que crea más en una niña maleducada y caprichosa - me observo de forma asesina.

- No se atreva a volver a ver a si a mi hija - enserio, a veces no me gustaba que fuera tan protector.

- Edward - llamo mi tía en forma suave - es mejor irnos.

- No me iré, hasta que esta mujer este fuera de este lugar - se giró hacia la secretaria - quiero hablar con el director.

- En este momento no se encuentra - susurro la mujer nerviosa.

- Entonces lo esperaré - sin más se sentó.

- Papá - suplique - vámonos.

- No voy a dejar que una mujer así siga dando clase - gruño.

- Tía - pedí su ayuda.

- Edward, puedes pedir el cambio de Emma por el otro profesor de Historia - la mujer que ahora observaba un tanto nerviosa la escena, parecía suplicar que papá aceptará - además no volverá a meterse con Emma, porque sino la otra yo misma hago que la despidan.

Clave mi mirada en él, suplicándole porque nos fuéramos de ese lugar, así que soltó un suspiro y se levanto, se colocó frente a la mujer que ahora ya no parecía tan valiente.

 

- Vuelvo a saber que le dijo algo insultante a mi hija, y mejor dese por despedida - le advirtió con la voz seria - vamos Emma.

Camine hacia él, sin mirar a la mujer, en verdad en ocasiones no me gustaba que papá fuera tan protector, porque podía ser un tanto extremista, subí al auto, papá estaba furioso.

- ¿Quién fue, quien te molesto? - pregunto en cuanto estuvimos en el auto.

- Su nombre es Renesmee Newton - conteste sin verlo.

- Con ese nombre se le ocurre molestarte, - en su voz se podía sentir que sonreía y cuando levante la vista lo hacía - enserio que debería preocuparse por su nombre, en vez de andarte molestando.

- Creo que es un odio en común - susurre - desde que la vi, algo me dijo que ella y yo jamás nos vamos a llevar bien, y aunque sé que es malo, me siento tan bien cuando la molesto.

- Eso me pasaba con Mike Newton - me confesó - ese chico, había puesto los ojos en tu madre y bueno ella en verdad me gustaba, así que poco a poco la antipatía que sentía por él, se convirtió en competencia de ver quien era mejor, y por supuesto gane.

- ¿Por qué tienen el mismo apellido? - mamá solía decir que nunca se me iba nada.

- ¿Renesmee Newton? - cuestiono a lo cual asentí - seguramente es alguna sobrina, porque dudo que alguien se hubiera casado con él.

- Papá - le reproche - eso no es amable.

- Bueno, si hubieras conocido al tipo, me entenderías - repuso con una media sonrisa - Emmy.

- Hmmph - fue mi respuesta.

- Conoces a ese chico, - levante la vista, para ver a quien se refería y vi a Jacob recargado en un carro negro - porque no deja de mirar hacía acá.

- Es Jacob Black - respondí.

- ¿Jacob Black? - repitió y enseguida sonrió.

- ¿Lo conoces? - estaba confundida.

- Desde que era un bebé - me empujo para que saliera del auto - es hijo, de un gran amigo de tu abuelo, además se me hace tarde y no podré llevarte a casa.

- ¿Por qué me dices hasta ahora? - gruñí - pude haberme ido con mi tía.

- Se me olvido - en verdad papá estaba mal - toma un taxi y en casa pagas.

Y sin más se fue, enserio mi padre tenía problemas, graves problemas para ser sincera, pero no me quedaba más que caminar hacia la avenida para tomar un taxi e irme a casa.

- ¿Cómo te fue? - pregunto Jacob, que ya estaba frente a mí.

- Creo que le fue mal a ella - respondí elevando los hombros.

- Veo que tu padre, cree en ti ciegamente - me sonrió.

- Bueno, desde hace un año, jamás le he mentido - eleve los hombros - así que supongo, que por eso me gane su confianza.

- Eres extraña - arrugue la nariz - pero me gustan las personas así.

- Tú también eres raro - replique.

- Lo sé - admitió.

- Eres más raro de lo que creí - sonreí levemente - pero creo, que también me gustan las personas así.

- Bueno ¿te parece si somos amigos? - me pregunto con esa sonrisa que me era muy contagiosa.

- Me parece perfecto Jaco

- Si voy a hacer tu amigo, solo dime Jake como el resto - me pidió.

- Muy bien Jake - acepté con una media sonrisa - y bueno tu puedes decirme Emma.

Ante eso rió y yo hice lo mismo, tenía mucho que no me sentía a gusto con nadie más que no fuera papá.

 

- Buscaré un sobrenombre - declaro - pero por ahora, ¿quieres que te lleve a casa?

- ¿Me harías ese favor? - repuse suavemente.

- Eres mi vecina, así que me queda de camino - ante eso arrugue la nariz - en verdad que eres despistada.

- Recuerda que eres el chico invisible - replique.

Solo sonrió, mientras me abría la puerta del lado del copiloto, creo que Jake sería el primer amigo que tenía después de la muerte de mamá y se sentía bien.


Alice Cullen

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Zhere StAr De Black

- Vamos Emma, solo será un rato - Leyna estaba frente a mí sonriendo - y después podrás quedarte a estudiar todo lo que quieras.

- No podrás decirle que no - comento Camille que también sonreía.

- Por favor rara, ya diles que sí o me voy a volver loca, si la escucho de nuevo rogar - esa agradable no fue más que Chelsea.

- En ocasiones me pregunto, si en verdad tienes nuestra sangre - le espeto Leyna - porque en verdad no puedo creer, que un limón sea mi prima.

- Y luego me preguntaban, porque te golpeaba - gruño Chelsea.

- Por favor - suplique - no comiencen de nuevo.

Ambas se dieron la espalda, en ocasiones parecían que aun no superaban los siete años, pero a pesar de eso Ley tenía todo mi apoyo, en verdad no tenía ganas de ir, pero vi la mirada de mi abuela, así que solté un suspiro de resignación, ya que recordé lo que había hablado con ella.

- Muy bien - acepté - pero solo un rato.

- Esa actitud me gusta más - Ley me dio un golpe en el brazo.

Antes de que contestara, se escucho el claxon, Leyna me tomo del brazo y me saco de la casa, detrás de nosotros venía Camille, en cuanto llegamos note que la parte de atrás venía llena, y bueno el auto tampoco era muy grande.

- Jake - saludo Ley - se supone que traerías la camioneta.

- Papá me castigo y bueno es una larga historia - le quito importancia - puede irse una atrás y bueno las otras dos adelante, después de todo no iremos muy lejos.

- Bueno - elevo los hombros - Camille, te toca atrás.

Ante aquello, mi prima no pareció muy feliz, pero se subió como pudo y bueno Leyna y yo nos subimos en la parte de adelante, en cuanto nos acomodamos, Jacob arranco.

- Es bueno que hayas decidido venir - repuso Jake.

- Creo que hubieran estado más cómodos, si me hubiera quedado en casa - comente con una media sonrisa.

- Por favor, Loqui - replico Leyna - apenas si ocupas espacio.

Ante eso le mande una mirada asesina, pero ella simplemente rió, al igual que Jake, enserio comprendía porque ellos dos eran amigos, giré mi vista para ver quien venía atrás, estaban Alec, Jane, Renata, Quil, Embry y bueno Camille.

El viaje no duró mucho, gracias al cielo, porque mis piernas comenzaban a hormiguear, llegamos a La Reserva sino mal recordaba, era uno de los lugares a los cuales mi madre me traía cuando era niña, pero ante eso sentí una opresión en el pecho.

- Ven - Leyna me tomo del brazo y me jalo hacia un grupo de personas - mira él es Nahuel - en cuanto sus ojos se clavaron en los míos, sentí a mi corazón latir con fuerza.

- Pero mira, que preciosura nos trajo la corriente - ante aquello, aquellas mariposas en el estómago, fueron cambiadas por nauseas - en verdad, que debiste habérmela presentado antes, Leyna.

 

- No me toques - susurre, al ver que extendía su mano.

- Pero mira nada más lo que nos trajo la corriente - gire mi vista y observe a un hombre rubio de ojos miel.

- Creo que esta preciosa muñequita - sentí que alguien me tomaba de la cintura - necesita diversión.

- Tienes razón - concordó el otro y pego su cuerpo al mío.

- Suéltenme - suplique con las lágrimas rodando por mis mejillas - NO - grite, cuando sentí que el otro me abrazaba por la espalda y bajaba sus manos por mis piernas.

- Muñequita, es mejor que guardes silencio - el que estaba frente a mí, me cubrió la boca - no queremos que la diversión se acabe.

Las manos del rubio, bajaron a mis senos, las lágrimas solo salían con fuerza, pero sin pensar mordí su mano, para poder gritar, pero ni siquiera pude hacerlo, cuando sentí un golpe, que me volteo el rostro.

- No te pases, perra - en ese momento, abrió mi blusa.

- Por favor - suplique de nuevo.

- Emma - sentí que alguien me sacudía de los hombros, y por instinto me aleje de la persona - cariño, ¿Qué paso?

- Papá - me abrace a él - no dejes que me toquen - le pedí.

- Emmy - me separó de él - ¿Quién no debe tocarte?

Solloce con fuerza sin contestar esa pregunta, no quería sentir de nuevo esas manos sobre mí, me sentía sucia.

- Yo no tuve la culpa - susurre - yo no quería.

- Amor - esa voz la escuchaba lejos - Emmy, por favor.

- Yo no deseaba que ellos me tocarán - las lágrimas no me dejaban ver nada.

Pero de pronto todo comenzó a ser borroso, pero no quería, porque no quería volver con las pesadillas, no lo deseaba.

- Emma - escuche la voz de papá - abre los ojos - pero fue lo último que escuche.


Bueno espero ke les haya gustado el capitulo, creo que cada vez se ve más lo que paso ese día, pero ya muy pronto se sabrá todo

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De nuevo se había desmayado, me estaba preocupando de que apenas se hubiera mantenido despierta, no podía creer que las crisis de nuevo volvieran, mi padre dijo algo de que debía descansar, así que salí a tomar un poco de aire fresco y llamar a Caius.

- Edward - fue lo primero que dijo - ¿algo a pasado con Emma?

- Volvió con las crisis - le informe.

- ¿Desde cuándo? - su voz se escuchaba seria.

- Está tarde - respondí - salió con algunos amigos, y una hora después me llamaron, para decirme que iban hacia el hospital.

- ¿Ya reacciono? - pregunto con la voz grave.

- Sí - dije - pero, en cuánto lo hizo, me dijo cosas como ella no deseaba que la tocarán.

- ¿Dijo algo más? - enserio parecía preocupado.

- Solo repetía, que no era su culpa, que ella no deseaba que la tocarán - repuse - ¿Qué fue lo que paso ese día?

 

- Ella tiene que abrirse contigo - estaba harto de esa excusa.

- No entiendo que le pasa a mi hija - le espete - necesito saber que fue lo que sucedió ese día, porque no solo fue la muerte de Tanya, quiero saber que más le esta afectando a Emma.

- Esto es complicado - ante aquello arrugue la nariz - pero debes tomarlo con calma, Emma necesita mucho de ti.

- No le des tantas vueltas - replique - dime que fue lo que paso.

- Ese día que Tanya murió, no fue en un asalto - eso era lo que me habían hecho creer - habían ido a ver a uno de sus clientes, se tardó más de lo que tenía pensado, así que Emma se quedo a fuera, le marcó por teléfono para saber que estaba bien, pero al no contestar, salió y bueno lo que encontró no es algo que ninguna madre desearía ver - guardó silencio.

- ¿Qué paso? - no me agradaba que no lo dijera rápido.

- Dos hombres, tenían en el suelo a Emma - ante aquello sentí un nudo en la garganta - bueno para ser más específicos la tenían de rodillas, y uno de ellos estaba frente a ella, con su miembro de fuera y estaba por obligar a Emma a

- Estás mintiendo - suplique - a mi bebé no pudo haberle pasado eso.

- Tanya al ver que el otro hombre se colocaba detrás de su hija - eso no podía ser cierto - se les fue encima a los dos, pero uno de ellos, llevaba una pistola y bueno disparo dos veces contra ella.

- Espera - ante aquello sentí las lágrimas rodar por mis mejillas - dijeron que Emma y Tanya no estaban donde mismo.

- Lo sé - ante aquello, sentí que todo se me iba - pero Emma no quiso hablar de eso conmigo, no dijo una palabra de que paso después de eso.

- Me estás diciendo, ¿Qué tal vez violaron a mi hija? - no podía creer aquello, no podía ser cierto.

- Eso es lo que parece - comento - por su manera de actuar, ante el acercamiento de otro hombre fuera de ti, se tensa, no deja que nadie la toque.

- Los voy a matar - susurre - en verdad que los voy a buscar, y los mataré.

- No pienses en venganza - me espeto - mejor busca ayuda, para Emma, en verdad necesita un psicólogo o si puedes conseguir un psicoanalista, sería mucho mejor.

No conteste solo colgué, esa noticia no estaba listo para escucharla, y bueno no creo que ningún papá tenga la capacidad para recibir, algo así, y menos de esa pequeña a la que viste dar sus primeros pasos, llamarte papá por primera vez.

- Edward - escuche la voz de mi madre, y sin pensar me di la vuelta y lloré como hacía mucho no lo hacía - ¿Qué pasa?

- Mi niña - balbuce - mamá, no a mi nenita, dime que no es cierto.

- No entiendo - me separó de ella, y limpió mis lágrimas - explícame, que pasa con Emma.

- Ese día en que Tanya murió - no me creía capaz de seguir hablando - mamá - de nuevo la abrace - se atrevieron, a tocar a mi ángel, a mi luz, se atrevieron a corromper su inocencia.

Ante aquello sentí la tensión de mi madre, así que supuse había entendido, sin más solo sentí como me acariciaba el cabello, tratando de consolarme.

- Emmy necesita ayuda - susurro mi madre - y creo conocer a la persona indicada, para ayudarla - clave mis ojos en ella, esperando la respuesta - Bella.

 

- ¿Isabella Swan? - pregunte incrédulo.

- Es la mejor psicóloga que conozco - me sonrió levemente - y además es muy cercana a la familia, así que no será una desconocida.

- Para Emma sí - comente.

- Es la mejor amiga de Alice, y creo que ella es la mejor opción - mi madre parecía tan segura.

- Muy bien - acepte - que Isabella la trate.

Aunque la verdad no me agradaba mucho, que la amiga de Alice, esa chica que recordaba como rebelde, que si no mal recordaba hasta en drogas había estado, pero parecía que ahora se había reformado y era psicóloga así que esperaba que fuera tan buena como mi madre decía.

- Bueno voy a entrar, a ver como está - comente, y sin más entre a la habitación de mi hija.

En la cual, mi pequeña se veía tan tranquila durmiendo, no podía imaginar que alguien, hubiera sido capaz de arrebatarla, sin ningún miramiento, no podía, ni quería creerlo; solo de algo estaba seguro, que necesitaba ser fuerte para ella.


Esme Cullen

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Odiaba visitar a psicólogos, psiquiatras o cualquier otro con el que tuviera que hablar, parecía que mi padre no entendía que hablar sobre lo de ese día me era imposible, la mayoría de las veces mentía, creo que solo a Caius le dije cierta parte de la verdad, no específicamente como habían sido las cosas, pero le había contado algo sobre eso.

Además odiaba ver a esas personas, disque poner atención, y hacer como si en verdad le interesará lo que me pasaba, mi abue estaba de mi lado derecho y mi padre del lado izquierdo, enserio no podía creer que creyeran que lo mejor era hablar con una psicóloga.

- No quiero estar aquí - susurre.

- Es por tu bien - me acaricio el cabello mi abuela.

- Ya lo hemos intentado - le espete a mi padre - y sabes que no me ayuda.

- Debes hablar - papá estaba más serio de lo normal - y sacar todo lo que paso ese día.

Me quede callada, no creía que fuera a ganar esta vez, así que esperé a que me tocará mi turno, para ver a la tal Isabella Swan, saqué mi celular y pues no tenía mucho con que distraerme, así que regrese mi mirada a la sala, las paredes eran beiges, con algunos cuadros, que me hicieron recordar a mamá, por eso cerré los ojos, no quería recordarla, no en ese momento.

- Emma Cullen - sentí la mano de mi padre, darme un ligero empujón, así que me levante - la psicóloga te espera - era una mujer como de unos veintitrés años.

La seguí sin poner mucha atención en ello, abrió la segunda puerta del pasillo, me hizo una seña para que pasará y eso hice, dentro no estaba mucho mejor que fuera, las paredes seguían siendo del mismo color, solo que aquí había grandes ventanas que dejaban entrar la luz del sol, a pesar de las cortinas blancas, había un librero detrás del escritorio, dónde se podía ver varios libros de psicoanálisis o al menos eso imagine por los nombres.

- Hola - al escuchar una voz suave, que en cierta forma me hizo sentir calma, ya que se parecía a la de mi madre.

Busque a la dueña de la voz, y me encontré con una mujer de cabello castaño hasta la mitad de la espalda, de piel blanca y los ojos avellana, tenían esa calidez con los que mi madre me veía.

 

- Hola - respondí suavemente.

- Emma ¿cierto? - asentí, mientras ella sonreía - bueno yo soy Isabella, pero dime Bella - de nuevo moví la cabeza a modo de afirmación - siéntate.

Me señalo un sofá, y sin decir nada me senté, ella se sentó en una silla frente a mí, en verdad no sabía que hacía ahí, pero en cierta forma, le tenía más confianza a ella, que al resto de los psicólogos que había ido a visitar, aunque seguía sin creer mucho en ellos.

- ¿Qué te parece si hablamos de tu infancia? - me pregunto con una media sonrisa.

- Mi infancia, supongo que fue normal - eleve los hombros - tuve siempre lo que quise, era una niña feliz, mis padres siempre estuvieron para mí, era inquieta más de lo que una niña normal, tuve más accidentes de los que recuerdo, pero fue feliz.

- ¿Tus padres siempre estuvieron? - asentí - ¿no tienes hermanos? - moví la cabeza de forma negativa - háblame de tu papá.

- Mi padre, es demasiado consentidor, todo lo que pido lo tengo, aunque ahora es demasiado sobre protector - suspire - o tal vez ya lo era, pero ahora lo notó, porque antes era controlado por mamá. Pero a pesar de todo eso es mi mejor amigo, sé que siempre va a estar para mí, no importa lo que pase, papá siempre va estar para ayudarme.

- Es muy importante para ti - no era una pregunta, me estaba diciendo que era lo que entendía de todo lo que había dicho - de hecho, creo que piensas que es todo lo que tienes.

- Sé que hay más personas - repuse en voz baja - que quieren ayudarme, y además me quieren, pero papá es diferente, es como si en él aun quedará un poco de mi madre.

- Lo entiendo - clavo sus ojos chocolate en mí - en tu padre, encuentras esa parte de protección y de estabilidad que tu madre te daba - solo pude afirmar con la cabeza, porque sentía que si hablaba me iba a poner a llorar - creo que eres alguien muy fuerte - me acaricio el cabello - no cualquiera puede seguir sin tener a esa mujer, que le da valor y le ayuda a levantarse cuando a caído.

- Esto no es ser fuerte - me aleje de ella - solo sigo aquí, porque papá se devastaría si yo lo dejará, yo no quiero vivir, pero lo hago por él, porque a hecho tantas cosas por mí y esta es la única forma en la que puedo pagar de cierta forma lo que él ha tratado de ayudarme, pero para ser sincera me levanto todos los días pensando en que debo soportar el dolor por el bien de papá, no por mí.

- Creo que ahí esta un error - giré hacia ella - debes salir por ti, no por tu padre.

- Tengo dieciséis años - camine hacia la ventana - y he vivido cosas, que no le desearía a nadie, a absolutamente nadie, esas imágenes de ese día, me atormentan noche tras noche, saber que fui una cobarde, que no pude responder de la misma forma su protección, no quiero vivir con ese sentimiento.

- No eres una cobarde - su voz era tan tranquila, que me molestaba - y no creo que tu madre, lo pensará.

- Olvídelo - replique - jamás entenderá lo que siento.

Sin más que decir salí del consultorio, camine hacia la sala, pero no estaban ni mi abuela ni mi padre, así que salí del lugar, nadie entendía lo que pasaba conmigo, porque ellos no habían visto lo que yo, no habían dejado morir a su madre sin hacer nada.

 

Si era una cobarde, lo era no había otra palabra para lo que había hecho, no merecía vivir, enserio no lo merecía, pero papá me necesitaba aquí, y necesitaba estar bien para él.

- Ojitos - escuche que gritaban, pero sinceramente no me importó - ojitos, detente - esa voz cada vez la escuchaba más cerca y se me hacía familia, pero no giré - Emma, espera.

- Jake - arrugue la nariz, al girarme y ver que era él quien gritaba - ¿Qué pasa?

- Pues pasa que te vi caminando - elevo los hombros - y dije, mi Ojitos no puede caminar sola.

- ¿Mi ojitos? - repetí confundida.

- Bueno creo que tienes unos hermosos ojos - sonrió nervioso - y pues recuerdas, que te buscaría un sobrenombre y fue el único que se me ocurrió - apenas si entendí de lo rápido que lo dijo.

- Entiendo - sonreí - pero ¿Por qué poner "mi", antes del apodo?

- Bueno
es
- se veía tan lindo nervioso, que sin notarlo me había acercado demasiado a él - que tumegustas.

- ¿Qué? - pregunte, ya que no entendí lo que dijo.

- Me gustas - ante eso sentí como miles de mariposas, aparecieron en mi estómago.

- Si que sabes dejar sin palabras a una mujer - bromee, creo que era la primera vez que lo hacía desde hacía un año.

- Ojitos - me reprocho.

- Creo que no me voy a acostumbrar muy rápido, a este sobrenombre - replique.

Pero antes de que pudiera decir algo más, sentí los labios de Jake sobre los míos, me sorprendió, pero la verdad es que era agradable, aunque apenas si fue un roce.

- No soy bueno con esto - tomo mi mano - así que no me interrumpas - lo observe fijamente - no había sentido algo así, déjame estar contigo y ayudarte ¿quieres ser mi novia?

"Debes darte una oportunidad" al escuchar aquella voz, sonreí levemente.

- Supongo que sí - le sonreí levemente - solo que debes tener en mente, que estoy más que loca, y tal vez algunas cosas que piense, te parecerán tontas, pero espero que aun así me apoyes.

- Claro que lo haré - me acarició la mejilla - y ¿Qué te parece, novia mía, si vamos por un café?

- Vamos, novio - y sin más me tomo de la mano y me guió a una cafetería.

Con Jake me sentía diferente, podía volver a reír, podía ser yo de nuevo, sin querer lastimarme por la culpa, y creo que necesitaba un poco de eso y lo iba a disfrutar.


Bueno espero les guste y no parezca demasiado rápido esto ^^

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Zhere StAr De Black

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Diana96

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Esto en verdad era increíble, Jake no había ido averme todo el fin de semana, pero tendría que explicarme, porque me habíadejado plantada para la ida al cine, claro que me explicaría.

- Amor- mi madre estaba en la puerta de mi recamara - tu padre vendrá esta noche.

- ¿Enserio?- eso en verdad me alegraba, porque tener a papá aquí, muy pocas veces se veía.

- Dijoque quería festejar tu cumpleaños - me sonrió levemente.

- ¿Seva a quedar hasta mi fiesta? - pregunte emocionada.

- Tendrásque preguntárselo a él - elevo los hombros - pero ahora es mejor que te desprisa, o llegarás tarde a la escuela.

Solo camine hacia ella, y la seguí hacia el comedor,en donde ya estaba mi cereal, comí sin prisa esperando a que Jake llegará pormí, pero mi madre al ver el reloj, se levanto apresurada.

 

- Estardísimo - me hizo levantarme - tendré que llevarte a la escuela, y ya de ahíme iré al consultorio.

- PeroJake
- trate de protestar.

- Creoque esta vez no vendrá - me hizo una seña, para que caminara - y no puedesperder un día de escuela, de por sí tu promedio no es muy bueno.

Enserio no podía creer que ahora hasta se olvidará demí, pero enserio que Jacob Black me iba a escuchar, esto no se iba a quedarasí, lo iba a matar, bueno primero iba a escuchar su excusa y después lomataría, no importaba cuál fuera, nada podía ser aceptable porque me dejaráplantada, absolutamente nada.

No dije una sola palabra durante el camino, en cuantollegamos a la escuela, solo le dije un seco adiós y baje del auto, camine haciala escuela, tenía que encontrarlo antes de que las clases comenzarán y lepediría una explicación de porque rayos me había dejado.

Pero no fue difícil encontrarlo, después de todo sutamaño no era muy fácil de perderse, así que lo encontré cerca de unasjardineras, claro que no estaba solo, estaban Alec, Jane, Embry y Leyna y porlo que vi abrazaba a alguien, aunque el mastodonte de Embry no me dejaba verquien era.

- Holachicos - salude amablemente.

- Hola- el único que respondió fue Alec y Embry hizo un movimiento con la cabeza.

- Sepuede saber, ¿Por qué no llegaste al cine, el sábado? - lo miré fríamente.

- Estuvecon mi novia - ante esa contestación, sentí un nudo en la garganta y por finclave la mirada en la persona que abrazaba.

- ¿Bromeas?- le sonreí esperando, que me dijera que esa tarada de Cullen no era su novia.

- Noveo porque debería hacerlo - arrugo la nariz confundido.

- Debollegar a clase - repuso la tarada esa - así que mejor me voy.

- Yote acompaño - Jake tomo su mano, mientras le quitaba la mochila - nos vemos enel descanso.

Y sin más desaparecieron, mientras los otro cuatrosonreían, ante aquella imagen y yo deseaba despedazar a la idiota de Emma, quese había atrevido a tomar algo que era mío, y eso sí que no se lo iba aperdonar, esto era la guerra.

- Hacenuna linda pareja - comento Jane - pero ¿no dijo nada Camille al enterarse?

- Creoque Emma aun no quiere que se enteré - respondió Leyna - pero creo que tendré,que estar al pendiente de la respuesta de mi hermanita.

- Siyo fuera Camille - dije secamente - golpearía, a esa que se supone ser miprima, y a mis espaldas sale con mi ex.

- Esolo dices, porque tu no fuiste la elegida - se burlo Jane.

- Creoque Jake, supo demostrar que tiene buenos gustos - Leyna me mando una miradaretadora - además, él se lo pidió a ella, así que Camille no puede decir nada,ya que ella fue la que le llego a Jacob.

- ¿Vasa defender a Emma? - la mire incrédula, claro que fue fingida.

- Nocreo que eso te importe - su voz fue ácida - pero algo te digo Newton, no tevuelvas a meter con ella, porque te va a pesar.

- ¿Meamenazas? - entrecerré los ojos.

- Yono amenazo - sonrió de lado - y lo sabes, así que mantén tu distancia con miprima.

- Note tengo miedo - le espete - además, tu primita ya esta demasiado grande paradefenderse sola.

- Buenono la busques - me miro con una ceja elevada - porque si te llega a responder,no va a hacer como con la catsup, yo solo lo digo por tu bien, pero tu decides.

 

Y sin más se dio la vuelta y Jane la siguió, creo queahora esas dos estaban del lado de Emma, enserio que este no era mi día, peroesperaba que se arreglara al menos en el almuerzo, esperaba que eso sucediera.

El día paso rápido, y en un abrir y cerrar de ojosestaba en la cafetería, me senté en la mesa que siempre usábamos, pero parecíaque nadie iba a llegar, pero en ese momento apareció el idiota de Nahuel, lapersona que menos deseaba ver.

- Veoque ya te quitaron a tu bello Jacob - se burlo - y bueno la verdad no lo culpo,la primita de Lele esta muy bien.

- Nomejor que yo - gruñí - ¿Qué tiene, que yo no? - pregunte roncamente.

- Puespor lo que he escuchado, es nueva - sonrió de lado, y entendí a lo que serefería.

- Asíque Jake solo sale con ella, ¿Por qué quiere ser el primero? - eso tenía máslógica.

- Yono dije eso - su voz se hizo seria - pero parece, que los encantos de Jacob denuevo harán caer a otra, aunque creo que esta medio loquita.

- ¿Porqué lo dices? - clave mi mirada en él.

- Eldía que la conocí, le hice un halago - frunció el entrecejo - y en vez deagradecerlo o siquiera sonrojarse, me dijo que no la tocará y se desmayo.

- ¿Sedesmayo? - eso si que era extraño.

- Sí- soltó el aire - no entiendo porque.

- Seguramentepor tu aliento - le saque la lengua.

- Poreso Jacob no te hace caso - replico.

- Soloesta tratando de darme celos - sonreí de lado - pero tarde o temprano, él va aaceptar que me ama, de hecho siempre lo hizo.

- Debesde dejar de leer ese tipo de novelas - se le formo una sonrisa burlona - ya quete dañan las neuronas, bueno las pocas que te quedan.

- Eresun imbécil - le mande una mirada asesina.

- Peroun imbécil que te encanta - se acerco extremadamente a mí, haciendo que mirespiración se acelerara - lastima que tú a mi no me gustes - enserio era unidiota - sabes, que a mi me gustan las personas con clase.

- Claro- dije irónicamente - Leyna, no es la persona con más clase que conozco.

- Almenos más que tú si tiene - sus ojos mostraban su irritación.

Y sin más se fue, creo que de nuevo me quedaba sola,pero al menos eso era mejor que estar escuchando las estupideces de Nahuel, noera más que un idiota sin cerebro.


Espero que les guste el capitulo, y bueno también les digo que acabo de subir dos fics más, uno es de Crepúsculo que se llama "A pesar de todo... Aun Te Amo" https://www.potterfics.com/historias/64489 y otro que es de Harry Potter que se llama "Siempre estuviste aquí" https://www.potterfics.com/historias/64490 que espero que les guste cualquiera de los dos y se pasen

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Diana96

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Un largo día, realmente habíasido horrible, así que agradecía haber llegado a casa, aunque necesitabacomenzar a buscar una casa, para Emma y para mí, aunque vivir con mis padres encierta forma me ayudaba a tener en vigilancia a mi hija, aunque por lo queAlice me había dicho, vendían una casa en la esquina, y sí es que ella juntocon Jasper vivían en la casa de enfrente de mis padres y Emmett vivía en lacalle de atrás.

Así que vivían demasiadocerca, y si la de la esquina se vendía, creo que sería bueno que la comprará,ya que mi pequeña necesita de su abuela, ya que aunque no lo dijera con mimadre, es como si una parte de Tanya volviera a estar con ella.

 

Me quite el saco y camineescaleras arriba, para saludar a mi hija y después bajar a cenar, pero la casase escuchaba muy silenciosa, así que subí para ver si estaban en la parte dearriba, ya que a las siete de la noche, la casa de mis padres, está llena degente, pero ahora parecía que no había nadie.

En cuanto llegue a la plantaalta, vi que una de la habitación que se usaba como sala de televisión, estabaAlice y Jasper y parecían regañar a Camille, arrugue la nariz ya que la queacostumbradamente estaba en problemas era Leyna.

- Es tu prima - repuso Alice - no sé que paso portu cabeza.

- Lo que me hizo, no se le puede llamar prima -gruño la chica.

- ¿Qué pasa? - interrumpí.

- Edward - la voz de mamá, me hizo girar - creoque debes hablar con Emma.

- ¿Qué paso? - siempre que me decía algo así noevitaba pensar lo peor.

- Esta abajo con Rose y Leyna - fue su respuesta.

Camine hacia la cocina, ya quemi madre me guió, cuando llegue mi cuñada, le ponía hielo a mi hija en ellabio, ahora que había pasado.

- ¿Qué paso? - era la tercera vez que hacía lamisma pregunta.

- Cosas sin importancia - respondió mi hija,quitándole el hielo a Rosalie - gracias, tía.

- Ley es mejor que los dejemos solos - susurro larubia.

Amabas salieron de la cocina,dejándonos solos, en ese momento note que no solo el labio sino también teníavarios arañazos en el rostro, camine hacia ella y observe todo su rostro.

- Supongo que fue Camille - me aventure apreguntar.

- Cree que le quite a su novio - gruño - pero nisiquiera lo es, bueno al menos no cuando empezó a salir conmigo.

- ¿Me estás diciendo que sales con alguien? -clave mi mirada en ella.

- Sí - fue sencilla su respuesta.

- Eres una niña, no puedes tener novio - leespete - y yo no te permito que lo tengas, quiero que termines con él.

- No soy una niña - replico - tengo dieciséis, eslógico que comience con novios.

- No - dije tajantemente - y es mi última palabra,quiero que termines con él.

- No lo voy a hacer - me estaba retando - porquetengo edad suficiente, para tomar decisiones.

- No lo eres - enserio estaba enojado - ymientras estés bajo mi tutela, vas a seguir mis órdenes.

- Como quisiera a mamá aquí - salió de la cocina- ella entendería.

No dije nada solo escuche susuave sollozo, y sabía que no era por nuestra pelea, sino por el recuerdo de sumadre, enserio en ocasiones me faltaba mucho por aprender, para poder llevaruna relación estable con mi hija, pero como podía imaginar a alguien con mipequeña, con mi princesa.

Me senté en uno de los bancosde la cocina, enserio no podía llevar algo así, y menos saber que mi niña yaestaba creciendo no podía ni quería hacerlo, para mí ella siempre iba a hacermi bebé, no importaba cuanto tiempo pasará.

- Emma esta creciendo - susurro mamá - y enserio,necesita de ti y bueno Camille esta celosa.

- ¿Con quién sale? - pregunte roncamente.

- Con Jacob - contesto - el chico, enserio pareceinteresado en ella, ya que con Camille jamás vino a dejarla hasta la puerta dela casa, pero creo que Emmy debe tener tu apoyo, después de todo en este tiempoque ha estado saliendo con él, se ve más sonriente y más animada.

 

- Pero es mi niña - no podía imaginar a mi hijacon novio.

- Esa niña, es una señorita - mamá me acaricio elcabello - Tanya, tenía su edad, cuando comenzaron a salir.

- Lo sé - susurre - pero

- Pero es que nada - giré mi rostro y sonreía -tu hija saco la belleza de su madre, era lógico que tuviera pretendientes, ybueno Jake parece ser un buen chico y conoces a su padre.

- Creo que debo hablar con ella - suspire,mientras me levantaba del banco.

No dijo nada, pero sus ojos medecía que era lo correcto, así que camine hacia su recamara, cuando llegue tuveque llamar a la puerta, ya que había cerrado, en cuanto me abrió note sus ojoscristalinos.

- Lo siento - me disculpe.

- Papá - susurro, haciéndome una seña para quepasara - estar con Jake es lo mejor que me ha pasado, desde la muerte de mamá,al menos he dejado de tener pesadillas, con él puedo ser yo de nuevo y meagrada, aunque sé que yo no merezco esto pero

- Claro que lo mereces - la interrumpí - de hechome agrada, que sonrías con más frecuencia, aunque el motivo no me guste mucho,pero si con eso vuelvo a tener a mi pequeña sonriente lo apoyare.

- Gracias - se abrazo a mí - quisiera que Camillelo entendiera.

- Son jóvenes - acaricie su cabello - tarde otemprano lo entenderán, además parece que en esta familia es una costumbre,que

- ¿Qué se pasen los novios? - arrugo la nariz.

- Bueno te voy a contar un pequeño secreto - mesenté con ella en su cama - Jasper, antes de salir con tu tía, fue novio de tutía Chelsea.

- ¿Bromeas? - negué.

- De hecho por eso lo conoció - dije con unamedia sonrisa - porque Chelsea lo trajo al cumpleaños de Alice, y bueno creoque Jasper quedo más impactado por tu tía, que se quedo con ella.

- Espero que Camille lo supere - me beso lamejilla - pero me alegra, que tú me apoyes.

- Pero debo poner condiciones - bese su frente -si estoy cerca de donde ustedes estén, nada de besos o cualquier tipo dedemostración física.

- Lo prometo - susurro.

- Muy bien - me levante de la cama, y le extendíla mano para que ella hiciera lo mismo - ¿ahora me acompañas a cenar?

- Claro - me sonrió, mientras salíamos de larecamara.

Enserio en estos momentos eracuando necesitaba a Tanya, ya que ella sabía como manejarme todo lo referente alos pretendientes de mi princesa, pero ahora yo tenía que enterarme de golpe yeso no era muy agradable.


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Estaba recostado y estaba pensando que no eramuy bueno esto de solo jugar con Emma, pero en cierta forma no estaba jugandocon ella, aunque utilizarla era como sinónimo de jugar, pero es que había hechode todo, pero parecía que ella jamás iba a abrir los ojos, de lo que yo sentíapor ella.

- Hola - escuche la voz de Ley - llame a la puerta y Rebecca me dejopasar.

- Siéntate - le hice una seña para que se sentará en mi cama.

- Veo que te saque de tus análisis - bromeo.

 

- Bueno estaba pensando - eleve los hombros.

- ¿Y en qué pensabas? - clavo sus ojos en mí.

- En Emma - sonreí de lado.

- Debo pensar que mi prima, enserio te gusta - igual sonrió.

- Más de lo que alguna otra chica me había gustado - dije sin miedo.

- Entonces debo decirte, que Camille esta como loca - comento seriamente -ayer, la abofeteo, de no haber sido que mi abue escucho, seguramente la habríagolpeado peor.

- ¿Por qué? - arrugue la nariz ante la noticia.

- Mi hermanita, cree que ella se te metió y bueno que eso no se deberíahacer entre primas - soltó un suspiro - pero a mi la verdad, me encanta la ideade que salga contigo.

- Pues a Nessie no le gusta nada - me deje caer en la cama - ya me dijoque termino a Emma o me olvide de que somos amigos.

- Renesmee está enamorada de ti - me espeto - y yo no entiendo, porquesigue siendo tu amiga, nadie la soporta, de hecho nosotros solo le hablamos porti.

- Sabes que ella no era así - susurre - todo cambio cuando sus padres sedivorciaron.

- Pero lleva tres años y parece que jamás va a cambiar - gruño,recostándose a mi lado - además ella cree que todo el sufrimiento es para ella,no se da cuenta que no es el ombligo del universo, para que todo le pase aella.

- Necesita de nosotros - repuse clavando mi mirada en ella - Nessie no esfuerte y lo sabes, después de todo era tu amiga.

- Tu lo has dicho, lo era - arrugo la nariz - no puedo creer que se lapase, molestando a Emma, ella no entiende lo que paso en su vida.

- Creo que ni tú entiendes lo que le paso - dije en voz baja.

- No habla - soltó con cierta desesperación - y me estresa no saber comoayudarla, ya que se cierra no deja que nadie entre, ni siquiera su padre, esexasperante.

- Lo es - acepté.

- Espero que tú hagas que esa Emma divertida y bromista regresé - mesonrió - porque en verdad la extraño.

- Me habría gustado conocerla así - admití - debe ser maravilloso, verlasonreír siempre y no solo debes en cuando.

- Tía Tanya solía llamarle su sol sonriente - su sonrisa flaqueo -enserio, no había alguien que sonriera más que ella, de hecho hasta cuando sesentía mal tenía una sonrisa.

- Lamento interrumpir - ante la voz de Emma, ambos nos levantamos de lacama.

- No es lo que parece - dijimos al mismo tiempo.

- ¿Y que es lo que parece? - pregunto con la nariz ligeramente arrugada.

 

- Bueno que tal vez Jake te engañaba conmigo - repuso Leyna suavemente.

- Ni siquiera me paso eso por la cabeza - confesó - tu hermana, me dejopasar.

- Y es bueno que te haya dejado pasar - le sonreí besando su frente.

- Debo hablar contigo - ante la seriedad de su voz, me asuste un poco.

- Yo, los dejo solos - se disculpo Leyna y desapareció.

- ¿Qué pasa? - pregunte en voz baja.

- Creo que lo nuestro fue muy rápido - repuso con firmeza - y lo mejor esque nos conozcamos más, además yo necesito un amigo, no un novio.

- ¿Estamos terminando? - esto era increíble, yo terminaba las relaciones.

- Es lo mejor - me sonrió levemente - pero no quiero que te alejes, porquete has hecho importante, después de lo de mi madre, no me había sentido tanbien, como contigo.

- ¿Solo amigos? - ella asintió - supongo que está bien - acepte.

- Gracias - y sin más se abrazo a mí.

- Ojitos no creo que esto sea bueno para una amistad - aunque me agradabasentir su calor, y su pequeño cuerpo abrazado al mío.

- Lo siento - se disculpó separándose de mí.

- Bueno ¿te parece si vemos una película con Ley? - pregunte.

- Suena bien - respondió con tranquilidad.

- Entonces hay que alcanzar a Ley e invitarla - propuse, abriendo lapuerta y haciendo una seña para que saliera.

Ambos salimos de la recamara, para encontrar aLeyna e ir al cine, no podía creer que iba a aceptar ser su amigo, pero tal vezdespués podría volver a ser su novio, y por fin lograr que ella se diera cuentade lo que sentía, y aunque sonará horrible tal vez tendría que volver a usar aEmma, o tal vez podría encontrar a alguien más.


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Necesitaba hablar con Stefan, algo me suplicaba porescuchar su voz, además solo con él podía decir todo, solo con él podíadesahogarme con todo lo que tenía dentro, observe el reloj, ya debía estar encasa, así que sin más marque el número.

Espere con cierta impaciencia a que la llamadaentrara, y después a esperar a que contestará.

- ¿Diga? - esa voz fue de Natalie su madre.

- Hola- salude - soy Emma.

- Emma, cariño - como siempre su voz mostró dulzura - ¿Cómo hasestado?

- Bien- mentí - ¿está Stefan?

- - respondió - ahora te lo paso.

- Gracias- dije, esperando a escuchar su voz.

- Pequeña - en cuanto escuche su voz, sentí tanto alivio - ¿pasoalgo?

- No- aunque sentí las lágrimas acumularse.

- Peque - sabía que le estaba mintiendo - ¿dime que pasa?

 

- Teextraño - susurre - quiero estar contigo.

- Y yo contigo - supuse sonreía - pero, no solo por eso mehablaste.

- Hanvuelto los sueños - me senté en el sillón y subí mis piernas.

- No fue tu culpa - siempre me decía lo mismo.

- Yodeje que la lastimaran - las lágrimas ya rodaban por mis mejillas - no hicenada.

- Estabas en shock - me consoló - es lógico, que no reaccionarás.

- Peroella si lo hizo - replique - mi madre, si me los quito de encima.

- Eres su hija - como siempre usaba ese tono como si hablara con unaniña de dos años - Tanya prefería mil veces, que se lo hicieran a ella que asu pequeña.

- Fuiuna cobarde - solloce.

- No digas tonterías - me consoló.

- Lofui - lo contradije - yo vi, como esos dos hombres la violaban, y no hice nada- las lágrimas quemaban - pero en mis sueños, no es como lo veo, sino ellos metocan a mí.

- Bonita - escuche la preocupación - es hora, de que lohables con alguien, creo que te estás haciendo tu sentimiento de culpademasiado grande y por eso estás teniendo esos sueños.

- Talvez si eso hubiera pasado, la culpa sería menor - susurre.

- No digas eso - me reprochó - no fue tu culpa, entiéndelo no lofue, tu solo actuaste como la mayoría de los humanos, no tuviste nada que ver.

- Stefan- enserio lo necesitaba aquí - no soy mala ¿cierto?

- No lo eres - contesto con su voz firme - eres un ser humano,con errores es cierto, pero tú corazón es limpio e inocente, por eso Te Amo.

- ¿Nohas salido con nadie? - no sabía porque preguntaba aquello.

- No - ante su respuesta, me sentí peor - te dije, quete esperaría y aquí estoy para ti.

- Eresmás de lo que merezco - susurre.

- ¿Tú has salido con alguien? - mentirle era lo mejor.

- Sí- maldita lengua - pero no pude seguir, porque a pesar de todo yo también TeAmo.

- Te voy a dar un consejo - su voz seguía siendo dulce - no lo besescomo a mí y tampoco lo acaricies como lo hacías conmigo, porque me vas arecordar.

- Losiento - me disculpe - no sé que paso por mi cabeza.

- No importa - ahora entendía porque lo amaba - lo único quequiero es tú bien, y si no soy yo lo entenderé.

- Yosé que eres tú - susurre - no volverá a pasar.

- Emma - llamo suavemente - pero en verdad debes hablarcon un especialista sobre esto, no es justo que te lo guardes, debes decírseloa alguien - no conteste - quiero que me lo prometas - de nuevo nodije nada - promételo.

- Muybien - dije sin más - lo prometo.

- Creo que lo mejor es despedirnos - debía bromear - te adoro, pequeña, no loolvides.

- Túsabes que yo también te adoro - susurre - nos vemos.

- Lo haremos - parecía tan seguro - solo tenme en mente.

- Siemprelo hago - susurre.

- Es mejor que cuelgue, antes de que no quiera hacerlo - enserio lo extrañaba - Te Amo.

Después de eso colgó, si ya no podía con estesentimiento, necesitaba decírselo a alguien, sin pensar baje a la cocina endonde mi abue preparaba la comida, sentí un nudo en la garganta.

 

- Abue¿podemos hablar? - pedí con la voz temblorosa.

- Claro,cielo - me sonrió y me hizo una seña para que me sentará.

- Loque voy a decir, no es fácil para mí - susurre - y tal vez cambie tu cariño.

- Amor- Esme me acaricio la mejilla - mi cariño por ti, no cambiará por nada.

- Primeroescucha - le pedí - el día de la muerte de mamá, no solo fue eso.

- Emmy- llamo al ver que se me quebraba la voz - estoy aquí.

- Yoestaba en el auto - susurre - mamá dijo que no tardaría, así que me puse aescuchar música, vi a dos hombres bastante extraños caminar hacia el edificio,que parecía más una bodega en donde mi madre estaba, uno de ellos giró a verme,sus ojos miel me hicieron tener un escalofrío, pero solo sonrió de lado -enserio no deseaba recordar - y sin más entraron al lugar. Pasaron como veinteminutos y mamá no regresaba, jamás se había tardado tanto con un cliente, asíque exasperada baje del auto, para buscarla.

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- Hola muñequita - dijo con una sonrisa de lado -parece, que quieres divertirte.

- No a ella no - grito mi madre - por favor.

- Parece que está monada debe estar muy nueva - no leintereso las suplicas de mamá - y que mejor que yo para estrenarla.

- No seas egoísta Demetri - un hombre de cabello negro yojos azules camino hasta colocarse al lado del rubio, o sea enfrente de mí -esta preciosura, tiene para todos.

- Alec, la asustas - el rubio camino hacía mí y yo di unpaso hacia atrás - pareces un ratoncito asustado - acerco su mano a mi mejilla- pero no te preocupes, esté gato no te va a comer.

- Déjenla ir - suplico de nuevo mi madre, que ahora searrastraba hacia ellos, los otros parecían haberse agotado - no le hagan nada.

- Me la trajo la corriente - se burlo el rubio - y nopienso dejar ir, a una preciosa muñequita, como está.

Se levanto del suelo, y sin más se abalanzo sobre losdos, no sabía de donde estaba sacando tanta fuerza, pero la sangre que manchabasus piernas me aterro.

- Vete - me ordeno - corre.

 

Pero no podía mis piernas, no me dejaban hacerlo, noparecían querer responder, vi que mi madre los golpeaba, con un tubo, que nosupe muy bien de donde había sacado, los cuatro hombres terminaron en el suelo.

- Vamos - me tomo del brazo y me saco del lugar, encuanto estuvimos fuera - ¿estás bien? - me reviso de pies a cabeza, sus ojosestaban llenos de lágrimas, pero aun así me sonrió - mi sol sonriente, ¿no tehicieron nada?

- Mamá - fue lo único que salió, mientras me abrazaba aella.

- Perra - escuche que alguien gritaba - esto me la vas apagar.

- Emma, corre - me ordeno - busca ayuda, y pase lo quepase no voltees.

- Vamos - susurre tomando su mano.

Simplemente asintió y ambas echamos a correr, ya quelas llaves del auto las había tirado, en la bodega, pero las piernas de mimadre no parecían responder adecuadamente, me soltó la mano.

- Yo te alcanzo - me aseguro - pero busca a la policía,y no te separes de ella.

Quise replicar, pero su mirada no me dejo, así que sinmás eche a correr, no voltee como ella me lo había ordenado, pero sabía que nome seguía lo sabía.

- Elladio todo por mí - susurre, las lágrimas no parecían querer detenerse - y ¿Quéhice yo? Dejarla, simplemente huir.

- ¿Cómoes que tu padre nunca supo eso? - pregunto limpiando mis mejillas.

- Mitía Irina - la voz sonaba pastosa - cuando llego a la estación de policías, yle dijeron lo sucedido, dijo que nosotras diríamos que había sido un asalto,que nadie debía enterarse de lo que en verdad había pasado, además de que medijo que se lo debía a mi madre, por ser una hija cobarde y dejar que su madrefuera violada.

- Amor- beso mi frente - no fue tu culpa.

- Nohice nada - la culpa como siempre.

- Sihubieras hecho algo, solo te hubieran lastimado a ti también - me beso lafrente - tu madre, lo hizo todo porque estuvieras bien, ella no se habríasentido bien, si le hubieran hecho algo a su hija, por ayudarla.

- ¿Esocrees? - pregunte con un hilo de voz.

- Claro- me beso la frente - todas las madres, desean el bien de los hijos, no importaque ellas salgan lastimadas, solo se piensa en lo mejor de un hijo, y eso lohizo Tanya.

- Quisieradecirle que no hubo mejor madre que ella - murmure -que la extraño más de loque se puede imaginar, y que la amo, mucho.

- Ellalo sabe - me beso la frente - pero debes, hablar con tu padre y explicarle loque paso.

- Élamaba a mi madre - susurre - puedo vivir sabiendo que todos me odian, pero noél; papá es la persona más importante en mi vida y si el deja de quererme comolo hizo Irina, no podría seguir.

- ParaEdward, eres lo más importante - me consoló - nada de lo que haya pasado dejaráde amarte.

- Noestoy lista para decirle esto - mi abue me acaricio ambas mejillas - solo te lodije, porque me estaba asfixiando, mis pesadillas sobre esos hombres tocándomeme están aterrando.

- ¿Nuncate tocaron? - clavo su mirada en mí.

- No- susurre - mamá no los dejo, pero desde hace unos meses, veo ese día, peroellos me tocan, y cuando están a punto de violarme despierto.

 

- Debesseguir viendo a Bella - me beso la frente.

- Perono le digas nada a papá - le pedí.

- Esperaréa que tú se lo digas - me aseguró.


Stefan

Espero les guste ^^

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Diana96

DaniiBlack

Zhere StAr De Black

Creo que quien necesitabahablar con alguien y que lo ayudará a saber como sacar adelante a su hija erayo, así que ahora me encontraba en la sala de espera del consultorio de IsabellaSwan, me preguntaba si la reconocería o ella a mí, la verdad es que tenía casiveinte años que no la había visto.

- Edward Cullen - al escuchar mi nombre, melevante y camine hacia a la chica.

Caminamos hacia una puerta, enla cuál me hizo una seña para que entrará, sin decir nada eso hice, la verdades que jamás había sentido gusto por esto de los psicólogos, suspire sentándomeen el sillón.

- No pensé, que volvería a ver a Edward Cullen -ante esa voz, giré la cabeza hacia la derecha, y me encontré con una mujer decabello castaño quebrado, una falda negra que le llegaba a la rodilla y una blusablanca de manga larga y sus ojos chocolate se clavaron en mí.

- Ni yo pensé volver a ver a Isabella Swan -admití con una sonrisa de lado - aunque debo decir, que has cambiado bastante acomo recuerdo.

- Pues creo que tú sigues igual - elevo loshombros - pero aquí no vinimos hablar de nuestro pasado, si no de ti.

- Tal vez recordar el pasado me ayude - eleve loshombros - sé que tú y yo jamás fuimos muy cercanos, de hecho no me agradaba queestuvieras con Alice, pero mi pasado con Tanya es lo único que ahora puedemantenerme en pie.

- Es lamentable que tu esposa haya muerto - medio una débil sonrisa como de apoyo - y tú y Tanya eran la pareja perfecta, almenos eso decía todo el Instituto, estaban seguros de que se casarían.

- Lo sé - sonreí amargamente - y en ese tiempo,ya soñaba con el día en que ella aceptará ser mi esposa, y jamás he cometidotantas locuras como en esa relación - cerré los ojos - aun recuerdo, cuando medijo que se iría a Nueva York, fue el día más horrible, no podía imaginar mivida sin ella.

- Y por eso casi te mueres, cuando te aceptaronen la Universidad de Nueva York - su sonrisa era un tanto contagiosa.

- Saber que de nuevo iba a poder verla, meemociono tanto - solté una suave risita - y el tiempo que estuvimos en laUniversidad, fue para darnos cuenta que estábamos hechos el uno para el otro,así que en cuanto termine la carrera, le pedí matrimonio.

- Se ve que la amas mucho - susurro.

- La amo más de lo que amaré jamás - corroboré -y Emma, me recuerda tanto a ella.

- Pues cuando la vi, me pareció que se parecía ati - confesó - de hecho esos ojos verdes son como los tuyos, fue por eso que lareconocí, porque tiene mucho de ti.

- ¿Enserio? - dije sorprendido - siempre creí queera igual a Tanya, bueno al menos esa forma de ver, el mundo siempre positivo,y siempre tener una sonrisa, aunque claro ahora ya no lo hace, desde ese día enque su madre murió, dejo de hacerlo.

- Ella se siente culpable - comento - y noentiendo la razón, solo me dijo que era una cobarde, pero solo eso, no hablomás del tema.

 

- El psiquiatra que la atendió anteriormente,piensa que fue violada - ante aquello la voz se me quebro - y yo no puedoimaginar, que alguien pudiera hacerle algo así a mi niña, no puedo.

- Emma está guardando muchas cosas - se acomodoen la silla - y creo que todas ellas le lastiman, pero si no se abre nadiepodrá ayudarla - que gran ayuda, enserio que eso ya lo sabía, necesitaba algomás - tal vez, alguien que le recuerde a su madre.

- Carmen - susurre - su abuela materna, siempreque tenía problemas, sino estaba Tanya iba y hablaba con ella.

- Pues podrías traerla, tal vez ella puedaayudarla con esto - me sonrió levemente - y ahora debo atender a alguien más,pero fue bueno volver a verte.

- Lo mismo digo - me levante - supongo que nosveremos, en la próxima consulta.

- Pues si decides regresar - bromeo.

Sin decir nada salí del lugar,creo que lo mejor era llamar a mi suegra y pedirle que viniera, esperaba quepudiera, aunque conociendo a Carmen, seguramente dejaría todo por venir a ver aEmma, después de todo la adoraba.

Maneje hacia la casa,esperando que mi hija estuviera en casa, hacía días que no pasaba un momentocon ella, pero la verdad ansiaba tener al menos unos minutos hablando con ellao lo que fuera. En cuanto llegue a la casa, parecía que no había nadie.

Subí las escaleras, esperandoencontrar indicios de alguien, pero parecía que nada, pero entonces escucheunos sollozos, y parecía que venían del baño, sin tocar abrí la puerta y lo queencontré, no era nuevo, después de todo hacía seis meses, lo veía casi adiario.

- Emma - susurre, caminando hacia ella - ¿Por quéde nuevo? - pregunte, mientras me hincaba en la tina y jalaba una toalla, parapoder detener la sangre de sus muñecas.

- Lo siento - era lo mismo que decía siempre - nopuedo, papá enserio no puedo.

- Yo estoy aquí - le acaricie el cabello - todova a salir bien, lo prometo.

- ¿Tú siempre me querrás? - sus ojos estabanllenos de lágrimas y algunas ya rodaban por sus mejillas.

- Te Amo - le asegure - y nada, podrá cambiareso.

- ¿Ni aun cuando la muerte de mamá, haya sido miculpa? - ante eso más lágrimas salieron.

- No fue tu culpa - susurre.

- Sí lo fue - se levanto, haciendo que soltarásus muñecas y se lastimaran más - yo tuve la culpa, de que la violarán y lamatarán, yo debí haber hecho algo, no solo observar.

- ¿De qué hablas? - jamás había dicho algo así.

- Fui una cobarde - sollozo - que dejo, queviolaran a su madre, y después sin más huyó dejándola, para que la matarán, soyuna persona horrible, yo debí de haber muerto, ellos me querían a mí no a ella.

- Emma - la tome de los brazos - no entiendo.

- Nadie lo hace - susurro - todos, creenentender, pero no es así, quiero morir, quiero ir con ella y decirle que meperdone, que yo no deseaba lastimarla, que yo la amaba, que todas las veces queme enoje con ella y le dije que hubiera deseado otra madre, era mentira, porqueyo no la cambiaría por nada, quiero sentir de nuevos sus abrazos, sentir subeso de despedida o cuando me arropaba, quiero tener a mamá de vuelta.

- Eso no se puede - mi cerebro trataba deasimilar, todo lo que me estaba diciendo - ¿ellos no te tocaron? - pregunte -¿no te hicieron nada?

- No - susurro - ellos no me hicieron nada, peroen los sueños, todo es diferente - se llevo las manos al rostro - ellos metocan a mí, y es cuando siento más culpa, porque debió ser horrible.

 

- Amor - tome sus manos - ellos no se van aacercar a ti, porque los mato antes de que te toquen, y tu madre no estámolesta, de hecho no necesita que le pidas perdón, porque no fue tu culpa, y nofuiste una cobarde, me escuchaste, eres más valiente de lo que crees, solodebes sacar a esa guerrera que llevas dentro.

- ¿No me odias? - sus ojos rojos y cristalinos seclavaron en los míos.

- Eres mi hija - le sonreí débilmente - jamás teodiaría, tú eres lo mejor que he hecho en mi vida, eres mi mayor logro y mimayor tesoro, jamás te odiaría, no importaría lo que pasará, siempre serías minenita.

- Lo siento - dijo de nuevo y se abrazo a mí.

- Es mejor que curemos tus manos - susurre,separándome de ella - esta vez fueron más profundas.

Ella no dijo nada, creo queesta vez iba a tener que suturar, le coloque toallas para poder retener lasangre, mientras llegábamos al hospital, estaba más pálida de lo normal ysupuse que era por la perdida de sangre, la cargue, ya que parecía que encualquier minuto se iba a desmayar.

- Papá - llamo en un susurro.

- ¿Qué pasa cariño? - pregunte, sentándola en el ladodel copiloto.

- Quiero volver a ser yo - repuso en voz baja -pero no sé como, no tengo la menor idea de cómo salir de esto.

- Lo encontraremos juntos - le asegure - peroahora es mejor, que te lleve al hospital.

- Te quiero - me sonrió levemente.

- Yo Te Amo, bebé - en ese momento lapreocupación aumentaba, al ver que las toallas comenzaban a llenarse de sangre.


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DaniiBlack

Diana96

Hoy era micumpleaños y papá no había venido, como siempre, aunque debería de estaracostumbrada, después de todo parecía que tenía cosas más importantes que supropia hija, no quería hacer nada, después de todo no creía que nadie fuera afelicitarme, bueno mi madre y ya.

Me duche sin muchasganas, de hecho esperaba que el día pasará rápido, ya que mi día iba a hacerhorrible, y aun más porque era mi cumpleaños y no iba a haber nadieesperándome, así que para que molestarme en arreglarme.

- Cariño - escuche la voz de mamá - ven adesayunar.

No tenía ni ganas decomer, y mucho menos de hablar, así que no respondí nada, simplemente me recostéen la cama, no deseaba hacer nada, más que dormir y que así el día pasará másrápido.

- Hola, princesita - al escuchar aquellavoz, me levante de la cama y me abalance sobre mi padre.

- Pensé que no vendrías - susurre.

- Jamás dejaría a mi princesita sola - mebeso la frente - así que, dime que quieres hacer, y ya sabes que tus deseos sonórdenes.

- Lo que tu quieras hacer esta bien -sonreí abiertamente.

- Bueno antes, tenemos que bajar - metomo la mano - porque tengo una sorpresa para ti.

- ¿Qué es? - enserio estaba másemocionada de que papá estuviera aquí.

- Ya lo verás, desesperada - y me dio ungolpecito en la nariz.

No dije nada, solodeje que me guiará, en la sala mi madre no parecía muy feliz, pero sinceramenteeso a mi no me importaba, ya que papá estaba aquí y eso enserio me emocionaba,antes de salir al garaje, sentí las manos de mi padre taparme los ojos.

No dije nada, laverdad la ansiedad de saber que era mi regalo, no podía pensar en quejarme soloquería ver que era, mi padre me guió un poco mal, estuve por caer unas tresveces, pero después de eso, por fin nos detuvimos.

 

- ¿Lista? - me pregunto, debía estarjugando, pero solo asentí - muy bien, a la cuenta de tres - mi sonrisa aun nodesaparecía - uno, dos, tres

En cuanto eso paso,me destapo los ojos y frente a mí estaba un beetle rosa, no podía creer que esefuera mi regalo, estaba sumamente emocionada, que estaba deseando gritar, peromi voz no salía.

- ¿Te gusto, princesita? - solamente megire y lo abrace.

- Es el mejor regalo, papi - le bese lamejilla - enserio, gracias.

- Siempre es lo mejor para mi princesa -me beso la frente - y ahora ve a dar una vuelta - y sin más me entrego lasllaves.

POVIsabella

No podía creer que este fuera el regalo de Mike,aunque porque me sorprendía, si él siempre hacía cosas estúpidas, observe a mihija subir al auto que su padre le había comprado, en cuanto vi el autodesaparecer camine hacia él.

- ¿Enserio creíste que sería un buen regalo? - leespete.

- Renesmee se ve feliz - elevo los hombros - la únicaque se ve amargada aquí, eres tú.

- Acaba de cumplir dieciséis años - le recordé - y apesar de eso, es más inmadura que la mayoría de las niñas de su edad.

- Creo que estás exagerando Bell - como odiaba que medijera así - nuestra hija, ya está preparada para un auto.

- Renesmee, es igual a ti - replique - ¿y recuerdas quepaso, cuando te dieron el carro a su edad?

- El idiota de Edward, fue el que empezó - gruño.

- Él solo te puso en tu lugar - dije secamente - o teolvidas ¿de que ese día, estuviste molestando a Tanya toda la noche?

- ¿Y crees que no recuerdo como te veía? - sus ojosbrillaron de forma amenazadora - o mejor dicho como lo veías, porque a pesar deque odie a Edward Cullen, es que él tiene mejores gustos que yo, y como se ibaa fijar en la loca y rebelde de la escuela, teniendo como novia a la chica máshermosa del colegio.

- No entiendo porque me case contigo - desee tantogolpearlo - seguramente, en ese momento tanta droga me bloqueo el cerebro.

- No te hagas - me sonrió de lado - si después de Edward,yo era el segundo en tu lista - no supe que responder - además, recuerda que temetiste a mi cama y saliste embarazada, fue por eso que nos casamos no por nadamás.

- Eres un idiota - en verdad siempre me preguntaba,porque haberme fijado en él.

- Pero a pesar de eso, te ame - camino hacía mí, pero yoretrocedí - y sé que tú a mi también.

- Si no te hubiera amado, no me habría acostado contigo- clave mi mirada en él - y en cierta forma, no me arrepiento de ese día,porque de eso salió Renesmee a la cual adoro.

- Creo que eso fue lo único bueno de nuestro matrimonio,- concordó - pero sabes que esto de la separación, fue más tu culpa - estabapor replicar - jamás dejaste de pensar en el imbécil de Cullen, a pesar desaber que él amaba a Tanya, siempre deseaste que él se fijará en ti.

- Siempre fui un libro abierto - acepté - pero EdwardCullen, estaba idiotizado por Tanya Denali, y bueno yo tampoco hice mucho,porque él me eligiera a mí.

- Supe que había regresado - repuso con indiferencia.

- Sí - respondí - regreso con su hija.

- ¿Y Tanya? - su vista estaba en la avenida.

 

- Ella murió - susurre - fue un golpe muy fuerte paratoda la familia.

- ¿Tuvieron una hija? - en ese momento fijo su vista enmí.

- Sí, tiene la edad de Renesmee - conteste.

- ¿Se parece a su madre? - sabía que él también habíasentido más que simple atracción, por Tanya.

- En ciertas cosas - comente - pero creo que tiene, másde Edward, no se puede negar que es su hija.

- Te hubiera gustado ser la madre de sus hijos - seburlo - lastima que como ya dije, no te podías comparar a Tanya en nada.

- Enserio eres un patán - le espete.

Y sin esperar su respuesta, entre a la casa furiosa,no entendía porque me había metido con alguien tan horrible como lo era MikeNewton, pero en algo él tenía razón, siempre había estado enamorada de EdwardCullen, aunque después comencé a salir con Mike tratando de olvidar ese amor, ya pesar de que me enamore de él, siempre había existido Edward en mimatrimonio. Y ahora que lo había vuelto a ver, de nuevo sentí cosas, pero élseguía amando a su esposa, a pesar de que había muerto.


Mike Newton
Capitulo dedicado a:
Diana96DaniiBlackZhere StAr De Black

Comencé aabrir los ojos, me dolía la cabeza, observe la habitación que era blanca, y norecordaba como mía y menos el olor a medicamento, así que enseguida supe queestaba en el hospital, observe mis muñecas que ahora estaban vendadas,grandioso esta vez las había hecho más profundas, esperando que nadie llegará ypor fin dejar de vivir, ya que por más que busque los antidepresivos jamás losencontré.

Creo queen eso perdí tiempo, y claro papá tenía que llegar y salvarme, sabía lo quevendría ahora, pero enserio no deseaba escuchar sus reproches como siempre,pero había actuado mal, así que supuse merecía el regaño.

- Mi niña - escuche en lapuerta, levante la vista y por ella entraba mi abuela Carmen - enserio, estavez me preocupaste demasiado.

- Lo siento - me disculpe -no quería hacerlo, aunque me alegra que estés aquí.

- Tu abuelo, está como loco -me sonrió, mientras se sentaba al pie de mi cama - deberías de ver, como estabaanoche, parecía león enjaulado.

- En verdad lo lamento -susurre.

- Desearía entender porquehaces esto - su voz no sonaba a reproche - no estoy regañándote, pero tu madredio su vida por ti, y tú lo único que haces es tratar de quitártela día condía.

Ante esono supe que contestar, ya que ella tenía razón, mamá se había sacrificado pormí y yo simplemente me estaba tirando a la depresión sin pensar en nadie más,sin saber que no solo yo sufría, sino también las personas que estaban a mialrededor.

- Lo siento - susurre - nopensé en eso.

- Lo sé, cielo - me acaricioel cabello - es por eso que quiero, que nos vayamos de viaje, solo tu y yo yambas encontraremos esa paz, que tanto necesitamos ambas.

- ¿A dónde iremos? - preguntesuavemente.

- Tu abuelo estuvo investigando- sonrió, al ver que aceptaba - y hay una clínica en Turquía, en donde estánespecializados en depresión, y ahí es donde tú y yo iremos.

- Ok - acepte - ¿y cuándoserá eso?

- En cuanto te den de alta -sabía que necesitaba ayuda, y esta vez no iba a poner peros - que será mañana ybueno pasado mañana sale el avión.

- ¿Papá lo sabe? - eso era loque me iba a doler.

 

- Sí - me beso la frente - yesta de acuerdo.

Los díaspasaron bastante rápido, de hecho ahora me encontraba en el aeropuerto, enestos momentos ya no estaba tan segura que irme fuera lo mejor, pero ya erademasiado tarde para echarme para atrás, aunque eso quisiera.

- Voy a extrañarte - Leyna,en ese momento me abrazaba - pero espero, que cuando regreses, este mi prima ala cual adoro y jamás cambiaría por nadie.

- Espero yo tambiénencontrarla - susurre - pero ahora, cuídate y cuida a Camille.

- No prometo nada - sonriólevemente.

Me separede ella y camine hacia los abuelos, mi abue Esme me sonrió y me abrazo ydespués me beso la frente, mientras el abuelo Carlisle, simplemente medespeino.

- Tienes que regresar bien -me sonrió - después de todo hay muchas personas aquí, que te quieren.

- Los voy a extrañar - fue loúnico que respondí.

- Y nosotros a ti - en esemomento me hicieron sándwich pero aun así se sintió tan bien.

Me despedíde todos, bueno de los que fueron, ya que de los chicos que había conocido ahí,solo fue Jane, Alec y Renata y a pesar de no querer decirlo, sentí la falta deJake, pero entendía porque no había venido, pero no podía sentirme mal, despuésde todo las personas a las que quería estaban ahí, en cuanto tuve quedespedirme de papá, fue cuando las lágrimas comenzaron a salir.

- Va a pasar rápido el tiempo- me aseguro - ya verás que cuando tengas que regresar, no querrás hacerlo.

- Lo dudo - sonreí levemente- te quiero.

- Yo Te Amo, cariño - me besola frente y me seco las lágrimas - y no llores, que sino no dejare que tevayas.

- Es hora - mi abue me tomode los hombros - la cuidare - le aseguro a papá.

- Lo sé - sonrió levemente -cuídense las dos.

Simplementeme deje llevar por la abuela, hoy era cuando mi vida debía cambiar de nuevo,aunque me doliera sabía que lo mejor era irme y tratar de empezar de cero, yeso haría con mi abue, tenía que salir de todo esto.


Carmen Denali

Capitulo dedicado a:

DaniiBlack

Diana96

Zhere StAr De Black

Mi vida en ochomeses había cambiado bastante, en algunas cosas para bien y otras para mal, laverdad era más para bien, ya que Emma Cullen se había ido lejos y no tenía nila menor idea de donde y ni me importaba, estaba saliendo con Jake desde hacíaun mes, sabía que tarde o temprano se iba a dar cuenta de que me amaba y asíhabía sido.

Lo malo durante estetiempo, es que mi madre estaba saliendo, con el padre de la idiota de Emma,pero no iba a negar que era bastante guapo, y bueno mientras su hijita noregresará por mí no había ningún problema, de hecho sería inmensamente feliz,si me asegurarán que ella no iba a regresar.

Mis amigos, buenoLeyna y Jane, no me hablan aunque claro conviven con mi novio, pero claro lamayoría del tiempo esta conmigo, como por ejemplo hoy, mi madre ha decididohacer una comida, con la familia de Edward su novio, y el abuelo Charlie, y porsupuesto mi adorado novio iba a estar.

En ese momento meencontraba buscando mi mejor ropa, después de todo debía lucir hermosa para miJake, aunque yo ya era hermosa, así que no necesitaba mucho, me estabamaquillando.

- Así que tu eres mi hermanastra - anteaquella voz, mi mundo de felicidad se rompió - pensé que sería alguien menosodiosa, no te ofendas.

 

- ¿Qué haces aquí? - me giré, ya que nopodía creer que ella hubiera regresado, en ese momento sonreía ladinamente,ella casi no sonreía.

- Conociendo mi nueva casa - me dio sumejor rostro de inocencia.

- ¡¿Qué?! - grite mientras me levantabade un brinco - tú no vas a vivir aquí.

- Si lo haré - su sonrisa se ensancho -de hecho, tendremos que compartir habitación.

- Jamás - enserio, ella no podía venir ausurpar mi recamara.

- Pues eso fue lo que dijo tu madre -elevo los hombros.

Ante aquello pasepor su lado, empujándola, ella no dijo nada, estaba furiosa ella no podía venira vivir a mi casa, me rehusaba a creer aquello, entre a la cocina, pero creoque debí haber tocado, ya que en ese momento se encontraban besándose, y no esalgo que un hijo quisiera ver.

- Mamá - llame, mi voz sonó ronca - comoes eso de que Emma, va a compartir habitación conmigo.

- Hay hermanita, no soportas una broma -ante aquello estuve a punto de golpearla, pero recordé que su papá estabadelante de mí.

- Emma - la reprendió su padre, aunque noparecía muy molesto, de hecho sonreía - lo siento - se disculpo al ver lamirada de mi madre - pero es que, no puedo enojarme, esta siendo mi bebé de nuevo.

- ¿Por qué nadie me dijo que vendría? -mire furiosa a ambos.

- Creí habértelo mencionado - comentomamá pensativa.

- Hay Nessie - ante aquello me giréindignada hacia ella.

- Así solo me llama Jake - le espetegroseramente.

- Renesmee - la voz de mi madre me diomiedo - solo trata de ser amable.

- Ella lo único que quiere hacer esmolestarme - no podía ser que mi mamá creyera que era buena.

- Por favor - Edward me veía de formaseria - conozco a mi hija, y ella no te llamo así para molestarte.

- Lo siento - se disculpó aun sonriendo -prometo que de ahora en adelante te llamare Renesmee ¿esta bien?

No contestesimplemente salí de la cocina y camine hacia el jardín, tal vez ahí podríatranquilizarme, me senté en el césped, esperando que mi mente alejara mis pensamientosasesinos hacía Emma.

- Pensé que te hacía un favor - parecíaque ella deseaba morir - porque con un nombre como Renesmee, yo preferiría elapodo.

- Nadie pidió tu opinión - gruñí.

- Y tienes razón - ante eso levante lamirada y la clave en ella - hago todo esto para molestarte - en ningún momentoquito su sonrisa - porque ahora, si puedo decir que no te soportó Renesmee, yque yo soy la que haré de tu vida un infierno.

- Eso ya lo veremos - le espete - porqueyo no soy una blanca palomita.

- Lo sé - elevo los hombros conindiferencia - pero esta vez, yo soy diferente y no voy a dejar que te burlesde mí y mucho menos que me insultes, esta vez me vas a conocer.

- No puedo creer que tu padre piense queeres su tímida hija - me levante, para colocarme frente a ella.

- Cuando me conociste, no es que fueratímida - clavo su mirada en mí - solo no era yo, pero ahora lo soy y como ya tedije, si antes me odiabas, ahora lo harás con mayor razón - se dio la vueltapara entrar a la casa - ¡Ah, cierto! - de nuevo se giró hacia mí - y si yofuera tú, me iría haciendo a la idea de que tu flamante novio, deje de serlo.

- Él no se va a fijar en ti - dijesecamente.

- Eres más tonta de lo que creí - movióla cabeza de forma negativa - pero no te preocupes, eso se quita
No espera,eso ya no se quita - y entro riendo a la casa.

 

Que ni se atrevieraa acercarse a mi novio, porque la iba a hacer pedazos, si se atrevía a haceralgo con él, en verdad me iba a conocer, y enserio ni siquiera se imaginabacomo era, no tenía ni la más remota idea de quien era Renesemee Newton.


Espero que no les moleste que me haya saltado siete meses, pero es que mi inspiración no era muy buena, pero espero les guste ^^
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DaniiBlackDiana96

No era tandivertido como había imaginado, que sería haber utilizado a Renesmee, aunque nome agradará que papá estuviera con alguien más, no podía negar que se veíafeliz y aunque me sintiera horrible, debía aceptar darle una oportunidad aIsabella Swan, aunque con Renesmee no sería igual.

Con ellame iba a divertir, haciéndola repelar como jamás lo había hecho, era algoinevitable, no me caía bien ni yo a ella, así que para que fingir algo que ningunade las dos sentíamos y bueno eso ya se lo había dejado más que claro y esperabaque entendiera, que esta vez no se estaba enfrentando a una zombie, esta veziba a conocer a la verdadera Emma Cullen.

Observemis muñecas, en donde a pesar del tiempo aun seguían las cicatrices, y sabíaque jamás iban a desaparecer, pero sabía que no sangrarían, al igual que lasdel alma, tal y como estaban mis brazos estaba mi corazón, había cicatrices quejamás se iban a quitar, pero que habían sanado, pero me habían cambiado.

Claroahora volvía a sonreír como siempre, pero a pesar de todo eso, mi alma no teníaesa jovialidad que había tenido antes, y era lógico, después de todo la muertede mamá, no era algo que fuera a olvidar, pero claro lo había superado.

- ¿En qué piensas? - alescuchar la voz de papá, salí de mis pensamientos.

- En lo mucho que te extrañé- susurre abrazándolo.

- Yo también te extrañe mucho- me beso el cabello - pero me alegra, que vuelva a tener a mi sonriente niña.

- Ya vamos a volver a empezar- dije con una fingida molestia.

- Te Amo, cielo - me beso lafrente - has sido lo más maravilloso que me ha pasado.

Simplementede nuevo lo abracé, y enserio no quería volver a separarme de papá, noimportaba lo que pasará, solo quería seguir siendo su nenita, no importaba eltiempo que pasara quería que me siguiera tratando como su niñita.

- Lamento interrumpir -comento Bella - pero ya están en el jardín, la familia.

- Gracias - susurro papá -bueno, amor es mejor que salgamos, antes de que comiencen a desesperarse.

Noconteste, solo me levante del sofá y camine hacia el jardín, en donde no soloestaba mi familia, sino también los pocos amigos que había logrado hacer enForks, en menos de lo que imagine, tanto Renata como Jane ya me estabanabrazando.

- Es increíble que estés aquí- dijo Jane con una enorme sonrisa.

- No vas a creer, que teextrañamos - comento Renata igual sonriendo.

- Yo también las extrañe -les confesé.

- Bienvenida - ante laseriedad de Alec, no pude más que reír.

- No seas tan tímido - repliqueabrazándolo - te extrañe Alec.

- Oye - se quejo Renata, conuna fingida seriedad - te pido que sueltes a mi novio.

- Lo siento - me disculpe,con una media sonrisa.

- Ojitos - ante aquello,estuve a nada de lanzarme sobre él, pero recordé que ahora salía con Renesmee -debo, decir que estoy molesto, porque no te despediste de mí - me sonrió ysentí miles de mariposas en mi estómago - pero ahora, no puedo enojarme, porqueestoy feliz de que estés aquí.

 

Y sinprevio aviso, me abrazo, no me intereso el resto de las personas, solo que Jakeme estaba abrazando, ni siquiera el seño fruncido de papá, ni siquiera losimproperios que Renesmee estaba diciendo, solo me importaba que de nuevo estabajunto al chico que había estado en mis sueños en todos esos meses.

- No sabes como te extrañe -le susurre.

- Ni tú a mí - respondió enel mismo tono - no he dejado de pensar en ti.

- Emma - al escuchar la vozde papá, me separe de Jake y puse mi atención en mi padre - tengo una sorpresapara ti.

- No me agradan mucho lassorpresas - replique, caminando hacía él.

- Yo creo que esta te va afascinar - me sonrió, besando mi cabello.

Me guióhacia el garaje de la casa de Isabella, enserio desde hace mucho que lassorpresas no eran lo mejor para mí, pero conocía a papá, no me iba a dar nadaque me hiciera sentir mal o al menos eso creía, en cuanto se abrió la puertadel garaje, había un mustang rojo con un enorme moño.

- Está increíble - susurre,aunque sinceramente no me emocionaba demasiado un auto.

- Vamos súbete - me dio unempujoncito y camine hacia él.

En cuantoabrí la puerta del copiloto, me quede sin palabras, ahí estaba una chica decabello negro al igual que sus ojos, su piel apiñonada, era Leah mi mejoramiga, desde que tenía memoria, era mi hermana o al menos así habíamos crecido.

- ¿No me vas a decir nada? -su sonrisa burlona, mis ojos comenzaron a picar - al menos un, "me da gustoverte" - me espeto.

- Leah - fue lo único quesalió antes de abrazarla.

- ¿Para mí no hay nada? - meseparé de Leah, al reconocer esa voz, el cabello castaño lo reconocería adistancia, esos profundos ojos marrón.

- Stefan - susurre incapaz demoverme.

- Se emociono más conmigo -se mofó mi amiga, pero ni aun así pude moverme.

- Peque - me extendió susbrazos.

- ¿Qué haces aquí? - muybien, se supone que debía abrazarlo.

- Esperaba más un abrazo - apesar de la tranquilidad en su voz, note que le había dolido que lo hubieratratado así - o un te extrañe, Stefan.

- Lo siento - me disculpe,caminando a abrazarlo - te extrañe, y me alegra que estés aquí.

- Tu padre, hablo connuestros padres - comento Leah - y bueno nos dio hospedaje, para que estemoscontigo este año escolar.

- ¿Enserio? - giré a ver apapá y él asintió - es increíble - esta vez me abrace con más fuerza a Stefan.

Él rodeopor completo mi cintura, y en ese momento me di cuenta que lo que sentía por élya no era lo mismo, aunque no sabía que era lo que realmente sentía.


Leah Yo quería que ella fuera, así que espero no les moleste que la haya cambiado n.nUEspero que tengan un año increíble, y que todos sus deseos se cumplan y un enorme abrazo
Capitulo dedicado a:
DaniiBlackDiana96Zhere StAr De Black
Feliz y Prospero Año Nuevo

De nuevosoñaba con él, pensé que volviéndolo a ver, los sueños desaparecerían, peroparecía que no iba hacer así, y como siempre estaba despierta demasiadotemprano, tratando de identificar que era lo que sentía por Jacob Black.

 

Creo queen estos momentos era cuando más falta me hacía mamá, me encontraba sentada enla ventana, esperando que el sol saliera en todo su resplandor, y bueno aun nome acostumbraba del todo a la nueva casa, que papá había comprado, que estabajusto al lado de la de Jake; pero en ese momento estaba tratando de alejar demi mente a mi nuevo vecino.

- Buenos dí
- giré la cabezay me encontré con Leah en pijama - no es justo - se quejo, mientras caminabahacía mí - se suponía, que debía despertarte.

- Un poco tarde - eleve loshombros.

- Es raro que hayasdespertado temprano - se sentó en mi cama, pero sentía su mirada en mí - aunquetal vez, sea ese nerviosismo de saber que Stefan esta durmiendo, tan cerca deti.

- Leah - llame en un susurro- ya no siento lo mismo.

- ¿Por Stefan? - asentílevemente - no sé que decir, siempre los vi tan enamorados, que pensé que talvez iban a llegar al altar.

- Eres bastante soñadora -replique - ¿él aun me ama?

- Pulga - como odiaba eseapodo, pero me lo había ganado, ya que era la más baja de mis amigas, pero eneducación física, era la que más alto saltaba - desde que subimos al avión, noha parado de hablar, de lo que iba a hacer cuando llegará y te viera, creo quesí te ama.

Solté unsuspiro y me cubrí el rostro con las manos, él no podía amarme, después de todohabía pasado más de un año, desde que nos habíamos dejado de ver y dos años enlos cuales habíamos terminado.

- Hola chicas - ante la vozde papá, lo observe, ya estaba vestido - solo vine a decirles, que su escuelaempieza hoy.

- Gracias - le sonreílevemente.

Sin decirmás salió de la habitación, Leah se levanto de la cama y camino hacia el baño,mientras yo hacía lo mismo, pero entre al baño de la recamara de papá. Tome unaducha y en cuanto termine camine de regreso a mi recamara, me vestí lo másrápido que pude.

En cuantoestuve lista baje a la cocina, en donde Stefan ya estaba desayunando, creo queesto de que papá lo hubiera traído a vivir con nosotros, no era del todo bueno.

- Hola - salude, caminandohacia el refrigerador.

- ¿Cómo dormiste? - preguntosuavemente.

- Bien ¿y tú? - tome un vasoy me serví un poco de leche.

- Bien - me sonrió levemente -¿te sientes bien?

- Sí - respondí, dando unsorbo a la leche para no hablar.

- Buenos días - ante la vozde Leah, me sentí aliviada.

- Buenos días - respondióStefan.

El restodel desayuno paso en silencio, claro hasta que Leah, comenzó a gritar que sehacía tarde, así que sin muchas ganas salimos de la casa, y resulto que elcarro no era mío sino de Stefan, así que el manejo hacía la escuela.

Deje aLeah de copiloto, la verdad no quería que él tratara de decirme, algo sobre lonuestro, así que estaba tratando de mantener mi distancia con él. En cuantollegamos a la escuela y baje del auto me sentí un tanto aliviada, pero comodije mi plan era mantenerme alejada de Stefan.

Así que encuanto me sentí libre eche a correr, diciendo algo como de que se me hacíatarde, ninguno de mis amigos dijo algo, doble una esquina, y bueno no sé comopaso, pero termine en el suelo.

- Lo siento - se disculpó,una voz que no se me hacía muy conocida - pero, es que se me

 

Pero sequedo a la mitad al verme, su mano extendida, enseguida la retiró, los ojosverdes se notaba de la incomodidad que sentía de estar conmigo.

- Un caballero, me ayudaría alevantarme - le reproche.

- ¡Oh, sí! - en ese momentode nuevo me ofreció su mano, la cual tome sin quejas, me ayudo a recoger mimochila.

- Soy Emma Cullen - mepresente.

- Ya nos conocemos - mesonrió levemente.

- ¿Enserio? - arrugue lanariz, tratando de recordar.

- Nahuel - me entrego mimochila.

- ¡Oh! - fue lo que salió demi boca, al recordar cuando lo conocí - ahora comprendo tu mirada - le sonreí -pero creo que ahora podemos empezar de cero, ¿te parece?

- Supongo - no pareció muyseguro.

- Vamos - use mi mejor voz deinocencia - soy Emma Cullen y ¿tu eres?

- Nahuel Green - respondiócon una media sonrisa - y creo que debemos ir a clases.

- Cierto - recordé que ibatarde - un gusto conocerte.

- El gusto fue mío - escucheque respondió.

Pero enese momento de nuevo corría hacía el salón, la verdad es que Nahuel no me caíadel todo mal, de hecho era bastante guapo, solo que la vez que lo conocí noestaba muy bien, y por eso había actuado de esa forma con él, pero esperaba quea partir de ahora nos lleváramos bien.


Nahuel

El primer capitulo del año n.nU y bueno se me ocurrió una idea para un nuevo fic, que sería de Emmett, pero con una pareja diferente o sea sin Rosalie, pero no sé si les gustaría leerlo.

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Esto era realmenteincreíble, no podía creer que la odiosa y tarada de Cullen, de nuevo estuvierade regreso, yo que había pasado los mejores siete meses de mi vida, pero clarotenía que venir a arruinarlo con su estúpida presencia, pero iba a hacer que sefuera.

Iba a hacer su vidaun infierno, para que se fuera y dejara mi vida libre, sin tener que ver suhorrible cara todos los días en la escuela, y parecía que ahora hasta Nahuel sehabía puesto de su lado, debía conseguir nuevos amigos, porque los que teníatodos parecían adorar a la nueva Emma.

- Hola - al escuchar su voz, deseegolpearla - tu mami te dijo, ¿Qué hoy vamos a comer juntas?

- ¿Solo tú y yo? - pregunte con ciertarepulsión.

- Invite a Jake - me sonrió de lado - yla verdad, parecía fascinado ante la idea de solos sin ti, pero cuando le dijeque también irías, debiste ver su cara de decepción - hizo una mueca detristeza - pero acepto ir.

- Te dije que no te quería cerca de él -sin pensarlo la tome de los brazos y la estampe contra la pared - pero parece,que no valoras tu vida.

- Vamos - me sonrió de lado - no tepongas celosa, hay mucho Jake para las dos ¿no te parece?

- Él es mío - le espete - y no te quierover cerca de él.

- Yo solo quería ser amable - ante lafingida tristeza, quise golpearla - pero está bien, me mantendré alejada deJacob.

- Por tu bien - la solté y note como unalágrima bajaba por su mejilla.

- Renesmee - esa voz no era más que deJake - ¿Qué pasa contigo?

- Ella empezó - replique.

- Yo solo quería comenzar a tener unarelación amistosa contigo - no podía creer, que enserio creyera en esas falsaslágrimas.

- No puedo creerlo - me reprocho - Emma,solo quiere acercarse a ti, pero tú simplemente lo haces imposible.

 

- No puedes creerle - mi voz sonabasorprendida - es una pésima actriz.

- No puedo - susurro, mientras se echabaa correr.

- Eres increíble - dijo Jake antes deseguirla.

No podía creer queen verdad le hubiera creído, debía comprarle unos lentes, para que se dieracuenta que Emma solo estaba actuando, para que todos creyeran que ella era lavictima, cuando no era más que la bruja.

- ¿No te encanto su actuación? - giré mivista y me encontré con la estúpida amiga de Cullen, que si mal no recordaba sellamaba Leah - creo que los cuatro años de Teatro sirvieron de algo.

- Me las va a pagar - gruñí.

- Lo mejor sería, que te disculparas conella - comento con indiferencia - porque esto no es nada, con lo que te hará,conozco a Emma y te prometo que te hará suplicar.

- Por favor - refunfuñe - la que no sabe,con quien se mete es ella, pero mejor dile a tu amiguita, que esto me la va apagar caro.

- Lo dudo - sonrió de lado - y buenoRenesmee, debo decirte que tienes una nueva persona que hará tu vida miserable.

- Eso lo veremos - y sin más salí dellugar.

Esto no se iba aquedar así, por supuesto que no, pero necesitaba pensar que iba a hacer en sucontra, y también necesitaba aliados, claro que no sintiera a Emma como suamiga, así que Renata, Embry y Alec quedaban descartados.

Me la pase pensandoa quien iba a usar en su contra, debía ser alguien que ella quisiera, yentonces como por arte de magia apareció, el chico que no era para nada feo yademás era uno de los mejores amigos de la tarada de Emma.

- Hola - salude con una media sonrisa.

- Hola - contesto seco.

- Veo que Emma, ya te metió ideas sobremí - hice una mueca de decepción.

- Emma, ni siquiera te menciona - meespeto - solo soy observador.

- ¿Crees que yo soy la mala? - hice mimejor rostro de cachorro.

- No lo creo, - ni siquiera me miró -pero lo mejor es que te mantengas alejada de Emma, no me agrada que lastimen ami mejor amiga.

- Yo no le he hecho nada - replique.

- Conozco a personas como tú - me mandouna mirada ácida - y sé lo que ya vivió Emma, así que no te quiero cerca deella.

- ¿Por qué todo mundo cree que es unadulce e inocente palomita? - gruñí.

- Sé que Emma no es indefensa, sabedefenderse por si misma - su voz era fría - pero, tú eres la clase de personaque no me agrada, porque eres caprichosa, engreída y superficial - ante esoabrí los ojos - y tú eres la clase de niñita tonta, que podría lograr que mipequeña haga cosas de las cuales se arrepienta.

- No me conoces - replique - no puedeshablar de mí, de esa forma.

- Con solo mirarte lo sé - me escupió - yno creo que me equivoque, y es por eso que te quiero lejos de Emma, porque ellate hará la vida imposible es cierto, pero también se la hará ella, así quemantén tu distancia.

Y sin más se fue,enserio que era un imbécil, no podía creer que ni siquiera pudiera ganarme auno de sus amigos, pero ella con una simple sonrisa se había ganado a todos misamigos.

- ¿Te funciono el plan? - ante la burlaen su voz, ni siquiera la miré - debes aprender, Renesmee no a todos les salela carita de inocencia.

- No te va a durar mucho - le espete -porque él se va a enamorar de mí, y entonces cuando lo tenga comiendo de mipalma, le sacaré de mi vida tan rápido, que no podrás ni consolar a tu amiguito.

 

- Podría hacer lo mismo con Jacob -replico.

- No tienes las agallas para hacerlo - megiré hacía ella con una media sonrisa - es más fácil, que él juegue contigocomo ya lo hizo.

- ¿De qué hablas? - elevo una cejaconfundida.

- No puedo creer, que en verdad hayascreído que él salía contigo por gusto - solté una leve carcajada - enserioEmma, eres más imbécil de lo que pensé - su mirada seguía clavada en mí - élsolo quería darme celos, fue por eso que salió contigo.

Le di la espalda aunriendo, en cierta forma eso había sido cierto, aunque yo no había sido lapersona a la que quería dar celos, pero eso eran pequeños detalles, que ella nodebía saber.


Stefan

Bueno acabo de subir el nuevo fic, que es de Emmett, Rose no sera la pareja, así que espero que se puedan pasar por el, se llama "Mi pequeño demonio" https://www.potterfics.com/historias/67170

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¿En verdadJake, me había usado para darle celos? No podía imaginarlo así, pero en cuanto pensabaque aquello pudiera ser cierto, sentía mi corazón oprimirse, era extraño lorápido en que Jacob Black se había vuelto importante en mi vida.

- ¿En qué piensas? - escuchela voz de Leah.

- Nada - mentí.

- No engañas a nadie con esacara - me espeto.

- No importa - susurre,tratando de fingir que ponía atención a Cálculo.

- ¿Tiene que ver con el chicode allá? - levante la vista, hacía donde me señalaba y note a Jacob, escribiren su cuaderno lo que el profesor había anotado en el pizarrón.

- ¿Tan obvia soy? - pregunteen voz baja.

- Ambos lo son - admitió, yen ese momento sus ojos cafés se clavaron en los míos y me regalo una sonrisa -se ha pasado toda la clase mirándote.

- ¿Sabes? - después deregresarle la sonrisa, pose mi vista en el pizarrón - mi fuerte no son losnúmeros - comente al ver las ecuaciones - y menos, si estos se combinan conletras.

- Pero creo que el musculoso- le mande una mirada seria, al saber a quien se dirigía - las entiendeperfecto.

- ¿Qué estás tratando dedecir? - fingí no entender, mientras anotaba las ecuaciones.

- Sabes a lo que me refiero -sabía que estaba sonriendo - esta bastante bien, y si no le coqueteas tú, loharé yo.

- Leah - le reproche - nosaldrías con un novio mío.

- ¡¿Saliste con él?! -exclamo más fuerte de lo necesario.

- Señorita, Clearwater - lavoz del profesor sonó amenazadora.

- Lo siento - se disculpó,mientras yo trataba de ocultar una risita - ¿Por qué diablos no sabía quehabías salido con el sabroso?

- En ocasiones me avergüenzaser tu amiga - aunque a pesar de eso aun sonreía - y bueno, ¿Cómo diablos teiba a decir? Recuerda que Stefan no debe saber quien es.

- Claro, el celoso ex - noconteste - pero vamos, hay que ser ciego para no darse cuenta, que algo hayentre ustedes.

- No hay nada - replique - yosolo salí con él, porque en cierta forma me sentía más como yo y bueno tambiénmás segura, pero no había amor - sentí su golpe.

- ¿Utilizaste a hace papito?- enserio en ocasiones, me preocupaba el vocabulario de mi amiga - Emma, eso nose hace.

 

- Solo duramos un mes - lequite importancia - y bueno, era lo único que veía como mi balsa de salvación,y no quise dejarlo ir, aunque claro vinieron los recuerdos de Stefan y decidíterminar la relación.

- ¿Lo terminaste por losrecuerdos de tu debilucho novio? - parecía irritada.

- En ese momento amaba aStefan - me defendí.

- ¿Y ahora? - no deseaba versu mirada - creo que tu balsa, se transformo en un enorme barco.

- No puedo hacerle algo así aStefan - murmure.

- No debes dejar todo por él,- comento con indiferencia - si el musculoso es tu felicidad, debes luchar porél.

- ¿Y que pasa con su novia? -cuestione, mientras observaba como todos comenzaban a resolver las ecuaciones.

- Si le importará la novia,no te vería como lo hace - ante eso gire confundida y de nuevo la penetrantemirada de Jake - yo creo, que también conquistaste su corazón.

Decidí nocontestar, así que comencé a tratar de resolver las horribles ecuaciones ybueno Leah tampoco continúo con la plática.

- Les entregaré sus exámenes- escuche decir al profesor - debo decir, que por lo general están bien, solohay algunos alumnos que deben ponerse a estudiar - no puse atención, en verdadodiaba las ecuaciones - señorita Cullen - en ese momento lo note a mi lado y meentrego el examen con un horrible cuatro - debe esforzarse.

¿Y creíaque no lo hacía? Mi padre me iba a matar, bueno exageraba ya que después detodo, él entendía que las matemáticas y sus derivados no eran lo mío, y buenoahora que salía con Bella, había dejado de lado mi repaso sobre Cálculo, antesdel examen.

- Creo que necesitas un tutor- ante eso levante la vista y note a Jake, frente a mí y bueno Leah parecíahaber desaparecido, y en ese momento note que la clase había terminado.

- Soy pésima - confesé.

- Yo puedo ayudarte - mesonrió, mostrándome su examen con diez - claro si quieres.

- ¿En verdad me explicarías? -lo mire sorprendida.

- Por supuesto - respondiócon simpleza.

- Eres lo mejor, - leasegure, mientras guardaba mis cosas - ¿nos vemos hoy a las cinco en mi casa?

- Ahí estaré - en ese momentonote que el salón estaba vacío.

- Bueno nos vemos - medespedí.

Salícorriendo del salón, observe el enorme reloj, que estaba en el pasillo y noteque tenía que llegar ya, para no escuchar los reproches de la de Historia,diciendo que la puntualidad era lo más importante y un sin fin de cosas que nodeseaba oír.

Cuandollegué al salón, la puerta estaba cerrada, y seguramente si entraba además deldiscurso de puntualidad, sería tarea doble. Me quedé meditando algunos segundosen si entrar o no.

- ¿Podemos hablar? - alescuchar esa voz salí de mis pensamientos.

- Voy tarde - trate delibrarme de él.

- Ya no vas a entrar - anteeso odie que me conociera - así que no puedes, atrasar esta platica.

- Muy bien - acepte.

Caminamoshacía la cafetería, en donde no pude más que sentarme a esperar a que hablara,y sin más tomo mi mano, muy bien ese no era un buen principio y eso meangustiaba.

- Pequeña, -su voz era suave - sabes que mis sentimientos por ti, siguen intactos.

- Stefan

- Shh - meinterrumpió - déjame hablar - me quede callada - y necesito, que seamos algomás que amigos, no puedo seguir siendo solo tu confidente, necesito que seamosnovios de nuevo - se inclino sobre mí y estuvo a punto de besarme, pero melevante.

 

- En verdadlo lamento - me disculpé - sé que me has dado más de lo que merezco, pero estoyconfundida.

- ¿Confundida?- repitió clavando su mirada en mí - ¿Por qué deberías estarlo?

- Lo quepaso entre nosotros, fue increíble - le aseguré - pero las personas cambian,los sentimientos también y

- ¿Ya no meamas? - ante eso me mordí el labio nerviosa - ¿Quién es?

- No haynadie - dije enseguida.

- Claro quelo hay - me espeto - y quiero saber quien es.

- Stefan, lomejor es olvidarlo - opine - y seguir como amigos.

- ¿Amigos? -sonrió amargamente - yo no puedo ser tu amigo, Te Amo demasiado para solo sertu amigo.

- ¿Deboaceptar salir contigo? - pregunte en voz baja.

- Si mequieres, eso deberías hacer - muy bien, este no era el Stefan que yo conocía.

- Lo mejores que regreses a Nueva York - repuse - no pienso salir contigo, porque loúnico que haría sería lastimarte.

- ¿Así defácil? - su mirada mostraba molestia - yo estuve contigo siempre, y ahora debohacerme a un lado, ¿para que tú seas feliz con otro? - no respondí - esto no esuna novela romántica, y yo no soy el imbécil que te dejará que estés conalguien más, solo para verte feliz - arrugue la nariz - estuve en cada momentodifícil contigo, y ahora no me vas a hacer a un lado.

- No voy asalir contigo - mi voz fue firme - porque no Te Amo, ya no sintió esasmariposas al verte, ya no te extraño cuando no te veo, ni siquiera necesitosentir tus brazos cuando estoy mal, y no es del todo cierto que estuvisteconmigo, claro que me escuchaste cuando lo necesitaba, pero la vez que estuveen el hospital tú no estuviste ahí, - lo miré fríamente - no sé donde quedo elStefan que yo conocí, porque el que tengo delante es un completo desconocido.

- Estuvecontigo - camino hacía mí - para que cuando salieras, te quedarás conmigo yahora no puedes salir con esto de que no me amas.

- No puedesobligarme a nada - replique - y que mal, que solo estuviste conmigo, para queal final me quedará contigo, tal vez si me hubieras tratado como antes, no comosi fuera de tu propiedad otra cosa hubiera sido, pero ahora no quiero verte.

- Si me voy,no volverás a verme - me espeto - y te vas a perder al mejor hombre.

- Emmy - al escuchar aquellavoz, salí de mis pensamientos, frente a mí estaba Stefan con el rostropreocupado, así que todo lo que había pasado solo era el inconsciente que medecía que solo así podría decirle a mimejor amigo que se fuera - ¿te sientes bien?

- Sí - sonreí levemente -¿Qué querías decirme?

- Siento que me estasevitando - su mirada marrón mostraba cierto dolor - y en verdad, me duele queme hagas eso.

- Lo siento - me disculpe -lo que pasa, es que me siento confundida.

- No voy a tratar de besarte- me aseguro - hasta que tú me digas, que estás lista para regresar conmigo.

 

- ¿Y si nunca lo estoy? -ante eso me di un golpe mental, eso no debió haber salido.

- Entonces, seremos amigos -me sonrió levemente - sabes que yo te adoro, y antes de ser tu novio fui tuamigo, y eso no va a cambiar.

- Eres más de lo que merezco- susurre abrazándolo.

- Mereces mucho más - me besoel cabello.

- Enserio eres increíble - meseparé de él con una media sonrisa.

- Solo para ti - me acaricioel cabello - pero creo que ahora, es mejor que te lleve a clase, antes de quepierdas esta también.

No dijenada, solo camine a su lado, Stefan era un ser humano increíble, y yo no podíapensar en siquiera en buscar a alguien más después de todo, él era lo que yonecesitaba, pero si era así, entonces ¿Por qué soñaba con Jacob?


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No podíacreer lo nervioso que me sentía, pero no tenía porque estarlo, después de todosolo era una chica más o al menos debería serlo, además yo tenía novia. Una quehabía tenido que aceptar, ya que no quería lastimar a mi mejor amiga.

Respireprofundo antes de llamar a la puerta, me sentía como un imbécil, ni siquieracuando quise salir con Leyna me había sentido así, ahora era como un chiquilloantes de Navidad, que no puede irse a dormir porque esta ansioso por ver losjuguetes.

- Jake - ante eso note queella estaba delante de mí - ¿llevas mucho? - se hizo a un lado, para dejarmepasar - no escuche el timbre.

- Apenas iba a tocar - repuse,mientras entraba a la casa.

- Disculpa el desorden - seacomodo el cabello detrás de la oreja con nerviosismo -pero vivir con Leah yStefan no es fácil.

- No te preocupes - le sonreí- mi casa esta peor.

- Lo dudo - me guió a lasala, en donde había bolsas de papas y latas vacías en la mesa de centro - creoque lo mejor, es ir al estudio.

- Hola - gire la vista y meencontré con Stefan - ¿van a estudiar?

- Va a ayudarme con Cálculo -respondió Emma.

- Suerte con ello - comento,dándome una palmada en el brazo.

- Gracioso - el sarcasmo hizoque él riera, mientras subía las escaleras.

Sin decirnada caminamos hacia el estudio, en donde estaba más recogido que en la sala,caminamos hacia una pequeña mesa que había, saco su libreta de Cálculo.

- ¿Qué es lo que noentiendes? - pregunte sentándome a su lado.

- Todo - susurro - losnúmeros y yo simplemente no nos llevamos.

- Muy bien, empecemos con lomás sencillo - repuse, mientras anotaba una de las ecuaciones más sencillas.

Leexplique como se hacía, y bueno le deje hacer dos más, las cuales resolvióbastante rápido, continuamos con las explicaciones, y la verdad es que losrespondía correctamente con la primera explicación.

- Aprendes rápido - comente.

- Pues así de rápido se meolvida - respondió - enserio, que cuando me las explican, puedo hacer losejercicios, pero en el examen lo olvido.

- Tendremos que estudiarjuntos, entonces - sus ojos verdes se clavaron en los míos, haciendo que micorazón comenzara a latir con fuerza.

- No creo que eso le agrademucho a tu novia - baje la mirada a sus labios, enserio que me estaba tentandodemasiado.

- Soy tu tutor en Cálculo -eleve los hombros, y ella elevo una ceja - así que, estudiaremos para el examen.

 

- Muy bien, tutor - sonrió delado - ¿quieres algo de tomar o de comer?

- Te acepto un vaso de agua -dije tranquilamente.

Caminohacia la puerta y yo la seguí, la verdad no deseaba quedarme solo en elestudio, llegamos a la cocina, me senté en uno de los bancos que había, nodespegue mi vista de ninguno de sus movimientos.

Se movíacon una delicadeza, parecía una bella bailarina, para mi era una hermosa ninfa.

- ¿Tengo algo? - y en esemomento note que ya tenía el vaso de agua frente a mí.

- No - rápidamente desvíe lamirada.

- ¿Puedo hacerte una pregunta?- asentí levemente - ¿Por qué sales con Renesmee?

Levante lavista un poco confundido por la pregunta, a ella no debería importarle quesaliera con Nessie, pero sin embargo me estaba preguntando el porque de mirelación, sus ojos clavados en mí, no era algo bueno, ya que mi impulso debesarla estaba ganando.

- Pulga - ante aquella voz,note lo cerca que estábamos y bueno al instante me separé y desvíe mi vista -lamento interrumpir, pero Renesmee esta en la sala.

- Dile que voy - ante aquelloLeah salió de la cocina - creo que es mejor que no salgas, sino tendremosproblemas.

- Yo me quedaré aquí - leaseguré con una media sonrisa.

Sin decirnada salió del lugar, mientras yo me reprendía por lo que iba a hacer, no podíabesarla, después de todo mi novia, era la hija de la novia de su padre, o seaque eran casi familia y no podía jugar de esa forma con ninguna.

- Así que tú eres quien, estadescontrolando a Emma - Stefan se sentó, frente a mí y su rostro era serio.

- No sé de que hablas - tratede salirme por la tangente.

- Emma siente cosas por ti -su voz fue ronca - y no me agrada, pero sin embargo dejaré que siga contigo, para que en algún momento ladecepciones, y entonces ella vendrá corriendo a mí.

- ¿Tú plan es que yo lastimea Emma, para que se refugie en ti? - me parecía estúpido - veo, que te gustaser el premio de consolación.

- Creo que es mejor no hablarquien es premio de consolación, y quien no - sonrió ladinamente.

- ¿Por qué? ¿Te duele saberque Emma, a quien quiere es a mí? - lo rete con la mirada.

- Jacob, ella solo saliócontigo, porque me extrañaba - me miró con altivez - y cuando se dio cuenta queme amaba, te dejo.

Anteaquello mi defensa se vino abajo, no creía capaz a Emma de hacer eso, pero antesu sonrisa burlona, supe que aquello era cierto, no podía enojarme, después detodo yo también había jugado con ella, pero sentí como algo dentro de mí serompía.

- Pero ahora yo soy elimportante - le miré fríamente - y sabes algo, ella se va a quedar conmigo,porque me va a amar, como jamás lo hizo contigo.

- Eso ya lo veremos - sin másse giró y salió del lugar.

Estabadicho, Emma Cullen iba a terminar suspirando por mí, y Stefan simplemente seiba a quedar mirando como su "Amor Platónico" moría por mí.


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Observe a Renesmee sentada en el sillón, tenía cara de pocos amigos, pero esto se iba a poner interesante, sonreír de lado, ya que de solo imaginarme su reacción iba a hacer fabulosa, solo que tenía que actuar con cuidado, después de todo Jacob estaba en la cocina, y no debía saber que yo no era tan "indefensa" como él pensaba.

 

- Hola hermanita - sabía que eso le molestaba de sobre manera.

- Ya te dije, que no soy tu hermana - me espeto, ante aquello sonreí levemente.

- Hermanita ¿sabes, quien está en la cocina? - ignore su comentario.

- Me importa un bledo, quien este en la cocina - me fulmino con la mirada - por lo único que vine, es porque mi madre me obligo, a que tuviéramos un acercamiento.

- ¿Jamás jugaste Adivina el personaje? - le sonreí abiertamente - creo que si lo hacemos, sería una forma de acercarnos.

- Ya te dije que no me interesa - su voz fue áspera.

- Es muy guapo - camine hacia ella - tienes unos hermosos ojos cafés, y además es mi tutor de Cálculo.

- Mientes - me espeto, al ver a quien me refería.

- ¿Por qué habría de hacerlo? - la mire con inocencia - sino me crees ¿Por qué no entras y lo averiguas?

Me empujo y camino directo hacia la cocina, ahora era momento de hacer mi actuación, respire profundo antes de correr hacia ella.

- Yo puedo traerte el jugo - dije de forma apresurada y tomándola del brazo.

- ¿Acaso me crees estúpida? - ante eso asentí, por lo cual tuve que hacerme a un lado, para evitar su puño.

Pero el siguiente que siguió, no lo pude evitar, ya que ni siquiera lo vi venir, tenía la mano bastante pesada, pero antes de siquiera poder regresarle el golpe, Leah me la había quitado de encima, esto no era como pensaba esto, pero se me había salido de control y ahora mi mejor amiga estaba golpeando a Renesmee.

- Leah - la jale, para que acabará esa estúpida pelea, y bueno cuando las separe, los dos hombres por fin salieron.

- ¿Qué pasa? - pregunto Stefan, tomando a Leah.

- No te atrevas, a volver a golpearla - le espeto mi mejor amiga - porque la próxima, te saco los ojos.

- Basta - mi voz sonó más elevada de lo normal - lo mejor es que se vayan - les dije a Jacob y compañía.

- Lo lamento - se disculpó, mientras tomaba a su novia del brazo.

- No te vuelvas a acercar a él, o te prometo que te vas a arrepentir - ante eso desee tanto golpearla, pero me contuve.

Jake no dijo nada, solo la sacó de la casa, mientras Stefan soltaba a Leah, y en cuanto eso sucedió camino hacia mí.

- Estoy bien - repuse, antes de que comenzará a revisarme.

- Estás jugando con fuego - me reprochó Stefan - y por lo regular, cuando haces cosas malas, te va mal.

- Sé lo que hago - dije secamente.

- No se nota - me espeto - te estás comportando, como una chiquilla caprichosa, al igual que Renesmee.

- Déjala - replico Leah.

- ¿Sabes? - sus ojos mostraban cierta decepción - la chica que tengo delante de mí, no la conozco. La Emma de la que me enamoré, ya no se encuentra aquí, creí tontamente que volvería a ver a esa chica llena de ilusiones y vida, y que no vivía para molestar a Renesmee, pero ya no hay nada, así que lo mejor es que me vaya.

- Stefan - ante la mención de que se iba, mi corazón dolió - por favor, no te vayas.

- ¿Para qué me quieres aquí? - me miro fríamente - si a quien quieres, es a Jacob, yo aquí simplemente salgo sobrando.

Y antes de que pudiera decir algo desapareció de la sala, en cuanto lo deje de ver, supe que a pesar de todo lo necesitaba aquí, que lo había sentido seguro, y por eso había decidido buscar a alguien más.

 

- Ya se le pasará - me aseguro Leah - recuerda, que es el dramático de los tres.

- Él tiene razón - susurre - regresé aquí, simplemente para divertirme con Renesmee, a pesar de aparentar ser la misma Emma, es una mentira.

- Pulga - me acaricio el cabello - para mí eres la Emma de siempre, la que no importaba que pasará su sonrisa, no se apartaba de su rostro.

- Siento cosas por Jake, que no debería - mi voz apenas fue audible.

- Que te guste es normal - me aseguró - de hecho, si no lo hiciera, creería que hay algo mal en ti.

- No solo me gusta, - debía confesarme con ella - creo que me estoy enamorando.

- Entonces deja que Stefan se vaya - dijo con indiferencia - y así podrás, conquistar al sabroso sin temer lastimarlo.

- Stefan es importante para mí - ante aquello, elevo una ceja.

- Debes decidir Emma - repuso suavemente - en esta vida, no se puede tener todo - me tomo la mano - decide que es más importante para ti, tener a tu ex novio o conseguir a Jacob.

- Stefan no solo es mi ex - le reproche - es mi mejor amigo, ahora entiendo, porque no debe haber relaciones entre amigos.

- Habla con Stefan - opinó - y dile como te sientes, sé que te entenderá después de todo, es el chico perfecto en muchos sentidos.

Creo que tenía razón, me levante del sillón y camine hacia su recamara, tenía muchas cosas que decirle, llame, pero al no obtener respuesta, abrí la puerta.

Lo encontré sentado en la cama, parecía fastidiado, decepcionado y dolido, y sabía que era por mí; camine y me senté a su lado, él no se movió, ni siquiera me miró.

- Quisiera que todo fuera como hace tres años - le aseguré - como cuando, ambos descubrimos que nos gustábamos por culpa de Leah - no dijo nada - desde que cumplí trece años, creí que tú eras a la persona con la que pasaría toda mi vida - sonreí - era una niña, que creí que todo sería como las novelas románticas, que los protagonistas, se conocen desde niños, y terminan enamorándose y al final formando una hermosa familia, pero

- Esto no es un libro - me interrumpió - yo sé que tal vez, ya no soy la persona con la que sueñas, o la que ves como héroe, lo entiendo - por fin clavo su mirada en mí - pero no por eso deja de doler, quisiera que tus ojos brillaran como lo hacen cuando ves a Jacob, pero no puedo ordenarte que me ames.

- Sé que suena contradictorio - ni siquiera yo me entendía - pero, siempre estarás en mi corazón, siempre te querré.

- Pero no, como comienzas a quererlo - me sonrió, y yo baje la mirada - sabía que esto no iba a ser eterno, solo deseo que todo vaya bien.

- Lo siento - era lo único que podía decir.

- Lo mejor es que yo regresé a Nueva York - me sonrió levemente.

- No me dejes - le suplique.

- Pequeña, no me hagas esto - sus ojos me pedían que lo dejará, pero lo necesitaba aquí, tal vez estaba siendo demasiado egoísta.

- Quiero volver a enamorarme de ti - muy bien, había sobrepasado el egoísmo a un alto grado.

- Tú lo que no quieres es enamorarte de Jacob - era un libro abierto para él - y yo no pienso ser, el premio de consolación - no pude contradecirlo - Emma, es mejor que nos mantengamos aleja

- No - me negaba a tener que dejar de verlo - dame un mes, en ese tiempo el interés que siento por Jake se irá.

 

- Sab

- Shh - coloque mi dedo sobre sus labios, para que no hablará - un amor, como el que te tuve no se muere, en cambio la atracción hacia Jacob se irá, pero necesito que estés aquí y me hagas ver que tú eres el hombre ideal para mí.

- Te aprovechas, de que no puedo decirte no - me reprocho.

- Gracias - me abrace a él.

- Pero debo decirte, que mientras pienses en él - se separo de mí - no quiero, que trates de besarme o coquetearme, porque si lo haces, solo para darle celos, solo recuerda que no me agradan las mentiras.

- Lo sé - le sonreí levemente.

En verdad no sabía donde había quedado la Emma, que se interesaba por los sentimientos de los demás; ahora solo quedaba la chica que no quería quedarse sola, y haría lo imposible por tener alguien seguro, esto era realmente horrible, pero mi egoísmo había callado a mi corazón y a mi consciencia.

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Esto era un completo caos, sabía que me había mentido, pero sobre todo le había asegurado a Stefan, que lo de Jake iba a hacer pasajero, pero a quien iba a engañar, si el simple hecho de estar a su lado, me ocasionaba un caos.

Eran las tres de la mañana, y de nuevo el sueño me había levantado, no podía creer que Jacob Black, hubiera llegado a mi vida a cambiarla, después de todo ni siquiera había salido con él porque me gustará, simplemente había sido para no sentirme tan sola.

- Emma - escuche la voz somnolienta de Leyna, mi prima se había quedado conmigo, para terminar el trabajo de Historia - ¿Por qué estás despierta?

- No puedo dormir - fue mi sencilla respuesta.

- ¿Qué pasa? - camino hacia la ventana, que ya se había vuelto mi lugar para meditar.

- Pasan muchas cosas - susurre - y la primera, es que me estoy comportando como Renesmee.

- No entiendo - me observo con una ceja elevada.

- Me estoy enamorando de Jake - conteste - pero no quiero, dejar a Stefan - arrugo la nariz - estoy utilizando a mi mejor amigo, como mi balsa de salvación, por si no salen las cosas con Jacob.

- ¿Te das cuenta que te gusta, alguien con novia? - asentí levemente - no sé qué decir Emma, simplemente no creí que Jake pudiera llegar a gustarte en verdad.

- Ni yo misma entiendo que es lo que paso, - solté un suspiro - pensé que solo sería uno más, pero cuando me fui, lo único que tuve en mis pensamientos fue a él.

- No puedes tener todo en la vida - no podía creer que ella y Leah se pusieran de acuerdo con eso - así que debes decidir, que es lo que quieres.

- No puedo perder a Stefan, he vivido demasiadas cosas con él - dije en voz baja - y bueno Jacob sale con Renesmee, así que creo que ya tengo mi respuesta.

- Sé que no conoces a Jake, como yo - sus ojos se clavaron en la ventana - y supongo que esto lo dices, por todo lo que ha pasado con sus novias, pero Jacob no es así.

- Vamos Ley - suspire - Jacob, no es la clase de chico, que elegirías para una relación seria.

- No debes juzgarlo - me reprochó - apenas si has hablado con él.

- ¿Qué no debo de juzgar? - la mire seriamente - termino a Camille, y a la semana ya salía conmigo, y después Renesmee me dice, que solo fui la chica para darle celos, enserio no sé que pensar de Jacob.

- No puedes creerle - me aseguro - Jake, solo sale con ella, porque no pudo negar su propuesta de noviazgo.

 

- ¿Se lo pidió? - no podía creer aquello.

- Todas las chicas con las que ha salido, ellas se lo han pedido - eso era nuevo - y como lo sé, Jacob siempre suele desahogarse conmigo.

- ¿Por qué me lo pidió a mí? - aquello no me concordaba.

- Porque le gustabas o gustas - me sonrió levemente - debes darle una oportunidad.

No conteste, no sabía que pensar de todo esto, algo me decía que lo mejor era no confiar en Jake, además tenía más historia con Stefan, y a quien iba a engañar, era la persona perfecta para mí, Jacob Black se iba a ir al olvido. No pensaba dejar al chico perfecto, por unos músculos y una bella sonrisa, estaba decidida, me quedaría con Stefan, y para hacerlo debía mantener mi distancia con Jake y eso haría.

- Debemos dormir - comente, levantándome de la ventana - después de todo mañana, tenemos clase.

Ambas nos acostamos en completo silencio, a partir de ese momento Jacob Black, ya no iba a hacer importante en mi vida, iba a luchar por volver a sentir amor por Stefan y dudaba que me fuera difícil, después de todo ya había estado enamorada de él.

Me quede dormida casi enseguida, no soñé cosa que enserio me alegro, pero cuando escuche el despertador, desee aventarlo, pero Leyna dormía de ese lado.

- Vamos, pulga - muy bien debía alejar a mi prima de mis amigos - se hace tarde.

- Tú dúchate primero - respondí, haciéndome ovillo.

- Muy bien - acepto.

En cuanto salió de la cama, trate de dormir los quince minutos que se tardaría, pero fue imposible, ya que como todas las mañanas, se escucha la voz desafinada de mi mejor amiga, así que con cierta irritación, me levante y acomode mi mochila, esperando a que Leyna terminara de ducharse.

Después de que mi prima saliera, entre yo y bueno me tarde un poco más de lo normal, y cuando salí Ley ya estaba vestida y bueno no me tarde mucho en vestirme, en cuanto termine ambas bajamos al comedor, en donde Leah y Stefan se peleaban como todas las mañanas.

Desayunamos en un completo alboroto, pero ahí se notaba que mi padre se había ido temprano, como siempre Leah grito que se nos hacía tarde, así que salimos corriendo como casi a diario.

Llegamos a la escuela más temprano de lo normal, así que no hubo necesidad de correr, necesitaba hablar con Stefan, Leah lo entiendo y se llevo a mi prima.

- Stefan - llame, él clavo su mirada en mí - esto no es lo mío - solté un suspiro.

- Pensé, que íbamos a esperar a que te decidieras - me sonrió al entender lo que iba a decir.

- Ya lo decidí - mi voz fue firme.

- Muy bien - camino hacia mí - si estás segura, entonces ¿quieres ser mi novia?

- Sí - le sonreí levemente.

Ante aquello sentí sus labios sobre los míos, esto era el principio de lo que había decidido, a pesar del tiempo, sus labios se seguían sintiendo igual que hace tres años, y los sentimientos que creí desaparecidos, volvieron a resurgir.

- Te Amo - lo susurro cuando nos separamos.

- Gracias, por estar conmigo - roce sus labios - y bueno debo llegar a Cálculo, nos vemos después.

No contesto, camine hacia clase de Cálculo, en dónde Leah ya estaba sentada y en cuanto me vio entrar, quito su mochila de la banca a su lado, y clavo su mirada en mí, simplemente eleve los hombros y sonreí.

 

- No puedo creerlo - se levanto de un brinco y su grito, hizo que los pocos alumnos que estaban en el salón clavaran la vista en nosotras - en verdad, que Stefan sí que tiene suerte, de que tú lo hayas aceptado de nuevo.

- ¿Estás saliendo con Stefan? - me giré hacia Jake, con una enorme sonrisa, pero sus ojos mostraban dolor.

- Sí - mi voz sonó débil y mi sonrisa se borró.

- Supongo que felicidades - aunque su voz fue ronca y sin más se fue a la fila más alejada de nosotras.

- Creo que está celoso - comento Leah - lograste tu cometido, hacer que el papito Black, se ponga las pilas para conquistarte.

- Yo no quiero que me conquiste - repuse.

- Pues entonces, tienes problemas -dijo con indiferencia - porque está claro, que no se va a quedar con los brazos cruzados.

- Pues espero que te equivoques - susurre, mientras me sentaba - porque si no tendré problemas con Stefan.

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Hoy no era el mejor día que había tenido, y era por una estupidez, pero es que eso de una cena con Edward, y bueno el problema no era el novio de mamá, sino su horrible monstruo que tenía por hija, pero ya mi madre, me había advertido que lo mejor era que me portará bien.

Me observe en el espejo, no sabía por qué tanta formalidad, si después de todo no era como si se fueran a casar, era una simple cena, pero mi madre me había obligado a vestirme lo más elegante que pudo, ya que simplemente rechacé el vestido que me había ofrecido y me había puesto una falda que me llegaba un poco más debajo de la rodilla, una blusa blanca, y unos zapatos cafés que hacían juego con la falda, al igual que una torera del mismo color.

Mientras mi madre, llevaba un vestido negro con detalles en dorado, lucía bastante bien, pero a mi parecer demasiado elegante, pero no quise decírselo, me acomode el cabello y baje a la sala, en donde mi madre caminaba con nerviosismo de un lado a otro, parecía una adolescente que espera al chico más guapo del colegio, que por fin le ha pedido que salga con ella.

Y en cuanto llamaron a la puerta, corrió hacía ella, simplemente moví la cabeza de forma negativa, mi madre debía controlarse, camine a la puerta para saludar a Edward, y en cuanto clave mi mirada en él, noté que mi madre se había esforzado demasiado, ya que él solo llevaba un pantalón de vestir negro con una camisa azul cielo y una chaqueta negra, se notaba que como había salido del trabajo se había venido. Y bueno Emma traía un pantalón de mezclilla y unos converse negros, y una blusa igual negra y una chamarra gris.

- Veo que te esmeraste con tu arreglo - le espete.

- Lo siento - se disculpó con mi madre - pero papá llegó a casa, y no me dio tiempo de nada, ya que simplemente me dijo que veníamos a cenar a tu casa, y solo tome una chamarra.

- No importa - mi madre, como siempre tan amable - te ves muy bien.

- Gracias - comento entrando a mi casa.

- Lo lamento - ahora fue Edward él que se disculpó - pero tuve una junta, y no me dio tiempo de cambiarme, y con todos los problemas que tengo encima, no le dije a Emma sobre la cena y

- En verdad, no importa - le aseguró con una media sonrisa - lo bueno es que están aquí, y ahora podremos cenar - caminamos hacia el comedor - Emma, tu padre me dijo que tu comida favorita es la Lasaña, así que eso es lo que vamos a cenar.

 

- A mí no me agrada - replique.

- Para ti, hice pollo - dijo tranquilamente.

Esto era grandioso, mi madre había hecho la comida favorita, de esa tarada de Cullen, pero no dije nada, nos sentamos. Ella trato de mantenerse lo más alejada posible de mí, pero esta noche la iba a pasar mal, y de eso yo me iba a encargar, así que tome asiento junto a ella.

- ¿Cómo va tu noviazgo con Stefan? - pregunte, con una media sonrisa, esperando que su padre no lo supiera.

- Normal - elevo los hombros.

- ¿Tu padre acepto que vivieran bajo el mismo techo? - mi madre parecía sorprendida.

- Antes de dormir, cierra la puerta con llave de Stefan - repuso Emma con una media sonrisa.

- Además de que coloque una alarma - termino su padre.

- Eres un padre celoso - le reprocho mamá, a modo de broma.

- Es mi nenita - le sonrió a su hija - y bueno Stefan, es un buen chico, creo que es un digno pretendiente de Emma.

- ¿Y qué tal tú con Jacob? - ahora ella fue la que pregunto.

- ¿Sales con Jacob Black? - la voz de Edward fue ronca.

- Sí - fue mi sencilla respuesta - y estamos mejor que nunca.

- Es bueno saberlo - dijo con una media sonrisa.

Así siguió la cena, en verdad no podía creer que le alegrará que estuviera bien con Jake, después de todo se le notaba a distancia que estaba enamorada de él, en cuanto terminamos de cenar, Emma pidió salir al jardín, cosa que yo también aproveche.

- ¿Crees que yo voy a comprar tu cara de mosquita muerta como lo hace mi madre? - le espete secamente.

- Yo no quiero que me compres nada - respondió, sin mirarme - solo voy a dejar de pelear contigo, después de todo nuestros padres salen y creo que lo mejor, sería que nos lleváramos bien.

- Eso no va a pasar jamás - gruñí - porque eres la persona, que menos tolero, y si crees que voy a dejar de molestarte estás equivocada.

- En verdad Renesmee, esto de pelear no nos llevará a ningún lado - fijo su vista en mí - además por quien peleábamos era por Jake, y ya está contigo.

- Y no sé que estés tratando de hacer, pero él no me va a dejar, porque me ama - sisee ácidamente - así que, no importa todo lo que hagas, él simplemente no va a dejarme por ti.

- Me parece perfecto - contesto con simpleza - yo no pienso, quitarte a Jacob.

- Pues aunque lo quisieras - me burle - él jamás me dejaría por ti.

- Me alegra que estés tan segura - en verdad, parecía que de nuevo había cambiado de actitud - y ahora, sino te molesta voy a entrar.

No dije nada, solo la vi entrar a la casa, enserio no podía creer que en verdad hubiera cambiado de idea, aunque creo que debía agradecerle a Stefan que estuviera aquí, ya que había quitado de mi camino a la odiosa de Cullen.

Sonreí y yo también entré, en verdad que este se podría decir que era el día perfecto, cuando llegue a la sala, mi madre y Edward estaban tomados de las manos, y Emma estaba sentada en el sofá, observando a ambos.

- Cariño - mi madre, me hizo una seña para que me sentará y eso hice.

- Bueno tenemos algo que decirles - comenzó Edward - esperamos que les agrade.

- ¿Cuál es? - pregunte observando a mi madre.

 

- Hemos decidido irnos a vivir juntos - ante la respuesta de mi madre, me quede sin palabras.

- Es una broma ¿cierto? - esa voz fue de Emma.

- Emmy - su padre camino hacia ella - si no estás de acuerdo, podemos dejar todo esto.

- Pero
- mi madre trato de protestar, pero su novio, solo tenía ojos para su hija - ya habíamos quedado en

- En verdad amor - ni siquiera la había escuchado - si crees que esto es muy apresurado, dejaré esto.

- Está bien - no podía creer, que ese hombre girará alrededor de su hija - creo, que mereces ser feliz, y si vivir con Bella lo es, lo aceptaré.

A mi madre no pareció agradarle mucho eso, pero no dijo nada. Y mi voz por más que deseaba salir, no había nada, así que solo vi como comenzaban a hablar sobre los preparativos, de la mudanza y todo eso, en lo cual yo no parecía importar, pero al menos iba a tener algo bueno de todo esto, iba a vivir justo al lado de mi adorado Jake.


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No podía creer que saliera con él, y yo me había quedado como imbécil,observando como ese idiota, la besaba y además lo hacía delante de mí, comorecalcándome que yo no era nada para Emma.

Pero no la iba a dejar ir, claro que no, al menos no sin demostrarle quelo mejor para ella, era yo, después de todo, se le notaba a distancia queestaba interesada en mí, solo que algo había pasado y necesitaba saber que eralo que la había hecho cambiar de opinión.

La observé en la ventana y como siempre, estaba viendo hacía mirecamara, fingí que no me había dado, así que comencé a desvestirme, sintomarme la molestia de cerrar la cortina, de hecho me gustaba que me viera, porqueeso me hacía ver que le interesaba.

- Pero mira quepectorales - escuche un grito, giré la vista y Emma ya no estaba, en su lugarestaba su amiga - creo que tu plan falló, ya que pulga se fue, antes de que tequitarás la playera, pero debo decir en su representación, que tienes un diez.

Ante aquello no pude más que alejarme de la ventana, no podía serposible, que hubiera hecho aquello delante de la mejor amiga, de mi Ojitos,esto no era para nada bueno.

Me termine de vestir y baje al comedor, en donde se encontraba mi padrey mis dos hermanas, que en ese momento se encontraban desayunando.

- Buenos días -salude, sentándome junto a Rebecca.

- Hermanito - esa vozfue de Rachel - adivina ¿Quién será tu nueva vecina?

- No estoy paraadivinanzas - le espete.

- Nuestro pequeño,Jackie despertó de malas - se burló Rebecca.

Esto de ser el menor, no era muy bueno y menos cuando tus hermanasmayores, son mellizas y siempre se la pasan molestándote, pero esta vez decidíignorarlas, así que di un sorbo al jugo, esperando a que viendo que lasignoraba me dejarán en paz, pero parecía que no conocía a mis adoradashermanitas.

- Tu noviecita, semudo ayer - repuso Rachel.

- Así que la tendrásmás cerquita, Jackie - en verdad que con estas dos, no se podía hablar.

- ¿Se mudaron con losCullen? - creo que esa casa, sería un campo de batalla.

- Pues con quien mássale Isabella Swan - Rachel, me observo, como si fuera idiota.

- Niños - por fin, mipadre decía una palabra - no comiencen a pelear, además Jake se hace tarde parala escuela.

 

No dijo nada, simplemente me levante y camine hacia el garaje, en verdadque los padres, de Emma y Renesmee estaban locos, ¿Cómo se les ocurría irse avivir juntos, cuando sus hijas no se toleraban? En verdad que iba a ocurrir unadesgracia.

Estacione el carro, ya que recordé que debía llevar a Renesmee, así queme baje del auto y camine hacia la casade los Cullen, respire profundo antes de tocar. En cuanto llame, trate detranquilizarme, ya que los nervios habían llegado.

Escuche la puerta abrirse, así que puse mi mejor sonrisa, esperando quefuera Renesmee y no tener que hablar con nadie más, pero el destino no parecíaquerer ayudarme en ese momento, o bueno tal vez sí, después de todo teníadelante de mí a mi preciosa Emma.

- Hola - salude,besando su mejilla - vengo por Nessie.

- Pensé que aun no seenteraban, de que ahora vivíamos juntas - hizo una mueca que me causo gracia -es mejor que la llame.

- Espera - sinnotarlo tome su mano - ya pronto van a hacer los exámenes, y bueno creo que esmomento de que comencemos a repasar.

- Gracias - algo ensu voz, me dijo que algo no andaba bien - pero, Stefan ha decidido queestudiaremos juntos.

- ¿Ahora él decide,todo lo que hagas? - mi voz sonó ronca.

- Lo hago para notener problemas con tu novia - su tono, ya no era el mismo de siempre, ahora seescuchaba como distante - así que, hazme un favor y no vuelvas a hablarme, lomejor es que no tengamos el más mínimo contacto.

- Es ridículo -replique - y ambos sabemos, que esto no lo haces por Nessie, lo estás haciendopor Stefan.

- Tal vez - aceptó -pero no quiero tener problemas con él, y tú deberías de buscar lo mismo.

- ¿Por qué no admitesque sientes algo por mí? - ante aquello elevo una ceja, ya que eso no teníanada que ver con el tema - y haces todo esto, porque tienes miedo, de querermey por eso te alejas, antes de que ya no puedas evitarlo.

- No entiendo de quehablas - pero sus ojos me gritaban que mentía.

- Sientes esaelectricidad cuando te tocó, o ese cosquilleo en el estómago cuando estamosjuntos - susurre - sé que te gusto y no

- No eres el centrodel Universo - replico - y para que te quede claro, no siento nada por ti, asíque hazme ese favor y no vuelvas a hablarme - y antes de que pudiera decir algo- Renesmee, tu novio en la puerta.

Y sin más desapareció, pero esto no se iba a quedar así, claro que no,Emma Cullen era a quien quería, y esta vez no iba a dejar que el miedo hablarapor mí, simplemente iba a luchar por ella, esta vez sí le haría caso al corazón.


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Observe de nuevo mi tarea de Cálculo, esto en verdad era horrible, ya que por más que trataba de recordar lo que había explicado el profesor, o al menos lo que había aprendido con Jake, pero no era tan sencillo, no podía recordar nada.

- Creo que tu cerebro es más pequeño de lo que pensé, - no quise responder - mira que no poder, responder unos sencillos problemas.

Se sentó frente a mí, pero ni siquiera la mire, seguí tratando de resolver las ecuaciones, revise mis apuntes, pero simplemente no entendía porque del resultado, fingí escribir, para no tener que escuchar una burla más de Renesmee, y bueno no podía tener la ayuda de mis mejores amigos, ya que estaban comiendo con sus familias, que habían venido de visita.

 

Vi a Renesmee levantarse, pero yo seguía sin responder ninguno, y mi padre no llegaba aun, leí una vez más lo que había anotado, pero mi cerebro no parecía querer ayudarme a responder los ejercicios, y esto enserio era complicado.

- Es la cosa más burda del mundo - enserio, que mi paciencia no estaba muy bien - hasta, un niño de dos años podría responderlo en dos minutos, y tu llevas casi cuatro horas, y no has respondido ni una.

- No te importa - susurre.

- No te escuche - se inclino sobre mí - ahora resulta, que además ser tonta, no sabes hablar, creo que tu cerebro se va a haciendo más pequeño, cada minuto que pasa.

- Déjame en paz - esta vez, fue lo suficiente alto.

- Yo solo quería ayudar - escuche una fingida nota, de inocencia.

- ¿Qué pasa? - ante la voz de Bella, supe que estaba haciendo lo que yo había hecho antes.

- Le estaba ofreciendo mi ayuda, para que terminará de resolver sus ecuaciones - rodee los ojos, no podía ser que estuviera usando mis artilugios - pero parece, que no soy lo suficiente buena, para poder resolver sus dudas.

- Emma - ese tono de reproche, hizo que la irritación aumentará - creo que deberías dejar que Renesmee te ayude, después de todo es mejor en la escuela - apreté los dientes, para no responder - aunque parece, un poco increíble que no sepas ecuaciones, siendo tu padre Ingeniero.

- No todo se hereda - comento Renesmee - aunque eso del engreimiento de su madre, creo que si lo saco, además de ese orgullo que no la llevará nada, de hecho decías que Tanya no era muy lista, pero por las cosas que les hacía a los profesores pasa
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- Te estás equivocando - había pasado mi tolerancia - la que hacía eso, era tu madre.

- No mientas - se había colocado frente a mí.

- Pregúntaselo - la rete - y bueno además de eso, creo que te mintió, porque Tanya Denali obtuvo la beca por su desempeño en la escuela, no en otras cosas ¿no es así Isabella?

- Sube a tu recamara - me ordeno, su mirada chocolate me veía con furia - y no sales de ahí, y de hecho se acabaron tus salidas.

- No tienes derecho a castigarme - le espete - y menos por decir, la verdad.

- Tu padre se va a enterar de esto - me amenazo.

- Dile lo que quieras - replique - no me importa, lo que puedas o no decirle, ten en mente, que él siempre va a creer en mí.

- ¡Claro! - esta vez fue Renesmee - va a confiar, en la persona, que dejo que matarán y violarán a su esposa, tu padre está pensando en mandarte a un internado.

- Renesmee - su madre la vio, de forma seria.

- Lo siento - me disculpé con Bella - no quería decir eso, pero cuando se toca el tema de mamá no es fácil, así que dejemos esto así.

- Creo que yo también reaccione de mala forma - me sonrió levemente - y bueno, si quieres esperar a tu padre a que te explique, ya que yo con los números simplemente somos incompatibles.

Sonreí de forma amable, aunque algo dentro, comenzó a rechazar a Isabella, tome mis cosas y subí a mi recamara, tal vez ahí pudiera responder las estúpidas ecuaciones, abrí la puerta y ante a quien vi en la ventana estuve a punto de gritar, pero él fue mucho más rápido. Su mano cubrió mi boca antes de que gritará.

 

- Tranquila - susurro - solo vamos a hablar.

- ¿Cómo diablos entraste? - pregunte, en cuanto me descubrió la boca.

- Por la ventana - señalo al enorme árbol, que se podría decir que comunicaba, nuestras recamaras.

- Te volviste loco - me aleje de él - tu novia, podría venir.

- Te odia, así que dudo que se acerque aquí - me sonrió de lado.

- ¿Qué quieres? - en verdad, en estos momentos no tenía tiempo para esto.

- Supuse que necesitarías ayuda, con Cálculo - me quito mi libreta.

- Puedo hacerlo sola - trate de quitarle mi cuaderno, pero él de un movimiento, me aprisiono contra la pared.

- Yo creo que necesitas ayuda - me beso la frente - y es mejor que dejes de ser orgullosa, y me dejes ayudarte y así podrás terminar rápido.

- ¿Por qué no entiendes que no quiero nada de ti? - lo vi caminar hacia mi cama.

- Porque a diferencia del resto, yo sé leer tus ojos - arrugue la nariz - y sé que en estos momentos, estás molesta, y no conmigo.

- Ahora soy un libro abierto ¿no? - me cruce de brazos.

- Para mí, lo eres - elevo los hombros - y mi padre dice, que eso solo pasa, cuando encuentras a tu alma gemela.

- ¿Ahora soy tu alma gemela? - esto no me estaba ayudando.

- Tú eres quien no quiere aceptarlo - estaba a punto de golpearlo, y aventarlo por la ventana - y espero, que cuando lo aceptes, no sea tarde para nosotros.

- No hay un "nosotros" - gruñí - tú sales con Renesmee, y yo salgo con Stefan.

- Eso puede cambiar, - no despego la viste del cuaderno - solo es que tú te decidas.

- ¿Decidir qué? - lo miré ácidamente, aunque él no me veía - ya lo hice, me decidí por Stefan, y eso no va a cambiar.

- Terminaré a Nessie - reí suavemente

- Y supongo que es aquí, donde yo digo, que también dejaré a Stefan - él clavo su mirada en mí.

- Sería lo mejor - su mirada, era bastante intensa - porque tarde o temprano terminarás lastimándolo, porque después de todo, lo que sientes por mí es más fuerte.

- Eres la persona más engreída que he conocido - le di la espalda, la verdad no me iba a poner a discutir con él.

- Tal vez - elevo los hombros - pero aun así te gusto, y vas a aceptarlo, de eso me encargo.

- No te emociones - vi que dejaba la libreta en mi cama.

- Ya lo verás - me sonrió de lado - aceptarás que me amas, Ojitos.

- Lo mejor es que te vayas - le espete.

- Tu tarea esta lista - me señalo mi libreta - mañana nos vemos, descansa.

Después de eso salió por la ventana, en verdad que a Jacob, le gustaba jugar con mi poca cordura, que aun seguía intacta, iba a terminar volviéndome loca.


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Llegue a casa, un poco más tarde de lo normal, ya que de nuevo el trabajo estaba hasta por las nubes, y claro siempre todo lo dejaban para el último y era cuando yo debía terminar todo, enserio que en ocasiones, estaba a punto de renunciar, pero sabía que todo esto lo hacía por Emma.

Camine a la cocina, ya que moría de hambre y bueno por la hora no podía despertar a Bella, así que me iba a preparar un sándwich, pero cuando vi la luz de la cocina prendida, me extraño, ya que pasaba de medianoche. Cuando entre note a mi hija sentada en el desayunador, con un vaso de agua.

 

- ¿Qué haces levantada tan tarde? - pregunte, mientras caminaba hacia el refrigerador.

- No puedo dormir - contesto, levantándose del banco - ¿quieres que te haga un sándwich?

- Yo me lo hago - repuse, sacando las cosas necesarias - pero, dime ¿Qué es lo que no deja dormir a mi bebé?

- No creo que sea bueno, hablar contigo esto - ante aquello clave mi mirada en ella.

- Soy tu padre, y debo saber todo lo que te molesta - dije seriamente.

- Estoy confundida - susurro, ante aquello arrugue la nariz - hay alguien que me gusta, demasiado a decir verdad, pero

- Tienes razón, son cosas que un padre, no desea escuchar - la interrumpí.

- Fue lo que dije - soltó un suspiro - pero en verdad, necesito decírselo a alguien.

- Muy bien - acepté - escucharé lo que tengas que decirme.

- Jacob Black - muy bien esto, no iba por buen camino - no he dejado de soñar con él, desde que me fui, y ahora que regresé, no logró sacármelo de la mente, al principio solo era para molestar a Renesmee, pero siento cosas demasiado fuertes por él, y sé que Stefan no se merece que yo piense en alguien más, pero ¿Cómo le ordeno eso al corazón?

- Amor - acaricie su cabello - sé que esto se ve complicado, pero no todo es como se ve, las cosas suelen ser más sencillas, cuando se deja hablar al corazón.

- ¿Tengo que lastimar a Stefan? - clavo su mirada en mí.

- No es que debas lastimarlo - esto era más difícil de lo que pensaba - solo debes, hablar con la verdad, conociéndolo sé que lo entenderá.

- ¿Y si no lo hace? - eso en verdad parecía angustiarle.

- Entonces no te quiere como dice - le sonreí levemente, pero al ver que no cambiaba su semblante - te voy a contar un poco, de mi historia con tu madre - se irguió y puso su total atención en mí - como sabes tu madre era porrista, y bueno como tal era el centro de atención, pero había un problema su mejor amigo Mike Newton.

- ¡¿Qué?! - exclamo - ¿el papá de Renesmee, fue el mejor amigo de mamá?

- Debo decir que tu madre, no era buena escogiendo a sus amigos - comente ásperamente - pero pues sí, salía con la mascota del equipo, y bueno yo no era más que el chico nerd de Física, tu madre no sabía ni mi nombre o al menos eso creía.

No podía ser, que de nuevo llegará tarde a la clase de Literatura, pero todo era culpa de Emmett, como siempre se había desvelado y Alice y yo teníamos que sufrir las consecuencias de ello, corrí y bueno debo admitir que mi condición no es la mejor, llegue al salón jadeando, pero al menos el profesor aun no estaba.

Camine hacia una mesa en medio del salón, ni siquiera noté que había una mochila, me senté a tratar de recuperar el aliento de la corrida, escuche como la silla de al lado se corría, pero no quise mirar, era mejor recuperar el aliento.

- Ese es mi lugar - ante la voz, levante la vista y me encontré con el idiota de Mike, así que no me moví.

- Yo llegué primero - fue mi sencilla respuesta.

- Pero ese lugar, ya lo había apartado Tanya para mí - ante aquello, giré mi vista a mi acompañante y descubrí la cálida mirada miel de la chica de mis sueños, desde cuarto grado - así que quite simplón.

 

- Mike - su voz fue de reproche - Edward, no tiene la culpa, que yo no haya puesto nada, para decir que era tu lugar, y lamento no haberte apartado, pero el de Isabella está libre.

Antes de irse me mando una mirada asesina, pero a mí eso no me importaba ya que Tanya Denali, sabía mi nombre y eso era lo único que me interesaba

- Lamento lo de Mike - se disculpo.

- No importa - pero no podía mirarla a los ojos.

- Llevamos años compartiendo al menos una clase, y jamás he podido hablar contigo - parecía incomoda, de decir aquello - y bueno ahora estamos aquí, y parece que mi cerebro no puede detener las palabras, y debería callarme, pero cuando estoy nerviosa, simplemente digo palabras sin sentido, y en verdad desearía cerrar la boca pero

- No debes de estar nerviosa - le sonreí - después de todo, quien se pondría nerviosa, con un chico como yo.

- Eres lindo - ante aquello desvió la vista y sus mejillas se pusieron rojas.

- La primera vez que te hablo, te dijo ¿Qué eras lindo? - ante la voz de Emma, salí de mis recuerdos - no sé porque me dijiste esto, pero fue lindo saber que a pesar de no hablarse, ambos estaban interesados el uno por el otro.

- Tu madre y yo, siempre creímos que nuestras almas se pertenecían - repuse suavemente - y por eso, cuando nos veíamos a los ojos, sabíamos lo que pensaba el otro, sin necesidad de palabras, y créeme Emma, cuando eso sucede, lo mejor es que no dejes ir a esa persona, porque jamás se encuentra otra así, solo una vez puedes estar tan compenetrado con alguien, como para saber qué es lo que siente con solo una mirada.

- ¿No lo sientes con Bella? - cuestiono con la nariz ligeramente arrugada.

- Solo lo sentí con tu madre - le acaricie el cabello - Tanya, fue y será el amor de mi vida y con la cual tuve lo mejor que me ha pasado en la vida y lo cual no cambiaría por nada, a ti.

- Te quiero - me abrazo.

- Yo Te Amo, cariño - le bese la frente - pero es mejor, que subas a dormir.

- Hasta mañana - se despidió.

Termine de preparar mi sándwich, y tome un vaso de leche y subí a mi recamara y note a Bella sentada en la cama, parecía que me había estado esperando.

- ¿Por qué tan tarde? - eleve una ceja, no estaba acostumbrado a ese tipo de preguntas, ya que Tanya jamás me las había hecho.

Simplemente me preguntaba que tal me había ido en el trabajo, y después con una sonrisa cálida me hacía sentarme en la cama, y me daba un masaje en los hombros, pero no me recibía con esa cara pocos amigos.

- Se alargo la junta, y tuve que terminar algunos planos - respondí dejando mi sándwich y mi vaso de leche, para tomar mi pijama.

- ¿Y no pudiste haberme llamado? - su voz mostraba bastante su molestia.

- No tuve tiempo de nada - no quería pelear esa noche - ni siquiera de comer, pero prometo que la próxima vez te llamaré.

- Eso espero - dijo cortante - y por cierto, Emma de nuevo reprobó el examen de Cálculo.

 

- Lo sé, me lo dijo anoche - le quite importancia.

- ¿Y lo dices tan tranquilo? - elevo un poco la voz - con este es el segundo examen, que reprueba.

- Sé cuantos exámenes ha reprobado - repuse, poniéndome la pijama.

- ¿Qué vas a hacer? - sentía su mirada en mí - supongo que la castigarás.

- ¿Castigarla? - me giré hacia ella - claro que no.

- ¿Entonces, piensas dejarla reprobar las veces que se le plazca? - trate de mantenerme tranquilo.

- Lo de Emma, no se arregla castigándola - conteste - además habíamos quedado, que cada quien se iba a hacer responsable de su hija, y el otro no se iba a meter, porque yo no te he dicho de lo que hagas con Renesmee y sus tres materias reprobadas, y creo que ella si se merece el castigo.

- ¿Qué es lo que la hace diferente de Emma? - su voz fue ronca.

- Que Emma tiene buenas calificaciones en el resto de las materias, y si reprobó Cálculo, no fue porque estuviera todo el día con el novio, sino porque no entiende los números - esta vez mi voz sonó agresiva - así que se podría decir que haya reprobado ha sido más mi culpa que la de ella.

- Ese es tu problema - se levanto de la cama - que siempre, todo lo que hace esta bien, y no haces nada para ponerle un límite.

- No hablemos de límites - le espete - si mi hija no tiene, Renesmee no conoce ni siquiera lo que eso significa, porque la que no ha sabido ponerle límites has sido tú, y su padre.

- Claro ahora Emma, es la buena de la historia - esto en verdad se estaba saliendo de control - no te ciegues Edward, tu hija no es una blanca palomita, lo único que pasa es que ha sabido manipularte, y seguramente es por la culpabilidad, de no haber estado con ella.

- Emma siempre ha sido lo primordial en mi vida - replique - jamás, la he dejado por el trabajo, cosa que ni tú ni Mike podrían decir, así que en vez de preocuparte por mi hija, hazlo por la tuya que más falta le hace.

- Renesmee está bien, porque me tiene - no entendí que quiso decir con eso - y si es así, es por Emma, nunca se comportó de esa manera, hasta que ustedes llegaron.

- Renesmee es igual a Mike, y tú en vez de tratar de ayudar a que su carácter mejore, le cumples todo lo que pide - replique - pero como dije antes, es tu hija y puedes educarla como quieras, y yo voy a hacer lo mismo con Emma.

- Eso no es una pareja - sus ojos chocolate, estaban llenos de lágrimas - deberíamos apoyarnos, pero como siempre pones por encima de todo a Emma.

- Es mi hija - replique - y te parezca o no, siempre va a estar por encima de todo.

- Entonces yo no tengo nada que hacer aquí - camino hacia el closet.

- Bella - en verdad, no quería que se fuera - deberías entenderme, para ti Renesmee, debería ser lo más importante, y sé que es lo más importante, así que no veo por qué irte, solo vamos a dejar que cada uno se hará cargo de su hija, y el otro no dirá nada.

- Muy bien - acepto.

Y sin más se acostó dándome la espalda, sabía que estaba enojada, pero la verdad no pensaba rogarle al menos no ahora, creo que lo de vivir juntos había sido demasiado rápido, pero ya no podía hacer nada, más que esperar que todo se solucionará.


Tanya Denali

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Me levante más temprano de lo normal, ya que parecía que toda la casa, seguía durmiendo, me duche tranquilamente, y eso me hizo ver que en verdad era temprano, pues de no haber sido así, habrían sido gritos de Leah, porque me apurara.

Regresé a mi recamara tranquilamente y me cambié sin ninguna prisa, extrañaba los momentos así, sin necesidad de tener que pelear por el baño y mucho menos, escuchar los berridos de Leah, los cuales ella llamaba canto, pero parecía más un perro siendo asesinado.

En cuanto termine de vestirme baje a la sala, debido a que por ser sábado no habría escuela, pero iba a hacer un fin de semana en familia, como los del último mes. Pero no podía negarme, aunque fuera lo más que deseara, porque mi madre me chantajeaba, con que si no iba, no habría más salidas con Jake.

Aunque los últimos días, apenas si me hablaba, de hecho estaba bastante distante; pero como mi madre decía, no tenía que hacerme ideas, que tal vez no tenían nada que ver con la realidad.

- ¿Qué vamos a hacer para tu cumpleaños? - esa voz, no era más que de Leyna.

- Ni siquiera, sé si quiero festejarlo - repuso la tarada de Emma.

- Por favor, pulga, cumples diecisiete - le reprocho su prima - debemos festejarlo, ya que eres la última de las nietas, en hacerlo.

- Tengo que hablarlo con papá - comento.

- Tío Edward, te adora, así que no se negará - en ese momento camine a la sala.

- ¿No es demasiado temprano, para que estés aquí? - me dirigí a Leyna.

- Leyna puede venir a la hora que se le dé la gana - me espeto Emma - y bueno, por si no te diste cuenta, llego anoche.

- ¿Mi madre esta enterada? - pregunte, sentándome frente a ellas.

- Isabella, no tiene porque saber a quién traigo y a quien no, pero si lo sabe - sonrió de lado - así que, no te servirá de nada, que vayas con el chisme a tu mami.

- Al menos tengo una - replique.

- No pienso pelear contigo - se levanto del sofá - vamos.

Ante eso ambas subieron las escaleras, dejándome la sala solo para mí, aunque no sabía de que me servía eso, pero prendí el televisor, para no pensar en que no había servido nada molestarla.

No sé cuánto tiempo estuve viendo la televisión, pero en la cocina comenzó haber movimiento, quitando así mi poco silencio y tranquilidad, con un suspiro apague el televisor y camine a la cocina, y mi madre estaba preparando el desayuno.

Me dedique a ayudarla, no era mucho de esto, pero con tal de no estar de ideática, mejor tenerme ocupada en hacer el desayuno. En cuanto termine de poner la mesa, los cinco que faltaban, ya estaban sentados en la mesa, las tres chicas hablaban muy animadamente y Stefan debes en cuando daba su opinión, mientras Edward sonreía.

- Sería grandioso, hacerlo en la playa - comento Leah.

- Si, una fogata y después dormir en las tiendas - Leyna sonreía ante ese hecho.

- Por supuesto que no - replico Emma - en La Push, hace demasiado frío, como para festejar mi cumpleaños, además es un lugar público no puedes, estar apartándolo para una fiesta.

- Yo creo que sería original - opinó Stefan.

- Porque no le hacen una fiesta sorpresa - comento Edward.

- Tío, si ya sabe que le haremos una fiesta, ya no va a hacer sorpresa - repuso Leyna.

 

- Bueno, pero puede ser sorpresa, el lugar en donde la hagan - les sonrió levemente - y por el dinero, no se preocupen, que yo me hago cargo de eso.

- No les des ideas - le reprocho su hija.

- Además, como vas a gastar dinero - esa voz fue de mi madre - si apenas si puedes con los gastos de la casa.

- ¿De qué hablas? - giró a verla con la nariz arrugada - cuando vivíamos los cuatro, nos alcanzaba perfecto con la mitad que te estoy dando, y ahora con el doble, ¿no te alcanza?

- A Renesmee, le gusto una chamarra preciosa, al igual que un bolso - ante aquello la mirada de Edward, se posó en mí por escasos segundos.

- Ese no es mi gasto - fue su sencilla respuesta - y si quiere algo, no lo agarres del dinero que te doy para la casa, me lo pides.

- Bueno estabas tan ocupado, que no qui

- Ya te dije Bella, si Renesmee quiere algo, me pides el dinero aparte, no quiero que te gastes lo que te doy para la casa - su voz fue ronca, mientras mi madre no sabía ni que decir.

- Bueno solo fue un sencillo gasto - dije con una media sonrisa.

- Tu madre sabía que no debía comprarte nada - se dirigió a mí.

- Ya sé que no soy tu hija, pero no es para que me trates, como una vaga - le reproche.

- Nadie te está diciendo eso, pero tus calificaciones, dejan mucho que desear, por eso le dije que no te comprara nada - en ese momento el comedor se quedo en silencio - pero parece, que va a seguir cumpliendo tus caprichos, así que con mi dinero no lo hará, a menos de que subas de calificación.

- No soy tu hija, para que me prohíbas nada - me levante de la mesa.

- Lo sé, pero mientras el dinero con el que te compran sea mío, no habrá nada - se giró hacia mi madre - y contigo, me irás pidiendo tanto dinero necesites, claro con notas, porque no pienso ayudarte a consentir a Renesmee.

- Esto lo hablamos después - susurro mi madre - ahora Emma, lava los trastes, Renesmee me ayudo a preparar el desayuno.

- Lo haría con gusto - sonrió débilmente - pero, quede con Jane en su casa a las 10:30 para terminar el trabajo de Literatura.

- No te cuesta nada lavar los trastes - le espetó mamá - ya es hora, de que hagas algo en casa.

- Yo lo hago - se ofreció Leah - después de todo, me toca, ya que ayer le tocó a Emma.

- Yo te ayudo - repuso Leyna.

- Gracias - repuso Emma - bueno nos vemos después.

Y sin más salió de la casa, mi madre camino furiosa, hacia su recamara, Edward la siguió, yo me quede un momento de pie, pero después decidí subir, ya que no había nadie a quien molestar, Stefan había desaparecido casi enseguida de que Emma se había ido.

- De nuevo le diste preferencia a Emma - le espeto mamá, y bueno lo escuche porque iba pasando.

- No es así - respondió secamente - aunque tu forma de tratar a mi hija, no me agrada y es mejor que mejores tu actitud con ella, o vamos a tener graves problemas.

- Pues tú cambia, con Renesmee - replico - y eso de que te de los recibos de todo, es tan humillante.

- Es lo único que puedo hacer, ya que como te dije, no voy a solapar a tu caprichosa hija - ante aquello arrugue la nariz - y si tanto desea las cosas, pídele dinero a su padre, ya que parece que se olvido que es su hija.

- Conoces a Mike - gruño - si ella no le llama, ni siquiera sabría que sigue viva, y de hecho creo que si no lo hiciera, sería lo mejor para él.

 

- Para ningún padre, sería lo mejor la muerte de su hijo - la voz de Edward era más tranquila.

- Sabes que Mike, solo hubiera sido feliz, sabiendo que su hija tiene sangre de Tanya Denali - ese nombre era del de la madre de Emma - jamás dejo de reprocharme, que me embaraza.

- Vamos Bell - no podía creer que mi padre estuviera enamorado de la mamá de Emma - sabes, que Mike, no es mucho de demostrar su afecto, pero quiere a Renesmee y sé que también te tuvo aprecio.

- Pero jamás fui lo suficiente - su voz tembló - siempre, deseo que su hija fuera Emma.

- Creo que exageras - susurro - Mike, adora a su hija, y sé que daría todo por ella, solo que te dice todo eso, porque siempre disfruto haciendo sentir mal a la gente, pero ama a su hija.

No quería escuchar más, salí de la casa, mi papá me quería yo lo sabía, todo lo que había escuchado eran mentiras, tenían que serlo. En cuanto llegue a la calle, vi a Jake caminar hacia mí, sin pensarlo me abalancé sobre él.

- Renesmee, debemos hablar - susurro - así que no digas nada, hasta que termine, porque no sé si tenga el valor de decirlo - me separé de él y lo observe fijamente - te quiero y mucho, pero no para ser tu novio, somos incompatibles, así que lo mejor es que esto acabe ahora, antes de que nos hagamos daño.

- ¿Estás terminando conmigo, para no hacerme daño? -asintió levemente - pues eres un imbécil, porque no sirvió de nada, me duele.

- Nessie - susurro - en verdad lamento lastimarte, pero es lo mejor, porque lo nuestro no da para más.

- ¿Por quién? - pregunte con un hilo de voz.

- No importa - contesto, suavemente.

- ¿Entonces, si hay alguien? - él desvió la vista - ¿Quién es?

- Esto solo te lastimará - comento, dándose la vuelta - en verdad lo siento.

Y sin más se fue, en ese momento mi mundo se vio aun más abajo, entre a la casa y me encerré en mi recamara a llorar, enserio que esto era lo peor que podía pasarme en estos momentos.


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En cuanto terminamos el trabajo, Jane me invito a ver una película, pero le dije que tenía que ir a comer a casa, salí de su casa y cuando vi a Jake recargado en su auto, estuve a punto de gritar que me dejará en paz, pero decidí que lo mejor era ignorarlo, pase por su lado, sin ni siquiera mirarlo.

- Ojitos - ante su voz, apresure el paso - no te comportes como una chiquilla.

- Déjame en paz - le espete.

- Termine con Renesmee - ante aquello, me detuve y giré hacia él.

- ¿Qué? - pensé que había escuchado mal.

- Ya no soy novio de Renesmee, - comento caminando hacia mí - así que ahora puede haber un nosotros.

- No va haber un nosotros - replique - espero lo entiendas.

- Me adoras - me susurro - vamos admítelo - estaba más cerca de lo que mi poco raciocinio toleraba - sabes, que me quieres, sientes lo mismo que yo - acaricio mi mejilla - sientes esa electricidad, esos deseos de besarme - unió nuestras frentes - ya no lo ocultes más - cerré los ojos esperando sentir sus labios.

- Emma - ante la ronca voz de Stefan, me separé de Jake de un brinco - pensé que me hablarías con claridad.

 

- Yo no

- Olvídalo - no sabía que decir, mi voz había desaparecido - solo debías ser sincera.

Después de decir eso, se dio la vuelta y se subió al mustang, esto no podía estarme pasando, quise a echar a correr detrás de él, pero habría sido una tontería, ya que jamás lo hubiera alcanzado.

- Sube - repuso Jacob - así será más fácil que lo alcancemos.

No dije nada, solo me subí esperando que Stefan me escuchará, era mi mejor amigo como para dejar que esto terminará así, en menos de dos minutos, ya estábamos detrás del carro.

- Todo va a salir bien - me aseguro, tomando mi mano - sé que si te quiere, como dice, va aceptar esto.

- Siempre temí esto - susurre - Stefan, es mi mejor amigo, una de las personas más importantes, y lo lastime.

- Él lo va a entender - repuso, acariciando mi mano - y bueno pase lo que pase, yo voy a estar contigo.

No quise contestar, ya que lo que en ese momento necesitaba era aclarar todo con Stefan, y pedirle una disculpa, por no haberle dicho antes la verdad, pero había tenido tanto miedo de ver, que es lo que pasaba, que había decido posponer todo.

En cuanto vi que el auto se detuvo, y lo vi caminar hacia la playa, abrí la puerta y sin importarme nada, corrí hacia él, necesitaba que me escuchara.

- Debemos hablar - dije suavemente.

- ¿Qué vas a decirme? - su voz, se escucho ronca - ¿Qué me has estado viendo la cara de imbécil?

- No - susurre.

- ¿Entonces que lo que vi, no es lo que parece? - no conteste - no soy idiota.

- No voy a decir, que de no haber llegado, lo habría besado - mi voz sonó más elevado de lo normal - y si estoy enamorada de él, pero pensaba decírtelo, de hecho me he mantenido alejada de él, para no aceptar lo que sentía, y no lastimarte.

- Pues lo has hecho - me espeto - debiste, ser clara conmigo, y decirme lo que sentías, no es como si fuera un monstruo y no aceptará que ya no sentías lo mismo por mí.

- Te quiero y mucho - aquí iba una patética excusa - y pensé, que podría volver a enamorarme de ti, como antes e iba a dejar a Jake en el pasado.

- Pero no funcionó - replico secamente - no pudiste sacarlo de tu mente, y por tal yo aquí salgo perdiendo.

- Lo sé - acepté con la voz temblorosa - y es difícil descubrir, que el hombre perfecto para mí, pero que a pesar de todo no puedo amarlo, aunque sé que tú eres quien me conviene, pero no puedo ordenarle al corazón.

- Lo entiendo - su vista no se despego del mar - pero no por eso deja de doler, sé que debo dejarte ir, y será difícil; pero lo que más me duele es que no lo hayas dicho antes.

- Creí que lo tenía todo controlado, - me disculpe - pero mi corazón lo escogió a él, y no puedo contra ello, por más que luche con esto, es mucho más grande y fuerte que toda mi necesidad de no lastimarte.

- Debí haber entendido que no me amabas - sonrió levemente - desde, que tu mirada solo lo veía a él, pero al igual que tú quise creer que podría volver a enamorarte, pero tienes razón, en el corazón no se manda.

- Perdóname - le suplique.

- No tengo nada que perdonarte - tomo mi mano - pero eso el corazón no lo entiende, así que lo mejor es que yo regrese a Nueva York.

- Por favor - apreté su mano - quédate, no me dejes.

 

- No hagas lo mismo - me reprocho - lo mejor, es que yo me aleje de ti, y así poder dejar el amor que te tengo.

- Lo siento - mis lágrimas comenzaban a rodar por mis mejillas.

- Lo mejor es que me vaya - me beso la frente.

Lo vi caminar hacia el carro, en verdad no era así como quería que terminara lo nuestro, me quede de pie y las lágrimas bajaban con todo su resplandor, el pecho me dolía, pero no podía hacer nada.

- No me gusta verte llorar - las manos de Jake, secaron mis mejillas - todo va a pasar.

- Soy horrible - solloce con fuerza.

- No lo eres - me abrazo - solo no quisiste darte cuenta antes.

Me abrace con fuerza a él, necesitaba dejar de sentir la culpa, pero a pesar de sus brazos, aun los ojos marrón llenos de dolor, seguían en mi mente, pero no podía hacer nada.

- Yo estoy aquí - me beso la frente - y pase lo que pase, me quedaré a tu lado.

- Quiero ir a casa - susurre, y me separé de él.

- Muy bien - tomo mi mano y yo no puse ninguna objeción.

El camino fue en silencio, en cuanto estuve frente a la casa, de nuevo sentí el nudo en la garganta, pero debía bajar y enfrentar lo que había hecho, Jake no trato de detenerme, así que camine hacia la casa sin nada que me detuviera, más que la culpa.

Abrí la puerta, esperando que nadie me viera y poder llegar a mi recamara y ponerme a llorar, después de todo había traicionado a mi mejor amigo, aunque en sí no había hecho nada, pero solo lo había utilizado para poder olvidar a Jacob.

- ¿Qué le dijiste? - fue lo primero que escuche y antes de levantar la vista, ya estaba en el suelo.

- ¿Qué diablos te pasa? - dije, al ver a Renesmee de pie, con el rostro contraído del enojo y sus ojos rojos e hinchados.

- Eso es lo que yo quiero saber - me espeto - que fue, lo que le dijiste a Jake, para que terminará conmigo.

- No sé de que hablas - apenas me estaba poniendo en pie, cuando se abalanzo sobre mí.

- Mientes - en menos de lo que imagine, estaba recibiendo golpes por todas partes de Renesmee.

- ¡Quítate! - exclame, tratando de cubrirme de sus golpes y a la vez tratar de detenerla.

- ¡Renesmee! - esa voz la reconocí como la de Bella, y por fin deje de sentir a Renesmee y sus golpes - ¿Qué pasa?

- Me quitó a Jacob - chilló.

- Yo no te he quitado a nadie - respondí, observando como Isabella sostenía a su hija.

- Claro que sí - me miró con odio - tú solo llegaste, para arruinarme la vida, todo lo que tengo lo has querido, siempre me has tenido envidia y por eso quisiste quitarme a Jacob, para demostrarme que eres mejor que yo, pero no lo eres, porque él va a regresar conmigo.

- Tú y yo hablaremos seriamente - me amenazo Bella, mientras subía con su hija las escaleras.

- Yo no le quite nada a tu hija - le espete - y no tengo nada que hablar contigo.

Y sin más salí de la casa, sinceramente no pensaba escuchar a Isabella y su sermón, después de todo yo no tenía la culpa de que su hija, se creyera que era tan importante como para hacer todo esto para molestarla, ni siquiera me había acordado de Renesmee, pero ahora claro Isabella se iba a poner de su lado, y yo iba a terminar mal con ellas.


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Alice Cullen 1201

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Camine por largo rato, hasta que por fin decidí sentarme un rato en una banca del parque, necesitaba pensar y dejar de sentirme culpable, pero eso no se veía muy cercano, ya que mis problemas ahora no solo era la culpa, sino en cuanto regresará a casa, tendría que escuchar los reproches de Bella.

- ¿Por qué tan pensativa pulga? - levante la vista, y Nahuel ya estaba sentado a mi lado.

- No imagine que este sobrenombre, me siguiera hasta Forks - comente, tratando de no contestar.

- Creo que algo malo pasa contigo, - sus ojos, se clavaron en los míos - dime que pasa.

- Stefan se va - susurre.

- Supongo que eso, mejora las cosas, para que tú y Jacob comiencen algo - elevo los hombros.

- ¿Tan obvia soy? - baje mi mirada.

- Creo que ambos son obvios - repuso suavemente - y además, hacen mejor pareja, que él con Renesmee.

- Pensé que era tu amiga - de nuevo fije mi vista en él.

- Eso era antes, de que comenzará a obsesionarse con Jake - elevo los hombros - teníamos ciertas cosas en común, con ella me sentía identificado, pero claro comenzó a sentirse atraída por Jacob, y todo lo nuestro termino.

- ¿Te enamoraste de ella? - no podía imaginar a Nahuel de esa forma con Renesmee.

- Eso fue hace tanto - sonrió amargamente - éramos unos niños aun.

- ¿Por eso quieres ser mejor que él, en todo? - eso explicaría esa forma de siempre estar retando a Jake.

- Al principio quería, demostrarle a Renesmee que yo era mejor - posó su mirada en un columpio - pero después, me di cuenta, que había más chicas y mucho más hermosas, que no tenían su vista puesta solo en Black, sino que veían más.

- ¿Puedo saber el nombre, de la chica interesada? - sonreí levemente.

- Muy pronto lo sabrás - me dio un golpecito en la frente.

- Es injusto - le espete.

- La vida es así - su sonrisa ladina, me hizo rodar los ojos - pero, mejor dime ¿Qué va a pasar contigo y Jacob?

- No lo sé - solté un suspiro de frustración.

- Primero, él tendría que terminar con Renesmee - comento tranquilamente.

- Ya lo hizo - me lleve mi cabello detrás de mi oreja - y bueno Renesmee, se puso como loca y me culpo de eso.

- Bueno, es que si eres culpable - ante su broma, le mande una mirada asesina - vamos, pulga. Pronto se le bajara y te dejará en paz.

- Eso lo dices, porque no vive contigo - replique - y menos porque su madre, seguramente cuando llegue me dará un discurso de porque soy peor que su hija, y muchas cosas más que no quiero ni imaginar.

- Te invito a comer a mi casa, y tal vez así dejes de pensar en tu noviazgo conflictivo no empezado - se levanto y me extendió su mano, para que yo hiciera lo mismo - mi madre, hace un excelente espagueti a la boloñesa para repetir unas veinte veces.

- Supongo que eso me distraerá - me levante, además eso era mejor que quedarme sentada todo el día en el parque.

Comenzamos a caminar, la verdad hoy sería la primera vez que iría a la casa de Nahuel, de hecho se sentía extraño, ya que por lo que sabía de Jane y Renata, él no era mucho de invitar a sus amigos a la casa. En ocasiones me preguntaba, porque no gustarme Nahuel, si también era guapo, bastante atlético y además me hacía reír.

 

Pero a él solo lo veía como un buen amigo, alguien con quien podría desahogarme, sin escuchar un reproche y eso me agrada de él, el camino a su casa fue bastante corto y ameno, ya que hablar con él, era bastante relajante.

En cuanto abrió la puerta de una casa, no muy grande, pero que se veía acogedora, me hizo una seña para que entrará y eso hice, la casa no estaba mal, en el umbral había un tapete circular y estaba un perchero lleno de sombrillas. Lo que seguía era la sala que constaba de dos sillones de dos plazas y un sofá.

- Cariño - giré mi vista y me encontré con una mujer de cabello pelirrojo, y ojos azules - lo siento, no pensé que vinieras con alguien.

- Mamá, ella es Emma - la mujer me sonrió amablemente.

- Así que tú eres la hija de Tanya y Edward - me sorprendió aquello - soy Victoria Lefevre.

- Es un gusto señora - le extendí la mano.

- No cabe duda, de que te pareces a Tanya - me sonrió, mientras me estrechaba la mano.

- ¿Conoció a mi madre? - eso me intrigo un poco.

- Fuimos al mismo grupo de porristas - comento tranquilamente - pero no fuimos grandes amigas, solo fuimos compañeras, pero eres muy parecida a tu padre, aunque esa nariz y esa boca no es más que de Tanya.

- Suelen decirme eso a menudo - respondí tranquilamente.

- Quise ir a la boda de tus padres, pero lamentablemente no se pudo - seguía sin soltar mi mano, y en cierta forma me agradaba - ya que en ese momento, me enteré del embarazo de Nahuel.

- Disculpe - enserio, quería saber de mi madre - ¿Cómo fue mamá cuando estudiaba?

- Una belleza - sonrió, mientras me guiaba al sillón - al igual que tú, pero claro tenía un corazón más hermoso que su exterior, era bastante tranquila y muy aplicada en todo lo que hacía.

- Muy diferente a ti - bromeo Nahuel.

- Nahuel - lo reprendió su madre.

- Solo bromeaba, - aseguró - ya que nuestra querida Emma, es un cerebrito andando, bueno excepto para los números.

- Oye, se supone que debo dar una buena impresión - le reproche.

- Ya la diste - me aseguro - lo que he escuchado, de ti, por Nahuel es que eres una persona noble y con un enorme corazón.

- ¿Enserio? - ante aquello escuche un gruñido de Nahuel - es broma, sé que me quieres, y que solo cosas buenas, dices de mí, como yo lo hago contigo.

- Verlos, me recuerda a la relación que tuvieron James y Tanya - ante aquello arrugue la nariz - lo siento, James es el nombre del padre de Nahuel, mi marido - la mirada azul se ensombreció.

- Emma y yo iremos arriba - Nahuel, me tomo del brazo - nos hablas cuando la comida este lista, iremos a terminar un trabajo.

- Muy bien - Victoria, me sonrió, y en ese momento sentí esa calidez, que cuando mi madre me sonreía - yo les llamo.

Sin más me jalo escaleras arriba, no entendí porque eso de mentir que teníamos algo que hacer, pero decidí no abrir la boca, en cuanto llegamos a su recamara, me soltó.

Observe su recamara, era de color blanco, y en algunas partes tenía posters de trenes y aeroplanos, tenía una repisa llena de aviones, y tenía un tren precioso y bastante grande que ocupaba una esquina de la habitación; junto a su cama estaba el buro y en él había la foto de un joven rubio, que llevaba a un bebé.

- Lo conozco - susurre, y tome el portarretratos.

 

- Es mi padre - repuso, sin ni siquiera mirarme.

- Mamá tenía una fotografía suya - comente, dejando la fotografía de nuevo en su lugar.

- Mi padre también guardo una de ella - me sonrió levemente.

- No quiero ser entrometida - dije suavemente - pero porque tu madre, se puso así al nombrar a tu papá.

- Aun lo extraña - respondió - no importa el tiempo que ha pasado, ella aun llora por su muerte.

- Lo siento - me disculpe - debes extrañarlo.

- Se murió, antes de que pudiera recordarlo - elevo los hombros - aunque mamá, me habla tanto de él, que suelo extrañarlo muy a menudo.

- Somos más parecidos, de lo que imagine - y sin pensarlo lo abrace - ¿Sabes? Siempre quise tener un hermano.

- No sé qué tiene que ver eso - me respondió el abrazo - pero si quieres, yo puedo ser tu hermano, enana.

- Todavía no te acepto, y ya comienzas a molestarme - le espete.

- Bueno siempre, quise tener a alguien a quien llamarle así - se defendió - aunque creo, que te seguiré llamando pulga.

- Encontrare un apodo para ti - replique.

- Eres mala poniendo apodos pixie - y él ya llevaba tres.

- Algún día - le reproche.

- Ya sé, te diré Nita - ante aquello arrugue la nariz - es de hermanita.

- Eso lo acepto más, hermanito - le sonreí.

De nuevo lo abrace, se sentía bien al menos por unos momentos creer que tenía un hermano.


James Gigandet

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Diana96

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Llegue a casa más temprano de lo normal, pero me sorprendió no ver a nadie en la sala, ya que siempre en la sala estaban Leah, Stefan y mi hija, pero no había nada, subí las escaleras, esperando que alguien estuviera, y para mi suerte encontré a Leah.

-

Leah - llame - ¿Dónde está todo el mundo?

-

Pues Bella y Renesmee, fueron al centro comercial - contesto tranquilamente - y de Stefan y Emma, no sé desde esta mañana.

-

¿Emma no ha llamado? - eso era sumamente extraño en ella, ya que si no llegaba a casa, siempre avisaba.

-

No - elevo los hombros - pero seguramente, se tardo más en su trabajo, y ya no debe tardar en llegar.

-

Son casi las cinco - replique - su trabajo, no pudo durar tanto.

-

No debe preocuparse - me sonrió - Emma, ya no debe de tardar en llegar, mejor dígame ¿si no quiere comer?

-

Esperaré a Emma, y también a Stefan - repuse, caminando hacia el estudio - si alguien llega, estaré trabajando.

-

Bueno yo iré a casa de Leyna - repuso, detrás de mí - así que, si no le molesta, nos vemos después.

-

Claro que no - comente tranquilamente - solo no llegues tarde.

-

Llegaré antes de las diez - me aseguro.

Y sin más la vi salir de la casa, camine hacia el estudio, para pasar un rato tranquilo, sin la necesidad de estar escuchando los reclamos de Bella, camine al escritorio, abrí el cajón final y de ahí saque una pequeña caja, que tenía llave, la cual saque de mi bolsillo.

La abrí y saque las fotografías que eran como mi tesoro, solo estaban las fotos que más amaba y también había un libro, en la pasta tenía escrito "La historia de amor, que creó a un ángel" las letras eran doradas y en la pasta venía la fotografía de Tanya embarazada.

Después de todo, Kate que era mi cuñada, era la hermana mayor de Tanya, y además era escritora, había transcrito las cosas, que tanto mi esposa y yo habíamos escrito, desde que nos habíamos conocido, hasta el día del nacimiento de Emma, para que cuando nuestra hija, fuera mayor sin necesidad de nosotros contarle la historia, ella podría leerla.

 

Creo que sería un gran regalo, para ahora que cumplía diecisiete años, conocer un poco más de sus padres, y de todo lo que tuvimos que pasar para estar juntos.

-

Papá - en cuanto escuche la voz de mi hija, guarde el libro antes de que arruinará su sorpresa - no puedo creer, que estés trabajando - me reprocho, pero en ese momento fijo su vista en la caja - ¿Qué es eso?

-

Cosas del trabajo - mentí, guardando la caja - pero tienes razón, estoy exagerando con el trabajo, mejor vayamos a comer.

-

¿Aun no comes? - me observo seriamente, esa mirada me recordaba a la de su madre, solo sonreí ante el parecido - papá, enserio si sigues así, vas a enfermarte.

-

Voy a estar bien - le asegure - y bueno, en vez de estarme regañando, deberíamos ir a comer.

-

Muy bien - acepto.

Camine hacia ella, y pose una mano en su hombro, con la cual la empuje fuera del estudio, la guié a la cocina, en donde vi que no había nada, en verdad esto ya no me estaba gustando, tendría que hablar con Bella sobre esto.

-

Creo que tendremos que comer fuera - comento Emma, con indiferencia.

-

Un momento padre-hija - repuse suavemente - creo, que hace mucho que no tenemos uno, y eso está deteriorando nuestra relación.

-

Eso nunca va a pasar - me aseguro - y bueno lo mejor, es que vayamos a comer, antes de que te me desmayes - bromeo.

Solo sonreí ante sus ocurrencias, subimos al auto y bueno como siempre, puso la música de su gusto y a decir verdad no me desagradaba, porque la mayoría eran los gustos de su madre. No llevábamos mucho tiempo en silencio, cuando:

-

Papá - llamo en voz baja - ¿Qué fue James Gigandet, de mamá?

-

No pensé, que recordarás ese nombre - respondí sin despegar mi vista de la carretera.

-

Lo escuche hoy - fue su sencilla respuesta.

-

Bueno James, era el capitán de básquetbol, y bueno era amigo de tu madre - sabía que era una respuesta muy laxa.

-

Siempre, mencionabas que mamá era muy sociable - replico - y eso de que es su amigo no me dice nada.

-

James, no era tan cercano como Mike - ante la mención del último, no evite apretar los puños - bueno, después de que el idiota de Newton se alejará de ella, porque comenzó a salir conmigo, James tomo su lugar y bueno a mi me caía mucho mejor que el primero, y bueno su unión fue casi como la de hermanos.

-

¿Por qué mamá no me hablo de él? - giré a verla y mostraba cierta decepción.

-

James murió casi dos años después de que nos casáramos, - le sonreí levemente - a tu madre le dolió mucho, ya que como dije fue como su hermano, y bueno no pudo venir al funeral, eso le dolió bastante.

-

¿De qué murió? - pregunto casi en un susurro.

-

Le encontraron un tumor en el cerebro - conteste suavemente - y bueno se murió bastante rápido, en menos de seis meses apenas si reconocía a su esposa.

No dijo nada, y yo tampoco, así que llegamos al restaurante en silencio, y bueno en cuanto nos sentamos y el mesero tomo nuestra orden. El silencio que se formo solo se interrumpía cuando yo hacía alguna pregunta, pero entonces note que algo me estaba ocultando.

 

-

¿Puedo saber, que es lo que tratas de ocultarme? - clave mi vista en ella.

-

No creo, que debas saber esto - bajo la mirada.

-

Por cómo te pones, debe tratarse de Jacob y Stefan ¿o me equivoco? - tome su mano.

-

Stefan se va, dijo que no podía quedarse aquí - su voz sonó temblorosa - y menos sabiendo, que le mentí, porque me encontró a nada de besarme con Jake y no quiere verme, hasta que deje de amarme o algo así.

-

¿Esto lo sabe Renesmee? - enserio, debía mantener la calma.

-

Se puso como loca, - en verdad esto le preocupaba - me culpo de todo, y bueno Isabella se puso de su lado, como es lógico y no quiero saber lo que me va a decir, cuando llegue a casa.

-

No tiene por qué decirte nada - eleve una ceja, ya que si se atrevía a decirle algo, entonces tendría que defender a mi hija - y bueno, sobre lo de Stefan, debes darle tiempo a que asimile todo y Jacob creo que debo comenzar a verlo como novio de mi hija.

-

Aun no me ha pedido que sea su novia - soltó un suspiro - y como veo las cosas, lo mejor será esperar.

-

Lo importante es que tú seas feliz - le di un beso en la mejilla - y lo que tu decidas, yo lo voy a apoyar.

-

Eres el mejor padre, que me pudo tocar - me sonrió, y se abrazo a mí - enserio que no sé, que haría sin ti.

-

Ni yo sin ti - y deje un beso en su frente.

Tanya

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Diana96

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Creo que ahora comenzaban los problemas,porque en cuanto Renesmee, descubriera que la había dejado por Emma, se iba aponer como loca, y era capaz de atacar a mi ojitos y ahora que vivían juntas,la probabilidad de que hiciera algo en su contra, era mucho mayor.

- ¿Qué es lo que le preocupa al pequeño Jackie? - levante la vista y meencontré con Rachel, que sonreía de manera burlona.

- No estoy de humor - le espete.

- Puedes decirme, que es lo que te pasa - esta vez, mostro seriedad - soytu hermana mayor, y por lo que veo creo que son problemas de amor.

- A veces me sorprende tu intuición - refunfuñe.

- Es que era eso o el americano - elevo los hombros - pero mejor dime,quien es la chica que ha robado el corazón del pequeño Jackie.

- ¿Por qué crees que alguien me ha robado el corazón? - eleve una ceja.

- Pues desde hace unas semanas, te he visto diferente - se tomo el mentón,como si reflexionará - de hecho, creo que fue desde que la tal Emma regreso.

- Claro - sonreí, con cierta ironía.

- ¿Estás enamorado de Emma Cullen? - mostró sorpresa - siempre creí, quequien terminaría siendo mi cuñada, sería Leyna Hale, pero no pensé que sería laprima.

- Renesmee debe estar furiosa - repuse secamente.

- Ya entiendo que te preocupa - me observo, como si supiera todo - ybueno, creo que tienes razón de preocuparte, ya que Emma no es muy alta ytampoco se ve que sea muy fuerte.

- Eso no me ayuda - le reproche.

Solo rió y se fue, dejándome peor que antes,pero de que me quejaba si conocía a mi hermanita, jamás haría nada paraapoyarme, eso sería más de Rebecca, pero seguramente andaría con Vladimir, comotodas las tardes. Entonces la idea de saber cómo estaba llego enseguida.

 

Me levante del sofá, dispuesto a subir a mihabitación y por medio del árbol, llegar a la habitación de Emma, pero antes dellegar a las escaleras, escuche la puerta. Y bueno al notar que Rachel noabriría porque seguramente ni siquiera habría escuchado, por su música a todovolumen en su habitación.

Un tanto molesto camine para abrir, en cuantolo hice, lo primero que recibí un puñetazo, que al tomarme desprevenido,termine en el suelo; en ese momento Stefan, me extendía la mano.

- Estamos a mano - repuso tranquilamente.

- Supongo que lo merecía - acepté, tomando su mano para levantarme.

- Mereces más - me espeto - pero como acepté, cierta culpabilidad, por esono te di los que en verdad mereces, después de todo no fue muy amable de tuparte, estar buscando y confundiendo a Emma, cuando ella te había pedido que tealejarás.

- Solo hice lo mejor para ella - mi mano estaba sobre mi labio - golpeas,bastante fuerte.

- El box deja buen brazo, - elevo los hombros - y supongo que ya sabes,que me voy.

- Emma está destrozada con eso - camine hacia la cocina, para tomar unpoco de hielo, o mi labio iba a terminar inflamado.

- ¿Y cómo crees que estoy yo? - en verdad si Emma no estuviera en medio,sabría que seríamos amigos - Emma, es lo mejor que me ha pasado, siempreimagine mi vida con ella, aunque no suene muy lógico viniendo de un hombre,pero siempre creí que estaría en mi vida, pero entonces apareciste tú.

- Fue algo extraño lo que paso - comente un tanto culpable - solo sé quealgo de mí, no me permite alejarme de ella, y Emma también lo siente, era poreso que era peor que estuviera contigo sin amarte.

- Espero que no la lastimes - sus ojos mostraban seriedad - porque ella noestá sola, y tal vez yo no esté aquí, pero créeme Leah es mucho más peligrosade lo que aparenta, y adora a Emma como su hermana, así que atente a lasconsecuencias; porque una lágrima de esos ojos verdes te puede costar un huesoroto.

- Lo tendré en mente - le aseguré.

- Quisiera decir que gano el mejor - sonrió de lado - pero no fue así,hasta Emma lo reconoció, pero en el corazón no se manda, y bueno algunosconsejos, cuando esté enojada deja que grite lo que necesite, en cuanto secanse abrázala y si llora solo dile que estarás ahí para ella y de nuevoabrázala hasta que se calme, cuando no quiera hablar, guarda silencio; si hablaescúchala y no la interrumpas; cuando se sienta culpable, hazla reír, al igualque cuando esté triste y sobre todo amala.

- Lo haré - respondí tranquilamente - Emma, va a ser mi prioridad.

- Debo irme - y sin más salió de la casa.

En cuanto salió me deje caer en el sillón, enverdad esperaba poder hacer feliz a Emma, después de todo merecía lo mejor. Mepuse a ver la televisión, después de todo parecía que no había nadie en lacasa, además debía dejar que pasara un tiempo, antes de hacer pública nuestrarelación.

Mi padre llego como dos horas después yRebecca media hora después de papá; cenamos escuchando la plática de lomaravilloso que era Vladimir, en cuanto termine de cenar, decidí subir a mihabitación, ya que la plática de mi hermana no era muy agradable.

Y vi que la luz, de mi ojitos estabaencendida, así que esta vez sí deje que el impulso ganará, ya que necesitabaverla, fue bastante sencillo, agradecí que dejara la ventana abierta, en cuantollegue; la vi llorar, mientras se escuchaba una canción.

 

- Ojitos - susurre.

- Se fue - repuso, abrazándose a mí - Stefan simplemente me dejo esacanción.

- Todo va a pasar - acaricie su cabello - además, debes darle tiempo paraque piense en todo lo que paso, no es fácil.

- ¿Por qué escogerme? - se separo de mí - soy la persona más horrible deesta casa.

- No eres horrible - tome sus manos - soy especialista, en ver personashorribles, y si fueras una, no arriesgaría mi vida para verte.

- Quisiera decirte que te fueras - sonrió amargamente - pero te necesito,no sé qué hiciste conmigo, para que te necesitara tanto.

- Suelo causar eso - ante aquello, elevo una ceja - aunque lo que esextraño, es que no deje de pensar en ti, jamás me había pasado con una chica, yde repente apareciste tú, dando un vuelco a mi vida, sin ni siquiera preguntar,te instalaste en mi corazón.

- Sigues siendo un engreído - hizo un ligero puchero - pero ya meencargaré de quitártelo.

- No va a hacer tan fácil - le sonreí de lado.

- Eso ya lo veremos - sus ojos brillaron - y ahora, es mejor que te vayas,porque quiero dormir.

- Pensé que podría dormir aquí - le di mi mejor sonrisa.

- Ni siquiera somos novios - me sonrió de lado - así que buenas noches,Jacob.

- Eres un tanto orgullosa - replique - pero no te preocupes, que yo te lovoy a quitar.

- Adiós - y me empujo hacia la ventana.

- Descansa, - y antes de salir, la besé, bueno solo fue un roce - noviamía.

Y sin dejar que contestará, me colgué delárbol para llegar a mi habitación, en cuanto llegue le mande un beso, cosa queella solo movió la cabeza negativamente y cerró la ventana.



he subido 2 fics más, uno que es de esta pareja Jacob-Samantha que se llama "Una sonrisa Vacía" https://www.potterfics.com/historias/72338 y una que es original que se llama "No existe nadie más dentro de mí...que tú" https://www.potterfics.com/historias/72048 espero que se puedan pasar y dejar algún comentario

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Sentí como algo vibraba, y después una canciónde los Black Eyed Peas a tientas busque el móvil,que colocaba debajo de mi almohada, ya que lo usaba como despertador, pero silo dejaba en el buró, no escuchaba; por fin mi mano dio con él, aunque lamusiquita que sonó, era de un mensaje.

Abrí los ojos con cierta molestia, y observeque el número era de Jake, creo que esto de que él sería el primero enfelicitarme fue cierto, ya que según lo que el móvil decía, era que eran las00:01 del 9 de mayo, justamente del día en que nací.

Hola ojitos, séque en estos

momentos, debesestar odiándome,

por despertarte,pero debía ser el

primero endecirte: Feliz Cumpleaños,

descansa nos vemosen un rato.

Sin hacer nada, me volví a acomodar paraseguir durmiendo, y casi enseguida me quede dormida, la verdad es que meagradaba que mi cumpleaños cayera en sábado, porque no tendría que levantarmetemprano, podría dormir más tiempo.

Feliz, feliz en tu día,
ojalá que te aplaste un gorila,
que comas patatas podridas,
¡y que no cumplas nunca más!

 

Con eso fue con lo que me desperté, cantado dela voz de Leah, que en ese momento brincaba en mi cama, para que despertará.Quise ignorarla, pero conociéndola, lo mejor era abrir los ojos.

- ¡Feliz Cumpleaños! - me saludo Leah, casi golpeándome con su regalo -espero que te guste, porque me costó mucho encontrarlo.

- Gracias - repuse, incorporándome para ver el regalo.

Estaba abriendo la caja, y me encontré con unaplayera que tenía de estampado una mariposa, y además una pulsera, la abraceagradeciéndole el regalo.

- Bueno basta de abrazos, - se separó de mí - ya que tenemos que irnos.

- ¿A dónde? - enserio, no entendía que era lo que planeaba.

- Pues tenemos que arreglarte, para tu fiesta - me jalo, para que melevantará de la cama.

- Pensé que olvidarían eso - susurre, mientras Leah, me empujaba hacia elbaño.

- Ya habíamos dicho que diecisiete no se cumplen todos los días - me reprocho- además, como dijo Leyna, eres la última de cumplirlos, como para dejar quepase sin más.

Y en cuanto dijo aquello cerró la puerta delbaño, enserio que Leah debía estar loca, pero no dije nada, ya que ponermecontra ella, era seguro que perdería y simplemente, haría que el humor de mimejor amiga, se viera afectado.

Me duche, ya que en verdad no deseaba sertestigo de la molestia de Leah, y menos que yo fuera la causante, en cuantotermine, simplemente me anude una toalla al cuerpo, ya que no había podidotomar mi bata por culpa de mi amiga; camine hacia mi recamara para podercambiarme.

Abrí la puerta de mi habitación, y bueno tuveque reprimirme de gritar, parecía que a Jake se le había hecho una costumbreentrar a mi recamara sin invitación.

- No pensé encontrarte así - me sonrió de lado, en ese momento recordé quesolo me cubría una toalla.

- Se supone que tú no deberías entrar - le espete, sintiendo como mirostro ardía - y es mejor, que te vayas antes de que grite.

- Si hubieras querido gritar, ya lo habrías hecho - comento tranquilamente- pero creo que tú regalo, mejor te lo doy en la fiesta - sin más sentí su besoen mi mejilla - nos vemos en un rato.

En cuanto se fue, corrí a cerrar la ventana yla cortina; Jacob iba a terminar volviéndome loca, no podía creer que siguieraentrando a mi recamara como si fuera su casa, debía decirle a mi padre quequería mandar a cerrar esa ventana.

Me puse lo primero que encontré, no puse muchaatención a mi vestimenta, y decidí bajar a desayunar. En la cocina, estabanBella, Renesmee y papá.

- ¡Feliz Cumpleaños, amor! - mi padre me abrazo, y me levanto del suelo ydespués beso mi frente.

- Felicidades - repuso Bella con una media sonrisa.

- Gracias - sabía que su felicitación era falsa, pero no quería amargarmeese día - ¿sabes donde será la fiesta?

- Por supuesto - me sonrió de lado - pero no voy a decir nada, porque leprometí a Leyna y a Leah, que no te diría nada, así que es mejor que guardes tucuriosidad.

- Eso no es justo - le reproche.

- Vamos, cariño - me colocó un mechón del cabello detrás de la oreja - hoydebes de estar feliz, ya que tus amigos y tu familia a decidido consentirte.

Sonreí levemente aceptando aquello, mi padreme guió a la mesa, pero no tenía hambre y menos si Isabella había cocinado, yaque no era la gran cocinera, de hecho era bastante mala. No tenía nada que vercon Victoria, que además de cocinar bastante bien, sabía escucharme ycomprenderme.

 

Renesmee seguía mandándome miradas asesinas, ydebes en cuando soltaba algunas indirectas, pero simplemente me hacía la sorda,después de todo, comprendía un poco su enojo, ya que Jake la había dejado, parasalir conmigo, aunque claro aun no lo decíamos, pero mi padre, al igual queLeah, Leyna y Nahuel ya sabían que salíamos o mejor dicho que él entraba a mirecamara a escondidas, bueno eso no lo sabían.

Leah bajo como quince minutos después, y solodiciendo adiós se despidió de los presentes y me saco de la casa, en la puertase encontraba ni más ni menos que Jacob, mi amiga lo saludo y me obligo a subiral auto.

- En cuanto lleguemos, pueden estar a solas - sonrió de manera picara -además Ley y yo estaremos arreglando los últimos detalles.

- ¿No pasaremos por ella? - cuestione, al ver que pasábamos su casa.

- Ella, ya debe de estar allá con Nahuel - respondió Leah con indiferencia- por cierto, nos arreglaremos allá.

- No traigo nada - le espete.

- Ya me ocupe de eso - ni siquiera me veía, ya que observaba una lista,mientras que anotaba algunas cosas.

El resto del camino fue en silencio, ya quesolo se escuchaba la música, comenzamos a adentrarnos en el bosque, enserio notenía ni la menor idea de a dónde íbamos, fueron como quince minutos de soloárboles, pero por fin pude ver una enorme barda.

Las puertas las abrió un hombre, bastante altoy con aspecto de gorila, Jake le agradeció y entramos a la casa, la verdad nosabía que hubiera un lugar así, se detuvo frente a la casa, que no se podíallamar así, porque era enorme.

Baje del auto un tanto confundida, ya que nopodía creer que aquí sería la fiesta, en ese momento vi que dos personas salíande la casa, me quede aun más sorprendida, ya que eran mis abuelos.

- Emma - mi abuelo Eleazar, abrió los brazos y no pude más que abalanzarmesobre él después de todo lo había extrañado horrores - me encanta verte comoantes.

- Te dije, que nuestra niña había regresado - comento mi abue, me separédel abuelo y ahora abrace a mi abuela - veo, que en verdad me extrañaste.

- No he dejado de pensar en ustedes - les aseguré - ¿vendrán mis tías?

- ¿No hay nada, para tu madrina? - en ese momento observe a tía Kate, quelucía hermosa.

- Tía - me abrace a ella con fuerza - no sabes, lo mucho que te he echadode menos.

Y era cierto, después de todo, ella era quienmás se parecía a mi madre, y la que siempre había estado para mí, enserio nohabía creído que los extrañaría tanto, la única que faltaba era Irina, perodesde lo que paso con mi madre se distanció de la familia.

- ¿Te gusta el lugar? - mi abuelo, me tomo de los hombros - he pensado encomprarlo, pero necesito saber si a mi princesa le gusta.

- Es hermoso - le aseguré.

- Te dije que le gustaría - comento mi tía.

- Pues bueno aquí será tu fiesta - repuso mi abue.

- Pero, espera aun no has visto lo mejor - mi abuelo, me tomo del hombro yme guió.

Escuchaba su conversación, de los arreglos quele haría el lugar, y que me dejaría la habitación con la vista más hermosa, mimadre solía decir que mis abuelos me consentían demasiado, pero ellossimplemente contestaban, que siendo la única debían darme de todo.

 

Mi abuelo, era Director de un hotel debastante lujo, que había puesto junto con sus hermanos, y bueno a pesar de quedebía haberse jubilado, él no lo deseaba, ya que eso era su vida, lo que lomantenía activo era el hotel, y ahora cada uno de los hermanos tenía uno, el demi abuelo era el de Nueva York.

En ese momento llegamos a lo que parecían unascaballerizas, ante aquello, eche a correr, para verlas más de cerca, y vi quehabía un hermoso caballo negro, y llevaba un moño morado.

- Feliz Cumpleaños - fue lo que dijo mi abuelo.

Ante aquello camine hacia el caballo, enserioera hermoso, le acaricie la cabeza, y él se inclino para que lo siguierahaciendo, me encantaban los caballos, ya que mi madre había sido amante de esosanimales, y por tal desde muy pequeña, había ido a clases de equitación.

- Se llama Luna - así que era una yegua - espero que te haya gustado.

- Es hermosa - susurre - en verdad lo eres.

- Puedes dar una vuelta - propuso.

- No creo que a Leah, le agrade que no esté aquí - comente tranquilamente.

- Por fin - esa voz fue de mi amiga - señor Denali, lamento llevármela,pero debemos estar listas, ya que falta una hora para que comiencen a llegarlos invitados.

- Adelante - fue la respuesta de mi abuelo.

Así que caminamos hacia la casa, en donde mimejor amiga me guió a una habitación, creo que esto de la fiesta no iba a hacermuy agradable, pero era mejor que la disfrutara.


Eleazar Denalí

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En cuanto termine de vestirme,camine hacia la sala, en donde observe a Bella, que sostenía el regalo que aunno envolvía para Emma, lo veía con suma atención, en cuanto escucho que bajabaclavo su mirada en mí.

- Lo intente - susurro, ante aquello arrugue lanariz - en verdad lo hice, pero no puedo.

- No entiendo - repuse caminando hacia ella.

- Tienes razón, siempre le di preferencia aRenesmee - no esperaba eso - porque ver a Emma, es como recordarme que Tanyasiempre va a hacer parte de tu vida.

- Lo mismo pasa con Mike - dije, realmente estabaconfundido - después de todo, es el padre de Renesmee.

- No es lo mismo - sus ojos chocolates secristalizaron - porque si nosotros nos casamos, fue por ella; en cambioustedes, se amaban y Emma es la muestra de ello, mientras mi hija es elresultado de un error.

- No digas eso - trate de abrazarla, pero ellaretrocedió.

- Emma es como su madre - sonrió amargamente -suele caer bien, pero con las Swan hay un rechazo natural, después de todo, laspersonas que amamos, siempre eligen a las Denali.

- ¿Rechazas a mi hija, por el pasado? - arruguela nariz.

- Trate de evitarlo - su mirada mostrabaculpabilidad - pero, verla es como ver a Tanya, y saber que por más que meesfuerce ella siempre va a ganar - algunas lágrimas comenzaron a salir -después de todo, tuvo una hija, que es tu adoración, no importa si tienes otrohijo, esa niña siempre va a hacer la luz de tus ojos.

- Lo lamento - repuse suavemente - creo, que lonuestro fue demasiado apresurado.

- ¿Aun la amas? - me quede en silencio, sabía queresponderle sería peor - fui una tonta al creer, que podría luchar contra surecuerdo, pero veo que es en vano, ella siempre va a hacer más importante.

 

- Bella - mi voz fue lo más suave posible - fueun error y lo entiendo, te quiero y mucho, pero

- Pero no me amas - me interrumpió - ya lo sabía,pero al igual que mi hija, me aferre a algo que no iba a hacer, después de todoTanya siempre va a vivir en tu recuerdo.

- He intentado olvidarla, - le aseguré - perocada vez que veo a Emma, no evito que me recuerde a su madre y más cuando mesonríe.

- Fue un error, lo de que viviéramos juntos -soltó un suspiro - lo mejor es que haga mis maletas, y me vaya, creo que esoserá lo mejor para todos.

- ¿No irás a la fiesta? - no sabía que decir.

- Creo que Emma, la pasará mejor sin mí - sonrióde lado - después de todo, no he sido muy buena con ella, dile que lo siento.

- Ella lo entiende - le sonreí - y enseriolamento esto.

- Fue bueno mientras duro - camino hacia mí -pero ahora es mejor, que te vayas o tu hija estará preocupada por ti - y colocoen mis manos el libro -deséale Feliz Cumpleaños de mi parte.

No dije nada, solo tome ellibro y salí de la casa, después de todo no podía perderme el cumpleaños de mihija, aunque me sintiera un tanto dolido, por el fracaso de mi relación conBella, ella no debía darse cuenta de ello, tenía que verme feliz para ella.

Llegue al lugar, en donde yahabía varios autos ya, estacione el mío, y camine hacia la enorme casa, endonde Carmen me esperaba un tanto molesta, sabía que venía una reprimenda pormi tardanza.

- Emma no para de preguntar por ti - me reprocho.

- Lo siento - me disculpe.

- Olvídalo - rodo los ojos - mejor entra.

Y no espere a que lo dijera denuevo, camine hacia lo que supuse sería el comedor, aunque era bastante grande,solo que ahora había varias mesa, y al fondo había un escenario con una enormepantalla, en ese momento vi a mi hija caminar hacia mí.

- Papá, tía Kate ordeno una canción la cualcantare y mi voz no es buena - se veía bastante estresada.

- Puedes tocarla solamente - le acaricie lamejilla - te ves hermosa.

- Gracias - sonrió besándome la mejilla.

Y antes de que alguien dijeraalgo, Leyna se la llevo, así que simplemente me quede observando el camino pordonde había desaparecido, no cabía duda que mi hija, había dejado de ser unaniña, aunque para mí siguiera siéndolo, ahora era una señorita.

- Tanya estaría orgullosa de lo que has hecho -ante la voz de mi suegro, creí que soñaba - Emma además de una hermosaseñorita, tiene un enorme corazón.

- Eso lo hizo ella - comente suavemente.

- Pero hacer que eso perdure, también merecereconocimiento - palmeo mi espalda - pero debo decir, que muy pronto llegaráalguien que te separé de ella.

En ese momento observe aJacob, que le susurraba algo al oído a mi hija, la verdad no era mucho de miagrado, pero creo que debía aprender a aceptarlo, después de todo parecía queEmma estaba feliz, y eso me alegraba.

Eleazar me guió a la mesa endonde estaba Kate, Carmen y mis padres, todos hablaban sobre lo grande que yaestaba mi hija, mientras yo solo observaba aquella señorita, que hace no muchohabía sido mi niña.

La fiesta paso sin más, vi aKate levantarse de la mesa, pero no le tome importancia, Carmen y mi madrehablaban muy animadamente.

- Buenas tardes - esa voz, no era más que de Kate -bueno ya casi noches - rió un tanto nerviosa - solo quiero desearle a misobrina un Feliz Cumpleaños, y que todo lo que desee se le cumpla, porque lomereces todo Emma, sé que has pasado por momentos difíciles que de hechocompartimos, pero a pesar deeso, eres una de las personas más fuertes que he conocido. Que sin importar lascircunstancias, supo salir adelante - observe a mi hija, que simplemente lesonreía a su tía - y le prometí a tu madre, que cuidaría de ti, y eso he hechodesde siempre, eres como mi hija, aunque claro aun no conozco ese sentimiento,pero sé que es imposible que quiera a alguien más de cómo te quiero a ti.

 

<< Desde que tus padres,me eligieron como tu madrina, decidí que te cuidaría mejor de lo que harácualquiera - en la pantalla pude ver que estaba llorando - eres mi hija, aunquela sangre diga que eres mi sobrina, el cariño que siento por ti es más grande,pero bueno basta de lágrimas - se seco las mejillas - tu madre me dejo esto, sesuponía que la escucharías hace dos años, pero las circunstancias no lopermitieron, solo quiero decir que Tanya fue quien la escribió.

En ese momento se comenzó aescuchar una suave melodía, en ese momento Kate le hizo una seña para quesubiera, mi hija hizo lo que le pidió, en cuanto estuvo arriba, la voz de Tanyafue la que se escucho.

Yo te esperaba

y veía mi cuerpo crecer

mientras buscaba

el nombre que te dí

en el espejo

fue la luna llena y de perfil

contigo dentro, jamás fui tan feliz.

En ese momento, enla pantalla comenzaron a pasar imágenes de Emma, desde que había estado en elhospital junto con su madre.

Moría por sentir

tus piernecitas frágiles

pateando la obscuridad

de mi vientre maduro.

Soñar no cuesta no

y con los ojos húmedos

te veía tan alto es más

en la cima del mundo.

Yo te esperaba

imaginando a ciegas el color

de tu mirada y el timbre de tu voz.

muerta de miedo

le rogaba al cielo que te deje

llegar lejos, mucho más que yo.

Yo te esperaba

y pintaba sobre las paredes

de tu cuarto, cuentos en color

restaba sin parar, días al calendario

solo tú me sabías curar

el modo de escenario.

El mundo es como es

y no puedo cambiártelo

pero siempre te seguiré

para darte una mano.

Yo te esperaba

imaginando a ciegas el color

de tu mirada y el timbre de tu voz.

hoy que te tengo

pido al cielo que me deje verte llegar lejos

mucho más que yo.

Yo te esperaba

 

y en el espejo te miraba mientras

ya te amaba.

En cuanto termino, la canción,en la pantalla quedo una fotografía en donde nos encontrábamos los dos, de haceunos días, en ese momento note que Carmen y mi madre lloraban en silencio.

- Bueno cuñado, sabes que esta familia tiene algo desangre mexicana - Kate me hizo una seña para que me dirigiera al escenario -bueno a decir verdad demasiado, porque mi madre Carmen González, es mexicana ypor tal en mi sobrina también corre esa sangre, así que como es costumbre enMéxico, se hace a los 15 años, pero nos atrasamos un poco, y bueno ahora tienesque bailar con tu pequeña.

En ese momento comenzó asonar, la canción de una de las películas animadas favoritas de mi hija, lacanción de Tarzán, la abrace y así fue como comenzamos a bailar.

- Tengo un regalo, que sé que te gustará - le susurre,mientras nos movíamos al ritmo de la canción.

- ¿Qué es? - pregunto un tanto ansiosa.

- Tendrás que esperar - le sonreí levemente.

No hubo protesta, asícontinuamos bailando, hasta que la canción termino, cuando eso paso todosaplaudieron. La fiesta siguió, yo solo veía a mi hija reír con sus amigos, peroprincipalmente con Jacob, que parecía tener esa facilidad de sacar una sonrisa.

Por fin la gente comenzó airse, y a las doce casi la una, ya no había nadie, a excepción de la familia, ybueno Billy que como veía las cosas creo que pronto se uniría a la familiaCullen.

- Hacen una linda pareja ¿no crees? - observe a mi hijaque en ese momento estaba abrazada a Jacob, trate de contar hasta mil, para nodecir nada.

- Espero que tu hijo, sepa cuidar a mi hija - mi vozsonó ronca.

- Si no lo hace, se las verá conmigo - me aseguro - perodebo decir que el cazador resulto cazado.

Ante eso giré a verlo con lanariz ligeramente arrugada, me señalo de nuevo a la pareja, ahora Jacobacariciaba el rostro de Emma, como si se tratará de una pieza de vidriodemasiado frágil y valiosa y temes romperla con un simple movimiento.

- Jake, no es así - comento - él ya la habría besado,sin importarle nada, pero ahora le está dando el tiempo a que ella se decida.

- No quiero ver si mi hija lo besa - gruñí.

- Pues entonces cierra los ojos - sonrió.

En verdad me giré para no verqué era lo que pasaba, escuche la risa de Billy, así que supuse que el beso se estaballevando a cabo, pero de solo imaginarlo, me daban ganas de golpear a Jacob,fue por eso que mantuve mi vista alejada de todo aquello.

- Por fin - escuche de nuevo la voz de Billy - pensé quedejarías a mi pobre hijo en los huesos.

- Papá - escuche el reproche en la voz de Jacob.

- Aquí entre nos - hizo que Emma se inclinará - todaesta semana, no ha comido ni dormido, esperando tu respuesta.

- Vamos - mi voz sonó seca - es mejor ir a casa.

- Claro - respondió con una media sonrisa - nos vemos,señor Black - se despidió de Billy - hasta mañana - y dejo un beso en lamejilla de Jacob.

Respire varias veces tratandode alejar mi instinto asesino sobre ese que ahora debía ver como novio formalde mi pequeña; y me aleje ya que no me creía muy seguro de mantenerme en paz.

El camino fue en silencio, encuanto llegamos a la casa, no hubo preguntas, simplemente entramos y con unamirada, le hice entender que esperara, camine hacia el estudio, y después detomar el regalo regrese a la sala, en donde ella estaba de pie un pocosorprendida.

 

- Feliz Cumpleaños - le extendí el libro - espero teguste.

Se quedo observando laportada, de hecho paso sus dedos sobre la portada, y vi que una lágrimacomenzaba a rodar por su mejilla.

- Gracias, papá - y sin más me abrazo - es el mejorregalo.


Luna el cabello de Emma

Bueno antes que nada debo decir que del regalo de Jake no se me ocurrió nada, así que si quieren decirme que les gustaría que le regalará se aceptan sugerencias, y ahora de la canción es de Alejandra Guzmán y se llama "Yo te esperaba" y bueno creo que también a muchas les cumple el deseo de ver fuera de esto a Bella

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DaniiBlack

Diana96

Zhere StAr De Black



Habíapasado una semana, desde que mi padre me había dado el libro, que ambos habíanescrito, antes de que naciera, pero aun no lo había abierto, era sábado yestaba observando el libro, en donde estaba la fotografía de mi madreembarazada y las letras doradas que decían "La historia de amor, que creó unángel"

Nosabía qué era lo que me daba tanto miedo, después de todo en ese libro, estabatodo lo que siempre había deseado conocer, y que mis padres jamás me contaron,diciendo que aun no era el momento, pero ahora que estaba en mis manos, nopodía ni siquiera abrir el libro.

- ¿Qué haces? - esta vez,ni siquiera me inmute, ya me estaba acostumbrando a que Jake entrara a mihabitación, como si fuera la suya - pensé que ya lo habrías abierto.

- No puedo - susurre.

- Ya sé que podemos hacer- tomo el libro de mis manos, no puse resistencia - te lo leeré como si fuerasuna niña, que pide un cuento ¿te parece?

Soloasentí, y él me tomo de la mano y como si en verdad fuera una niña pequeña, mellevo a la cama y él se sentó a mi lado. Lo vi abrir el libro.

- ¿Quieres que te lea ladedicatoria? - de nuevo afirme con la cabeza - "Amor, este libro es tuyo, es lahistoria de todo lo que tuvimos que vivir tu padre y yo para que nacieras. Ereslo mejor que nos ha pasado, Te Amamos"

Esoera de mi madre, sentí un nudo en la garganta, sentí el beso de Jake en mi cabelloy con una débil sonrisa le pedí que continuará.

Hoy por fin se sentó conmigo, claro que Mike semolesto, pero eso no importa, porque por fin pude saludarlo, y no solosonreírle de lejos, hoy por fin Edward Cullen me dirigió la palabra.

- Hermanita - ante la voz de Kate, solo pude abrazarme a ella - veo, que alguien está de buen humor, yeso lo debemos a

- Hable con él - mi voz sonó más elevada de lo deseado.

- ¿Con él te refieres a tu súper héroe Edward Cullen? - solo solté unarisita nerviosa - supongo, que debo felicitarte, ya que llevas meses tratandode encontrar la forma de hablarle, pero mejor dime ¿Cómo fue?

- Pues yo estaba sentada a la mitad del salón, y esperaba a que Mikellegará como siempre para compartir banca, pero entonces - solté un suspiro -él apareció, venía un tanto agitado, su hermoso cabello rubio lo traía másdespeinado de lo normal - giré a ver a Kate que me observaba con una mediasonrisa - y bueno camino hacía donde estaba, enserio cuando lo vi cada vez máscerca, sentía que mi corazón se me iba a salir del pecho, pero cuando se sentó,creo que hasta aguante la respiración.

 

- ¿Se sentó? - mi hermana, elevo una ceja - ¿no te pregunto si podía?

- Venía tan apurado, que ni cuenta se dio, que yo estaba a su lado -comente como si nada.

- Cuando un hombre no se da cuenta, de tu presencia, es porque no leinteresas - esa voz fue de Irina.

Ante aquello, toda la felicidad que me había inundado,toda la mañana desapareció, en un abrir y cerrar de ojos.

- Siempre tan optimista - le espeto Kate - por eso, es que siempre sonríes- ante el sarcasmo, Irina le mando una mirada ácida - Tan, no le hagas caso, yocreo que Edward solo no te vio, porque como dices venía demasiado apresurado.

- No le mientas - replico Irina y sus ojos aceitunados se clavaron en losmíos - Tanya, sabes que esto lo hago porque te quiero, y debes quitarte lavenda de los ojos Edward Cullen no siente nada por ti.

- ¿Cómo puedes estar tan segura? - cuestionó Kate secamente.

- Alice, la más joven de los Cullen va en mi salón de Literatura -respondió tranquilamente - y por lo que he escuchado, hay dos personas que leinteresan.

- ¿Quiénes? - necesitaba saber, quien le gustaba.

- Una de ellas es Isabella Swan - no podía creer que le gustará la chicarara de la clase de Biología - y bueno la otra, es mejor que no te lo diga,porque no quiero que te lastime más.

- Vamos, dime quien es - le pedí.

- Pues yo tengo entendido, por Emmett - interrumpió Kate, era el nombredel hermano mayor de Edward - con él cual me llevo bien, mencionó que suhermanito, está loco por una de mis hermanas.

- Bueno yo no quería decir nada, - comento Irina - pero ya que Kate losacó, la Denalí que le gusta soy yo - ante aquella declaración, sentí que mislágrimas estaban a nada de salir - Tan, enserio lo siento, aunque yo no tengala culpa de que yo le guste.

- No importa - sonreí tratando de aparentar que estaba bien - enserio, haymás chicos, además Mike me pidió que fuera su novia.

- ¿Entonces, no habría problema que yo saliera con Edward? - Irina meobservo esperanzada.

- Claro - no sabía cómo aun salían mis palabras - y bueno, ahora debo deir a hacer mi tarea.

Y sin más me encerré en el estudio, porque no podíacreer que Edward le gustará mi hermana, en cuanto me sentí segura en elestudio, me descargue en el llanto, después de todo el chico, que me habíagustado desde hacía meses, hoy descubría que jamás habría nada conmigo, ya quea él le gustaba Irina.

 

- Espera - susurre, al verque iba a seguir leyendo - ¿mi tía Irina, le gustaba a papá? - eso no mecuadraba - pero mi padre dijo, que a él siempre le había gustado mi mamá.

- Ojitos - ante aquelloclave mi mirada en él - ¿y si tu tía mintió?

- ¿Por qué lo haría? - noentendía cual sería la finalidad.

- Tal vez, porque a ellale gustaba tu padre - ante aquello arrugue la nariz.

- Sería un poco feo, quese lo hiciera a su hermana - comente - entendería, de una amiga a otra, pero¿entre hermanas?

- Se nota, que eres hijaúnica - me beso la frente - pero hay cosas, que hacemos los hermanos sinpensar, y bueno más si son del mismo sexo, siempre habrá pleitos y mentiras.

- ¿Enserio? - no sé quéexpresión hice, pero Jake soltó una carcajada - no te burles - le espete -además se supone que me estabas leyendo.

- Muy bien - se acomodó yde nuevo siguió con la lectura.

Enla siguiente página se hicieron novios de una forma un tanto extraña.

Había pasado una semana, desde que mi corazón habíasido roto por Irina, diciéndome que ella era la chica que le gustaba a Edward,pero eso ahora no debía importarme, ya que hoy era el primer partido debaloncesto.

Habíamos practicado una semana, sin descanso solo paraeste día, aunque no sabía para que tanto, si solo iban a ver el juego, no alequipo de porristas, que debo decir que este año no era muy bueno.

- Naya - solo alguien me llamaba así, giré ligeramente la cabeza y meencontré con James - ¿ya lista, para mis porras?

- Jimmy yo siempre estoy lista - fue mi simple respuesta.

- Eso me agrada, porque solo tú logras motivarme - me sonrió de lado.

- Que no te escuche Mike, porque recuerda que es un tanto posesivo -comente con una media sonrisa.

- El cabeza de gallina, no me preocupa - me paso el brazo por los hombros- aunque el chico ratón de biblioteca, si es más peligro.

- Deja a Edward fuera de esto - le reproche.

- Solo bromeo Naya - repuso suavemente - sabes, que solo golpearía a lacabeza de gallina, el ratón me cae bien - ante eso le mande una mirada asesina- muy bien, lamento insultar a Edward, no lo volveré a hacer.

- Nos vemos en la cancha - me despedí de él, cuando llegamos a losvestidores.

No respondió, entre al vestidor, en donde ya lamayoría de las chicas ya estaban cambiadas, así que yo hice lo mismo. En cuantosalimos a la cancha, hicimos una de las rutinas, mientras esperábamos a queambos equipos salieran.

En cuanto terminamos, vimos como ambos equipos yasalían, pero en la pancarta en donde debería estar el nombre de nuestro equipo,estaba algo que me sorprendió "Tanya Denali ¿Quieres ser mi novia?"

Y sinceramente, lo primero que sentí fue ciertapresión, de que tendría que decirle a Mike que sí, después de todo esto quehabía hecho por mí, pero en cuanto vi a quien salía detrás del cartel, sentímis piernas temblar.

 

- ¿Qué dices? - ante esos ojos verdes.

- Sí - respondí - por supuesto que sí - y sin más me abrace a él.

- ¿Por qué a mí no se meocurrió? - no sabía de que hablaba, ya que estaba tan metida en la historia.

- ¿Qué? - pregunte.

- Pues que debo decir, quetu padre es un tanto original - eleve una ceja - a mí no se me había ocurridoalgo así, para pedirte que fueras mi novia.

- Me conformó con que lohayas pedido - confesé - de hecho, creí que yo tendría que hacerlo.

- Vamos, ojitos - me miróseriamente - no me tarde mucho.

- No importa - besé sumejilla - lo único importante, es que me quieres.

- ¿Yo? - se hizo el desentendido- ¿enserio?

- Sí - le sonreí - soy laprimera chica a la que le pides que sea tu novia, así que supongo que debo serimportante.

- Creo que no debí dehaberte dado ese poder - rodo en la cama y me dejo debajo de él - pero ya quelo hice, te diré que eres mi rayo de luz personal, cada vez que esos hermososojos se clavan en mí, sé que cada día te quiero más.

- ¡Vaya! - exclame - sique te tengo locamente enamorado.

- Oye - me reprocho - sesupone que tendrías que decirme algo, como que tú también me quieres.

- Mmm
- me coloqué lamano bajo el mentón como si pensará las cosas.

- Emma - replico.

- Claro, que te quierotontito - rodee su cuello - sino ya te habría corrido de mi recamara, es más nisiquiera te habría dejado entrar, y mucho menos tocar algo que es tanimportante para mí - observé el libro, que ahora se encontraba en la cabecera -veo, que si he logrado quitarte lo engreído.

- Creo que yo soy másvulnerable - me beso la barbilla - porque, yo aun no logró quitarte loorgullosa.

- Aun no lo ves - leacaricie la mejilla - solo por ti, dejaría mi orgullo - sus ojos se clavaron enlos míos - aunque espero, que jamás me hagas algo, en lo cual tenga que callaral orgullo y dejar a hablar el corazón.

- Jamás había sentido algoasí por nadie, - su seriedad, me ponía nerviosa - y me da miedo poder perderte,así que haré hasta lo imposible por hacerte feliz.

- ¿Crees que sea elmomento de hacerlo público? - cuestione.

- Llevamos tres semanas -me beso castamente - creo que es el momento, además de que ya podría hacerlever a esos idiotas, que se te quedan viendo, que eres mi novia.

- Muy bien, celosito - lobesé de nuevo - a partir del lunes, sabrán que tú y yo salimos.

Nohubo respuesta, en cambio de eso fue un beso, mucho más largo e intenso que losotros, besaba como un experto, yo a comparación de él, era una niña, pero debíadecir que tenía a un excelente profesor.


Irina Denali

Bueno tengo dos cosas que preguntar:

1) ¿Quisieran conocer la historia de Edward y Tanya?

2) Estoy pensando en hacer la segunda parte de este fic, claro seguirá siendo de Jake-Emma.

pero ustedes son lo que deciden que se hace y que no, y bueno deseo conocer sus respuestas, para ver como termino este fic.

Capitulo dedicado a:

DaniiBlack

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Zhere StAr De Black

 

Hoy sería el día en que les haría conocer a todos, que salía con EmmaCullen, y que nadie más que yo podía besarla y tocarla; no es que fuera unapersona celosa, bueno con mi ojitos descubrí el significado de celos, perotrataba de controlarlos y lo hacía bastante bien, bueno al menos a un no habíagolpeado a nadie, cosa que Quil no podía decir con Claire.

En cuanto llegué a su casa, la bestia que creía tener controlada, en esemomento rugió con intensidad, ya que en la puerta estaba ni más ni menos que elidiota de Nahuel, y no es que me cayera mal, de hecho éramos amigos, peroparecía que él siempre quería ganarme en todo, y bueno Emma no era un trofeo.

- ¿Qué haces aquí? -gruñí.

- Vine por Emma -sonrió de lado.

- Nahuel - alescuchar el reproche, clave mi vista en mi novia - estás viendo, que el niño esbastante posesivo, y tú lo molestas.

- Solo es posesivocontigo - le sonrió, cosa que estuve a nada de golpearlo.

- Lo sé - ella soltóun ligero suspiro - pero lo que me agrada, es que a pesar de todo lucha contraeso, y lo hace porque le importó.

- Creo que le pegastelo engreída - comento con una media sonrisa.

- Lo mejor es quevayamos a la escuela - repuse, al ver que parecía que yo no existía.

- Lo mejor es que nolo haga enojar - bromeo Emma - y bueno espero que Ley no tarde mucho en salir.

Y sin más tomó mi mano, ante ese simple contacto la molestia desapareció,enserio que Emma podía hacer conmigo lo que se le viniera en gana y yo no haríanada para evitarlo, enserio que me tenía en sus manos y parecía que no leimportaba en lo más mínimo.

- Creo que me debesmi beso de los buenos días - repuso deteniéndose antes de subir al carro.

- Pero antes debesdecirme ¿Qué hacía Nahuel en tu casa? - fingí enojo, ya que ahora me estabamuriendo de ganas de besarla, pero tenía que resistir.

- Pues Lele se quedoen mi casa - entrelazo su mano con la mía - y bueno ayer en la noche, quedo queél pasaría por ella y eso es todo.

- ¿Por qué iba apasar por ella? - eleve una ceja, y mi novia rió suavemente.

- Ustedes loshombres, son unos despistados sin remedio - y mientras jugaba con nuestrasmanos - pues que a Nahuel le gusta mi prima, y bueno está intentandoconquistarla.

- Siempre creí que legustaba Camille - conteste tranquilamente.

- ¿Camille? - repitiócon una media sonrisa - no todas las personas con las que salgas, Nahuel vaquerer quitártelas.

- Bueno eso noimporta - pose mis manos en su cintura - mientras no te quiera a ti, porqueentonces tendremos problemas, porque tú eres la única que me importan y nopienso perderte por nadie.

- Siempre logras queme sonroje - me reprocho.

Solo la bese, antes de abrirle la puerta y por fin dirigirnos a laescuela. En cuanto puse en marcha el auto, ella encendió la radio y comenzó abuscar la estación que más le gustará.

- He estado pensando- dijo de pronto.

- ¿En qué? -cuestione suavemente.

- En qué debo haceralgo, para que Nahuel y Leyna, por fin terminen de novios - respondió contranquilidad.

- Supongo que deboapoyarte - ante aquello me mando una mirada asesina - quise decir que te apoyo.

- Eso era lo queesperaba - me espeto, solté un suspiro, tratando de recordar los consejos deStefan.

- ¿Qué es lo quepiensas hacer? - tratando de que apartara de su mente, la molestia.

 

- ¿Qué te parece unfin de semana en el rancho del abuelo? - no entendía, pero asentí - podemosinvitar a todos los chicos, y que no parezca que es un plan con maña.

- Y si no te molesta¿Eso de que va a servir? - cuestione, mientras me estacionaba.

- ¿Alguna vez te dijeque Leyna es demasiado miedosa? - enserio que mi novia estaba bastante loquita.

- No entiendo -susurre - pero supongo, que me tendrás que explicar.

- Creo que sí - mesonrió - pero ahora es mejor que vayamos a clase.

No respondí, simplemente baje del auto y camine hacia su lado, paraabrirle y le ofrecí mi mano, la cual tomo y antes de salir soltó un suspiro,creo que aquí venía el momento de caminar como novios y me sentía un tantoextraño, ya que no muchas veces había hecho esto.

Sin soltar su mano, caminamos hacia el salón de Cálculo que era nuestraprimera clase, sentía la mirada de varias personas sobre nosotros, pero tratede alejar mi mente de ello.

- Así que por unaCullen terminaste cambiándome - Renesmee se había colocado frente a nosotros -pero al menos creí, que esta vez sí tendrías el valor de pedírselo a Leyna y node utilizar a la tarada y loca de su prima.

- Basta - le pedí -Emma es mi novia, y por favor déjala en paz.

- ¿Por qué no ledices, que solo sales con ella, para que Leyna se fije en ti? - Emma se soltóde mi agarre y se enfrento a Renesmee - él nunca va a quererte a ti, porquesiempre va desear a tu prima.

- Sé que Jacob laprimera vez que me pidió que saliera con él, solo fue para tratar de que Leynalo notará - ante aquello abrí los ojos sorprendido.

- Entonces, ¿te gustaser su juguete? - le sonrió burlona - ¿ser el reemplazo de Leyna Hale?

- Dímelo tú - leespeto - después de todo, siempre supiste que no te quería, que solo salíacontigo, porque no quería lastimarte, siempre te ha visto como su amiga.

- ¿Crees que a ti teve como una chica? - enserio que esto estaba llegando un poco lejos.

- Debo ir a clase -de nuevo tomo mi mano - y no deseo pelear contigo, creo que ya lo hemos hechodemasiado.

Y sin esperar respuesta me jalo hacia el salón, pero en ese momentoRenesmee se abalanzo sobre Emma, y solo porque la llevaba de la mano no segolpeo la cara contra el suelo, pero antes de que pudiera reaccionar, la tomodel cabello.

- Me las vas a pagar- gruño.

Y antes de que pudiera soltarle el primer golpe, logre detenerla, perorecibí su golpe, parecía una loca.

- Te voy a matar -estaba histérica.

- Odio que siempre megolpes sin razón alguna - Emma la observo fríamente.

- Me lo quitaste -estaba fuera de sí, estaba recibiendo yo todos los golpes - Jake, es lo únicoque me importa.

- Basta, Ness -susurre - enserio lo siento, pero yo quiero a Emma, y necesito que lo entiendasy la dejes en paz, si alguien es culpable de lo que está pasando soy yo, ya queme enamore de ella y ni siquiera cuando sentí algo por Ley se compara con losiento por Emma.

En ese momento se soltó de mi agarre y sin más desapareció del lugar, encuanto aquello paso, sentí los brazos de mi novia alrededor de mi cintura y yole acaricie el cabello tratando de tranquilizarla.

- Ya no sientes nadapor Leyna ¿verdad? - susurro, ante aquella pregunta, la separe de mí y le tomela barbilla para que me viera a los ojos.

- Sé que no debíhaberte utilizado, la primera vez - dije suavemente - pero debemos ver que tútampoco, saliste conmigo por mi lindo rostro -ante aquello sonrió levemente - perocomo le dije a Renesmee, ni lo que sentí por Leyna es tan fuerte como esto quesiento por ti, jamás me había importado perder a ninguna chica, pero a ti Emmate quiero por siempre en ella, y ya te lo había dicho no pienso perderte.

 

Antes de lo imaginado, rodeo de nuevo mi cuello y me inclino, aunque aunasí quedaba un poco alto para ella, sonreí ante aquello.

- No es gracioso - meespeto - así que ahora, quiero besar a mi novio y debido a mi estatura no puedo.

- Para mí tu tamañoestá perfecto - susurre, mientras me inclinaba para poder besarla.

Apenas estaba comenzando a profundizar el beso, cuando escuche que alguien carraspeaba detrás de nosotros,así que un tanto molesto me separé de mi novia.

- Creo que debemos ira clase - comento Leyna que nos observaba con una media sonrisa - además, Emmano es buena para Cálculo, como para que además pierda la clase.

- Ya vamos - dijesecamente, mientras tomaba la mano de mi novia y la guiaba hacia el salón deCálculo.

No hubo palabras, de hecho en cuanto llegamos al salón, claro después deque el profesor nos hubiera dejado tarea extra por el retraso, cada uno se sentóen lados opuestos del salón y eso se debía a que yo no tenía muchaconcentración con mi Ojitos a mi lado; en verdad Emma me había hecho unimbécil.


Capitulo dedicado a:

maguita-cullen

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Eraviernes, así que saliendo del Instituto nos iríamos al Rancho del abuelo, buenoen eso habíamos quedado, y ahora estaba en la clase de Educación Física, lacual compartía con Renesmee y Camille, y creo que ahora ambas compartían algoen común, y ese era el odio hacia mí.

Ningunade las dos había superado que Jacob Black se fijará en mí, y no hubieraescogido alguna de ellas, y bueno si no fuera por Nahuel que también ibaconmigo, estaba segura de que me habrían atacado con los balones.

- En verdad te odian - mesusurro al que había bautizado mi hermano.

- No lo había notado - elsarcasmo fue involuntario.

- Nita, esa relación conJacob no te llevará a ningún lado - le mande una mirada asesina - bueno, si tellevará a un lado y será la enfermería, porque esas dos te odian a muerte.

- Estoy enamorada de Jacob- era la primera vez que lo aceptaba en voz alta - y si ellas no están deacuerdo ese es su problema, y bueno no por nada tengo a Leah, que si llegan atocarme las hará pagar.

- Pensé que dirías algo,como que tú podías defenderte sola - comento con una media sonrisa.

- ¿Estás viendo mi tamaño?- pregunte, levantándome y señalándome - siempre he sido la más enana del Colegio,y siempre he tenido guardaespaldas.

- ¿Así que no sabesdefenderte? - elevo una ceja.

- Obvio sí - le sonreílevemente - bueno al menos, cuando tenía catorce sabía hacerlo, pero comienzo acreer que lo olvide, después de todo, quien siempre se pelea es Leah.

- En verdad, debesaprender a defenderte - su tono de seriedad me hizo sonreír - porque Renesmeesi es bastante ruda.

- Lo tendré en mente -conteste, mientras veía como la profesora se acercaba a nosotros.

Ysin más nos pusimos a jugar vóleibol, lo que se supone deberíamos haber estadohaciendo desde que comenzó la clase, después de que decidimos jugar, la clasetermino a los quince minutos.

 

Ambossalimos del gimnasio y caminamos hacia el estacionamiento, en donde seencontraban Jane, Renata, Alec, Leah, Embry, Quil a su lado estaba una chicaque recordaba que Jake me había dicho que era la novia de su amigo y se llamabaClaire, y los únicos que faltaban era Leyna y Jacob.

- ¿Qué tal la clase deeducación física? - pregunto Leah.

- Soy la salvación de Nita- repuso Nahuel, ante aquello mi amiga arrugo la nariz - si no compartiéramosclase, es seguro que Renesmee y Camille la hubieran matado.

- ¿Te hicieron algo? -Leah camino hacia mi preocupada.

- Estoy bien - le asegure,mientras le mandaba una mirada asesina a Nahuel.

- Hola, preciosa - sentílas manos de Jake rodeando mi cintura.

- Por fin - replico Renata- pensé que me iban a salir raíces.

- Bueno fue culpa de Leyna- acuso mi novio - ya que se quedo hablando con la profesora sobre su examen.

- ¿Qué paso? - Nahuel comosiempre preocupado.

- Pues que es la segundaevaluación que repruebo de Biología, - mi prima tenía la vista baja - mi madreme va a matar.

- Vamos - susurre - nocreo que tía Alice te diga algo.

- Pulga, no todos lospadres son como tío Edward - me espeto - en verdad, voy a estar castigada hastafinales de siglo.

- Todavía tienes unaoportunidad, de que la calificación bimestral, sea aprobatoria - comento Jane.

- Claro - utilizo elsarcasmo - necesitaría sacar 10, para que sacará un 6 y aun así mi madre, mecastigaría.

- Creo que deberías irdiciéndole a mis tíos - opine.

- En estos momentosdesearía que mis padres, fueran más como el tuyo - se lamento.

- No es momento de estarpesimista - repuso Embry - después de todo, vamos a pasar un fin de semanaincreíblemente divertido, en cuanto regresemos, ya podremos preocuparnos detodo lo de la escuela y lo demás, pero ahora solo hay que disfrutar.

Anteaquello, Leyna cambio su rostro y bueno Embry tenía razón debíamos ir adisfrutar y tal vez la haría de Cupido, aunque aun no tenía muy bien que era loque iba a hacer. Caminamos hacia los autos, que a Jake, Bill si le habíaprestado la camioneta, así que en la parte de atrás subió Jane, Leah y Embry,en la parte de adelante subió Claire y Quil, Jacob era el conductor, y yo mesubí del lado del copiloto.

Mientrasque en el auto de Alec, se fueron Leyna, Nahuel y Renata; en cuanto salimos dela escuela, quien tomo el lugar de guía fue Jake, y bueno comenzó todo unescándalo ya que todos gritaban por lo que querían escuchar, mientras yotrataba de encontrar la canción deseada en el ipod de Jane.

- Esa no me gusta -replico Jane, que estaba sobre el sillón, tratando de poner ella su canción.

- Jane - esa voz fue deJake - haz el favor de tomar asiento.

- Pero quiero la de "HeySoul Sister" de Train - se quejo.

- No yo quiero, "Shame" de Robbie Williams - dijo Leah.

- Vamos a escuchar la de"Just the way you are" de Bruno Mars - sentenció Quil, que era quien veníadelante y tomo posesión del i-pod.

- Yo quería a Greenday -se quejo Embry.

Peroa Quil le valieron un sorbete las quejas del resto, y solo se dedico a cantar atodo pulmón a Claire la canción, mientras la chica se había puesto más que roja,mientras Jane y Leah se reían disimuladamente y Embry, simplemente se habíadedicado a ver por la ventana.

 

- Pensé que no lo usarías- ante la voz de Jake me sorprendí, ya que veía bastante entretenida con loschicos.

- ¿Qué? - pregunte untanto confundida.

- La cadena - no despegola vista de la carretera, pero vi una media sonrisa.

- Bueno, me lo dio unapersona muy importante - respondí, inclinándome en el asiento para besar sumejilla - ¿Y sabes que dijo cuando me lo dio?

- No lo sé - tomo mi mano.

- Pues me dijo que me dabauna llave - le señale el dije, que colgaba en mi pecho - que era la que abríasu corazón.

- Eres la única dueña - mesusurro - nunca nadie más, podrá tener ni siquiera un duplicado, porque essimplemente tuyo.

- Eres bastante cursicuando te lo propones, - sonreí ante sus palabras - pero por eso eres mi chicofavorito.

Yante aquello él dejo un beso en mi mano, y claro el resto ni cuenta se dio, yaque seguían en su pelea con la música, y bueno como quince minutos después porfin llegamos al Rancho, cosa que agradecí, ya que comenzaba a dolerme la cabezade tantos gritos.

Encuanto baje de la camioneta, al primer lugar donde fui fue a las caballerizas, en donde Luna comía, sinpensarlo camine hacía ella y un hombre de cabello rubio, se interpuso.

- Es mi caballo - repuse,sin quitar mi vista de Luna.

- Ojitos - ante la voz deJake, el hombre se quito - los chicos, quieren ir a dar una vuelta.

- Claro - sonreí - peroantes, tengo que presentarte a alguien.

- Estaré a fuera por sinecesita algo - en cuanto escuche aquella voz, levante la vista, pero noalcance ver el rostro del hombre.

Seme hacía bastante familiar, pero no recordaba bien de donde, así que lo dejepasar, y tome la mano de mi novio y lo guié frente a la yegua, que en esemomento por fin había clavado su vista en mí y se acerco para que la acariciara.

- Jake, ella es Luna -comente, dejando un beso en la cabeza del caballo - y Luna, él es Jacob.

- Un placer - y colocó sumano sobre la mía, y bueno al ser su mano más grande pudo acariciarla - supuseque serías bonita, ya que tienes una dueña preciosa.

- ¿Sabes montar? - le pregunte, mientrascaminaba hacia la silla.

- Digamos que lo mío sonmás las motos - dijo con indiferencia.

- Pues eso va a cambiar -sonreí, mientras le colocaba la silla de montar a Luna - porque hoy, montarás.

- La última vez que mesubí a un caballo, tenía ocho años - trato de que cambiará de idea - y créemetengo una cicatriz, que me recuerda porque no debo subir a ellos.

- Vamos, Jake - en cuantotermine me giré hacía él y le extendí una mano - no es tan complicado, ademásyo iré contigo.

- ¿Qué tan buena eres eneso? - enserio parecía nervioso.

- ¿Qué tan buena soy enLiteratura? - le cuestione.

- De las mejores - susurro- pero

- Vamos - camine hacia ély lo tome de las manos - ¿confías en mí?

- Estás usando midebilidad - me reprochó.

- ¿Está funcionando? -sonreí levemente.

- Siempre te sales con latuya - ante eso supe que había ganado.

Asíque ambos subimos al caballo, sus brazos rodearon mi cintura y sin más salimosde las caballerizas, el viaje no duró mucho, ya que mi novio no dejaba dequejarse y decir que se estaba mareando.

Encuanto deje a Luna de nuevo en las caballerizas, entramos a la casa, en donde elresto de los chicos estaban discutiendo, sobre qué hacer y que no, y en la salase estaba llevando una guerra campal, todos gritaban, de hecho Nahuel y Leynaveían la escena bastante divertidos.

 

- ¿Cuánto tiempo llevanasí? - pregunte, caminando hacia ellos.

- Como media hora -respondió Nahuel como si nada.

- ¿Y porque no los handetenido? - esta vez fue Jake quien pregunto.

- Pues lo intentamos -comento Ley - pero ya los conoces, simplemente nos ignoraron.

Estabapor llamarles la atención, pero entre tanto escándalo, se escucho el timbre dela puerta, así que sin esperar a que nadie más fuera, lo hice yo, para alejarmede tanto ruido; pero en cuanto abrí la puerta desee haberme quedado en la sala.

- Espero que no te molesteque venga, y que haya traído a una amiga, primita - Camille me sonreía tanfalsamente y eso era lo de menos si no que detrás de ella estaba Renesmee -porque por lo que sé, es que ibas a tener un tipo pijamada, y pues fue un pocogrosero que no me hayas invitado.

Mequede sin palabras, no sabía que decir, mi mente era un caos, ya que pasar dosdías con esas dos, era muy seguro que quien iba a llevar la peor parte iba ahacer yo.

- ¿Nos vas a dejar aquíafuera? - esa fue Renesmee.

- Lo siento - me disculpé- pasen.

Enseriono podía creer que algo así me estuviera pasando, seguramente el Karma de mivida pasada, se estaba cobrando en estos momentos; solté un suspiro antes deseguirlas a la sala, en donde en cuanto las vieron, todo quedo en silencio.

- Pues que comience lafiesta - repuso Camille - vamos, Renesmee creo que los chicos desean un poco demúsica.

Ycomo nadie respondió, ambas caminaron hacia el estéreo en donde colocaron undisco, y sin más ambas se pusieron a bailar, este fin de semana sería muy, muy,muy largo y sobre todo sería agotador.


Acabo de subir el fic sobre la historia de Edward y Tanya, por si quieren leerlo se llama "Te entrego el corazón" https://www.potterfics.com/historias/74729

Capitulo dedicado a:

lokka black

Diana96

yesica7448

Noparecía que los chicos estuvieran muy felices, pero la verdad en ese momento loúnico que me interesaba, era que el fin de semana de Emma fuera horrible, ypoder cobrarle un poco de lo que me había hecho pasar.

Simplementedeseaba, que al menos ese fin de semana fuera bastante horrible, al igual queera mi vida desde que Jacob había terminado conmigo, solo me cobraría un pocode lo que ella me había hecho.

Y buenocuando mi mirada se clavo en ella, que ahora era abrazada por Jake, mis ganasde que pagará crecieron, camine hacia ellos, estaba dispuesta a golpearla, peroen ese momento apareció Camille, que me observo seriamente

- Compórtate - me espeto - no puedes golpearla, si lohaces, lo único que vas a hacer es que Jacob, la defienda y se moleste contigo.

- No pienso dejar que se quede con él, y que todo el finse semana se la pase, recalcándonos que ella es su novia - le espete.

- Solo espera - sonrió de lado - antes de que este finde semana termine, esos dos serán historia.

No dijenada, ya que ahora habían desaparecido de mi vista, me aleje de Camille, ya queahora tendría que encontrarlos de nuevo y saber que estaban haciendo, ya que noiba a permitir que hubiera algo más, ni siquiera iba a permitir que se besarán.

 

Salí aljardín y no había indicios de ellos, molesta camine hacia un enorme árbol que estabaal fondo, esperando así pensar mejor lo que iba a hacer para separar a Emma y aJacob, ya que ni siquiera se veían bien juntos.

- ¿Podemos hablar? - ante aquella voz, solo solté ungruñido - tomare eso como un sí - no conteste - sé que en estos momentos meodias, pero debo decir que no fue mi culpa

- Desde que llegaste a mi vida lo único que has hecho esarruinarla - le espete - y sí, todo lo que me ha pasado es por ti.

- Renesmee, yo no pensaba enamorarme de Jake - susurro -y si él hubiera sentido algo por ti, yo ni siquiera me habría acercado, de hechotrate de estar lo más alejada posible, pero debo decir que él no me lo dejo muysencillo.

- ¿Estás diciendo que te busco? - la mire furiosa.

- No me dejo un momento sola - sonrió levemente.

- Eres una mentirosa - gruñí.

- Sabes que no es así - repuso tranquilamente - y tratode entenderte, pero a decir verdad desde que nos conocimos hemos peleado, nuncahemos hecho el intento de conocernos.

- ¿Qué debo de conocer de ti? - me levante irritada -¿Qué tu madre, se murió al intentar abandonarlos?

- ¿De qué rayos hablas? - enserio parecía confundida.

- De que tu madre, se iba a fugar con otro, porque nosentía nada por tu padre, que resultó ser tan zorra como tú - ante aquello ellaarrugo la nariz.

- Seguramente te lo dijo tu madre - me miro secamente,no pude decir que sí, pero no había sido mi madre, solo lo había escuchado -pues estás equivocada, mis padres se amaban, los que terminaron separados poruna infidelidad fueron tus padres, o ¿Qué no te contó tu mami, que tu padre laencontró en su cama con uno de sus socios? Aunque no la culpo, ya que tu padre,tampoco era el hombre más fiel.

- Eso no te importa - le espete.

- Pues al igual, que no te interesa, lo que paso con mispadres - su voz se iba haciendo más débil - y enserio Renesmee, yo solo tratabade que nos lleváramos bien, después de todo le importas a Jake, pero siemprebuscas la manera de lastimarme.

- Tú no te quedas atrás - sentía mis ojos picar.

- Tienes razón - acepto - yo no debí haberte dicho nadade tus padres, pero no me gusta que hablen mal de mi madre.

- ¿Qué fue lo que paso? - no sé porque lo pregunte - loúnico que sé, es que la mataron.

- ¿Piensas usarlo para burlarte? - cuestiono secamente.

- Estás diciendo, que debemos de conocernos - replique -y solo quiero conocer tu pasado.

- Ni siquiera he hablado esto con Jake - soltó unsuspiro - así que dame tiempo, para poder hablar sobre eso.

- ¿Fue tan duro? - no sabía porque la estaba tratandocomo amiga.

- No se lo deseo a nadie, y mucho menos en la forma enque paso - sus ojos se ensombrecieron - pero ahora, mejor hablemos de cosas másfelices ¿te parece?

- Es un poco extraño, que estemos hablando, sin que mehaya abalanzado sobre ti - comente con una media sonrisa.

- Lo sé - acepto - pero tu amigo - señalo, a Jake que seescondía pesimamente detrás de un pequeño árbol - estaba seguro, que lograríaacercarme a ti, diciendo que me gusta Coldplay.

- ¿Enserio, te gusta o solo porque él lo dijo? -pregunte mirando a Jake.

 

- Ambas sabemos que no tiene buenos gustos de música -repuso con una media sonrisa - y obvio que me encanta Coldplay, de hecho juntocon Paramore y Muse están dentro de mis diez grupos favoritos.

- ¿Enserio? - ella asintió - ¿y qué opinas de los Blackeyed peas?

- Mis respetos - hizo un tipo saludo militar - tieneexcelente canciones, de hecho podría matar por un boleto para verlos.

- Yo también - ambas reímos ante aquello - ¿y qué talJustin Bieber?

- ¡Iug! - ante la exclamación reí levemente - creo queme estás confundiendo con Camille.

- ¿Sabías que Greenday vendrá? - cuestione, creo quedespués de todo no era tan desagradable.

- ¿Enserio? - sus ojos brillaron emocionados, asentí conuna sonrisa - entonces, no me lo puedo perder.

Nos lapasamos hablando un rato más sobre música, aunque después cambiamos al primerdía de escuela, y reímos un poco ante lo tontas que habíamos sido ambas.

- Te debo demasiadas disculpas - dije un tantoavergonzada.

- Chicas - llamo Jake, que por fin se acercaba anosotras - no sé si tengan hambre, pero debo decir que yo estoy hambriento.

- Iré a preguntar que desean de comer - comento Emma -ahora vuelvo.

Y sinmás entro a la casa, mientras Jake me observaba con una media sonrisa, trate deignorarlo.

- ¿Y qué tal? - me pregunto un tanto ansioso.

- ¿Qué? - me hice la desentendida.

- Sabes de que hablo - no respondí - ¿ya te llevas mejorcon Emma?

- Solo hemos comenzado a hablarnos, sin insultos y singolpes - repuse tranquilamente - tampoco, es como si nos fuéramos a convertir enlas mejores amigas.

- Me conformo, con que puedan estar en el mismo lugar,sin querer matarse - repuso con una media sonrisa.

- Supongo que debo darle una oportunidad - gruñí.

Él solosonrió y entró a la casa, lo mismo que yo hice enseguida, creo que esto devengarme, había sido una estupidez, después de todo era cierto que no todohabía sido su culpa, sino ambas nos habíamos comportado como niñas, y si Jakela había elegido a ella, tenía que aprender a vivir con ello, y mejor acomenzar a tolerarla, pues como ella había dicho era importante para mi mejoramigo, que al menos estuviéramos en el mismo lugar, sin querer sacarnos losojos.


Bueno espero que no les moleste que estás dos comiencen a llevarse mejor, después de todo no siempre podían estarse sacando los ojos ¿cierto?

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DaniiBlack

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Después de comer, Leyna que legustaba cantar y claro apoyada por Jane y Renata, decidieron que ocupáramos elKaraoke del abuelo, así que todos tendríamos que subir a cantar en lo cual noera muy buena, aunque mis abuelos y mi padre decían que no era tan mala.

- Bueno hay que sacar alazar, para ver cuál será nuestro turno - comento Jane.

- Buena idea - Leyna laapoyo.

MientrasLeah y yo veíamos como anotaban en un papel los números del 1 al 13 que sesupone, éramos los que estábamos en la casa, y bueno cada uno ya literal teníasu canción o al menos eso habían dicho, así que en una pizarra, que no sabía dedónde habían encontrado, iban anotar el nombre del "cantante" y su canción.

- Solo debo decir algo -comente - mi tía Kate, es la dueña del Karaoke, y ella es fan de La Oreja deVan Gogh.

 

- Bueno tienen cancionespara todo - repuso Renesmee como si nada - y yo escojo El vestido azul.

- Esperen - interrumpióJane, antes de que los demás comenzarán a pedir - aquí podemos poner el i-pod ybueno yo traigo todas las canciones con letra, así que pueden escoger la quequieran.

Ybueno Jane había arruinado mi plan de no cantar, solté un suspiro mientras medejaba caer en el sillón a tratar de buscar una canción que me agradará más.

MientrasLeyna y Jane pasaban por todos, para que escogieran su turno, enserio que estono me gustaba, pero si decía algo, era capaz de morir en manos de mi prima y larubia.

- Pulga - mi prima meextendió el vaso, en donde habían colocado los papeles - nos dices que númerote toco, hasta que regresemos para ya anotar la canción.

Encuanto abrí el papel, me di cuenta que no tendría de que preocuparme, ya queera la última y tal vez si tenía suerte se cansarían antes de que pasará, escucheel bufido de Nahuel, me giré a mirarlo y me enseño su papel, era el primero.

Buenola lista quedo de esta forma:

1. Nahuel-Si hoy te explicase de Iskander

2. Jacob- Ya lo sabes de Luis Fonsi y Antonio Orozco

3. Leyna- El amor no duele de La quinta estación

4. Emma- Nada nos separa de Jesse & Joy

5. Jane - Hey Soul Sisterde Train

6. Alec - Extraordinarygirl de Greenday

7. Renesmee- Un día normal de Juanes

8. Claire - Kiss me de TheCranberries

9. Embry - American Idiotde Greenday

10.Quil - Flightless bird, American de Iron & Wine

11. Camille- Creep de Radiohead

12.Renata - The only exception de Paramore.

13. Leah - The blower's daughter deDamien Rice

En cuanto vi la pizarra, arrugue lanariz, se suponía que yo era la última y ahora era la cuarta, pero claro dejaque tu mejor amiga te anote, además la canción ni siquiera era la que yodeseaba, pero sinceramente me dio flojera levantarme y arreglar lo que estabapasando.

- Buenoahora por favor si toman asiento - Jane se sentía toda una presentadora - elprimero en pasar, será el guapísimo Nahuel Gigandet.

Camino bastante abochornado, por lo cualyo solo pude reír, y recibí una mirada asesina.

- Soytu fan - grite, mientras él se ponía más rojo.

- Hazmeun hijo - esta vez fue Jane.

En su mirada se veía, que se las iba apagar, pero ahora me iba a divertir de lo lindo con él.

Si te explicase

Porque mis labios

no se mojan albesarte

y te acarició todoel día

Sin tocarte

Si te explicase

tu ya No querríasluchar

Si te explicase

porque me alejocuando quieres

abrazarme

O no te buscocuando debo

de buscarte

Si te explicaseque

tus besos tuscaricias y la forma

en que me tratasme vuelve loco

ya no serias igual

En cuanto termino, la primera en aplaudirno fue más que Leyna, ya que a decir verdad era bastante malo, pero no pensabadecírselo, al menos no hoy.

- Ybueno siguiendo con guapos - ante aquello, tanto Renesmee como Camille lemandaron una mirada ácida a Jane - el musculoso y guapísimo Jacob Black.

 

- GraciasJane - mi novio, en verdad parecía acostumbrado a esto de ser el centro deatención - y bueno está canción va dedicada a la chica con los ojos máshermosos que jamás haya vista, ojitos esta canción es para ti.

- Porqueno gritas - se burlo Nahuel, y la verdad yo trataba de no ponerme roja.

Qué bonito esentender
Que no consiga imaginarme sin tú amor, ya ves,
Qué bonito es.

Qué bonito es entender
Que cada paso que tú des también yo lo daré, yaves,
Sin preguntarte.

Los silencios nunca quieren ser
Los que guarden tanto que perder,
Lo que no se puede ver, ya ves,
Que no lo quieren ser.

En cuanto termino, me mando un beso,enserio que estaba muy mal, pero no evite sonreír, mientras él se sentaba a milado.

- ¿Tegusto? - fue lo primero que me pregunto al llegar.

- ¿Quéno le gustaría de ti? - esa respuesta fue de Leah - ella adora, todo lo queprovenga de Jacob Black.

- GraciasLeah - le sonreí falsamente.

- Buenoahora con nosotros viene Leyna Hale - esta vez sí pude aplaudir.

- VamosLele - gritaron Renata y Jane al unísono.

Ella sonrió un tanto nerviosa, mientrastomaba el micrófono, sabía para quien iba esa canción y más cuando antes decomenzar a cantarla, clavo su mirada en Nahuel.

Dame tusmanos ven junto a mí
que me encuentro sola yno quiero sufrir
Dame tu boca quierosentir que aun sigo viva
y que sigo por ti

y por fin estoy para ti
y quiero quedarme así

En cuanto bajo, él que más aplaudía eraNahuel, pero en ese momento me sentí un tanto nerviosa ya que era mi turno decantar mi canción, que ni siquiera había elegido.

- Lespido un fuerte aplauso, para nuestra siguiente cantante, que viene de laslejanas tierras del este - esa fue Leah, camine hacia el desnivel que estabanusando como escenario - y dinos ¿está canción va dedicada para alguienespecial? - arrugue la nariz - bueno disculpen la niña es tímida, pero se ladedica a Jacob.

- Leah- replique arrebatándole el micrófono.

- Échelepulga - esa no fue más que Leyna.

- Soytu fan número uno - ese grito fue de Nahuel.

- Quierocasarme contigo - ese sin lugar a dudas fue Jake.

Por lo que decidí ver la ventana, para notener que ver a ninguno de los presentes.

No te puedo olvidar
Contigo yo descubrí
Tantas cosas que hay en mí
Tú forma de hacerme
Ver que todo lo puedo hacer
 
No hay nada que me pueda detener
Aunque no estés nada nos separará
Lo sabes y lo se
Tú jamás me has dejado en soledad

Ya estaba comenzando a relajarme, pero enese momento mi voz desapareció, en la ventana observándome fijamente estabaaquel hombre, que había sido protagonista de mis pesadillas en los últimosaños, su sonrisa helo mi sangre. El mismo pánico que me había apoderado laprimera vez se hizo presente, creo que solté el micrófono, di unos pasos haciaatrás.

 

- Bonita- esa voz no tenía el menor sentido, ya que ahora solo podía ver esos ojosazules - Emma - los ojos azules fueron remplazados por unos cafés - ¿Qué paso?- comencé a hiperventilar - tranquila, preciosa.

- Noquiero que me toque - susurre - haz que se vaya.

- ¿Quién,ojitos? - tomo mi rostro entre sus manos.

- Emma- esa voz era de Leah - él no está aquí, solo fue una imagen hecha por tucabeza, no hay nadie.

- Élestá aquí - repetí - no dejes que me toque - clave mi mirada en Jake.

- Nadiete tocará - me aseguro - ahora, por favor tranquilízate.

Como querían que me tranquilizará, siacababa de ver, a uno de los hombres que me habían destruido la vida, habíanhecho mi vida un infierno durante dos años.

- Aquíestoy - me abrazo y como si eso necesitará me puse a llorar - ya pequeña, novoy a dejar que nadie te haga daño.

- Vayana una de las habitaciones - repuso Leah - necesita estar alejada de todo.

- Vamos- susurro.

Ni siquiera pude moverme, ya que me tomoen brazos, simplemente me acurruque en su pecho, tratando de que las lágrimas terminarán,pero eso parecía bastante alejado, me recostó en la cama, estaba aterrada deque ese hombre volviera a aparecer.

- ¿Quépasa? - pregunto recostándose a mi lado.

- Cuandomi madre murió, no fue en un asalto - escondí mi rostro en su pecho - laviolaron - mi voz tembló - pero dos de ellos, habían puesto interés en mí -sentí su cuerpo tensarse - mi madre me defendió, y por eso la mataron - aun sucuerpo seguía tenso - pero la mirada del hombre que me toco el rostro, quedotan clavada en mi mente.

- Ellosno están aquí - me aseguro.

- Detuvierona tres - susurre - pero al hombre que vi hoy, ha estado libre, y me aterravolver a verlo.

- Ahoracomprendo muchas cosas - me beso el cabello - pero ese desgraciado, no se te vaa acercar, porque antes lo mato.

- Fuelo mismo que mi padre dijo - levante mi vista y acaricio su mejilla - Jake, séque es demasiado rápido esto pero

- TeAmo - me robó las palabras de la boca.

- Esoiba a decir - le reproche.

- Nadiete lastimará de nuevo - me acaricio la mejilla - yo estaré para cuidarte.

Solo le sonreí, creo que Leah habíatenido razón, solo había sido mental, ese hombre no podía haber venido a Forksera casi imposible, así que lo mejor era que disfrutará el fin de semana. Nollevábamos mucho hablando de cosas trascendentales, cuando la puerta se abrió.

- ¿Podemospasar? - cuestiono Nahuel.

- Adelante- respondí con una media sonrisa.

- Soloveníamos a ver como estabas - repuso mi prima.

- Yaestoy bien - mientras ambos se sentaban al borde de la cama - ¿y el resto?

- Ahoraven películas - me informo Ley.

- Perole dio miedo - comento Nahuel observando con cierta adoración a mi prima - ybueno decidimos mejor ver, como estabas.

- Losiento, - me disculpe, ya que no debería abrir la boca - pero ¿Cuándo piensandeclararse?

Ambos se pusieron rojos, a lo que Jakesonrió y yo me había sentado para observarlos mejor.

- Enserio,quería hacer esto romántico - confesé - pero sinceramente, soy pésima en esto,y la paciencia no es mucho lo mío, así que por favor Nahuel hazle la pregunta.

- Noes tan difícil - lo animo Jake.

 

- Leyna- sonreí, mientras veía a Nahuel armarse de valor - sé que no es el momento másoportuno, pero ¿quieres ser mi novia?

- Sí- estuve a punto de gritar, pero me controle.

- ¡Quéesperas! Bésala - repuso Jake.

- ¿Teparece si vamos a otro lado? - Nahuel parecía bastante abochornado.

Mi prima no respondió, simplemente tomola mano de Nahuel y ambos caminaron hacia la puerta.

- Seráuna buena historia que contar a sus hijos - bromee.

No hubo respuesta, pero sabía que ambosse habían sentido más avergonzados, y cuando salieron, nosotros nos soltamos areír, ya creía que cuando mis sobrinos preguntaran como se habían hecho noviossus padres, les diría la manera tan peculiar que lo habían hecho.



Demetri
Bueno para ser sincera, no se me ocurre ningún plan que tenga Camille en contra de Emma, así que si quisieran darme ideas, se los agradecería
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- Quierodormir - repuse, después de que dejamos de reírnos de Nahuel y Leyna.

- ¿Quieresque cierre la puerta? - asentí levemente, y bueno lo sentí levantarse.

- ¿Adónde vas? - cuestione, incorporándome en la cama.

- Puespienso dejarte dormir - contesto como si fuera obvio.

- Pero- no sabía porque sentía mis mejillas enrojecer - yo...no

- ¿Túno qué? - él sabía perfecto, a lo que me refería - vamos, ojitos.

- Tegusta verme sufrir ¿cierto? - le espete - pero cambie de idea - me levante dela cama para empujarlo fuera de la habitación - fuera.

- Noseas berrinchuda - ante aquello, le mande una mirada asesina.

- Puessi no te vas tú, me iré yo - pase por su lado, y bueno giré la perilla.

Pero me di cuenta que le había puestoseguro, cuando se lo iba a quitar; las manos de Jake me tomaron de la cintura,y como si nada me cargo y me puso en la cama, claro con él sobre mí.

- Tienesunos ojos hermosos ¿lo sabes? - me sonrió tiernamente.

- Esono hace que se vaya mi enojo - no quite mi seriedad - y bueno, desearía que tequitarás de encima.

- Porfavor - bajo sus labios a mi cuello - no me gusta que te molestes conmigo; dimequé debo hacer, para que este hermoso ángel, perdone a un idiota.

Odiaba que me tuviera en sus manos, y máscuando sus labios recorrían mi cuello hasta el lóbulo de mi oreja, en esemomento que sentía sus labios, todo se iba al diablo, para mí no había más quelas sensaciones que despertaba en mí.

Su agarre en mis muñecas se hizo flojo yeso sirvió, para que por fin pudiera rodear su cuello, aunque enrede mis dedosen su cabello, mientras sus manos me acariciaban sobre la ropa. Sentíademasiado calor, y necesitaba sentir la piel de Jake directamente.

Sin pensar, busque el zíper de la sudadera,mientras sentía su lengua acariciar mis labios, esperando que dejará entrarla yasí profundizar el beso, y lo hice; quitando la estorbosa sudadera, pero apesar de eso, aun quedaba su playera.

Me mordió el labio, ocasionando quesoltará un leve gemido debido a la sorpresa, mis manos encontraron el borde suplayera, y bueno tuvimos que romper el beso, cuando se la quite por completo,me mordí el labio, enserio que Leah tenía razón estaba buenísimo; creo que deboalejarme de mi amiga.

 

- Estoyen desventaja - su voz sonó ronca, tan sexy.

- Meencanta - susurre, mientras lo volvía a besar.

Rodo en la cama y me dejo sobre él, yestaba vez fue quien me quito tanto la chamarra como la blusa. No sé en quémomento desapareció el pantalón de los dos, pero en ese momento lo único quenos cubría era lo ropa interior.

- ¿Estássegura? - me beso tiernamente la nariz.

- Sí- susurre, con una media sonrisa - te quiero a ti, solamente a ti.

- TeAmo - fue lo que dijo, antes de volver a besarme.

Lo poco que nos cubría se perdió, ese díale di algo que no podría darle a nadie más, fue el primero en mi vida, y micorazón esperaba que fuera el único. Fue mejor de lo que me habían dicho, yaque no solo había sido placer, habíamos demostrado que nos amábamos.

- Fuemaravilloso - Jake me acaricio la mejilla - tú eres maravillosa.

- Estofue importante para mí - dije en voz baja - tú, fuiste el

- Losé, ojitos - de nuevo se colocó sobre mí - y te prometo, que esto hará más fuertenuestra unión.

Pero antes de que pudiera contestar algo,mi móvil comenzó a sonar, y bueno Jake fue quien me lo dio.

- ¿Sí?- conteste sin ni siquiera ver quién era.

- Hola, soy tu tía Kate - respondió.

- ¡Ah!Hola tía - salude, mientras Jake comenzaba a jugar con mi mano - ¿necesitasalgo?

- Pues estoy aquí en elRancho- ante aquello me incorporé en la cama.

- ¡¿Qué?!- creo que eleve la voz.

- ¿Te molesta? - supuse que habíaarrugado la nariz.

- Porsupuesto que no - aunque estaba un tanto nerviosa.

- Bueno, de hecho solovengo de pasada, ya que te tengo una sorpresa - enserio parecíaemocionada.

- ¿Debopreocuparme? - cuestione.

- Niña, tu madrina jamáste daría algo malo,- me reprocho - de hecho estoy casisegura de que te va a encantar.

- Muybien - me levante de la cama.

- Bueno, en veinte minutosnos vemos en el jardín - al menos me iba a dar tiempo de tomar una ducha rápida.

- Ok,nos vemos - respondí.

- ¿Quiénera? - pregunto, mientras me besaba el hombro.

- Mitía Kate - susurre - y bueno dice, que tiene una sorpresa, así que iré a tomaruna ducha.

- ¿Puedoacompañar a la señorita? - su tono provocativo me mataba.

- Perosolo ducharnos - le aclare.

- Yome refería a ver a su tía, - se levanto y me tomo de la cintura - pero ya quetambién tengo permitido ducharme con usted, no lo voy a desaprovechar.

Decidí no contestar, así que nos duchamosentre juegos y besos, por fin nos vestimos, claro que tratando de no verlo,porque enserio mi amistad con Leah, me había vuelto una pervertida. Estabaterminando de cerrarme los botones de la chamarra, cuando mi novio me abrazopor la espalda.

- TeAmo - me beso la mejilla.

- Yyo a ti - respondí con una media sonrisa - pero, ahora es mejor ir al jardín yver cuál es mi sorpresa.

No hubo respuesta, solo tomo mi mano ybajamos hacia el jardín, todos estaban tan entretenidos viendo películas, queni siquiera pusieron atención en nosotros. Llegamos al lugar sin retrasos, ybueno por más que busque a mi tía no vi nada.

Me aleje un poco más de la casa, clarocon Jake a mi lado, y en ese momento vi un caballo café rojizo, no podía creerlo que veía, era casi imposible, que ese cabello estuviera aquí.

 

- Ronnie- susurre, me solté del agarre de mi novio y corrí hacia el cabello - ¿enverdad eres tú? - suponía que debía verme un poco tonta hablando con él -¡Ronnie! - le acaricie la cabeza, y él se inclino.

- Veoque te recuerda - levante la vista y vi a mi tía.

- Debíahacerlo - le bese la cabeza - después de todo, fue mi primer caballo, aunque sepodría decir que era de mamá - estaba emocionada - ¿Cómo lo recuperaste?

- Tupadre no es bueno vendiendo caballos - elevo los hombros - y bueno unas cuantasllamadas y lo tuve de nuevo, de hecho pensaba dártelo en tu cumpleaños, perocomo siempre mi padre se adelanto y te compró otro.

- Debopresentarte a Luna - mi madre, me había enseñado a hablar con los caballos, dehecho decía que eran muy fieles, que cuando escogían un dueño era para siempre- es hermosa, supongo que te encantará.

- Cariño- llamo mi tía, levante la vista y con la mirada me señalo a alguien detrás demí.

- Yaconoces a Jacob ¿no? - la verdad no recordaba, si se conocían o no.

- Puescreo que solo nos vimos en la fiesta, pero sin presentaciones - comento mi tíacon una media sonrisa.

- Buenoél es Jacob Black, mi novio - ante aquello la sonrisa de mi tía se ensancho - yella es Kate Denalí mi tía.

- Muchogusto - repuso mi novio.

- Estavez, te luciste - mi tía era casi como una niña - eres muy guapo.

- Gracias- se vio un poco incomodo.

- ¿Quierespasar? - pregunte, tratando de cambiar de tema.

- No- sonrió de manera enigmática - quede de cenar con alguien, así que solo llevoa Ronnie al establo y me voy.

Me despedí de Kate, al igual que Jake.Regresamos a la sala, en donde parecía que al fin habían dejado de verpelículas, Jake se sentó en el sofá e hizo que me sentará en sus piernas.

- Vaya- esa voz fue de Camille - veo, que mi primita resulto ser tu presa más fácil.

- Nodigas idioteces - le espeto Jane.

- Aquítodos sabemos, que después de que Jacob se llevaba a alguien a la cama, la sientaen sus piernas - ante aquello arrugue la nariz - es la forma de decir que lapresa cayó.

- Nosé de que hablas - repuso Jacob - pero si hacer que mi novia se siente en mispiernas, está mal visto, no lo hago y se acabo el problema.

- Supongo,que mientras estaban juntos, te colocó en varias posiciones - enserio sabía queCamille iba a tratar de hacer mi fin de semana horrible, pero esto sesobrepasaba - y seguramente, te dijo que eras con la mejor que había estado.

- Nopienso seguirte el juego - le espete, y sin más me levante.

- ¿Yte contó de Amanda? - ante aquello arrugue la nariz - suele hablar de ella,después de terminar.

- Cállate- no le hubiera hecho caso, claro si mi novio no la hubiera callado.

- Porquecuando va a terminar contigo, suele mencionar que no eres tú, que es él, el quetrata de encontrar a Amanda - giré mi rostro y vi la sonrisa burlona de miprima - y bueno si no te has acostado con él aun, se cansará de la misma forma.

- ¿Quiénes Amanda? - la pregunta salió de manera inconsciente - pensándolo bien, noquiero saberlo.

- ¿Teda miedo, saber que eres igual que el resto que ha pasado por su cama? - sentíacomo las lágrimas se acumulaban en mis ojos - solo una más, que será remplazadaen un abrir y cerrar de ojos. Primita no eres tan importante como te creías.

 

- Ojitos- Jake trato de abrazarme, pero en ese momento necesitaba estar sola - no haynadie más que tú, he cometido más locuras por ti, que por cualquiera de estahabitación y debo decir que con todas he salido - eso no me hacía sentir mejor -nadie me había rechazado, claro hasta que llegaste tú - así que solo era másinteresante porque no le había dado el sí tan rápido - nunca había sentidocelos.

<< ¿Sabes cuántas veces he deseadogolpear a Nahuel o a Embry, solo por hablarte con tanta familiaridad? - A pesarde que quería salir de ahí, no me había movido - siempre que me llamas, estoy atu lado, he seguido cada una de tus locuras ¿dime que hago para que creas queen verdad Te Amo?

- Escierto - no pensé escuchar aquella voz - odio tener que decir esto, pero Jacoben verdad Te ama, yo hubiera deseado, que me hubiera dicho cualquiera de lascosas que te acaba de decir, y no le hagas caso a Camille, está completamenteresentida de no ser ella, la elegida por Jake.

- Supongo,que para que Renesmee diga eso - solté un suspiro - es porque es cierto - meabrazo y beso mi mejilla - pero cuándo pregunte por Amanda, tendrás que darmeuna buena respuesta.

- Puedodártela ahora - me susurro.

- No,aun no estoy lista - sonreí levemente.

Solome beso castamente, sabía que Jacob había salido con muchas chicas, pero algome decía que esa tal Amanda había sido importante, y creo que necesitaba estarcien por ciento segura de que me amaba, antes de hablar de ella.


Ronnie

Espero que les guste el capitulo, a decir verdad este no estaba dentro del fic, pero se me ocurrió, y solo espero que les guste, y también para decirles que tengo dos finales, los cuales creo que ambos tienen continuación, aunque el primero, la historia es un tanto extraño, es algo como "La Huésped", no de que haya extraterrestres, sino de la unión que hay entre Wanda y Melanie, no sé si les gustaría ese. Aunque pondré los dos finales, xq ya los tengo hechos, y bueno ustedes me dicen de cual de los 2 quieren continuación o si de los 2, pero ustedes deciden.

Capitulo dedicado a:

DaniiBlack

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Zhere StAr De Black

Mi padre me había entregado un sobre, quetenía escrito mi nombre, de hecho eran tres, no sabía quién podría estarmemandando cartas, y dudaba que fuera Stefan, ya que no tenía nombre delremitente en el sobre, y según yo eso no pasaba en la oficina de correos,además mi mejor amigo se comunicaba conmigo por medio de correos electrónicos.

Un tanto pensativa abrí los tres sobres,en cada uno venía una fotografía y una nota, en cuanto observe las fotografíassentí nauseas y bueno contuve el grito que deseaba dar, ya que eran lasimágenes de mi madre ya muerta.

"Hola, conejito; algome dice que aun recuerdas esté día, y muy pronto nos veremos de nuevo."

"Que tal está mimuñeca, espero que te hayas mantenido virgen para mí, porque muy pronto tecumpliré tu más grande sueño."

"Mi hermoso gatito, fueun placer volver a verte, te ves tan deliciosa como la primera vez, y algo medice que te has guardado para mí, y muy pronto gatita nos veremos, para hacertelo que no te hice hace dos años, voy a recorrer cada parte de tu cuerpo, tellevaré al mismo cielo. Y por cierto ni una sola palabra de esto, porque lo quele paso a tu madre, le puede suceder a tu padre o a tu noviecito, tú decidesgatita, si jugamos limpio o comienzo a dañar a las personas que te importan. Tedesea Demetri."

 

Ese nombre lo recordaba perfecto, cerrélos ojos pero fue un error, ya que las imágenes de ese día llegaron a mi mente,necesitaba salir de este lugar como fuera, él no podía regresar, estaba porbajar corriendo y decirle a mi padre, pero entonces recordé su advertencia.

No podía permitir que algo le pasará apapá ni tampoco a Jake, ¿Qué diablos debía hacer? Me sentía atada de manos,pero siempre había algo que hacer o al menos eso esperaba, baje a la salatratando de respirar con tranquilidad, pero no podía me estaba muriendo demiedo.

Mi padre se encontraba viendo televisión,junto con mis tíos Jasper y Alice, sentía que en cualquier momento iba avomitar, pero tenía que ser clara con lo que deseaba, era mi única esperanzapara tratar de alejarme de este infierno.

- Emma,- esa voz fue de mi tía - cariño ¿Qué pasa?

- ¿Quétienes? - mi padre se puso de pie de un brinco - ¿Por qué lloras?

- Quieroirme de aquí - las lágrimas se atoraban en mi garganta - por favor, papávámonos de aquí.

- ¿Porqué? - mi padre parecía confundido.

- Noquiero verlo - susurre - no quiero, estar cerca de él, por favor papá, vámonosde aquí.

- ¿Dequién no quieres estar cerca? - me tomo el rostro.

- Papápor favor - no podía decir su nombre - no quiero que me haga daño, no de nuevo.

Pero antes de que dijera algo, llamaron ala puerta, mi tío Jasper fue el que abrió, mientras mi padre trataba deentender que estaba pasando, y en cuanto vio a la persona que entraba, caminohacia él furioso.

- ¿Quéle hiciste a mi hija? - mi padre enserio estaba furioso.

- Nada,señor - ante la voz de Jake, me separe de mi tía y me abrace a él - ¿Qué pasa?- me pregunto tiernamente, mientras me acariciaba el cabello.

- Élestá aquí - susurre - y viene por mí.

- ¿Qué?- me separo de él, y clavo sus ojos en mí, estaba aterrada - no te va a pasarnada, me entiendes.

- ¿Quépasa? - gruño mi padre.

- Elhombre que no detuvieron hace dos años, en la muerte de su esposa, parece queestá aquí y esta acosando a Emma - Jake me abrazo con más fuerza.

- ¿Escierto? - se suponía que yo no debía decir nada.

- Memando notas - creo que fue lo demasiado bajo, ya que Jake lo repitió.

Vi a mi padre y a mis tíos subir a mirecamara, mientras mi novio me seguía abrazando, tratando de que las lágrimas seacabarán, pero parecía que no iba hacer muy pronto.

- Amor,todo va a salir bien - me aseguro - lo detendrán y todo estará bien.

Porque no podía creer aquello, algo en micorazón decía que esto no iba a terminar bien, sentía algo en mí que no iba avolver a estar así con Jake, y eso me angustiaba de una forma poco razonable.

- Noquiero perderte - susurre.

- Yno la harás - me aseguró - porque Te Amo, Emma.

Bajaron mi padre y mis tíos, papá enverdad estaba furioso, se le notaban en los ojos verdes que echaban chispas, mitía parecía tratar de tranquilizarlo, pero parecía que nada lo iba a lograrcalmar.

 

- Estolo va a saber la policía - gruño - y haré que pongan seguridad en toda la casa,ese bastardo no te va a tocar - me separe de Jake y camine hacia mi padre -mírame princesa, ese malnacido, no te va a tocar, porque antes lo mato.

- Soloquiero que desaparezca de mi vida - susurre - no quiero que me haga más daño.

- Yno lo hará - me beso la frente - lo prometo, cariño.

Después de ese día, creo que si salgo ala tienda es con al menos dos adultos, ya que la policía si siguió el caso,pero no puso la vigilancia que mi padre hubiera deseado, pero al menos habíadejado de recibir el tipo de correo amenazador.

Pero estaba ocluida en mi casa, sin salira ningún lugar, todo tenía que ser supervisado por mi padre, y bueno no podíaquejarme no es como si sabiendo que ese hombre estaba fuera quisiera salir, ybueno debo decir que no solo yo fui ocluida en la casa, sino también lo fueLeah, Leyna, Camille y Chelsea, ninguna de las últimas dos me lo agradecíademasiado.

- ¿Quétal estamos? - esa voz era de lo único que me animaba el día.

- Mejor,ahora que estás aquí - me levante de la cama y lo abracé.

- Moríade ganas de estar contigo - me sonrió, mientras me besaba castamente.

- ¿Hastenido noticias de Renesmee? - cuestione, mientras lo guiaba a mi cama.

- Nome contesta el celular - dejo soltar un suspiro de frustración - pensé, quehabía superado nuestro rompimiento.

- Buenosolo fue hoy, que no fue a la escuela - le sonreí levemente - ya verás quemañana estará como si nada, seguramente deseo un día libre.

- Enocasiones me angustia, lo que en esa cabeza suya llegue a pensar - le acaricieel cabello - su vida no ha sido sencilla, su padre apenas recuerda que existe,y ella no era así, claro hasta que su padre se mudo y dejo de visitarla.

- Debeser feo, que tu padre no te visite - admití.

- Paraella su padre, es como un modelo a seguir - repuso en voz baja - ella no se dacuenta que su madre a dado más por ella, que su padre.

- Algúndía lo entenderá - me senté a su lado y tome su mano.

No pudo responder, ya que en ese momento mimóvil comenzó a sonar un tanto extrañada lo tome del buró, me extrañe ver elnúmero de Renesmee.

- ¿Diga?- respondí un tanto sorprendida.

- Por favor ayúdame - se escuchaba agitaday que estaba llorando.

- ¿Quépasa? - pregunte asustada.

- Hay un hombre que mesigue -así que supuse por eso la agitación - dehecho no sé como logre escapar de él, pero ha dicho que después de mí siguestú, y estoy aterrada.

- ¿Dóndeestás? - me levante y camine hacia la puerta, pero entonces recordé que mipadre no me dejaría salir.

- En algún lugar en PortAngeles- susurro - por favor, no quiero que mehaga daño.

- Escúchame- observe el enorme árbol, mientras Jake caminaba detrás de mí - entra a algúnlugar con mucha gente, trata de esconderte ahí y cualquier cosa me llamas, voypara allá.

No hubo respuesta, simplemente se cortóla comunicación, busque todo lo que mi madre en algún momento me había dadopara defensa personal, y mi novio simplemente me observaba confundido.

- EraRenesmee - dije lo más rápido que pude - creo que alguien la sigue, así quedebemos ir por ella.

 

- No,tú te vas a quedar - respondió, colocándose en la puerta.

- JacobBlack, no necesito perder el tiempo - lo miré fríamente - te necesito para irpor Renesmee, pero puedo ir yo sola, así que decide me acompañas o te quedas.

- Muybien - gruño - pero lo mejor es que hable con Isabella, y ella también busqueayuda.

- Menosplatica y más acción - le espete - ¿hay alguien en tu casa? - negó con lacabeza.

Y como si siempre lo hubiera hecho, mesubí a la rama más cercana que había en mi ventana que debo decir estaba a unmetro, no entendía como Jake aun no se había roto algo, y enserio como si fuerauna experta llegue a la ventana de la habitación de mi novio.

Debo decir que era la primera vez queentraba, y si no hubiera estado tan apurada por llegar por Renesmee, me habríasonrojado, ya que tenía varias fotografías mías, claro que la mayoría estábamosjuntos y una que otra con sus amigos y de sus equipos favoritos de americano.

Sin más salí de la recamara y llegue a lasala, con unos cuantos tropiezos, ya que eran las 9:30 de la noche y no se veíaabsolutamente nada.

Jake tomo mi mano y me guió hacia elgaraje en cuanto estuvimos en el lugar, solo estaba la camioneta y unamotocicleta.

- Necesitamosllegar rápido - replique observando la suburban que no era muy rápida.

- Entoncesla motocicleta - y sin más me entrego un casco.

- Ahíno vamos a caber los tres - comente un tanto nerviosa.

- Amor,tú no ocupas lugar - y ante aquello arrugue la nariz un tanto molesta - así quedecidido la motocicleta.

No quise decir que ese tipo de transporteme aterraba, me subí en la parte de atrás, claro después de colocarme el cascoy ver que él hiciera lo mismo, en cuanto tomamos la carretera, hice más fuertemi agarre en su cintura.

Creo que eso de que era más rápido eraenserio, ya que en menos de lo pensado, ya veía las luces de Port Angeles, ybueno en cuanto entramos a la ciudad él bajo la velocidad y en ese momentosentí como mi pierna vibraba y eso se debía a que estaba mi móvil.

- ¿Puedesdetenerte? - le pedí, mejor dicho grite para que escuchará.

No hubo respuesta, simplemente se orillo,ante eso me quite el casco y saque el celular de la bolsa de mi pantalón.

- Me encontró - escuche su voz llenade miedo, y sabía que lloraba.

- Renesmee- pero lo que recibí fue la llamada cortada - la encontró, la tiene, Jake.

- Amor,tranquila - me tomo el rostro entre sus manos - debemos llamar a la policía y asu madre y a tu padre.

Solo pude mover la cabeza en modo deafirmación, ya que sentía que las lágrimas de la impotencia no tardaban enllegar a mis ojos y desbordarse, vi que Jake marcaba a cada una de las personasque había mencionado antes.

Mire al cielo, mi madre siempre me habíadicho que Dios cuando se lo pedíamos de corazón, él nos ayudaba y enserio sabíaque Renesmee y yo no éramos amigas, de hecho la mayoría de las vecespeleábamos, pero no se merecía nada de esto

"Por favor protégela, no dejes que nadale pase, tu también mamá cuídala, que la encontremos perfecta" les pedí, conlos ojos cerrados.

En cuanto abrí los ojos, como si setratara de una visión, observe al hombre que tanto pánico me daba, llevabaarrastrando a Renesmee, en la acera de enfrente; sin pensarlo eché a corrertras de ellos.

 

- Emma- esa voz era de Jake.

Pero en ese momento no me importaba, yaque ahora solo tenía en la mente que tenía que ayudar a Renesmee, pero se metióa un obscuro callejón, sin pensar en las consecuencias, sabía lo que iba hacerahí.

- Porfavor - sollozaba la chica.

- Teva a gustar - le dijo el muy perro.

Tantos recuerdos pasaron por mi mente, vicomo ponía a Renesmee de espaldas a él, con su pecho contra la pared, ella giróa verme y en esa mirada vi el mismo terror que en los de mi madre.

- Suéltala- dije secamente.

- Despuésde que termine con ella seguirás tu, gatita - ante su sonrisa sádica, sentí eseodio que tanto tiempo había guardado.

- Teha dicho que la sueltes - en ese momento recordé que él venía conmigo.

- Penséque habíamos quedado, que nadie se iba a enterar de nuestro secretito - soltó aRenesmee que simplemente se hizo un ovillo en el piso - y bueno ahora tendráque morir, porque nadie debe decir nada - lo vi sacar una pistola - es unalástima gatita, que tenga que matar a alguien más a quien amas.

Antes de escuchar cualquier cosa, de unmovimiento me había colocado enfrente de Jake, antes de que se escuchara unaexplosión y sintiera como algo caliente perforaba mi piel, escuche gritos yvoces que decían algo como "Baje el arma" y otra explosión, pero esa ya no fuea mí.

Después de todo, mis piernas no habíansoportado tanto mi peso, pero alguien detuvo mi caída, sentí alguienacariciando mis mejillas, y escuchaba varias sirenas.

- Emma- su voz se escuchaba ronca - todo va a estar bien, amor.

- Note creo - sonreí, mientras subí mi mano a su mejilla.

- ¿Cuándote he mentido? - tomo mi mano y la beso.

- Ahora- susurre - dime que me amas.

- TeAmo - sus ojos estaban cristalinos - lo sabes, ojitos eres el amor de mi vida,mi alma gemela, por eso tienes que quedarte conmigo.

- Laambulancia ya está aquí - susurro un hombre.

- ¿Ves?Todo se va a solucionar - me beso la frente.

- Nosueltes mi mano - le pedí - quédate conmigo, porque tengo miedo.

- Siempreestaré para ti - me aseguro, besando de nuevo mi mano.

- Misojos pesan - mi voz era débil.

- Porfavor - su voz suplicaba - quédate conmigo, por favor, amor quédate aquí.

- TeAmo, Jacob - después de eso todo perdió sentido.



creo que muchas me odiarán después de esto, pero de aquí deriva un final, que espero les guste.

Capitulo dedicado a:

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Zhere StAr De Black

DaniiBlack

Ella no podía morirse, tenía diecisieteaños, era demasiado joven para que se fuera. Además si contaban que era hijaúnica, la adoración de su padre, no debía parecer justo que ahora su vidaestuviera pendiendo de un hilo.

Pero eso aun no lo sabía el hombre que enese momento se encontraba viendo las noticias, mientras trataba de alejar de sumente, que un psicópata violador, andaba detrás de su hija.

- Emmano está - ante la voz de Leah, se levanto del sofá.

- ¿Cómoque no está? - gruño, tratando de esconder su preocupación.

- Yala busque por toda la casa - repuso la chica, bastante nerviosa - y no hayrastro de ella.

Salió de la casa, y rogó al cielo que suhija estuviera en la casa de ha lado, aunque las luces le decían que no habíanadie en casa, pero en verdad prefería que estuviera con el idiota de su novioque en cualquier otro lado.

 

Toco varias veces el timbre pero no hubonada, cuando por fin decidió darse por vencido se dio la vuelta para ir a lacasa de su madre, tal vez ella estaría ahí o en la casa de alguno de sus hermanos.

- ¿Edward?- esa voz fue del padre del novio de su hija - ¿Qué haces aquí?

- Buscoa mi hija - respondió, mientras revisaba el auto.

- Jakese quedo - informó - tal vez él sepa dónde está.

- Puesparece que también salió - dijo secamente.

En ese momento el miedo creció,seguramente ese idiota había convencido a su hija, a que se escaparán un rato,pero en cuanto encontrará a esa hija suya lo iba a escuchar y lo primero que leiba a prohibir sería salir con ese patán.

Pero sus pensamientos asesinos hacía elidiota y patán del novio de su niña, se vieron interrumpidos por el sonido desu móvil.

- ¿Sí?- su tono fue cortante.

- Señor Cullen - y esa voz no era denadie más, que del idiota de Black.

- Portu bien, espero que mi hija este bien - gruño, mientras sentía ganas dedespedazar a ese pedazo de ser humano.

- No me interrumpa - le espeto - estamos en Port Angeles y necesito, quevenga urgentemente - estaba por gritar - Emma.

Después de aquel grito, escucho másruido, pero en ese momento el miedo que ya era mucho, incremento de una formaconsiderable, sin decir una palabra camino hacia su auto, lo llamo varias vecesel hombre en silla de ruedas, pero no obtuvo respuesta alguna.

Después de un largo camino y otrallamada, llego al hospital de Port Angeles, en cuanto entró a ese lugar sintióque las pocas fuerzas se desvanecían, pero necesitaba tener fe en que todo ibaa salir bien, después de todo tal vez solo sería un tobillo torcido o algunatontería así.

En la sala de espera, al ver aquel jovenque le había llamado dos veces, sentado en una esquina, con la mirada en elsuelo y un aura de tristeza, que se notaba a kilómetros, supo que era grave.

- Edward- esa voz fue de la que hace unos meses era su pareja.

- ¿Cómoesta? - pregunto, clavando su mirada en la mujer, que estaba horrible, ya queparecía haber llorado y todo el maquillaje estaba corrido.

- Tenecesitan - susurro la mujer y lo tomo de la mano.

- ¿Adónde vamos? - estaba desorientado.

- Señorita- llamo Bella a la recepcionista - el padre, de Emma Cullen ha llegado.

- Enun momento el médico esta con ustedes - repuso la mujer, mientras tomaba elteléfono.

- ¿Quéhaces aquí? - nada parecía concordarle.

- Mihija está siendo revisada - murmuro con cierto temblor en la voz - parece ser,que Demetri Lingers, trato de abusar de Renesmee.

- ¿Loatraparon? - clavo su mirada en la mujer.

- Estámuerto - respondió sin verlo a los ojos.

Edward sintió alivio de que ese hombre yano sería más una molestia en la vida de su hija, pero algo en el rostro deJacob y Bella, le decía que algo andaba mal, pero no hubo tiempo de preguntas.

- ¿Ustedes el padre de Emma Cullen? - cuestiono un hombre un poco más bajo al 1.90 de Edwardy mucho más gordo que él.

- Sí,soy yo - respondió realmente desconcertado.

- Necesitoque apruebe una cirugía de emergencia - el hombre estaba totalmente serio.

 

- ¿Quépasa? - pregunto un tanto agresivo.

- Suhija recibió, una herida de arma de fuego - el médico parecía apurado - se lerompió el bazo y parece que también le dio al riñón, así que necesitamosmeterla a quirófano enseguida.

- Muybien - repuso Edward un tanto atontado por todo aquello.

- Solodebo decirle que su hija está muy delicada, y los riesgos de que muera enquirófano son bastante altos - le colocó la mano en el hombro - pero si no lametemos, el riesgo de que muera es lo único certero que tendremos.

- Hagalo que sea necesario - susurro - pero por favor salve a mi hija.

- Harétodo lo que esté en mis manos.

Y después de eso el hombre desapareció,camino hacia la sala en donde Jacob se encontraba sentado, algo mucho másfuerte que él se apodero de su cuerpo, y sin ningún miramiento levanto al chicode la chamarra.

- Simi hija se muere, te prometo que te mato - él ni siquiera miro al padre de sunovia.

- Edward- Bella tomo las manos del hombre - Jake, no tuvo la culpa.

- Sesupone que debías protegerla - lo zarandeo de la chamarra - de hecho, ella nodebía salir de la casa, pero seguramente tú le lavaste el cerebro, para que mihija se fuera contigo.

- Renesmeefue quien le llamo - ante aquello soltó al muchacho, que no había hecho elmenor intento de defenderse - le dijo, que se había escapado del tal Demetri yque la seguía. Jacob solo acompaño a Emma hasta Port Angeles, por Renesmee;ella los vio en la acera de enfrente y los siguió, lo enfrento y le disparo enrespuesta.

Ante aquello se dejo caer en la silla,mientras sentía las lágrimas acumularse, su hija debía haber confiado en él yhaberle dicho que Renesmee estaba en peligro, pero había tomado sus propiasdecisiones, y ahora aquí estaban las consecuencias de ellas, simplemente suvida ahora estaba en peligro.

Lashoras pasaban, el silencio en la sala no existía, ya que se escuchaban muchasconversaciones; Renesmee estaba sedada, debido al shock emocional que le habíacausado esa noche, y bueno las pruebas de violación habían sido negadas.

Lafamilia de Emma, comenzó a llegar y eso hizo que el bullicio creciera, todosparecían tan convencidos de que saldría bien, que ya pensaban en donde irían acelebrar su salida del hospital.

- Jake- Leah se acerco al pelinegro que se había alejado de todas las personas - ¿quieresun café? - negó con la cabeza - sé que te preocupa Emma, pero esa pulga tieneuna resistencia increíble y ya verás que en menos de lo que imaginas ellaestará colgada a tu brazo.

- Nolo entiendes - por primera vez en horas habló - nadie de ustedes, puedeentender que hay algo que nos une y esa unión cada vez la siento más débil, yno puedo pensar porque siento eso, porque duele.

- Creoque exageras - enserio él deseaba pensar como ella, que todo iba a salir bien -tu novia y mi mejor amiga, va a salir de esto, porque hay mucho amor que laayudará a regresar con nosotros.

Él sabía que no sería así, algo se lodecía y enserio esperaba que se equivocará, pero Emma se lo había dicho, nadaestaba bien, y comenzaba a perder la esperanza de que eso mejorará, y estabaaterrado de perderla.

Y sintió un dolor y un miedo que solo unavez había tenido, y al igual que cuando tenía cinco años, las ganas de llorarparecían incontrolables, pero ya no era ese pequeño que su padre había tomadoen brazos y lo había consolado; ahora estaba solo y tenía diecisiete años comopara ponerse a llorar como un bebé que tiene miedo, porque ya no siente lapresencia de ese ser amado con el cual se siente seguro y protegido.

 

- SeñorCullen - llamo el médico, que se notaba agotado - quisiera decir que la cirugíafue un éxito, es cierto que logre controlar el sangrado y bueno no hubo daño enel riñón, pero fue demasiada sangre la que perdió y estuvo a punto de sufrir unparo respiratorio, logramos estabilizarla, pero aun está muy débil, estará unosdías en terapia intensiva y según vaya su recuperamiento podrán verla.

- ¿Cuándoserá eso? - cuestiono Edward

- Esodependerá de su hija - repuso el hombre - pero por ahora, Emma se encuentraestable.

- Gracias- comento Edward.

El médico no dijo nada, simplemente hizoun movimiento con la cabeza. Jacob al escuchar aquello, entendió un poco deporque en un momento sintió que ese lazo que lo unía a Emma se había hechodébil, pero ahora algo le decía que ella iba a estar bien.


Bueno para el primer final, es el siguiente capitulo, y para el segundo serían dos capitulos mas, espero que les guste el capitulo y otra cosa, si quieren continuación o no??

Capitulo dedicado a:

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DaniiBlack

- Entroen paro - repuso una enfermera.

Un médico comenzó a darle masajecardiaco, pero a pesar de los esfuerzos de los médicos no hubo respuestaalguna, y a pesar de eso el médico siguió tratando de reanimar el pequeñocorazón.

- Déjelo- una enfermera, detuvo los masajes del hombre - ya no hay más que hacer.

- ¿Horade la muerte? - fue la voz del médico que trataba de reanimarla.

- 5:40de la mañana - respondió uno más joven.

El médico de cabello castaño un tantoentrecano, soltó un leve suspiro, esto iba a hacer complicado, después de todohabía resistido la cirugía que era lo de mayor riesgo, y ahora que él sentíaque ya estaba casi fuera de peligro, y un coagulo le había llegado al corazón yahora estaba muerta.

Observo de nuevo a la joven, el cabellorubio le daba un toque de inocencia, su piel pálida ahora más de lo normal, susojos cerrados y la boca abierta debido a la cánula que se le había puesto, parale ventilación asistida.

¿Cómo le diría a la familia? Este nohabía sido su mejor día, se tallo los ojos con cierta frustración, era tanjoven, debía ser de la edad de su hija, y ahora esa joven había muerto, y todopor un malnacido.

Llego a la sala de espera, en donde casila mitad esperaban noticias favorables del estado de la chica, en esos momentosodiaba su trabajo, pero a alguien le toca hacer el trabajo sucio.

Se acomodo los lentes, y camino hacia elhombre de cabello rubio, tres días eran en los que ese hombre no se habíadespegado del hospital, más que una hora y solo para ducharse y cambiarse, peropor lo demás ahí se había quedado.

- SeñorCullen - su voz sonó ronca.

- ¿Yadespertó mi hija? - era difícil romper la ilusión de un padre.

- Losiento - su voz fue baja - su hija, acaba de fallecer.

- No- siempre era la primera reacción - me está mintiendo, mi hija debe estar bien.

- Tratamosde salvarla - trato de sonar tranquilo - pero su corazón no resistió.

Todos lloraron, no importó el sexo, ni laedad; una persona que todos querían se había ido.

POV Emma

Nunca había creído en eso de que lasalmas se desprenden del cuerpo, pero ahora podía ver mi cuerpo con un vestidoazul, que mi madre me había comprado, había tratado por todos los medios, dedespertar, pero no pude.

Mi padre estaba devastado, sus ojosverdes habían perdido el brillo, y yo no podía hacer nada, simplemente observarcomo las personas que quería lloraban por mi muerte.

- Cielo- levante la vista y mi madre me observaba con una media sonrisa.

- Noquiero dejar a papá - susurre - él me necesita.

- Losé - soltó un suspiro - pero no puedes.

- Yono debería estar aquí - sentía mis ojos picar, pero no había lágrimas - noquiero verlos sufrir.

- Estarde - me acaricio el cabello.

- No- me negaba a tener que dejar a papá - él ya te perdió, no puede perderme a mí.

- Esafue tu decisión, - me observo seriamente - quien iba a morir era Renesmee, perotu interviniste y ahora tienes que dejarlos.

- Nopodía dejar que le pasará lo mismo que a ti - susurre.

- Note lo estoy reprochando - me sonrió con cierta tristeza - solo te estoy,diciendo que tu padre debe estar solo.

Observe a mi padre, enserio estabadevastado y yo no podía hacer nada más que observarlo, y bueno el resto de lafamilia no estaba mejor, sentí un vacío en el pecho al ver a Jacob, a pesar deque trataba de mantener la calma sus ojos mostraban su dolor.

- Quierodespedirme de ellos - susurre.

- Nose puede - esta vez no fue la voz de mi madre - ahora estás muerta, y bueno nopuedes aparecer en sus sueños.

Me giré y un hombre de piel apiñonada yojos cafés, cabello quebrado y casi negro me observaba con seriedad.

- Perohay algo que podemos hacer - esa voz era de mi madre.

- No- negó el hombre - eso complicaría las cosas, ella debe aceptar su estado.

- Will,siempre tan negativo - esa voz fue de un hombre el cabello era casi blanco solole quedaba un poco de color negro y sonreía de manera divertida - podemos,dejar que la pequeña se divierta un rato y bueno también podemos hacer algo.

- ¿Qué?- pregunte clavando mi mirada en él.

- Tedaremos diez meses, para que enamores a ese chico - me señalo a Jake, no creíaque fuera complicado - y si lo logras te regreso tu vida.

- Nolo hagas - susurro mi madre.

- ¿Quépuedo perder? - eleve los hombros.

- Tualma - repuso el hombre joven.

- Noles hagas caso - sonrió de lado - él ya te ama, creo que será sencillo que élvuelva a enamorarse de una criatura tan encantadora como tú.

- Hecho- dije con firmeza.

- Entonces,tenemos un trato - me extendió la mano y se la estreche - cierra los ojos, y denuevo estarás con los humanos.

Cerré los ojos como me lo pidió y sentícomo me apretaba la cabeza, en ese momento sentí como si estuviera en caídalibre, y después de eso, no sentí más.


quien le dio la segunda oportunidad a Emma

Un tanto corto lo sé, y bueno este es el primer final, que tiene continuación que se llama "Debes amarme" https://www.potterfics.com/historias/77806 y bueno el segundo final ya vendrá pronto, espero que les guste este final y se pasen por su continuación

Capitulo dedicado a:

 

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Zhere StAr De Black

Lo primero que llego a mi nariz, fue elolor a medicamento, algo me decía que estaba en el hospital, pero deseaba queno fuera así, ya que está sería la tercera vez que tendría que estar en unlugar así, en tres años, mejor dicho la cuarta.

Abrí los ojos, y como supuse vi las paredesblancas que en cierta forma me enfermaban, la poca luz que entraba por laventana, me dejo ver un cuerpo en el sofá, sentí que algo picaba mi mano, ybueno de ahí salía la intravenosa, al igual que tenía un aparato en el dedo queparecía un clip, que media mi saturación de oxigeno.

Trate de recordar, el porqué estaba aquíesta vez, y enseguida llego la imagen de Demetri, y de manera inconsciente melleve la mano a la parte del abdomen donde recordaba que me había dado sudisparo.

- ¿Cómote sientes? - esa voz fue de mi padre.

- Puesme duele todo, - susurre - lo siento - no lo vi a los ojos.

- Pudistehaber muerto, por tu decisión - su voz no fue un reproche - pero tu madre,siempre dijo que cuando este momento llegará debía apoyarte, aunque claro conesto nadie lo habría hecho - seguía sin verlo - y también entiendo, que yo debíde haberte tratado como una adulta no como una niña. Hubiéramos evitado esto,pero eso ya no importa.

- ¿Cómoestá Renesmee? - esta vez clave mi vista en él.

- Havenido a diario - lo vi sentarse en una silla, cerca de mi cama - creo quedespués de mucho, ahora si comenzarán a llevarse bien.

- Creoque es un poco irónico, que haya tenido que casi morir por ella, para que mediera una oportunidad de llevarnos bien - lo dije sin ser consciente.

- Sibastante irónico - note la molestia en la voz de papá.

- Enserio,lamento haberte preocupado - no sabía que más decir.

- Nosolo yo he estado preocupado - algo me decía que nuestra relación había sufridoun cambio - la sala de espera, está llena de personas que han estadopreocupados por ti.

- Papá- susurre - sé que fue estúpido lo que hice, que debí haberte dicho lo quepasaba, pero me dio miedo que a Renesmee le pasará lo que paso con mi madre, viel patrón y me aterré.

- Nopasa nada - me beso la frente - además, ese hombre que estaba detrás de ti,ahora está muerto.

No dije nada, después de casi tres añosese hombre había desaparecido de mi vida, sentía que solo sería una broma, queen unos momentos me diría que de nuevose había escapado, pero mi padre no tenía porque mentirme.

- SeñorCullen - ante la voz creí que estaba soñando - su madre me manda, para que vayaa comer.

- Gracias,Stefan - en verdad él estaba aquí - ¿no te molesta que te deje?

- Conociéndote,no has de haber comido, debido a que no querías separarte de mí - le reproche -así que por favor ve y come.

- Notardó - me beso la frente antes de salir.

- Creoque si Jacob se entera de que por fin, estás despierta - camino hacia el lugaren donde mi padre había estado sentado - querrá matar a Quil, por llevarlo arastras a comer.

- Mesorprendió que no hubiera venido aun - susurre.

- Buenocomo ya te dije Quil, lo obligo ir a comer - parecía que no se había idodurante casi tres meses - de hecho en este tiempo que has estado dormida, no seha querido separar de ti, diciendo que quería estar ahí cuando abrieras losojos, y cosas bastante cursis, que nocreí escuchar de él.

 

- ¿Cuándovolviste? - me sentía bastante cansada.

- Pueshace una semana y media, - comento tranquilamente - tres días después delincidente, debo decir que me preocupaste bastante.

- Lolamento - susurre - no quería preocupar a nadie.

- Puespreocupaste a todos, y más a la persona que se supone amas - me vio seriamente- tu novio, no se ha despegado del hospital, debo decir que perdió los músculosque te atrajeron.

- Jake,no es solo músculos - le espete.

- Veoque en verdad te enamoraste - sonrió de lado.

- ¿Creíste,que solo bromeaba? - le mande una mirada ácida.

- Buenocreí, que solo veías sus músculos - elevo los hombros - digamos, que el chicono es tu tipo.

- ¿Porqué lo dices? - ante la voz, ambos giramos hacia la puerta, por donde entrabami novio - ¿Cuál es el hombre ideal, para Emma?

- Puesdebe pensar antes de actuar, - respondió Stefan calmadamente - no le gusta, quele digan apodos como Ojitos o cosas cursis, además debe ser alguien que laconozca perfectamente, y otras cosas, y bueno tú rompes cada uno de susprototipos.

- ¿Escierto? - clavo su mirada en mí.

- Anteslo era - susurre - pero desde que te conocí, todo prototipo del hombre ideal sefueron a la basura, porque no importa que llegará el hombre que llenará todosmis requisitos, no lo elegiría, debido a que tengo a mi imperfecto Jacob Black,al cual creo que no debo demostrar que cuando te digo Te Amo es cierto.

- Ojitos,lo siento - se sentó al borde de la cama - lo único que importa ahora es queestás bien, y yo Te Amo más.

- Estoes más cursi de lo que puedo soportar - comento mi mejor amigo - yo los esperofuera.

- Hola- ante aquella voz, me sorprendí un poco - tu padre me dijo, que ya habíasdespertado.

- ¿Quéhaces aquí? - Stefan la miraba seriamente.

- Mealegra que estés bien - repuse, antes de que mi amigo dijera algo indebido.

- Amí también me alegra que hayas despertado - susurro con una leve sonrisa.

- ¿Quépasa aquí? - Stefan enserio se veía confundido.

- Creoque hemos hecho las paces - sonreí levemente.

- ¿Tuvisteque casi morir, para que la señorita engreída te diera una oportunidad? - sus ojosme vieron de manera seria.

- Nofue la única que se portó mal - sentí que me faltaba el aire, creo que lo mejorera callarme, pero antes tenía que terminar esto - yo también lo hice, y quemejor que empezar de cero.

- Creoque lo mejor es que descanses - susurro Jake, mientras me acariciaba el cabello- y ya no hables - me sonrió tiernamente - eso te cansa más, así que solocierra los ojos que yo

- Nomás cursilerías - dijeron al unísono Renesmee y Stefan.

- Puessalgan si no quieren escuchar - replique, aunque mi voz fue débil.

- Tieneque descansar - les espeto - así que si no se van a callar, salgan.

Solo escuche la risa de los dos, ydespués como la puerta se cerraba, sonreí mientras buscaba una posición cómodapara dormir, porque estaba agotada, a pesar de que acaba de despertar mi cuerpoestaba agotado.

- Aquíestaré - me susurro, dejando un beso en mi cabello.

No respondí solo cerré los ojos esperandoque pudiera caer en los brazos de Morfeo. Pero antes de que llegará a dormirrecordé el nombre de Amanda, creo que estaba lista para escuchar su explicación.

 

- Jake- susurre, claro sin verlo a los ojos.

- ¿Quépasa? - sentí su beso en mi cabello.

- ¿Quiénes Amanda? - dude si me había escuchado, pero sentí como tomo mi mentón paraque lo viera.

- Fuemi primera ilusión, - me acaricio la mejilla - sí la quise, de hecho creo quefue a la única que quise - ante aquello eleve una ceja - a ti Te Amo.

- ¿Quépaso con ella? - susurre.

- Puesfue mi primera en todo - sonrió de lado - y cuando digo todo, es enserio - anteaquello no evite que mi rostro ardiera, al entender que ella había sido suprimera experiencia sexual - éramos unos niños es cierto, que solo jugaban aquererse, y bueno paso lo que tenía que pasar, ella se enamoro de alguien más yyo termine con el corazón roto, y fue así como decidí que nadie más me haría lomismo, claro hasta que apareciste tú.

- Estoes como una mala novela - ante aquello me mando una mirada de reproche, y yosolo sonreí - no puedes negarlo, vamos, no imagino que alguien se niegue aenamorarse de nuevo.

- Nome negué al amor, está bien - soltó un suspiro - solo que, nadie me llamaba laatención, claro que eso a ellas no les importaba, y menos cuando el gimnasio yel americano dejaron este cuerpo - se señalo, ante lo que rodee los ojos -muchas chicas, comenzaron a pedirme que fuera su novio, y bueno al principiotrate de negarme, pero después lo acepte.

- ¿Yfue así como te convertiste en un Casanova? - lo miré fijamente.

- Sepodría decir que sí, - termino por recostarse en la cama - pero entoncesapareciste tú, y a pesar de que espere a que vinieras a rogarme porque salieracontigo, no sucedió, así que no me quedo más que hacerlo yo.

- Eres un engreído - le espete, le di la espaldapara poder dormir - pero eres mí engreído - tome su mano.

- Siempre- susurro a mi oído y me dejo un beso en el cuello.

Sonreí levemente, mientras ahora sidejaba que el sueño llegará, necesitaba dormir, mi cuerpo me lo pedía, y fueasí como la inconsciencia llego, con Jake a mi lado y sin ninguna preocupación.


Bueno aquí el capitulo anterior no existió, este es para el segundo final, espero les guste n.nU

Capitulo:

Zhere StAr De Black

yesica7448

No sé como paso, han pasado casi dos años, desde que por ayuda de Emma,no fui violada por Demetri, y es una ironía, que tuviera que pasar eso, parahacernos amigas.

Pero así fue, después de eso comenzamos allevarnos mejor, y bueno acepte su relación con Jake, después de todo creo queeso de que mis padres me dieran todo, no había sido bueno, ya que habíaconvertido a Jacob en una obsesión.

Esos dos se veían tan felices juntos, que no meextrañaría que terminarán casados, al igual que Nahuel y Leyna, y bueno yo debodecir que comenzaba a sentir cosas por Stefan, aunque él no parecía darsecuenta, y eso enserio me estresaba un poco.

Creo que tendría que pedir la ayuda de Emma, paratratar de conquistar a su mejor amigo, pues porque después del accidentedecidió regresar a Forks diciendo que Jake no podía cuidar de su mejor amiga.

Ocasionando que poco a poco, la indiferencia sevolviera amistad, y después comenzará a sentir otras cosas por él; al principiocreí que terminaría con Leah, pero ella ahora salía con Embry, así que ella yano estaba dentro de mis rivales de amor.

 

De hecho parecía que no había una chica que legustará; solté un suspiro, pues parecía casi imposible que él se fijará en mí,cuando nos conocimos me lo había dicho, él no se fijaría en alguien como yo.

- Amor- esa voz fue de mi madre - Emma, te busca.

- Dileque pase - susurre.

Escuche la puerta cerrarse, deje la carta quehabía escrito para dársela a Stefan y así terminar con mi tortura, pero erademasiado cobarde para entregarla, además solo quedaba un mes, para que cadauno tomará su camino, estábamos a nada de cada uno ingresar a la Universidad.

Leyna se iría a Pensilvania a estudiar DiseñoGráfico, Nahuel también se iría, solo que él para estudiar Arquitectura, Embryse iría a Massachusetts y Leah se iría a Texas, Jane se quedaría en la de Washington,Alec se iría a Chicago, Stefan regresaría a Nueva York, y yo estaba indecisa siirme a Nueva York o irme Michigan.

Mientras Jacob había logrado entrar a Princeton, paraestudiar Ingeniería Mecánica; y Emma se iría a Texas junto con Leah, solo queella para Publicidad, mientras la novia de Embry para Filosofía.

Escucho los pasos, en ese momento gire la vista yestaba pálida, más de lo que es en realidad, ante aquello me levante, ya quesolo dos veces la he visto así, una fue cuando reprobó Literatura, por nollegar al examen; y la segunda cuando creyó que podía estar embarazada.

- ¿Quépasa? - pregunte un tanto angustiada.

- Mellego esto - susurro, mientras me entregaba el sobre.

Lo abrí, comencé a leer lo más rápido que pude, encuanto termine, levante la vista y la clave en ella, que se había sentado en micama.

- Felicidades- le dije con una media sonrisa - de veinte vacantes fuiste elegida, paraestudiar en Cambridge.

- ¿Quévoy a hacer? - ante aquello arrugue la nariz.

- Puestomar un vuelo a Londres, el próximo viernes por lo que veo - comente, un tantoconfundida - sé cuanto deseabas que te aceptarán, y ahora parece que no teemociona.

- Noes eso, - soltó un suspiro - pero había quedado con Jake de que ambos, iríamosa la Universidad de Washington.

- ¿Quépasaba con la Universidad de Austin? - ante aquello ella soltó un leve suspiro.

- Habíadecidido dejarlo - respondió.

- ¿Ibasa dejar que Jake, dejara pasar su pase a Princeton? - le mande una miradaácida.

- ¡¿Qué?!- se levanto de un brinco - ¿Jake, entro a Princeton?

Ante aquello vi que había cometido un error, enese momento su color disminuyo aun más, pero sabía que era porque estabaenojada.

- Nopuedo creer, que no me haya dicho nada - gruño - se supone, que somos unapareja, él debería decirme esto.

- Debiótener sus motivos - comente suavemente - tal vez, ya Princeton no es lo quedesea.

- ¡Porfavor! - soltó con ironía - ambas sabemos, que ese ha sido su mayor sueño,poder entrar a Princeton - de nuevo se dejo caer en la cama - no puedo dejar,que no vaya, es como arruinar su sueño.

- ¿Leahlo sabe? - ante aquello, desvió la mirada.

- Noes fácil - susurro - después de todo, cuando le dije que no iría a Austin conella, me dejo de hablar por días, pero se consoló diciendo que nos veríamos envacaciones, ahora que le diga que me iré a Inglaterra, va a querer matarme.

- Estu mejor amiga - no creía que se pusiera tan mal - debe entender que es tusueño.

 

- Ylo hará, - sonrió levemente - porque comenzará hacer planes, de lo que haremosen vacaciones.

- Algome estás ocultando - le reproche.

- Síme voy, no es por unos meses, es por tres años - su sonrisa se esfumo - novendré en vacaciones, estaré en talleres, y además tendré que trabajar; mi vidacomenzará allá.

Creo que esto era más complicado, una cosa eradejar de verla por unos seis meses a dejar de verla por tres años, las cosascambiaban, ella se levanto sin decir una palabra más, me sonrió en forma deagradecimiento y salió de mi habitación.

POVJacob

Estaba recostado en la cama, viendolos dos boletos para el baile de graduación, que sería en tres semanas y yoaun, no le había pedido a Emma que fuera conmigo, aunque sería un tanto extrañoque fuera con alguien más, después de todo teníamos dos años de relación.

- ¿Interrumpo?- ante su voz metí las entradas debajo de la almohada - Rachel me dejo pasar.

- Estábien - le sonreí levemente - ya te echaba de menos.

- ¿Cuándopensabas decirme, que habías recibido tu carta de Princeton? - me miróseriamente.

- Renesmee- susurre, pero de nuevo sonreí, solo que esta fue más grande - no te dije lode Princeton, porque ya no quiero ir.

- ¿Porqué? - elevo una ceja.

- Lossueños cambian - eleve los hombros.

- Nome vengas con eso - me espeto - por favor, Jacob, todo el mundo sabe que ir aPrinceton siempre ha sido tu mayor sueño.

- Ahorami mayor sueño, eres tú - trate de abrazarla, pero ella retrocedió.

- Estocomienza a asfixiarme - dijo sin despegar su vista de mí - tenemos 19 años, yabasta de comportarnos como niños, es hora de madurar y este paso trae dejar ircosas.

- ¿Dequé hablas? - arrugue la nariz.

- Túirás a Princeton - eso no fue una sugerencia, fue una orden - y yo, bueno

- ¿Túqué? - al ver que se había quedado callada.

Como respuesta, me extendió unsobre, la observe, pero ella bajo la mirada, solté un suspiro y abrí el sobre,en cuanto vi el escudo de Cambridge, sabía que esto era el fin; pero trate deser positivo y seguí leyendo, demasiadas formalidades y más palabras que nivenían al caso.

Y al final, solo le daban labienvenida a la Universidad, sabía que su sueño era estudiar en Cambridge,debía alegrarme, de hecho lo hacía, pero tampoco deseaba dejar de verla, poreso había dejado Princeton, solo por estar con ella, y ahora se iría aInglaterra sin importarle nuestra relación.

- ¿Irás?- cuestione.

- Penséque me felicitarías, - aunque no se mostro molesta - y es hora de crecer, dehacer cosas de nuestra edad, hora de decir adiós a cosas, que no dejan quesigamos nuestros sueños.

- Suerteentonces - tenía ganas de abrazarla y no dejarla ir.

- Jake- susurro - ambos sabemos, que habrá más personas, y esto solo será un lindorecuerdo.

- Aunno lo entiendes ojitos - le sonreí de lado - nosotros, somos almas gemelas yeso no se olvida.

- Esdifícil - su voz sonaba temblorosa.

- Nadiedijo, que madurar fuera sencillo - clave mi mirada en ella, sus ojos estabancristalinos.

- Nohabrá promesas, de te esperaré - a pesar de querer mostrarse fuerte, sus ojosla delataban.

- Muybien - enserio esto era complicado.

- Nohabrá reencuentros románticos - una lágrima logro salir, de su ojo izquierdo,la cual detuve con mi dedo, antes de que llegará a su mentón - ni palabras deamor, ni nada por el estilo, solo amigos.

 

- No- también deseaba llorar - yo no puedo ser tu amigo, Te Amo demasiado, para seramigos.

- ¿Nien el futuro? - sus ojos se clavaron en mí.

- Lodudo - besé su frente - solo conocidos, saludarnos, pero nada más.

- Noquiero llorar - sonrió, tratando de que las lágrimas desaparecieran - es mejorque me vaya.

- Elviernes, estaré ahí - ante aquello giró a verme sorprendida - no hagas esacara, nos vemos.

Ante aquello salió de mi recamara,en cuanto eso paso, me tiré en la cama, no debía llorar, era por nuestro bien,pero no por eso dejaba de ser doloroso, trate de tragarme las lágrimas pero nopude, deje que salieran con libertad.

Los días pasaron realmente rápido,hoy era viernes, hoy tendría que decirle adiós, y a pesar de querer parecerseguro, no lo estaba, comenzaba a dudar, si estando en el aeropuerto no eracapaz, de abrazarla y no dejarla irse.

Pero ya era tarde para echarme paraatrás, pues ya estaba en el aeropuerto, en donde estaba toda su familia, ynuestros amigos. Me acerque a ella, no se había dado cuenta de mi presencia,pues hablaba muy animadamente con Nahuel.

- Hola- le susurre al oído.

- Penséque no vendrías - me sonrió débilmente.

- Estees nuestro adiós - tome su mano - era lógico que viniera, si voy a dejar ir ami ojitos.

- Tevoy a echar tanto de menos - se abrazo a mí con fuerza.

- Yyo a ti - cerré los ojos, dejando que su aroma inundara mis pulmones - pero esel precio de crecer.

- Losé - no se separó de mí.

"Pasajeros vuelo 256, con destino aLondres, favor de abordar por sala 3"

- Esees mi vuelo - susurro, por fin separándose.

- Entoncesadiós - sonreí lo mejor que pude - y suerte.

- A ti igual - sus ojos brillaban por laslágrimas, pero a pesar de eso, pudo responder mi sonrisa - espero, que seas ungran ingeniero, y que pueda probar tu primer auto.

- Dalopor hecho - repuse, sin dejar de mirarla.

Se despidió de todos, y sin másentro a la sala, en aquel momento, mi mundo de nuevo se había venido abajo,pero ella tenía razón, estas eran cosas que teníamos que vivir, para quepudiéramos madurar, y mi madre siempre decía que el dolor te hacía más fuerte.

Este era el adiós, no debía mandarseñales, para entender que mi historia con Emma Cullen, hoy terminaba. Y apesar de saberlo, no dejaba de ser doloroso, y comenzaba a dudar que esto fueraa hacer más sencillo con el tiempo, pero también decían "El tiempo lo curatodo" y esperaba que fuera cierto.

Tenía que olvidarla y seguir con mivida, solo eso; tenía que dejar mi amor por ella y comenzar de cero comosiempre. Sonreí eso era lo que ambos debíamos hacer, dejar todo atrás ycomenzar de nuevo.


Bueno antes de que quieran golpearme jajaja, debo decir que ya esta la continuación que se llama "No puedo dejarte de Amar" https://www.potterfics.com/historias/78788 que espero se pasen y lean la locura de la continuación

Les agradezco a todos los que se tomaron la molestia de seguir esta locura, solo por ustedes es que este fic creció, y como dicen todo lo que empieza tiene un final, y el de este fic es ahora, en verdad muchas gracias

Capitulo dedicado a:

Zhere StAr De Black

yesica7448

DaniiBlack

Mándame una señal - Potterfics, tu versión de la historia

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Mi vida había cambiado de la noche a la mañana, un día era maravillosa y al otro, todo era un infierno; en ese momento mi vida no tenía algo que realmente

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2023-02-27

 

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